Esperando por tí / El tiempo y tu recuerdo

Autor: Honbatz
Género: General
Fecha Creación: 05/05/2015
Fecha Actualización: 19/06/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 15
Visitas: 28151
Capítulos: 23

¿Qué pasa si por complacer a los demás, lastimas a la persona que amas?

Pero sobre todo ¿Qué pasa si no  puedes disculparte a tiempo?

Esta es la historia de Edward Cullen (príncipe de Masen) y Bella Swan…. Después de comprometerse ambos viajan a Masen con el objetivo de preparar la boda real, pero a pocos días de casarse,  Edward desiste creyendo que era lo mejor para el reino de Masen y se compromete con otra…….. ¿Cómo tomará Bella este cambio de planes?...

 

 No se pierdan esta historia y recuerden “cuidado con lo que se desea…….. Porque puede volverse realidad…… y el resultado podría no ser el esperado”

 

Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, algunos de ellos yo los invente. La historia es de mi autoría.

 

Di no al plagio ;)

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Este es mi primer fic, al fin lo publico despues de jugar con los petalos de una flor a "subo el fic o no lo subo" (jejejeje) finalmente me decidi,  ojala lo disfruten.

 

 

PD. agradecimientos a...... Sasha_amane camarera chocoaventurera, sus fics y consejos / tips  me han ayudado e inspirado , (especialmente "la camarera", pero las otras historias no tienen nada que envidiarle a la camarera pues tambien  son interesantes y antes de salirme por la tangente jajaja les invito a que se pasen por alguna de las historias de esta autora, no se arrepentiran)  

 

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Capítulo 5: Round 1

Ups, perdon por la tardanza ... estaba en las nubes y se que no tengo perdon ............. pero... para compensarlas, aqui tienen un  nuevo capitulo  mas largo por cierto :) , espero lo disfruten 

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-No me iré contigo a ninguna parte – contesto la pelirroja a la pregunta no formulada de su “novio”.

-¿Por qué? – un serio James la miro inquisitivamente – no me digas ¿prefieres irte con el imbécil de Cullen? – rio amargamente – nunca espere eso de ti Victoria, eres una…. – no termino la frase cuando la palma de la mano de Victoria impacto de lleno en su mejilla.

-No te atrevas a insultarme  de esa manera, no tienes ningún derecho …,a fin de cuentas no somos nada, por si lo has olvidado  terminaste conmigo esta tarde, ahora soy libre de besarme e irme con quien me dé la gana – la palabras de Victoria dejaron pálido a James, generalmente no me importaría, pero ese rostro de abatimiento me hizo sonreír, se lo merecía por ponerme las manos encima, seguramente esta pelea me provocaría cardenales en el cuerpo,  pero una noche con el bombón de Victoria lo compensaría.

-Borra esa sonrisa de tu detestable rostro Masen o Cullen o como sea que te llames porque ni ebria me iría contigo a ninguna parte – continuo la pelirroja sorprendiéndome también  - y tu James ¿Por qué no vuelves con tu hermosa rubia, eh? Después de todo a ti también te gustan las huecas y fáciles….,  anda, disfruta  con ella y a mi déjame en paz – dicho esto Victoria tomo su bolso precipitándose hacia la salida, mientras tanto  James la seguía tratando de pedirle perdón, declarándole su amor eterno y varias cursilerías mas, solté un bufido, tal parecía que el día no finalizaba como esperaba, primero en la tarde, mis padres hablándome de matrimonio, después un idiota me golpea,  por fortuna no quedo mejor que yo  y ahora una mujer me rechaza llamándome “detestable”…. Eche un vistazo alrededor, evaluando los daños.

-Pagare los daños ocasionados Laurent

-No te preocupes Cullen – alzando la mano restándole importancia – después de todo tus amigos y tu son clientes recurrentes, además dejan generosas propinas, por  otra parte no hubo grandes daños, solo un par de botellas rotas…. En fin, todo el mundo olvide este incidente y continúen con la diversión – dicho esto dio media vuelta retirándose a su mesa en la zona vip desde donde le gustaba observar.

-Eso fue increíble Edward – exclamo Quil – tengo entendido que Gigadent practica boxeo y es excelente con los puños, pero tú te mantuviste a la altura.

-Bueno olvidémonos de este episodio, esperemos que no llene los titulares de la prensa el lunes por la mañana – comento Peter

-Cierto – acordó Seth – Vamos Edward regresemos a la mesa o si lo prefieres te permito bailar un par de canciones con Katia – sonreí ante la propuesta de Seth, siempre tratando de aligerar el ambiente.

