Ola Niiñas Mil perdon Por La tardanza De verdad Se me han Atravesado Mil cosas, Pero aki Estoii De nuevo, Este capiitulo se me hiso muy lindo De escribir, Espero que a Todos Les guste y kiiero agradecer Su apoyo, los kiiero De verdad!!
DediKado a mi Mejor amiigoF PakiitoO oii fue un dia Speciia Para Tii, Te kiiero mucho, Aunke no haya Pdido Star ahii (L)!
Actualizacion bodas por encargo apoyo x ahi tambien! leanla"
Niiñas Siigan votando, demosle un mejor lugar a mi angel guardiiaN, Esta historia de amor Merece Su reconocimiento... Comentarios, me ayudan a saber su opinion vital para mi!
Los adoro xoxo: LiibiiThaA!
Papa, estas peor que una mujer – me queje.
Tranquila bella, estoy un poco nervioso – contesto.
Charlie tenia mas de una hora cambiándose de camisa, teníamos una reunión en casa de los Cullen, al parecer a papa le aterraba conocerlos por fin.
Papa, no tienes idea de lo amables y cariñosos que son – alenté.
Charlie frunció el ceño – puede ser, pero aun así me pone nervioso conocerlos – enredaba el nudo de su corbata.
Déjame ayudarte – comencé a anudarlo correctamente – todo saldrá bien, además te ves muy bien – le guiñe un ojo.
Eso es mentira bells, soy un viejo arrugado – reí animadamente.
De acuerdo, eres un terco, pero ya tenemos que irnos – tome mi bolso.
Bells – me llamo – te ves hermosa hija – me sonroje.
Gracias papa – mi elección había sido un vestido azul cuello halter y unas zapatillas de tacón beige, el maquillaje natural y el cabello suelto sobre los hombros.
Salimos de casa minutos después, Charlie seguía jugando con la solapa de su saco, lo deje pasar, después de todo yo también estaba un poco ansiosa, según Edward todos estaban incisos por verme de nuevo y conocer a mi padre, pero tenia miedo de que guardaran algún rencor por mi rompimiento inesperado con Edward y por haberme ido de ese modo.
Vaya, si que es una mansión – menciono Charlie.
Tyler se había estacionado frente a los jardines de la mansión Cullen, recordaba la primera vez que Edward me había traído aquí, recordaba todos los miedos y las dudas que rodeaban nuestra relación, tuvimos que pasar demasiado tiempo lejos, para demostrarnos que no podíamos vivir el uno sin el otro.
Camine junto a mi padre hasta el porche, mi guapo y perfecto ángel nos esperaba ahí; de pie recargado en uno de los pilares, baje la vista por su cuerpo sensual, ese pantalón negro se cernía perfectamente a sus piernas, junto a esa camisa azul que le daba a su piel un tono adorable, se veía de lo mas guapo; nuestras miradas se encontraron y la sonrisa de su rostro se ensancho inmediatamente, era tan lindo siempre me recibía con una hermosa sonrisa, que me arrancaba suspiros.
Hola – sonrío – me alegra que ya estén aquí – me miro fijamente.
Gracias por la invitación Edward – intervino Charlie – tienes una casa realmente hermosa – concluyo.
Gracias Charlie, Aunque debo decir que la idea no fue mía – respondió Edward.
La puerta se abrió casi con violencia, dejando salir un pequeño ángel de ojos azules, inmediatamente salto a mis brazos mas que emocionada, me sentí igual por un momento.
Bellaaaaaaaaaaa!!!!!, me alegro tanto de verte – grito.
Yo también Alice, no sabes como te extrañe – dije sinceramente.
Pero ya se ha terminado, ahora ya estas aquí cuñadita – dijo emocionada.
si – afirme – Alice nunca tuve la oportunidad de agradecerte por mi vestido – dije casi con lagrimas en los ojos.
Claro que si, agradeciste públicamente – sonrío – además con el simple hecho de vértelo puesto, fue el mejor de los agradecimientos – dijo melancólica.
Gracias – sonreí.
Bueno usted debe ser el señor Swan – dijo mientras le sonreía a Charlie.
Ehh, si soy Charlie – contesto apenado, Alice lo abraso fuertemente.
