Diisculpen el error anteriior No lo subii yo, Mi internet no serviia, pero akis e los dejo nuevamente, Disculpen, se salio de mis manos!
Ola a Todos, Me siiento Sobrecogiida Con todo el ApoYo q he ReciiBiido De Ustedes, son Lo mejor, de verdad, las mejores lectoras, y Lectores Los kiero Muchiisimo!
Niiñas y niÑos, este capiitulo es... fundamental, no saben que Diificil fue escribirlo, nada me gustaba jeje, despues de Mil cambios Esto fue lo que quedo.
COMENTARIOS.... VITALES PARA MI EN ESTE CAPITULO, QUIERO SABER COMO LO TOMARON POR FAVOR!!. votos, siempre bien recibidos si los meresco =D
Qiiero agradecer a algunas personiitas especiiales en este capiitulo.
Ari... ha sido Un placer poder Conocerte y poder platicar contiigo, graciias Por confiiar en mi, sabes qe aqii tiienes una amiga y puedes contar conmiigo siempre qe lo necesites!
Maferiiza, Graciias Por preciionarme jaja, Si no fuese por tu presion, quien sabe cuando ubiese subiido capiitulo, estaba encerrada en mi casa viendo tlenovelas y comiendo galletas jeje XP.
Pakiito Mii Amor Hermoso, No sabes cuanto aGradesco Tu aPoyo, Graciias por se Mi mejor amiigo Fan, y por Darme esas valiosisimas iideas, Tekiiero Cursiii!!
Gore T mega kieiro!! t xtrañiio, prometo Visitarte :P
Susana... Graciias Por tus lindas paLabras, eres super geniaL, y graciias por recomendar mi fic en el facebook! si todas las personas fuesen como tu, este seria un mejor lugar, tkiero amiga!
Los kiiero a Todos, graciias Por sus Comentarios y votos, son totalmente especiales, miles de besos y Abrasos.... LiiBiiThaA!
Mi ultimo día de gira, respire profundamente, me sentía libre por fin, después de estos tres meses, desperté muy temprano y me senté a pensar, seria correcto regresar a Miami?, digo… desde luego que tenia que regresar, ahí estaba mi casa, mi padre y todas mis personas queridas, pero seria bueno para mi regresar y toparme con el en algún lugar?... desde luego no seria lo mejor para mi, y tendría suerte de encontrarlo solo a el, pero seria el infierno verlo junto a ella tomados de la mano.
No podia soportar siquiera pensarlo, Abia una idea que se formaba en mi mente desde hacia ya un par de meses, desde que supe de su relación, tenia que alejarme, huir lo mas lejos posible.
Bella – alce la vista.
Hola Ángela – salude – no escuche cuando entraste – frunció el ceño.
Como ibas a hacerlo si estas sumida en tu mente – sonreí – pero bueno es hora de levantarse – salto en la cama.
Ángela, parece una niña, compórtate – dije seriamente.
Claro jefa – rio – pero ya es hora de levantarse – hice un puchero.
Aun es muy temprano angie – tape mi rostro con una almohada.
Claro que no bella, ya son las 10 – quite la almohada.
Tan tarde? – mire el reloj del buró, marcaba las 10 en punto.
Vamos tu sorpresa te espera – sonrío al decirlo, pero parecía muy nerviosa.
Que es lo que sucede? – pregunte.
Eh, nada, ve a bañarte – tendría que dejarlo pasar.
OK – me levante y camine hacia el baño.
El agua tibia relajaba mis músculos, me servia para seguir pensando en lo que haría después de hoy, era claro que tenia que marcharme y llevarme a los mios lejos de ahí, una linda casa en la Toscana seria maravilloso, podría ver todos los dias el atardecer desde la ciudad de Florencia y el sol ponerse sobre el río arno, seguramente desde ahí podría llevar una vida mas tranquila, lejos del dolor.
Ángela me esperaba sentada en la cama, miraba hacia el suelo, parecía totalmente absorta en sus pensamientos.
Planeta tierra llamando a Ángela – dio un pequeño saltito al notar mi presencia.
OH, por dios isabella Swan quieres matarme de un susto – dijo alterada.
No – me acerque y acaricie su hombro – claro que no – dije a penada.
