Luego de contarle mi historia a mi mejor amigo entre lágrimas, y caer en llanto por unos minutos, sentí como el sueño empezaba a ganar partida. Sean no me dejo sola ni un segundo, escucho atentamente mientras le contaba lo sucedido, lo vi enfurecerse al narrarle las palabras de Mike, se que estaba pensando en matar a… no quería pensar en su nombre. Pero Sean no dijo nada, solo me miro con ternura mientras me abrazaba y pasaba su mano dulcemente por mi espalda. -Llora Muñeca saca todo lo que sientes- es lo único que puedes hacer para disminuir el dolor- me dijo finalmente besando mi frente, mi amigo podía ser un inmaduro y necio en ocasiones, pero cuando lo necesitabas siempre decía las palabras correctas. -quiero desaparecer Sean, jamás lo creí capaz- le dije entre lloriqueos -los sentimientos a veces nos ciegan- dijo casi en un susurro Poco a poco el ambiente se fue poniendo mas pesado, hasta que quede totalmente dormida, tuve sueños extraños, donde el rostro de Edward hacia rápidas apariciones constantemente, también Alice aparecía en el, triste, si con la misma mirada con la que la deje en el estacionamiento. Y luego el estúpido de Mike sonriendo, esa sonrisa maldita y burlista, pero lo mas extraño era la imagen de un avión que venia y se iba, pronto la imagen se solidifico y me encontraba caminando hacia el avión, el cielo estaba totalmente despejado, pero justo cuando estaba por subir, algo me detenía. Pero justo cuando volteaba a mirar que me impedía seguir desperté, un sonido me había sacado de mi trance, era el teléfono. Conteste rápidamente, era Charlie quería avisarme que llegaría tarde porque iría a ver el partido a casa del tío Bill junto a todos sus amigos, me pregunto como me la estaba pasando con Sean, le mentí, hice que mi voz sonara lo mas feliz posible para que no se diera cuenta de nada, no quería que se involucrara. Colgué el teléfono, intente volverme a recostarme, pero sentí la presencia de alguien mas, gire, ahí estaba Sean dormido junto a mi sin camisa, me hizo recordar la imagen de mi ang… de el, durmiendo pacíficamente con su boca entreabierta y respiración serena. Agite mi cabeza para sacarme esas ideas, con solo recordar me habría la herida, y la propagaba. Pensé en lo fácil que seria enamorarme de Sean, era tierno, obviamente extremadamente guapo (chicas en mi fantasía, es sean faris) divertido, atento, entre otras cosas, pero nunca pude llegar a verlo como algo mas que mi mejor amigo, muchas personas me habían cuestionado la relación que teníamos, y siempre que analizaba mis sentimientos hacia el recibía la misma respuesta. Solo era como mi hermano. -porque estas allí mirándome- dijo sonriendo, se había despertado sin que me diera cuenta por estar vagando en mis pensamientos- ya se que soy irresistible, pero no es para tanto- -menso, solo te extrañe- le dije intentando sonreír -¿estas un poco mejor? No pensé- si, siempre estas cuando te necesito eres un gran amigo- le dije acariciando su mejilla. -siempre estaré contigo, eres mi hermanita, mi muñeca- dijo besándome en la frente Sonreí aunque sabía que lo que salía de mi cara era una mueca de dolor, me levante y fui a lavar mi cara al baño, me mire en el espejo, lucia terrible, el poco maquillaje que traiga se había corrido, además de tener un poco de ojeras, y mis ojos ligeramente rojos. Respire profundamente al salir del baño, ya no quería llorar, cuando estuve nuevamente en mi habitación Sean me esperaba sentado en el pequeño sofá, aun solo vestía unos Jeans, rotos ajustados al cuerpo, sin ni siquiera llevar zapatos. -un poco exhibicionista ¿no crees?- le dije burlándome -te molesta o ¿es que te pongo nerviosa?- dijo pícaro -claro no sabes el tremendo esfuerzo que estoy haciendo para no lanzarme sobre ti- le dije sarcásticamente saliendo de la habitación. Sean exploto en una carcajada, me siguió hasta que llegamos a la cocina, allí nos recibió Max juguetonamente, y no paro de seguirnos dando brinquitos hasta que lo acaricie y le hablara como bebe. -¿tienes hambre?