Yo soy Alice Cullen, la hermanita de este guapo joven – le guiño un ojo a Edward – venga conmigo, todo quieren conocerlo – jalo a Charlie por el brazo haciéndolo entrar a la casa.
Estaba apunto de entrar cuando sentí un leve jalon en el brazo, Edward me miraba y hacia un puchero de lo mas lindo.
No piensas saludarme – dijo triste.
Me acerque a el rodeando su cintura con mis brazos y acercando mis labios a los suyos, rozándolos levemente.
Hola, mi amor, lo siento – dije sobre sus labios.
Me abraso fuertemente y sonrío – hola mi niña – pego sus labios a los míos.
Con un Sueve movimiento comenzó a moverlos lentamente, dejándome disfrutar el roce de su lengua sobre mis labios, mientras acariciaba sus sedosos cabellos, no podía evitar desear mas cada vez que Edward me besaba, pero tenia que sepárame aunque no lo deseara.
Tenemos que entrar – susurre.
mmm… no quiero, vamos a mi cuarto – dijo sensualmente.
Trague saliva – no podemos, nos esperan – se separo mientras fruncía el ceño.
Eres cruel, si querías mantenerme tranquilo no debiste ponerte ese vestido – me miro de arriba abajo sin ningún pudor – te ves realmente sensual – murmuro.
Me sonroje intensamente – solo me lo puse para que combináramos – señale su camisa – ahora si somos el uno para el otro – sonreí.
Me encanta que pensemos igual – me acerco nuevamente a el – me resulta excitante – demonios que le pasaba hoy a Edward, quería destruir por completo mi frágil auto control.
Tu familia… mi padre… reunión – tartamudee.
Beso mi mejilla – te has salvado, por ahora – susurro.
Tomo mi mano y entramos a su casa, todos se encontraban sentados en la sala, sonrieron intensamente al mirar nuestras manos unidas.
Bella cariño – dijo esme mientras me abrasaba – me alegra que todo este bien – sonreí.
Gracias esme, por permitirme estar aquí de nuevo – dije tímidamente.
No hija, gracias por devolverle esa hermosa sonrisa a mi Edward – dijo melancólicamente.
Carlisle también parecía muy feliz – me alegra verte bella – sonreí.
Gracias por la invitación – dije sinceramente.
Bueno ya sabes que es imposible contener a Alice, mas cuando se trata de ti y Edward – bromeo.
Mire al duendecillo que estaba sentado en el sillón junto a Charlie, al parecer los hermanos hale no se encontraban, pero emmett me miraba divertido, acorto la distancia y me levanto en brazos.
Vaya hermanita, pensé que nunca volverías – dijo entre risas – Aunque ahora eres mucho mas famosa, me pregunto cuanto costara mi playera – sonreí.
Bájala emmett – dijo Edward.
Tranquilo hermanito, recuerda que ya no trabajas para bella – le guiño un ojo – aunque le puedes seguir dando tu protección tu me entiendes…. – Edward se puso rojo como un tomate.
Mire a Charlie, tenia los ojos como platos, sin duda emmett no se media con sus bromas.
Tranquilo Charlie – dijo emmett quitado de la pena – Eddy quiere mucho a bella y siempre la ha respetado – nos guiño un ojo.
Charlie pareció relajarse un poco, mientras le daba otro sorbo a su refresco.
No se encuentran Rosalíe y Jasper – pregunte temerosa, tal vez ellos no me aceptan del todo.
No cariño – respondió esme – han tenido que ir a ver un problema con una de sus propiedades – respire aliviada – pero te dejan sus saludos y se alegran mucho de tenerte de nuevo en casa – me sentí totalmente reconfortada.
Me hubiese gustado saludarlo – comente.
Tranquila, llegaran en unas horas – respondió esme.
Salimos a tomar el te al jardín, Alice no se despegaba de Charlie, rodeándolo de preguntas al azar, Charlie parecía confundido, pero alegre.
Lo siento Charlie – dijo Carlisle – Alice es un torbellino – Alice le saco la lengua.
OH, no Carlisle, Alice en muy linda y amable – dijo firmemente.
