Bella es una estrella pop, su vida es muy feliz aparentemente, Es fácil vivir extasiado cuando se está lleno de lujos y atenciones por parte de todo el mundo.

Pero? Quien es realmente ella?

Que es lo que en realidad anhela?

Que pasara con su vida cuando descubra que hacer feliz a los demás no es lo mas importante en la vida.

Y sobre todo? Cuando Un hermoso hombre de cabellos dorados irrumpa en su vida, y le demuestre que la pasión y sobre todo el amor se convertira en lo mas importante de su vida.

 

 

Ola, ps aki le dejo mi primer fanfic, espero sea de su agrado, si les gusta o quieren ver algo, dejen sus comentarios, y si de verdad les gusta y quieren que siga con ella, ps de paso un voto, jeje , graxiias x su tiempo. 

Prometo actualizar casi a diario, asi que si les gusta chekenla seguido, aun tengo mucho que contar.

xoxo. LLJCH! 

 

Sin duda debía ser un sueño todo lo que había pasado el día anterior, una persona no podría vivir tantas emociones y conocer tantas verdades que la atormentaban a lo largo de su vida y mantener la cordura, talvez era una persona mas fuerte de lo que pensaba o simplemente había reprimido todas las emociones.

 

Me moví lentamente, sabia perfectamente de quien era ese suave pecho y esos fuertes brazos que me rodeaban, abrí los ojos y no pude evitar sonreír ampliamente, sin duda se encontraba frente a mi una de las razones mas importantes para seguir de pie… mi ángel.

 

La ventana de su habitación nos regalaba una hermosa vista hacia el mar, lo mire nuevamente con su cabello alborotado y esa hermosa expresión de media sonrisa en su rostro, pegue mas mi cuerpo desnudo al suyo, como si fuera posible hacerlo; La noche anterior Habíamos hecho el amor como nunca, era pura necesidad de sentirnos amados y demostrarnos cuanto lo hacíamos, porque era una de las pocas cosas de las que estaba segura, no sabia que haría con el rencor que guardaba mi corazón, no tenia idea de que manera podría hacerle justicia a mi madre y hacer de su vida algo mejor, pero el hecho de que Edward me amara, eso si lo tenia demasiado claro, nadie podría fingir ese apoyo, esa entrega, esa sonrisa no podría ser falsa.

 

Acaricie suavemente su mejilla, aun me costaba creer que fuera real, pero como me había dicho Ángela, era hora de aceptar mi realidad, y Edward era mi realidad, quería pasar el resto de mi vida con el, aunque teníamos solo meses saliendo, bueno, sin contar todo el tiempo que estuvimos lejos, sabia que el era todo y mas de lo que esperaba en la vida, jamás ningún hombre ejercería ni una décima parte de la atracción que el ejercía sobre mi.

 

Había podido vivir una vez sin el, pero ahora me moriría si eso pasara.

 

Matrimonio… Esa palabra resonaba en mi mente últimamente, tal vez era por que Ángela ya tenia una proposición, si Ben se ya le había hablado de matrimonio, para ella era una locura, apenas tenían poco de conocerse y menos de salir, pero mi querida angie había flechado hasta el fondo a Ben; ella me pregunto que si que pensaba al respecto, solo pude contestar que si la hacia feliz no dudara, yo no lo haría, si mi ángel me lo propusiera, no dudaría en darle el si, Edward me hacia desear cosas en las que nunca hubiera pensado siquiera, como el matrimonio, o tener hijos, siempre tuve miedo de que mis hijos sufrieran de la manera que yo lo hice, jamás me perdonaría darle una vida llena de sufrimientos, pero eso no cabía en mi vida ahora, estaba con un hombre maravilloso, que sin duda seria el mejor de los padre, podía imaginarme claramente una pequeñita de cabellos cobrizos y ojos verdes, no quería nada mío en ella, solo quería que fuese idéntica a Edward… la amaría mas que a nada, mi corazón se apretaba solo de imaginar una familia propia a lado del amor de mi vida.

