Pervirtiendo a Edward (+18)

Autor: mari584
Género: + 18
Fecha Creación: 19/06/2010
Fecha Actualización: 09/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 89
Comentarios: 256
Visitas: 342524
Capítulos: 34

"Bella es la chica linda de la escuela y también es malvada, pervertida y coqueta. Siempre tiene lo que desea. Es por eso que verá en Edward, un tímido y sencillo estudiante, la materia prima ideal para su hombre de ensueño. El problema es que necesita unos "pequeños toques" por lo que Bella sumergirá a Edward en un océano de lujuria, desenfreno y libertinaje, para obtener lo que desea de ese hombre… pero en el intento, las cosas pueden no resultar como esperaba… al final, puede haber terminado creando un monstruo…"

chicas nueva historia y un nuevo comienzo...! =D

esta historia no es mia es de Natalia alias nandir77, es una excelente historia de esta maravillosa autora, espero que sea de su completo agrado para todas uds...! =D

espero que les guste y me lo hagan saber mediante sus comentarios y votos...! =D

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 19: Fiesta

Edward POV

Estaba frustrado y enojado. Muy enojado. Pero más conmigo mismo que con Isabella… ¿Como me fue a encontrar en una situación tan comprometedora…? Ahora no dejaría de joderme, eso era seguro. ¡Mierda!

Y lo peor es que ni siquiera pude terminar lo que comencé. Estaba en la mejor parte, imaginándome su cuerpo sobre mí, sus labios rojos… y tenía que aparecerse. Por un momento quise tomarla y traérmela adentro y terminar con todo esto de una puta vez amarla hasta que uno de los dos perdiera el sentido, pero esa no era la idea… Tenía que hacer que ella lo suplicara, lo pidiera… y reconociera que me amaba. Si lo hacía, el resto sería fácil. Pero si no… bueno, para que pensar en eso. Me iría por el lado optimista.

Ahora no me atrevía a salir del maldito baño. No sabía con qué cara mirarla, aunque quizás lo mejor seria bajarle el perfil y no mostrarme avergonzado… quizás incluso lo podría usar como arma.

Decidido, salí del baño y claro, ella estaba esperando afuera de su habitación. Respire hondo y me arme de valor. Me metí directo en su dormitorio.

- ¿Estás más relajado? – pregunto ella, sonriéndome

"No me vas a ganar Bella" pensé

- Mucho mas ahora, gracias- dije sonriendo

- Eres un sucio pervertido Cullen – me dijo, sonriendo aun – No es posible que te andes manoseando en los baños, por Dios

- Hey, es mejor de lo que piensas… no embarazas a nadie y tampoco le tienes que caer en gracia… mejor que una chica- reí yo

- Eres repugnante – me dijo, con una cara de asco que no le creí

- Yo creo que más bien te gusto- dije convencido

- Estas enfermo… ¡demente!, no me interesa estar mirando penes por ahí- murmuro

- Déjame reírme – le dije- que yo recuerde, es tu pasatiempo favorito

- Hace mucho que dejo de serlo- dijo ofendida

- Pues déjame decirte que eras menos amargada cuando eras una golfa – reí yo- ahora eres una mojigata aburrida. Antes tenias mas chispa

La vi tensarse y ponerse roja. Estaba furiosa. Me reí por lo bajo. Era tan fácil molestarla que era ridículo. Si me conociera sabría que estaba solo mintiendo para enfurecerla. No parecía notarlo.

- Podrías al menos andar relativamente vestido cuando estés por la casa- me chillo bastante enojada

- No me da la gana – le dije – Además, no tengo mucha ropa… es preferible cuidarla

- No es de buena educación andar con el trasero al aire todo el día- dijo Bella

- ¿Te molesta? – le pregunte – ¿O más bien será que no te puedes concentrar?

