Me costo mucho retomar mi sueño, media hora me la pase pensando en como había acabado Edward en mi casa, casi sin sentido, justo en la habitación de al lado, me obligue a mi misma a no darle importancia. Cerré los ojos con fuerza intentando dormirme, pero nada funcionaba, finalmente decidí ir a darle otro vistazo a Edward, solo para asegurarme que estuviera bien, ¿no quería que le pasara nada bajo mi responsabilidad?, eso era todo ¿no?
Abrí un poco la puerta de su habitación, y lo mire justo como Riley lo había dejado, mire su pecho moviéndose despacio, la imagen hipnotizo inmediatamente, cayendo en mis pensamientos. Luego de varios minutos mirándolo allí como tonta, me di cuenta que debía dormir ya que mis ojos se cerraban solitos. Volví a mi habitación bostezando pero con una enorme sonrisa en la cara, cuando me di cuenta de ello, cambie mi rostro. Me metí a la cama eh inmediatamente quede dormida.
Luego de lo que sentí como 5 minutos sentí que alguien me movía con suavidad, intente no hacer caso y me gire en la cama aun con los ojos cerrados.
-Bella- susurraron
-no quiero… quiero dormir- murmure abrazando mi almohada
-¿ah que horas te acostaste niña?- susurro la vos de Charlie
-tarde, quiero dormir- dije haciendo berrinche
-Bella, saldré de ciudad, iré a reunirme con unos proveedores importantes, en Seattle, regresare en la noche- me dijo
-aja- dije aun dormida
-¿Qué te acabo de decir Bella?- me pregunto
-viaje, Seattle, noche- dije quedando dormida de nuevo
Cuando finalmente desperté, aun sentía un sueño terrible, parecía de resaca pero la verdad es que no había tomado nada. Me levante sin ganas casi arrastrando y entre al baño me mire al espejo, tenia unas enormes ojeras, cuando Salí del baño mire el reloj junto a mi cama era medio día, pero no parecía en absoluto, me acerque a la ventana, el día estaba completamente oscuro, nubes negras cubrían toda la ciudad. Se podía sentir el más frio del normal, aun estando dentro de casa podía sentir como había mas brisa de lo común.
Me lance a la cama eh intente dormir de nuevo, pero mi estomago gruño, provocando que me riera sola, finalmente me di por vencida y entre a darme una rápida ducha caliente. Salí de mi habitación 15 minutos después seguida por Max, que movía su cola juguetonamente, al pasar por frente de la habitación de invitados, lo recordé, Edward había dormido en mi casa, un vacio paso por mi estomago, y esta ves no fue la necesidad de comida. Me detuve en seco en la puerta. Me dispuse a tocar, pero me arrepentí, el tal vez ni siquiera estuviera allí, a lo mejor se había marchado al despertar. Eso esperaba. ¿Si?
Suspire y baje las escaleras, al entrar a la cocina me encontré con Rosi, sonriente como siempre. Saque un poco de jugo del refrigerador y me senté a la mesa.
-buenos días- dije sin mucho animo
-Buenas tardes, dormilona, parece que alguien tuvo una gran fiesta anoche- dijo graciosa.
-nada de eso, solo tuve problemas para dormir- explique, mientras me ponía el almuerzo en un plato frente a mi.
-gracias-
- de nada- dijo sonriendo- y bueno niña ¿no me vas a contar?
-¿contar que?- dije confundida
-quien es el apuesto joven en la cuarto de invitados- dijo emocionada
Casi me atragante al escuchar- ¿sigue ahí?- dije escupiendo el jugo
-es súper guapo, cuando entre a limpiar la habitación casi me muero del susto- dijo bromeando
-pensé que ya se habría ido- dije bajito
-pues allí estaba durmiendo, si solo tuviera unos 25 años menos- dijo cerrándome un ojo
-que dices Rosi- le dije riendo- tenia la esperanza que se hubiera marchado, ¿ahora que hago?- pregunte para mi misma
-bueno pues, yo le lleve unas toallas para que se duchara, si quieres hacer algo por el, puedes llevarle una píldora para la resaca- dijo coqueta cerrándome el ojo
-no es lo que piensas Rosi- dije concentrándome en la comida
-si no fuera lo que pienso no te lo hubieras tomado así niña, los años te enseñan a intuir cosas- dijo dándome la espalda lavando unos platos
-el es un idiota- dije sin pensar
-ah, ya veo el problema, te gusta pero es un idiota- dijo riendo
-no, que dices Rosi- dije indignada, levantándome y saliendo rápido de la cocina.
