El segundo capitulo.... Los Kiiero!
Arranque como si fuera un loco, tome mi celular y marque el numero de su casa, talvez había sido un malentendido, talvez ellos sabían algo, sonó varias veces antes de que contestaran.
Bueno? – dijo una voz femenina.
Quien habla – pregunte a instante.
Edward, eres tu? – Pregunto – soy yo Ángela – dijo al fin.
Ángela, escúchame por favor!, sabes algo de bella? – pregunte con el alma en un hilo, di vuelta en una curva a tal velocidad que las llantas chillaron.
Bella?, ella salio hace un rato de aquí, pasa algo? – pregunto.
Yo, ella me hablo, su voz sonaba desesperada Ángela, estoy muerto de la preocupación, su celular me manda al buzón – explique.
Dios mío Edward, donde esta bella? – pregunto preocupada.
No lo se – apreté el teléfono entre mis manos.
Donde estas? – pregunto de nuevo.
Iba a contestarle, pero al dar vuelta en una calle obscura vi una especie de accidente, mi corazón se apretó de dolor – Ángela, te llamo luego – dije con voz seca.
Edward, espera…. – le colgué.
Cuando me acerque al accidente, me di cuenta del auto que se trataba, era una limusina negra, baje de mi auto casi corriendo, sentía que mi cuerpo no reaccionaba, mis piernas no querían moverse, pero me obligue a reaccionar, la limusina estaba encima de una banqueta, estrellada contra una pared de concreto, ese auto era muy familiar para mi, mis ojos se llenaron de lagrimas que no tardaron en caer por mis mejillas, abrí con mucha dificultad la puerta trasera, había vidrios y trozos de metal por todas partes, sabia que al abrir la puerta mi corazón se destrozaría totalmente, pero fue peor de lo que imagina, mire desesperado el interior pero no había nada, solo sangre y mas destrozos, deje de respirar, me acerque al asiento del conductor y ahí estaba ese joven de piel morena, con el rostro lleno de sangre, cubierto de múltiples golpes, lo baje rápidamente, dejándolo en el suelo, tenia el cuerpo lleno de sangre y un brazo fracturado, comenzó a quejarse ruidosamente, lo sostuve para que pudiese hablar.
Tyler – lo llame desesperado – tyler respóndeme – suplique.
Jo…ven ed..ward – dijo como pudo.
Tyler, por favor, dime… donde esta be…lla – mi voz se quebró al mencionar su nombre.
Se… la han llevado – tosió ruidosamente.
Sentí un horrible frío, me traspaso los huesos y subió hasta mi mente, se la han llevado – esa frase subía y bajaba por mi mente, mi bella, mi amor, mi niña, la única mujer a la que había amado… donde antes había estado mi corazón, solo quedaba un enorme hueco, que dolía con cada respiración, sentí miedo, un miedo como nunca antes, quería ser yo, donde fuese que ella estuviese quería ocupar su lugar.
Quienes? - dije como pude.
Ellos… ellos… - suspiro pesadamente y cayo inconciente.
Tyler, tyler reacciona – grite.
Pedí una ambulancia desesperado, no me daría por vencido, tyler tenia que estar bien, era mi única esperanza para encontrar a mi bella, caí de rodillas al suelo, escondí mi rostro entre mis manos, nunca fui muy creyente, pero en este momento desee con toda el alma que Dios existiera y que la protegiera en cualquier lugar donde estuviera.
La ambulancia y la policía llego minutos después, tomaban fotografías, pruebas y notas sobre el lugar de los hechos, la gente había comenzado a detenerse a mirar lo que pasaba, no es que tuviera puesta mi atención en eso, solo podía pensar en bella, donde estaría?, esta angustia se acrecentaba cada minuto que pasaba, me sentía impotente, inútil, quería salir corriendo y buscarla, pero no tenia idea de donde estaba, quien se la había llevado.
Señor Cullen? – escuche que me llamaban.