- Ja, no eres nada especial Edward – me gruño – No te creas el centro del universo

- No, para nada. Pero sé que te gusta verme sin ropa- le dije

- Bájate de esa nube Cullen – me contesto

Me reí y me metí entre las sabanas de su cama, tratando de acostarme. Se había hecho un poco tarde y aunque Isabella aun no lo sabía, al día siguiente habría mucha acción en casa. La fiesta organizada por Emmett.

- Deja de cacarear y vente a la cama- le dije con voz suave

Sentí como ella acelero su respiración un poco, y me reí bajito. Ahora empezaba con la tortura de tenerme a su lado desnudo. El problema es que no me imaginé que Isabella también tenía sus armas.

- ¿Te vas a acostar o qué? – le pregunte mirándola

Entonces vi que sonreía con malicia. Esto no podía traer nada bueno. La vi quitarse la camiseta con una lentitud exasperante, y luego los pantalones… Como yo mismo había eliminado su ropa interior, quedo desnuda… y válgame Dios, casi se me salen los ojos de la impresión. Solo esperaba no haber sido muy evidente.

Y se acostó a mi lado. Ahora sí que estaba muerto. ¡Mierda!

- Bella, deberías ponerte algo para dormir- le dije severo

- ¿Por qué? ¿No puedo hacer lo mismo que haces tú?- me pregunto con aire inocente

- Yo no tengo que ponerme – le gruñí- Tu si tienes, así que no me vengas con esas cosas… si estas desnuda es porque lo quieres

- ¿Qué? ¿te pongo nervioso…?

- Claro que no…puedes hacer lo que quieras, me da igual- le dije algo molesto- Solo lo decía por tu comodidad.

- Así estoy cómoda- dijo ella

- Perfecto. Pues que duermas bien- le dije

- Igual tu

Me levante de un salto y apague la luz. Me metí con rapidez a la cama y trate de luchar con mi mente morbosa que me gritaba que Bella estaba a menos de 30 centímetros completamente desnuda. Y para colmo, estábamos completamente solos en la casa. Esto me iba a causar un problema cardiaco, de eso estaba seguro.

Trate con todo mi poder mental de no pensar en eso, pero mi cuerpo estaba tan tenso que parecía una tabla. Y ni hablar de mi entrepierna. Considerando que había sido vilmente interrumpido, mas la cercanía de Bella en la cama desnuda… era un milagro que ni hubiese explotado. Me dolía el pene de tan duro que estaba. Maldición, algo tendría que hacer.

Trate de conciliar el sueño inútilmente por más de una hora. No pude. Mi erección no cedía, y ya estaba resultando molesta. Me había quedado quieto hace un buen rato, cuando escuche decir suavemente

- ¿Edward?

No supe si responder o no. Decidí por alguna estúpida razón, no contestar ya hacer como que dormía. Así que no me moví cuando se acerco un poco y volvió a decir mi nombre

- ¿Edward… estas despierto?

"Qué pregunta más idiota" pensé para mis adentros. No había forma en que le contestara eso, si estaba dormido. Bueno, no importa. No moví ni un cabello y seguí con mi respiración acompasada. La escuche murmurar algo muy bajo, pero no logre entenderla. Me movió un poco, y al no ver respuesta, asumió que estaba dormido.

Pensé que ya me dejaría en paz, porque no le estaba haciendo nada de bien a mi miembro, que clamaba atención bajo las sabanas. Pero ella siempre me asombraba y esta no sería la excepción.

La sentí tirar de la sabana con suavidad, cuidando de no hacer ningún movimiento brusco. No comprendí lo que estaba haciendo hasta que sentí el frio sobre mi intimidad… ¡la muy maldita me estaba mirando!

La sentí gemir levemente e hice mi mayor esfuerzo por no gemir con ella. Apreté mis labios con fuerza y trate de seguir con mi respiración a ritmo normal.

Ella estaba muy cerca de mi sexo, admirándolo. Podía sentir la calidez de su respiración acariciando la suave piel y esto me hacia estremecer involuntariamente. Bella estaba jugando con mi autocontrol peligrosamente, y no sabía si sería capaz de contenerme.