-LAS PILDORAS ESTAN EN EL BAÑO DE TU PADRE- grito divertida
Pensé en responderle que no le daría nada, pero mis pies ya estaban dentro del baño de mi padre, tome un par de píldoras y me dirija al cuarto de visitas, me detuve como una tonta frente a la puerta, ¿debería tocar? Estuve allí hasta que finalmente tome fuerzas y toque, pasaron unos segundos, no hubo respuesta, ¿seguiría dormido? volví a tocar un poco mas fuerte esta ves, pero paso lo mismo aun sin respuesta, así que decidí entrar, despacio gire la manecilla, al observar la habitación la encontré vacía, solamente estaba su mochila, me acerque a la cama, entonces un sonido llamo mi atención, el agua de la ducha, el estaba allí, la imagen de su perfecto cuerpo bajo el agua provoco un escalofrió en mi cuerpo, a como pude intente sacarme su imagen de la cabeza pero insistía en pertenecer allí. Puse las píldoras en la mesita de noche, y justo cuando pretendía salir de la habitación, escuche su vos, era como un susurro que aumentaba ¿estaba cantando en la ducha?
Si estaba cantando cada vez mas fuerte pude reconocer la canción –aquí me tiene abandonado, bebiendo tequila para olvidar, y sacudirme hacia el dolor- noooo... estaba cantando Mana-
No pude contener la sonrisa, cada ves cantaba mas fuerte, podía imaginarlo dando saltitos en la ducha.
-Ven y sacame de este bar- grito por ultimo, mientras yo seguía allí escuchándolo. Pero pronto la puerta del baño se abrió bruscamente, sin darme tiempo siquiera de dicimular que lo estaba escuchando.
Dejándome frente a un escultura en persona, Edward con todo su torso desnudo, solo usaba unos shorts, secándose el cabello, al encontrarme allí se sorprendió casi tanto como yo. Estuvimos en silencio unos segundos hasta que decidi hablar
-vine a dejarte unas píldoras por si tenias mucha resaca- dije dirigiendo mi mirada a algún lugar que no fuera el, ya que solo el hecho de mirarlo asi me hipnotizaba.
-gracias- dijo sonando la garganta- ¿Cómo llegue aca?-
-Alice te trajo, no tenían donde llevarte- explique seria
Nos quedamos en silencio de nuevo, no supe que decir, asi que me gire y camine hacia la puerta
-Bella, Isabella- aclaro, me gire para encararlo
-gracias por dejarme quedar aquí, lo siento por lo que te dije…- intento continuar
-no te preocupes- le corte restándole importancia- baja y Rosi te dara algo de comer- dije finalmente cerrando la puerta.
Camine rápidamente hacia mi habitación, tome mi celular, y marque el numero de Alice, tenia que hablar con alguien, despejar mi mente de Edward, simplemente cuando lo veía, mi corazón palpitaba como loco, no podía engañarme mas a mi misma, el provocaba miles de emociones en mi, que tenia que aprender a controlar para no dejarme llevar por ese patan.
El timbre del teléfono sono y sono hasta que entrara la contestadora, maldeci bajo, entonces marque el numero de Sean, pero este tampoco contesto, genial, todos tienen una vida ocupada menos yo, pensé, luego de marcar a Rosalie, Angela y Jake me di por vencida, como era que ninguno estuviera disponible para hablar o entretenerme.
Finalmente me di por vencida y Sali de la habitación, entre en la cocina para alimenta a Max, y nuevamente me encontré con la mirada de Edward, quien me miro avergonzado.
-lo siento en cuanto termine de comer me voy- se disculpo
-no te preocupes- dije sin mirarlo depositando comida al tazón de Max, quien estaba sentado junto a Edward moviendo su cola.
