POV Edward

Sin pensarlo di un paso al frente, pero un brazo me detuvo

― ¿A dónde vas? No querrás meterte en problemas con los Crowley ¿cierto?

― Los Crowley son lo último que me preocupa ― busque a Isabella con la mirada nuevamente e inmediatamente identifiqué al Sr. Swan, parecía que discutía con Tyler, eso era bueno para mi causa, así que no les interrumpí, sin embargo la animosidad entre ellos se esfumó instantes después al tiempo que comenzaron a caminar en mi dirección, estaba listo para acercarme a Isabella nuevamente y demostrar al tipo aquel que Isabella no sería presa fácil, no obstante Karen Turner no estaba de acuerdo, la niña esa, se las arregló para hacer creer que estábamos juntos en la fiesta, sinceramente tuve ganas de ahorcarla; pensé en aclarar el asunto con Isabella pero la mirada asesina que nos dirigió me hizo replantearme la estrategia, porque era seguro que si me acercaba en ese momento terminaría algún moratón en el cuerpo. La deje irse y perderse entre la multitud.

Por primera vez, los modales poco me importaron, deje sola a la "señorita" con su monologo, sin prestarle la más mínima atención. Lo primero fue buscar a Isabella, en la distancia la divise conversando con el barman, del club nocturno, porque para los demás podrá ser el propio presidente del país pero para mí era un simple barman. Me mantuve en mi sitio observándola mientras los demás pasaban y tomaban el micrófono participando en la dinámica organizada, no preste atención a ninguno, ellos nada me importaban excepto la mujer que estaba a unos metros de distancia, odiaba ver las sucias manos de Tyler Crowley sobre la suave piel de su hombro, para mi mala suerte nada podía hacer sin exhibirme.

Entonces sucedió, Tyler volteo y nuestra mirada se conectó, lo mire con odio y envidia, el no merecía estar sentado junto a Isabella, al parecer comprendió el mensaje de rencor porque se puso de pie, por algunas fracciones de segundo pensé que al fin tenia oportunidad de acercarme a ella, pero el imbécil lejos de dejarla sola la tomo de la mano y la halo hasta el escenario donde dedico un par de canciones a Bella, la sangre me hervía especialmente cuando me dirigía miradas burlonas, cuando creí que todo termino, volvió a sorprenderme, tomo de la mano a Isabella y juntos interpretaron una canción romántica, declarándose mutuo amor, esto era demasiado, salí de ahí con prontitud antes de lanzarme encima de aquel tipo y deformarle su estúpido rostro, una vez fuera no dejaba de pensar en ¿Cómo era posible que Isabella estuviera enamorada de Crowley? Especialmente por la naturaleza de esa relación, además ese tipo de vez en cuando observaba a otras chicas, era obvio que no estaba interesado en Bella, lo peor, ella no lo notaba o quizá lo hacía pero pretendía restarle importancia.

Tome la decisión de irme a casa, nada tenía que hacer aquí, busque la llave en los bolsillos mientras caminaba rumbo al estacionamiento y entonces mi mano toco el dije que había comprado para Isabella, mis planes se vinieron abajo con la reciente actuación, me encogí de hombros mentalmente, después de todo siempre podría regalarlo a cualquier otra chica, sin embargo ese dije lo compre especialmente para ella y se lo entregaría el día de hoy, una lenta sonrisa comenzó a formarse en mi rostro al tiempo en que una idea aparecía en mi mente, volví sobre mis pasos, era momento de demostrar que Edward Cullen es difícil de vencer.

Volví justo a tiempo, hable con el dj y antes de darles tiempo a iniciar el baile, comencé a cantar para Isabella, mi Bella, describiendo en esa canción justo lo que sentía y es que mientras cantaba, el recuerdo de aquel beso volvió tan nítidamente, como si recién la besara hace solo unos minutos y no hace más de dos meses, mentalmente sonreí.

Una vez finalizada la canción, baje al escenario dispuesto a hablar con Isabella, pero antes de llegar, ella salió apresuradamente del lugar, también salí con la intención de buscarla, en la distancia vi una silueta caminando lentamente, fui tras ella a una distancia prudente, no obstante mis planes fueron desbaratados por la ramas secas, ella noto mi presencia y al interrogarme, utilice como excusa a su amiga acosadora, aunque la verdad era lo último que me preocupaba en estos instantes, intente bromear pero al parecer Isabella tenía poco sentido de humor…

― Dime Edward, ¿Alguna vez te has tomado la vida en serio? ― pregunto

― Por supuesto, yo….

