(Segunda parte, Que Emocion!!)
Edward se percato de mi tristeza y se inclino sobre la mesa quedando cerca de mi – Dije algo que te molestara? – pregunto, parecía preocupado.
Alce mi vista y lo mire – no, no has sido tú, es solo que… - no pude terminar la frase.
Es solo que, que bella, que te sucede? - ahora si se escuchaba muy preocupado.
Edward – Lo mire a directo a sus hermosos ojos verdes – Yo no tengo nada que contarte de mi familia – dije sinceramente – Porque yo no tuve una, solo viví con mi papa al que casi nunca veía por que su trabajo no lo permitía, y mama… ella nos abandono cuando era muy pequeña, sin importarle ni un poco – Edward me miraba con mucha ternura, y yo no quería que el sintiera lastima hacia mi – así que veras no tengo mucho que contar – intente sonreír pero no era una sonrisa sincera, lo unico que provoque fue que una lagrima rodara sobre mi mejilla.
Bella – dijo Edward y se paró de su silla, camino hacia donde yo estaba, me miro fijamente y sin mas pensarlo me brazo; el me estaba consolando y yo seguía derramando lagrimas, con sus manos daba suaves palmadas a mi espalda y con sus labios comenzó a limpiar mis lagrimas, se sentía tan bien tener a alguien como Edward a mi lado en estos momentos.
Bella, perdón, yo no quería arruinar el momento, soy un tonto, no debí mencionarlo – Mi angel se estaba disculpando?, pero si el no había hecho nada malo, al contrario el me estaba brindando su compañía y su apoyo.
No Edward, no tiene por que disculparte – dije mirándolo a los ojos – Tu no sabias, la única tonta aquí soy yo, eso ya tiene mucho tiempo, no debería afectarme tanto – Me sentía muy avergonzada, el de seguro pensaría que era una niñita.
Bella mírame por favor – me pidió, y yo alce mi rostro, el suyo estaba demasiado cerca – no eres ninguna tonta – sus ojos eran tan intensos, me estaba perdiendo en su mirada – solo puedo imaginar lo triste que fue tu vida, y lo sola que estuviste – acaricio mi mejilla con su mano – no quiero que estés triste, no quiero que te vuelvas a sentir sola, quiero estar aquí para ti- Dios santo esto parecía irreal – bella, estoy aquí, seré tu guarda espaldas, tu amigo o algo mas si así lo deseas – Sentía mas lagrimas caer por mis ojos, Edward me estaba ofreciendo su compañía, yo no lo merecía, el era demasiado bueno.
Edward… tu no tienes que sentirte comprometido, solo porque me siento mal – le dije, el no era responsable de mi, solo lo era de mi seguridad.
Sus ojos lucían un poco de molestia respecto a lo que le dije.
De verdad crees que estoy aquí porque me siento comprometido? – Me pregunto muy serio, yo solo asentí. – Pues estas muy equivocada, desde el primer momento en el que te vi, no he podido dejar de pensar en ti; cuando me di cuenta de quien eras tuve mucho miedo. – agacho su mirada, para evitar la mia.
Por que tuviste miedo Edward – Necesitaba saberlo, me estaba volviendo loca.
Alzo su mirada parecía triste – Bella, tu eres una estrella, eres muy rica y famosa, alguien como tu, nunca se fijaría en alguien como yo; nuestros encuentros anteriores fueron hermosos y yo tenía la esperanza de que si algún día te volvía a encontrar podría acercarme realmente a ti, pero al saber quien eras esas posibilidades se espumaron – Todo salía como un susurro de su boca, yo estaba en shock, el de verdad quería tener algo con migo.
Edward… - me interrumpió al instante.
No bella, no tienes porque contestar nada – parecía apenado – lo que yo sienta no es tu problema, no te sientas comprometida – me libero de su abrazo y me quede helada, no quería que se alejara de mi.
Edward se volteo dándome la espalda, no quería que lo mirara; así que camine los pasos que nos separaban y lo abrace por la espalda.
Edward, ahora si estas siendo un tonto – el giro inmediatamente al sentirme – Crees que si no me importaras hubiese permitido que llegáramos a besarnos en dos ocasiones? – pregunte, el parecía muy confundido.
No yo no quise decir… - el intentaba disculparse.
No soy tan fácil – lo interrumpí y le regale una sonrisa.
El me respondió con una sonrisa apenada, que lo hacía lucir hermoso.
Fue en 3 ocasiones bella – me corrigió – Nuestro primer beso también cuenta.
Tenía razón. Que tonta, aunque pensándolo bien ya había besado muchas veces a Edward, BIEN!!
Entonces te importo? – su rostro se ilumino – quieres que estemos juntos? – me miro a la expectativa.
Si a la primera pregunta y… Por su puesto a la segunda – Le conteste con el corazón.
Edward me abrazo y murmuro en mi oído – bella, si te pido un beso, cuenta como una pregunta?.
Sentí que enrojecía, mi vida, el me quería besar y me lo estaba pidiendo, aunque me encantaban sus besos robados, esto era demasiado lindo.
Creo que si – le conteste y sonreí.
Edward me miro fijamente y acaricio mis labios con la llama de sus dedos.