Gire y me encontré con un hombre mayor, note el arma debajo de su saco y la mirada desconfiada.
Soy el agente Peterson – me tendió la mano.
Edward Cullen – respondí.
Señor Cullen, soy el encargado de este caso, me podría relatar que sucedió? – asentí.
Yo tenia una cita con mi novia, Isabela Swan – el hueco de mi pecho se contrajo de dolor, pero intente recomponerme – la estaba esperando en un restaurante, me dijo que
iba en camino – explique – pero después recibí una llamada suya, sonaba desesperada, asustada – intente no derrumbarme al recordar su hermosa voz.
Que le dijo ella exactamente – pregunto.
Grito mi nombre y me dijo que la escuchara, pero después se escucho un golpe fuerte y la llamada se corto – los recuerdos me torturaban casi tanto como la realidad.
Como llego usted hasta aquí? – pregunto.
Después de su llamada me preocupe muchísimo y Salí del restaurante en mi auto, después de varios minutos llegue hasta aquí – asintió.
Cuando usted llego, ella no se encontraba dentro de el auto? – negué.
No, solamente su chofer – dije.
El logro decirle algo? – pregunto.
Si, el alcanzo a decir que se la habían llevado – mi estomago se contrajo dolorosamente.
Cuales fueron sus palabras exactas – pregunto.
El dijo… ellos se la llevaron – dolía en el alma repetir esas palabras, las lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas, incapaz de contenerlas.
Señor Cullen tiene que mantenerse lo mas tranquilo que pueda – palmeo mi hombro – este tipo de casos son muy complicados – lo mire fijamente.
Explíquese por favor – aclare mi garganta.
Estamos frente a un caso de secuestro, la señorita Swan es una persona muy famosa, así que lo más probable es que sus raptores pidan una fuerte suma económica a cambio de
liberarla – explico.
Secuestro… unos malditos desalmados tenían en sus manos a mi bella, podían hacer con ella lo que quisieran por que yo no estaba ahí para protegerla, sentía el mas grande de los odios apoderarse de mi, dinero? Yo les daría todo el dinero del mundo a cambio de que no la dañaran, de volver a ver su rostro de ángel y sus preciosos ojos mirarme de nuevo.
El dinero no importa, daré lo que sea necesario – dije desesperado.
Señor Cullen, tenemos que tomar las cosas con calma – contesto.
Calma?, como quiere que tome las cosas con calma, la persona que mas amo en el mundo esta presa por unos malditos, que son capaces de lastimarla y usted quiere que me calme - dije alterado.
Entiendo su sufrimiento, pero déjeme recordarle que de las decisiones que tomemos de aquí en adelante depende la vida de la señorita Swan – sus palabras me hicieron reaccionar, esto dolía mas de lo que jamás pudiera imaginar, pero tenia que ser fuerte, sacar fuerzas de donde no existían, tenia que actuar con pasos de plomo, jamás me perdonaría que por una imprudencia o un arranque mi niña no volviera a mi lado.
Hare todo lo que usted me diga, pero ayúdeme – suplique – tenemos que salvarla – asintió.
Vamos a hacer todo lo posible y mas, esperemos que solo quieran dinero, y si es así, tenemos muchas esperanzas – explico.
Me aferre a sus palabras, daría el dinero que fuese necesario y esperaba con el corazón o los pedazos que quedaban de el en las manos, que fuese necesario para volver a ver a bella.
Las cosas se complican señor Cullen, el joven callo en un coma profundo debido al accidente, además los agentes han encontrado rastros de sangre en la parte trasera de la limusina, lo que nos indica que la señorita Swan estaba herida cuando se la llevaron – jadee desesperado, estaba lastimada, no sabia si la había atendido alguien, en que condiciones se encontraba.
No pude responder nada, mi voz había desaparecido, mi garganta estaba seca y tenia un enorme nudo en medio.
