BELLA POV
Cuando desperté, había vuelto a caer la noche. No me podía creer que hubiera dormido todo el día… Me gire en la cama, y contuve un gemido de dolor. Me dolía todo el cuerpo, y estaba desecha a pesar de todo lo que había dormido. Y a mi lado… aun estaba Edward.
Se veía tan hermoso durmiendo. Acerque mi mano a su rostro y lo acaricie con cuidado, evitando despertarlo. Sus labios rojos estaban entreabiertos, y su pecho subía y bajaba a ritmo acompasado. Tenía una de mis piernas aferradas a las suyas.
Dios, como no me di cuenta antes de lo enamorada que estaba de él. Ahora estaba todo tan claro que me asustaba.
Nunca pensé que dejaría que me hicieran todo lo que él me hizo. Era tan fácil olvidarme de todo estando con el… nunca antes había conseguido ser otra cosa que no fuese una mandona dominante, pero ahora las cosas eran distintas… era algo reciproco… y me gustaba.
Trate de soltarme de su agarre, con cuidado… solo para no despertarlo…
- ¿A donde crees que vas?- me pregunto una sedosa voz a mi costado
- ¿Alguna vez tenemos que salir de la cama, no crees? – le pregunte sonriendo
- Mmmm- dijo serio- me lo estoy pensando… creo que no es necesario…. Excepto para ir al baño y para comer….
- ¡Por Dios, Edward, calma tus hormonas! – le dije, dándole un almohadazo
- Claro que no… he esperado mucho tiempo para estar desperdiciándolo… es más, ven acá…
Me abrazó y me puso de espaldas en la cama.
- Ay no, por Dios, me duele todo… - me queje, riendo
- Ah ok, eso te pasa por menospreciar a tu novio…
Edward comenzó a besarme el cuello y solté un jadeo involuntario. Ah por Dios, no podía ser que quisiese seguir… ya había perdido la cuenta de las veces que habíamos hecho el amor… Nunca en mi vida había conocido a alguien tan fogoso…
- Edward- trate de decir, mientras sus manos suaves se enredaban una vez más en mis caderas…
- Bella… mi Bella… -murmuraba el sobre mi piel, erizándola con su aliento tibio
- No podemos…
- Claro que si… -ronroneo Edward – Te deseo amor… no sabes cómo te deseo….
- Me hago una idea… -murmure respirando con dificultad, mientras Edward se apoderaba de uno de mis senos
La lengua tibia de Edward delineo mi cuerpo una vez más, torturándome. Y de nuevo olvide el dolor de cuerpo y el cansancio. Tome a Edward por el cabello y lo jale hacia mí, con desesperación.
Una hora más tarde, Edward me traía comida a la cama. Se veía divertido, vestido solo con un delantal de cocina y unos bóxers negros.
- Tienes que comer y recuperar energías- dijo Edward serio
- Es tu culpa que no me pueda ni levantar – me queje
El solo reía, mientras me daba la comida en la boca
- ¿Sabes? podría acostumbrarme a esto… - le dije, comiendo.
- Esa es la idea – decía Edward – que no puedas vivir sin mi
- Ya no puedo hacerlo – murmure, mirándolo
Edward me beso en la frente y me miro con ternura en sus ojos verdes infinitos. Si esto era un sueño, no quería despertarme jamás… nada podía ser más perfecto.
Un poco más tarde volvió Emmett, reventando nuestra burbuja. Le comento a Edward que lo extrañaban por casa y que Esme quería verlo. Edward se vistió y fue a casa, prometiéndome que regresaría pronto.
- ¿Así que… parece que todo va bien entre Ed y tú? – murmuró Emmett, viendo que no me levantaba de la cama
- Si- murmure bostezando – Ahora que todo esta bien, siento que no deseo nada mas en esta vida…
Emmett me sonrió, pero un dejo de preocupación brillaba en sus ojos. Lo conocia muy bien como para que me ocultase algo
- ¿Emmett, que es lo que sucede…? – pregunte, algo nerviosa, sin saber porque
- Nada Isabella… que podría ocurrir- me dijo, alzándose de hombros
Pero no me convencieron sus palabras. Yo sabía que algo iba mal, se sentía en el ambiente.
Esa noche no conseguí sonsacar nada a Emmett, pero estaba segura que lo descubriría. Solo era cuestión de tiempo.
