SI SUPIERAS!!

Autor: nunezna
Género: Romance
Fecha Creación: 18/08/2015
Fecha Actualización: 17/11/2015
Finalizado: NO
Votos: 5
Comentarios: 17
Visitas: 10599
Capítulos: 10

Lo amaba, era lo único que sabía como una certeza insoldable, él era todo lo que necesitaba para seguir viviendo, solo había un pequeño detalle, está casado con la chica más linda del pueblo, es un ascendado de los más ricos del condado, y mi mejor amigo de la infancia.

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Capítulo 6:

Me levante temprano como cada mañana, prepare el desayuno para los chicos y papá, Rose había tenido practica anoche, por lo que le toco hacer la guardia en el hospital del pueblo, volvería cerca del medio día,  muy cansada, con sueño y mal humorada; mas allá de que amaba su carrera, decía que el hospital del pueblo era demasiado tranquilo, se aburría de esperar algún paciente, estaba harta de que Marie le ganara en las cartas cada día de guardia, o que Santiago, el camillero tratara de lograr una cita con ella, aunque en los últimos nueve meses se ha negado a ello. En cierta forma la compadecía, la medicina es una carrera muy sacrificada, horas sin dormir, ver cosas muy desagradables; si es gratificante cuando ayudas al alguien y vuelve a su hogar, se recupera y el mundo sigue; pero, y cuando no, cuando tu ayuda no es suficiente, cuando ves el dolor de sus seres queridos….

En fin, deja ya de auto flagelarte Bella, tú no serás medico, eso seguro. Deje todo organizado, subí a darme una ducha mientras la cafetera terminaba su trabajo, así desayunaría he iría al bar, hoy ayudaría a Billy y Leah, la ultima chica que trabajo con ellos, asía más de dos semanas que no iba, y se les estaba dificultando llevar el negocio, así que me ofrecí de voluntaria, mientras consiguen a alguien más, hoy era el tercer día que lo hacía, era agradable, no es que me gustara servir mesas, pero era algo nuevo, diferente, no habían vacas, interactuaba con muchas personas, todas diferentes entre sí, pero iguales de alguna forma difícil de explicar, esta experiencia me dejaba ver que las sociedades, o el mundo en sí mismo, es como un gran arcoíris, hay diversos colores, pero todos hacemos parte de un único mundo, y aportamos algo, aunque yo aún busco cual es mi aporte…

 

Una hora más tarde, salía en mi viejo monovolumen asía el pueblo, en la zona más rural, se veía a los peones trabajar, en su mayoría, su jornada comenzaba muy temprano en la mañana, a veces incluso, antes de que sol asomara, ya más cerca del pueblo, los niños con sus madres en algunos casos, o en pequeños grupos en otros, esperaban los cambios de luz para cambiar de calzada, con el fin de llegar a la escuela, sus rostros dormidos, sus sonrisas fresca, y los regaños de sus madres por estar desalineados,  demasiados dormidos, me hicieron recordar mis años de infancia…

Flash back

-… Bella!!! Van a llegar en cualquier momento, apúrate!.- Renne grito desde alguna parte de la planta baja, otra vez me había desvelado anoche y hoy pagaba las consecuencias, es que quien podría culparme, no podía dejar de soñar con Edward.  Ayer, simplemente, fue mi héroe, otra vez; cuando me defendió de esa odiosa niña rubia, no sé ni cómo se llama, pero ella insiste que se casara con Edward, yo sé que él no se casaría con ella, a ella no le gustan los caballos, y Edward los adora, como yo, así que, se lo hice saber, pero ella insistía e insistía tanto, que me desespera; pero él dejo muy en claro, que ella no era de su agrado, y que tratara de dejarme en paz, si no quería que termináramos en la oficina del director.

Suspirando una vez más baje corriendo, mi coleta estaba un poco suelta, por lo que mi cabello, se salía en algunas partes, trate de acomodarlo un poco, pero no tenía mucho tiempo, ya lo haría Alice en la camioneta.

-HOOO! Mírate, tu cabello es un…. Caos!, tienes dentífrico en las comisuras de la boca, y te has puesto un calcetín que no va a juego con el otro.- Renne se fijaba en cada cosa, pase mi mano por la boca, tratando de quitar el dentífrico que pudiera tener, mientras bajaba la mirada a mis calcetines, era cierto, pero la diferencia era mínima, uno era rosa muy claro, casi blanco, y el otro blanco, nadie lo notaria, como si alguien se fijara en ello.