Esta bien – dijo mientras se ponía de pie, comenzó a revolver todo en mi maleta – bella donde tienes ese vestido azul que compraste en Italia? – pregunto.
Esta en las cajas del fondo - conteste – pero por que debo usar ese vestido, vamos a alguna comida o algo? – pregunte curiosa.
Algo por el estilo, tienes que lucir mas hermosa que nunca – fruncí el ceño.
Ángela me puedes decir a donde vamos? – la curiosidad causaba estragos en mi.
Ya te dije que no bella – tomo en vestido y lo dejo encima de la cama – la lencería que compramos en Paris? – revoloteo entre las caja.
En la caja verde – indique – que pasa, es que verán mi ropa interior? – bromee.
No seas tonta bella, necesito que luzcas perfecta ya te lo dije, y la ropa interior es muy importante – bufo.
Ángela no iré a ningún lado si no me dices la verdad – dije seria.
Bella, no te pongas ene se plan – continuaba buscando cosas en la maleta.
Estas muy rara – acuse.
Es tu imaginación – justifico – estas viendo cosas que no existen – se acerco a mi y me jalo dela mano.
Ven te voy a ayudar a maquillarte – camine hasta el tocador – solo relájate y no pienses en nada, relájate bella – cerré los ojos.
Sentí como Ángela hacia mil y un maniobras en mi rostro, me estaba quedando dormida, cuando por fin hablo.
Listo, estas perfecta – sonrío animadamente.
Me mire en el espejo, woh Ángela si que tenia talento, Abia dejado mi rostro mas pulido que de costumbre.
Vaya Ángela, de haberlo sabido, te contrato como mi maquillista y no como mi manager – bromee.
Gracias “amiga” – dijo molesta.
Sabes que bromeo – le guiñe un ojo.
Bueno, en lugar de bromear, ven a vestirte – me paso el vestido azul y me lo puse, la tela era demasiado suave, bueno la seda debía serlo; unas zapatillas blancas y todo estaba perfecto.
Bueno bella, ahora si luces como una estrella – enarque una ceja – es hora de irnos – dijo mientras tomaba su bolso.
Ángela quiero hablarte de algo antes de irnos – le pedí.
Bella, puede esperar? – pregunto.
No, es muy importante – dije seria.
De acuerdo – se sentó en la cama junto a mi – que sucede? – mordí mi labio inferior.
Ángela… ya no quiero vivir en Miami – intente explica – tu sabes lo que eso significa para mi, yo no quiero estar cerca de… no quiero vivir ahí – su mirada era desenfocada.
Bella, de que hablas, tu vives… nosotros vivimos en Miami – dijo – se que es difícil para ti que edw… la interrumpí, todavía me dolía escuchar su nombre.
Ángela, esta decidido, quiero que tu y papa vengan a vivir conmigo – tome su mano – que te parece Florencia? – pregunte.
Quieres que nos mudemos a Italia? – su rostro era un poema.
Si, bueno aun no lo tengo bien decidido, puede ser otro país, podemos preguntarle a papa – dije animada.
Bella, no crees que es demasiado? – suspire.
Ángela, estoy intentando reconstruir los pedasos que quedaron de mi vida, podrías ayudarme? – suplique, una lagrima traicionera rodó por mi mejilla.
Bella, podemos hablar de esto cuando regresemos? – pidió – talvez esta tarde cambies de opinión – susurro.
Esta bien Ángela, pero esta decidido, pase lo que pase – dije firmemente.
Ya hablaremos mas tarde – concluyo.
Salimos de la habitación y bajamos por el elevador, podría notar cierto nerviosismo en Ángela, no la obligaría a ir conmigo si no lo deseaba, pero siempre la necesitaría junto a mi, era mi mejor amiga.
Isabella – escuche a mis espaldas, cuando pasábamos junto al lobby.
Gire y me encontré con Mike – que quieres? – dije secamente.
Puedo hablar un momento contigo? – pregunto y miro a Ángela.
Iré por el auto – dijo Ángela mientras se dirigía al estacionamiento.
Te Escucho – el agacho la mirada.
Isabella, se que lo que hice tres meses atrás fue un error y créeme que me he sentido mal todo este tiempo – esas palabras las tenia mas que dichas.