-No gracias chicos, mejor iré a casa, Carlisle y Esme están en la ciudad, quede en desayunar con ellos mañana – nadie protesto, conocían la situación entre mis padres   y yo en cuanto a matrimonio se refiere.

-¿Podrás conducir? – intervino Peter después de un instante de silencio – si quieres te llevo y posteriormente  vuelvo al club.

-No te preocupes amigo, continua divirtiéndote, conseguiré llegar a casa de una sola pieza –dije sonriente

-Eso suena prometedor, sin embargo no hay que arriesgarse, te acompañare Edward – hablo Marcus

Suspire, sabía que no me dejarían marchar solo, quizá ninguna mujer se interesara en mi como persona sin embargo tenia a mi alrededor grandes y sinceros amigos, quienes no me estiman por mis cuentas bancarias, más bien veían a la persona, al hombre, al verdadero Edward Cullen, y  a pesar de las bromas, sinceramente nos preocupábamos  y cuidábamos las espaldas el uno por el otro.

-De acuerdo – acepte, salimos del club, mientras esperábamos al valet parking, pregunte a Marcus - ¿volverás más tarde por tu auto? En realidad no tienes que escoltarme dejando a tu amado bebe abandonado en el frio estacionamiento.

-No te preocupes Edward, somos amigos ¿no? Además Seth no paraba de alardear esta mañana que estuviste a punto de declararte ….. Y bueno, no quiero perder la oportunidad de conquistar tu corazón, no le pondré fácil el camino a Seth – dijo Marcus antes de soltar una estruendosa carcajada.

-Idiotas – murmure rodando los ojos, estos chicos no tenían remedio, así que hice lo único sensato en un momento como aquel, comencé a reír también…….. Una vez en las iluminadas calles de Nueva York, Marcus hablo

-Bueno Edward, por lo visto tus 5 sentidos están a la perfección, aun después de la pelea, que envidia – reí ante su comentario

-No estamos lejos del club, si quieres doy la vuelta

-No es necesario, estaba por irme de todas formas.

-Dime Marcus ¿dejaras tu auto en el estacionamiento del club? Sabemos que está seguro ahí, pero adoras ese auto tanto como yo adoro el mío.

-Tranquilo Edward, mi auto esta en el estacionamiento de mi apartamento, llegue al club con Peter.

-Un momento – dije con el ceño fruncido – entonces tu preocupación por mí, ha sido… ¡fingida! Solo me usaste para tener un medio de transporte seguro, rápido y confiable – me llevé una mano al pecho fingiendo desilusión – eres cruel, esto resta puntos a tu favor.

-¡Rayos! Debí ser más discreto

-Pero no lo fuiste, ahora afróntate a las consecuencias - Ambos reímos ante la peculiar conversación que manteníamos

-Muy bien Cullen, recuperare esos puntos perdidos por mi indiscreción –  afirmo Marcus solemnemente

-No veo como – agregue irónico

-Gira en la siguiente esquina

-¿Por qué? No pensaras secuestrarme ni nada parecido ¿verdad?

-Muy gracioso Edward, veras Da Revin no es el único club de “moda”, conozco otro cerca de aquí, es más tranquilo por cierto,  es una combinación de cafetería y club nocturno, así mientras bebes café helado puedes bailar al ritmo de la música en la pista.

-Suena raro ¿estás seguro de que es un lugar decente?

-Claro hombre, además hay unas camareras… preciosas

-Eso cambia la situación

Tomé la ruta indicada por Marcus, al llegar al lugar, pude ver que era tan grande o incluso más que Da Revin, estaba compuesto por dos edificios, supuse que uno seria el club y el otro la cafetería, en el primero en la parte superior, decorada con luces led, se leía el nombre: “Twilight” mientras que en el segundo edificio se llamada “Luna Nueva” esta tenia  puerta doble y enormes ventanas de cristal, lo más probable es que esa sería la cafetería, nos dirigimos al segundo edificio, una vez dentro quedamos sorprendidos, el lugar estaba lleno pero bastante silencioso para ser un viernes por la noche, salvo por algunos murmullos, buscamos alguna mesa disponible, al no encontrarla nos dirigimos al mostrador donde había algunas sillas pero ahí solo había disponible una silla y a menos que Marcus se sentara en mi regazo no nos quedo de otra que ir al  edificio contiguo… mientras tanto note que algunas camareras salían por un pasillo localizado en la parte posterior del mostrador, entregaban notas de pedidos al encargado, después volvían a desaparecer por el mismo pasillo con una bandeja conteniendo pastelillos o algún tipo de bebida caliente, seguramente ese pasillo conectaba con el club, pero era para el uso del personal, así que nos dirigimos a la habitación contigua la cual resulto ser un amplio pasillo, al final de esta había una pared de cristal, a través de la cual pude ver a personas bailando y conversando pero parecía que se tratara de una película muda, no se escuchaba nada de nada, seguramente la pared de cristal era la responsable, conforme nos fuimos acercando, se oyó un pitido y las puertas se abrieron automáticamente, inesperadamente ciento veinte decibelios de guitarra se nos echaron encima, tardé unos momentos antes de que mis oídos se adaptaran al ambiente, inmediatamente después buscamos una mesa en la zona vip, por fortuna había varias desocupadas, elegimos la más alejada, poco a poco el ritmo de la música cambió a una más suave permitiendo una mejor conversación, en ese momento Marcus me codeo