Ven, Charlie si me valora, me iré a vivir con el – contesto con fingida indignación, no pudimos evitar reír.
La tarde paso bastante rápido, entre las broma de emmett que mantenían a Edward mas rojo que un tomate y a Charlie al borde de la asfixia.
Edward y yo lo jalamos hacia un rincón de la Terrasa después de que insinuara que Edward debía embarazarme para que no lo dejara.
Gritare si intentan hacerme algo – dijo asustado.
Emmett, tienes la intención de que el padre de bella se la lleve y rompa nuestro noviazgo – dijo serio Edward.
OH, no Eddy, Charlie no haría eso – Edward frunció el ceño.
Emmett – intervine – tu me quieres? – pareció pensarlo.
Claro que si hermanita – dijo animadamente.
Podrías comportarte, por lo menos delante de mi padre – le pedí.
Vamos bella, me encanta molestar a Edward – sonrío.
Si, emmett, pero… - se abrió la puerta dejando ver las rubias cabelleras de los hermanos hale.
Hola familia – saludo rosalie.
Rosalie, menos mal que llegaron, emmett se ha portado como un niño toda la tarde – dijo esme desesperada – no ha dejado de molestar a bella – rosalie frunció el ceño.
Emmett Cullen – dijo seria.
OH, OH, ahora si estoy en problemas – parecía realmente asustado, Edward y yo nos reímos de el.
Después de regañar a emmett y decirle que si no se comportaba dormiría solo una semana, se acerco a mi apenada.
Hola bella – dijo mientras me abrasaba – lamento el mal comportamiento de emmett ya lo conoces – dijo resignada.
Me alegra verte – conteste – no te preocupes por emmett, es un niño grande - ambas reímos.
Salude al Jasper, el esposo de Alice, parecía contento de verme – es bueno verte bella – dijo amablemente – no te imaginas a Edward durante tu ausencia, parecía un león enjaulado – bromeo.
Mire a mi ángel, tenia las mejillas sonrosadas y me miraba dulcemente, jamás volvería a dejarlo, prefería morir que hacerlo.
Carlisle y mi padre platicaban animadamente, un largo rato se la pasaron discutiendo sobre equipos de beis bol, me alegraba que Charlie se sintiera a gusto, aunque los Cullen tenía ese don de hacerte sentir en casa.
Edward me abraso por la cintura – bella quiero mostrarte algo – susurro en mi oído.
Donde – pregunte.
Esta en mi habitación – contesto – tenemos que subir – enarque una ceja.
No podemos tardar – aclare.
Sonrío – vamos – tomo mi mano y me condujo por la Terrasa.
A donde van tarotolos – dijo Alice mientras entrábamos a la cocina.
Le mostrare algo a bella – le guiño un ojo.
OH, si, no tarden mucho hermanitos – dijo mientras salía a la Terrasa.
Edward me codujo por las escaleras y me cubrió los ojos con sus manos, mientras abría una puerta y nos hacia entrar.
Lista? – pregunto.
Vamos Edward, ya quiero ver – me queje.
De acuerdo – quito sus manos de mis ojos.
Mire la habitación y no pude evitar reír y tener ganas de llorar al mismo tiempo, me sentí rara mente emocionada, Edward me abraso por la espalda, yo aun no le contestaba nada.
Te gusta? – pregunto.
Volví a mirar el espacio, en la esquina había una enorme cama blanca y dos buros a los lados, era blanca con beige y tenia un sinfín de aparatos electrónicos que ni siquiera pude identificar, pero Edward no se refería a eso.
En una de las paredes habían pagadas cientos de fotos mías, de revistas, promocionales de las giras, estudios que había hecho, y algunas que ni siquiera recordaba; parecía la habitación de un fan y no de mi sensual novio.
Edward yo… - no pude continuar.
Mi amor, yo soy tu fan numero uno – susurro en mi oído – el que mas te ama y necesita de ti – gire para mirarlo, se veía tan hermoso.
Te amo – susurre.
Yo mas – contesto con una enorme sonrisa.
Me acerque a el abrasándolo de la cintura y besando su barbilla, su cuello y rozando levemente sus labios.