Mike, ve al grano, eso ya lo he escuchado miles de veces y sabes mi respuesta – conteste seriamente.
De acuerdo, ya han pasado tres meses, solo quiero que me perdones por eso, estaba tomado y no sabia lo que hacia, Edward se encargo de hacerme pagar – señalo la cicatriz junto a su ojo – no crees que es tiempo que tu lo hagas? – parecía afligido.
Mike yo te perdone hace mucho tiempo – explique – pero tu y yo no seremos amigos jamás – frunció el ceño – tu tienes otras intenciones y yo jamás te corresponderé – aclare.
Pero Isabella tu y yo… - lo interrumpí.
Tu y yo nada, solo te puedo ofrecer una relación cordial de trabajo – lo mire fijamente – además odio que me digan Isabella – dije molesta.
Estuvo a punto de contestar algo, pero cerró la boca antes de hablar.
Hata luego – dije, comencé a caminar hacia entrada.
Ángela me esperaba dentro de un reluciente Ferrari rojo, entre y la mire sorprendida.
Te gusta – dijo con una sonrisa, mientras comenzaba a conducir.
Es… ostentoso – contesté.
Ho, bella di algo mejor – comenzó a reír.
Bueno, es precioso, de donde salio – pregunte.
De mi sueldo – fruncí el ceño – que?, mi jefa es muy generosa conmigo – contesto.
Ángela dime la verdad – indague – jamás gastarías en un auto así – dije segura.
Es que si te lo contara jamás lo creerías – pude notar el sonrojo de sus mejillas.
Pruébame – la rete.
De acuerdo – suspiro – hace una semana “esto” – señalo el auto – estaba estacionado afuera del hotel donde nos encontrábamos, las instrucciones fueron que me lo entregaran directamente a mi, y así lo hicieron, dentro solo venia una tarjeta – concluyo.
Que extraño – estaba sorprendida – pero que decía la tarjeta? – pregunte curiosa.
Mmm, algo como: “desde que te vi no pude pensar en nada mas, se que este regalo es extraño pero quería decirte eres tan hermosa que esto se ve opacado frente a ti, espero poder invitarte a cenar, cuando estés menos ocupada” tu ferviente admirador Ben Briatore – ahora sus mejillas eran de un rojo intenso.
Ángela eso es…maravilloso, tienes un admirador, que además te regala un Ferrari – comencé a reír.
No te burles bella – dijo seria – esto me hace sentir extraña, tu sabes que no he tenido una relación desde la secundaria – doblo a toda velocidad en una esquina.
Lo se, pero es genial, tu era una persona magnifica y mereces enamorarte y ser feliz – la anime – claro tengo que conocerlo primero – dije burlonamente.
Ya lo conoces – hizo un puchero – recuerdas la fiesta en Atenas?, en el bungaló? – pregunto.
Retrocedí mi mente hacia dos semanas, un empresario muy importante y dueño de barcos abía organizado una fiesta muy exclusiva y nos Abia invitado, el se presento con nosotras, era un hombre alto y apuesto, además fue muy amable, mas con Ángela debo admitir, Ben briatore me Abia dicho que se llamaba, era perfecto para Ángela.
OH, ya recuerdo, es el empresario verdad? – Ella solo asintió – y… no piensas llamarle y agradecerle – insinúe.
Se que debo hacerlo, pero me muero de la vergüenza – mientras decía eso entro en un lugar muy grande, enorme mejor dicho, parecía un club campestre.
Que es aquí? – pregunte.
Eh, es el club Savoy, es muy grande y tiene un sinfín de actividades y recorridos – parecía una guía de turistas.
Si, pero que hacemos aquí – dudo antes de decírmelo.
Tenemos una cita muy importante – dijo.
Si, y con quien exactamente? – pregunte.
Bella, no seas tan curiosa, vamos – bajo del auto y tuve que hacer lo mismo.
Comenzamos a caminar por una hermosa Terrasa, miles de flores de todos los colores existentes se acentuaban en el césped, fuentes y arbustos por doquier, era un lugar muy hermoso, entramos por un enorme recibidor, donde nos esperaba un hombre muy elegante.
