Agente secreta

Autor: BaaarbyGuffanti
Género: + 18
Fecha Creación: 29/01/2013
Fecha Actualización: 28/04/2013
Finalizado: NO
Votos: 17
Comentarios: 48
Visitas: 32388
Capítulos: 22

Él… Edward Cullen. Coqueto, seductor. Con sólo mover su cabello dorado y lanzar una mirada con sus orbes verdosos, tenía todas a sus pies. Cursa último año de preparatoria en “Imperial London School” Escuela privada, donde sólo estudia gente con una muy buena posición económica. Está amenazado críticamente, pero el todavía desconoce eso. 
Ella… Isabella Marie Swan, agente 023, una importante espía, de uno de los centros de espionaje más importantes a nivel internacional. Irónica, sarcástica, sensual y muy atractiva, tiene todo fríamente calculado. Amante de los riesgos y de la adrenalina. Proviene de Estados Unidos Forks
Es encargada a una nueva misión, la cual implicará una nueva vida, una nueva escuela, un nuevo físico. Ella dejará atrás su sensualidad y atractivo, para entrar a Imperial London School, donde tendrá que simular ser una persona totalmente diferente, para proteger, especialmente, a él, Edward Cullen.
¿Pero que sucederá cuando su trabajo se cruce con los sentimientos?

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Capítulo 2: Nota mental, matar al maldito Cullen

Bella POV:

Todo el mundo ya había entrado a clases, así qué me dispuse a correr hasta el aula, ahora me tocaba historia y era muy buena en ella. Yo nunca había estudiado en un colegio, bueno en realidad sí, pero eso fue antes de que pasara lo de mis padres. Luego, en la organización de espionaje, tuve que recibir clases privadas, cuando no tenía misiones. Lo que una persona se estudiaba en un año, yo tenía que estudiarlo en un mes. 

Yo era realmente muy madura, debido a que no tuve oportunidad de tratar con muchos niños, siempre estuve con personas mayores, a excepción de una misión donde tuve que ir a África a rescatar a unos bebés. 
Moví la cabeza de un lado a otro, para apartar mis pensamientos. Me acostumbraba a perderme en ellos y olvidarme de la realidad. Ese defecto, casi me costó la vida en una ocasión. 

— Salón 32, es éste. – Estuve a punto de entrar, cuando unas personas pasaron junto a mí, también se les había hecho tarde para entrar a clases y estaban corriendo. Escuché que hablaban de algo y me acerqué un poco más antes de que se fueran. <<¿Vieron que Jhon está en depresión, desde que apareció, luego de haberse perdido tres días? Dicen que está muy mal por una chica. Y que no puede dejar de hablar de una “Victoria”>>

Jhon… El fue la primera víctima.Y, ¿Quién es Victoria?. Investigaré luego ese tema, tal vez tenga que ver con los secuestros. 
Entré al salón y todos se me quedaron viendo, sonreí a la profesora, ella era joven y realmente muy linda. Ella también me sonrió y un escalofrío recorrió mi espalda. Definitivamente esa mujer no me daba buena espina.

— Bueno alumnos, les presento a la señorita Elizabeth Moon, es una nueva alumna, entra a mitad de semestre, ya que es una estudiante de intercambio. Tiene excelentes notas, sin embargo, está llegando tarde y eso no debería pasar en el primer día, por hoy se lo pasaré, vaya a sentarse. Por cierto, mi nombre es Trice, soy la profesora de historia. 
Asentí y me senté en la última fila, a mi lado tenía a una chica muy bonita, de cabello negro corto y el cabello estaba en distintas direcciónes tenia lindos razgos. Me sonrió y yo le devolví la sonrisa. Noté sus cachetes, provocaba pellizcárselos.

 — Mi nombre es Alice, ¿Tú eres Elizabeth Moon, no? Podremos ser muy amigas, me gusta hacer amigas, en verdad soy muy sociable, bueno, algo, no sé. – Me dijo con un tono divertido, se notaba por encima que era algo, em, ¿Loca?

— Mucho gusto. – Sonreí, un poco tímida. – Claro que podremos ser amigas. 

—Señorita Moon, ¿En qué país estudiaba antes? 

