Pervirtiendo a Edward (+18)

Autor: mari584
Género: + 18
Fecha Creación: 19/06/2010
Fecha Actualización: 09/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 89
Comentarios: 256
Visitas: 342516
Capítulos: 34

"Bella es la chica linda de la escuela y también es malvada, pervertida y coqueta. Siempre tiene lo que desea. Es por eso que verá en Edward, un tímido y sencillo estudiante, la materia prima ideal para su hombre de ensueño. El problema es que necesita unos "pequeños toques" por lo que Bella sumergirá a Edward en un océano de lujuria, desenfreno y libertinaje, para obtener lo que desea de ese hombre… pero en el intento, las cosas pueden no resultar como esperaba… al final, puede haber terminado creando un monstruo…"

chicas nueva historia y un nuevo comienzo...! =D

esta historia no es mia es de Natalia alias nandir77, es una excelente historia de esta maravillosa autora, espero que sea de su completo agrado para todas uds...! =D

espero que les guste y me lo hagan saber mediante sus comentarios y votos...! =D

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Capítulo 29: Hielo y Fuego

 

Bella POV

Decido hacer algo para acercarme a Edward y no hago más que meter la pata. No era mi intención que todo esto terminara así… pero ahora tenía a Edward y a Emmett encerrados en el baño luchando por que el pequeño Eddie saliera entero del problema. Y para colmo de males, eso parecía algo seriamente gay. Al principio me causo muchísima gracia, pero al ver la cara de Edward después… hasta yo me asuste. Mal que mal yo también salía perjudicada…

Pero no me espere que todo el mundo se preocupara tanto de Edward. Ahora todos parecían querer saber lo que le ocurría o donde estaba. Y fue por eso que no los pude detener cuando llegaron decididos preguntando por él. En realidad ni me preguntaron: pasaron sobre mí. Pero yo pensé que la puerta del baño estaría cerrada. Aun así lance un grito de advertencia a los chicos… pero todo resulto demasiado rápido, y en menos de dos segundos el baño estaba lleno de gritos. Como pude me asome entre la gente y pude ver el motivo del alboroto…

Emmett arrodillado en frente de Edward y con las manos "en la masa" literalmente. Además, para rematar el cuadro, Emmett estaba con un pomo de lubricante a su costado y una de sus manos llena de él…

Ahora sí que no pude evitar la risa. La mirada de Edward fue asesina y me miro a mí directamente. Para tratar de zafar un poco de la situación, decidí ayudarlos.

- Bueno ya, no hay nada que ver acá- dije con fuerza- esto es algo que puede pasarle a cualquiera así que se largan y dejan que los chicos arreglen su problema

- ¿A cualquiera? – dijo Jasper – A mi no me encontrarían con otro hombre encerrado en el baño y haciendo… eso

- No sean idiotas, es una emergencia medica… asunto de cremallera- aclare yo, algo molesta

- Yo lo veo como alguna otra cosa- gruño Charlie, inseguro

- Charlie, tu eres el ultimo que debiera decir algo… dije exasperada- ¿O quieres que te recuerde que hace un año te sucedió algo similar… pero lo tuyo termino en el quirófano?

El rostro de Charlie se descompuso al recordarlo. Lo de él había sido complejo, de hecho por poco y no se desangra. Eso sí que fue terrible. Con puntos y todo. Debería recordarlo.

- Bells tiene razón- dictamino Charlie- Todos fuera… acá no hay nada que ver

Todo mundo murmuro y se quejo, pero finalmente salieron del baño, para alivio de Edward y Emmett

- Gracias Bells…. Esto se estaba poniendo algo tenebroso- murmuró Emmett, aun tratando de ayudar a Edward, quien no tenía muy buena cara- ¿Sabias Eddie que eres bastante sexy? – dijo él, con una sonrisa idiota, tirando del pantalón.

- Emmett, pendejo, déjame con algo entre las piernas idiota- se quejo Edward

Pobre Edward, debía de estar sufriendo. Traté de hacer algo, mal que mal la más interesada era yo.

- A ver Emmett, quítate… tu eres demasiado brusco…- dije, apartando a Emmett y arrodillándome yo ante Edward. "Uhm, ok, esto me pone nerviosa" pensé.