Charlie me miraba con una sonrisa desde el cabecero de la mesa, donde tomaba su café.

-Buenos días hija. Tienes cara de cansada, ¿ pesadillas otra vez?.- había algo en su forma de mirarme, que me decía que estaba tomando el pelo.

- No, solo me costo conciliar el sueño.- dije sin humor, Renne trabajaba en mi cabello, tratando de ponerlo más o menos decente.

-Déjala ya mujer, ben Bella, desayuna algo.- Charlie corrió la silla junto a él, donde había un plato con cereales y un vaso de zumo de  naranja; camine hasta él y me senté, solo logre tomar unos cuantos sorbos dejugo y algunas cucharadas de cereales con leche, cuando el inconfundible sonido de la bocina de los Cullen me hizo pararme de mi asiento.

-Hasta luego, nos vemos en la tarde.- dije mientras recogía mi bolso y salía apurada por la puerta de la casa.

El rostro de Esme siempre era de amor, era como si siempre estuviera feliz, te hacia sonreír solo por corresponder a su buen humor, subí a Volkswagen combi  en la parte trasera, junto a Alice, en el asiento de delantero al nuestro Edward y Emmet peleaban por algo.

-Buenos días cariño, como estas hoy.- la voz de Esme se hizo escuchar sobre la de sus hijos, mientras yo tomaba asiento.

-Bien, gracias.- dije sonriéndole

-Bella, ¿que le paso a tu cabello?- Alice me miraba como si tuviera un herpes o algo así.

-Es solo que anoche no lo seque antes de acostarme, y tal vez di muchas vueltas en la cama, entonces, esta mañana, estaba un poco enmarañado, y no me ha dado el tiempo para arreglarlo mejor.- dije a modo de explicación, bufando, rebusco en su bolso, que ha decir verdad, parecía la cartera de Mary Poppins, de ahí podía sacar cualquier cosa, que muchas veces, era físicamente imposible que cupiera en ese espacio; saco un frasco de algo que no bien que era, parecía una crema o algo así, y un cepillo, desato mi coleta, paso un poco de producto en sus manos y luego a lo largo de mi cabello, y comenzó a peinarlo, mientras hablaba sobre, Nicolás, un niño nuevo de la escuela, ella decía que él era lindo, a mi no me lo parecía, pero Alice tenia gustos un poco diferentes, no estaba prestando demasiada atención a nada en realidad. Me había girado mirando asía un lado de la ventana, mientras ella acomodaba mi cabello; mientras viajaba en mi mundo paralelo, donde Edward era mi novio, y paseaba tomándome la mano en la hora del recreo, frente a la niña rubia que me molestaba….

-Bella, Bella!! – La voz de Emmet me saco de mi burbuja, que frustrante.

-¿Qué?- dije mirándolo, Alice ya estaba armando nuevamente mi coleta y estábamos llegando a la escuela.

-¿Tienes puesto un calcetín de cada par?- él era el mayor de los hermanos Cullen, pero se comportaba como el más pequeño, cuando me hablo, era obvio que contenía las ganas de reírse de mí.

-No me he dado cuenta que no asían juego hasta que ustedes ya estaban en casa, no quise hacerlos esperar.- dije mientras hacía que los pantalones bajaran hasta cubrirlos.

-Déjala en paz Emmet, o le contare a esa niña tonta que te gusta, que te vi escarbándote la nariz el otro día, y créeme, querrá saber que hiciste con lo sacaste de ella….- Edward lo miraba desafiante.

-¡¡¡¡Eso es mentira!!!! Yo no me escarbo la nariz, ni nada similar…- Emmet estaba visiblemente indignado.

-Pero ella eso no lo sabe.- Edward hablaba con suficiencia,como quien sabe, que no  importa que diga, lo creeran, porque él era el más tranquilo e inteligente de los Cullen, y las chicas del colegio, morían por  un poco de su atención, así que si él decía que las vacas hablaban, todas dirían, que era cierto.

-¡Basta ya niños! Emmet, deja a Bella tranquila, y Edward, no andes inventando cosas de tu hermano…- Esme dio por terminada la discusión, cuando aparcaba en la puerta de la escuela, se giro en su asiento y saludo a sus hijos, con un beso a cada uno, a medida que bajaban de la camioneta.

