(OLa a ToDos FeLiiz Naviidad, EsperoO Todos Sus sueñoOs Se cumplan & Puedan Caompartir Con su familia & aMiigoOs, en Un Lugar lleNo De ArmoOniia Y Amor Que es lo uniiCo importante en la Viida!, Disculpen x no Actualizar pero estuve Ocupada y me Absorvio, Ademas Este capitulo fue una comPleta Tortura!! No em Odiien, Asii Teniia que Ser!
Dejen Sus Comentarios Quiero saber como Lo afrontaron!
Tengo un Pequeño Reto navideño para ustedes, espero me ayuden, espero llegar a los 125 Votos antes de actualizar nuevamente, es un nuMero significativo x navidad!, les prometo subiir 2 Capiitulos sii Logramos eL Reto.
Besos & Abrasos Con todo mi Amor! LiiBiiThaA!!)
Jacob tomo el sobre y lo destapo, saco una hoja y comenzó a leerla, podía sentir el temblor de mi cuerpo, y la mano de Edward apretar mas fuerte la mía.
Que sucede Jacob? – pregunte histérica.
El me miro fijamente y luego sonrío.
Al parecer todo esta bien, se puede intervenir a Charlie en cualquier momento – dijo y sentí como el alma me volvía al cuerpo.
De verdad? – estaba feliz, había una oportunidad para Charlie.
Claro y si tu lo autorizas, puedo intervenirlo mañana a primera hora – comento.
Claro, claro que si – conteste al instante.
Me puse de pie y mire a Edward, tenia una gran sonrisa en su rostro y yo lo abrace.
Edward, mi padre tiene una oportunidad – dije entre sollozos.
Lo se amor – susurro en mi oído – ya veras que todo sale bien – trazo círculos en mi espalda con sus dedos.
Escuche como una garganta se aclaraba y me separe un poco de Edward, Jacob nos miraba algo molesto.
Bella, programare la cirugía para las 7. am, necesito hablar contigo ahora si en privado – dijo muy serio.
Jacob no… - Edward me interrumpió.
Esta bien te esperare afuera amor – me beso levemente en los labios y se fue.
Mire a Jacob, tenia la mirada llena de odio y miraba fijamente al escritorio, me senté a escucharlo.
Como puedes permitir que te toque – me miro fijamente – como puedes permitir que te bese! – dijo mas fuerte.
Jacob, yo amo a Edward! – dije de golpe.
Su mirada se deformo un poco, y sus ojos se volvieron cristalinos.
Tu, que? - se levanto de la silla.
Yo.. lo amo Jacob, tienes que entender – suplique.
Que quieres que entienda – grito – tu eres mía, lo entiendes mía – se acerco a mi y me tomo por el brazo.
Suéltame – dije asustada, nunca lo había visto así.
Nunca te voy a soltar – reto.
Por favor, no hagas esto Jacob – dije – aun podemos ser amigos – ofrecí.
Jajaja – rio burlonamente – jamás, fui tu amigo demasiados años, tu amistad no me importa – acerco su rostro al mío – es otra cosa lo que deseo de ti – comenzó a acercarse mas.
Basta – salte de un brinco de la silla – no discutiré mas esto, no me interesas como hombre – dije sin pensar.
No te intereso, estas segura – pregunto.
No Jacob – conteste al instante.
Esta bien, me parece perfecto – contesto tranquilamente.
Me quede mirándolo, era muy raro que lo tomara tan tranquilo, camino hasta su silla y se sentó.
Si no te intereso para nada, no tengo por que esforzarme en la operación de Charlie – soltó de pronto.
Me quede estática, no daba credibilidad a sus palabras.
De que estas hablando – pregunte en un susurro.
Bella, la única razón que tenia para ayudar a Charlie eras tu, y que el seria de mi familia cuando nosotros estuviéramos juntos – dijo serio.
Pero… pero, como puedes decir eso – grite – eres un medico, tienes una ética profesional.
Al diablo con la ética, no me a servido de nada – dijo alterado – nada me importa si tu estas con otro – confeso.
Jacob… por favor, no me hagas esto – suplique – es la vida de mi padre – sentía las lagrimas correr por mis mejillas.
Se levanto de su silla y camino hacia mi – bella, esto no tiene por que ser así – tomo mi rostro entre sus manos.
De que ha..blas – dije como pude.
Bella, si tu vuelves conmigo, yo pedo ayudar a Charlie – sentí mi corazón dejar de latir.
Como, como puedes pedirme eso, como puedes querer estar conmigo, si no te amo – dije entre sollozos.
