( aki un capitulo mas, esta largo x eso nada mas uno jeje, espero les guste y dejen sus comentarios y votos... besos: LiiBiia)

Regrese a la sala, era casi imposible pensar que lo que había ocurrido era verdad, hasta ahora me detenía a pensar que pasaría con Edward, era indudable decir que yo lo necesitaba cerca de mi; pero que sería de nosotros, el era mi guarda espaldas, y lo tendría cerca todo el tiempo, cosa que no me molestaba para nada, pero… hacia donde nos dirigíamos, que tipo de relación tendríamos; sacudí la cabeza, no me podía poner a pensar en eso ahora, lo único que importaba era tener a Edward cerca de mi.

Volví a sentarme junto a angela, y ella me miro de una manera extraña.

Que pasa angela? – tenia curiosidad de saber que sucedía.

Bella, es mi imaginación o tu y Edward se miraban demasiado – demonios olvidaba lo perceptiva que era angela, además no podía decir que había sido muy discreta.

Angela, es tu imaginación, solo quise ser amable, como tu me lo pediste – trate de sonar lo mas convincente posible.

Mm bueno como tu digas – dijo angla con una sonrisa, no estaba muy convencida, pero no lo mencionaría de nuevo.

Angie, por cierto a donde te vas? – no lo había mencionado aun.

iré a México, estoy arreglando que des un concierto en El foro sol – dijo orgullosa de su logro.

Oh es genial nunca he estado allí, parece muy interesante – mencione.

Si lo se, bella estas segura que te quieres quedar aquí sola con Edward – me miro fijamente.

Como le podía explicar a angela que era lo que mas había deseado e mi vida desde hace mucho; no, seria mejor no mencionar eso, apostaría por mentir de nuevo.

Si angela, no te preocupes, todo estará bien – no estaría mucho mejor que bien.

Dios santo desde cuando me había vuelto tan caliente, era asombroso lo que ese hombre causaba en mi.

Esta bien, se que tu eres responsable y confió en ti – me guiño un ojo, angela sospechaba algo.

Fui a mi habitación a despejarme un poco, Edward llegaría en un par de horas y no tenia idea de cómo actuar; nunca se me había dado ben eso de la seducción, además el era un hombre con mucho mundo y estaba segura que muchas mujeres habían desfilado por su cama; pensar en esto me enfureció demasiado; que le podría gustar a el de mi, era una tonta inexperta queriendo jugar a ser mujer, desde jake no había sentido nada tan intenso como ahora, no diría que no había salido con algunos famosos, pero ninguno tan importante.

Bella ya me voy. – grito angela y corrí hacia la salida.

La abrace muy fuerte – segura que no quieres que te acompañe al aeropuerto? – le pregunte.

Oh no te preocupes, además Edward llegara pronto, y tienes que recibirlo – su voz tenia un doble sentido.

Le golpee el hombro juguetonamente – esta bien, cuídate mucho por favor . – le pedí

Lo hare, tu también – dijo y subió a la limusina que la llevaría al aeropuerto.                 

Me despedí con la mano y entre a casa, se veía tan vacia, ya que era viernes les daba la tarde libre a todos mis empleados, regresaban siempre asta el sábado a las 12 del dia, por consecuente estaría totalmente sola con Edward.

Mire el reloj, marcaba las 5, estaba segura de que Edward llegaría pronto, y yo estaba con la misma ropa que en a mañana, corrí a mi habitación y me pare frente a mi closet, que era lo que me debía de poner, quería lucir muy bonita para el, algo sexy, pero tampoco que pensara que era una ofrecida; tome una falda de mezclilla que me quedaba poco arriba de la rodilla, una playerita blanca estampada y unas sandalias, me retoque el maquillaje y solté mi cabello sobre mis hombros.

Me di un vistazo en el espejo y parecía que todo estaba bien.

El timbre sonó, y casi corri, antes de abrir la puerta intente prepararme mentalmente, pero ya que eso era imposible abrí la puerta.

Mi vista instantáneamente visualizo un enorme y hermoso ramo de rosas, eran rojas y en el centro del ramo habían tres rosas blancas, quien las había mandado?, tome la pequeña tarjeta que estaba dentro del ramo y la lei:

Se que nuestro comienzo no fue el mejor,

Se que tal vez te ofendí y pido perdón por eso,

Espero te guste este pequeño detalle

y puedas olvidar mi comportamiento pasado,

Quería que las rosas perdieran su vanidad,

Por que al estar frente a ti, su belleza parece nada, comparada con la tuya.

Edward cullen.

Podía sentir una lagrima collendo por mi mejilla, esto era hermoso, el era hermoso, había recibido miles de flores desde  que comencé con esta carrera, pero ningunas me habían parecido tan especiales, tome el ramo entre mis manos y observe hacia todos lados, buscando donde se encontraba mi angel.

Era lo menos que podía hacer, después de lo tonto que fui – escuche su voz detrás de mi y voltee.