-¿no sabes algo de Alice?, no responde mis llamadas- me pregunto
-ni idea, acabo de llamarla y nada, me dijo que llamaría-
-necesito hablar con ella antes de llegar a casa, no se que escusa habrá montado- me explico
-puedes quedarte aquí un rato mas, no tengo problema con eso- dije saliendo rápidamente de la cocina, no podía permanecer mucho tiempo junto a el, su mirada, su fragancia, era casi insoportable.
-odio no tener nada que hacer- me dije a mi misma cambiando los canales de televisión en la sala, una y otra vez, Edward había subido a la habitación de huéspedes, y llevaba rato sin salir, y yo trataba entretenerme para no subir, para solo mirar que estaba haciendo. Pronto empezó a caer una pequeña llovizna,
-Bella, me voy ya, no quiero que me atrape la lluvia parece que se acerca una tormenta- me dijo Rosi poniéndose su abrigo apresurada
-¿Cómo?- pregunte
-si lo acaban de anunciar en el radio, mejor me voy antes de que me quede atascada acá- dijo caminando hacia la puerta
-pero…- dije pero era tarde escuche la puerta del frente cerrarse- genial sola con Edward- dije sarcásticamente para mi misma
-se que no soy de tu agrado, me iré ahora mismo- dijo Edward que se encontraba en las escaleras
-yo no quise decir eso, yo no quería que sonara así- dije rápidamente
-no me explique nada-dijo totalmente serio- se lo que piensas sobre mi- dijo subiendo las escaleras.
-Edward- lo llame, pero pronto aprecio con su mochila al hombro, dirigiéndose a la puerta.
-muchas gracias- dijo finalmente
-espera, ¿ah donde iras?- pregunte preocupada
- no lo se Alice no me responde, a casa de Riley o Ben tal vez-
- no puedes, se supone que están de acampada- dije
-mierda, la acampada la olvide- dijo golpeándose la frente
-esta lloviendo Edward, no puedes ir a tu casa sin hablar antes con Alice, ambos sabemos que lo mejor es que te quedes acá- le dije
- no quiero hacer tu vida mas miserable de lo que la hice- dijo girando sus ojos
Lo mire con odio- cada ves me cuesta menos creer que la persona que pensé conocer nunca existió- solté sin pensar
Su reacción fue totalmente inesperada, sus ojos se volvieron triste, esa mirada verde profundo que tanto me gustaba se poso sobre mis ojos.
-tu tampoco terminaste siendo lo que pensaba- dijo casi en un susurro.
-lamento no ser la chica fácil que callera a tus brazos cada ves que quisieras- le solté con rabia
-no me refería a eso- dijo dando un paso hacia mi
-¿entonces a que?- lo enfrente
- pensé que lo que vivimos te hubiera dado al menos un motivo para dudar de lo que te conto Mike- me soltó, sus palabras me dejaron en shock.
-no caeré de nuevo con tus mentiras, Edward Cullen- prácticamente le grite
-¿mentiras? ¿Yo fui el mentiroso? ¿Qué me dices de empatarte con ese chucho a solo unos días de terminar conmigo? ¿Me vas a negar que hubo algo allí antes?- me reclamo
-¿lo nuestro? Nunca hubo un lo nuestro, todo fue mentira, fantasía, y a ti no te importa con quien salgo o deje de salir-
-no digas eso- cambio su tono a suplica- grítame, golpéame, despréciame, pero nunca niegues que hubo algo entre nosotros- dijo dando un paso hacia mi- porque para mi es lo mas real que me ah pasado- dijo mientras con sus manos me tomaba de los brazos.
-suéltame Edward, suéltame- le ordene
-no hasta que me mires a los ojos, y me digas que lo nuestro no fue especial- dijo suplicante
-suéltame- dije mientras un sollozo salía- déjame- las lagrimas caían por mis mejillas- no ves que me haces daño- le dije
Esas palabras lograron que me soltara sorprendido, no le di tiempo de responderme, corrí hacia la cocina, Salí por la puerta trasera, corrí varios metros mientras la lluvia golpeaba mi rostro, solo quería alejarme, no quería pensar no quería sentir. Finalmente me encontré con un árbol, me lance al piso, y me recosté en el. Las lagrimas no dejaban de brotar, al cerrar los ojos solo podía ver su imagen, porque me pasaba esto, porque era tan difícil descifrar estos sentimientos, que resplandecían cada ves que el se acercaba. Porque algo que quieres tanto te hace sufrir de igual manera, si así era el amor, no quería vivirlo, porque me acababa de dar cuenta de algo sin importar lo que Edward me hubiera hecho en el pasado, aun lo seguía amando. Mas que a nada.