Eso no importa, are que te enamores de mi otras ves – sonrío – solo tiene que hacer algo – lo mire fijamente – la vida de Charlie esta en tus manos – cerré los ojos fuertemente.
Me sentía tan desesperada, con ganas de salir corriendo y gritar con todas mis fuerzas, yo no quería estar con Jacob.
Bella, no te obligare a amarme, yo soy lo suficiente capaz de hacer que te enamores de mi otra vez – explico – nuestro trato consiste en algo mas – concluyo.
Que es lo que quieres, dímelo de una vez – solté.
Quiero que dejes a ese imbesil – abrí mis ojos de golpe.
No, no podía ser cierto lo que me pedía, yo… no podía, no que ria, Mi ángel, no nunca podría estar lejos de mi ángel, yo lo amaba con toda mi alma, con todo mi cuerpo, el era una parte vital en mi, sus besos, sus caricias, eran el alimento que mi alma recibía, mi corazón dolía tanto al imaginarme lejos de el, el infierno no se comparaba, con esto.
Caí de rodillas ante el – Jacob, te lo suplico, no me hagas esto – dije entre sollozos.
Esta bien bella, si no lo quieres hacer esta bien – me soltó de golpe – quédate con tu amor, pero vivirás con la culpa, de la muerte de tu padre, tu única familia – deje de sentir mi cuerpo al escuchar esas palabras.
No lo permitiré – grite – me llevare a Charlie a otro hospital – amenace.
Eso es imposible – murmuro – si te lo llevas el morirá, creo que no comprendes la gravedad de su estado – temblé ante sus palabras.
Eres un monstruo, Jacob Black – no pude contener mis palabras – hablare con tus superiores – comenzó a reírse.
Bella, tu puedes ser muy poderosa – comenzó a decir – pero aquí mis ordenes son las que cuentan, y no hay nada que puedas hacer al respecto – dolió demasiado, por que en el fondo el tenia razón.
No podía soportar mas, no podía dejar morir a mi padre, el era mi unica familia, si sosten, mi apoyo, el tenia que vivir…. Pero, no podía alejarme de Edward, en ese momento la que moriría seria yo, porque el destino me hacia esta jugada, por que me daba la felicidad, y me la arrebataba de golpe, por que no podía ser yo la que muriera.
Me puse de pie y el me encaro.
Respóndeme – exigió – cual de tus opciones has escogido – una sonrisa apareció en su malévolo rostro.
El nudo en mi garganta no me permitía hablar, tenia que escoger, asi era la vida, siempre hay que elegir, siempre te destroza hasta que se Arta, inhale profundamente y tome mi decisión por muy dolorosa que estas fuese, tenia que elegir alguna muerte, elegiría mi propia muerte.
Hare… lo que pides – conteste como pude.
Me alegra saberlo, yo sabia que eras inteligente – dijo feliz.
Lo mire por inercia, desde ese momento mi mundo había perdido su color y su esencia.
Si no salvas a Charlie, te juro que te daré caza como un perro – lo amenace, después de todo este enorme sacrificio era solo por Charlie.
Sus ojos parecían desenfocados – esta bien, ahora ve a tu casa a descansar, Charlie estará bien – contesto serio.
Limpie mis lagrimas y me repetí una y mil veces que tenia que ser fuerte, abrí la puerta y me pecho se contrajo de dolor al mirarlo.
Edward no me dejes!!, quise gritar con todas mis fuerzas, el estaba ahí, como siempre esperándome, seria yo lo suficientemente malvada como para romperle el corazón?, tenia que serlo, además, esto me dolía muchísimo mas a mi, de lo que le dolería a el.
Amor – dijo cuando se percato de mi presencia.
Corrí hacia el y lo abrase muy fuerte, el correspondió mi abrazo.
Tranquila amor, todo estará bien – susurro en mi oído.
La lagrimas salían sin cesar de mi ojos, como era posible que este ángel intentara consolar al demonio que rompería sus ilusiones; hundí mi rostro en su hombro e inhale su dulce aroma, lo extrañaría demasiado, ese olor tan masculino, su suave piel, su cabello dorado y lo rebelde que era ante el viento, sus orbes mi santuario personal, sus risas, su voz, su simple presencia.
Shuu.. Ya no llores, tenemos que estar felices de que Charlie tenga una gran oportunidad – se separo de mi y me regalo la mas hermosa de todas sus sonrisas – mi niña te amo – dijo mientras limpiaba mis lagrimas.
No podía contestarle, tenia que hacerme a ala idea, pero era demasiado débil, lo amaba demasiado.
