Después de buscar las fotos del baile de primavera, asistí a clases normalmente. Gracias al cielo nadie me había visto tomar los archivos. Todo lo que quedó de día, me dispuse a insultar a Edward mentalmente, la rabia que sentía no era normal. No me había podido concentrar ni en mi misión, ni en la escuela, ¡Tonto Edward! Es su culpa por estar cada minuto en mi mente. Wow, eso sonó muy raro. 
El día continuó normal, a decir verdad, no había ni abierto la carpeta de las fotos del baile de primavera. Apenas llegué a casa, dormí y dormí y seguí durmiendo. Hasta el día siguiente.

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Estacioné el auto unas cuadras antes del colegio. Acomodé mi peluca y me dirigí a la escuela. Apenas llegué, las chicas me saludaron efusivamente. Siempre eran tan lindas conmigo, desde que llegué me tomaron confianza, me integraron al grupo e hicieron que esta misión fuera menos aburrida, pero también más complicada. La regla número uno era no involucrarte con las personas, por eso mi apariencia era la de una “nerd”, sin embargo, eso era lo que menos había cumplido. Después de todo, esta misión, desde que empezó, no salió como se planeó. 

— Señorita Moon, por aquí por favor. – Me llamó la profesora de literatura, me acerqué a ella esperando un regaño o algo, pero no. Sólo me entregó e trabajo. – Aquí está su trabajo, fue un trabajo sobresaliente, pero recuerde que la nota es sólo para el señor Cullen. Por cierto, el director la quiere ver. – Sonrió victoriosa y se fue, esa mujer me odiaba desde que la enfrente ayer. 

Me encaminé hacía la oficina del director, tenía el trabajo entre las manos. Habíamos sacado un perfecto diez, la mayor nota. Sonreí al saber que Cullen tendría la nota que tanto quería, igual, yo no la necesitaba. Bueno, en realidad si la necesitaba, la misión requería buenas calificaciones, ya que mi historial, mejor dicho, el historial de Elizabeth Moon decía que era una alumna sobresaliente. 

Antes de llegar a la dirección, me topé con, nada más y nada menos, el motivo de mi rabia ayer, sí, Cullen. Él venía caminando con Emmett, estaban abrazados tonteando. En otras circunstancias hubiera creído que eso era raro, pero todos en la escuela parecían saber que ellos eran mejores amigos y que jugaban así siempre. Un poco más atrás venían Jasper. Cuando Edward me notó, dejó de tontear con Emmett para verme fijamente.

— ¿Querías tu diez? Toma, ahí lo tienes. – Le dije agarrando en trabajo y de un brusco movimiento, se lo estrellé en el pecho, como empujándolo, pero obviamente, ni lo moví. El me miró expectante y tomó el trabajo, sus ojos se abrieron al ver el diez. Yo, seguí mi camino a la dirección, donde toqué tres veces para luego entrar. Sabía que Edward me había seguido, él intentó hablarme pero yo lo ignoré.

— Señorita Moon, tome asiento. – Asentí, sentándome. — ¿Qué le sucede señorita? Esta es la segunda vez que viene a la dirección, en menos de dos semanas. Su historial dice que es una alumna sobresaliente, cursante de química avanzada, un perfecto diez en todas las materias. Hoy vino la profesora de literatura a decirme que sacó cero en un trabajo y que le falto el respeto. Estoy dudando seriamente de que usted pueda con el nivel de Imperial London School. Estoy considerando la idea de mandarla de regreso a Francia…

— ¡No! ¡Por favor no! Es que, yo no saqué cero, mi trabajo fue sobresaliente, lo que sucedió es que lo entregué tarde y por mis descuidos iban a dejar que Edward reprobara. Pero no llegué tarde por cualquier cosa, ve esto. – Apunté el rotito de mi mejilla. – Me metí en un callejón y había un hombre y quería robarme, intenté huir pero me hizo esto, pero llegó la policía y pude irme. – Explique rápidamente, no había dicho nada comprometedor con que soy una agente, había mentido en la mayoría, pero está bien, es creíble. – Luego no hice más que rogarle a la profesora por la nota de Cullen, el estaba muy molesto. Y llegamos a ese acuerdo con la profesora. 

— Oh, no conocía esa versión. Tiene un buen corazón señorita. No puedo hacer nada con su cero, ya que eso sería meterme en las decisiones de la profesora. Pero es bueno saber que no se debe ir del Imperial London School. Puede retirarse y espero no verla por aquí de nuevo.

Me levanté y salí de la oficina. Justo en la puerta estaba Edward, tal vez había escuchado, tal vez no. No le tomé importancia y caminé por los pasillos.

— ¡Moon! Yo… - Dijo él por atrás de mi.

— Cállate Cullen. – Dije sin voltearme a verlo. Estaba enojada, casi perdía la misión. El espionaje era lo único que tenía en la vida, por lo tanto, mi vida. No podía perderlo. 
Las clases pasaron normales, yo no voltee a ver a Edward en todo lo que quedó de día. Y créanme, me costó. A acabar las clases, me dirigí a la casa, de nuevo dormiría. Apenas llegué me acosté en el sofá, cerré los ojos, cuando de pronto escuché mi celular sonar. Lo agarré y vi el identificador de llamadas. “Edward Sexys Cullen” ¡Tonto! No le contestaría… ¡Ya va! Él está llamando a Isabella Swan o mejor dicho Elizabeth Swan, no a Moon.  no tiene que estar molesta con él, no mezclaré las cosas. 

— ¿Edward?

— Hola belleza. – Dijo. Mejillas rojas en tres, dos, uno…

— ¿Cómo estás? ¿A qué se debe tu llamada?

— Estoy bien princesa, ¿Te acuerdas que ésta noche saldríamos no? – Preguntó. Yo lo había olvidado, ¡Es 
verdad! ¡Ésta noche saldría con Edward! Hey, pero estaba molesta con él. La bipolaridad al mil. – Bueno, no podremos salir, tengo que hacer algo importante.

— Oh, tranquilo. ¿Algo de tu mamá? – Pregunté decepcionada, me había ilusionado.

— No, mamá está bien. 

— ¿Amigos?

— No, no es con amigos, bueno, no sé. Adiós princesa, lo siento. Quería verte pero esto es importante. – Dijo para colgar. 

¡Maldito mal nacido del infierno! ¿No es su mamá, no es un amigo? ¿Es una chica? ¿Es importante? Tonto, tonto, tonto.

Abrí los ojos como platos, el sentimiento volvió. Esa rabia instantánea, esa sensación asfixiante y posesiva. Lo que venía sintiendo desde hace unos cuantos días. Esto era... Estos eran… ¿Celos?
No, ¿Por qué tendría celos? ¿Por qué estaría celosa de cualquier plástica que estuviera con Edward? Edward era un tonto, egocéntrico, impulsivo, con unos ojos verdes que hacían que te derritieras y unos labios que cualquiera quisiera besar, un pelo totalmente alborotado en los que mis dedos querían jugar y un rostro tan angelical y perfecto qué… ¡Isabella Swan! ¿Qué te ocurre? Se supone que estabas molesta. 
Suspiré, si Edward supiera todo lo que pienso en él… Me denunciaría de acoso mental.

El timbre sonó, voltee a ver la puerta, tenía un mal presentimiento…

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Holaaa chicass! Bueno, este capítulo esta un poco corto :s pero los que vienen serán más largos. Graciaas por comentarmeee! Bienvenidas a las nuevass y espero que lo disfruten. ¡Wiii llegamos a la página 10! ¡Qué emoción!