― Me refiero a que veas más allá del sexo

― Isabella, solo tengo 23 años, soy muy joven aun, recién estoy explorando el mundo femenino, el cual me ha dejado gratos e inmejorables momentos; sintetizando todo aquello, déjame decirte que me estoy tomando la vida lo más seria posible que se puede en mi situación ― aunque aquello pretendía ser una broma y algo de verdad también, en cuanto las palabras salieron de mis labios, los ojos de Isabella se entristecieron y me arrepentí de haberlo dicho, deseaba modificar la situación, después de algunos segundos, ella suspiro e indico la ubicación de un excelente escondite, no obstante , no quería esconderme y de hacerlo preferiría hacerlo con ella, lo cual no era posible en estos momentos, por ahora deseaba su compañía y así lo hice, ella observaba las estrellas y yo decidí hacer lo mismo, el silencio era cómodo, como si los dos estuviéramos en armonía, hasta que ella noto mi presencia. Por fortuna en esta ocasión tuve suerte, la tristeza se esfumo de su mirada y volvimos a nuestra constante discordia.

Finalmente se presentó la oportunidad adecuada para entregarle el regalo de graduación que tanto trabajo me costó encontrar para ella, debo admitir que estaba nervioso cuando Isabella estuvo a punto de descubrir el alto valor monetario del dije, no obstante logre convencerla en que se trataba de una chuchería sin importancia. Después de discutir sobre el dije la conversación paso a otro terreno y sin proponérmelo termine en una posible cita con Isabella, porque aunque ella lo negara, tendríamos oficialmente una cita, lo mejor es que lo conseguiría esta misma noche.

Al parecer algún ser divino estaba de mi parte esta noche porque pude distraerme con un nuevo tema "las constelaciones", cuando niño, no comprendía el empeño de Carlisle el hacernos estudiar todos estos temas, pero hoy en día se lo agradezco.

Volviendo al tema de la "cita, finalmente ella acepto y quedamos en el teatro IMAX, estaba extasiado que no pude detenerme, me acerque a ella y acaricie su suave rostro con el dorso de la mano, deseaba más cercanía y lentamente uní nuestros labios en un maravillosos beso, agradecí cuando ella no se resistió y correspondió con la misma intensidad, en estos momentos ¿a quién le importaba respirar? Yo solo deseaba saborear sus labios eternamente. Pero mi pequeña acompañante no pensara lo mismo y me vi en la necesidad de separarnos, aun así no quería separarme totalmente de ella, uní nuestras frentes mientras el oxígeno entraba a nuestros pulmones, cuando no pude alargar más el momento me despedí de ella con un beso en la frente y una sonrisa.

Definitivamente esta noche fue la mejor, camine hacia el estacionamiento para volver a casa, la sonrisa no se iba por nada….. Al fin tenía una cita con Isabella Swan, la espera valió la pena, y por un segundo sentí una pizca de lastima hacia Tyler Crowley, ahora se había quedado sin prometida, pero bien podría conseguirse otra o que haga lo que le plazca, no me importa realmente, con ese pensamiento entre en un profundo y tranquilo sueño.

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¡Biiiip! ¡Biiiip! ¡Biiiip! ¡Biiiip! ― Ese molesto tono me saco de mi tranquilo sueño, ¿pero quién es el idiota que llama un domingo por la mañana? Que más daba, tomaría la llamada, escucharía lo que tenga que contarme y después colgaría sin haber prestado atención realmente a la llamada, por ahora quería dormir un poco más.

― Hola, soy Edward Cullen ¿Qué desea? ― dije sin ánimo

― ¡Alteza! Buenos días ― dijo una voz del otro lado que me saco de la ensoñación instantáneamente

― ¿Taide Hadilson? ― lo que me faltaba, el acoso del secretario de mi padre, siempre era lo mismo cuando visitaba Masen, Taide iba detrás mío para asegurarse que realmente iría a Masen

― En efecto alteza, le llamo para…

― Asegurarte que iré a Masen, no te preocupes, puedes decir a mi padre que no hay de qué preocuparse, estaré ahí pronto ― o eso espero, agregue mentalmente.