Sin pensarlo dos veces estrelle mis labios contra los suyos y los moví insistentemente, lo necesitaba, eran tan suaves y calidos, tenia que grabar sus sabor en mi paladar; me tomo por la cintura y me atrajo mas a el intensificando en beso, se sentía tan bien estar entre sus brazos, sentirlo mío; metió su lengua en mi boca y acaricio suavemente la mía, mil sensaciones me invadieron, cada beso parecía un nuevo comienzo para nosotros, pero este beso era el final; tome su suave cabello entre mis dedos y lo acaricien lentamente, escuche una puerta cerrarse tras de mi y me separe de Edward, gire a ver quien era y Jacob camino junto a nosotros sonriendo burlonamente cuando nuestras vistas se enfocaron.
Que le pasa a ese tonto – susurro Edward en mi oído.
Lo mire fijamente e intente sonreír – nada cielo – acaricie su mejilla con mi dedos – vamos a casa – le pedí.
No te quieres quedar aquí mi niña? – pregunto.
Necesitaba disfrutar mis últimos momentos con el – no, vamos a descansar un poco, Charlie estará bien – conteste.
Tienes razón – acaricio las ojeras formadas debajo de mis ojos – tienes que descansar, no quiero que te vayas a enfermar – beso levemente mi mejilla.
Cada beso que me daba hacia mas profundo el dolor que me inundaba.
Vamos – tome su mano y caminamos hacia el estacionamiento.
Tenia que planear la manera de terminar con el, debía existir alguna forma de alejarlo de mi sin hacerme pedasos en el intento, que aria sin el, sin su compañía, su familia era hermosa al igual que el, por primera vez en la vida, sentía que formaba parte de algún lugar, pero, las cosas buenas no podían ser eternas, menos para alguien que Abia sufrido tanto como yo.
Edward se estaciono y mire por la ventana, ya habíamos llegado a mi casa, cada minuto que pasaba, me sentía mas desesperada.
Bajamos tomados de la mano y nos dirigí hacia mi habitación, necesitaba abrasarlo y soñar con un futuro juntos, uno que era imposible, en este momento.
Amor, que pasa? – pregunto preocupado.
No es nada, es por la operación – mentí.
Amor, tienes que tener fe – dijo tiernamente.
Lose – conteste – lo intentare – prometí.
Esta bien, ve y toma un largo baño, yo te esperare aquí – dijo con una sonrisa.
Si, ahora voy – tome todo lo necesario de mi maleta, le di un largo beso en los labios y Salí de la habitación y camine rápidamente hacia el baño.
Cuando entre tuve que sostenerme contra la pared, sentía un extraña debilidad, me temblaban las piernas, y mi corazón latía desbocado.
Tome la ducha lo mas rápido que pude y Salí casi corriendo a mi habitación ahí me esperaba sentado en mi cama, sonrío cuando me vio con mi pijama y se acerco a mi.
Ahora iré a tomar una ducha – rio un poco – espérame aqui niña sexy – beso mi frene y salio.
Como iba a hacer esto, como iba a lastimar a este ser precioso que solo me daba felicidad – la vida de Charlie esta en tus manos – recordé las palabras de Jacob en mi mente, tendría que sacar fuerzas inexistentes, para afrontar esto.
Me recosté en la cama y pensé en la manera menos dolorosa de hacerlo, decirle que no lo amaba?, que no podía estar con el?, que me había equivocado?, que mi vida era un caos y no lo quería arrastrar conmigo?, que aria después.
Bella – no note cuando entro a la habitación.
Abrí la boca cuando lo vi, estaba mas hermoso que nunca con sus pantalones de dormir cuadrados, estaba loco?, no Traía playera, se congelaría.
Edward, ponte una playera – dije preocupada.
Se acerco a mi y se sentó junto a mi en la cama – ni te preocupes, no tengo frío – me abraso y temblé – además dormiré abrasado a ti, me mantendré muy calientito – estaba a punto de llorar por sus palabras.
Me ayudo a entrar en las sabanas y se coloco junto a mi, inmediatamente me recosté sobre su suave y perfecto pecho esculpido, nunca abría nada mejor que esto.
Sigues nerviosa? - pregunto.
Un poco – mentí.
Quieres que te distraiga – bromeo, extrañaría sus bromas y sus juegos de seducción.
Si, distráeme – le pedí.