- le pregunte a Sean mientras este jugaba con Max -obvio, eso no se pregunta- dijo sin mirarme Gire mis ojos y me sumergí en el refrigerador, estuve ahí unos minutos debatiendo que comer, pero no tenia mente para nada, ni siquiera quería comer, solo quería hacer algo para distraer mi mente, no quería pensar en el, pero era imposible cuando me entretenía en algo, su imagen venia a mi de la nada, junto con el suceso de la mañana. -sabes no tengo ánimos de cocinar, ¿puedes pedir comida china?- le dije señalando el numero frente a el refrigerador -ok no te preocupes- dijo tomando su celular y marcando el numero. Camine ah la sala, cuando estuve allí casi pude ver a Ed sentado en el sofá temblando de frio tratando de encontrar calor con una toalla y sonriéndome. Su imagen se desvaneció cuando mis ojos parpadearon, otra vez el vacio se apodero de mi, caí al piso un par de lagrimas nublaron mis ojos, no se cuanto tiempo pase allí sentada en el piso con mi mente en blanco. Pero el timbre de la puerta me hizo reaccionar, me levante seque mis mejillas y abrí la puerta, era el repartidor, Sean se acerco, saco unos billetes y se los entrego al tipo que lo miro muy raro. -tipo raro casi me come con la mirada- dijo Sean sacando la comida y depositándola en la mesita de la sala mientras yo tomaba asiento en el sofá -será porque eres el único en Forks que viste así a pesar del frio- le dije mirando el techo -me incomoda dormir con camisa- me dijo encogiéndose de hombros-toma tienes que comer, imagino que ni has almorzado- me dijo entregándome un plato -no tengo hambre- le dije poniéndolo en la mesa - come, mira ya esta oscureciendo, no dejare que enfermes- me ordeno serio -ok- dije suspirando, tome un poco de pasta y lo metí a mi boca sin ánimos. -ahora dime ¿que piensas hacer? ¿Hablaras con el?- -si de algo estoy segura es que no quiero volver a saber de el- dije mirando el piso -bella ¿y si todo tiene una explicación? -dime solo una explicación que le encuentres- dije suplicante El me miro triste, y luego aparto su rostro- no encuentro ninguna- dijo serio -sabes siento odio- le dije- pero no hacia el, sino hacia mi, por haber caído como una tonta- le dije molesta intentando no llorar de nuevo -tu no tienes la culpa, el culpable es el por usarte y jugar con tus sentimientos- dijo Sean enojado -Bella, la noche que el se quedo acá ustedes….- dijo Sean serio -No, no me acosté con el- dije seria- estuvimos a punto pero no- dije -eso me alegra muchísimo muñeca- dijo Sean suspirando -no puedo creer que sea tan canalla de decirle a sus amigotes que se acostó conmigo, para alimentar su ego- dije mirando el piso. Sean estaba apunto de decir algo cuando el timbre volvió a sonar- yo abro- dijo Sean mientras se levantaba, lo mire perderse en el pasillo, me levante y lo seguí, pero una vos me hizo quedarme estética justo donde no podía ser vista. -Hola, vengo a ver a Bella- era la vos seca y arrogante de Edward -¿quien eres?- pregunto mi amigo serio, estaba segura que sabia quien era -¿Quién eres tu?- se defendió Edward aparentemente molesto. -que te importa, sabes estoy ocupado, así que no vengas a hacerme perder el tiempo- le soltó Sean, dios sabia como eran ambos esto no terminaría bien, escuche como Sean trato de cerrar la puerta pero un golpe la sostuvo, imagine que la mano de Edward. -vengo a hablar con Bella, y no me iré de aquí sin hacerlo- dijo casi histérico -ella no esta para ver a nadie, así que retírate- -soy su novio, dile que venga que necesito hablar con ella- escupió Edward, como se atrevía a solo pensar que era mi novio. Realmente era todo un maldito Sean estallo en una carcajada- ¿su novio? -si, ¿quien eres tu? Por lo que puedo ver, seguramente interrumpí un momento intimo entre ustedes- soltó Edward, su comentario me sorprendió, hizo que mi estomago se revolviera. -¿y si así fuera a ti que? – dijo Sean en todo burlón -no se porque me sorprende, debí imaginarlo, todas son iguales, también debe tener algo con Paul- dijo Edward fríamente, sus palabras fueron como puñaladas a mi herida -vuelve a decir algo malo de Bella y te parto esa cara de niño lindo a la mitad- le grito Sean furioso -quisiera ver que lo intentaras- le respondió Edward -ALTO- grite saliendo de mi escondite. Ambos me miraron furiosos, parecía que querían matarse Estaba decidida tenia que hablar con el, tenia que acabar con esta situación lo antes posible, era la mejor oportunidad. -hablare con el- dije mirando a Sean -¿segura muñeca?