- No, Bella… es mejor que…. – balbuceo Edward, inseguro.

- Silencio Edward, déjame esto a mi- dictamine con seguridad

Me acerque a la cremallera de Edward decidida, y respire hondo, tratando de no pensar en que su sexo estaba tan cerca de mi cara. Aunque no pude evitar sonrojarme al hacerlo. Emmett daba sus buenas carcajadas y Edward bufaba, entre molesto y adolorido. Cuando por fin pude visualizar el problema, note que no era tan grave como pensaba.

- Dame un poco de eso, Emmett- le dije a mi hermano, tendiendo mi mano.

- Esto se ve como una porno- rio Emmett, poniendo un poco de lubricante en mi mano y mirándonos

- Cállate idiota- gruño Edward, afirmándose de mis hombros

Una sonrisa involuntaria subió a mis labios al sentirme en esta posición. Mire a Edward hacia arriba y le sonreí, levantando las cejas, mientras Edward rodaba los ojos, sin creerse mi humor retorcido. Lo oí suspirar. En realidad tenía mucha paciencia.

Con mucho cuidado deslicé una cantidad de lubricante entre la piel y la cremallera… luego de un pequeño tirón certero, Edward se vio finalmente liberado. Su cara de alivio era impagable. Y ni hablar de la mía.

- Eres mi salvadora, en serio- dijo Edward arrodillándose y abrazándome con unas ganas increíbles-Ahora te amo más que antes…¿es eso posible?- lo oí murmurar

- No pensaba dejarte así… no era conveniente para ninguno- reí, con humor

- Quede un poco adolorido sabes- me dijo con un puchero- pero quizás tú puedas sanarme…

- No empieces ahora- le dije

- Bien, al menos Bells tiene su juguete intacto- rio Emmett, que nos miraba divertido- Ed, eso ha sido lo más macabro y doloroso que he visto… solo espero que nunca me pase algo así…

- Ahora no seré capaz de salir y verlos a todos- dijo Edward consternado

- Y me lo dices a mi… todo mundo pensaba que yo quería agarrarte el…

- ¡Emmett!- dijimos Edward y yo a la vez

- Está bien… pero tendrás que decir ante todos que no soy gay… bueno, no creo que Rosalie lo crea, pero el resto….

Deje a Emmett hablando solo y jale a Edward hacia afuera. Ahora estaba liberado, aunque probablemente algo adolorido…

Camine hasta afuera y vi el rostro de dolor de Edward. Lo miré preocupada lo senté en una silla, diciéndole que me diera dos segundos. Había visto el problema de Edward y debía estar algo hinchado por la presión, así que había que hacer algo para desinflamar. Revolví la nevera y volví rápidamente donde estaba Edward.

- Emmett, lárgate, necesito hacer algo con Edward- dije, segura.

- ¿Oh, vamos… no puedo mirar? – dijo él, tirándome de la ropa y haciendo un puchero como si fuese un niño chiquito. Era un imbécil, pero lo quería mucho.

- ¡Largo!- le dije yo, tratando de contener la risa y dándole un empujón, para llevarme a Edward de vuelta al baño. Esta vez sí puse seguro en la puerta.

- Esto te ayudara-le dije, pidiendo que se sentara en el retrete, mientras el pobre me miraba bastante inseguro

- ¿Qué es lo que harás?- pregunto, llevándose las manos a su sexo en forma involuntaria.

- Disculpa Edward… ¿en realidad piensas que yo te haría algo que te dañara?- dije con aire ofendido- Parece que me conoces muy poco…

- Bueno, no lo creo…- dijo mirándome- al menos no físicamente

- Ja, Ja, que gracioso Edward- dije acercándome y dándole la orden de que sacara "al herido". Lo vi dudar.

- Bueno, creo que es primera vez que no quiero hacerlo- me dijo Edward, mientras jugueteaba con la hebilla del pantalón

- Lo haces tú o lo hago yo- le dije, impaciente

- Está bien- gruño él, bajándose los pantalones de muy mala gana y sonrojándose cuando estuvo desnudo

- Porfavor, Edward no es primera vez que te veo así- le dije, acercándome y sentándome frente a él en un banquito.

