( Ola a Todos, Niiñas es Mii Diia Mas Sperado DeL aÑoO X Fiin PoOdre iir A ver Luna Nueva a las 12.o1 am.... Ustedes Entiienden Lo emociionada Que Stoii, Casii Salto de Alegriia, Es Super!!!, y ya que Stoi muiimuiii Feliiz! Aki les dejo un capitulo que me gusto mucho Scriibir, Spero sea Tmbien de su agrado, Muchas Graxias por sus Comentarios y buenos deceos, Los quiero muchiisiimo!! xoxo: LiiBiiThaA!!)
Me apresure a mi habitación, ya tenia demasiada curiosidad de el lugar al que me llevaría Edward y quienes serian las personas que quería yo conociera.
Me quite los vaqueros y me puse un short que me quedaba hasta la rodilla, había demasiado calor en Miami, como para salir en vaqueros, cambien mi polera por una blusita blanca sin mangas y mis sandalias por unas zapatillas de tacón corrido, me mire al espejo lucia sencilla, pero elegante, pensé estaría bien para los planes que tendría Edward.
Me dirigí encontrarme con Edward en la cocina pero no estaba.
Sue sabes donde esta Edward? – Pregunte
Si señorita, me dijo que la esperaba afuera – contesto
Gracias, hasta luego – me despedí.
Adiós señorita – escuche que sue me decía.
Camine por el pasillo y abrí la puerta; ahí recargado de un volvo plateado se encontraba mi sueño personal, se había cambiado, ahora llevaba una camisa azul y un pantalón de vestir, se veía muy hermoso y elegante; me apene, yo iba un poco informal, fruncí el ceño.
Que sucede? – pregunto acercándose a mi. – ya no quieres ir? – su mirada se torno triste.
No, no Edward, no es eso, es que creo que voy muy informal – le dije aclarando sus duda.
Edward sonrió – Bella, Te ves hermosa, una mujer como tu no necesita mucha producción, eres hermosa y elegante por naturaleza – me miraba de arriba abajo, yo estaba muy sonrojada.
Gracias – le dije – Este es tu auto? – pregunte, intentando cambiar el tema.
Si – contesto con una risita – se que no es una limusina, ni nada parecido pero.. – lo interrumpí.
Es perfecto – le regale una sonrisa – podemos irnos – me moría de curiosidad.
Claro señorita – nos dirigió hacia el auto y abrió la puerta para mi; me estaba acostumbrando demasiado a su caballerosidad, si Edward me dejara… , no bella, - me repetí – no podía pensar en eso, me moriría si Edward me dejaba.
En que tanto piensas? – Edward interrumpió mis pensamientos; no note en que momento nos pusimos en movimiento.
Pues… estaba recordando mi primer auto – mentí.
A si? – Edward me miro curioso – como era? – pregunto.
Te burlaras de mi – dije apenada.
Mmm, pruébame – lo mire fijamente.
Era una… vieja furgoneta chevy del 53 – espere su risa, pero nada, al contrario parecía gustarle mi comentario.
Vaya, un buen auto – contesto – muy resistente diría yo – me guiño un ojo.
Si lo se, papa me lo compro por eso, estoy segura que el sabia lo torpe que era yo – me puso triste recordar eso.
No creo eso – Edward soltó una mano del volante y tomo mi mano – te pone triste hablar de tu papa?- Me miro con ternura.
Si , es que hace mucho que no lo veo – le dio un suave apretón a mi mano.
Porque no lo visitas? – pregunto, como si fuera sencillo.
Bueno, además del hecho de que casi siempre estoy de gira o grabando, no me gusta mucho llegar a forks – fruncí los labios, forks no me traía gratos recuerdos.
Porque? – Edward parecía muy interesado.
Yo… - Le podría decir la verdad?.
Perdón bella – me interrumpió – no quise ser entrometido, si no te gusta hablar de eso no importa, aunque si algún día quieres contármelo, sabes que estaré aquí siempre – Me regalo una linda sonrisa.
Gracias – fue lo único que pude decir; Edward hablaba de futuro, eso me gustaba.
Llegamos – me informo.
Vaya eso había sido rápido, o es que no me había percatado del tiempo.