Buenas tardes señoritas – saludo – señorita Swan es un placer para nosotros recibirla aquí – dijo amablemente – hemos despejado un poco las áreas principales para su mayor comodidad.
Gracias - dije tímidamente.
Contamos con un gran numero de actividades, se que encontrara alguna de su agrado – comento.
Gracias – contesto Ángela – pero nos gustaría comer algo – le dijo.
Por supuesto, síganme por aquí – nos condujo unos metros adelante – contamos con un restaurante de comida oriental, un servicio buffet, restaurante de servicio Frances y ruso, comida mexicana e internacional – se me quito el hambre ante la mención de tanto.
El de comida internacional seria perfecto – comento Ángela yo solo asentí.
Nos condujo dentro de un elegante restaurante, cada detalle combinaba con el otro, era hermoso, ordene solo fruta y jugo, sentía el estomago un poco revuelto, Ángela a su ves pidió lo mismo, el nerviosismo no desaparecía de su rostro.
Platicamos sobre Ben y como le hablaría para agradecerle, me alegraba tanto saber que por lo menos mi amiga podría ser feliz, por que tenia la sospecha de que Ben era perfecto para ella y podía ver la mirada de Ángela iluminarse cuando mencionaba su nombre.
Me alegra tanto que seas feliz – dije emocionada.
No es para tanto bella – le resto importancia – y tu cuando serás feliz? – pregunto.
Sabes que por ahora eso es imposible, tengo que aprende a vivir con lo que tengo, talvez en un futuro pueda volver a enamorarme – eso era imposible y lo sabía perfectamente, mi corazón tenia un único dueño y así seria siempre.
Tu serás feliz – sonrío – talvez mas pronto de lo que creas – dijo muy segura.
Eso espero – susurre.
Bella, pase lo que pase, siempre serás mi amiga verdad? – me sorprendió su pregunta.
Claro, pero a que te refieres? – Pregunte – Ángela me estas asustando – le dije.
No te preocupes – dijo tranquila – no es nada – el caballero del recibidor se acerco a nosotras.
Disculpen señorita Swan, he escuchado un poco sobre su gusto por la lectura, y el gerente pone a su disposición el área privada de lectura – sonreí – cuenta con un sin numero de obras, que podrían ser de su agrado – concluyo.
Gracias – dije emocionada.
Le indico donde es? – pregunto.
Mire a Ángela – anda bella, no te preocupes, tengo que arreglar algunos asuntos, tiene sala de video conferencia? – pregunto.
Por supuesto, en un momento le indican donde se encuentra – dijo el hombre – sígame señorita Swan – me indico.
Nos vemos bella – me abraso fuerte – sabes que te quiero y eres mi mejor amiga, siempre querré lo mejor para ti – susurro en mi oído.
Gracias yo también te quiero – susurre.
Las palabras de Ángela eran muy extrañas, hablaba como si algo fuese a pasar, algo malo, temblé solo de pensar en eso, me sentía repentinamente ansiosa, seguí al hombre hasta un área totalmente vacía , caminamos por un pasillo alfombrado, frente a nosotros se encontraba una gran puerta de madera.
Es aquí señorita – indico – puede revisar lo que desee, nadie la molestara – me dedico una sonrisa.
Gracias – sonreí – podría avisarme cuando Ángela, me llame – le pedí.
Por supuesto – sonrío.
Es usted muy amable – le dije.
Con permiso – se retiro.
Abrí la gran puerta de madera y entre al salón, era grande y tenia varios estantes llenos de libros, sonreí al instante, tenia una sala de estar muy elegante con sillones negros y lámparas de lectura, computadoras portátiles y televisiones de plasma, sin duda era mas lujoso que la otras áreas.
Comencé a rebuscar entre los estantes, tenían obras muy interesantes, jane Austen, Shakespeare, Emily Bronte, Octavio paz, pita amor, y un sinfín de mis autores favoritos, tome un ejemplar de cumbres borrascosas, parecía intacto, comencé a hojearlo, me sentía totalmente identificada con la obra, personas que se aman, pero aun así se dañan, obstáculos y rencores, pero al final un amor que ni la muerte Abia podido vencer, talvez en eso me identificaba mas, jamás podría dejar de amarlo.