- ¡No es lo mismo…! ahora estoy herido- murmuro, aun tapándose

- Déjame verte, ¿quieres?- le dije, suspirando, mientras dejaba el hielo y el antiséptico a un lado y me acercaba a su sexo.

Debo reconocer que yo también temblaba un poco. Tenía a Edward sentado frente a mí y con su pene frente a mi cara Eso no es algo que se de todos los días. Suspire y lo tome en mi mano, tratando de ser cuidadosa. El problema era en un costado y se veía claramente enrojecido y algo inflamado. Me mordí el labio, y no pude evitar echarle un vistazo bastante fuera de los cánones médicos. El miembro de Edward era tan grande. Tenía poco vello y era del mismo tono cobrizo que tanto me gustaba. No pude evitar desear meterlo en mi boca. Eso no era nada ético, pero al parecer yo no era la única en problemas. Sentí como lentamente Edward crecía en mi mano, y yo ni siquiera estaba haciendo nada. Solo lo estaba mirando.

- Bella, esto no va a ser buena idea… me está doliendo- dijo él, mientras me miraba con los ojos verdes oscurecidos. Su rostro no parecía de dolor.

- No te he pedido que hagas eso- le dije, apuntándolo, mientras miraba su pene crecido al máximo en mi mano. Lo solté y lo vi balancearse, apuntándome directo a mí. Me sonreí.

- No es como que pueda evitarlo – me dijo- eres tú y tu roce…

- Bueno, da igual, así puedo examinar mejor el problema- dije tratando de ponerme seria y tomando un poco de antiséptico en el algodón.- ¿Listo? – le pregunte

- No- me dijo el, pero de todas formas puse el algodón sobre la inflamación, para evitar cualquier problema. Lo vi hacer una mueca, pero no se quejo. Luego me sonrió un poco.

- ¿Te duele?- le pregunte, mirándolo, mientras limpiaba el problema con sumo cuidado.

- Solo arde un poco- me dijo, mirándome con un rostro extraño, que ni supe identificar- Tus manos son suaves

- Está bien- dije de pronto muy nerviosa y dejando el algodón de lado- Ahora tratare de bajar la inflamación

- No creo que puedas – dijo sonriéndome y mirándome con el rostro enrojecido.

- Edward, no seas pendejo… estamos hablando de la herida- le aclaré.

- Por supuesto- me dijo- ¿de que otra cosa si no?

Sonreí por lo ridículo de la situación. Me removí en el banquito incomoda, no podía evitar sentirme toda húmeda por tener al pene de Edward a mi merced. Sabía perfectamente que no se quejaría nada si hiciera algo… pero debía enfocarme. "Baja la inflamación Bella, bájala…" pensé para mí misma, sin poder evitar el doble sentido en mi mente. Tome un poco de hielo y lo puse dentro de un pañito. Lo acerque al miembro de Edward, y me asombre de lo caliente que se sentía. Trague saliva y puse el hielo en la zona inflamada, que ya ni se notaba, excepto por la zona levemente enrojecida.

- Esta frio- rió Edward, echando su cabeza hacia atrás y dando un pequeño salto.

- Debe de ser, si es hielo- le dije, con voz que no me reconocí

Estuve unos momentos pasando el pañito por la zona, y vi como se humedecía un poco, por el calor que hacia derretir el hielo. De pronto, Edward tomo mi mano. Lo mire.

- Mira, haz esto- me dijo él, quitándome el poco de hielo de las manos y tomando un cubo completo

- ¿Qué cosa?- pregunte temblorosa

Edward tomo mi mano y puso el hielo en mi palma. Comprendí en seguida, y no pude evitar morderme el labio.

Tome el miembro endurecido de Edward desde la base, para no pasar a llevar la zona inflamada y deslicé el hielo por la zona. Un par de gotas de agua rodaron, cayendo al suelo, mientras oí a Edward jadear despacio, sin mirarme.

Esto no iba a terminar nada bien si seguía así. Mordiéndome el labio con furia hice pequeños círculos sobre el punto adolorido de Edward, haciendo que el hielo se derritiera lentamente a medida que lo deslizaba. Mi respiración se acelero, y mis ojos se desviaron a otros puntos de su sexo, y me relamí sin quererlo. Las manos de Edward se aferraron a mis hombros y gemí despacio, inconscientemente. De pronto se me olvido el porqué estaba allí con un hielo en el miembro de Edward y comencé a deslizarlo por la punta de su pene, ganándome un estremecimiento y un gemido.