Pero para mi decepción, ella se dio la vuelta y terminó su inspección. Lance un millón de maldiciones en mi interior y cerré los ojos con fuerza, tratando de dormirme. Lo único que faltaba seria que ahora Bella se pusiese a soñar y hablara dormida… con eso terminaría de matarme.

Entre toda la tensión y mis pensamientos incoherentes en algún momento, conseguí quedarme dormido.

Al día siguiente, me volví a despertar temprano. No podía seguir durmiendo y trate de levantarme. Fue cuando note algo extraño a la altura de mi entrepierna. Extrañamente, no tenía ninguna erección matutina como era lo normal. Y cuando trate de quitar la sabana… ¡Mierda! En algún momento de la noche debí haber tenido algún sueño pecaminoso porque estaba totalmente mojado y pegoteado. Había tenido una inconfesable polución nocturna. (*) Esto no me pasaba desde que tenía 15 años. Con algo de furia, quite la sabana pegada y mire el desastre. No había como ocultar semejante humedad y prefería morirme a que Bella descubriera que había tenido un orgasmo soñando al lado de ella. Ella seguía dormida, pero no había forma en que quitara las sabanas y ella no se diera cuenta.

No sabía porque esto me pasaba a mi… era extraño, porque recordaba que esas cosas ocurrían cuando una persona estaba mucho tiempo sin tener ningún tipo de emisión, es decir, sin orgasmos. Hasta donde yo recordaba, no hacía mucho había estado con Tanya… y esto no era del todo coherente. A mi parecer, esta situación no debería haber ocurrido… ¿o seria que no había ocurrido nada con Tanya? Yo por supuesto, al encontrarla desnuda en mi cama y yo en la misma forma asumí de inmediato que sí, pero a decir verdad no recordaba nada…

Una esperanza surgió en mi corazón y desee con fervor que fuese realidad. Debería buscar la forma de conversar con Tanya y aclarar las cosas. Pero por ahora tenía que encontrar la manera de quitar las sabanas sin que Bella se diese cuenta…

Entonces ella comenzó a moverse. No sabía qué hacer y para evitar entrar en explicaciones, no encontré nada mejor que acostarme sobre la sabana sucia. Asco. Bueno, al menos era algo mío.

Bella se comenzó a despertar y yo estaba desnudo y sin nada con lo que taparme. Y para variar con una erección de los mil demonios. Nada mejor. Así que hice lo único que podía hacer… hacerme el dormido.

Sentí como Bella se sentó a mi lado y se desperezaba un momento. Luego pude saber exactamente en el momento en que me vio cuando escuche un gemido ahogado de sorpresa salir de sus labios. La vergüenza me estaba comiendo y trate de no mover un musculo con todas mis fuerzas. Lo malo es que Bella no parecía moverse de su sitio, y los minutos pasaban y pasaban y yo estaba que explotaba de un ataque de pánico. Entonces, sucedió algo inesperado. Bella se puso de pie y sentí una suave caricia en mi miembro… lo suficiente como para hacer que diera un salto en la cama y abriera los ojos alterado y fue entonces que la vi…

Ella estaba vestida. No supe ni cuándo ni cómo, pero lo estaba. Me miraba con una sonrisa curva entre los labios y un gran jarro de agua en la mano… y no pude ni abrir la boca cuando estaba completamente mojado de pies a cabeza. No me lo podía creer.

- ¡Qué demonios! – grite cuando hube analizado un poco la situación

- Lo siento, pensé que necesitabas algo de frio- me dijo Bella riendo

- ¡Estás loca lo sabías! – le dije, jalando la sabanas para taparme y pasando mi mano por el cabello

- Al menos ya no tienes ese problema- dijo indicando hacia mi entrepierna

- ¡Enferma! – le grite furioso

- ¡Pervertido!- me grito, saliendo de la habitación

Algo bueno había salido de todo esto al menos. Ya no tendría que fingir la necesidad de lavar las sabanas.