Disculpe, me podría decir en que estante encontró ese libro – “esa voz”.
Me quede totalmente helada cuando la escuche, el libro resbalo de mis manos, tendría que ser producto de mi imaginación, no podría ser posible que el… no bella te estas volviendo loca, el no puede estar aquí, mi mente me estaba jugando sucio, sabia que tarde o temprano terminaría volviéndome loca.
Gire lentamente, tendría que comprobar que era solo mi imaginación; cuando gire la vista, sentí que el alma se me caía a los pies.
Estaba ahí frente a mi, estos tres meses se volvían inexistentes, mi cuerpo tembló como la primera vez que lo Abia visto, hermoso hasta lo absurdo, me miraba fijamente con esos orbes verdes que me derretían el alma, su cabello dorado, sus facciones perfectas, su cuerpo de dios, todo en el era perfecto como lo recordaba, sentí mis huesos esponjosos, como si no pudiera mantenerme de pie, el solo me miraba insistentemente, no podía ser posible esto, tuve que sostenerme para mantenerme en pie.
Edward – susurre.
Una chispa se encendió en sus ojos y comenzó a caminar hacia mi, retrocedí instintivamente, no por que le temiera, mas bien tenia miedo de mi, no sabia como reaccionar, el se detuvo cuando se percato de eso.
Bella, por que lo hiciste – su rostro se congelo, parecía enojado.
Hacer que? – pregunte confundida.
Hacer que? – río – te haces la inocente, o es que ya te has olvidado de lo que hiciste? – pregunto serio.
Seria posible que hablara de… - eso tiene mucho tiempo, que haces aquí, quieres seguirme torturando por eso – susurre.
Torturarte? – Repitió – crees que estoy aquí para torturarte? – pregunto.
Si..ii – mi voz se quebró.
Aquí la única persona cruel eres tu – grito – me mentiste, me lastimaste, ni siquiera te importo cuanto te amaba – mis ojos comenzaron a arder demasiado.
No se de que hablas – dije como pude, no podía seguir con esto.
A no? – se acerco a mi quedando a escasos centímetros de mi – dime la verdad de una buena vez, termina ya con esto – exigió.
Lo mire fijamente a los ojos, como lo sabia, como era posible, parecía saberlo todo, tendría caso seguir mintiendo?, seguramente no, ya no podía seguir guardando esto dentro de mi.
Esta bien, eso es lo que quieres escuchar, tienes razón, te mentí, te deje por que Jacob me chantajeo, por que dejaría morir a mi padre y no tuve otra opción, fui cobarde lo se, pero ya no puedo hacer nada al respecto, y entiendo tu odio, pero no quiero seguir soportando esto – grite mientras la lagrimas abnegadas caían por mis mejillas.
Como fuiste capaz – una lagrima se escapo rodando por su mejilla, me sentí completamente destrozada de verlo sufrir nuevamente – no tenias otra opción?, yo estaba junto a ti, te ofrecía ayuda y no la aceptaste – reprocho.
Crees que para mi fue fácil – grite – tuve que dejar al hombre que amaba, por que la vida de mi padre corría peligro, tuve que soportar tu odio y tu desprecio mientras me derrumbaba por dentro, tenia que fingir hostilidad cuando quería llorar y gritarte la verdad, no sabes cuantas veces quise decirte la verdad y siempre todo terminaba peor, hasta que no pude mas, tuve que huir, correr lejos de tu desprecio – confesé, por fin me sentía libre, como si un enorme peso hubiese caído de mis hombros.
Nos quedamos callados un momento, solo me miraba fijamente, poco a poco sus facciones se ablandaban mas.
Bella… - susurro, su rostro se veía diferente, tranquilo y una expresión de ternura se plasmo en el.
No digas nada, no necesito esto, ya he pagado por mis errores, he pagado con creces mi cobardía, haberte mentido, déjame vivir tranquila – suplique – tu ya has rehecho tu vida, te deseo que puedas ser feliz con ella – mi corazón se partió al decir esas palabras – déjame intentar recoger los pedasos de mi vida, es lo único que pido – solloce.
Bella yo no… - lo interrumpí.