 

Baje la vista por su perfecto cuerpo y deleite mi mirada, lleve mis labios hasta su pecho y comencé a dejar lentos besos por cada centímetro de su piel, su olor tan masculino me fascinaba, llegue hasta su cuello y lo mordí levemente, sentí como se removía lentamente y me abrasaba fuertemente por la cintura, bese su barbilla y baje nuevamente hasta su cuello, en un ágil movimiento Edward nos giro quedando encima de mi, sus ojos verdes me miraban divertido y torturado al mismo tiempo, no pude evitar reírme de el.

 

Mmm – frunció el ceño -  Me torturas y te Ries de mi? – dijo indignado.

 

Yo? – dije inocentemente.

 

Si, tu señorita bonita – dijo seguro.

 

Yo… solo te quería despertar flojo – dije divertida.

 

Se acero mas a mi y me beso levemente, rozando nuestros labios – me encanta despertar así – susurro – buenos días mi amor – rodee su cuello con mis brazos.

 

Buenos días sexy – bromee.

 

Mmm, sexy, buena palabra para describirte – comenzó a besar mi cuello.

 

Me estremecí al sentir sus labios sobre mi piel, mi respiración comenzó a hacerse agitada.

 

Edward – susurre.

 

Que pasa – murmuro contra mi cuello.

 

Gire mi cabeza hasta el buró, el reloj marcaba las 10 de la mañana, como una sacudida, la imagen de mi padre llego a mi mente, Demonios!, Charlie debe estar histérico.

 

Demonios! – murmure.

 

Edward se levanto sorprendido – hice algo mal? – pregunto preocupado.

 

Acaricie su mejilla – no amor, al contrario, haces todo tan bien que me es casi imposible detenerte – aclare.

 

Que sucede entonces – dijo mas tranquilo.

 

Mira la hora que es, salimos desde ayer en la tarde y no le llame siquiera a mi padre, debe estar histérico, ya lo conoces – dije preocupada.

 

Tranquila – me ayudo a sentarme y me abraso – el tiene que entender que ya no eres una niña, además nos amamos – beso mi mejilla.

 

Eso lo entendemos nosotros, pero entiende amor, es mi padre, siempre seres su niña – lo justifique.

 

Tienes razón, yo sin duda seré un padre muy celoso con nuestra hija – dijo de la nada, lo mire confundida.

 

Nuestra hija? – pregunte.

 

Si, digo, o hijas, no se cuantas sean, pero seré muy celoso, peor que Charlie – dijo contrariado.

 

Lo abrace eufóricamente – nada me gustaría mas que tener una hija tuya – susurre en su oído.

 

Yo seria el hombre mas feliz del mundo, no lo dudes – beso mi mejilla.

 

Nos quedamos un rato así abrasados, acariciándonos, mi estomago gruño inconcientemente, no pudimos evitar comenzar a reír – no puedo ocultarlo – le dije.

 

Que mal anfitrión soy, no te he dado de desayunar – acaricio mi cabello.

 

Creo que te he mantenido ocupado – dije pícaramente.

 

Si, bastante, pero ven vamos a desayunar, te preparare lo que quieras – se puso de pie y no pude evitar abrir la boca como tonta, Edward estaba frente a mi completamente desnudo, me tuve que recordar que tenia que respirar, mi ángel nunca dejaría de sorprenderme con tanta belleza y sensualidad.

 

Bella – me regaño.

 

Lo siento – dije apenada – me puse de pie envuelta en las sabanas – me prestas algo mas

cómodo – sonrío.

 

Claro – abrió un cajón y saco varias prendas, el se puso un boxer blanco y pegado, que lo hacia lucir irreal y me tendió una playera blanca y un boxer de cuadros cafés, solté las sabanas de mi cuerpo y me complací al ver su mirada desenfocada, me recorría de arriba abajo, me puse el boxer y la playera.