― No príncipe Edward, el motivo de mi llamada no es sobre su viaje, en realidad…..debería venir pronto ― algo en su tono me puso alerta

― ¿Por qué? ¿ha sucedido algo?

― Así es alteza, en estos momentos estoy en el hospital central de Masen, su padre…. El rey Carlisle ha sufrido un ataque al corazón y desea verle pronto.

― ¡¿Cómo es posible?! ― dije alzando la voz ― ¿por qué no me han informado antes?

― De hecho alteza, recién hemos ingresado a su padre en el hospital, el ataque fue hace poco, le he llamado en cuanto he solucionado lo más relevante para comodidad de su padre ― aclaró

― Comprendo, salgo rumbo al aeropuerto en este instante, llámame si surge cualquier novedad ― solo rezaba porque tuvieran disponible un boleto para hoy mismo con destino a los Ángeles y desde ahí tomar el vuelo directo a Masen, utilizar el jet privado habría sido más eficiente, pero era necesario anticipar el vuelo al menos un día antes para que localizaran al piloto y demás personal necesario, yo no disponía de tiempo, mi padre estaba enfermo y deseaba estar pronto a su lado, mi madre y hermana deben de estar con los nervios de punta por este suceso.

― Con respecto a su vuelo Alteza, me he encargado de que todo estuviera listo, por fortuna el piloto de su jet privado estaba cerca y en estos momento se dirige al aeropuerto, en cuanto usted llegue saldrá rumbo a Masen sin contratiempos de ninguna índole

― Gracias Taide, realmente no tengo cabeza para nada en estos momentos, mi padre es afortunado de tenerte a su lado ― Luego de aquello colgué, mi cabeza estaba hecha un lio después de recibir la noticia, solo atine a llamar a Jane y reunirme con ella en la sala de espera y dejar todo a su cargo, al igual que mi padre yo también tenía la fortuna de contar con Jane.

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― Y no olvides reunirte con los ejecutivos de Comcast mañana a primera hora Jane, reprograma las demás reuniones para la próxima semana, asegúrate también que el balance general esté listo en el transcurso de la semana…. Y casi lo olvidaba, ten mi teléfono celular, no lo necesito en Masen, más aun con esta noticia, apenas tengo idea de donde estoy parado.

― Solo espero no recibir reclamos de tus aventuras ― intento bromear

― Precisamente por eso te doy el móvil, lidiaras con esas aventuras porque en realidad no tengo ánimos para mujeres histéricas. ― dije siguiéndole la corriente aunque sin sonreír, en realidad no estaba con el mejor ánimo

― Esto significara un aumento en mi suelto ¿no te parece?

― Hablaremos sobre ello después, debo irme ya

― Que tengas buen viaje Edward, dale mis saludos a tu padre y espero su pronta recuperación

― Gracias Jane ― camine un par de pasos y divisé a una pareja despidiéndose e inmediatamente vino a mi mente la noche anterior, lance una maldición, había olvidado por completo mi encuentro con Isabella, posiblemente me deteste por cancelar la cita pero una vez exponga mis motivos podremos volver a este punto, aunque la explicación larga tendrá que esperar, gire nuevamente hacia Jane y pensé en la mejor manera de enviar el recado a Isabella sin que mi asistente sospechara ― Jane … ehh, necesito un favor más… mira, llama a Isabella, dile que por el momento no dispongo de tiempo para…..uhmm… ― esto era un lio ― cerrar el acuerdo, ha surgido un asunto importante que debo atender cuanto antes….. pero me comunicare con ella después, cuando tenga tiempo"

― Pero no tengo su número Edward

― En la oficina esta una tarjeta con los teléfonos de Renata Swan, llama a su casa y pregunta por el número de Isabella, no lo olvides Jane, esto es importante.

― No te preocupes, le daré tu mensaje, ahora ve, el avión espera y debes llegar pronto a Masen, llámame en cuanto tengas noticias de tu padre.

― Lo haré. Adiós Jane y nuevamente gracias ― después de abrazarla camine hacia la puerta de embarque privado para abordar directamente el jet, durante todo este tiempo fuera de mi hogar nunca imagine volver de esta manera, esperando noticias sobre la precaria salud de mi padre, dios, él siempre se mantuvo fuerte física y mentalmente, ahora, esta noticia me hace ver realmente que nada dura eternamente, al final soy consciente del pasar de los años en mis padres, así como de su necesidad de verme casado pronto….. ¡la boda! Otro detalle del cual no deseaba profundizar mucho en estos momentos, pero algún di tendría que hacerlo..