No quiero escuchar nada mas, ya no puedo – me di la vuelta, tenia que huir, correr lo mas lejos posible, donde este dolor no pudiese alcanzarme.
Cuando estaba apunto de abrir la puerta, sentí como me jalaba del brazo, pego mi cuerpo contra la puerta, dejándome atrapada entre su cuerpo y la puerta.
Déjame ir - solloce.
No – su mirada era fuego, un fuego que me quemaba en lo mas profundo – no te vas a ir ahora – me atrapo entre sus brazos, el calor de su cuerpo traspasaba hasta la ultima de mis terminaciones nerviosas – no te vas a ir nunca mas – susurro muy cerca de mis labios.
Me quede estática perdiéndome en sus palabras, su mano delineo mis labios, mis pómulos, mi nariz, solo pude cerrar los ojos disfrutando la sensación, el contacto de su piel contra lamia.
Edward, no me hagas esto por favor – susurre.
Sentí sus labios contra mi cuello, mis piernas temblaban y mi respiraron se volvía inestable.
Hacer que- susurro – besarte, acariciarte? – Pregunto – eres mía y te quiero de vuelta – dijo muy seguro.
Edward, suéltame por favor – suplique.
Que sucede? – me miro fijamente a los ojos – ya no me amas? – pregunto.
Como se atrevía a pensar siquiera eso, el era el único hombre al que amaría toda mi vida, la única razón por la que me negaba a sus besos, a sus caricias, era por miedo, cuando el se fuera y me dejara, no podría soportarlo, ya iba a ser un infierno después de esto.
Contéstame- exigió – ya me has olvidado? – me perdí en sus ojos, lo amaba mas que nunca.
Te amo – dije son pensarlo, una hermosa sonrisa apareció en sus labios.
Mi bella, dios como te he extrañado – susurro en mi oído.
No lo creo – dije secamente – tu estas con ella – me miro fijamente, solo pude agachar la mirada.
Tomo mi mentón y me obligo a mirarlo – bella, yo no tengo nada con Jessica – fruncí el ceño, yo misma Abia visto la foto de ellos dos besándose.
Yo los vi en una revista – dije segura.
Amor, escúchame por favor – pidió suplicante.
Estaba apunto de pedirle que no dijera nada que solo me hiciera olvidar todo, pero si teníamos esperanzas de volver a estar juntos debíamos aclara todo.
Te escucho – le dije.
Ven – tomo una de mis manos y me condujo hacia el sillón, me indico que me sentara e hizo lo mismo después, como extrañaba a este Edward, el tierno y caballeroso, me derretía completamente.
Bella, todo lo que pienses que hay entre ella y yo es mentira – sus ojos parecían sinceros – ya sabes como son las revistas, ella se me ofrecía y se que no esta bien que lo diga, pero necesito que me creas - acariciaba mis manos, me perdía en sus caricias.
Pero… - coloco su dedo en mis labios.
Bella, no puedo amar a otra mujer que no seas tu – dijo firmemente – todo lo que necesito en la vida, esta frente a mi – sus palabras curaron todas las heridas abiertas dentro de mi.
Te creo – susurre.
Sonrío abiertamente y se acerco lentamente a mi, sentía su suave y deliciosa respiración sobre mis labios y sus manos rodear lentamente mi cintura – te amo – sonreí – quiero besarte, quiero tocarte y amarte, como lo he deseado todo este tiempo, te necesito – susurro contra mis labios.
Acaricie lentamente su mejilla sonrosada, era tan hermoso – bésame – le pedí.
Acorto la distancia entre nosotros y estampo sus suaves labios contra los míos, lentos y codiciosos sus labios se abrían paso entre los míos; casi Abia olvidado su dulce y delicioso sabor; enrede mis dedos en sus cabellos atrayéndolo mas cerca de mi, solo ahora entendía verdaderamente cuanto lo Abia extrañado y cuanto lo necesitaba después de todo este tiempo, la falta que me habían hecho sus labios, gemimos cuando metió su lengua en mi boca, su roce era exquisito, como todo en el, mi ángel me ofrecía el cielo de sus brazos nuevamente; nos besamos dulce pero apasionadamente a la ves, sus manos bajaron dolorosamente por la tela de mi vestido, llegando hasta mi pierna, acariciaba mi piel, mientras yo marcaba con mis manos los músculos de su espalda, era deseo, necesidad, amor… sobre todo amor.