-Mira ahí Edward, esa camarera está hecha un bombón.

-Cierto – acorde, observe a otras camareras, sinceramente quede sorprendido, todas eran muy guapas, sentí como el mal humor abandonaba mi cuerpo, después de todo el día podía terminar deliciosamente  - Por cierto ¿Quién nos atenderá? Por lo  que veo, esperaremos un buen rato, está algo saturado de clientes y escaso de personal.

-Buenas noches caballeros, seré su camarera esta noche, pueden pedir lo que deseen – dijo en tono sugerente una rubia

-Me agrada ese tono servicial – conteste con una sonrisa torcida, sabía que a todas les encantaba – por el momento queremos 2 shots  black velvet,  pero antes,  dime preciosa,  ¿a qué hora termina tu turno? – ella se humedeció los labios con descaro antes de responder.

-A las once, guapo – respondió batiendo las pestañas.

-Te esperaré, no creo que sea seguro ir sola a tu casa …. – agregue juguetonamente.

-Le dijo el león a la oveja – murmuro Marcus entre dientes, a pesar de su tono bajo, logre escucharlo, no podía estar más de acuerdo con él, si bien la zona era una de las más seguras de Nueva York, también era verdad que mis intenciones no eran las de un caballero, pero decidí ignorar su comentario, centrándome nuevamente en la rubia camarera, a quien se le habían iluminado los ojos como si acabara de ganarse el premio mayor…. Pero a quien quiero engañar, por supuesto que ella estaba por llevarse el premio mayor, es decir “yo”.

“baja de la nube engreído, solo eres un medio para dar placer a las mujeres” – murmuro mi conciencia

“Placer que ellas disfrutan y siempre piden más, a gritos” – contraataque

“no olvides que no todas son iguales, si no dejas esa actitud arrogante, puedes perder oportunidad con la indicada” – continuo esa molesta conciencia

“no me digas que tu también crees en cuentos de princesitas, se supone que eres mi conciencia, yo no creo en esas tonterías y tu tampoco deberías” – agregue

“no lo niegues, en el fondo crees en el amor verdadero, sincero y duradero” – se mofo

“bueno y desde cuando se te ha dado libertad de expresión, yo no te la he dado, así que guárdate tus consejos y cállate, eres mi conciencia, debes obedecerme” – indique molesto

“no puedes hacerme callar aunque lo desees Cullen, soy intocable” – rio esa malvada, pero nuestra conversación fue interrumpida por otra persona.

-¡Señorita! Le pedí un café romano, usted ha traído un americano que además está más frio que la Antártida ¡exijo que me lo cambien! – hablo un hombre molesto, dirigiéndose a la rubia camarera, esta rodó los ojos e hizo una mueca de desagrado.

-Lo siento señor, no puedo atenderlo, en este momento  estoy atendiendo a estos caballeros.

¿ocurre algo señor? – pregunto otro hombre, al parecer era el jefe de personal

-claro que ocurre, he pedido un cambio de bebida porque la señorita aquí presente se equivocó, sin embargo se niega a tomarme en cuenta.

-Jessica – dijo en tono de advertencia – atiende al caballero debidamente – y dirigiéndose al hombre agrego – disculpe  el error y comportamiento de la señorita, estamos algo abarrotados pero enseguida se le cambiara la bebida la cual correrá a cuenta de la casa.

La camarera se alejó molesta, mientras el jefe de personal se dirigía a nosotros – disculpen la demora caballeros, inmediatamente pediré que sean atendidos – alzo la vista buscando a otra camarera disponible – Marie, ven por favor y atiende a los caballeros – sin más se alejó.

