Todo era perfecto, los dias pasaban y yo me enamoraba de Edward cada vez más a pesar de que sabia que no era correcto.

Cada vez que me abrazaba y cada vez que me besaba era sencillo fantasear con que también me amaba aunque eso nunca podría ser...

No sabia cuando terminaria el verano pero lo dias iban cada vez más rápido, yo aún tenía pendiente el proyecto de publicar mi libro aunque aun no habia consultado con nunguna editorial.

Los dias siguieron pasando y yo era más que feliz y Alice lo notaba; era feliz aunque mi felicidad me condenara.

Soliamos ir al prado muy seguido pues nos gustaba el arroyo y el hecho de tumbarnos en el pasto.

Aquel dia fue diferente, Edward me llamó diciendo que iba a psar por mi más tarde con el pretexto de ver las estrellas en el prado, yo estuve de acuerdo. Le avisé a Alice y me preparé.

Edward llegó puntual por mi y nos fuimos.

El crepúsculo le daba al prado un aspecto tan diferente como encantador, Edward sacó de la mochila que llevaba un par de mantas y nos sentamos sobre ellas, él se sentó detras de mi y me abrazó mientras yo recargaba la espalda en su pecho.

El crepúsculo dió paso a la noche y mientras veiamos las estrellas Edward suspiró, volteé mi rostro para verlo y antes de que pudiera hablar me besó.

-Me voy mañana -dijo despues

-¿Qué?

-Para mi el verano terminó, debo regresar

-Nunca me dijiste de donde eres, bueno donde estas

-En Chicago, tengo que volver.

-Ok -dije esperando que no se me notara lo mucho que me dolia que se fuera.

-Queria despedirme de ti.

-Eso estas haciendo...

-Pero no asi.

-¿Entonces cómo?

No me respondió, tomó mi rostro una vez más y me volvió a besar. El beso cobró intensidad hasta que me tuve que separar para tomar aire. Tenía una vaga idea de su "despedida"...

-Edward...

-Esta bien, lo siento, entiendo si no quieres hacer esto conmigo...

pasados unos segundos respondí:

-Sí quiero.

A partir de ahi todo fue tan fácil, fue mágico, maravilloso... nuestros cuerpos parecian estar hechos para estar el uno con el otro. Fue la mejor experiencia de mi vida y casa lloro de felicidad.

Toda mujer sueña con hacer esto con el hombre que ama yo si que amaba a Edward, el momento hubiese sido más que perfecto si el sentimiento fuera mutuo.

Nos quedamos ahi, yo recostada sobre su pecho mientras me acariciaba el cabello.

-¿Ahora si me vas a decir por qué no querias una relación?

Psados unos minutos contesté mientras jugueteaba con su cabello de extraño color bronce.

-Las relaciones terminan y todo acaba. No es bueno enamorarse...

-Tienes razón, el amor hace daño

-¿Es por eso que no crees en el?

-Sí, el amor significa sufrir y no me gusta el sufrimiento...

Tenía razón pero ¿debería decirle que lo amaba? Tampoco creia que mis sentimientos le iban a hacer quedarse...