Edward POV
Esto era el cielo. O me había muerto y no me había dado cuenta. Tenía un ángel a mi costado, sonriéndome y mirándome, y eso yo no lo merecía.
No quería separarme de ella cuando nos subimos a nuestros coches para conducir a casa, pero tenía que ser así… ni modo dejar los coches botados en plena carretera. Maneje rápido, llegando unos cinco minutos antes que Bella. La espere dentro del coche de Ángela hasta que llego. Ella se veía hermosa con mi camisa, aun amarrada en la parte baja y abrochada del único botón que se había salvado del ataque de ella misma. Le quedaba mejor que a mí, eso era seguro. La mire cuando bajo del coche y aun no me creía lo sucedido. Me quería. Ella me quería. Y no solo eso, me lo había demostrado… ¡y de qué forma!
Si contara todas las veces que soñé con tenerla entre mis brazos, susurrando mi nombre y perdida en el éxtasis que solo yo podía entregarle… pero en realidad pensé que solo serian sueños, nunca creí que llegara a ser verdad. Pero heme aquí, impregnado de su aroma y en mis manos, aun estaba su sabor. No había hombre más feliz en el universo que yo en este momento.
Me baje del coche y me acerque a ella, y sin que se lo esperara, la atrape en un frenético beso. No podía cansarme de ella, y ya temía que me tomara por algún tipo de enfermo sexual. No me importaba en realidad. La deseaba, la quería siempre en mi cama, quejándose y desnuda… siempre desnuda…
Ella me amaba. Lo había dicho. Y yo se lo había reafirmado, porque creo que ella ya lo sabía. Eso me llenaba de dicha y orgullo. Bella era mía, no importaba nada más.
- ¿Estarán aun en casa?- pregunto Bella, sacándome de mi ensoñación
- Averigüemos – le dije
La puerta estaba junta. Aun se oía música y voces en el interior, por lo que deduje que la fiesta aun no terminaba. O estaba por hacerlo. De todos modos con ellos nunca se sabía.
No tuvimos que esperar mucho para saber lo que pensaban. La música se detuvo en cuanto entramos y allí estaban ellos.
Había diferentes expresiones allí… podía ver el asombro de Jasper, la sonrisa cómplice de Emmett, la cara de ira de Rosalie y la cara de "ya lo sabía" de Alice… aunque las expresiones más graciosas eran las de Jessica y Victoria… no se lo podían creer. Ángela estaba simplemente feliz, y extrañamente acompañada… ya tendría que conversar con ella de eso.
- ¿Se puede saber donde estaban metidos ustedes durante toda la noche?- grito Rose, furiosa
- Wow- dijo Emmett, riendo- Yo creo que se perdieron en el bosque… los veo un poco revolcados…
- No sé qué pasaría, ¿pero me pueden explicar porque traen el pelo lleno de pasto y ramas?- pregunto Alice
- Pero amor, eso es fácil… estuvieron dándose tremendo revolcón… ¡mira nada mas la cara de cansancio que traen!
Yo estaba rojo de vergüenza. Bella solo sonreía, aunque estaba bastante turbada, pero bastante menos que yo. Lo único que quería era que se largaran y quedarme con Bella descansando el resto del día… o por lo menos algunas horas…
- No es su problema donde estuvimos- gruñí yo, abrazando a Bella- solo lamento no haberles avisado, pero estamos bien…
- Muy bien- remarco Bella, mirándome
Rosalie estaba que le salía humo por las orejas y miraba a bella con cara de asesina. Instintivamente me puse delante de ella, buscando protegerla. No iba a soportar que Rose le diera un revolcón a Bella…
- ¡Estas defendiendo a la zorra esta que te partió el corazón!- chillo Rosalie – ¡No aceptare que estén juntos, oíste, no lo aceptare… y tu mosquita muerta…!- grito Rose, acercándose a Bella
Detuve a Rose tomándole una mano por la muñeca y mirándola furioso. Nadie insultaba así a mi Bella.
- Rose, si no quieres meterte en problemas te rogaría que no trataras mal a mi novia…- le gruñí- acepta que ella está conmigo, y por favor no te metas en lo que no te importa… agradezco tu preocupación, pero es mi vida… yo no me meto en la tuya…
- Pero Ed, ella ha sido…
- ¡Basta Rose!- le grite – Yo sé todo, no tienes nada que explicarme… y si yo lo acepto, tu lo aceptas. Punto.