Mientras la nueva camarera se acercaba a nuestra mesa, saque el celular para revisar mensajes y correo, sin darme cuenta la camarera se situó frente a nosotros y habló

-Buenas noches caballeros, tomare sus pedidos esta noche  ¿desean ordenar algo inmediatamente  o prefieren ver la lista de bebidas antes? –  su tono y voz eran distintos a los de la otra camarera, su tono era afable y su voz… aquella voz era dulce y agradable a los oídos, levante la vista del celular para contemplar  a la dueña de aquella voz, lo que vi me dejó sin respiración, frente a nosotros se encontraba la mujer más hermosa que había visto: piel fina y delicada, cabello de intenso color caoba recogido en una coleta, ojos de un profundo color chocolate, su cuerpo era una apetitosa combinación de miembros esbeltos y perfectas curvas, de rostro angelical, labios carnosos, de 1.65 m de altura aproximadamente… Era como si hubiese sido creada por los dioses y lanzada a la Tierra con el único propósito de tentar  a los hombres. No podía articular palabra, había quedado mudo de la impresión, Marcus al notar mi estupefacción decidió intervenir, dándome tiempo a recuperarme.

-Quiero un coctel tropical, por favor

Una vez anotado el pedido de Marcus se volvió hacia mi – Usted señor ¿Qué desea pedir?

-A ti – dije sonriendo de lado

-Lo siento señor, no estoy en el repertorio de bebidas o alimentos – dijo serenamente - ¿desea alguna otra cosa?

¡No podía ser!, nuevamente era rechazado, ¿Qué ocurría? ¿Habia perdido mi atractivo en el transcurso del día? Eso era absurdo, hacia solo algunos minutos atrás, la otra camarera estaba más que dispuesta a cumplir con cualquier exigencia de mi parte, al percatarme del verdadero motivo de la actitud de esta camarera cambie mi expresión a una de seriedad.

-Entonces pediré un café cortado – dije sin mirarla, obviamente ella era consciente de la reacción que causaba en los hombres y  si  pensaba que por rechazarme su atractivo aumentaría frente a mis ojos, estaba muy equivocada, no permitía que nada ni nadie me manipulara a su antojo, finalmente tome una decisión, buscaría a la otra camarera, mas complaciente y dispuesta, que la que tenia frente a mi ¿Cuál era su nombre? Jessie, Jesca, Jessica ¡bah! Qué más daba.

-Enseguida se los traigo – dicho esto ella desapareció, minutos después llego ¿Marie? …. Si…. Así la había nombrado el jefe de personal, con nuestras bebidas, depositó nuestros pedidos con sumo cuidado frente a nosotros, a pesar de intentarlo no podía apartar la mirada de ella y cada movimiento que efectuaba, momentos después se alejo y la seguí con la mirada antes de perderse entre la multitud.

Pasaron algunos minutos en silencio, mientras daba el tercer sorbo a mi café, mi amigo habló finalmente -¿Por qué nadie me informó que hoy era el día de “ignoren a Edward Cullen”? – parloteo Marcus con ironía

-Cállate Idiota, tú no estás mejor que yo

-Si deseara compañía femenina, lo conseguiría en un santiamén

-Quiero ver eso – exclame

-Pero yo no

-Gallina, sabía que solo alardeabas

-No alardeaba, sin embargo no me apetece “seducir” a nadie por hoy, pero que hay de ti ¿Por qué  no demuestras tu poder y superioridad en el arte de la seducción, con aquella joven? – Marcus señalo un punto del lugar, seguí con la mirada la dirección que indicaba y ahí estaba aquella belleza de ojos chocolates e hipnotizantes, sonreí, el mal humor se había disipado, además era un reto entretenido, sin contar con el hecho de que todo  mundo sabía que el gran Edward Cullen jamás rechazaba un reto, mucho menos perdía, además, la recompensa por el esfuerzo seria gratificante.

“y aquí vamos…  nuevamente” – susurro aquella molesta voz en mi mente

“cállate, lo disfrutaras también” – agregue

-¿Por qué no?... mira y aprende del mejor – en ese instante nuestras miradas se conectaron por breves segundos, levante la mano llamándola

Una vez cerca pregunto - ¿desea pedir algo más? – dijo con aquella voz tan… tan sexi, aquella voz me tenía intranquilo, mejor dicho tenia intranquilo a mi libido, le sonreí mirándola a los ojos y con toda naturalidad dije:

-Quiero 3 cosas: tu nombre, dirección y número telefónico, nena

-Lamento informarle que no contamos con esas bebidas o bocadillos  en nuestro repertorio – dijo irónicamente

-Vamos linda, sabes a lo que me refiero

-Mi nombre, como puede comprobar en la placa del uniforme es Marie, en cuanto a dirección y número telefónico, no es de su incumbencia, si no desea nada mas, continuare atendiendo otras mesas.