 

Listo – dije sensualmente.

 

Lo oí tragar ruidosamente – de acuerdo – se acerco a mi y me tomo en brazos.

 

Que haces – dije agitada.

 

Te voy a dar un recorrido por nuestro departamento – contesto.

 

Nuestro? – sonreí.

 

Si, todo lo mi es tuyo y me encantaría que te quedaras mas seguido aquí conmigo – hizo un puchero.

 

Será un placer – bese su mejilla.

 

Señalo la puerta que Abia en su habitación – ese es el baño, te lo mostrare mas tarde – salimos de su habitación, hasta el pasillo – esta es la sala – era un área bastante elegante, todo el departamento lo era, pero no perdía ese toque de modernismo – detrás de esa puerta ahí un área de entretenimiento, ahí el cuarto de lavado y también tenemos un jacuzzi en el balcón – me guiño un ojo, sonreí – detrás de aquella puerta un pequeño gimnasio, aunque prefiero que hagamos ejercicio en la recamara – me sonroje intensamente, el solo comenzó a reírse – y vuala, la cocina – concluyo.

 

Era hermosa, tenia mas electrodomésticos que yo en mi casa, todo era plateado y metálico, me encantaba este lugar, me sentó en una silla, frente a la mesa metálica.

 

Que deseas Desayuna mi amor – pregunto mientras abría el refrigerador – me tengo que disculpar, no he surtido muy bien la despensa, si quieres podemos ir mas tarde al súper – comenzó a sacar huevos, harina para hot cakes, leche, fruta, yogurt, mermelada, después saco un tazón y una sartén que puso al fuego.

 

Te ayudo en algo? – pregunte.

 

No, yo soy tu anfitrión, solo espera en un momento todo estará listo – me que de observándolo, en pocos minutos tenia varias charolas llenas de comida en la mesa, saco jugo del refrigerador y acerco los cubiertos y platos.

 

Se ve delicioso – comente.

 

Espero que te guste – me guiño un ojo.

 

Desayunamos tranquilamente entre besos y bromas, pero en un momento vino a mi mente la imagen de mi madre y mi hermanita, ellas habrían desayunado ya?, estarían bien?, como habia tomado la noticia el tipo ese, no pude evitar entristecerme, necesitaba ayudarlas, saber que ellas estaban bien.

 

Pasa algo? – pregunto Edward.

 

Yo… me preguntaba como esta mi madre y Ariadna – susurre.

 

Tranquila, mira, terminemos de desayunar y podemos ir a verlas, invitarlas a comer – ofreció.

 

Eso me encantaría, pero hay algo mas importante que hacer – casi temblé – Charlie tiene que saber la verdad – concluí.

 

Verdad? – parecía confuso.

 

Si, la razón por la que mi madre nos abandono – apreté el puño - la verdad de todo nuestro sufrimiento – sentí mis ojos volverse cristalinos.

 

Me abraso -  amor se que si no me has contado es porque te es difícil hablar de ello, y de ninguna manera tienes que hacerlo, pero no quiero verte triste, me siento impotente de no poder siquiera consolarte – dijo serio.

 

No amor, yo puedo decirte lo que sea, anoche no quería hablar de ello, solo quería recordar cuanto nos amamos, olvidar por un momento todas las cosas que tengo encima – una lagrima rodó por mi mejilla.

 

Se separo levemente y limpio mi lagrima – no tienes por que cargar con ello sola, déjame ayudarte – susurro.

 

Edward, siento tanto odio, tanto rencor, quisiera matar con mis propias manos al culpable, quisiera desaparecerlo – dije furiosa.

 

Bella, nunca te había escuchado hablar así – dijo sorprendido – dime que hicieron amor, para que hables con tanto odio – suplico.