Rosalie me miro furiosa y se devolvió a los brazos de Emmett, lanzando maldiciones por lo bajo.
- ¿Novia? – escuche que me pregunto la voz suave de Bella al oído
- Bueno- dije riendo nervioso- solo si lo deseas… yo ni siquiera te lo pregunte… lo siento…
- Acepto- me dijo, dándome un suave beso en los labios
Por un segundo se me olvido que estaban todos mirándonos y bese casi con hambre a Bella, alzándola entre mis brazos. Solo recordé donde estábamos cuando escuche a Emmett aclarándose la garganta
- ¡Por favor!- murmuro Emmett- vienen llegando… ya cálmense ¿ok?
- Este par estaban amarrados o algo así- murmuro Alice
- Bueno entonces ¿qué? ¿son novios? – pregunto una emocionada Ángela
- Si – contesto Bella, con decisión
Quede mirando a Bella con los ojos emocionados. Ella misma lo decía, tan decidida y feliz. No me creía aun que esto no era un sueño.
- ¿A todo esto Edward… donde diablos esta tu camisa?... ¿y tus zapatos? – pregunto Alice
- Creo que tu no saliste vestida así Bella – aseguro Jasper
- Mmmm yo conozco la camisa que trae Bella- aseguro Alice
- Es de Edward – dijo Emmett, seguro- pero la última vez que la vi estaba bastante más… entera… ahora está algo rota…
Bella esta vez sí estaba avergonzada. Le acaricie la espalda y el cabello para darle apoyo. Era una situación un poco incomoda, pero al final era nuestra vida.
- ¡Ahora te sonrojas!- grito Rose- ¡no sé cómo eres capaz aun de hacerlo, luego de haberte tirado a medio Forks!
Suficiente de la lengu
a venenosa de Rose. Ya me estaba colmando.
- Emmett- gruñí molesto – Es tu novia, pero es mi hermana. O la sacas tu… o la saco yo y no le va a gustar nada
Emmett me miro asustado.
- Está bien Ed, nos vamos- dijo Emmett- Y gracias por defender a mi hermana… mi situación es algo complicada…
- Ya vete Emmett- le dije- y amarra la lengua viperina de Rosalie por favor
Emmett se fue y se llevo a Rosalie, quien se fue refunfuñando. Comprendía la forma protectora de Rose, pero se estaba pasando.
Quedamos con Alice y Jasper. Alice se llevo a Bella un momento, no quería dejarla, pero supongo que necesitaba un tiempo de chicas y yo quede con mi hermano. Ángela estaba con un chico que creí reconocer, pero se veía lo bastante entretenida como para no molestarla. Jessica y Victoria se retiraron con cierta timidez y no dejaban de mirarme.
- Así que… ¿ya salistes de tu antojo?- murmuro Jasper, golpeándome- Supongo que ahora te convertirás en todo un Don Juan… ¿te fijaste como te miraban esas chicas…?
- Jasper, no te estoy entendiendo- le gruñí- Yo no estoy interesado en nadie más que no sea Bella…
- Pero Edward – me gruño Jasper, de vuelta- Tu sabes que ella no es mujer para ti… yo te ayude y todo porque pensé que sentarías cabeza luego de tirártela…
Mire a Jasper sin creerme lo que oía. ¿Cómo Demonios se atrevía a hablarme así?
- Jasper, si no vas a hablar nada coherente, vas a terminar siguiendo el camino de Rose- le gruñí, ya bastante enfurecido
- Pero hombre… ¡despierta! Esa tipa no hará mas que estar contigo un tiempo y luego se buscara otro como siempre… ¿o no le habrás creído el cuento de que cambiara y eso…? tu sabes que no es más que una pu…
Jasper no alcanzo a terminar la frase, porque mi puño en su cara se lo impidió. Jasper salió proyectado hacia atrás, estampándose contra la pequeña mesa, y volcando un florero. Le había roto el labio inferior, porque lo vi sangrar mientras ya me iba encima de el una vez más. Y lo hubiera hecho si el grito de Bella no me hubiese detenido
- ¡Edward! – escuche que me gritaba – ¡Detén esto ahora mismo!
Bella me miraba bastante molesta. Yo mire a mi hermano y me arrepentí de querer golpearlo de nuevo, pero el primer golpe se lo había ganado a pulso. Pendejo cabrón e imbécil… nadie trataba así a mi mujer.