- dijo Sean relajándose y acercándose a mi -si tranquilo no me tomara mucho tiempo- dije -ok, estaré cerca por cualquier cosa- dijo depositando un beso en mi frente, y se marcho no sin antes lanzarle una mirada desafiante a Edward Lo mire, esta rojo de la rabia, tenia la mandíbula y puños rígidos - ¿Qué quieres?- le dije sin mirarlo a la cara saliendo de casa. -tenemos que hablar- me dijo serio -tienes razón, aunque no se que me quieras decir, todo me quedo muy claro esta mañana- dije cruzando las manos sobre mi pecho. -¿Quién es el?- me soltó -eso a ti no te incumbe- no podía creer que después de todo tomara esa actitud -¿Cómo que no? Tú y yo somos…- -no somos nada- lo corte, el me miro sorprendido, y su rostro se descompuso -bueno acepte hablar contigo solo por una razón, porque quiero dejar unas cosas claras, así que tu serás el que me escuche- dije mirándolo a los ojos tratando de retener cualquier sentimiento y parecer dura, aunque mis piernas me temblaran, y mi corazón se fuera asiendo añicos con cada palpitar. El no respondió solo me miro serio a los ojos. -sabia que querrías hablar, convencerme, pero me canse de ser la niña tonta Edward Cullen, ya no mas, quiero que me dejes en paz, ya tienes lo que querías ahora aléjate de mi vida para siempre, no quiero verte, ya suficiente daño me hiciste, en este momento lo único que siento por ti es desprecio, y lastima. Lastima por ser una persona tan vacía y canalla, jugaste conmigo como ellos lo hicieron con Alice y aun así no te importo. No vales nada Edward- le dije con toda la rabia que sentía -Bella eso no es así- dijo rápidamente -Isabella para ti, lo lograste Edward felicidades, me engañaste, obtuviste tus puntos, y si lo que te preocupa es que le diga a todos que no me acosté contigo, quédate tranquilo que no lo hare me importa una mierda lo que crean tus amigos igual para mi son basura como tu- sabia que mis palabras le dolían lo podía ver en sus ojos- ahora te pido que te vayas y nunca vuelvas, para mi estas muerto y enterrado así que por favor mantente lejos-termine de hablar camine hacia la puerta- -¿no me dejaras hablar?- me dijo con la misma expresión -no quiero oírte, no me importa lo que tengas que decirme- seguí caminando mientras el se quedaba estático. Me gire rápidamente hacia el- ah y es verdad- le dije -¿ah que te refieres?- me dijo confundido -si tengo algo con el chico de adentro, de hecho si interrumpiste, al igual que tengo algo con Paul- le dije sin pensar llevándome por el enojo El se quedo en shock por unos segundos mirándome- mientes, tu no eres así Bella- me dijo suplicante -¿pensabas que eras el único que podía tener malas intenciones?- le dije con una sonrisa burlona -no te resultara Bella, no caeré en tu juego de palabras- me dijo triste cerrando sus puños -ahí quien diría que eras tan ingenuo Edward, me vas a decir que enserio pensabas que era virgen- le dije intentando hacer mi mejor cara de arpía. El me miro, la irá recorrió su rostro en un segundo- eres una… eres como todas…- cerro su puño… parece que finalmente Mike me hizo un favor- soltó girándose y caminando hacia su coche -digamos que a ambos- dije lo suficientemente fuerte para que me escuchara. Entre a casa rápidamente y lance la puerta, no pude aguantar mas, las lagrima invadieron mis mejillas, me resbale por la pared hasta quedar sentada en el piso abrazando mis rodillas. Max se acerco despacio, comenzó a lamerme cariñosamente la mano, lo mire, era lo único que me quedaría de el, mi Max. Lo tome y abrace con todo el dolor que sentía. Llore como nunca, me había desecho del hombre que más me había hecho daño, pero también al que más había amado, al único. Llore sin parar, porque de algo estaba segura, luego de hoy no volvería a soltar una lagrima por el nunca. Sean se sentó junto a mi, me abrazo por el hombro, y se quedo allí en silencio junto