|
El resto del día fue relajado, me presenté en todas mis clases y me iba realmente bien. Me había hecho amiga de Emmett y de Jasper, eran muy graciosos. Edward estuvo en dos clases conmigo, historia y literatura, que tocaba ahora. Con razón tiene el ego tan elevado, ¡Todas las chicas lo persiguen! Se le insinúan, le coquetean, por Dios, es sólo un chico, ¿Qué le ven? Bueno, aparte de que es sexy, tiene un cabello perfectamente hermoso, una sonrisa Colgate, unos ojos hermosos y… Bueno, de acuerdo, el chico estaba muy bueno, pero whatever, no era la gran cosa.
Y Emmett y Jasper y no se quedaban atrás, también eran muy buscados. Pero yo sabía que ellos sólo tenían ojos para mis amigas, era muy obvio.
Rosalie, por su parte, era un poco enojona pero cuando queria muy risueña y muy agradable, nos llevábamos bien. Me agradaba mucho y disfrutaba de su compañía. Me contó que Emmet y ella llevaban unos dos meses juntos y que casi nunca peleaban. Eran muy tiernos
Alice era extremadamente divertida, estaba un poco “loca”, pero realmente era muy agradable. Me sacó más de una sonrisa en el día y varias risas. Me confesó que le parecía muy lindo Jasper, lo cual me enterneció.
Estaba en literatura, acostada sobre el pupitre haciendo garabatos en mi cuaderno. No tenía muchas ganas de prestarle atención a la clase y menos aún porque Edward estaba ahí.
— Bien chicos, queda un trabajo asignado para la próxima clase. Deberán escoger un libro y analizarlo, hacer un breve resumen y remarcar las partes que más llamaron su atención. Será en pareja. – Todos se emocionaron y buscaron con la mirada a sus mejores amigos, ya saben, esa típica mirada de “Yo contigo, tu conmigo”. Pero la profesora interrumpió rápidamente esas miradas y se apresuró a decir. – Eso sí, yo elijo las parejas.
Y bueno, esto parecía una novela de esas tantas que he leído, ya que, por cosas del destino, me tocó con nada más y nada menos que con EDWARD CULLEN!. Tenía que hacer un maldito trabajo con ese imbécil bipolar. Ash, ¿Por qué Diosito? ¿Qué te hice yo?
— Es por órdenes del director, me dijo que ustedes debían llevarse mejor, por lo que ocurrió el otro día. – Dijo la profesora. – Entonces, señorita Moon y señor Cullen, espero que no haya ningún problema en trabajar juntos.
Edward hizo una mueca en forma de desagrado y me miró con desprecio. ESTÚPIDO.
El timbre sonó y todo el mundo salió, muchos estaban descontentos por su pareja, otros contentos, pero les aseguro que ninguno estaba tan sorprendidos como yo.
— El sábado en mi casa. A las 2:00 de la tarde. – Dijo Edward con un tono de fastidio en su voz. Lo vi desconcertada y él me vio fijamente, ¿Por qué me invitó a su casa? ¿Ah? – Para lo del trabajo. – Aclaró como si hubiera leído mi pensamiento. Yo estuve a punto de asentir cuando recordé que todavía no tenía carro, no quería caminar y definitivamente no iba a tomar un taxi, tuve algunas malas experiencias con esos, en una misión en Dublín donde el taxista loco era el asesino de las gemelas que… Ok, eso ahora no importa. Moví mi cabeza de lado a lado para apartar mis pensamientos y Edward me miró como si fuera una rara, está bien, soy rara. Bueno, no rara, sino es que, bueno… Soy una súper agente secreta ¿Qué esperaba?, acaso ¿Me vería como Perry? Un mamífero semi acuático agente. Nah, sería más una chica con peluca no acuática agente protegiendo a un tonto durururu. – Reacciona Bella, no tengo todo el día. Deja de verme con esa cara de boba.
— Ay, lo siento, estaba pensando. Y, em… No, tú, en mi casa, a la misma hora. Toma. – Dije escribiendo en un papelito mi dirección y pasándoselo.
Él agarró el papelito y se fue. Y yo me eché a reír por mis anteriores pensamientos.
Me levanté rápidamente de mi asiento y me aproximé al grupo de los de primer año de preparatoria. Las personas se estaban dispersando y con ellas, la chica a la que buscaba, Victoria Paulett, era una pequeña chica, de cabello corto rubio, casi blanco, ojos azules y se veía muy dulce. La agarré por el brazo antes de que se fuera y a vi fijamente, ella me vio con el ceño fruncido.
— Perdón, ¿Necesitas algo? – Me dijo y me le quedé mirando un rato. En ella no se veía ni un poco de maldad, pero igual necesitaba investigarla. Sólo que como Elizabeth Moon no podía, necesitaba hacerlo como Isabella Swan, donde tenía mi permiso para cuestionar a las víctimas.
— Lo siento, te confundí con otra persona. – Mentí. Me dediqué a sonreír mientras ella se marchaba mirándome raro.
Me di cuenta que todos se iban porque el día había terminado. Me quedé en la escuela, supuse que estaba sola, por lo qué me cambie y quedé como Isabella Swan. Estaba cansada de esa peluca y del molestoso maquillaje. Siempre traía en mi bolso un cambio de ropa. Mi largo cabello cayó sobre mis hombros y sonreí. Nada era mejor que ser tu misma.
Salí de la escuela y caminé hacía el restaurant más cercano. Últimamente comía muy poco. Estaba muy absorta en mi misión, por ejemplo anoche no había cenado, pues estuve revisando las hojas que me envió Richard y… Bueno, pensando en Cullen. Ayer en la tarde, tuve que ir a ver lo de la pastilla a la sede de Londres y… Bueno, me comí un helado con Cullen y luego, si, emm, lo besé. Esta mañana no pude ir a desayunar, porque… ¿Por qué? Ah, sí, porque fui a hablar precisamente con Cullen, para agradecerle lo de la tarea que me hizo. Y luego estuve muy ocupada insultándolo en mis pensamientos por su bipolaridad.
¡Hey! Ya va, ¿Por qué Edward Cullen aparece en todo momento y en todo lugar? No, no es sólo por la misión, yo me estoy involucrando demasiado con él. No debería acercarme más, sólo lo necesario para protegerlo. Me alejaré totalmente de él, esto está mal, muy mal. Sólo llevaba tres días aquí y ya lo había besado, lo había embarrado de comida, lo había insultado, había limpiado con él, estuve en un castigo con él. ¿Por qué aparece en todos lados? Ahora sí, ¡A alejarme de él!
— Elizabeth Swan- Escuché atrás de mí. Adiós fuerza de voluntad y adiós a todas esas ganas de alejarme de él. Edward Cullen estaba sonriéndome coquetamente y yo sólo lo observaba. MALDITA SEA ESTABA TAN HERMOSO. Sí, bipolaridad mode on. Y sí, él destino quería hacerme una mala jugada y me hacía encontrármelo a cada minuto, ¿Cómo iba a alejarme de él? Sí estaba en todos lados. Sí, definitivamente, Edward Cullen everywhere.
Hoooooooooooooooooooooola hermooooosas otro capitulo ajjajaj gracias por sus hermosos comentarios ustedes me inspiran a seguirla jajajaj y SACHIKO gracias por decearme suerte las quiero muchoooooooooooo besosototes
|
Capitulo 1: Nueva misión