Una vez en la acera,Edward seme acerco.

-Tranquila, él no selo dirá a nadie, además, quien lo notaría, nadie se fija en eso…- lo dijo mientras siguió avanzando hasta su grupo de amigos,quienes esperaban unos metros más adelante, nopude evitar suspiar, él era hermoso, tierno, protector, comprensivo….

-Bella deja de babear pormi hermano, y demonos prisa,llegaremos tarde a arismetica, sabes que el maestro semolesta si llegamos retrasadas.- Alice me pecho el hombro para que avanzara.

Fin de Flash Back

El cambio de luces me habilito poder seguir la marcha, llegue a la cafetería incluso antes que Billy y Leah, Así que aparque en el estacionamiento y espera, cuando llegaron ayude a organizar las mesas y demás, mientras Billy comenzaba a cocinar y Leah a exponer en los exhibidores las rosquillas y demás cosas.

La mañana fue tranquila, los mismos de siempre, el Sr. Salvador, un viudo ranchero que desayunaba aquí cada mañana, algún que otro viajero de paso, y el sheriff, a quien no le vendría mal hacer un poco de ejercicios, y alejarse de las donas; ya cerca del medio día, era otro el panorama, los peones de las zonas cercanas venían a comer aquí, estaba terminando la época de venta de ganado, y muchos ya habían retornado a sus pueblos o reanudaron su viaje en busca de más trabajo, pero quedaban algunos, que reparaban graneros, y ayudaban en el verano.

Todo había ido bien hasta que él irritante Sr. Smith comenzó a reclamar, para variar.

-¡Hey tú!, ¡hace veinte minutos pedí una tortilla de patatas, alas de pollo fritas y una soda grande!- respire tres veces antes enfrentarlo para responderle, era irritante, cada día, durante los tres que había trabajado aquí, él me molestaba con “..quiero mi orden más rápido…”

-Lo siento señor, ya los he pedido en la cocina, no deben de tardar en estar listas.- por alguna extraña razón me sentía observada, era como si algo o alguien estuviera mirándome fijamente, eso me daba una extraña sensación, como si me sintiera expuesta.

-Pues dile al cocinero, que no estaré todo el día esperando, se supone que es un lugar de comida de paso, no un restaurante cinco estrellas, donde pides un lugar meses antes.-  ok, era todo lo que soportaría de él hoy, no permitiría que siguiera tratándome como a un trapo frente al resto de los clientes, si no estaba conforme, bien podía irse a la mierd….

-Si quiere comer más rápido, hubiera venido más temprano, como podrá ver, mi compañera y yo, no nos damos a vasto, no es el único comensal que aun aguarda su comida, si está desconforme con el servicio, puede bien servirse la salida.-  luego de haberlo dicho, me sentí mal, este no era mi negocio, se suponía que estaba allí para ayudar al viejo amigo de papá, Billy y a su hija Leah, no para correr a sus clientes, por muy groseros que estos fueran, es que me exaspero.

Fui a refugiarme en la cocina, entre agitada, estaba entre molesta y frustrada, me sentía culpable por lo sucedido, aunque sabía que no era mi culpa.

-Bella, que sucede cariño.- Billy me miraba desde suposición frete a la plancha de los filetes con su espátula en mano.

-Nada, es solo que el Sr. Smith otra vez esta apurado por su comida…- dije a modo de comenzar a disculparme por mi actitud.

-¡¡Ese viejo desagradable!!, te ha dicho alguna grosería, se ha pasado contigo, o algo similar…- Billy ya se había quitado el delantal e iba rumbo al salón con los clientes, estaba segura que le patearía el trasero de saber que se hubiera propasado de algún modo conmigo; eso me hizo sentir doblemente culpable, él me defendería como si fuera Leah, frente a cualquiera y yo estaba echando a sus clientes, lo detuve antes de que esto fuera peor.

-No, No, nada de eso, es solo que es un poco irritante, y creo que hoy, no he podido tolerarlo como siempre, le he dicho que…- dude en cómo decirlo. -… podía marcharse si no estaba a gusto con el servicio.-  me sentía avergonzada por mi actitud.

-¡¡¡Jajajaja!! Dios niña, bien hecho. Debiste llamarme, hubiera pagado por ver su cara.- él volvió a colocarse su delantal, mientras reía.