a mi, simplemente reconfortándome. Llore toda la noche, cuando Charlie llego y me vio en ese estado se asusto muchísimo, pero lo convencí que era una enorme migraña producida por vino. Pero mi estado nos ayudo para convencerlo de que me dejara faltar unos días al colegio por la visita de Sean, que era en parte verdad, pero la mayor razón era que no quería volver tan sensible y desplomarme frente a todos, tenia que darme un tiempo según me dijo Sean. Al siguiente día desperté súper tarde casi a medio día, entre al baño y me mire al espejo, me veía demacrada, tome un ducha fría, Sal, me acerque al armario colocándome lo primero que encontrara. Cuando me encontré frente al espejo para colocarme un poco de maquillaje, me encontré con su rostro de nuevo, abrazándome felizmente, las fotografías las había olvidado por completo, las arranque con furia tome el pequeño peluche que estaba sobre mi mesa de noche, el que me había regalado el día de la feria, no mas Edward Cullen pensé, haciendo el intento de romper las fotografías, pero no pude algo me detuvo, volví a intentarlo pero no encontré la voluntad. Luego de estar ahí de pie por unos minutos camine hacia el armario, tome una pequeña caja donde guardaba algunos recuerdos, letras de canciones, coloque las fotografías dentro, cerré la caja y la puse encima de todo, y sobre ella el oso de peluche. Me había propuesto algo, sacarlo de mi vida, olvidarlo, hacer como que nunca paso, así que no mas tristeza desde hoy, Salí de la habitación en busca de Sean, me lo encontré en la cocina cocinando lo que parecía carne. -buenos días- le dije alegremente dándole un beso en la mejilla -hola muñeca, ¿estas hambrienta?- me dijo tiernamente -si, mucho- dije tomando un poco de leche del refrigerador -pronto estará el almuerzo- me dijo riendo -que bien, ¿Dónde esta Max debo alimentarlo?- le dije al notar que no estaba tratando de hacerme caer entre mis pies. -ya lo alimente, esta en el jardín- me dijo señalándolo por la ventada, ahí estaba corriendo como un tonto de un lado a otro. -gracias- Tomamos el almuerzo, no recibí una sola pregunta acerca de mi estado de animo de parte de mi amigo, y eso me alegraba muchísimo, el sabia lo que intentaba hacer aunque no se lo dijera, le agradecía muchísimo. Decidimos salir a pasear por la ciudad, así le mostraría algunos lugares a Sean, la verdad no conocía prácticamente no conocía nada, pero como tenia que comprar un celular, nos dirigimos al centro comercial, caminamos de la mano como lo habíamos hecho toda una vida, entramos a la tienda, y estuvimos observando diferentes modelos por un gran rato, hasta que mi amigo me convenció de un iphone, no era una amante de la tecnología, así que simplemente obedecí, y pase la tarjeta, Charlie dijo úsala cuando quieras pensé. Comimos un helado, y de camino a casa decidimos pasar por la Push, así que bajamos para caminar y sentir la arena en nuestros pies aunque así bastante frio, Sean hacia que me olvidara de todo, entre bromas y juegos estuvimos un par de horas allí, hasta que el incansable estomago de mi amigo empezó a rugir hambriento. -Hora de comer- dijo este tomándome como un saco de papas y subiéndome a la camioneta. Llegamos rápidamente a casa, la sorpresa fue que alguien me espera, en realidad me esperaban, un deportivo amarillo estaba aparcado frente a casa, y dos personas esperaban sentadas frente a la puerta de casa. -Alice, Rose ¿Qué hacen aquí?- dije acercándome -estábamos preocupadas, no viniste a clases- dijo Rose abrazándome -oh lo siento debí avisarles- dije sonriendo - se que te dije que esperaría hasta que llamaras, pero estaba preocupada- me dijo Alice disculpándose -tonta, esta es tu casa- la abrace- eres una gran amiga- le susurre al iodo -hola chicas, estaré adentro Bells- me dijo Sean pasando a nuestro lado -¿y ese chico?- pregunto Rose sorprendida -es Sean, vino a visitarme- dije sonriendo- vamos adentro- -ah el famoso Sean- comento Alice una ves dentro -si, llego justo a tiempo-les comente- ¿quieren algo de beber?