— Em, yo… - ¡Dios! Eso estaba en la carpeta que me había dado Richard, y no la había leído bien. Segunda nota mental, aprenderme esa carpeta completa. Traté de memorizar y finalmente dije. – De… Emm, Francia. Si, París, Francia. 

Debido a mis titubeos, algunas personas rieron, entre esas personas estaba, nada más y nada menos, que el maldito de Cullen. Bufé por lo bajo, ese niño ya estaba colmando mi poca paciencia. Si lo llegan a secuestrar, me quedaré sentada tomando sol y leyendo un libro, mientras me rio de él. Definitivamente ¡Sí! Ok, ok, no, tendría que salvarlo.

— Umm, ¿Es cierto que hoy empujaste a Edward y luego le gritaste? – Dijo una chica un poco más alta que yo, ella estaba al frente mío y se había volteado a verme. Cabello rubio, muy hermoso debo decir y ojos miel claro, qué si no hubiera sido un agente secreto por más de siete años, me hubieran dado miedo. 

— Sí, pero fue sin querer – Bajé la cabeza, metiéndome en mi personaje, definitivamente Elizabeth Moon, no se parecía en nada a la verdadera Isabella.

— Hiciste muy bien, Edward es mi amigo, pero se merece de vez en cuando que lo pongan en su lugar. Por cierto, mi nombre es Rosalie Hale. Veo que ya conociste a Alice, discúlpala, ella suele hablar mucho. 

- No te preocupes por Edward, suele ser un poco molesto al principio, pero es una buena persona, date tiempo de conocerlo. Algunas veces se cree muy popular y se le sube el ego, pero en el fondo, es muy tierno. Eres la primera que se atreve a desafiarlo, nadie nunca se ha atrevido a hacerle nada a ese chico, los hombres lo respetan y bueno, la mayoría de las mujeres caen a sus pies. – Me le quedé mirando fijamente, ¿Acaso ellas también caían a sus pies?- No lo malinterpretes Elizabeth, nosotras sólo somos sus amigas. 

Me sonrió, yo sonreí y ellas se voltearon, ¿Qué me importaba a mi cómo fuera ese imbécil? Oh, sí, mucho, me importaba mucho, porque debía protegerlo y ¿Cómo proteger a alguien que no conoces y ya te detesta?
Aparentemente, Alice y Rosalie eran mejores amigas. Por cómo se trataban. Yo nunca había podido tener una mejor amiga, eso me daba un poco de nostalgia, nunca había tenido a nadie a quien contarle mis problemas, a quien darle consejos y que me de consejos. Suspiré.
Todos salieron del salón al sonar el timbre, pero yo me quede un rato más, Alice me había dicho que la acompañara, pero yo no podía tener mucho contacto con las personas de la escuela. Agarré mi celular y marqué el número de Richard.

— Hola cariño, ¿Cómo estás? ¿Alguna novedad?

— Hola Richard, no, ninguna novedad, sólo necesito que investigues cuantas “Victorias” Hay en el colegio. La primera víctima ha estado deprimido por causa de una Victoria, desde el día en el que reapareció. Quiero ver si está relacionada con los casos. – Dije para después despedirme y guardar mi celular. Era el primer día y no tenía nada, no me iba a apresurar, por lo menos tenía un nombre y no sé si tenga algo que ver. 

Caminé hasta la cafetería, los anteojos me estaban molestando y tenía unas ganas inmensas de romperlos y tirarlos. Pero me controlé. Agarré una manzana y dirigí mi mirada hacía unas voces que me llamaban. Ahí estaban Alice y Rosalie diciendo que me sentara con ellas, en la mesa estaban unos chicos, realmente muy lindos, unas pocas chicas aparte de ellas Negué con la cabeza, dándoles a entender que no quería sentarme con ellas. Y entonces voltee mi mirada hacía el pasillo, me percaté de que alguien corría y de su bolso se salía una pequeña pastilla. Me acerqué sigilosamente y con una pinza la agarré, la olí unos segundos y luego la metí en una pequeña bolsita, que fue directamente hacía mi bolso. Droga, eso no podía ser otra cosa que droga. Lo llevaría a la Sede de espionaje en Londres, más adelante. 
Me levanté del suelo, dispuesta a ir hacía el baño, pero sin querer, le di con el codo a alguien. Opss, le había dado a la bandeja de Cullen y el había quedado cubierto totalmente de comida. 

