Ola Niiñas Qiiero agradecer Por cumplir el reto de Votos Ustedes son las Mejores. Graciias por sus Comentarios y Por todo su apoyo.

aki tienen lo prometido, me retrace un poco por que me dio un resfriado terrible y estoii con un dolor de cabeza... pero ustedes merecen cualquier esfuerzo.

Tambiien actualizo mi otro fic asi que son tres capiulos, entiendan ke no es facil...

Pasence por ahi, Tmbien y dejen sus votos y comentario.  

bodas por encargo (+18)

Abrí los ojos con una rara tranquilidad, los sucesos del día anterior amenazaban por convertirse en realidad, un hermoso aroma suave y masculino llego hasta mi nariz y mis dedos se atrevieron a rosar la suave textura de una piel delicada y tersa, sonreí completamente feliz, después de todo los sueños si se hacen realidad, los príncipes toman vuelos alrededor del mundo, para venir hasta ti y decirte que no importa nada mas que ese amor que los traspasa a los dos, pero tal vez yo no tenia un príncipe, ese adjetivo no alcanzaba a describir a este maravilloso hombre, el sin duda era mi ángel,.

Abrí lentamente los ojos y lo primero que vi fue ese hermoso rostro, dormía tranquilo con una pequeña sonrisa surcando sus dulces labios, como podía una creatura ser tan perfecta, y sobre todo como podía ser mío.

Recorrí sus facciones con las puntas de mis dedos, tenia que percatarme que fuera real y no un sueño como tantos que había tenido meses atrás, su cabello despeinado caía sobre su frente y su respiración era completamente tranquila; era normal que durmiera profundamente después de la noche anterior, yo debería estar mas que dormida también, no nos dimos tregua en toda la noche, era demasiada la necesidad de amarnos, estos meses separados avían dejado estragos en nosotros y solo queríamos recuperar el tiempo perdido.

Sus brazos rodaban mi cintura y mi cabeza reposaba sobre su fuerte y marcado pecho, deje un par de besos sobre el antes de levantarme con mucho cuidado de no despertarlo, encontré mis zapatillas y mi ropa tirada en la alfombra, no estaba tan arrugada después de todo, entre al baño y deje mi ropa sobre un mueble.

Me mire al espejo, estaba hecha una facha, que horror, el cabello despeinado y el delineador corrido, me lave la cara y me arregle un poco el cabello, lo peine en una coleta y comencé a vestirme, me mire en el espejo, no era la persona mas arreglada del mundo, pero me veía naturalmente bien, el vestido aun lucia presentable.

Bella – sonreí al escuchar su vos.

Bella – volvió a llamar, mi ángel no era muy paciente que digamos.

Salí del baño y me encontré con Edward parado en medio de la habitación solo llevaba sus boxer, se veía preocupado, pero cuando nuestras miradas se encontraron se suavizo al instante y corrió hasta envolverme en sus brazos.

Dios mi niña aqui estas – susurro en mi oído.

Acaricie sus cabellos -  tranquilo mi amor, solo me estaba arreglando un poco.

Es que desperté y no estabas, me asuste – admitió.

Lo mire fijamente,  acariciando su mejilla – amor, estoy aquí, no tengas miedo, no iré a ningún lado – intente calmarlo.

Tomo mis manos entre la suyas besándolas – soy un tonto, es que te extrañe tanto este tiempo – agacho la mirada.

Yo también te extrañe, pero ya no debemos pensar en eso – me acerque a sus labios – lo único que quiero es que estemos juntos, sin miedos – sonrío.

Así será – acorto la distancia y me beso dulcemente.

Sus labios demostraban ternura, se abrían paso entre los míos con todo el amor que pudiese demostrarse, acaricie sus cabellos broncíneos bajando hasta su cuello, simio bajito cuando lo jale mas cerca, moví mis labios impaciente, el aliento de mi ángel me traspasaba hasta lo mas profundo y me volvía su presa, acariciaba mi cintura, la fina tela de mi vestido, no servia para ocultar la sensación que provocaban sus manos en mi piel, lamí su labio inferior y lo mordí levemente, Edward gruño y abrió su boca dejándole paso a mi lengua, rose levemente dejándome llevar por el vaivén de la suya, comenzó a bajar sus manos por mis caderas y note el fuego en sus ojos, estaba perdiendo el hilo de mis pensamientos, lo deseba tanto, nunca tendría suficiente de el.

Me separe levemente de el, teníamos que ver a Ángela – amor, tenemos que salir – susurre.

Mmm – besaba mi cuello – un ratito mas – susurro.