- les dije -si por favor- dijo Rosalie -vamos a la cocina- les dije Allí estaba Sean creándose el emparedado mas grande que había visto, y tomando una de las cervezas de Charlie. -oh dios mío, es el hermano perdido de Jake y Emmet- comento Rosalie divertida -no se ah que te refieres, pero lo tomare como un cumplido- dijo Sean dándole un mordisco a su comida - si lo es- dijo ella sonriendo -Bella yo quería, bueno hablar de lo que paso ayer- dijo Alice incomoda provocando un silencio -adelante habla- le dije sonriéndole cariñosamente, ella miro a Sean y luego a mi queriéndome dar algo a entender. -Sean es de toda mi confianza, puedes decir lo que quieras frente a el- le dije -Bella- se adelanto Rosalie-¿el chico del que nos hablabas era Edward?- pregunto decidida -si Rose lamento no haberte contado, bueno realmente ahora no lo lamento- le dije, ella me miro analizando lo que le dije -lamento mucho, lo que te hizo mi hermano Bella, yo no puedo creer que haya sido capas, lo siento- me dijo Alice mirando el piso. -Alice no tienes porque disculparte, la de la culpa fui yo por ingenua, pero lo que paso ya quedo atrás- le dije suspirando -Bella, tu… ¿realmente te acostaste con el?- me pregunto Rosalie incomoda Las mire por un par de segundos, no estaba segura de cual seria la mejor respuesta para darles, pero al ver la cara de sufrimiento de Alice supe que le dolía lo que me pasaba, eran verdaderas amigas, y confiaría en ellas. -no, no lo hice, si durmió acá en mi casa, pero no paso nada- les explique -eso es genial, podrás negar todo y hacerlo quedar como un idiota- me dijo Alice sonriéndome -No, no lo hare y ustedes tampoco- les dije severamente, mientras ellas me miraban sorprendidas, y Sean seguía comiendo como si nada, solamente escuchando. -¿pero porque?- dijo Rose- todos en el colegio piensan…- comenzó a decir -eso no me importa, mis amigos saben la verdad, con eso me basta, además es la única forma de darle fin a esto… dejarlo pasar, hacer borrón y cuenta nueva- les explique entregándoles unas sodas. -entonces ¿harás como si esto nunca hubiera pasado?- pregunto Alice -si, pero algo cambio, ya no soy la tonta e ilusa Bella que se dejaba pisotear por todos, esto me hizo pensar… seré diferente ahora, aprovechare lo bueno que me da la vida- dije mirándolas -entiendo- dijo Alice mirándome -y les quiero pedir un favor, que esto no se vuelva a comentar, para mi es un capitulo cerrado, no quiero que lo mencionen por lo menos no al frente mío- les suplique, ambas me miraron serias. -se que es difícil para ustedes, es tu hermano Alice, y tu amigo Rose- dije mirando el piso -el también me desilusiono a mi, cuenta con ello Bella- me dijo Alice -conmigo también- dijo Rose -es hora de un abrazo- dijo Alice acercándose con Rosalie y dándome un caluroso abrazo, ellas eran las mejores amigas que podía pedir, tenía un cariño muy especial por ellas. -ey quiero abrazo también- soltó Sean dándonos un fuerte abrazo de oso a las tres, provocando risas y gritos. El resto del día lo pasamos tranquilos en casa, bromeando, haciendo tarea, y viendo la tele. Luego de informarles a las chicas que faltaría unos días más a clases, nos despedimos Me sentí mas aliviada, ya había quedado claro todo, con las chicas, conmigo y con el, ahora era momento de empezar de nuevo, y superar esto. Tenia que sacármelo del corazón, y de la mente a como fuera, porque aunque intentara hacerme la fuerte, y no pensar en el, estaba claro en algo aunque no se lo dijera a mis amigos, aun lo quería con el alma. Quería a ese maldito infeliz. Pero haría hasta lo imposible para que eso cambiara.
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chicas lamento la tardansa, pido disculpas a las que esvieron esperando porque les dije que actualizaria ayer... pero no PUDI!
aca un poco =( por no recibi mucho comentarios, pero se que algunas siguen mi historia, asi que les agradesco.... espero que les guste el giro que dio la historia....
un saludo a las chicas que siempre me apoyan y motivan a escribir, uff si las nombro quedaria una enorme lista... =) besos a todas, las quiero...
tenten... si estas leyendo por ahi... comunicate... chau
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