Edward!! – gritaron a mis espaldas, apenas y pude alcanzar a voltear, mi padre y Alice se acercaban corriendo hacia donde yo estaba.
No se que vieron en mi cara pero papa corrió y me abraso – Edward hijo que sucede – me deje caer sobre su hombro llorando amargamente, sentía millones de cosas, y aunque no existiera alivio a este dolor, agradecía contar con su presencia.
Pa…pa – solloce.
Tranquilo hijo, dime por favor que paso? – pregunto preocupado.
Papa, se han llevado a bella – dije como pude – la secuestraron – escuche el grito ahogado de Alice.
Dios mío Edward – corrió hacia nosotros y me abraso fuertemente.
Ayúdenme por favor – suplique – tengo que encontrarla, no puedo vivir sin mi bella – solloce.
Tranquilo hijo, haremos todo lo posible por encontrarla, tienes que se fuerte por ella, tenemos que luchar por recuperarla – dijo mi padre afligido.
Lo intento, pero solo de pensar en que puedan hacerle algo – lo mire fijamente – ella esta herida, papa y si no la revisa un medico, no podemos saber en que condiciones se encuentra – asintió.
Hijo, moveremos tierra, mar y cielo hasta encontrarla, confía en mi – dijo seguro.
Gracias – conteste – como supieron que estaba aquí? – pregunte confundido.
Ángela me llamo muy alterada – contesto Alice entre lagrimas – le dije que vendríamos a verte – negué.
Alice, como voy a decirles que bella desapareció, que lo mas probable es que este secuestrada, voy a matar a Charlie – dije desesperado.
Tienes que hablar con ellos, no puedes ocultarles algo como esto, tienes que saber lo que le ocurrió a bella – agache la mirada.
No se si pueda – admití.
Hijo eres un hombre fuerte, piensa en bella ella no querría verte de esta manera – dijo.
Ese hombre fuerte y valiente se quedo con ella, no puedo ser nada si ella no esta a mi lado, la necesito papa, la necesito conmigo – casi grite.
No permitiremos que te des por vencida tan pronto, encontraremos a bella, pero hasta que eso pase vamos a luchar, no podemos darnos por vencido Edward – dijo convencido.
Claro que luchare, no descansare hasta tenerla junto a mi de nuevo – era lo único que tenia claro.
Señor Cullen – me llamo el agente Peterson – necesito hablar con la familia de la señorita Swan, cualquier dato, o cualquier detalle desapercibido nos puede indicar donde esta – explico.
Si agente, sígame por favor – conteste.
Mi padre conducía hacia casa de bella, Alice iba conmigo en el asiento trasero abrasándome, necesitaba ese sostén, si no me derrumbaría en cualquier momento.
Al llegar a la casa de bella mi el hueco de mi pecho se estremeció a un punto insoportable, todo era ella, este lugar gritaba su presencia, la reclamaba.
Mi padre se estaciono y detrás de el dos patrullas, baje con Alice sosteniéndome y toque la puerta, se abrió inmediatamente.
Edward, dios mío, que paso donde esta bella – pregunto Ángela desesperada.
Ángela yo… - no pude continuar.
Quer pasa Edward, no me asustes por favor, donde esta bella – grito desesperada.
Bella… fue secuestrada – dije como pude.
Su rostro se deformo del dolor y las lagrimas comenzaron a caer por sus ojos – no
Edward, es mentira, dime que es mentira – comenzó a golpear mi pecho.
Daria lo que fuera por decirte eso, Daria mi vida por que fuera una mentira – solloce.
No!!, no puede ser, bella no – repetía una y otra vez.
Ángela, tengo que hablar con Charlie – pedí.
Edward!! El se va a morir cuando lo sepa – dijo entre lagrimas.
Lo se y Daria lo que fuera por no causarle este dolor, pero el agente tiene que hablar con el, cualquier detalle por muy insignificante que sea, no puede llevar a ella – mis esperanzas luchaban por no morir.