- Jazz, tu y yo tendremos que hablar – escuche decir a Alice
- Pero amor, tu no entiendes… murmuro Jasper
- Claro que entiendo perfecto… parece que no eres capaz de ver feliz a tu propio hermano… ¡fuera! – chillo Alice gritando
Y se llevo a Jasper prácticamente jalándolo de los pelos. Alice me caía cada vez más simpática.
- Maldito pendejo – murmure, sobándome los nudillos. El cabrón tenía la quijada durísima.
- Me puedes explicar porque fue eso?- pregunto Bella, molesta
- No importa- farfulle. No le iba a decir lo que me había dicho mi hermano, eso solo la haría sentir mal.
- No me gusta eso Edward – dijo – No puedes andar golpeando a todo el mundo por ahí…
- No a todo el mundo- me defendí- solo a los pendejos
Bella no pudo evitar reírse ante mi lógica prehistórica. En realidad me enfurecía la actitud de mi hermano. Y yo que esperaba que todo mundo estuviese feliz.
Entonces recordé a Ángela.
- Hey y donde se metió Ángela- pregunte – la última vez la vi… acompañada…
- Si- dijo Bella sonriendo- estaba con alguien que deberías recordar. Ella estaba con Ben
- ¿Ben? – pregunte- No tenía idea de quien era ese tipo
- Ben es con quien me viste en el restaurant cuando nos encontramos de nuevo-me aclaro Bella
Un calor se me subió por el estomago.
- El imbécil ese con quien te besaste – farfulle, enojado
- No deberías estar molesto- me aclaro- Anoche tu besaste a Ángela
Recordé el episodio. Bella tenía un buen punto, pero yo no podía evitar molestarme. Me estaba poniendo endemoniadamente posesivo
- Bueno, supongo que no será un mal tipo- gruñí- porque si le hace algo a Ángela yo…
- ¿Qué?- preguntó ella
- Está bien, no hare nada- me rendí
- Ese es mi chico- dijo ella, dándome una nalgada
- ¡Hey! – grite, al sentirme golpeado. No me esperaba eso
- ¿Qué? – dijo ella inocente – ¿No te gusta?
La mire con aire pícaro. Ella no debía buscarme por ese lado, porque si lo hacía, me iba a encontrar.
- Vamos a darnos una ducha – le dije, tomándola de la mano
- Estoy cansada- se quejo ella
Sonreí. No tenía ni idea. Iba a estar bastante más cansada en un rato más.
- Entonces nos duchamos y podemos dormir un rato- le dije sonriendo
- Me parece una buena idea
La lleve a la ducha y yo mismo le quite la poca ropa que llevaba. No pude evitar excitarme, y ella lo noto, pero no dijo nada. La vi sonreír varias veces, mientras yo tenía problemas evitando romper el pantalón. Malditas hormonas vueltas locas.
Me quite el pantalón finalmente y me metí a la ducha con ella. Eso no fue buena idea para mi autocontrol. La ayude a bañarse y a quitarse las hojas y un millón de ramitas que había en su cabello. Me sonreí al recordar la maravillosa noche. Comencé a acariciarla con la espuma que se produjo y la sensación de su piel bajo la suavidad de las burbujas era enloquecedora. Se le escapo un gemido, que no hizo más que empeorar la situación. La tome por la espalda y mis manos subieron a sus pechos húmedos. La sensación era genial.
- Edward- la escuche decirme, mientras yo comenzaba a tocarla y bajaba mis manos
- Bella- murmure en su oído, jugando con el agua tibia que caía entre sus senos
Entonces, ella hizo algo totalmente inesperado. Repentinamente se agacho y me dejo expuesto todo su trasero, al alcance de mi mano. Era una invitación a ser tomada. Creo que casi tengo un orgasmo ahí mismo.
La sentí lanzar una leve risita triunfante.
Entonces, no lo iba a dejar así. Puse mis manos sobre sus caderas y mientras el agua tibia escurría por mis hombros, dirigí mi muy endurecido miembro a su entrada….Pensé en hacerlo lento y disfrutarlo, pero al momento de entrar y sentirme apretado por ese estrecho canal ardiente, mi autocontrol se fue quien sabe donde, porque la embestí casi con furia, lanzando gemidos sin control. Estaba perdido de nuevo y me deje llevar.
Comencé a embestir, entrando y saliendo, con una rapidez increíble, dejándome llevar por las sensaciones. Bella arremetía hacia atrás cada vez que yo entraba en ella, haciendo las estocadas aun más furiosas. Era increíble. Ella gemía despacio, mientras yo parecía una bestia en celo. No podía evitarlo, la sensación era arrebatadora.