Al día siguiente, recibí la visita inesperada de Alice. En realidad que no me lo esperaba, pero me sentí muy feliz de que me visitara. Estuvimos conversando muchísimas cosas, casi como antes, pero sabía que me costaría mucho retomar mi antigua confianza con ella. Al menos era feliz de contarme sus cosas con Jasper, el cual estaba bastante avergonzado de haberse inmiscuido en la relación de su hermano. Alice lo estaba ablandando de una forma increíble, hasta el punto de creer que me hablaba de otra persona. Ella también estaba muy cambiada.
Ese día no supe de Edward, pero me sirvió para descansar.
Al tercer día ya estaba definitivamente impaciente y cuando tocaron la puerta, Emmett abrió antes de que pudiese hacerlo. Era el. Mi Edward.
Corrí a abrazarlo como si no lo hubiese visto en semanas. El rio al abrazarme, consternado por mi muestra de cariño
- Me encanta esto- murmuro en mi oído. Solo harás que desee irme para volver cada vez y ser recibido así.
- Que te habías hecho… te extrañe… le dije.
- Hay cosas pendientes en California- me dijo mirándome- deberé ausentarme algunos días…
Mi cara debe haberse descompuesto, porque Edward me abrazo con fuerza tratando de ahuyentar mis temores
- No será por mucho… solo unas semanas…
- ¿Semanas? – murmure, mientras el estomago se me apretaba
- Debo volver con Ángela… y también ver algunos trámites del trabajo, la universidad… me mudare a Forks nuevamente – me dijo acariciando mi cabello
- Te irás con Ángela- murmure con una punzada de celos inevitable
Edward rio, con su risa hermosa y perfecta.
- ¿No estarás celosa de Ángela, verdad?
- Claro que no- mentí muy mal- pero…¿volverás a Forks?- dije esperanzada de tenerlo cerca siempre
- Bueno, todo lo que me importa esta acá- me dijo, acariciando mi cabello
Y me beso. Era un beso urgente, lleno de deseo. Emmett se aclaro la garganta.
- Debo ir a ver a Rose – dijo Emmett- no se pasen de listos en mi ausencia…
Reímos con Emmett.
En cuanto Emmett se fue, nos fundimos en un abrazo desesperado, anhelantes el uno del otro.
- Espero que hayas descansado lo suficiente- me gruño al oído, mientras me llevaba hacia la sala, demasiado impaciente para subir al dormitorio.
- Eso no importa-le susurre, acariciando su cabello- Te deseo… ahora….
- Mmmmmmm – murmuro Edward, despojándose de mi blusa, que caía al suelo.
Edward me arrincono contra una pared, acariciando mis senos con premura. Sus manos temblaban en anticipación y mis piernas se enrollaron sobre sus caderas, deseosa de sentirlo una vez más.
Edward mordió mi cuello, haciéndome lanzar un gemido de placer. En forma inesperada me dio la vuelta contra la pared, dejándome de espaldas a él, mientras sus manos bajaban por mis caderas, buscando el broche de mi pantalón.
- Te necesito… ahora, aquí mismo… Dios, no puedo esperar por sentirte- murmuro Edward, acariciando mi vientre y descendiendo hasta mi sexo. Sus manos se perdieron entre mis pliegues, deseosa de sentirlo en mi. Uno de sus dedos acaricio mi entrada, y sentí mi humedad escurrir automáticamente
- Edward… hazlo… te deseo… -murmure acalorada y húmeda
Edward se arrodillo detrás de mí y sentí su lengua deslizándose por mi espalda hasta mis nalgas. Un jadeo de sorpresa se escapo de mi, mientras su contacto me hacia estremecer. Sus dedos seguían en mi sexo, mientras separo mis piernas y de forma repentina, sentí su rostro entre mis piernas.
Lance una maldición entre dientes mientras sentía su rostro enterrarse en mi entrepierna. Me sentí mareada y las piernas comenzaron a temblarme automáticamente. Los gemidos se me escaparon de forma involuntaria, mientras mi cuerpo se arqueaba tratando de darle un mejor acceso. Su lengua recorrió toda mi entrepierna, ascendiendo hasta entre mis nalgas y bajando de nuevo. No dejo un solo centímetro sin recorrer y me sentí extrañamente débil. Para cuando uno de sus dedos entro en mí, ya estaba demasiado débil para seguir conteniéndome. Lance un grito ahogado y mi humedad se escurrió por entre sus dedos, mientras su lengua suave se deslizaba haciéndome gritar. Increíble.