Una vez que estuve bañado y vestido, baje al salón buscando a Bella. Todavía no era mediodía y aun me quedaban un par de horas de mi apuesta. Les iba a sacar provecho.

Encontré a Bella cocinando o intentándolo al menos y bebiendo un café.

- Buenos días Edward – dijo con una sonrisa de oreja a oreja

- Buenos días – gruñí de vuelta

- No estás de buen humor esta mañana… que sucede… ¿tuviste un húmedo despertar?

La mire algo asustado, pero cuando la mire bien supe que se refería a su sutil manera de despertar, no a mi accidente. Me sentí más relajado y di un suspiro de alivio

- Algo así- le murmure, sentándome al mesón de la cocina

- ¿Quieres un café?- me pregunto

- Si, gracias – dije mirándola con recelo- ¿A que se debe tanta amabilidad?- pregunte

- Nada- dijo ella sonriendo- solo pienso que no tenemos porque andar al perro y al gato todo el tiempo… ¿podemos llevarnos bien verdad amigo?

- Claro- dije yo, aun sin salir de mi asombro.

Le di un par de sorbos a mi café y me detuve a mirarla un rato. Estaba hermosa, como siempre, vestía un par de jeans desteñidos y una camiseta sin mangas. El cabello estaba tomado alto, en una descuidada coleta, pero le caían algunos mechones a los costados, dándole un aire casual que la hacía ver muy sexy.

Recordé lo de la apuesta y aproveche el momento

- Hey Bella, todavía no se ha terminado tu tiempo de ser mi esclava – le dije

Vi como el semblante de ella cambio al momento. Al parecer lo había olvidado.

- ¿Qué es lo que quieres? – dijo molesta

- Necesito que vayas de compras – le dije, bebiendo otro poco de café

- ¿Qué diablos quieres comprar? Hasta donde yo sé no te falta nada…

- No es para mí, es para Emmett – le explique

Bella se limpio las manos y se sentó al mesón.

- ¿Emmett?- pregunto dudosa- ¿Que es lo que quiere ese pendejo?- murmuró Bella

- Emmett va a hacer una fiesta acá en la casa- le comente- pensé que te lo había dicho

- No me ha dicho nada- dijo ella – ¡Pendejo!, como no me avisa esas cosas…

- Bueno, pues considérate avisada… le dije – y necesito que compres algunas cosas de beber… Emmett dijo que sabias lo que le gustaba

Bella suspiro con resignación y se dirigió al salón. La vi tomar las llaves de su coche y salir de casa dando un portazo. Al menos no tendría que ir a comprar yo.

La tarde se nos fue en organizar un poco la casa. Emmett había llamado diciendo que irían al menos una docena de invitados, descontando a Alice, Jasper, Rosalie y Ángela. Bella no estaba muy feliz de tener a Rose en casa.

- La última vez que la vi casi me desarma –chillo furiosa – Y ahora tengo que recibirla en casa…

- Te lo tenias merecido- dije yo – Así que deja de chillar

Ella no contesto nada. En el fondo sabía que tenía razón.

A eso de las nueve, llegaron los chicos. Alice se veía muy feliz y Jasper reía de lo lindo acompañándola. No venían de la mano, pero se miraban mucho, confirmando que el asunto iba bastante bien. Emmett y Rosalie entraron abrazados. Rose se veía muy hermosa como siempre. Pude ver la punzada de celos en el rostro de Bella al verla entrar. Vestía un hermoso vestido negro, que dejaba ver su esbelta silueta y sus piernas largas. Emmett venía de traje, y eso era extraño. Bella se quedo de una pieza al verlo.

- ¡Emmett!- le grito al saludarlo, dándole un abrazo

- Bells- saludo Emmett, dándome una mirada significativa

- Hey Rosalie – saludo Bella

- Isabella – contesto Rose, seria

- ¿Cómo es que has decidido hacer una fiesta casi sin avisarme? – le gruño Bella, volviendo a mirar a Emmett -¿y porque vistes así? ¿Hay alguna ocasión especial?