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Después de 15 largas horas de viaje e incertidumbre, finalmente llegue a Masen, mi hogar, donde he pasado la mayor parte de mi vida, se suponía que mi regreso estaría lleno de felicidad, pero en estos momentos lo último que deseaba era una celebración, en cuanto la aeromoza anuncio el aterrizaje, me abroche el cinturón y espere impaciente, por fortuna durante el vuelo estuve en constante contacto con el asesor de mi padre, al parecer estaba evolucionando favorablemente, por él también sabía que mi madre y hermana estaban agotadas por la emoción y lo mejor era no anunciarles mi llegada y dejarlas descansar, de lo contrario aun agotadas, tratarían de celebrar mi llegada, 10 minutos después, tome mi chaqueta puesto que no tuve tiempo de hacer ningún equipaje, lo cual no era problema, aquí tenia ropa y aunque no fuera el caso, podría comprar.

En la pista de aterrizaje esperaba Damien Hazel, el chofer de la familia junto a un Audi A8 W12 negro.

― Buenas tardes alteza, ¿el vuelo fue confortable? ― dijo el hombre abriendo la puerta de atrás del auto

― Así es ― dije solo por formalidad, en realidad no preste la más mínima atención a la comodidad o la ausencia de la misma.

En cuanto subí al auto nos pusimos en marcha, deseaba llegar al hospital cuanto antes, sin embargo minutos más tarde note que Damien tomaba una ruta distinta, aunque posiblemente se estaban realizando reformas en alguna zona y era necesario el uso de rutas alternas, por lo que guarde silencio por un momento, más aun, continuaba conduciendo rumbo al palacio Masen.

― Disculpa Damien, pero necesito llegar junto a mi padre cuanto antes

― Lo siento alteza, pero tengo órdenes expresas de llevarlo directamente al palacio

― Entonces, en mi calidad de príncipe heredero revoco dichas ordenes, ahora llévame con mi padre

― Eso hago alteza ― dijo tranquilamente

― Pero… no comprendo, ¿mi padre está en el palacio?

― En efecto príncipe Edward

― ¿Cuándo le dieron de alta?

― Disculpe alteza, pero quien no comprende ahora, soy yo ― el tipo me observaba confundido desde el retrovisor

― Damien, te hare una pregunta y te ruego, me respondas con absoluta sinceridad ― dije después de algunos minutos cavilando

― No tiene que pedirlo príncipe, puede preguntar lo que desee

― La salud de mi padre ¿es precaria?

― En absoluto alteza

― No me refiero a este momento, sino al día de ayer

― Alteza…. El rey Carlisle es el hombre con mayor vitalidad que he conocido ― dijo con seguridad y confundido por mi pregunta, por mi parte no podía dar crédito a lo que oía, suponiendo que esto fuera verdad, entonces quien estaba en el hospital… una fugaz idea cruzo por mi mente, podría tratarse de…. de ¿mi madre?, oh Dios.

― Damien, mi…― me aclare la garganta por el nudo que se había formado ― la reina y la princesa ¿están bien?

― Si me permite alteza, su madre y hermana gozan de perfecta salud…. Disculpe el atrevimiento, pero ¿se encuentra bien? Si gusta pasar al hospital antes….

― No te preocupes Damien, en realidad ahora necesito llegar cuanto antes al palacio ― continuamos el resto del viaje en silencio. Finalmente Damien entro por la verja ubicada en la zona posterior del palacio, lo cual agradecí en silencio, aun no deseaba que los ciudadanos se enteraran de mi presencia en Masen.

El palacio, se destacaba por la cantidad de elementos decorativos y diseños tomados de la arquitectura árabe clásica. Parecía una fortaleza por fuera, por dentro era un enorme laberinto compuesto por amplios pasillos y tranquilos patios. Tenía preciosos jardines y los edificios estaban unidos a través escaleras de piedra y pasarelas aéreas cubiertas. Era una mezcla entre pasado y presente debido a las diversas restauraciones por las que ha pasado.

