Me deserté por la mañana en mi gran cama, cubierta hasta el pecho por una blanca sábana, pero algo me faltaba. Cuando me giré, vi que estaba sola, Edward no estaba en la cama. Me sobresalté, ¿por qué Edward no estaba allí, conmigo? A lo mejor estaba en la cocina, o en el baño… Me levanté de la cama con la sábana alrededor de mi cuerpo y me fui al baño. Allí no estaba.
-¿Edward?- dije acercándome a la cocina. Allí tampoco estaba. Ni en el salón ni en ninguna habitación. Me pareció raro, pero me di cuenta de que en la mesilla de mi cuarto había una nota que además tenía su letra.
Bella:
Me he tenido que ir porque han ingresado a mi hermana en el hospital, se ha desmayado y no saben por qué. Llámame cuando te despiertes.
Te quiero
Edward
No me lo podía creer, Alice estaba en el hospital. Me vestí rápidamente y llamé a Edward.
-Bella- me contestó
-Edward, ¿qué tal está tu hermana?- le pregunté en tono de preocupación.
-Tranquila Bella, la han hecho unas pruebas y mañana nos dirán qué es lo que la ha pasado.
-Oh, vale… ¿quieres que vaya para allá?- le pregunté, me parecía mal no ir a verla.
-Vale, lo que quieras,¿vienes ya para acá?- me preguntó
-Sí, ya salgo de casa… besos… Te quiero- colgué el teléfono móvil y salí por la puerta con el bolso en la mano. Me fui directa al coche y me fui camino al hospital.
Cuando llegué, me dijeron que estaba en la habitación 211, así que fui para allá. Llamé a la puerta y oí la voz de Edward decir “pasa cariño”, y le hice caso y pasé.
-Hola- dije con la respiración acelerada, pues me había subida 3 pisos andando, o más bien corriendo.
-Hola cariño- Edward se acercó y me dio un beso. Alice estaba tumbada en la cama y tenía buena cara. Jasper estaba sentado al lado suyo y me saludó.
-Hola Bella- dijo Alice recostada en la cama.
-¿Qué tal estás?- la dije acercándome a ella para verla mejor.
-Mejor, me van a dar el alta a las 2 de la tarde.- me dijo con una sonrisa en la cara. Me alegré de verla así, pensaba que estaría peor. Nos quedamos un buen rato en el hospital con ella y con Jasper hasta que la dieron el alta, y Edward y yo nos fuimos a mi casa.
-Edward, he pensado que podríamos ir mañana a casa de mi padre para que le conozcas.- le dije a Edward una vez ya dentro de mi casa.
-Oh, vale, me parece bien- me dijo. Yo ya había hablado con mi padre sobre Edward, y él me había dicho que haber si quedábamos un día, así que le llamé para quedar el lunes a cenar.
-Ya está- le dije a Edward colgando el móvil- Mañana le dan las pruebas a tu hermana, ¿no?- le pregunté dejando el móvil encima de la mesa y sentándome al lado de Edward, que se encontraba viendo la tele.
-Sí-me pasó su brazo por encima de mis hombros.- Bella, ¿quieres que vayamos a mi casa? Me gustaría enseñártela.- me sonrió.
-Vale, ¿ahora?- pregunté
-Claro- se levantó del sofá y yo le seguí hasta la puerta y nos fuimos.
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