Escuche como unos pasos se acercaban a mi, no mire abrace mis rodillas y escondí mi rostro entre ellas. La lluvia había empeorado y ahora azotaba fuertemente contra mi cuerpo con ayuda de una enorme brisa que me hacia encogerme en mi misma.
-Bella- me dijo su vos preocupada
-vete Edward no quiero verte- le ordene
-no puedo dejarte aquí enfermaras- me dijo
-vete de mi vida, no te quiero cerca- le solté
-lo se, y si es eso lo que quieres me iré lejos- dijo provocando un dolor en mi pecho- pero debes volver a casa, no te dejare aquí- me dijo
-ya me hiciste mas daño del que nunca imagine, porque sigues empeñado en lastimarme Edward ¿Por qué?- le reclame dándole la cara, cuando lo mire su mirada se descompuso en dolor.
-puedes acusarme de ser un idiota o de cobarde, pero nunca de querer hacerte daño, eso nunca lo haría- dijo poniéndose de cuclillas junto a mi
-si me lo hubieras dicho antes de lo que paso tal vez te hubiera creído, ahora no, ya no soy esa tonta- le escupí
-Bella, lo que te dijeron no es cierto- grito, arto mirándome a los ojos. Mientras yo lo miraba sorprendida
-porque no puedes darme al menos la razón de la duda- me dijo serio- nunca jugué contigo, nunca lo haría, nunca se lo haría a nadie, mucho menos a ti.
-yo no entiendo- solté
-todo fue una trampa, de el idiota de Mike, la apuesta existe, y la conocía, por eso trate de alejarte de el, no quería que te hiciera daño- me dijo mirándome a los ojos
Me quede en silencio analizando lo que me decía, podía ser cierto, podía a ver sido todo una emboscada por el imbécil de Mike, pero porque alguien haría algo así, algo tan cruel jugar con los sentimientos de las personas.
-Bella, debí decírtelo, antes, pero tú siempre con tus dudas, siempre con tus temores, tenía miedo que si lo decía, preferirías dejarlo todo antes de luchar por lo nuestro-
-¿Por qué preferiría eso?-
-vamos Bella, duraste mas de dos semanas para decirle a tus amigas que salías conmigo por miedo, que pasaría si te dabas cuenta que todo el equipo de soccer quería llevarte a la cama y alejarte de mi-
-entonces porque te quedaste callado aquel día en el campo- le pregunte incrédula
-porque me amenazaron con Emmet, si decía algo lo golpearían en el entrenamiento para que no pudiera jugar y perdería su beca-explico molesto- pensé que no estabas en el campo, así que pensé que luego te buscaría y te explicaría todo, pero cuando te vi, allí en el campo, sentí como un balde de agua fría, no súper como reaccionar-
-yo, no lo puedo creer, ¿que ganarían ellos haciendo esto?- dije incrédula
-no lo se, son unos imbéciles, no tienen una vida, entonces destruyen la de los demás- me dijo furioso- bueno ya sabes la verdad, aunque eso no cambia nada- dijo poniéndose de pie
-ya me rendí hace días- dijo mirándome triste
-¿ah que te refieres?- mi vos sonó mas asustada que confundida, todo daba vueltas en mi cabeza, podía ser cierto, todo fue una trampa, y Edward era la persona que conocí, nunca me engaño. El frio estaba empezando a llegar a mis huesos, y mis labios empezaban a temblar un poco.
