Edward y yo estábamos en la sala de espera del médico, esperando a que me llamase la doctora para hacerme la ecografía de los cuatro meses, en la cual me dirían el sexo del bebé. Estuvimos esperando cerca de 20 minutos hasta que me llamaron y entré en la sala agarrada de la mano de Edward. Me tumbé sobre la camilla y la doctora me levantó la camiseta para echarme aquel gel especial para realizar la ecografía. A continuación, enchufó la máquina y comenzó a examinar al bebé. Edward estaba al lado de la camilla con mi mano cogida sonriéndome con dulzura. De pronto vi que la doctora empezó a poner cara de preocupación, como si pasara algo.
-Doctora, ¿ocurre algo?- pregunté incorporándome un poco para poder ver la pantallita en la que se veía al bebé- ¿Qué pasa?- pregunté nerviosa al no contestarme la doctora Rebeca
-Tranquila Bella- Edward me echó para tras quedándome totalmente tumbada en la camilla- ¿Qué ocurre Rebeca?- preguntó Edward mirando a la pantalla.
-Es que… es que…- Rebeca tartamudeaba, como si pasase algo y no me lo pudiera decir.
-¡¿Qué pasa?!- la interrumpí con un grito.
-No… no… no noto el corazón del… bebé- me miró con cara preocupada.
-¿Cómo?- Edward se puso nervioso al igual que yo
-¿Qué… qué dice?- se me saltaron las lágrimas. Edward me cogió de la mano
-Bella, me temo que has perdido al bebé- me respondió Rebeca quitándose los guantes y levantándose de la silla con toda tranquilidad.
-¡No puede ser! ¡No puede ser!- grité incorporándome de la cama
-Me temo que sí- respondió la doctora
-¿Ha muerto?- preguntó Edward apuntó de echar la primera lágrima.
-¡No!- grité llorando. Edward me abrazó fuertemente- ¡NO!- grité más fuerte-¡NO, NO!- Algo me movió.
-¡Bella, Bella!- Era Edward. Me estaba despertando de una terrible pesadilla. Yo estaba en la cama llorando. Me incorporé y le abracé fuertemente mientras echaba alguna lágrima
-Bella, ¿qué pasa?- me abrazó con más fuerza aun dándome pequeños besos en la frente. Yo estaba desnuda y él solo tenía puestos sus bóxers.- Tranquila mi amor, estoy aquí- me dijo dándome otro beso y sujetándome la cara con una de sus manos.
-Edward, he tenido una pesadilla horrible- le dije aun entre sollozos
-Cuéntame cariño- me sujetó la cara con ambas manos
-He soñado que me iba a hacer la ecografía de los 4 meses y me decían que había perdido al bebé- me tranquilicé un poco al pensar que todo había sido un sueño y que Edward estaba allí conmigo.
-Cariño ha sido solo un sueño- me tranquilizó con sus besos y sus caricias, pero ahora mi pesadilla era que Edward se tendría que ir durante dos semanas.
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