Hundí mas mis manos en sus caderas, ganándome un gemido aun más alto. Le gustaba mi dominio sobre ella, pude notarlo. Eso me encendió aun mas y con una de mis piernas abrí mas las suyas, dándome más espacio. Acaricie sus nalgas y las apreté, me volvían loco, y la vista de lo que estaba haciendo solo me dejaba cada vez más al borde. A este ritmo no iba a resistir nada. Yo quería que al menos ella tuviese su orgasmo primero, antes de poder liberarme. Pero me lo estaba poniendo endemoniadamente difícil.
Entonces le di una nalgada y la escuche gemir con fuerza. No lo hubiese imaginado. Volví a darle otra y otra y la sentí apretarse alrededor de mi miembro. Mierda, esto se iba a escapar de control.
Apreté los dientes y embestí con furia, esperando que al menos llegáramos juntos. No fue necesario. En solo un par de estocadas mas, sentí a Bella apretar mi miembro con sus músculos, aferrándome, atrapándome en su sexo y de paso, enviándome al cielo….
Sentí como mi vientre se contraía, y mis piernas comenzaban a temblar. Bella lanzo un gemido ronco y eso me termino de aniquilar. Ni siquiera pude lanzar un gemido o algo. Estaba perdido entre un millón de sensaciones y casi me olvido hasta de respirar. Me aferre con demasiada fuerza a la cortina de baño, y las argollas que la sujetaban cedieron, y me vine al suelo con estrépito, enredado en la cortina y lanzando un millón de maldiciones. El golpe fue fuerte y me dolió el trasero como nunca. Bien merecido Edward, por pervertido. Me queje en el suelo, pero era incapaz de ver a Bella, solo oía su risa, que lejos de enfadarme, se me hizo contagiosa y comencé a reír también.
- Vamos por favor, esto no es para reírse- me queje, tratando de salir de la cortina asesina que me tenía en el piso
- Si te vieras – me dijo, riendo todavía
Volví a reír y ya me estaba doliendo todo el cuerpo. La noche intensa mas esta ultima sesión y el golpetazo me estaban pasando factura. Al fin y al cabo, era humano, no un maldito superhéroe.
Cuando al fin pude salir, sin ayuda de Bella debo decirlo, ella estaba sentada al borde de la tina del baño, enfundada en una algodonosa toalla blanca. Me estaba esperando con otra. Le sonreí avergonzado. Solo a mi me pasaban estas cosas.
- Casi me mato y tú te ríes- me queje, mirándome al espejo. Mi pelo era un desastre.
- Lo siento- me dijo- ¿pero al menos lo pasaste bien, no?
La mire extasiado."Mas que bien, infinitamente bien, espectacularmente bien…. No existía nada mejor…" pensé en decirle
- No estuvo mal- termine diciendo, solo para molestarla un poco. Me gustaba su cara de enfado.
- Ah, claro… dijo ella- olvide tu vasta experiencia…
Me reí. Ella tenía razón nuevamente. Mi petulancia no tenía asidero. Pero me sentía tan bien con ella que hasta me salía el orgullo. Ella era increíble.
- Me duele el trasero- me queje
- Pobre bebe- me murmuro, acariciándomelo por sobre la toalla
- Mmmmmm- murmure, mientras la tenía cerca
- No Edward, ahora si vas a dormir… ¡no has dormido nada desde ayer!- se quejo
- Es tu culpa- le gruñí riendo- Si no me hubieses hecho todas esas cosas yo todavía seria casto y puro…
- ¿Te estás quejando?- me dijo, alzando una ceja
- No – le dije- pero tendrás que hacerte a la idea de que esto solo está empezando…
La vi chillar mientras corría hacia su habitación, riendo. Verla así era como la presa que huye y yo el cazador. Se me olvido hasta el dolor de trasero. La seguí despacio, acechando. Y cuando la tuve cerca de mis brazos, la atrape una vez mas, mientras caíamos en su cama…
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waoooo jajajaja
estos dos no tienen limites eh jejeje. edward ya parece un monstruo obsesionado al sexo o no chicas? jejeje argh pero a mi me fascina jajaja
y por lo que vieron hay dos personas que no estuvieron de acuerdo sobre la relacion de ed y bella? cuales seran sus razones?
ahiii pobechito edward le duele el traserito!!! quien se anota para cuidarlo? levanten las manos y digan yoooo!!!! jajaja
bueno chicas espero que les haya gustado
saludos a todas!
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