Tomo mi rostro entre sus manos y me beso lentamente, mas que un beso parecía una caricia, una caricia que dejaría estragos dentro de mi cuando Edward no estuviera, moví insistentemente mis labios sobre los suyos rogándole intensificara el beso, enrede mis manos en su cabello y lo acaricie lentamente, mientras el rodeaba mi cintura con sus grandes, Calidas y suaves manos, su tacto era el cielo escenificado, solté su cabello y deje bagar mis manos por el paraíso de su abdomen, era el hombre mas hermoso y perfecto que pudiese existir, agradecería siempre a la vida por haberme permitido amarlo y tenerlo a mi lado, metí mi lengua en su boca lentamente y el la acepto gustoso devorándola inmediatamente, la fricción entre nuestras lenguas dejaba temblores y descargas eléctricas por todo mi cuerpo enloqueciéndome.
Metió sus manos debajo de mi pijama y entendí sus intenciones, lo deseaba, más que a nada en este mundo, pero no podía, si hacia el amor con Edward no podría lastimarlo, no podría dejarlo nunca más, condenando a mi padre a la muerte.
Me separe un poco de el y lo mire fijamente, sus esmeraldas estaban obscuras por el deseo, acaricie su hermoso rostro y el cerro sus ojos disfrutando mis caricias, esta imagen era muy dolorosa.
Me abraso muy fuerte y beso mis cabellos – descansa mi amor – susurro en mi oído.
Tu también – respondí acomodándome en su suave pecho.
Pasaron minutos, talvez horas, no dormí nada en toda la noche, solo me quede ahí mirándolo fijamente, como dormía placidamente.
Como todos los momentos difíciles, amaneció mas rápido de lo que pensé, no quería ni imaginar todo lo que se me vendría encima.
Mi ángel seguía dormido como un bebe, me levante con mucho cuidado de no despertarlo, tome ropa de mi maleta y me cambie la pijama por unos jeans y un suéter, me mire en el espejo y mi semblante parecía el de un funeral, se notaba una tristeza profunda en mis ojos.
Baje a la sala y me senté frente al televisor, pero no lo prendí, en unas horas se acabaría el sentido de mi vida, mi razón para sonreír.
Sentí unos brazos rodearme detrás de mi – por que no estabas en la cama – me acuso.
Lo siento – respondí seria – vamos al hospital, dentro de una hora es la cirugía de Charlie – me levante del sillón y comencé a caminar sin siquiera mirarlo.
Solo escuche sus pasos detrás de mi, subimos al auto y comenzó a conducir hacia el hospital, durante todo el camino mire por la ventana, jamás pensé que pudiese haber un silencio incomodo entre nosotros pero este lo era.
Llegamos y baje sin siquiera esperarlo, sabia que lo lastimaba con mi actitud, pero me reconfortaba saber que esto me dolía mucho mas a mi.
Camine hasta la habitación de Charlie y Jacob iba saliendo.
Bella – dijo sonriendo.
A que hora comienza la cirugía – pregunte ansiosa.
Están preparando a Charlie, necesito que me firmes unos papeles – su semblante cambio cuando vio a Edward acercarse – bella tu dijis… - lo interrumpí.
Lo hare, te lo juro – dije seria – pero después de la cirugía, cuando este segura de que Charlie esta bien – frunció el seño.
Confío en ti - dijo antes de irse.
Que quería? – pregunto Edward molesto.
Me dijo que están preparando a Charlie para la cirugía – conteste.
Me senté en la sala de espera y Edward junto a mi, pero no tome su mano, no podía ceder ante este amor, tenia que ser fuerte y callar esta tortura.
Una enfermera se acerco a mi y me aviso que la cirugía Abia comenzado, los nervios se apoderaron de mi en ese momento, no sabia como podía soportar todo lo que cargaba sobre mis hombros; note como Edward intentaba acercarse a ami, pero de alguna manera lo evadía, - es lo mejor – me repetí una y otra vez.
Pasaron las 4 horas mas largas de toda mi vida y por fin Jacob salio del quirófano, prácticamente corrí hacia el.
Como esta? – pregunte desesperada.
Jacob tenia mi vida en sus manos, si mi padre estaba bien significaría perder al amor de mi vida por siempre, pero si quería tener a Edward junto a mi sacrificaría la vida de mi padre, de mi única familia, por primera vez en la vida rogué a Dios que tomara la decisión que el quisiera y me arrastrara sin tanto dolor a acatar sus deseos.
Camino hacia mi y tomo mis temblorosas manos, temí como nunca en ese momento.
Bella, hubo muchas complicaciones – explico – pero… la operación fue todo un éxito – solté el aire de golpe – Charlie esta perfectamente, solo tenemos que esperar a que salga de la anestesia – concluyo.
Lagrimas corrían por mis mejillas, la resolución de mi problema había llegado, mi padre estaba bien, iba a vivir, tenia una nueva oportunidad.