No me permitió reaccionar por demasiado tiempo, cuando se levanto y sentí su miembro duro sobre mi espalda, expectante.
Jadeé al sentir como Edward se hacía espacio entre mis nalgas para tomarme por detrás, haciendo que mi sexo mojado lo recibiera deseoso, mientras enterraba su rostro en mi espalda ahogando un grito de desesperación.
Levante mis caderas de forma de permitirle un mejor acceso, mientras Edward arremetía contra mí en forma furiosa. Sus estocadas eran profundas y constantes, y su aliento tibio me acariciaba la espalda. Sentí el cosquilleo del cabello de Edward en mis hombros, cuando el mordió mi piel, anhelante.
Pronto lo sentí temblar y contraerse, mientras un gruñido escapaba entre sus labios, y una sensación de calor se apoderaba de mi sexo, haciéndome sentir que mi orgasmo se aproximaba de nuevo
- Edward… estoy tan cerca, tan cerca… -balbucee mareada de placer
- Bella… yo… también… hazlo conmigo… hazlo…- lo sentí gemir en mi oído
Y me penetro con una fuerza asombrosa, mientras mis pechos se estampaban contra la pared y sus dientes se enterraban en mi cuello, haciéndome caer en el delirio. Mis paredes se contrajeron alrededor de su miembro, haciéndolo gemir y a los pocos segundos sentí como su calor húmedo me inundaba una vez más, llevándome al cielo. Si esto era un pecado quería morir pecando.
Edward se quedo unos segundos largos pegado a mí, apoyado contra la pared. Nuestras piernas temblaban, y una suave humedad descendía por entre mis piernas.
- Eres lo mejor que existe- me susurro antes de separarse- Es imposible amarte tanto
Me soltó solo para atraparme de nuevo, mientras me tomaba en sus brazos y me depositaba en el sofá.
- Lamento haber sido un poco ansioso- me dijo, ordenando mi cabello- pero creo que sacas al salvaje que hay en mí…
- Me gusta el salvaje que hay en ti- le dije, besándolo
- Te amo- me dijo, descansando su cabeza en mi pecho.
- Yo también- suspire- no quiero que te vayas…
Edward suspiro y me abrazo
- Yo tampoco quiero hacerlo, pero debo- me dijo- si no lo hago, nada me resultara bien acá… debo hacer bien las cosas… por nosotros
- Te extrañare – le dije, abrazándolo
- Yo aun no me he ido y ya te extraño- me murmuro, besando mi cabello
Edward se marcho y me sentí demasiado triste como para despedirme. Llore amargamente, y no sabía qué diablos pasaba con mis sentimientos, todos revueltos. Lo único que sabía era que deseaba estar con Edward. Y lo extrañaba como nunca.
Luego de diez días desde que se había marchado Edward, yo no mejoraba mi estado de ánimo. No me ayudaban ni siquiera sus llamadas, y aunque lo hacia diariamente, eso no hacía más que dolerme más. Lo necesitaba conmigo.
Alice se quedaba conmigo casi a diario, tratando de subirme el ánimo… pero a duras penas si lo conseguía.
- Vamos Bella… parece que Edward se hubiese ido para siempre… el te dijo que volvería pronto… dale algo de crédito…
- No sé qué es lo que me pasa Alice- me queje- me da con llorar casi todos los días… y no me he sentido muy bien… no se… quizás este enferma…
Alice me miro con unos ojos desmesurados
- Bella… ¿no estarás embarazada? – chillo Alice, poniéndose la mano en la boca del asombro
- ¿Qué? – dije, como si no hubiese escuchado
- Bueno… no se… -dijo Alice… ¿Cuando tuviste tu periodo…?
Hice memoria, pero no recordaba con exactitud.
- Alice, no se…no recuerdo, pero no es posible… no seas tonta, pendeja – le gruñí
- ¿Y por qué no? deberías analizarlo… has estado muy insoportable e hipersensible… ¿no has tenido nauseas?