-Estoy seguro que ese viejo mal educado, nunca espero que una niña educada y tímida como tú, le dijera algo así…- seguía riendo mientras terminaba los pedidos, habían unos cuantos platos sobre la mesada, me dirigí a ellos y comencé a colocarlo sobre mis antebrazos y manos para llevarlos a los clientes.

-¿Así que no estás enojado por haber echado a tu cliente?- dije sin mirarlo a la cara

-Enojado, baaa!! A ese ya lo hemos echado innumerables veces, y siempre vuelve, pregúntale a Leah, ella lo tiene amenazado, por eso se hace el listo contigo, porque eres nueva y no lo conoces.- dijo mientras hacia tocino y huevos en la plancha.

Salí mas aliviada sobre la situación, ya no me sentía tan culpable, cuando traspaso la puerta, haciendo equilibrio con los platos para no armar un desastre (tengo que confesar que siendo lo torpe que soy, esto de hacer malabares, era un peligro para todos) cuando veo a Leah conversando con un apuesto joven.

-Eres Gay.- no podía creer la desfachatez del Leah, el joven la miraba divertido, es más, soltó una risa muy masculina, no parecía gay, pero en cualquier caso, Leah no podía ir por la vida testeando a los hombres guapos, “… a ver, tú eres gay, tú casado, tú aun estas decidiendo, a si tú eres heterosexual…” por Dios, qué rayos le pasaba.

-LEAH- fue una reacción del momento, no sabía porque le llamaba la atención, en realidad, él parecía estar divirtiéndose con la situación.

-¿Qué?- me miro como si hubiera interrumpido la declaratoria de la independencia de los estados Unidos.

-Podrías ayudarme a servir a los comensales, como puedes observar, esto está lleno, Billy está corriendo ahí dentro, no es un buen momento para preocuparte por la vida sexual de los clientes.-  trate de no ser chocante y de decirle de alguna manera, que dejara a ese chico en paz y comenzara a ayudarme a servir a las personas, en definitiva era para eso para lo que habíamos venido.

Ella lo acepto de mala gana, pero entro a la cocina por más pedidos.

-Lo siento, ella es un poco … como definirlo…- mordí mi labio pensando como de disculparme por la actitud de mi amiga, pero tampoco iba a decirle que era una lanzada o algo, es solo que ella a veces, no media la consecuencia de las cosas.

 

-Ella es inquietante, en una forma divertida.- él lo hizo sonar como algo divertido, he inocente, una sonrisa se extendió por su rostro, la cual era muy bonita, una perfecta hilera de dientes muy blancos y parejos llenaron mi campo de visión, era muy atractivo, quien culparía a Leah por tratar de averiguar si había alguna chance.

-¡Sí! Esa sería una buena definición, no se lo tome a mal, no es mala chica.- dije, él era atractivo, parecía buena persona, pero no lo conocía de nada, no quería quedarme como una perturbada mental, observando su sonrisa quita aliento, además, nunca sería como las de Edward, aunque pensándolo bien, hacia meses que nadie veía una sonrisa en él.

Seguí con mi trabajo, vi a Leah conversar con él, no interrumpí, él parecía interesado en ella, y si no era gay, como yo creía, tal vez se entendieran, ella era buena chica, y hacían una linda pareja.

Luego de intentar no interrumpir, limpiando mesas, sirviendo a los clientes que quedaban, etc., debía volver a la cocina a dejar los platos y otras cosas que se habían utilizado, así que tuve que pasar junto a ellos cuando Leah dijo en tono enfadado.

-HAY VECES QUE ODIO TENER LA RAZON.- la mire sin entender el porqué de su malestar, estaba conversando con el chico guapo, ¿que había salido mal?

-Es gay.- me dijo a modo de mi pregunta no formulada, me llevo unos segundos procesar la información de forma coherente, sin escupir un vomito verbal sin sentido;

-¡Haa! Vamos Leah, no seas tan cerrada, parece un chico simpático, su sexualidad no debe ser un impedimento para que seáis amigos.- trate de ayudar al joven, quien se había ahogado con su bebida, visiblemente perturbado, Leah había dicho a viva vos sus preferencias sexuales, frente a un grupo de treinta personas más o menos, a las cuales no conocía, yo me sentiría muy mal ante una situación similar, es más, creo que escondería mi cabeza entre las piernas, y no saldría, hasta que Rose, Alice, o papá vengan por mí con un sobretodo queme cubra de tal manera que nadie, nunca más pueda identificarme.