-No es necesario tanta reticencia linda, mejor tráenos 2 porciones de algún pastelillo….. Para saborear – dije en doble sentido mientras la recorría con la mirada – elije el que más te guste – finalice guiñándole un ojo.

Se retiro para volver después con 2 porciones de tarta de fresa.

-Aquí tiene – dijo colocando una porción frente  a mí, antes de darle tiempo a apartarse, la tome de la muñeca sorprendiéndola

-Siéntate conmigo – ordené – la otra porción es para ti…. mi amigo aquí presente odia los pastelillos

-Lo siento señor, pero estoy en horario de trabajo

-Entonces, si no estuvieras trabajando, aceptarías acompañarme – afirmé, ahora todo encajaba, ella no era inmune a mis encantos, simplemente se tomaba el trabajo en serio, sonreí, ojala mis empleados también tuvieran el mismo compromiso.

-Bueno preciosa, acompáñame  y si te despiden no hay problema, personalmente me encargare de darte un puesto en mi empresa.

Ella me miro con el ceño fruncido , le jalé la muñeca sentándola en mi regazo, ella ahogo un grito de sorpresa

-¿Qué dices nena, tenemos un trato? – Marie se removió en mi regazo hasta poder ver mi rostro de frente.

Marie relajo el rostro, viéndose angelical, lo que hizo a continuación me tomo por sorpresa: sonrió, aquella hermosa sonrisa me dejo embobado, no podía apartar los ojos de su hermosos rostro.  

-En realidad tengo trabajo que hacer, me agrada este empleo – objetó – pero sin duda puedo acompañarlo a degustar  esta deliciosa tarta, sin embargo – agrego haciendo un puchero adorable – dudo que pueda comerme la porción entera, me preguntaba ¿sería tan amable de ayudarme y comerse una parte de mi porción de tarta? – concluyo dulcemente

-Tendré que hacer un gran esfuerzo, bella damisela, soy un caballero ante todo, sin embargo los caballeros no vivimos de aire….. Dígame ¿Cuál será la recompensa por ayudarla?

-Oh, no sabría como compensarlo – coloco un dedo sobre sus apetecibles labios mientras fingía pensar - ¿sería suficiente un  beso?

-Seria una recompensa enorme, tendría que salvarla de varias situaciones complicadas para corresponder a tan generosa retribución.

-Eso me halaga señor….

-Edward Cullen, a tus servicios bella Marie – dije besándole los nudillos de los dedos, tal como había hecho un par de horas atrás con una pelirroja, en esta ocasión me presente con mi verdadero nombre, algo poco común, generalmente las mujeres que pasaban por mi cama  me conocían como Edward Masen… en fin, esta chica estaba por caer, dudaba que ella tuviera algún novio como el tal Gigadent ese, recordar a ese estúpido me hizo enfadar nuevamente, decidí alejar ese pensamiento en el rincón más lejano, después de todo frente a mi tenía una belleza y no quería echar a perder el momento.

-Oh, señor Cullen

-Edward, llámame así linda

-De acuerdo… Edward, entonces cierra los ojos para darte tu recompensa – dijo con una sonrisa… ¿malévola?..... Seguramente intentaba impresionarme con su habilidad  de besadora, realmente se llevaría una sorpresa cuando descubriera mis habilidades, sin retrasar más el momento, hice lo que pidió, cerré los ojos esperando sentir sus labios, pasaron los segundos, sentía como se movía sobre mí regazo pero no intentabas alejarse, intrigado, decidí abrir los ojos para descubrir el motivo de su retraso en besarme…, antes de poder siquiera pensar en otra cosa, sentí algo frio en todo el rostro, era pegajoso y… ¿dulce? …. En ese momento Marcus estalló en una gran carcajada secundado por las risas de Marie, comprendí que ella me había estampado de lleno y sin compasión alguna la tarta en el rostro.

-Oh vaya Edward, por lo visto tienes un apetito voraz, mira que te has comido mi porción de tarta en tan solo un bocado, ahora me retiro, espero disfrutes de la otra porción de tarta – dijo socarronamente, mientras intentaba limpiarme el rostro y antes de darle tiempo a alejarse, la tome firmemente del brazo.

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y............ hasta aqui el nuevo capitulo, ¿que les parece Marie? ............. definitivamente no es el dia de Edward, eso le sucede por engreido jejejejejjejeje

Por lo pronto tratare bajar de la nube jajajaajjajajaja y actualizar pronto. 

saludos a mis lectoras (es) y hasta el siguiente capitulo :)

 

Capítulo 4: Da Revin Capítulo 6: Round 2

 
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