- Así es Bells- rio Emmett- pero ten paciencia, ya lo sabrás

- Hey Edward – grito Jasper al verme- ¿Cómo va todo?

- Bien – le dije riendo-¿Hey, trajiste lo que te pedí? – le pregunte

- Claro – me dijo, dándome una bolsa- Acá esta todo

- Gracias - le dije – iré a cambiarme

Subí la escalera de dos en dos, mientras con prisa me quitaba el pantalón que traía y lo cambiaba por la ropa que me había traído Jasper. Era un pantalón de vestir y una camisa negra, lo suficiente como para vestir semi formal. Me calce los zapatos y me mire en el espejo. Me peine el cabello con los dedos y me puse un poco del perfume que también me habían traído.

Cuando volví a bajar, Bella me quedo mirando con algo de asombro. Me sonrio y deliberadamente la ignoré, y casi corriendo fui donde Ángela, a quien levante en un tremendo abrazo.

- Como has estado- le dije, realmente feliz de verla- ¿Me extrañaste?

- Tu sabes que si- rio Ángela

La tome de la mano y la lleve hacia la sala, en donde nos sentamos. Mire por el rabillo del ojo a Bella, que no me quitaba los ojos de encima. Una vez que estuvimos sentados, Ángela me susurro:

- ¿Y cómo va todo?

- Yo creo que bien- le dije, susurrando a la vez- pero no ha sido tan fácil como pensaban ustedes… Bella es de armas tomar

- Bueno, pero han avanzado algo… yo creo que si por la forma en que nos mira…

- Estoy seguro de que siente algo por mi – dije convencido- pero es incapaz de decirlo aun… así que no hare nada hasta que me lo diga…. No niego que he estado a punto de flaquear y mandar todo al diablo. Pero la quiero demasiado como para permitirme fallar.

Ángela me quedo mirando con ternura y me acaricio el rostro.

- Espero que sepa lo que tiene entre manos – murmuro- Eres un hombre muy valioso. Ojala se dé cuenta pronto.

- Solo quiero que estemos juntos. Pero sin barreras. La amo y quiero que ella haga lo mismo.

- Yo creo que lo hará- dijo Ángela- pero necesita un pequeño empujoncito

- Yo creo que más bien uno tremendo – reí

- Esto la hará reaccionar un poco mas rápido – me dijo

Y antes de que me diera cuenta, Ángela me estaba besando. Por un segundo quise separarla, pero me basto ver la cara de espanto de Bella para querer seguir haciéndolo. No fue algo muy desesperado. Solo un tierno beso en los labios. Pero fue suficiente para que Bella entrara en cólera. Y eso me gusto.

La vi irse hacia la cocina hecha una furia y escuche un par de vasos romperse. Podría apostar a que fue ella.

Emmett y Jasper me miraban felices y me hacían gestos demostrándome que todo marchaba a la perfección. Alice reía y se dirigió a la cocina, al parecer a hablar con Bella.

Jasper se acerco a mí.

- Parece que alguien se puso celosa – rio – Me parece bien que sufra un poco… ¿pero le has dado motivos para que este así? – me pregunto Jasper

- No he hecho nada Jas- le aclare- aunque ganas no me han faltado…

- Yo no sé cómo te has contenido…

- Francamente ni yo lo sé… - reconocí

- Creo que hoy le pediré a Alice que sea mi novia- me dijo Jasper, sonriente

- Bueno, creo que ya estaba bueno… le dije yo- felicitaciones

- Solo quedas tu hermano…

La fiesta iba bien y pronto comenzó a llegar más gente. No conocía a muchos. Alice y Jasper estaban muy cerca en la barra y si esos dos no se hacían novios hoy no lo harían nuca. Tenían una especie de relación informal, según me había contado Jasper, pero al parecer ambos querían algo más. En realidad me alegraría que mi hermano tuviese al fin alguien con quien ser feliz. Me sentía contento de ver que mis dos hermanos estaban evidentemente enamorados. Para cuando pensé que ya no llegaría nadie más, escuche una vez más la puerta. Esta vez fue Bella a abrir, que desde el incidente con Ángela no me había vuelto a mirar. Pero cuando vi quien llego, me toco mi turno de furia.