En cuanto coloque un pie en el palacio se oyó un ruido atronador provocado por la caída de la bandeja que contenía la vajilla.

― Alteza….. pero …. Esto es una sorpresa ― decía un asombrado Aidrien, mayordomo de la familia en los últimos 30 años ― nadie nos informó de su llegada

― Vamos Aidrien, deja los formalismos, soy el mismo Edward al que reprendías cuando niño ― dije con una sonrisa ― supongo que ahora que ha pasado la impresión inicial, me darás la bienvenida que merezco ― agregue acercándome y abrazándolo, él correspondió a mi abrazo

― Muchacho, te hemos echado de menos

― Y yo a ustedes…. ¿Dónde está mi padre?

― En la biblioteca, te anunciare inmediatamente

― No es necesario ― al asintió, comencé a caminar rumbo a la biblioteca con pasos silenciosos.

― ¡Y Jaque mate! …. Unos días de descanso, justo lo que hacía falta, ¿no te parece Taide?

― En efecto Majestad, ahora le veo con mejor humor

― Con mayor razón, después de haber ganado esta partida de ajedrez… ¡otra vez!, a veces me pregunto si cedes la victoria a propósito

― No hace falta, posee destreza en el juego majestad

― Eso espero, como sea, ¿Cuándo llega mi hijo?

― No debe demorar, no se preocupe majestad

― No estoy preocupado, solo ansioso

― No deberías padre ― contesté entrando a la habitación después de escuchar el breve intercambio de palabras entre mi padre y su asistente, por su voz enérgica resultaba difícil imaginarlo enfermo, pero al entrar y verlo en silla de ruedas, cambiaba por completo la imagen que tenia de él. ― la ansiedad puede afectar tu corazón, dudo que Masen desee quedarse sin monarca y yo sin padre, antes de tiempo.

― ¡Hijo mío! No sabes la dicha que siento al tenerte de regreso en nuestro país. Cuéntame ¿Qué tal el vuelo?

—No tengo idea —respondí sacudiendo la cabeza ― Me lo he pasado rezando, sinceramente me habría gustado volver de forma distinta ― dije en una mueca al recordar los peores escenarios que pasaron por mi mente mientras aún estaba a bordo del avión.

― Eso que importa Edward, tu regreso es motivo de alegría y celebración, pediré que preparen todo cuanto antes.

― No es necesario padre, primero está tú salud, además mamá debió pasar por una gran preocupación por tu enfermedad, lo mejor será dejarla descansar

― Nada de eso hijo, ahora me encuentro mejor, por si te hace sentir mejor, será una breve y sencilla celebración ― acepte para no continuar discutiendo con mi padre ― por cierto Edward, en efecto Esme ha estado preocupada, lo conveniente será no recordarle el episodio ― estuve de acuerdo con su punto.

Más tarde pase a saludar a mi madre y hermana, quienes se sorprendieron enormemente al verme aparecer, cual si fuera un fantasma, aunque la conmoción fue breve, la lluvia de preguntas a las que me enfrente posteriormente no lo fue, al final solo respondí a las preguntas que pude entender, Esme y Alice hablaban al mismo tiempo que era un desafío poder entender a cada una.

Finalmente Esme se retiró, murmurando sobre celebrar mi regreso y yo quede a solas con mi hermana menor Alice, una hermosa jovencita de 15 años, cabello largo, castaño oscuro, ojos marrón, piel color miel, y estatura… bueno no se puede especificar, aún está en crecimiento, pero sin duda será una enana, sonreí por mi pensamiento, si Alice se enteraba … me iría mal, en carácter es: alegre, sociable, manipuladora cuando le conviene, especialmente con mi padre, creativa y con gran instinto por la moda.

― ¡Estoy tan feliz de tenerte en casa Edd! ― exclamo y sin más se lanzó sobre mí, para ser tan pequeña tenia fuerza

― ¿Cómo has estado pequeña?

― No soy pequeña Edward, lo que pasa es que aún estoy en desarrollo

― Lo sé pequeña, pero a tu edad solía ser más alto y…

― ¿Vas a empezar con eso nuevamente? ― dijo haciendo un tierno puchero

― Solo bromeaba Ali, no te pongas así

― Te perdono solo porque estoy feliz de tenerte de vuelta en casa

― Me alegra saber eso, además después de la preocupación que pasasteis mamá y tú por la salud de papá, no creo que sea propicio hacer bromas ¿cierto? ― me arrepentí en cuanto las palabras abandonaron mis labios, no debía recordarles el episodio

― ¿Por la salud de papá? ¿De qué hablas Edward?