- Esta frio- lo oí murmurar, mientras deslizaba el hielo por toda su extensión, mojándolo.

Insistí mucho en la punta, viendo con ojos hambrientos como latía ante mi contacto, y el hielo ya iba por la mitad, deshaciéndose por el llameante calor. Luego baje hasta su base y volví a subir, y seguí así, extendiendo el roce del hielo hasta que se disolvió por completo y no quedaron más que mi dedos fríos. Lo vi mirarme con un rostro indescifrable.

- Estoy todo mojado- gruño, con voz ronca

- Hay que secarte- dije, pero sin moverme de mi sitio

Y entonces, sus manos se movieron desde mis hombros a mi cuello y nuca. Sentí la suave presión de sus manos acercándome, y ya no pude resistirme más.

Abrí mi boca, hambrienta, mientras Edward gemía ahogadamente, echándose hacia atrás. Su miembro estaba frio y húmedo, y extendí mi lengua por toda su extensión, quitando el exceso de agua y devolviéndole el calor. Se sentía demasiado bien para ser legal. Seguro no lo era, de todas formas.

- Mierda… que bien se siente… tu boca, tan cálida- lo oí murmurar

Seguí lamiendo con avidez, mientras se me erizaban los vellos de la nuca al oír la voz de Edward. Estaba extasiada con la sensación de sentirlo en mí una vez más. Apreté su base con un poco de fuerza y metí y saque su miembro rítmicamente, mientras Edward jadeaba audiblemente. Temí por su herida

- ¿Te duele?- dije, luego de sacarlo un momento de mi boca

- Mierda… no…- dijo él, revolviéndose el cobrizo cabello - solo no te detengas… por favor…

Eso fue todo lo que necesite. Introduje lo mas que pude su miembro en mi boca y apreté con los labios, moviendo la lengua en toda su longitud, metiéndolo y sacándolo con rapidez, mientras lo masturbaba por la base que no entraba en mi boca. Me sentí de pronto, malditamente deseosa.

- Oh… amor… - susurro una vez, mas, mientras sus piernas se tensaban

- Mmmmm- dije yo, extasiada en su calidez palpitante

Lo saque y le di varias lamidas a todo lo largo, para luego insistir en la punta, apretándola entre mis labios. Edward gruño y movió sus caderas, incitándome a volver a meterlo en mi boca. Así lo hice, obediente, mientras las manos de Edward se enredaban en mi cabello, dándome el ritmo. Pronto pude sentí el temblor familiar que extrañaba tanto, mientras su pene se endurecía hasta un punto máximo y luego Edward colapsaba, gimiendo con fuerza.

Sentí la suave calidez inundando mi boca, entre los espasmos de Edward, pero no me esperaba la cantidad, por lo cual algo se me escurrió de entre los labios, sin querer. Las manos de Edward jalaban mi cabello, mientras una de las mías subió a su boca, tratando de callarlo un poco. Edward lamio mis dedos, y estuve a punto de tener un orgasmo sin siquiera tocarme. Trague todo, y lamí sobre su piel, golosa, las gotas que se me habían escapado. Para cuando termine, su miembro estaba flácido y puesto hacia un lado, muy húmedo.

- Increíble- escuché decir a Edward- Si que bajaste la inflamación… ¡y de qué manera!

Me reí por su comentario y me levante con dificultad. Las piernas me temblaban, y temí que la humedad me hubiese mojado la ropa. Ayude a Edward a levantarse y mientras se vestía lo vi mirarme.

- No quiero ser solo yo el satisfecho- me murmuro, mientras me abrazaba por detrás y me apretaba las caderas

- Ya inventaremos algo- le dije, temblorosa ante su contacto.

- Te deseo- me dijo el, mordiendo mi cuello, haciéndome estremecer por completo

- Yo también Edward – le dije, mirándolo al rostro- Yo también…

Lo bese con ansias. Edward me devolvió el beso, pegándose a mi cuerpo y sentí como crecía su sexo de nuevo. Me removí ansiosa, deseaba tanto tenerlo de nuevo conmigo…

- ¿Ahora si ya estoy perdonado verdad?- pregunto, bajando sus labios por mi cuello, y respirando agitado

- Cuando así sea lo sabrás – le dije sonriendo- ahora vamos, que deben estarse preguntando donde estamos- le dije, tirandolo del brazo.