Allí en la puerta, estaba Jacob y Tanya. No me podía creer que diablos hacían ellos aquí. No creía que Emmett los hubiera invitado. Me puse de pie y me dirigí a Emmett, que estaba feliz en la barra besándose con Rose.

- ¡Emmett!- le grite

Emmett me miro con rostro contrariado

- ¿Qué pasa Ed?-me pregunto

- ¿Qué hacen esos dos acá?- bufe, indicando a Jacob y Tanya

- Mierda, no lo sé… yo no los he invitado

- Fui yo- escuche una voz a mis espaldas.

Y vi a Bella de brazos cruzados, con mirada altanera y bastante furiosa al parecer

- ¡Pero te volviste loca!- le grite – ¿Es que no te basta todos los problemas que hemos tenido con ellos para que sigas metiéndolos en tu vida?

- Necesitaba algo de diversión – me dijo –Además, yo los meteré en mi vida, pero tú los metes en tu cama- dijo mirando a Tanya

- Y eso a ti que más te da… no es algo que deba importarte- le dije, furioso

- Bueno, pues entonces no hay problema… 

Y se fue entre la gente. Pude ver a Tanya mirándome con insistencia, y yo quería que me tragara la tierra.

Trate de escabullirme sin éxito, pues a los pocos minutos ya tenía a Tanya pegada a mis espaldas.

- Edward- la escuche decir

- Mira Tanya, ahora no- le dije exasperado- Lamento que las cosas entre nosotros hayan salido así y no quiero ser grosero, pero es preciso que olvidemos lo que paso entre tú y yo…

- Edward- volvió a decir

- En serio Tanya, es lo mejor

- ¡Por Dios, me dejaras hablar! – casi grito

La mire algo asustado.

- Por Dios Edward, no me has dejado hablar desde que nos vimos la ultima vez… me dijo tomándome de un brazo. Necesito que sepas algo.

Yo la seguí curioso y pude sentir la mirada envenenada de Bella a mis espaldas. Ni modo, ella se buscaba estas situaciones, luego que no se quejara.

Una vez que estuvimos más lejos del ruido, ella me hablo

- Edward, quiero que sepas que lo de la otra noche no fue nada…- dijo- No como lo piensas, el problema es que en realidad no fue nada, porque no pasó nada. Nosotros no tuvimos sexo esa noche.

La mire con los ojos como platos

- Mira- siguió explicando- no te voy a negar que yo quería que pasase, pero todo el tiempo te dedicaste a hablar de Isabella, me decías su nombre cada vez que te bese… y si, nos fuimos a tu casa y nos desnudamos, pero no pasaste de allí… luego te pusiste a llorar y te quedaste dormido. Estabas muy borracho.

Por Dios, qué vergüenza. Yo llorando como una magdalena en la cama con una chica hermosa. Eso era patético, pero totalmente posible.

- Tanya yo…- trate de explicarme

- No Edward, no tienes nada que explicar- dijo ella – Se nota a leguas que amas a Isabella. Yo creí que no era algo tan serio. Pienso que deberías hacer algo para aclarar esos sentimientos… ¿ella en realidad lo sabe?

- No se lo he dicho- dije, sincero

- Y supongo que ella tampoco- murmuró – Son tan testarudos… por favor, solo quiero que tengas claro que a pesar de todo yo creo en el amor… y eso es lo que hay entre ustedes… lucha por eso.

Mire a Tanya agradecido. No pude evitar abrazarla de pura felicidad.