Edward, eres todo lo que puedo desear, tu y tu familia son maravillosos, eres el amor de mi vida y será así hasta el ultimo de mis alientos – dije sobre sus labios.
Me abraso y nos tumbo sobre la gran cama blanca.
Te deseo amor, mas que a nada, te amo – comenzó a besar mi cuello – no sabes cuantas noches he soñado contigo en esta cama – me estremecí ante sus palabras y sus caricias.
Edward… - susurre – tenemos que bajar – acariciaba suavemente mi brazo.
Lo se, pero quédate un ratito aquí conmigo – sus ojos eran suplicantes.
Esta bien – sonreí.
Se acostó y me atrajo a su pecho mientras rodeaba mi cintura con sus brazos, acariciaba y besaba mi cabello.
Edward, me vas a decir cual es la sorpresa que tienes para mi? – pregunte.
Dejaría de ser una sorpresa – susurro – además hoy en la noche lo sabrás – contesto.
A donde iremos – pregunte.
Bueno primero iremos a cenar y después todo depende de ti – me levante levemente y lo mire.
No entiendo – dije confundida.
Tranquila, espero todo salga bien – sonrío – y verte completamente feliz – no entendía nada de lo que Edward decía.
Soy completamente feliz – acaricie su mejilla – te tengo a ti – tomo mi mano y la beso suavemente.
Tan feliz como yo – susurro.
Nos quedamos un rato en silencio, disfrutando nuestras caricias y simplemente nuestra compañía.
Edward – lo llame – ya sabes con quien vas a trabajar? – pregunte.
Me temo que si – dijo inseguro – aunque solo es un mes – fruncí el ceño.
Amor por favor… trabaja para mi de nuevo, no puedo estar tanto tiempo sin ti – suplique.
Mi niña, no hay algo que deseara mas, pero no puedo, recuerda que tenemos que mantener nuestro noviazgo como una relación normal – hice un puchero.
No quiero una relación normal – me queje – solo quiero tenerte junto a mi y poder besarte – comencé a dejar suaves besos en sus labios.
Bella… tenemos que hacerlo – insistió.
Esa bien – me rendí – pero dime con quien trabajaras? – frunció los labios.
Eh, yo… prométeme que no te enojaras – pidió.
Por que? – pregunte insegura.
Es… Catherine vulturi – abrí los ojos de espanto.
QUE? – Casi grite – NO EDWARD, NO VAS A ESTAR CON ELLA – dije histérica.
Bella tranquila amor – me abraso – solo voy a trabajar para ella, tu sabes que yo solo te amo a ti – dijo amorosamente.
SI, PERO ELLA TE DESEA LO SE! – una furia inmensa me invadía – no quiero que este cerca de ti – estaba mas que celosa, no quería a esa “zorra” cerca de mi Edward!
Bella mírame – tomo mi rostro entre sus manos – yo jamás te traicionaría, no necesito hacerlo, tu me das todo y mas de lo que pudiera desear amor, eres la única mujer con la que quiero compartir mi vida y mi cama – fruncí el ceño.
Confío en ti, pero no en ella - confesé.
Solo es un mes amor, y solo será durante el día, estaremos juntos todas las noches y los fines de semana – acaricio mis mejillas – te amo, no quiero que discutamos por esto, puedes apoyarme - pidió.
Demonios, estaba celosa y totalmente molesta, solo de imaginarme a cualquier mujer insinuándosele a mi ángel, me ardía la sangre; pero en cierta parte el tenia razón, yo confiaba totalmente en el y estaba segura que yo era la única mujer a la que el amaba y con la única que compartía sus noches, siempre lo apoyaría aunque me costara todo mi autocontrol hacerlo.
Claro que voy a apoyarte mi amor, siempre lo Hare – susurre.
Sonrío ampliamente – lo se, te amo – beso suavemente mis labios.
Yo te amo mas – conteste.
Bajamos de nuevo a la Terrasa, habíamos llegado a un acuerdo, si Edward no se sentía cómodo trabajando con ella después de aquel mes, renunciaría inmediatamente, sabia que nuestra relación era mas importante que cualquier cosa.
Papa se puso de pie cuando nos vio llegar – bella, me gustaría ir a descansar – sonreí,
De acuerdo – conteste.