- No que yo recuerde – le dije
Alice me miro ceñuda.
"¿Embarazada...yo?" pensé. Es verdad que nunca me había detenido a pensarlo. Es verdad que no nos habíamos cuidado nunca desde la primera vez…
- Oh Dios mío- dije de pronto, un poco asustada
- Deberías hacerte una prueba… solo para salir de dudas…
- ¿Quién está embarazada? – se escucho preguntar en la puerta de entrada
Ugh, Jessica. Genial, ahora todo Forks estaría hablando de esto si había escuchado.
- Nadie Jessica, que es lo que quieres? – pregunte molesta
- Uuuu- Bella estas pálida – dijo Jess
- ¿En serio? – pregunte, algo alterada.
- Quizás deberías ir al médico…
Genial. Las muy malditas habían conseguido ponerme de los nervios. Ahora me revolvía nerviosa, pensando que quizás podría estar embarazada… pero no lo creía… es decir… no me sentía embarazada… ¿eso valdría de algo?
Decidí esperar algunos días, ya que según mis cuentas no habían pasado más de dos días de retraso y yo solía retrasarme en ocasiones. Así que no había de que preocuparse…
Sonó el teléfono. Cuando lo conteste, Charlie me gritaba tanto que casi quede sorda
- ¿Cómo es eso de que estas embarazada Isabella Swan?- lo escuche chillarme
- ¿Qué?- le pregunte asombrada – ¿Quien te dijo eso?
- ¡Solo dime si es así o no…! – lo escuche gritarme
- Charlie, estas cosas no se hablan por teléfono…. – le dije, algo molesta
- ¡Aja, entonces es verdad! Es ese chico Cullen verdad… ¡sabía que no se podía confiar en él!
- Charlie….
Pero el ya había colgado, sin dejarme explicar nada. Excelente.
¿Cómo Diablos se supone que Charlie se había enterado? Jessica, seguro tenía que ser esa perra… la muy maldita me las iba a pagar…
Entonces fue que oí unos golpes desesperados en la puerta… ¿Quien seria?
Me sorprendí mucho al ver ahí a Jacob, con cara de energúmeno.
- Jacob… ¿qué haces por acá…? Esto era extraño
- ¿Es verdad?- me grito
- ¿Qué cosa? – pregunte contrariada…
"Y a este lunático que bicho le ha picado" pensé yo al verlo con cara de loco en mi puerta. Esto no podía ser bueno.
- Lo que andan diciendo… ¿qué estás… embarazada?
Lo mire atónita… demonios, que tipo de pueblo endemoniado era este que todos parecían saber los secretos de la gente… Y lo peor, ni siquiera yo lo sabía. Y a decir verdad… ¿a este estúpido que mierda le importaba eso?
- ¡Si fuese cierto o no eso no te importa a ti! - le grite- ¡y ya vete de mi casa… después pensaran que tu y yo tenemos algo que ver!
- Eso es lo que tú crees - me dijo tomándome de un brazo con fuerza. Eso me dolió
- ¡Jacob, imbécil, suéltame… que ocurre contigo!
- Estoy enfermo por ti desde el día en que estuvimos juntos… yo… no puedo aceptar que te estés acostando con el imbécil de Cullen… yo estuve primero en tu vida, ¿recuerdas?
Este pendejo se había bebido algo o estaba drogado. Ahora me daba cuenta porque estaba con Tanya. Eran tal para cual. Maldito lunático
- ¡Jacob estas demente!- le grite – Tu y yo no hemos compartido nada más que una ocasión…y francamente empiezo a pensar que fue un error…
Jacob no dijo nada más y me empujo hacia adentro de la casa. Su cara ya me estaba empezando a dar miedo…
- Pues no te desharás de mí tan fácilmente – me grito- ¿O tú piensas que puedes andar por ahí jugando con la gente…?
- Jacob, por favor… cuando hicimos lo que hicimos tu sabias muy bien a que ibas… yo lo lamento si te hice daño, jamás lo note… pero ahora estoy en una relación… yo amo a Edward y no voy a permitir que tus celos enfermizos arruinen lo que tengo…
- ¿Relación… tu?- rio Jacob… ¡pero si jamás has tenido una relación en tu vida! me lo ha dicho Tanya… solo vas por ahí tirándote a los hombres que te mueven el piso…
Respire hondo antes de decir cualquier cosa. Jacob tenía razón, pero eso era mi pasado. ¿En realidad era tan difícil querer cambiar…? ¿O es que tendría que soportar toda la vida que me lo sacasen en cara una y otra vez?