Frente a mi se encontraba uno de los lugares más hermosos que había visto en mi vida; parecía una casa, bueno mas bien una mansión, era tan grande como la mia, pero mas hermosa, Tenia un enorme jardín que daba la bienvenida al lugar, miles de diferentes tipos de flores adornaban el bello jardín, enfrente había una fuete blanca y muy hermosa que rociaba las flores; la casa era enorme y blanca, la puerta y los grandes ventanales de enfrente eran todos de cristal y con arreglos de madera, aun que era exorbitante aquel lugar tenia un toque de calidez.
Qué hermoso lugar- dije.
Te gusta? – Edward parecía feliz de que me gustara.
Claro que si, no solo es hermoso y muy grande, también luce muy cálido – le comente.
Si, es el lugar mas cálido que pueda haber – sus ojos se tornaron n poco cristalinos.
Que es aquí Edward? – que podríamos hacer en este hermoso lugar.
Pues… Es … Mi casa – dijo Edward un poco apenado.
Tu casa?? – mi voz sonó un poco incrédula, Esta era la casa de Edward?, ero si era casi un castillo, estaba muy confundida.
Si, mi casa – parecía mas apenado.
Edward si tu tienes un lugar así, eso quiere decir que tu eres… - me interrumpió ante mi descubrimiento.
No bella, es mi casa, porque ha sido mi hogar siempre, pero todo lo que ves aquí es de mis padres, aunque papa dice que también es mio, prefiero pensar que no es así, y lograr las cosas por mis propios meritos – Edward tenía grandes convicciones, era casi imposible creer que alguien de su posición se negara a aceptar todos los privilegios que le corresponden, solo por querer luchar para lograrlo el solo.
Este Ángel cada minuto demostraba ser mas maravilloso, parecía un sueño tenerlo a mi lado.
Bella, te decepciona saberlo? – parecía muy preocupado de mi opinión.
Si de hecho si me decepciona – dije y pareció ponerse muy triste – me decepciona pensar que creí empezarte a conocer, pero cada minuto me sorprendes con algo nuevo, eres mejor aun de lo que creí – su mirada se ilumino, se acerco a mi y me beso dulcemente en los labios por un leve momento.
No soy lo que dices – susurro en mi oreja – solo soy un hombre común y corriente – prosiguió.
Yo he conocido muchas personas – lo mire - y créeme tu no eres común y mucho menos corriente – le di un besito en la mejilla – Dime que hacemos en tu casa?
Mm, que te parece… conocer a mi familia – dijo , me quede helada, Edward me quería presentar a su familia?, pero… que pensarían ellos?, me querrían para Edward??, no hallaba respuesta para ninguna de mis preguntas.
Que pasa bella? – pregunto Edward sacándome de mis pensamientos- No lo quieres conocer? – un rastro de dolor se plasmo en su bello rostro.
Edward, como puedes pensar eso, yo quiero conocer cualquier cosa que tenga algún vinculo contigo pero… - deje la frase inconclusa.
Pero que amor – Dios me había vuelto a llamar amor, un escalofrió me recorrió todo el cuerpo.
Edward y si no les agrado? – una leve sonrisa apareció en sus labios.
Bella, creo que no soy la única persona aquí que se percibe de manera errónea, además de ser la gran estrella que eres, eres una mujer maravillosa, hermosa, linda, tierna y con un gran corazón; claro que les encantaras – Sus ojos parecían sinceros, pero yo no podía dar valides a lo que escuchaba.
Además- continuo, tomo mi mentón obligándome a mirarlo – Eres la mujer de la que estoy enamorado.
No me permitió ni pensar en lo que acababa de escuchar, pego insistentemente sus labios a los mios, silenciando mis pensamientos.
Aquel beso no era tan tierno como todos los demás, mas bien parecía desesperado y ansioso, como si tuviera miedo de algo; aun así le correspondí con todo el corazón, Edward estaba enamorado de mi, y yo por supuesto que lo estaba de el.
Que pasaría entre nosotros después de esta confesión?, no lo sabia, solo sabia que lo necesitaba demasiado.
Edward dejo un par de lentos besos en mis labios y luego se separo de mi; yo no habría los ojos aun, tenia miedo de enfrentarme a su mirada.
