Salimos por la puerta de casa y nos fuimos al coche. Esta vez íbamos en el coche de Edward. La casa de Alice no estaba muy lejos, a 15 kilómetros de la mía. Era un chalet, con piscina, super bonito. Llamamos al timbre y salió Alice. Era morena, con el pelo corto y peinado hacia fuera. Era más o menos de mi altura, 1,67 y tenía una enorme sonrisa dibujada en su fina cara.
-¡Hola Bella!- se lanzó hacia mí para abrazarme. Yo estaba un poco avergonzada, era la primera vez que la veía y ya me saludaba así.
-Hola- la dije sonriéndola. Edward se rió y con su mano puesta en mi cadera, me invitó a pasar. Entramos al salón, donde estaba Jasper, sentado en el sofá con una coca cola en la mesa. Al verme, se levantó de inmediato y vino a saludarme.
-Encantado de conocerte Bella- me dijo tendiéndome la mano en gesto de saludo.- Hola Ed- le dijo a Edward dándole un pequeño puñetazo en el brazo. Ambos se rieron, y yo también.
-Bella, ¿quieres tomar algo?- me dijo Alice desde la cocina.
-Sí… una coca cola, porfi- la dije en tono amable.
Alice me enseñó la casa mientras Jasper y Edward veían un partido de fútbol que echaban en el canal 7. La casa era preciosa: tenía 3 habitaciones, dos baños, una cocina y un salón. Fuimos al salón junto con los chicos y pasamos allí parte de la mañana hasta que llegó la comida. Estaba riquísima, eran macarrones con tomate y estaban de muerte, de hecho repetí. Después de comer, estuvimos charlando un rato en el salón. Alice y Jasper eran muy majos, y me contaron que Alice tenía un pequeño problema para quedarse embarazada, pero que seguiría intentándolo.
-Bueno… nos vamos a ir ¿no?- me dijo Edward desde el sofá de enfrente mío y sonriéndome, como no.
-Lo que quieras- le dije
Nos despedimos de Alice y Jasper y nos fuimos.
-¿Qué tal?- me dijo Edward esperando a que le dijera algo sobre su hermana. Estábamos sentados en el coche.
-Muy bien, tu hermana es muy maja, y Jasper también.- le dije con una sonrisa en la cara.
Edward arrancó el coche y nos fuimos de nuevo a mi casa. Pensé en llamar a mi padre y contarle lo de Edward para quedar algún día de estos, y ya de paso, para presentarle a Edward.
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