Nos despedimos de la familia Cullen, les agradecí enormemente su hospitalidad.
No es nada bella, sabes que te queremos – contesto esme – esperamos nos visiten mas seguido – asentí.
Por supuesto – conteste.
Alice y Edward nos acompañaron a la puerta – adiós Charlie ha sido un placer – dijo Alice.
Igual Alice eres muy amable, hasta luego Edward – tendió su mano y Edward la tomo.
Adiós Charlie – papa entro en la limusina.
Bella, tienes que ir a mi taller, tengo unos diseños inspirados en ti y quiero que te los pruebes todos – dijo Alice mientras me abrasaba.
Ahí estaré no lo dudes – conteste.
Nos vemos entonces – se despidió, solo me despedí con la mano.
Te veo en la noche – murmuro Edward mientras me abrasaba.
Claro, ya quiero saber que sorpresa me espera – dije impaciente.
Pronto lo sabrás – susurro – hasta la noche – beso suavemente mis labios.
Adiós – me despedí.
Charlie no comento nada durante el camino pero parecía contento por haber conocido a los Cullen, cuando llegamos a casa se sentó en la sala y yo lo seguí.
Bella, me alegra haber conocido a los Cullen, son muy buenas persona y te quieren mucho – sonreí.
Lo se, yo también los quiero mucho – conteste.
me alegra saber que tendrás cerca a personas como ellos cuando yo me vaya – dijo serio,
Papa insistes con esa idea de regresar a forks? – pregunte.
Bella, mi vida esta haya, mi trabajo – insistió.
Lo se pero ya no tienes por que trabajar – arrugo la frente.
Me gusta mi trabajo bella, y extraño mi casa – dijo melancólicamente.
De acuerdo, pero espera un poco mas – pareció pensarlo.
Lo pensare cariño – contesto – ahora iré a descansar un poco – se levanto.
De acuerdo – se despidió.
No quería que papa se fuera y menos por la cercanía de Jacob, pero no podía impedirle regresar, el tenia una vida establecida en forks y era normal que la extrañara.
Entre a mi habitación y mire el reloj, aun faltaban un par de horas para que Edward llegara; tome mi Mobil y le marque a Ángela, casi no la había visto estos días.
Bueno – contesto.
Ángela, como estas? – pregunte.
Hola bella, estoy bien, como te fue en la reunión – pregunto.
Muy bien, todo salio bien – sonreí – pero dime donde has estado – indague.
Fui secuestrada – dijo – estoy en los Ángeles – me extraño mucho.
Que haces ahí? – pregunte.
Escuche un suspiro – fui a mi reunión con Ben en un restaurante en Miami, y lo que me esperaba era un chofer, que me llevo al aeropuerto, me subieron a un jet privado y llegue a los Ángeles, tenemos una cita a las 8 – sonreí ampliamente.
Eso es genial angie – dije feliz – aunque Ben siempre se va un poco a los extremos – admití.
Lo se bella y estoy demasiado nerviosa de volver a verlo – contesto.
El te gusta mucho verdad? – se escucho un largo silencio.
Si bella, demasiado y me asusta – confeso.
No tienes nada que temer, la próxima vez que te vea quiero que me presentes a Ben como tu novio – bromee.
Bella, es muy pronto – contesto.
Para el amor no hay tiempos, te lo digo yo – escuche su risa.
Tienes razón, y como va todo con Edward – pregunto.
Bien, saldremos en un rato, dice que me tiene una sorpresa – le conté.
OH, con lo mucho que te gustan - Dijo irónica.
Si, ya lo sabes – conteste – bueno angie platicamos después, tienes que prepararte para tu cita – le recordé.
Te quiero, nos vemos – se despidió.
Te quiero suerte – conteste y colgó.
Me alegraba tanto por Ángela, por fin encontraría su felicidad, a lado de un hombre que realmente la merecía.
Tome un baño y me arregle, lo único que sabia es que iríamos a cenar, me puse un vestido negro y corto y unas zapatillas del mismo color, maquillaje cargado y el cabello arreglado en u chongo.
Edward me aperaba en la puerta vestido con un elegante traje negro y un ramo de rosas en las manos.