Edward, me vas a obligar a quedarme todo el dia aquí – me queje.

No importa, yo tengo toda la vida, es tuya – mordió mi hombro.

Edward – lo regañe.

Esta bien – se separo con el ceño fruncido – ya llegara la noche – río maliciosamente.

Claro – bese su mejilla – ahora ve a arreglarte, tenemos que ver a Ángela – le recordé.

Esta bien – beso levemente mis labios y entro al baño.

Tome mi Mobil y marque el numero de Ángela.

Buenos días o mas bien tardes – contesto.

Ángela! Gracias – dije feliz.

No es nada, ahora quiero que me cuentes todo! – grito emocionada.

Es maravilloso – sonreí – soy tan feliz – susurre.

Eso es lo único importante, tenemos que vernos amiga – Edward salio del

Baño, con una toalla envuelta en la cadera, trague en seco.

Bella estas ahí? – llamo Ángela.

Eh, si si, tengo que colgar – aun miraba embobada a Edward.

Ok amiga nos vemos en el restaurante en media hora – se despidió.

Adiós – colgué.

Edward me miro divertido, mientras yo me lo comía con la mirada, su torso marcado y perfecto, estaba cubierto por miles de gotitas de agua que resbalaban por su piel y su cabello mojado tenia un color mas obscuro y despeinado, nunca superaría esa imagen, así lo había visto por primera vez, quien diría que ese extraño con el que discutí y odie por ser un tonto, se convertiría en el amor de mi vida.

Bella, no me mires asi, o me obligaras a quedarme todo el dia aquí contigo – gruño.

Lo siento, es que me trae recuerdos – dije apenada.

Lo se, la primera vez que te vi – sonrío ampliamente, mientras rodeaba mi cintura con sus brazos.

Si, el mejor dia de mi vida – admití y deslice mi mano por su abdomen y su pecho.

Me beso levemente en los labios y se separo de mi, -  tengo que vestirme susurro.

Solo pude asentir y como quien no quiere la cosa, me senté en la cama frente a el, Edward abrió su maleta y saco unos boxers, un pantalón de mezclilla y una camisa gris, me guiño un ojo mientras dejaba caer su toalla al suelo, Demonios que perfecto era, me estremecí solo con la imagen de su cuerpo desnudo.

Se puso sus boxers y sus pantalones de mezclilla, cuando se estaba poniendo la camisa se detuvo.

Amor me quieres ayudar? – dijo seductoramente.

Reí tontamente – claro – me puse de pie y camine hasta quedar frente a el, nunca despegue mi mirada de la suya, acerco sus labios a los míos y me beso.

Era extraño besarnos mientras abrochaba su camisa, estaba apunto de revertir la tarea y desabrochársela, aunque aproveche al máximo el momento, acaricie su abdomen y su pecho mientras subía boton a boton, mordió mi labio y me separe cuando termine, acomodando el cuelo de su camisa.

Listo – susurre.

Gracias, señorita – dijo mientras me abrasaba – a que hora veremos a Ángela? – pregunto.

En 5 minutos – conteste.

Has pensado en algo para recompensarla? – fruncí el ceño.

No, pero ya se me ocurrirá… - una idea llego a mi mente.

Que  pasa? – se separo levemente.

Ya se que voy a hacer por Ángela y tu me vas a ayudar – sonreí.

En lo que quieras, pero cuéntame – pidió.

Mira, hay un empresario muy importante interesado en ella – Edward sonrío – le regalo un Ferrari, imagina lo interesado que esta en ella – Edward me miro confundido.

Un regalo un poco ostentoso – comento.

Lo se, y se que ella se lo hubiese devuelto de poder hacerlo – fruncí el ceño.

Si, bueno creo que el tipo se excedió – asentí.

Si, pero lo importante es que ella no se atreve a hablarle – explique – es un empresario que conocimos en Grecia, y no sabes como se intereso por ella y se que a ella también, pero mi angie es un poco cobarde – Edward enarco una ceja.

Bueno tan cobarde como yo – ambos reímos.

Entonces hay que ayudar a Ángela a aceptar que le gusta – sugirió Edward.

Si, eso es lo que aremos, yo tengo la tarjeta de Ben y seremos cupido si es necesario – dije decidida.

Serás una cupido muy sexy – susurro en mi oído.

Y tu… ya casi puedo verte con ese pequeño trozo de tela, serás el cupido mas guapo – murmure.

Iba a besarme pero me separe de el – tenemos una cita – gruño.

Vamos entonces – tome mi bolso y salimos de la habitación.

Caminamos por las áreas del club, era realmente enorme y hermoso, lamentaba no haber podido recorrer ni disfrutar todo con Edward, aunque, prefería mil veces nos quedáramos en la habitación.