Nos separamos por la falta de aire, mi corazón latía desbocado, su respiración era igual de entrecortada pero no dejo de depositar suaves besos por mis mejillas, mi frente, mis ojos, cualquier lugar que estuviese al alcance de sus labios.
No sabes cuanto te extrañe – susurre – perdóname – pedí sinceramente.
Claro que lo se, yo también estuve sin ti – me atrajo a su pecho y rodee su cintura con mis brazos, quería quedarme así para siempre.
Beso mi cabello – te amo, te amo mi niña – susurro - no tengo nada que perdonarte, todo lo que importa es el presente, sentirte entre mis brazos – concluyo, definitivamente era un ángel, mi ángel.
Reí tontamente – yo también te amo – conteste.
Quédate conmigo siempre bella, para siempre – me pidió.
No pienso ir a ningún lado, quiero estar siempre junto a ti – pedía al cielo me cumpliera eso, poder estar para siempre con mi ángel.
Así será, no importa cuantas veces digas que no me amas, nunca te creeré, te mantendré junto a mí – dijo seriamente.
Jamás volveré a mentirte mi amor – tome su rostro entre mis manos – no podría vivir de nuevo sin ti – susurre.
Sonrío - Estas hermosa, ese vestido te hace lucir demasiado sensual para tu seguridad – me sonroje cuando su mirada recorrió mi cuerpo sin ningún pudor.
Fue idea de Ángela – comente.
Mmm..., tengo demasiado que agradecerle a Ángela – susurro contra mi cuello – gracias a ella te puedo tener entre mis brazos de nuevo – me abraso mas fuerte.
Ángela? – Pregunte confusa – pero ella que… - todo se volvió claro para mi en ese momento, Abia sido ella, le Abia contado la verdad a Edward, por eso el estaba aquí junto a mi.
Ella te dijo la verdad – afirme.
Si fue ella mi amor, gracias a ella podemos estar aquí – dijo feliz.
Pero como? – pregunte.
Ella me envío una carta, la cual pude leer ayer por la mañana, me contaba todo lo sucedido – explico – sentí tantas cosas, coraje, tristeza, rencor, pero no lo pude pensar demasiado, solo quería venir y poder aclarar las cosas, escuchar la verdad de tu labios – estaba embobada viendo sus facciones y sus gestos.
Entonces tengo que aumentarle el suelo por lo menos – bromee – o regalarle algo – Edward río.
Si, yo te ayudare a escogerle algo, pero después – me miro picadamente – por que no pienso liberarte en varios días – fingí temor.
Ya no tengo guarda espaldas que me proteja – susurre.
Hizo un puchero, se veía de lo mas hermoso y tierno – creí que… podrías recontratarme – dijo tímidamente.
Pero tu ya tienes una jefa – dije amargamente.
No, soy desempleado, como crees que se puso, cuando renuncie argumentando que tenia que venir a buscarte – sin pensarlo estampe mis labios contra los suyos, dejando muchos besitos sobre ellos.
Me alegra tanto, no puedo ni pensar en verte cerca de ella nuevamente – fruncí el ceño y el me acariciaba.
Estas celosa? – su risa era burlona.
Celosa no se compara siquiera – confesé.
No tienes nada que temer, yo solo te amo a ti, solo te necesito a ti amor y mi cuerpo solo desea tu cuerpo – dijo amorosamente.
Lo se, por que a mi me pasa lo mismo, solo te deseo a ti – dije picadamente.
Mmm..., es bueno escucharlo – dijo mientras mordía suavemente la piel de mi cuello y comenzaba a subir mi vestido.
Edward nos puedes ver – susurre.
Quiero hacerte el amor – me miro fijamente, me perdí totalmente en su mirada.
Te amo – susurre cerca de sus labios.
Se acerco a mi, estaba dispuesta entregarme a el toda mi vida, era mi único amor y estábamos juntos.
Te amo – contesto.
Tocaron a la puerta cuando estábamos apunto de besarnos, sacándonos completamente de nuestras burbuja, nos separamos un poco sobresaltados, odie al interruptor en ese momento.
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