Edward, por que bella, ella es buena, nunca ha dañado a nadie – callo sobre sus rodillas.
Me tumbe a su altura – El destino es cruel, pero no descansare hasta encontrarla, auque se me vaya la vida – jure.
Esperamos a que ella se calmara un poco y entramos a la casa, Charlie estaba en el sillón con el rostro gacho, en cuanto se percato de nuestra presencia lo levanto.
Señor Swan – murmure.
Dime que es una broma – exigió – que todo lo que le has dicho a Ángela es mentira – el dolor en su rostro lo decía todo.
No puedo – admití – no puedo.
Por que, por que demonios no viniste por ella – me grito.
Yo, quería darle una sorpresa – me justifique.
Y ahora ella no esta, se la han llevado – sollozo – mi hija, mi única hija – se sentó de nuevo.
No me atreví a responder nada, el tenia razón era mi culpa, si yo hubiese estado con ella ahora la tendría segura entre mis brazos, en lugar de este vacío tan doloroso.
Señor Swan, soy el agente Peterson, estoy encargado del caso de su hija – se presento – necesito que me diga cualquier detalle que recuerde, conoce a alguien que quisiera lastimar a su hija? – pregunto.
No, bella es una buena persona, muchos la quieres – su mirada estaba perdida.
Entiendo, esto dificulta las cosas, al ser ella una persona publica, pudo haber sido cualquiera – dijo contrariado – un grupo de secuestradores, algún enemigo, un fan obsesionado, cualquiera – explico.
Pero… tiene que haber algo mas, tenemos que hacer algo – intervino Ángela.
Eso espero señorita, tenemos que esperar a que pidan en rescate, probablemente sea mañana cuando hablen – quería hablar con ellos y decirles que los mataría si se atrevían
a tocarle un solo cabello a bella.
Que haremos cuando hablen? - pregunte.
Lo primero, no los amenacen de ninguna manera, eso pondría en peligro la vida de la señorita Swan y segundo, accedan a la cantidad de dinero que ellos les pidan, intentaremos atraparlos, pero lo principal es su seguridad – asentí.
El agente se despidió diciendo que trabajaría toda la noche intentando averiguar algo mas, regresaría temprano con un grupo de especialistas que instalarían rastreo satelital en los teléfonos, mi padre y Alice se negaban a dejarme solo pero les insistí, tenia que estar solo.
Ángela llevo a Charlie a su habitación después de darle unos calmantes para que durmiera, camine como un zombi hasta el único lugar donde quería estar.
Inhale profundamente cuando entre, su precioso olor invadió hasta la ultimas de mis
terminaciones nerviosa, ahí preso del dolor, me permití fantasear con todos los momentos que habíamos compartido dentro de estas cuatro paredes, cada palabra, cada beso, cada mirada, las muchas veces que la había hecho mía en esta cama, su voz, su sonrisa, en este momento todo eso me torturaba, me llevaba al borde de la locura, pero al mismo tiempo me daba fuerzas para luchar, para recordar lo feliz que habíamos sido.
Me tumbe sobre la cama abrasando su almohada, mantenía intacto el aroma de su cabello, cerré los ojos imaginando que era su calido cuerpo el que se encontraba entre mis brazos seguro, pero no estaba, solo estaba este horrible vacío, mire la foto que estaba en su buró, era una donde estábamos ella y yo abrasados y felices… como habían cambiado las cosas en un momento, metí la mano en mi saco y saque la pequeña caja de terciopelo, ahí estaba el anillo que había comprado para ella con tantas ilusiones, pensando en un futuro, y ahora no me quedaba nada; tenia que mantener mi fe, para creer que ella volvería junto a mi, si me dejaba vencer todo abría acabado, la vida y su sentido, habrían terminado.
Te amo bella y te juro que no decantare hasta encontrarte y que seamos felices de nuevo – declare mientras las lágrimas caían sin cesar por mis ojos.
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