-Yo no…- trato de decir el chico, le alcance un vaso con agua, pobre, estaba rojo por la falta de aire, su voz era gruesa y la tos no le permitía hablar, Leah se fue visiblemente molesta, trate de hacerlo sentir mejor, aunque dudo que lo lograra realmente.

-Tranquilo, Leah es solo un poco dramática, no somos discriminativas, Billy tampoco, creo que eres valiente al no ocultarte, todos tenemos derecho a ser lo que nos hace felices, no te sientas mal por eso..- realmente era valiente, yo no podría hacerlo, moriría de vergüenza ante las miradas de los demás, como las que caían sobre él en ese momento, todos lo observaban, era algo incomodo, sin saber que más decir, fui por Leah, le debía una disculpa a ese joven, y haría que se la diera. Entre en la cocina y la encontré enfurruñada, lavando platos y otras cosas.

-¿Sabes lo grosera que has sido con ese chico?- mi indignación era evidente, Billy me miro sin entender que sucedía.

-Es gay, gay; porque cada vez que aparece un chico guapo, bien educado, con todo lo que una mujer puede querer, o es gay, o está casado…- su frustración era evidente, y hasta cierto punto, te daba lástima, ella realmente, se sentía decepcionada.

-No creo que sea algo que se elija, sólo eres como eres; él parece una buena persona, deberías disculparte, más allá de tu frustración, él no te ha hecho nada y tú lo humillaste frete a todos por no ser heterosexual, solo porque tú querías que lo fuera…- la mire tratando de que viera que entendía su frustración, pero su actitud no había sido la correcta y debía enmendarlo. Lo pensó unos segundos y secando sus manos con un paños ,me hizo señas con la cabeza para que avanzara primero, rumbo a hacer las cosas bien.

Menuda sorpresa me lleve, cuando salí ya no estaba en su sitio, sino que se dirigía a la caja a pagar, Evelyn, la señora que auxiliaba de cajera en las horas picos del lugar, miraba al joven como i fueran a salir garras de sus manos y colmillos para devorarla; él me dio mucha pena, realmente, debería ser difícil, lidiar con una sociedad que te discrimina, sin conocerte.

Sentía a Leah parada detrás de mí.

-¿Que haces, no íbamos a disculparnos por mi actitud infantil?- dijo sin entender porque estaba parada ahí, sin moverme.

-Espera, parece que paga para irse, y está hablando por teléfono, déjalo pagar y que termine su llamada, luego hablaremos con él.- no quería hacerlo sentir más incomodo delo que ya debería sentirse, sin querer escuche parte de su conversación, ya que el lugar estaba en un silencio extraño, como si todos estuviéramos esperando escuchar lo que decían su interlocutor y él.

-Jacob, lamento lo de esta mañana, realmente lo siento. Yo entenderé si no quieres volver a trabajar conmigo, pero realmente, te necesito, eres mi esperanza para volver a ser un hombre completo otra vez.- Hoo!! Parecía ser un “amigo” o algo así, tenía una voz dulce y parecía angustiado, me dio pena, las relaciones son difíciles ya de por sí, no me quiero imaginar, lo que debe ser, una en donde si sales de la mano con tu pareja, la gente te mire extraño, o te diga cosas.

-Sabes que por mucho que me enoje, no podría dejarte solo, eres alguien a quien le tengo mucho aprecio, pero debes dejar de ser tan jodidamente terco, sé que muchas cosas de las que te hago hacer son dolorosas al principio, pero con el tiempo y la práctica, te acostumbraras y dejara de doler, solo debes seguir intentándolo, yo estaré ahí para ayudarte…- Me enterneció su actitud, él lo quería, era obvio los sentimientos que se tenían, pensar en ello me hizo sentir mejor por él, al menos su novio, estaba tan enamorado de él, como parecía estarlo este joven; había una clara entonación sexual en la conversación, lo cual me hizo sentir incomoda, está bien que no discrimino a nadie por su sexualidad, o lo que sea, pero eso no quiere decir que me sienta a gusto escuchando intimidades.