 

Respire profundamente y le conté todo lo que mi madre me había dicho, las lagrimas salían sin cesar de mis ojos y su rostro estaba sorprendido y Lleno de odio, me abraso fuertemente, y deje salir todo mi dolor sobre su hombro, era el mejor de los alivios tenerlo junto a mi.

 

Es por eso amor, destruyo nuestras vidas, me privo de la presencia de mi madre, lastimo a mi padre – solloce.

 

Es un Perro igual que su hijo, tenemos que hallar la manera de hacer justicia, tiene que pagar por lo que hizo – dijo alterado.

 

Edward, quiero venganza, quiero que sufra todo lo que yo sufrí – el odio se apoderaba de mi.

 

Tranquila – acaricio mi espalda – te entiendo mi niña, pero tu no eres un monstruo como lo son ellos, tu eres el ser mas maravilloso del mundo y jamás lastimarías a nadie, buscaremos la justicia de todas las formas posibles, y aunque no lo logremos, la vida misma se encargara de cobrarle sus cuentas – dijo seguro.

 

Medite sus palabras, no podía convertirme en alguien como ellos que lastimaban a todos a su paso, que destruían vidas sin pensarlo, por un momento me deje segar por el rencor, por mis impulsos, pero gracias al cielo tenia a Edward junto a mi para poner mis pies en la tierra.

 

Tienes razón, no me convertiré en lo que tanto odio – dije mas calmada.

 

Beso mi cabello y me abraso – estaré contigo en todo momento, somos una familia y cuidare de tu madre y tu hermanita, por que ellas forman parte de mi vida ahora – sus ojos era sinceros.

 

Te amo, no se que haría sin ti – acaricie su rostro.

 

Te amo – me beso levemente y volvió a abrasarme.

 

Me quede ahí tranquila entre sus brazos, con mi rostro hundido en su suave pecho, la realidad no era tan horrible teniéndolo junto a mi, no se cuanto tiempo paso pero no quería moverme, solo quería estar allí.

 

Amor, tengo que llegar a mi casa – dije al fin.

 

El se separo levemente – lo se, quieres darte una ducha mientras recojo aquí? – pregunto tiernamente.

 

Seria muy agradable – conteste.

 

Ve entonces, solo relájate un poco – me beso levemente.

 

Lo intentare – sonreí.

 

Llegue hasta su habitación y levante mi ropa que continuaba tirada en el suelo y entre al baño, era lujoso y tenia un enorme jacuzzi en el fondo, no dude ni un minuto en desvestirme y entrar, mis músculos se relajaron al contacto del agua tibia, medite de que manera podría hablar con mi padre, era difícil casi imposible, traer tantos recuerdos a su vida de nuevo, lastimarlo era inevitable.

 

Salí casi a la fuerza y me vestí, peine un poco mi cabello y Salí, Edward estaba sentado en la cama esperándome, ya se había puesto sus jeans con una camisa azul sonrío al instante y me tendió los brazos, no dude en sentarme a su regazo.

 

Como te sientes – pregunto mientras me abrasaba.

 

No lo se, tengo miedo de lastimar mas a mi padre – agache la mirada.

 

A veces la verdad duele y tu lo sabes mejor que nadie, pero es mejor que vivir engañados – me apretó contra su cuerpo.

 

Eso es lo único que e motiva a continuar, el merece saber la verdad – concluí.

 

Lista? – se puso de pie y me tendió la mano.

 

Si – la tome y caminamos a la salida.

 

Bajamos por el elevador, hasta el estacionamiento donde estaba su auto, me ayudo a entrar y después hizo lo mismo, arranco y salimos del edificio, mi bolsa estaba debajo del asiento, saque mi celular y tenia más de 30 llamadas perdidas de mi casa, fruncí el ceño.

 

Pasa algo? – pregunto Edward.

 

Si, tengo una infinidad de llamadas perdidas de mi casa – murmure.

 

Yo hablare con el – dijo tranquilo.