Si alguna vez había creído que Edward lucia hermoso, esto era mas como una visión, mi angel tenia puesto un traje negro, hacia lucir su piel mas ´pálida y hermosa, la camisa era blanca y le quedaba muy pegada, me dejaba deleitarme con lo marcado de sus músculos, solo el hecho de mirar su rostro me permitió alejar mi vista de ese cuerpo celestial; traía puesto unos lentes obscuros, que me privaban de su hermosa mirada, pero a la vez lo hacían lucir muy misterioso; su cabello era un revoltijo, y yo que nunca pensé que un hombre despeinado podría lucir tan bien.

Edward se quito los lentes y me miro a la expectativa, Demonios no le había contestado nada aun, que tonta era.

No te gustaron – su mirada se torno triste.

NO; NO Edward, me encantaron, son hermosas – corrí hacia donde estaba – Gracias – le regale la sonrisa mas sincera que pude.

De verdad? – su rostro se ilumino y se volvió mas hermoso.

Claro que si, por que te mentiría – le dije entrecerrando los ojos.

Bueno, por que eres tan linda que no te atreverías a lastimar los sentimientos de nadie – Me sonroje, cuando lo escuche, EL CREE QUE SOY LINDA!!!.

Pues te equivocas, me encanto y no te miento – no note cuando nos acercamos tanto.

Bueno te creo entonces, solo por que luces completamente adorable.- Edward me miraba de ariba abajo, yo estaba como un tomate.

Bueno… y a que se debe la elegancia. – dije señalando su traje.

Es mi uniforme, lo uso todos los días y a todas horas cuando estoy trabajando – explico.

Mmm Pero tu todavía no estas trabajando – dije, esperaba el entendiera el significado de mis palabras.

Desde luego que si, prometí cuidarte y eso es lo que hare- su voz sonaba muy responsable.

Tu trabajo inicia el dentro de una semana, ahora serás mi invitado – le recrimine. – mi guarda espaldas vendrás dentro de una semana – le dije en broma.

Bueno, ya que creo es imposible discutir contigo, me invitarías a pasar para poder cambiarme.- me pidió; que tonta ni siquiera no había hecho pasar a la casa, el pensaría que era una descortés.

Oh, claro disculpa – le mostré la puerta, el tomo una su maleta y me siguió hasta la entrada, yo estaba muy nerviosa, en estos pocos minutos ya nos habíamos hecho demasiadas insinuaciones, solo dios sabia en que terminaría esto.

Tu habitación – abrí la puerta y entre, el detrás de mi, había escogido intencionalmente la habitación que estaba junto a la mia, asi si me daba miedo, podría ir a buscarlo.

Gracias, es muy bonita- me miro con dulzura – eres muy amable – dijo tomando mi mano; había extrañado tanto su contacto, en esta pocas horas, fue como la gloria poder tocarlo.

No.. no es nada – estaba tartamudeando, que vergüenza.

Cuando el se iba a acercar a mí, mi torpeza hizo acto de presencia y tire mis llaves; tonta, tonta, tonta, me dije.

Me agache a recogerlas y Edward hizo lo mismo, tropezamos nuestros brazos y comencé a caer de espaldas, me resigne esperando el golpe, pero no llego, si estaba en el suelo, pero habían dos brazos debajo de mi cabeza amortiguando el golpe.

Edward estaba encima de mi, que estaba acostada en la alfombra de su cuarto, estábamos demasiado cerca y yo solo podía pensar en todo lo que quería que me hiciera en este momento.

Estas bien? - pregunto con preocupación.

Si, bien dicen que el dinero no compra todo – el me miro extrañado – veras, yo no he podido comprar la coordinación – una risita escapo de sus dulces labios.

No creo que necesites nada – susurro – para mi pareces perfecta – El quería matarme con esas palabras, yo no era para nada perfecta, pero el simple hecho de que el lo pensara era increíble.

Cuando iba a responderle, no me lo permitió y se apodero de mis labios, me encantaba que me robara los besos, porque lo hacía con tanta ternura y a la vez pasión, que me volvía loca, sus labios recorrieron cada centímetro de mi boca dejando su dulce aliento que me estaba embriagando de placer, quito una de sus manos de mi cabeza y comenzó a acariciar mi brazo y más arriba hacia mi cuello deteniéndose allí, mi corazón casi se me salía del pecho, pero aun así quería mas; tome la solapa de su saco y lo jale más hacia mi, un gemido de placer escapo de su boca cuando introduje mi lengua antes que el y comencé a acariciar la suya, me estremecí estaba llevando esto a otro nivel, pero aunque quisiera no podría detenerme, el era mi droga y ninguna dosis era suficiente; metí mis manos dentro de su saco y comencé a quitárselo, el se separo de mi y me miro fijamente, sus ojos estaban llenos de deseo y a la ves duda, le quite el saco y mis manos recorrieron su bien torneado pecho, Edward tenia los ojos cerrados, pero en su rostro se notaba el placer que estaba sintiendo; me sentí muy orgullosa de ser la causante de eso, cuando me proponía a desabotonar su camisa, el timbre sonó, sacándonos de nuestra burbuja.

Me miro fijamente y note que trataba se sosegar el deseo de sus ojos.

Tengo que ir . – susurre.

El solo asintió y me regalo una sonrisa torcida, se levanto de encima de mi y me ayudo a ponerme de pie, se puso su saco de nuevo y me abrió la puerta para que saliera de su cuarto; hay mi angel, tan caballeroso como siempre.