- Bueno pues no veo tu punto Jacob… ¿has venido a sacarme las cosas en cara…? No sé qué es lo que pretendes…
- Quédate conmigo- me rogo – somos iguales… yo te comprendo, aceptare lo que desees darme… ni siquiera tenemos que estar en una relación o algo… pero por favor… déjame tocarte… solo quiero que nos divirtamos un poco… ¿no solo puede hacerlo Cullen o sí?
Jacob estiro un brazo tratando de tocarme uno de los pechos. Yo le golpee la mano furiosa… ¿es que no entendía ni una sola palabra?
- Jacob… no soy un objeto… ¡soy una persona! – le chille- Y estoy en una relación con Edward… lo amo y no quiero nada contigo… por favor… yo lo siento… ¿puedes largarte de mi casa?
Me temblaban las piernas. Antes quizás hubiese podido manejar la situación mejor o de hecho me hubiese tirado a Jacob y adiós problemas… pero ahora ni siquiera podía pensar en que otro hombre me tocase… yo amaba a Edward ante todas las cosas… y si mi pasado me condenaba, de todas formas estaba dispuesta a luchar. Edward era el único que parecía aceptarme sin problemas… ¿Por qué al resto le cuesta tanto entender eso?
Jacob me miro con los ojos muy abiertos por un segundo, y luego se abalanzo sobre mí con fuerza. Me empujo contra la pared y metió sus manos bajo mi blusa, aferrándose a mis senos. Quise gritar, pero puso una de sus grandes manos en mi boca, impidiéndolo.
Me revolví furiosa, queriendo zafarme, pero no me lo permitía, el era mucho más fuerte que yo. Acerco sus labios a mi rostro y pude sentir el alcohol en su aliento. Me estampo un furioso beso, y trato de abrirse paso en mi boca.
Pero estamos hablando de Isabella Swan… y yo no me iba a quedar tranquila. En cuanto paso su lengua entre mis labios, cerré los dientes con fuerza, mordiéndola. Jacob lanzo un gemido de dolor y se separo un poco de mí, lo que me permitió levantar mi rodilla y darle un fuerte golpe entre las piernas…
Jacob cayó al suelo, encogido de dolor. El muy pendejo se lo busco.
Mire mi blusa, abierta y rota, y la arregle como pude.
- ¡Ahora lárgate de mi casa… y no se te ocurre volver por acá! – le grite, mientras se ponía de pie y se aferraba con su mano la golpeada intimidad
- Esto no se va a quedar así, sabes… te arrepentirás de haberme despreciado, maldita perra- gruño Jacob, con la voz enronquecida
Lo empujé hasta la salida y azoté la puerta con furia. ¿Quién mierda se creía este imbécil? No me importaba lo que me dijese o sus malditas amenazas… nada podría hacer para que Edward y yo nos separáramos…
¡Maldita zorra de Jessica… ella tenía toda la culpa de esto…! Ella y su maldita boca floja.
Me dirigí al baño, a beber un poco de agua para pasar el disgusto. ¡Maldito Jacob, Maldita Jessica y maldita Tanya!
No me di cuenta cuando repentinamente me sentí muy mal. Un fuerte mareo me atenazo, haciéndome soltar el vaso de agua que se quebró con estrepito en el suelo… No alcance a sujetarme de nada: lo último que supe es que vi todo negro y el suelo se me acercaba peligrosamente…
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waoooo que capitulo!!! no creen? jejeje
ya dimos por perdido a edward, ese niño ya es un obsesionado al sexo!!! DIOS!
y ahora que le pasa emmett? que oculta?
oigan chicas en cuanto al malestar de bella, uds que opinan? estara embarazada o es otra cosa?
y oigan ese malnacido de jacob que le pasa ah, dandoselas de que cosa... jum! se merecio ese golpe que le dio bella! para que aprenda a no tratar asi a las mujeres! jum! y mas aun con amenazas! no vale
esperemos que no sea grave!
bueno chicas espero que les haya gustado el cap!
saludos a todas!
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