Que haces aquí? -  pregunto, lo cual me molesto mucho, este era un lugar publico y podía venir cualquier persona.

Este es un lugar publico – conteste en tono acido, al notar mi enojo el solto un risita, lo que hizo que me enfureciera aun mas.

Si, es que pensé que solo te gustaba irrumpir en lugares privados – volvió a sonrrei, y aunque se veía aun mas hermoso sonriendo, no podía evitar sentirme furiosa.

Pues ya ve que no! – dije acidamente – eso fue un acciedente, el cual prefiero no recordar – me sentí un poco mal por decir eso, ese beso había sido glorioso, fueran cuales fueran las circunstancias el las que había ocurrido.

De verdad? -  se empezó a acercar hacia mi, yo retrocedí, pero detrás de mi se encontraba un estante y no había hacia donde escapar.

Claro que si – respondí muy segura – y aléjese de mi!! – casi grite

Pero el no se alejo, por el contrario, coloco sus brazos uno de cada lado de mi cuerpo sobre el estante, quedando muy cerca de mi, podía sentir su olor, era tan masculino, llevaba puesto un pantalón de vestir un poco pegado y una camisa blanca que se adhería a cada uno de sus músculos, mis recuerdos no le hacían reverencia, era mas hermoso de lo que recordaba; sus hipnotizantés ojos que me miraban con un punto de picardía, su perfecta y perfilada nariz, sus labios rojos y carnosos, su barbilla partida tan sexy y ese cabello dorado que le caía en unos pequeños mechones sobre su frente, esto era mejor que el David de miguel ángel.

De verdad no quieres recordarlo? – me dijo acercándose un poco mas, yo estaba en shock, no podía siquiera negarme.

Por que.. podría recordártelo en este mismo momento – dijo mientras su nariz rosaba levemente mi mejilla, Dios el estaba jugando con migo, y estaba apunto de ganar.

Volvió a mirarme con sus hermosos orbes verdes que esta vez estaban llenos de pasión y comenzó a acercarse cada vez mas a mis labios.

Señorita se encuentra bien? – dijo una voz masculina detrás de mi.

En ese momento mi misterioso hombre me libero de su presión y se coloco a un lado mio para enfrentar con una mirada de odio al interruptor de nuestro beso.

Mike se encontraba parado frente nuestro, con una mirada de odio a la cual mi desconocido le correspondía con otra.

Si estoy bien – respondí, aunque estaría mejor si ese beso se hubiese concretado.

Es que me pareció que este caballero la estaba molestando – me dijo mirando fijamente a mi desconocido.

No, he… yo solo lo estaba ayudando con un libro que buscaba – respondí, no queriendo que mi sexy desconocido se metiera en un problema.

Si – dijo mi desconocido – ya que ningún empleado podía ayudarme, decidí pedirle ayuda a esta hermosa señorita – casi me derrito cuando me dijo hermosa, pero creo que en Mike no tuvo el mismo efecto.

Claro que no caballero, porque la librería está cerrada – dijo un poco molesto – fue cerrada exclusivamente para ella – dijo señalándome – así la señorita be…

No importa – lo interrumpí, mi desconocido no sabía quien era y yo quería que eso siguiera siendo asi – por que no ayudas al caballero Mike, de todas formas, yo ya me tengo que ir.

Cuando dije eso, mi desconocido se volteo a verme y pude ver un rastro de tristeza en sus ojos, no podría jurar que fuera por mi partida, pero solo de pensar que fuera por eso, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo.

No señorita – escuche decir a Mike – todavía no ha visto nada de la librería – su rostro también se entristeció.

Lo siento, tengo compromisos – dije, aunque no los tenia por hoy, ya no podía seguir ahí.

No tienes por que irte – susurro muy bajo mi desconocido – si te molesta mi presencia, seré yo el que me vaya en este momento.

  No, no me molesta en lo absoluto – mi voz sonó un tanto de altanería, no podía demostrarle lo mucho que me atraía.

Me miro con un tono de diversión y una sonrisa hermosa apareció en sus labios – no se tu nombre desconocida – dijo y casi me desmayo.

No veo el motivo por el que debería de saberlo – me voltee dándole la espalda,  cuando sentí su mano tomar mi brazo, su contacto me dio una descarga eléctrica – no quieres saber el mío? – dijo acercándose a mi oído.

NO!! – conteste y me libere de su agarre.

Donde puedo pagar esto? – le pregunte a Mike

No se preocupe – contesto Mike –el dueño me ha dicho que usted podría llevarse lo que quisiera, que era un regalo suyo.

No, preferiría pagarlo – no me gustaba recibir nada regalado.

Por favor señorita, el se molestara con migo, si usted no acepta el regalo – agacho su cabeza un poco, tenia razón y yo no quería causarle ningún problema en su trabajo.

Esta bien, has sido muy amable Mike – dije palmeando su hombro.

No ha sido nada, es lo menos que merece una belleza como usted – dijo y me sonroje.

Escuche una garganta aclararse, gire y era mi extraño, que nos miraba con odio, por la escena que Mike y yo habíamos montado, sus orbes estaban obscuras y su mano estaba en un puño, yo sonreí al imaginar que estaba celoso de Mike.

Hasta luego – y camine hacia la salida.

Adiós – escuche dos voces decir al mismo tiempo, una era la de Mike y la otra de mi “David”.

Camine, mas bien corrí hacia la salida, ahí me esperaba Ángela que platicaba animadamente con Tyler, cuando me vio se sorprendió.

Podemos irnos? – dije mientras Tyler me abría la puerta y yo entraba.

Claro bella, pero sucede algo? – pregunto Ángela – llevabas apenas 2 horas ahí, crei que tardarías mucho mas.

Si es que… ya compre todo lo que me gusto, prefiero ir a descansar – bostece fingidamente.

Mmm esta bien bella – dijo y subió a la limosina – compraste algo interesante? – me pregunto

Abrí mi bolsa y le mostré con una sonrisa mi libro

Woh bella, tu novela favorita – comenzó a ojearla – y es de la primera edición? – abrio los ojos de par en par.

Si, puedes creerlo?, y todo gracias a ti – salte sobre ella para darle un abrazo de oso.

Si tiene razón, me debes un día de descanso – entrecerró los ojos.

Todos los que quieras – dije dándole un beso en la mejilla.

Me recosté en la limusina y no pude evitar comenzar a pensar en mi hermoso desconocido, que hubiese pasado si Mike no hubiese interrumpido?, mmm esa respuesta yo la sabia mejor que nadie, y era como decir que tocaría el cielo con mis labios, no pude evitar sonreír al imaginarme lo suave e insistente de sus labios.

Un chirrido me saco de mis cavilaciones

Disculpen -  dijo Tyler apenado – es que me viene siguiendo un carro con unos reporteros.

Oh no!- los odiaba, este había sido un dia casi perfecto, digo casi por que el beso no se concreto, pero había sido diferente, especial por haber contado con la presencia de mi desconocido.

Tyler piérdelos por favor - casi parecia una suplica.

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Si eso intento -dijo frunciendo el ceño, y continuo con el zangoloteo sobre las calles, de pronto sentí un enfrenon y Salí disparada de mi lugar, golpeándome fuertemente el brazo contra la puerta.

Bella! – escuche gritar a angela – estas bien?- y corrió a ayudarme, pero realmente me dolía el brazo.

Auch! – fue lo único que pude decir.