Eres exquisita – murmuro antes de pegar sus labios a los míos.
Sus labios se movían muy lento sobre los míos, parecía mas una caricia que un beso, sus manos estaban sobre mis mejillas y no paraba de dejar leves caricias sobre ellas, su lengua recorrió lentamente mi labio inferior y yo ya sabía lo que él me pedía; abrí mi boca y le cedí el paso a su deliciosa lengua, esta se movió por cada centímetro de mi boca, dejando su sabor en mi garganta, cual palabra había usado Edward?... Exquisito, si él era exquisito.
Edward era hermoso, tierno, lindo; yo lo necesitaba más cerca todavía; lo atraje más cerca de mi intensificando nuestro beso, a el no pareció disgustarle pues apretó sus manos en mi cintura, nuestras bocas se movían desesperadas, nuestras lenguas se enredaban, los gemidos eran cada vez mas fuertes, enrede mis manos en su cuello y solo sentí cuando Edward me tomo por las piernas y me llevo hasta la mesa donde me sentó, enrede mis piernas en su cintura y pude sentir su excitación, el roce era increíble, yo estaba igual de excitada que el, abandono mi boca y comenzó a devorar mi cuello hasta mi clavícula, yo gemía intensamente, llevo sus manos a mis piernas y las acaricio suavemente, solté su cuello y metí mis manos en su saco, acaricie encima de su camisa su bien torneado pecho, Edward me regalo un gemido fuerte y aproveche para quitarle su saco; el llevo una de sus manos debajo de mi falda y acaricio mis muslos, la sensación fue indescriptible, sus manos eran muy suaves contra mi piel, comencé a desabotonar su camisa, sentía mis manos temblorosas, nunca antes había hecho esto; Edward lo noto y con sus manos se la arranco el mismo, haciendo que los botones volaran por toda la cocina, Me miro fijamente invitándome a deleitarme en su cuerpo, y mientras se apoderaba de mi cuello de nuevo coloque mis manos es su pecho desnudo, era tan suave, tan cálido, tan musculoso, mi angel era perfecto; deje suaves besos en su hombro, bajando hasta sus pezones, Edward separo su boca de mi cuello y cerró los ojos disfrutando la sensación, yo no me podía apartar de su cuerpo, era un monumento a la belleza terrenal.
Bella - susurro – te necesito – me dijo, eso me ínsito aun mas.
Separe mi boca de su pecho y lo mire a los ojos, estaban obscuros por la excitación.
Yo también te necesito – le dije.
Bella tú quieres… - me pregunto, con duda en su mirada.
Yo si quería, claro que quería estar con el, pero tenía miedo, nunca había estado con un hombre en mi vida.
Edward yo… - el me interrumpió, dándome un leve beso en los labios.
Tranquila, si tu no quieres, no va a pasar nada – me regalo una linda sonrisa.
No, no es que no quiera, es que yo nunca… - no sabía si decirle, me daba algo de pena.
Bella, tu nunca has estado con un hombre? – su mirada parecía desorbitada, me dio muchísima vergüenza, de seguro creía que era una ingenua.
No – conteste y agache mi mirada.
Porque te da pena amor – dijo levantando mi babilla, solo me concentre en que me había llamado amor! – Es algo hermoso.- su sonrisa era muy cálida
De verdad? – le pregunte – no crees que soy una inexperta – sonrió al escuchar eso.
Claro que no – dijo como si fuera obvio – En realidad… me agrada demasiado saberlo – enseguida entendí lo que quería decir y me sonroje.
Un bostezo se escapo de mis labios, parecía ser muy tarde, además este día había habido demasiada actividad.
Estas cansada? – pregunto.
Un poco, ha sido un día muy largo – en debía entender el porqué.
Lo sé – sonrió muy orgulloso;- tonto y sexy guarda espaldas- pensé.
Sera mejor que vayamos a descansar – le dije.
Tienes razón – el asintió y me tomo por las piernas y la espalda y me cargo – en un momento estará en su habitación señorita- Sonrió con malicia.
Camino hasta mi habitación, durante el transcurso dejaba tiernos besos en mis mejillas, sobre mi cabello o en mi hombro; me sentía como una princesa junto a el que era mi príncipe, abrió la puerta y camino hasta la cama donde me recostó, el se quedo abajo y se inclino a darme un suave beso en los labios.
Que tenga dulces sueño señorita – susurro contra mis labios.
Usted también caballero – le respondí abrazándolo.
Cualquier cosa, estaré alado mi lady – no pude evitar sonreír.
Adiós – me despedí con la mano, mientras el salía de mi habitación.
Este día había sido el mas increíble de mi vida, no solo había besado mucho a Edward, sino que también habíamos hablado y nos habíamos conocido mas, compartimos nuestros sentimientos y estuvimos a punto de… ; Edward era un angel, era hermoso y comprensivo.
Podría parecer apresurado, pero yo estaba muy enamorada de el, había hecho mi corazón latir otra vez, con sus detalles, sus sonrisas, sus besos, con todo lo que el representaba.
Cerré los ojos callendo en un pesado sueño, feliz porque en la mañana tendría cerca de nuevo a mi ángel guardián.
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