- Es la mejor noticia que me han dado nunca – le dije – Y disculpa por estar tan contento pero…

- No te preocupes- me dijo comprensiva- entiendo perfectamente

Estaba feliz. Lo único que quería era que Bella lo supiera… y claro. Ella tenía que estar allí, mirándome.

Me solté del abrazo de Tanya y me dirigí a ella.

- Bella – le dije

Pero ella huyo antes de que pudiese acercarme. La vi correr hacia la puerta de entrada y tomar las llaves de su coche. Yo salí persiguiéndola, esta vez sí que no se me escapaba.

- ¡Bella! – grite tratando de que parase

Pero no se detuvo. La vi entrar a su coche y acelerar a toda velocidad.

- Síguela – escuche la voz de Ángela a mis espaldas- ¡Toma las llaves de mi coche, vamos que esperas… síguela!

No lo pensé dos veces y luego de besar a Ángela en la mejilla, salí disparado tras Bella. A los pocos minutos la pude divisar a los lejos, pero conducía como una loca y me dejaba atrás constantemente. Estuvimos así al menos unos quince minutos, hasta que la vi desviarse hasta un camino y luego perderse en las afueras del bosque. Cuando llegue vi que se había bajado del coche y la divise corriendo entre los arboles

- ¡Bella!- grite

Pero no me contesto. Tuve que correr con rapidez para alcanzarla, ya que corría bastante rápido, pero no más que yo. Cuando por fin la alcance ella estaba sentada en el suelo, al parecer estábamos en un prado, no lo sabía con exactitud, pero agradecí que hubiese luna llena o no hubiese dado con Isabella

- ¡Bella!- grite de nuevo acercándome

- No te me acerques – chillo ella

- Bella, por favor…- le rogué

Entonces vi que estaba llorando. Y no solo era llanto, era un llanto desgarrador. Se me encogió el corazón de verla de esta forma y me arrodille a su lado.

- Bella- le susurré, tratando de tocarla

- No lo hagas, por favor- dijo ella- no me tengas compasión- no lo soporto- me dijo

- Bella- por favor, necesito que me escuches

Ella levanto la mirada y su rostro estaba descompuesto por el llanto. NO entendía porque sufría tanto, sinceramente.

- No deberías estar llorando – le dije, acercándome a ella – No te ves linda cuando lloras

Se le escapo una risita ahogada y suspiro.

- Soy una estúpida- dijo – no sé porque hago todo lo que hago y no sé qué pasa conmigo… solo sé que mi corazón me duele… -se quejo

- Quizás no estás escuchando – dije esperanzado

- ¡Todos son felices! - me dijo- ¡Alice, Jasper, Emmett….Incluso la maldita Rosalie! - grito- y yo no puedo ser feliz, me he equivocado una y mil veces y parece que el destino se empeña en demostrarme que yo moriré sola…

- Pero Bella…

- Mira, hasta tú tienes a Tanya- dijo con dolor- y yo como estúpida sola…

- Pero Bella, entre Tanya y yo no hay nada…

Bella me miro como si hubiese visto un extraterrestre

- ¡Pero yo los vi! – chillo - y tú estabas tan feliz…

- Pero no por la razón que crees- le dije, acariciando su cabello

- ¿Entonces?- murmuro con voz temblorosa, mientras sus ojos me miraban con ansiedad.

- Bella, Tanya hablo conmigo algo muy importante. Yo y ella… no nos acostamos. Es decir, no tuvimos sexo. Hasta yo pensé que si, pero ella me aclaro que me quede dormido de tan borracho que estaba… y no paso nada.

Los ojos chocolate de Bella se abrieron emocionados

- ¿Es eso verdad?- me dijo

- Es la verdad- le conteste

- Oh- dijo Bella, estremeciéndose un poco- ¿Supongo que eso me deja como una estúpida verdad?

- Nunca serás una estúpida- le dije

- Edward… - susurro temblorosa

- ¿Qué Isabella?- le dije apremiante

- Bueno no se… es que yo…

- ¿Qué es lo que quieres decir Isabella…?