Wohh, bella, estas… preciosa – me miro de arriba abajo.
Gracias, tu estas muy guapo – conteste sonrojada – son para mi? – señale las flores.
Claro, perdón – me las tendió – espero que te gusten – sonrío.
Son hermosas, gracias – conteste.
Nada comparadas contigo – acaricio mi mejilla.
Entramos para que pusiera las flores en un jarrón y después salimos tomados de la mano, su volvo plateado nos esperaba estacionado.
Ya me dirás a donde vamos – dije mientras comenzaba a conducir.
Vamos a ir a cenar – contesto – comida Italia – sonreí.
Llegamos a un elegante restaurante a las afueras de la ciudad, y nos condujeron a una mesa en un área apartada, tenia una hermosa vista hacia la playa.
Pedimos champagne y pasta; Edward me miraba fijamente.
Esto es hermoso Edward, gracias por traerme – sonrío.
No es nada, solo quiero tener tu compañía y que compartamos cosas – contesto.
Cenamos tranquilamente bajo la Sueve luz de la luna, la brisa del mar jugaba con el cabello de Edward dándole un toque de irrealidad, parecía un espejismo, uno muy hermoso.
Terminamos de cenar y pedimos un pastel de chocolate, mi ángel me daba de comer en la boca y yo a el, lo batía intencionalmente para después limpiarlo con mis labios, me divertía tanto estar con el, el tiempo se hacia inexistente.
Bella, tengo algo para ti, antes de dártelo quiero que sepas que te amo y lo único que deseare siempre es tu felicidad – lo mire confundida – se que no podemos crear un futuro si no conocemos del todo nuestro pasado, no quiero ver temor en tus ojos mi niña – saco un sobre de su saco y me lo tendió – si tu quieres juntos podemos buscar las respuestas que necesitas – concluyo.
Edward no entiendo – jugué con el sobre entre mis manos.
Ábrelo y sabrás que pasa – contesto.
Nerviosa abrí el sobre, Edward nunca se ponía misterioso y eso me preocupaba.
Antes de comenzar a leer mire a Edward, tomo mi mano y la entrelazo con la suya – te amo, estoy aquí amor – susurro.
Conforme mis ojos recorrían las palabras escritas en la hoja, me sentía mas confundida cada vez, las lagrimas se asomaban sobre mis ojos, parecía irreal lo que leía en aquel simple papel, mire a Edward consternada, me sentía desecha.
Edward… - solloce.
Se puso de rodillas frente a mi y me abraso, lo rodee fuertemente con mis brazos, lo necesitaba mas que nunca.
Tranquila mi amor, estoy aquí – susurro.
Ed…Ward, como averiguaste esto – dije entre lagrimas.
Contrate un investigador privado mi amor, se como has sufrido por su ausencia, ahora puedes buscar las respuestas que necesitas – dijo firmemente.
Ella esta aquí, en Miami – dije entre dientes – como es eso posible? – no daba fe de mis propias palabras.
El destino – contesto.
Tengo miedo Edward – susurre.
Miedo de que? – pregunto.
Amor… y si no me quiere, si voy y la busco y no quiere verme – dije insegura.
Bella, no creo que exista alguien en este mundo, al que esta carita y este enorme corazón no puedan conquistar – sonrío – todas las personas que te conocemos te amamos mi niña, y ella debe amarte mas que cualquier persona, tienes que conocer su historia – mordí mi labio.
Estarás conmigo… digo me acompañaras a… - tartamudee.
Estaré contigo en todo momento – contesto, sonreí tristemente.
Gracias, por ayudarme, es muy importante para mi – me beso levemente.
Todo lo que es importante para ti, es vital para mi, te amo – me miro dulcemente.
Te amo - conteste.
Edward era mi ángel, me ofrecía esta oportunidad enorme de descubrir una parte fundamental de mi vida, estaba junto a mí y me apoyaría hasta el final, hasta donde esto pudiese llegar.
Leí una vez mas sobre la hoja, había una línea que hacia mi corazón saltara de nerviosismo y miedo.
Renne Dwyer, 45 años, zona norte Liberty City #408, Miami florida.
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