Bella – susurro – abre los ojos por favor, mírame! – parecía una súplica.
Abrí los ojos y allí demasiado cerca estaba mi angel, su rostro tenia una combinación de ternura, tristeza y parecía ansiosos, me miraba fijamente, el esperaba una respuesta.
Bella – dijo acariciando mi mejilla – dime que piensas?, necesito saberlo – su ceño estaba mas fruncido que de costumbre; que le diría yo?.
Edward – decir su nombre le dio un apretón a mi corazón, yo amaba a Edward y ya no podía ocultarlo.- de verdad estas enamorado de mi? – tenia que volverlo a escuchar por lo menos cien veces para creerlo de verdad.
Mi bella – dijo y acaricio mi mejilla – he estado enamorado de ti desde aquel primer encuentro – sonrió un poco – yo nunca me había interesado en nadie, pero cuando te vi entrar por esa puerta, sentí que estaba muerto por que veía un angel, desde ese momento pusiste de cabeza mi mundo, te adueñaste de mi mente – Sus ojos parecían sinceros, Edward de verdad me quería!!! – y cuando te bese por primera vez te adueñaste de mi corazón. – concluyo, el no solo era maravilloso, sino que también era sincero, me amaba tanto como yo a el, pero tenia miedo de expresar mis sentimientos, podría decirle a Edward todo lo que me provocaba su sola presencia?.
Edward, yo también estoy enamorada de ti – lo solté asi como si nada, mientras mas vueltas le diera, mas difícil seria; la mirada de Edward lucia muy brillante y una hermosa sonrisa se asomaba en sus labios – también te quiero desde aquel momento – admití – no podía dejar de pensar en mi desconocido – su rostro se ilumino ante mi mención – trataba de hacerme la desinteresada por que tenia miedo, tenia miedo de admitir que de verdad me interesabas; pero desde el momento en que te vi en la sala de mi casa y supe quien eras, ya no pude luchar mas contra este sentimiento. – nos miramos fijamente, ambos habíamos admitido nuestros sentimientos y era maravilloso poder saber al fin la verdad, poder pensar en un futuro con Edward y con migo.
Entonces no solo eres una muy buena cantante, también eres muy buena actriz – soltó Edward con una risita.
Porque lo dices? – pregunte confundida.
Pues por que de verdad lucias desinteresada, si no me importaras tanto hubiese desistido de conquistarte desde el primer día – solté una carcajada.
Bueno me alegra saberlo, tal vez pueda comenzar a dedicarme a la actuación – bromee.
Mmm no, no podrás – dijo con picardía – porque pienso secuestrarte después de esta tarde – su mirada era maléfica.
Secuestrarme? – dije fingiendo histeria – No puedes, tengo muchos compromisos, Te acusare con mi guarda espaldas, ya verás que te da tu merecido – soltó una risita.
Bueno… solo porque me han dicho que es muy peligroso – hizo un puchero – y no quiero que me rompa la cara – puso cara de susto.
Si es mejor que no te metas con el – le advertí y ambos reímos.
Nos miramos tiernamente y Edward acerco sus dulces labios a los míos, roso levemente nuestros labios, todo era muy diferente ahora que nos habíamos declarado, ya no habían miedos, ni desconfianzas, podíamos amarnos libremente; separamos nuestros labios y Edward me abrazo muy dulcemente.
Mi niña, por fin te puedo tener ami lado – susurro en mi oído.
Aquí estoy para ti, siempre lo estaré – conteste sinceramente.
Gracias por permitirme estar contigo, te prometo cuidarte y amarte siempre – beso mi oreja y yo me estremecí. – estas lista para ir a conocer a mi familia? – pregunto.
Me separe un poco para mirarlo y le regale una sonrisa.
Vamos – le dije,
Me dio un último beso y bajo de su lugar, camino hacia mi lado y me abrí la puerta; me ayudo a salir de su auto, yo aun estaba un poco nerviosa sobre lo que pensaría su familia.
No te preocupes, les vas a encantar – me guiño un ojo, entrelazo nuestras manos y comenzamos a caminar hacia la puerta.
No sabía que reacción tendría su familia, pero podría enfrentar cualquier circunstancia teniendo a Edward a mi lado.
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