Gracias – dije entre sollozos.
Se acerco a mi oído – ahora es tu turno de cumplir – susurro en mi y temblé.
Salio de la sala y me quede ahí parada, pensando en lo que aria.
Bella – escuche su preciosa voz a mis espaldas – estoy feliz por tu padre amor – rodeo mi cintura con sus brazos – estas bien? – pregunto.
Si – conteste seria – si lo estoy – repetí.
Entonces que pasa, porque estas tan distante?, hice algo mal? – pregunto ansioso.
Era el momento, tenia que hacerlo, sin mirarlo a los ojos, sin contemplar su belleza.
Edward – su nombre me quemo en lo mas profundo del alma.
Que sucede – me libere de sus brazos pero no voltee a verlo.
Esto… no puede continuar – dije como pude.
De que hablas, que es lo que no puede continuar – susurro.
Tu y yo – solté de golpe – no podemos seguir juntos – mi corazón se achico ante esas palabras.
Bella yo… no… tu… - comenzó a tartamudear.
Se fuerte- me repetí y gire a enfrentarme a el.
Su rostro estaba deformado por una expresión que jamás había visto en mi vida, era entre dolor, enojo y sufrimiento, dolió mas de lo que había imaginado.
Bella, por que dices eso – murmuro – nos amamos, tenemos que estar juntos, yo se que lo de tu padre ha sido muy difícil pero… - lo interrumpí.
No tiene nada que ver con mi padre – dije con voz fría, tenia que jugar mi ultima carta – yo no quiero estar contigo – concluí.
Una lagrima rodó por su mejilla y estuve a punto de ceder pero el hablo antes.
Que hice mal, dímelo por favor, te juro que intentare cambiar, pero no me alejes de ti – suplico.
Las lagrimas se acumulaba en mis ojos, tenia que darme prisa si quería terminar con este infierno.
No hiciste nada mal – conteste – Edward yo… yo amo a otra persona – mentí descaradamente, ahora había acabado con sus ilusiones, había destrozado nuestra relación.
Bella, tu te entregaste a mi – me tomo por lo brazos fuertemente – por que me dices esto ahora – dijo entre sollozos.
Suéltame – dije y me libere de su agarre – no hagas esto mas difícil – pedí.
Mas difícil, como puedes decir eso – dijo alterado.
Edward perdóname – suplique.
Perdonarte?, que hayas jugado conmigo, que me hayas vuelto tu esclavo y me hayas enamorado, para luego destruirme – dijo irónico.
Si – fue lo único que pude contestar, y basto para que las lagrimas comenzaran a caer por mis mejillas.
Por que bella?, fui un tonto, yo lo sabia, sabia que lo amabas, que nunca lo habías olvidado, pero por que no me lo dijiste desde el principio – me reprocho.
No quería lastimarte – susurre.
Ha, gracias por pensar en mi entonces, pensaste que seria mucho mejor después? – el odio se apoderaba de sus palabras, lo Abia logrado.
Solo agache la mirada, no tenia fuerzas para seguir mintiendo, mi corazón estaba desgarrado completamente.
Levanto mi mentón con sus dedos y me miro fijamente, observe como su semblante se suavizaba y se acercaba a mi.
Bella, por favor… - sus ojos eran suplicantes.
Vete Edward – dije de golpe.
No bella yo… - lo interrumpí.
Edward, entiende no te amo! – grite histérica.
Soltó mi mentón y su rostro volvió a ser helado e inexpresivo, jamás me perdonaría, eso lo tenia claro; dio dos pasos hacia atrás y se fue caminando por el pasillo, dejándome sola.
Te amo – susurre cuando desapareció.
Llore sin cesar, sin notar siquiera que había caído de rodillas al suelo, Edward me odiaba, nunca mas estaríamos juntos después de esto, mis sueños junto a el, el futuro que visualice miles de veces había desaparecido.
Era un monstruo, lo había lastimado mas de lo que debía, y de ahora en adelante pagaría con sangre cada una de las mentiras que había dicho.
El sonido de mi celular me saco de mi inconciencia, mire el numero y era Ángela.
Ángela – dije entre sollozos.
Que pasa bella? – pregunto preocupada.
Yo… Ángela – no pude contestar nada.
Bella estoy en forks, donde estas? – pregunto-
En.. el. Hospital – conteste.
Voy para aya – dijo y colgó.
Seque mis lagrimas y aclare mi garganta, se fuerte – me repetí de nuevo, hazlo por Charlie – concluí antes de ponerme de pie y caminar por el pasillo.
|