― Alice, no hace falta fingir, me he enterado en cuanto sucedió ¿Por qué crees que tome un vuelo inmediatamente? ― posiblemente Alice tampoco pretendía preocuparme, pero era mejor aclararle que estaba enterado de todo.

― No finjo Edward, ¿Qué se supone que ha sucedido? ― Alice realmente estaba confundida ¿Por qué?

― Papá sufrió un infarto de miocardio el día de ayer, Taidé me llamó desde el hospital central para informarme, no me comunique con ustedes pues supuse que estarían angustiadas y…

― Un momento, veamos si comprendo, dices que papá estuvo en el hospital ¿a causa de un fallo cardiaco?... y además ¿sucedió ayer? ― asentí confuso ― Esto explica algunas cosas ― susurro mi hermana para sí misma

― ¿A qué te refieres Alice?

― Supongo que esto fue planeado ― la observe con el ceño fruncido, a lo cual agrego ― hablo de tú regreso precipitado

― Yo lo llamaría necesario

― No Edward, no estas comprendiendo

― Ilumíname entonces

― Veamos, por donde comienzo, y no me digas que desde el principio, porque en realidad no se cuál es el principio ― la deje ordenar sus ideas por unos instantes ― bien, ambos sabemos que papá está obsesionado con verte casado y establecido en Masen e incluso hace meses nuestros padres fueron a Nueva York a visitarte y así informarte de su plan para encontrarte esposa ― asentí ― bueno, al volver, papá se mostraba preocupado sobre tu vacilación en volver, en sus momentos libres murmuraba cosas como: "ojalá deje de lado sus andanzas y decida por fin formar una familia, quiero nietos pronto"; "debo asegurarme de que vuelva"; y últimamente decía "no puedo esperar por más tiempo"

― Ya veo, pero Alice, dudo que papá se provocara un paro cardiaco a propósito, solo para hacerme volver, incluso con esta información comienzo a sentirme culpable, tal vez la tensión de tenerme lejos le ha debilitado

― Tienes un buen punto, pero déjame decirte algo más, sinceramente dudo que ir al hipódromo y apostar en las carreras de caballos para después celebrar la victoria sea considerado como "un paro cardiaco", al menos en términos médicos no lo seria.

― ¡¿Cómo?!

― Lo que has oído Edward, papá se tomó el día libre para asistir a la carrera de uno de los caballos pertenecientes a su cuadra de pura sangres, después fue a celebrar y hoy por la mañana pidió a Taide le consiguiera una silla de ruedas, en la cual se ha pasado prácticamente todo el día afirmando que necesitaba hacer creíble la historia, no comprendía sus palabras, al principio sospeche que sufría de resaca, pero ahora lo comprendo mejor.

― Y yo también ― dije con los dientes apretados, ¡mi padre! Un hombre honorable, se atrevía a valerse de sucios trucos para hacerme volver, como si no fuera capaz de esperar una semana más

―"¿habrías vuelto en una semana Edward? Yo digo que habrías demorado al menos un mes" ― murmuro una vocecita que creí muerta hace siglos, bueno tal vez no tanto tiempo ― "lamento decepcionarte muchacho, pero sigo aquí y siempre lo estaré, simplemente estaba aburrido de tratar con un cabeza de chorlito como tú"

― "No soy un cabeza de… pero ¿Qué hago? Es estúpido discutir con uno mismo"

― "Lo sé, tú eres estúpido" ― decidí ignorarlo y volví a la realidad

― Alice, estoy agotado con todo lo acontecido, supongo que iré a dormir un momento

― De acuerdo hermanito, descansa ― Salí en busca de mi padre, el cual al parecer se había esfumado sin embargo después de algunas vueltas lo localice en el jardín

― Entonces no hay problema alguno… si….. no se preocupe todo está en orden ― finalizo la llamada después de una corta despedida y volteo a mirarme

― Hijo llegas justo a tiempo para acompañarme a celebrar un nuevo logro para nuestro pueblo, además hay mucho de qué hablar

― Estoy de acuerdo ― poco después apareció el mayordomo con una botella de vino ― Padre, dudo que sea conveniente beber, hace poco dejaste el hospital ― dije tratando de pillarlo en la mentira.