Ángela nos esperaba sentada en una mesa, mientras tomaba café, al vernos llegar sonrío inmediatamente.

La abrace muy fuerte – eres una mentirosa, pero te quiero – susurre en su oído.

Bella, soy tan feliz, por que tú eres feliz – dijo entre sollozos.

Todo gracias a ti, eres mi mejor amiga – solloce

Te quiero bells – reímos tontamente.

Señoritas que tal si nos calmamos un poco – susurro Edward, estábamos haciendo una pequeña escena, pero no importaba.

OH – Ángela miro alrededor apenada – creo que tienes razón.

Saludo a Edward y le dio un pequeño abraso – ya eres mi cuñadito de nuevo? – bromeo.

Claro – Edward me guiño un ojo.

Nos sentamos y pedimos fruta y pan cakes.

Y bien tortolos, ahora que harán – Edward y yo nos miramos, aun no habíamos hablado profundamente de eso.

Bueno, hoy regresaremos a casa – sonreí – y lo que suceda después no lose – admití.

Bella, tienes un mes libre, por que no te vas a Italia a ver esa casa que quieres – dijo angela.

Italia? – dijo Edward asustado.

Angela rio – por supuesto irías con ella – soltó aire de golpe.

Quieres viajar amor? – pregunto Edward.

Si, bueno, no, es que antes de que llegaras, pensaba en mudarme a Florencia – le conté – comprar una casa ahí – se mordió el labio inferior.

Si, no sabes cuanto me costo persuadirla – dijo Ángela.

No pensabas regresar a Miami? – pregunto Edward.

Agache un poco la mirada – tenia miedo de volver y encontrarme con cosas desagradables – fruncí el ceño.

Entiendo – sonrío levemente – ahora podemos viajar juntos si quieres – como no iba querer viajar con mi ángel.

Seria perfecto – susurre.

Mire a Ángela parecía muy feliz – no saben los feliz que soy de verlos juntos al fin – dijo melancólica.

Todo gracias a ti amiga – tome su mano – pero recuerda que quiero verte igual de feliz.

Se sonrojo al instante – bueno, de eso podemos hablar después – evadió.

Alguna noticia desde Grecia? – pregunte.

Agacho la mirada, angie era muy tímida – pues… algunas, digo, me llamo ayer – sonreí.

Eso es Genial y que le dijiste? – pregunte emocionada.

Emm, estamos aburriendo a Edward – se escudo.

A Edward no le importa verdad amor – le guiñe un ojo.

En lo absoluto, recuerden que tengo una hermana menor y no saben todo lo que Alice Cullen puede contar – todos reímos.

Entonces angie? – presione.

Bueno… me llamo anoche y comenzamos a platicar un poco – tenia que sacarle algo mas.

Y? – me miro apenada.

Le agradecí por el auto, pero inmediatamente le dije tendría que devolvérselo – era lógico – me dijo que la única manera de que lo aceptara, seria que aceptara una invitación a cenar y que ahí se lo entregara – sonreí.

Y aceptaste verdad? – negó.

Le dije que lo pensaría – la mire fijamente – estará en Miami en dos dias – sonreí.

Angie, tienes que ir, imagínate a ese guapo y caballeroso hombre, cenar con el, es el sueño de cualquier mujer – Edward me miro extrañado.

Solo quiero convencerla amor, tu eres el mas hermoso – susurre en su oído y pareció relajarse.

Bella, entiende estoy nerviosa – confeso.

No puedes dejar que el miedo te impida conocerlo – parecía mas confundida.

Ángela, si me permites me gustaría decirte algo – comento Edward.

Claro Edward – acepto angie.

Ángela, se que es difícil aceptar que alguien nos gusta, permitirnos sentir amor, y entregarnos por completo, pero es hermoso amar y ser correspondido – me miro – este hombre tiene miedo al igual que tu, estoy casi seguro, pero su interés por ti es mas grande, tal vez sea un poco excéntrico regalar un auto, tal vez debió mandarte flores, pero el de alguna manera es intentando agradarte y seria justo que te permitieras conocerlo – lo miraba fijamente, sin duda por eso me había enamorado de Edward, nadie pudo haber dicho palabras mas hermosas; al parecer Ángela pensó lo mismo ya que pareció relajarse.

Pero si cuando me conozca no le gusto? – ahí estaba la fuente del problema, Ángela era demasiado insegura.

Como no le vas a gustar – dije un poco exasperada – tendría que ser un tonto, eres maravillosa, hermosa y una gran mujer – se apeno.