- Bueno, al menos sabemos que todo está en orden- dijo el tocándose el miembro por sobre el pantalón

- Sí, me pude dar cuenta- le dije, abriendo la puerta del baño, antes de que mandara todo al diablo y me lo tirara allí mismo.

Salimos y avanzamos hasta la sala, donde nadie parecía recordar nuestra existencia

- Bueno y ¿terminaron… lo que sea que estuvieran haciendo?- pregunto Alice riendo

- Alice, por favor- escuche decir a Edward con tono reprobatorio

- Nunca me imagine eso de ti hermano- escuche decir a Jasper. Mientras daba miradas a Edward y a Emmett.

Edward le mostró el dedo con disimulo, para que no lo vieran mis padres A veces Jasper era un pendejo.

- Bueno… - dijo Emmett, siempre sonriente- Como verán no es que yo sea gay… pero deben saber que es difícil resistirse a la entrepierna de Eddie… si no, pregúntenselo a mi hermana…

Sentí como el calor me subía al rostro en dos segundos. Una cosa era hacer bromas en grupo y otra muy distinta, era hacer bromas ante nuestros padres. Maldito. A Emmett eso no parecía importarle, de todos modos, pero a mí eso no me hacía ninguna gracia, Renne comenzaría a dudar en seguida de la idoneidad de Charlie para ser padre, pero la verdad es que él lo hacía mucho mejor que ella. Edward me dio un apretón, dándome ánimos. Se acerco a mi oído para susurrarme:

- Quizás en vez de avergonzarte deberías avergonzar a tu hermano, tú sabes…

Me sonreí y entendí en seguida. Me compuse rápidamente y muy calmadamente dije:

- Bueno, lamento lo que han tenido que ver en el baño… pero yo comprendo que mi hermano Emmett tenga problemas con sus inclinaciones sexuales de vez en cuando… le dije un millón de veces que Edward no era de su estilo, pero él insistió… y ahora que el pobre Edward estaba en un apuro, no demoro nada en aprovecharse de la situación e ir a poner sus manos en la masa… y escuche que Emmett le rogaba a Edward por sexo oral…

Ese comentario basto para causar la risa de los chicos, la indignación de Rosalie y el espanto de Charlie y Renne. Yo y Edward reímos, tratando de indicar que todo no era más que una broma, pero al parecer no nos creyeron mucho. Que mal pensados. Renne aun me miraba con recelo, al parecer sin creer que el problema del baño estaba superado… o que Edward no era gay. Mierda. Lo único que me faltaba.

Rosalie me miraba con furia, pero estaba en mi territorio y no me dijo una sola palabra. A estas alturas ya debería hacerse a la idea de que de una manera u otra, terminaríamos siendo familia. No parecía aceptarlo muy bien. Todavía tenía recelo de mí y de mi pasado. O al menos eso era lo que yo creía. Era extraño, todos los demás parecían haberlo superado, hasta Jasper. Quizás debería hablar con ella.

Emmett me lanzó un par de amenazas desde lejos, pasándose el dedo por el cuello repetidamente, pero no le hice el menor caso. Luego insistió con Edward, quien en respuesta le mostraba el dedo medio con insistencia. Supongo que intuyó que había sido Edward el de la idea. Pendejo. El se lo busco, por ponerme mal ante todos. Aunque en realidad fuese verdad sobre lo de mi debilidad por la entrepierna de Edward…

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ahhhhhhhhhhhhhhh (SUSPIRO) DIOOOOOOOOOOOOS QUE CALORR!!

QUIEROOO SANAR AL PEQUEÑO EDDY, EN SERIO JEJEJEJE

QUIEN NO VERDAD CHICAS???

BUENOO ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO EL CAP =D

SALUDOS A TODAS

Y NO SE OLVIDEN DE COMENTAR Y PUNTEAR =)

Capítulo 28: Situación Embarazosa Capítulo 30: Un Golpe del Pasado

 
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