― Eh…. Es cierto hijo, tengo mala memoria, sin embargo no hay motivo por el cual tu no bebas

― Prefiero no hacerlo solo, como bien has mencionado hay mucho de qué hablar, espero no someterte a gran tensión

― ¿Qué sucede Edward? Por tu mirada y tono es obvio que algo no anda bien

― Nada padre, simplemente me preguntaba ¿Por qué diantres me hiciste volver basándote en mentiras? ― pregunte molesto

― ¿Quién ha dicho eso?

― No se trata de ¿Cómo? O ¿Quién? Sino de ¿Por qué? ― Carlisle suspiró resignado

― Sabía que descubrirías la verdad, no obstante esperaba que lo hicieras dentro de varias semanas….. Vamos Edward, no me mires así, acepto mi culpabilidad, pero lo hice porque anhelaba tenerte aquí lo antes posible….. Antes de que iniciaran las celebraciones para concretar tu matrimonio, solo quería pasar tiempo contigo, a veces pienso que me he ausentado tanto en tu vida por dedicarme a ser un buen gobernante para nuestro pueblo.

― No te sientas culpable padre, contrario a lo que piensas, no tengo ningún reproche, has estado siempre que te he necesitado y eso ha sido suficiente para mí.

― Gracias hijo….. entonces perdonaras la ocurrencia de este viejo

― Siempre que me asegures que no se volverá a repetir, no sabes el buen susto que me has dado. ― la tarde continuo sin inconvenientes pronto nos reunimos a cenar, estábamos juntos nuevamente, como familia.

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Los días continuaron tranquilamente, después de la "broma" de mi padre, me dedique a visitar aquellos lugares que tanto me gustaban, así como a pasar tiempo con mi familia, aunque en un primer momento pensé en volver inmediatamente a Nueva York, pero finalmente desistí, pues no tendría sentido ir por un par de días para después volver a Masen, además, la constructora estaba en manos adecuadas, de suceder algo que requiera de mi intervención podría dirigir todo desde aquí sin problema alguno, además la sede principal está aquí.

Durante el tercer día de mi estancia en Masen recibí una visita entrañable.

― ¡No puedo creerlo! Tan solo me ausento un par de días en palacio y sucede de todo ― decía aquella voz desde el recibidor ― ¿Dónde está? ― exigía saber ― Edward, pero que grata sorpresa mi niño adorado ― expreso con emoción al verme, posteriormente me abrazo cálidamente ― ¿Cuánto tiempo sin vernos?

― No ha transcurrido tanto tiempo nana, está exagerando

― Calla esa boca tuya niño malcriado o harás que olvide que ya eres un hombre y te coloque sobre mis piernas ― extrañaba esto, con Avalene era lo mismo siempre, un momento era su adorado niño y al instante siguiente un malcriado merecedor de algún castigo

― No fue mi intención ofenderte nana, no obstante….. no me arrepiento de nada ― sin esperar comencé a correr tratando de huir de mi nana, lo cual conseguía la mayoría de las veces.

Más tarde mientras daba un paseo por los exuberantes jardines que rodeaban el palacio, recibí la llamada inesperada de un amigo

― ¡No me lo puedo creer! El pequeño Eddy se casa al fin

― Desearía verte en mi situación, te aseguro que no es divertido, además ¿Quién ha dicho que he de casarme?

― Vamos Edd, estas en Masen, habrá una gran cena de estado entre otros acontecimientos y es un secreto a voces que Carlisle lo ha organizado para que elijas a la candidata adecuada a ser tu consorte

― Lamento decepcionarte pero no se ha confirmado nada aun

― Eso está por verse, ah y una cosa, esta vez no le lleves la contraria tus padres por capricho

― Vaya, vaya, me empujas al precipicio, creí que éramos amigos

― Y lo somos, aun así, no tengo intención de perder 10 de los grandes contra Peter

― Entonces prefieres arruinarme la vida en vez de perder dinero ¿cierto?

― No Eddy, hay que aclarar una cosa, no te voy a arruinar la vida….. eso lo harás tu solito, no le veo nada de malo que los demás aprovechemos tu desgracia a nuestro favor. Pero tranquilo compañero, estaré ahí ofreciéndote el hombro para desahogarte ― lo último que oí fue una sonora carcajada del otro lado de la línea.