-Lo sé, prometo soportar lo más que pueda el dolor, y la frustración, pero tú trata de ser más paciente, esto no es fácil para mí, hasta hace algunos meses, era un hombre felizmente casado, verme en esta situación, es raro, no digo que no te agradezco por estar a mi lado en esta transición, pero hay momentos en los que dudo de los resultados de todo esto, a veces, sería más simple seguir como hasta ahora, dejar de intentar…- Ho Dios, el otro chico era “nuevo” en esto, me sentí como una intrusa en una conversación muy intima, trate de hacer que Leah entrara de nuevo en la cocina, no quería seguir escuchando cosas tan intimas de él, ni de nadie en realidad; pero ella no se movió un milímetro.

-Entra Leah, obviamente, es una conversación privada, déjalo, ya no debe ni acordarse delo que paso hace una rato.- dije en un inatento de que desistiera de su actitud cotilla.

-Vamos Bella, esto es mejor que una comedia Mexicana, cuantas veces tienes la oportunidad de saberlos por menores de una pareja gay…-ella estaba visiblemente emocionada por el cotilleo, era repugnante

-Tranquilo, todo saldrá bien, volveremos a intentarlo en dos días, ahora debo volver al trabajo, trata de tomar tu medicina para el dolor, y no dejes de hacer los ejercicios que te he dicho, eso ayudara a que duela menos cuando lo hagamos juntos.-  La conversación se estaba volviendo extremadamente intima, sin decir que la mente de todos ahí presentes, estaban haciendo imágenes graficas de las diferentes situaciones a las que se les podría aplicar la conversación que escuchaban, los rostros eran muy variados, desagrado, perplejidad, humor, morbo, etc.…

-Gracias Jack, realmente, no sé qué aria sin ti, eres más que un amigo, lo sabes ¿verdad?- vamos, todos ustedes son unos malpensados, sucios, ellos se aman, que no lo ven, escuchen esa voz, él chico del teléfono, es realmente dulce al disculparse y aunque no le ha dicho abiertamente que lo ama, le ha dado a entender que es importante en subida, ya quisieran ustedes tener a alguien así, alguien que los quisiera sin importar decirlo abiertamente, sin miedo al rechazo o el ridículo, un amor así, es de los buenos, de los de verdad.

-Sí, claro, claro… Sabes Edward Cullen, hoy es un mal día, así que simplemente, nos vemos en dos días, si, solo trata de hacer tus ejercicios…- ¿qué? ¡¡¡¡¡¿¿¿QQQUUUÉÉÉ???!!!!!, Edward Cullen, mi Edward Cullen, noooo, esto no estaba sucediendo. Creo que mi mente sufrió algún derrame, o algo, esto era una pesadilla irreal, en un estado de inconsciencia inducida por algún extraño suceso.

Porque en todas las malditas cosas que podrían sucederme en la vida, solo a mí, me podría pasar, que al hombre que amo desde que tengo recuerdos, el cual se caso hace más de tres años con una guapa chica de cuidad, de la cual se estaba divorciando en este momento, luego de sufrir un accidente de tránsito por el grado de alteración en el que se encontraba cuando la descubrió en la recamara del departamento que compartían, con otro hombre, drogada hasta la medula, por dicho accidente estuvo en coma semanas. Debió ser sometido a numerosas intervenciones y ahora se encontraba en casa de sus padres, postrado en unas silla de ruedas, con un humor y una depresión de perros, era el tierno y enamorado chico gay del teléfono….

¡¡¡¡Aire!!!!, necesito aire, no logro respirar, creo que mi cuerpo está paralizado, definitivamente, algo no andaba bien, tal vez tuve un accidente en el monovolumen, a ahora me encontraba inconsciente y mi loca mente, me hizo imaginar las últimas cinco horas de mi vida, si eso debió ser.

El chico salió del local, no sin antes mirarme, como si supiera que era lo que me sucedía, estuve a punto de gritar.

“-ESPERA, si sabes que es lo que sucede, dímelo, porque estoy en un mundo paralelo, donde tú y el amor de mi vida, son una pareja gay.-“ pero mi voz no salió, y él me observo por un segundo, parecía confundido, bien, en ese sentido ya somos dos, pensé.

 

 

 

Hola chicas, me diverti mucho escribiendo este capitulo, trate de ponerme en la piel de Bella ante una situación así, creo que logre algo divertido, pero no sé, eso lo dirán ustedes. ¿Qué harían ustedes en esa situación?. Espero sus comentarios. Saludos.

Capítulo 5: Capítulo 7:

 


 


 
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