-hice todo lo que pude Bella, intente hablar contigo, en tu casa me di cuenta de cosas que jamás pensé que serias capaz, pero aun así no me importo, luego intente obligar a Mike a decirte todo en el colegio, pero ahí volví a caer en la decepción con lo de Paul- sonrió- y aun así no me importo, trate de darte celos con Jane, pero parece que no te importa, se que puedo sonar intenso, pero no puedo sacarte de mi mente Bella, no puedo-
-Edward yo….- intente decir pero me corto
-déjame terminar-suspiro- se que no me quieres en tu vida, y yo no puedo vivir cerca de ti, porque esto que siento es muy intenso, no puedo verte sin desear tenerte en mi brazos, puede sonar cursi, pero es cierto, te amo bella, por eso tome la decisión de dejar que mis padres me manden lejos, así tu estarías tranquila y tal vez te olvide, por lo menos no tendré que vivir mirándote sin poder tocarte- dijo finalmente
-¿así que ya decidiste?- dije algo molesta
-si, tú estarás feliz, y yo... bueno yo tratare de seguir adelante-
Me quede en silencio, pensando en todo lo que acababa de darme cuenta, muchas piezas encajaron en el rompecabezas, sentí como si una luz alumbrara mi cerebro, pero también me enoje conmigo misma, como es posible que no lo escuchara antes, ahora las cosas serian diferentes.
-Bella estas temblando, vamos a dentro- dijo Edward tomándome de la mano, para ayudarme a levantar, empezó a caminar, llevándome delicadamente del brazo, entonces me decidí y frene en seco.
-¿pasa algo?- me miro Edward confundido, empapado de pies a cabeza por la fuerte lluvia
-¿que pasa si no quiero que te vayas?- solté mirándolo a sus hermosos ojos
-no entiendo Bella, pensé que esto te haría estar más tranquila-
-yo Edward, a pesar de todo, de todo lo que creí que me habías hecho, yo aun sigo pensando en ti todo el tiempo-
Su expresión cambio a extremada sorpresa- quieres decir que- titubeo
-Edward yo también te amo, mas que a nada- dije mientras las lágrimas se desbordaban de mis ojos.
-¿Bella porque lloras?- dijo tomándome de las manos y acercándose a mi
-porque fui una tonta, si solo te hubiera escuchado- dije
-ssshhh… eso ya no importa- dijo sonriendo mientras despacio juntaba nuestras frentes- esto es lo que importa ahora-. Dijo llevándose mi mano hacia su pecho donde sentí su bombardeo más fuerte de lo normal
-dilo de nuevo Bella- me pidió
-¿Qué?- dije sin entender
-que me quieres- dijo mirándome con adoración
-te amo Edward-
Eso fue suficiente, cualquier espacio que hubiera entre nosotros dos desapareció, tomo mi rostro con ternura, acercando su rostro despacio, sonrió –Mi Bella- susurro antes de que sus labios se posaran sobre los míos, tiernos, dulces, suaves, llenos de ternura, su sabor era aun mejor de lo que recordaba, nuestros labios siempre sincronizados, se movían a un ritmo hermoso, lleno de amor y deseo. Mi corazón latía como si corriera una maratón, sus manos estrecharon mi cintura aun acercándolo más a mí, mientras yo acariciaba su musculosa y torneada espalda.
La lluvia caía sobre nuestros cuerpos, creando un momento mágico, único, en lo único que podía pensar era en el contacto de nuestros cuerpos. Cuando nos detuvimos a respirar, el me regalo su sonrisa de medio lado que tanto amaba, provocando que yo también sonriera.
-dime que esto no es un sueño- le dije mientras el me atraía a su pecho abrazándome
-espero que no, seria un despertar muy decepcionante- dijo estrechándome aun mas- entonces me quedaría
-¿Qué?- dije confundida levantando mi cabeza para mirar su rostro
-me preguntaste que pasaría si tu no quisieras que yo me marchara, te respondo que entonces me quedaría- dijo volviéndome a besar, ahora un poco mas demándate, su lengua se abrió paso con facilidad, fundiéndonos en un beso cargado de deseo y necesidad.
-extrañaba tus labios- me dijo sin eliminar el contacto de estos mismos
- yo te extrañaba por completo-
-bueno me ganaste- dijo riendo aun en contacto, para luego darme un casto beso y sonreírme
-debemos entrar, estas temblando Bella- dijo preocupando abrazándome y guiándome rápidamente a la casa
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FIN DEL FIC..... nah como creen... xD veamos que quieren que pase en el proximo cap? espero algunas ideas :D gracias por los comentarios... a las ticas que me dejaron comments que bueno saber que les gusta mi historia... es algo como talento nacional???? xD gracias a todas.... y las amenazas de muerte... bueno sigo esperando a algun vampiro sexi qeu venga por mi... las quiero chicas besos
**.. PeLLis--** ^_*
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