— ¡¿Qué te ocurre?! Me llenaste completamente de comida. ¡Esos anteojos de nerd no te sirven de nada! Igual sigues siendo ciega. Maldita sea Elizabeth Moon, te arrepentirás de esto. 

Levanté una ceja, en modo de burla y estuve a punto de estallar en carcajadas, pero me acordé que no era Isabella Swan, sino Elizabeth Moon. Y no podría hacer nada, más que disculparme. 

— Yo, de verdad, lo… Lo siento. – Murmuré mordiéndome la legua, para que no se me salga un insulto hacía ese maldito, pero justamente en ese momento, sentí una presión en mi pecho… ¡Ese imbécil! ¿Cómo se atreve? ¡Me acababa de embarrar un pedazo de comida en mi blusa!, ¿QUÉ LE PASABA? 

Y ahí fue cuando la poca paciencia se me agotó y sin importarme que fuera Elizabeth Moon, le lancé otro pedazo de comida. Y así seguimos, nosotros dos, embarrándonos comida, todos los alumnos nos rodeaban y miraban expectativamente como una nueva, se había atrevido a hacerle eso a él gran Edward Cullen.

El director llegó rápidamente y dispersó a todos los alumnos, vino hacía mí y hacía Edward y nos dio un trapeador y una escoba. Ahora si era mi fin, todos entraban a sus salones comentando lo sucedido y yo… Pues yo tendría que limpiar todo el desastre, con el maldito mal nacido de ojos verdes, Edward Cullen.

— Quiero que este lugar quede ¡Impecable! Ahora mismo. Mañana quiero que se queden en el salón y me hagan una plana de quinientas líneas, que digan “No debo jugar con la comida y debo respetar a mis compañeros”. De usted no me impresiona Cullen, pero recuerde, una más y quedará suspendido. Por otro lado, señorita Moon, vaya manera de llegar a Imperial London School, no aceptaré más esa actitud, que le quede muy claro. – Dijo el director para luego irse. 

— Maldita zorra, ¿Ves lo que ocasionas? 

— ¿Qué diablos te ocurre? Tú empezaste.

— ¿Yo? Tú me tiraste mi comida encima. Hoy luego de clases iba a llevar a Tanya a comer, ¡Y ahora como demonios la llevo, si huelo a atún! Pero te lo juro Elizabeth Moon, como que me llamo Edward Cullen, que esto no se quedará así, no sabes de qué soy capaz.

— Mira como tiemblo, que miedo, Edward Cullen me amenazó, voy a llorar. Cállate imbécil, no me conoces. 

— No necesito conocerte para saber que eres una niña rara, que se viste horrible, que no tiene nada de cuerpo y es prácticamente plana. Seguramente eres una virgencita, que no ha dado ni su primer beso. – Rió burlonamente, mientras me inspeccionaba de arriba abajo. 

Lo fulminé con la mirada y me dispuse a limpiar. Debía admitir que con ésta ropa no me veía muy “atractiva” que digamos, aparte que con ésta cosa rara en mi sujetador, pareciera que casi no tuviera busto. Así que en parte tenía razón. Pero no era virgen, ya había dado muchos besos y soy experta en la seducción. Lástima que Cullen me conoció en el personaje de Elizabeth Moon. El condenado era endemoniadamente sexy, pero un imbécil de primera. 
Y de repente caí en cuenta… ¡DIOS MIO! Había llamado la atención de medio colegio, no me había comportado como mi personaje lo indicaba, había tenido mi primer regaño en mi primer día, estaba faltando a clases por estar limpiando, mañana me tendría que quedar e interrumpiría mis investigaciones. ¡Tonta, tonta, tonta!
Suspiré molesta, tercera nota mental, matar al maldito de Cullen.

 

Hoooooooooooolas segundo cap espero que les guste laaaaaaaaas amo chiquis beeeeeeeeeeesotes y abrazos desde Argentina

Capítulo 1: Nueva misión Capítulo 3: Barbitúricos: fenobarbital

 
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