- ¡No me digas Isabella! Dime Bella- se quejo

Yo reí por lo bajo. Estaba emocionado. Ella se veía tan frágil y tan delicada en este momento que no me daba ni cuenta de mis palabras

- Bueno Bella… dime… yo te escucho

- Bueno es que yo… yo… balbuceó nerviosa

- Dilo… por favor dilo- suplique angustiado

- Yo…

- ¿Qué?

Ella se quedo en silencio una vez más y me miro, aumentando mi angustia. Estaba desesperado por escucharla hablar y que me dijera lo que sentía… ¿lo diría… en realidad? O quizás me diría que lo de nosotros jamás podría ser… y seguro ahí yo me moría o me daba algo. Me angustie más aun, si era posible.

- Edward… yo estoy enamorada de ti… yo lo siento mucho…- la escuche susurrar tan bajo que apenas se escucho. Pero yo sí que lo oí.

Trate de contestar o de decir algo, pero se me trabo la lengua y fui incapaz de decir alguna palabra. Se me salió un suspiro guardado por meses. Fueron segundos eternos los que nos quedamos mirando en medio de la noche, solo acompañados del cantar acompasado de los grillos.

Y por fin, me salió la voz.

- ¡Demonios, pensé que no lo dirías nunca!- musité acongojado 

- Y tu… me amas…? La escuche preguntar dudosa

Me largue a reír. No me estaba burlando, estaba extasiado. Demasiado feliz para hacer otra cosa. Vi que Bella se tensaba, algo molesta por mi respuesta.

- Pero claro que te amo, niña estúpida, boba y malcriada- le dije, apretándola a mi cuerpo- Y todavía lo preguntas… ¿cómo es posible que no te hayas dado cuenta en todo este tiempo?- le pregunte

- Estaba ciega- musito – Edward, necesito que me perdones, todo lo que he hecho… he sido tan mala y tan tonta… yo no merezco que tu….

Y me acerque a su rostro, para callarla. No quería escuchar mas nada por hoy. La bese con suavidad, limpiando sus lágrimas con mis besos. Ella se quejo despacio y me acaricio el cabello, enredado su dedos en el.

Esto era el cielo. Desee tantas noches tenerla entre mis brazos, y besarla, sabiendo que ella me amaba…

La volví a besar, esta vez con más ímpetu. Atrape sus labios y la bese con desesperación, enredado mi lengua con la suya, saboreando su boca fresca y dulce. No me lo podía creer y sentí que me faltaba el aire. La tome del cabello, exasperado por el cumulo de deseos que me atenazaban y pronto recordé que ella me evito una vez. Cuando la tome por la fuerza. Me sentí asustado y retrocedí. No quería dañarla.

- ¿Edward?- pregunto ella, algo extrañada.

- No… es que yo… no quiero hacerte daño Bella… tu …

Ella pareció comprender, y se acerco a mí. Me acaricio el rostro y me miro con dulzura infinita

- Edward, yo quiero que tu lo hagas. Lo deseo. Esto también será nuevo para mí… tu entiendes…- me dijo algo avergonzada- Nunca he dejado que alguien tome el control, pero quiero que lo hagas. Quiero que seas tú. No podría ser nadie más que tu.

- Entonces será nuestra primera vez – le dije con voz ronca

- Lo será- me dijo ella.

Y ya no importo nada más. Ni la noche, ni el prado, ni nada. Solo éramos ella y yo, en medio de la noche, amándonos…

La tome entre mis brazos y la acomode en el suave césped…

.................................................................................

como lo prometi chikas aqui esta el cap esperado!!! jejeje

que les pareció?

ahora que pasara? jejeje

bueno chikas perdon x no subir mas pero es q ando un poco agotada todavia del viaje pero voy a tratar de subir mañana!

el siguiente cap se llama: nuestra noche!!!

espero que les haya gustado el cap

besos a todas

Capítulo 18: Te Odio, Amor Mío Capítulo 20: Nuestra noche

 
14671190 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10905 usuarios