Definitivamente este verano sería bastante largo, deseaba volver a Nueva York pronto.

Por fortuna la tarde fue menos estresante, tal como prometieron, mis padres organizaron una breve fiesta de bienvenida, a la cual fueron invitados los habitantes de Masen, sentí una gran emoción al sentir la calidez con la que me recibían, esto era mi país, mi hogar y aunque no estuviera de acuerdo, tenía una obligación que cumplir, se lo debía a ellos…..

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La semana transcurrió rápidamente y pronto me encontraba en la habitación vistiéndome para la cena de estado de esta noche, en la cual asistirían dignatarios cercanos a mis padres, así como sus respectivas familias, también asistirían familias influyentes en Masen y estados cercanos…. Comenzaba a sentirme exhausto incluso antes de iniciar la fiesta; por lo que me ha explicado Esme, estas familias serán las primeras en llegar, las restantes, se presentaran en el transcurso de las 2 semanas siguientes… ¡rayos!...

― Oh, alteza, es usted tan … agradable ― por la forma en que me miraba sospechaba que pensaba algo más de lo que decía… llevaba aquí más de una hora escuchando tonterías sin sentido, risas tontas e insinuaciones de todo tipo, buscaba la oportunidad de escapar, tomar aire fresco, pero esto parecía un complot, nadie me dejaba en paz siquiera un minuto, de continuar así, haría algo malo, quizás ahorcar a alguien

― ¡Ahí estas Eddy! ― oí la voz grave de Emmet McCarthy, aunque odiaba aquel apodo, agradecí su intervención

― Hola Emmy, me alegra volver a verte ― sabía que el odiaba aquel apodo, no me equivoque y sentí satisfacción al verle fruncir el ceño

― Ya no soy un Emmy, ahora soy un gran Emmet, tu por el contrario estuviste a punto de quedarte enano.

― Tenemos la misma estatura, la diferencia es que yo no crecí a los lados

― ¿Me estas llamando gordo?

― ¿Tú crees? ― me burlé

― Por supuesto, y si no fuera porque no deseo perder la apuesta borraría esa sonrisa petulante de tu rostro enviándote a la cama enseguida

― Te daré el doble si me haces el favor

― ¿Tan mal lo estás pasando? ― asentí ― bueno últimamente no me siento tan benevolente así que mejor te dejaré sufrir, tal vez en una hora me apiade de ti ― sin más se marchó con una sonrisa burlona en el rostro, maldito Emmet, esta noche era una tortura y nadie podía ayudarme, ojalá Bella estuviera aquí, dejaría el aburrimiento haciéndole alguna trastada y después estaría escondido tratando de huir de ella, sonreí inesperadamente por mis pensamientos.

― Por lo visto no me he equivocado en organizar todo esto ― aseguró Carlisle con una sonrisa triunfante en el rostro ― tu sonrisa lo dice todo, has encontrado a la indicada

― Padre, creo que no….

― No te preocupes hijo, prefieres mantener tu decisión en secreto, lo comprendo y apoyo, es mejor asegurarse antes, además aún faltan algunas debutantes, pero las conocerás en el transcurso de los próximos 10 días. ― asentí en silencio, Carlisle era difícil de convencer cuando se le metía una idea a la cabeza.

Más tarde cuando todos los visitantes fueron ubicados en sus respectivos aposentos mi padre pidió hablar conmigo en la biblioteca, al llegar le vi sentado detrás de su escritorio, bebiendo una copa de coñac.

― Adelante hijo, cierra la puerta y siéntate, necesito hablar contigo

― Te escucho padre

― Edward, sé que he dicho que respetaría tu prudencia, no obstante me gustaría saber ¿quién es la afortunada? Prometo guardar el secreto

― Papá, veras… no me gusta ninguna, son guapas pero no creo que sean aptas para el trono

― Pero sonreías en el salón ― argumentó perplejo

― Bueno, eso le ocurre a cualquiera después de hablar con Emmet ― expliqué encogiéndome de hombros

― Yo creí… eso ya no importa, no todo está perdido, aún faltan algunas jovencitas, estoy seguro que alguna llamara tu atención irremediablemente ― vaticinó