Lo dices por que eres mi mejor amiga – rechazo.

Yo también lo pienso y no soy tu mejor amiga – bromeo Edward – solo una gran persona arma una osadía y miente a su mejor amiga, con tal de verla feliz – ella sonrío.

Esta bien, aceptare salir con el, solo es eso una cita – accedió por fin.

Casi comienzo a saltar – Genial, estoy segura de que todo saldrá bien – anime.

Eso espero – contesto.

Sonreí a Edward, lo amaba mas cada minuto que pasaba, el me apoyaba en cualquier cosa y sabia contaría siempre con el.

Platicamos animadamente, Ángela nos dijo que nuestro vuelo salía a las 2pm, nos quedaban poco mas de dos horas para ir por nuestras maletas y partir al aeropuerto.

No te preocupes bella, ahora mismo mando tu maleta, para que te cambies – dijo angie.

Nos vemos en una hora entonces – me despedí.

Nos vemos – se despidió y se fue a su suite.

Edward y yo entramos a nuestra habitación, lo abrace inmediatamente – gracias por se tan comprensivo y ayudarme a convencer a Ángela – dije mientras besaba su cuello.

No en nada amor, se cuanto quieres a Ángela y a decir verdad, yo también la quiero – tomo mi rostro entre sus manos – gracias a ella estamos juntos, ambos fuimos cobardes y ella fue la única que se atrevió a decir la verdad – susurro.

Lo se, y siempre se lo agradeceré – bese su barbilla hasta llegar a a su oído – te amo – susurre.

Yo también – beso levemente mis labios.

Nos separamos a fuerzas, teníamos que empacar todo, Edward se ofreció a hacerlo mientras yo tomaba un baño.

Deje que el agua cayera por mi cuerpo tranquilamente, no quería mas prisas ni urgencias, quería disfrutar cada momento que la vida me ofrecía, tenia a mi familia, y tenia al amor de mi vida, por fin todo parecía perfecto.

Me puse unos jeans y una blusa blanca, Salí del baño depues de unos minutos, las maletas estaban en el umbral de la puerta y Edward recostado mirando televisión, cuando me vio frunció el ceño – creí que me dejarías ayudarte con tu ropa – hizo un puchero.

Me sonroje al instante, aun me avergonzaba estar desnuda frente a Edward – lo siento yo… - acorto la distancia y me beso levemente en los labios –

Tranquila, solo bromeaba, cuando tu estés lista, haremos esa clase de cosas – susurro.

Lo mire tiernamente, no existía nadie tan compresivo y dulce como mi ángel – serás el primero en saberlo – conteste.

Eso espero – sonreímos.

Edward cargo las maletas mientras salíamos de la habitación, Ángela nos esperaba en el área del vestíbulo, junto al encargado.

Listos? – pregunto angie.

Si – contestamos.

Señorita Swan ha sido un placer tenerlos con nosotros – dijo el hombre mientras tendía la mano.

Gracias a usted, Gracias por todo – tenia la impresión de que el sabia los planes de Ángela y Edward; me acerque a el y o bese en la mejilla.

OH, nunca me lavare esta mejilla – dijo emocionado.

Todos reímos – gracias, hasta luego – me despedí.

Hasta pronto – salimos del club.

El Ferrari de Ángela nos esperaba en el estacionamiento – OH, si que se ha excedido – comento Edward.

Lo se – contestamos al mismo tiempo.

Subimos al auto y Ángela condujo hasta el aeropuerto, viajaríamos en mi Jet, que tenia espacio suficiente para el auto de Ángela, al llegar al aeropuerto, era impresionante la cantidad de reporteros que nos esperaban.

Hicieron mil preguntas, iban desde la gira y el concierto final, hasta mi relación con Edward, lo que me incomodo un poco, ya que querría guardarlo solo para nosotros y nuestras familias.

Por fin pudimos abordar y sentarnos en nuestros asientos, Ángela se sentó en los asientos posteriores, me alegro sabes que Mike repentinamente había tomado un vuelo anterior, no quería ningún conflicto, ahora que me sentía tan feliz.

El avión despego y recargue mi cabeza en el hombro de Edward, el rodeo mi cintura con sus brazos.

Descansa un poco amor es un largo viaje – susurro en mi oído.

Lo se, pero el tiempo nunca es suficiente cuando estoy junto a ti – conteste.

Ni la eternidad seria suficiente – respondió.

Bostece inconcientemente – te amo – murmure.

Yo a ti mi niña – acaricio mis cabellos.

Poco a poco me fue quedando dormida, tranquila como hacia mucho timpo no lo hacia.