 

No! – Negué rotundamente – no quiero que te haga una escena – le explique.

 

Nada pasara – sonrío.

 

Suspire, no entendía como Edward podía irradiar tanta tranquilidad, aunque me era muy útil en estos momentos, llegamos por fin a mi casa y se estaciono frente a la puerta, me ayudo a bajar y me acompaño a la puerta.

 

Amor, tengo que hablar con mi padre, no te preocupes por favor, cuando le diga todo, ni siquiera recordara por que estaba enojado – dije irónicamente.

 

Pero…

 

Por favor – suplique.

 

De acuerdo, pero llámame si pasa cualquier cosa, estaré pendiente en mi celular – me miro dulcemente.

 

Gracias, por todo – dije sinceramente.

 

Estoy aquí, siempre para ti – acaricio mi mejilla.

 

Te amo – susurre.

 

Yo más – me beso suavemente y subió a su auto alejándose.

 

Respire una vez mas, tome mis llaves y abrí, todo parecía muy silencioso, a pesar de que pasaban de la 1 de la tarde, camine hasta la cocina y ahí estaba mi padre de espaldas, recargado de la mesa.

 

Papa – susurre.

 

Giro al escucharme, parecía realmente molesto – Isabella Swan, entiendo perfectamente que seas una mujer adulta y que estés enamorada, pero tanto trabajo te cuesta hacer una llamada para visar que estas bien – dijo furioso.

 

Yo… lo siento, no pensé en ello, ahí cosas mas importantes en este momento – conteste.

 

Mas importantes?, mas importantes que tu seguridad – entrecerró los ojos.

 

Si, mucho mas importantes – negó.

 

Como que? – pregunto.

 

Yo… papa, hace algún tiempo… encontré a mi madre – dije al fin, los ojos de Charlie se abrieron como platos, sostuvo sus manos de la mesa y su respiración se hizo agitada.

Papa…

 

De que hablas bella… tu madre – dijo alterado – la has visto? – me miro fijamente – respóndeme – casi grito.

 

Yo… si, ayer la conocí – mi voz se quebró..

 

Como?, como la encontraste – pregunto.

 

Un investigador privado, ella, vive aquí en Miami – solté de golpe.

 

Aquí?, Eso no es posible, Porque no me dijiste nada bella, por que me ocultaste esto – se dejo caer sobre una silla.

 

Papa, yo lo siento, no sabia como reaccionarias, estaba aterrada, no sabes lo que esto me a pesado toda mi vida – hizo un gesto de dolor y camine hacia el tomando sus manos entre las mías – tu has sido el mejor de los padre, siempre has estado ahí y te amo muchísimo – una lagrima escapo de su mejilla – pero una madre es vital, siempre quise conocerla, encontrarla, saber lo que realmente había pasado, que la había motivado a abandonarnos – mis lagrimas caían sin cesar.

 

Hija, yo nunca te dije nada para no lastimarte, no tenia derecho a destruir el recuerdo que guardabas de ella – agacho la mirada.

 

Lo se, tu eres un hombre bueno, pero ahora se la verdad papa – me miro sorprendido – todo fue un error, la juzgaron mal, la condenaron y la alejaron de mi – solloce.

 

De que hablas bella – tomo mi rostro entre sus manos – de que verdad hablas? – sus ojos estaban rojos.

 

Papa, ella no te engaño, ella nunca quiso dejarnos, sus problemas contigo era serios, pero jamás nos hubiera lastimado de esa manera – justifique.

 

Se puso de pie – ella te mintió – camino en círculos – ella me engaño, no le importo nada cuando estaba con ese hombre, no podía permitir que estuviera cerca de ti, no te podía condenar a la burla – grito.

 

No! – Conteste – ella es una victima, ese maldito la violo, le hizo lo peor que se le puede hacer a una mujer, quebranto su alma, la hirió hasta el fondo – solté toda la verdad de un golpe.

 

No, eso es mentira, a mi me dijeron…

 

Te mintieron, la gente es mala, la hundieron, créeme papa, sus ojos no pudieron mentir mas, sus lagrimas no eran falsas – me miro aterrado.

 

Le diría la verdad al precio que fuera, no podía seguir odiando a mi madre como lo hacia, ella solo merecía lo mejor del mundo, y yo se lo Daria.

 

Quien bella, dime quien era ese hombre? – Pregunto desesperado – si ella dice la verdad, dime quien era ese hombre – repitió.

 

Ese maldito, ruin y despreciable, ese hombre decía ser tu amigo, decía querernos y no único que nos hizo fue daño – Gruñí

 

Quien bella, quien es? – me tomo por los brazos.

 

Billy Black – murmure.

 

Charlie me miro horrorizado, soltó mis brazos y llevo sus manos a su cabello – no, eso no es posible bella, eso no es posible – grito.

 

Si lo es, mi madre caminaba por la calle cuando se lo encontró aquella noche, el estaba borracho, la tomo a la fuerza – las lagrimas caían por sus ojos.

 

Yo… bella, necesito hablar con Renne, llévame con ella, necesito oír todo eso de sus labios – casi suplico.

 

Ahora… Tengo que buscarla y pedirle que venga – dije contrariada.

 

Bella, te lo suplico, necesito que ella me diga que el hombre que juro ser mi mejor amigo todo estos años hizo tal bajeza – dijo lleno de odio.

 

Te juro que ella vendrá, pero créelo por favor, Billy Black no es más que un infeliz igual que su hijo – apreté los puños.

 

Jacob?, por que dices que Jacob también es un infeliz, entiendo tu odio por Billy, créeme que yo lo odio como a nadie en este momento, pero no es justo para Jacob, el salvo mi vida hija – reí amargamente.

 

El es igual o peor que su padre, el… - me interrumpí, talvez eran demasiadas verdades para una sola tarde.

 

Habla bella, no me ocultes nada mas – sus ojos me miraban fijamente.

 

El me chantajeo cuando iba a realizar tu operación, me dijo que te dejaría morir si no dejaba a Edward – dolió solo de recordarlo – recuerdas cuando me preguntaste por que lo había dejado si lo amaba tanto? – Solo pudo asentir – fue por eso, era tu vida o mi relación con Edward – me abraso fuertemente.

 

Bella, fue por mi, pobre de ti, pobre Edward, no puedo creer que exista tanta maldad hija, tuvimos a nuestros peores enemigos toda la vida junto a nosotros, me resulta casi imposible creer todo esto – sollozo.

 

Tranquilo papa, la justicia llega tarde o temprano y si no es por los hombres, será la justicia divina – acaricie su espalda.

 

Bella necesito hablar con Renne, pedirle perdón – sus ojos eran suplicante.

 

Le diré a Edward que la traiga – conteste.

 

Tome mi celular y le marque, aclare mi garganta antes de hablar.

 

Bella, esta bien? – su voz sonó preocupada.

 

Si, tranquilo, necesito un favor – le pedí.

 

Lo que quieras mi niña – contesto al instante.

 

Necesito que vayas y busques a mi madre, papa necesita hablar con ella – murmure.

 

Si, ahora mismo iré, te llamo cuando llegue a su casa – contesto.

 

Gracias, te amo – me despedí.

 

Te amo – dijo y colgó.

 

Crees que ella acceda a venir?  - pregunto mi padre con el rostro decaído.

 

Ya veras que si, ella es muy buena – conteste.

 

Si, pero… yo le hice mucho daño, no la deje explicarme, la aleje de ti – lo abrace.

 

Ella no te guarda rencor, lo se, pero no te preocupes, todo saldrá bien – tenia que darle ánimos a mi padre, la verdad había derribado todo lo que el creía como una fila de fichas de domino, esperaba de todo corazón que mis padres, pudieran perdonarse al fin.