Agente secreta

Autor: BaaarbyGuffanti
Género: + 18
Fecha Creación: 29/01/2013
Fecha Actualización: 28/04/2013
Finalizado: NO
Votos: 17
Comentarios: 48
Visitas: 32396
Capítulos: 22

Él… Edward Cullen. Coqueto, seductor. Con sólo mover su cabello dorado y lanzar una mirada con sus orbes verdosos, tenía todas a sus pies. Cursa último año de preparatoria en “Imperial London School” Escuela privada, donde sólo estudia gente con una muy buena posición económica. Está amenazado críticamente, pero el todavía desconoce eso. 
Ella… Isabella Marie Swan, agente 023, una importante espía, de uno de los centros de espionaje más importantes a nivel internacional. Irónica, sarcástica, sensual y muy atractiva, tiene todo fríamente calculado. Amante de los riesgos y de la adrenalina. Proviene de Estados Unidos Forks
Es encargada a una nueva misión, la cual implicará una nueva vida, una nueva escuela, un nuevo físico. Ella dejará atrás su sensualidad y atractivo, para entrar a Imperial London School, donde tendrá que simular ser una persona totalmente diferente, para proteger, especialmente, a él, Edward Cullen.
¿Pero que sucederá cuando su trabajo se cruce con los sentimientos?

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Capítulo 1: Nueva misión

Bella POV:

≤≤Agente 023, se le agradece reportarse en la oficina principal≥≥

Me levanté apresurada de mi cómoda silla, tiré unos papeles desordenados sobre mi escritorio, más adelante ya tendría tiempo de ordenarlos y revisarlos. Empecé a caminar a paso rápido, no era bueno hacer esperar a Richard. 

Mientras caminaba noté mi entorno, la sede era realmente muy grande, tenía suerte, mucha suerte, de que ellos me hayan encontrado. Me acuerdo que apenas era una niña, tenía aproximadamente unos diez años, mis padres y mi hermana murieron, por culpa de un asesino, yo sólo corrí, yo debería haber muerto junto a ellos, pero no fue así. Fui una cobarde y desde ese día, me juré a mí misma nunca permitir que ninguna persona inocente muriera, si yo podía evitarlo. Pero bueno, sólo tenía diez años, era una niña, mi mundo giraba en torno a muñecas y color rosa, no podía hacer mucho. Cuando salí corriendo, me encontré con un hombre, el mismísimo Richard Lewis, el jefe de la más importante sede de espías internacionalmente, él me introdujo en la sede. Sin embargo, todo esto se guarda en un sigiloso y peligroso secreto, nadie puede saber nada sobre las sedes de espionaje, absolutamente nadie. Al empezar con tan sólo diez años, mi entrenamiento fue muy completo y duro, realmente duro, ya que fui la persona más joven en entrar a la sede.

Tuve que tratar con asesinos, ladrones, secuestradores. En más de una ocasión tuve que seducir a hombres, y debía decir que era experta en ese tema. Pero esta misión… Cambiaría mi vida, en muchos aspectos, sólo que en éste momento, yo no lo sabía.
Moví la cabeza de un lado a otro, apartando mis pensamientos, las personas me saludaban con todo el respeto del mundo, yo les dedicaba una sonrisa. Llegué a la gran puerta blanca, di dos toques.

— Adelante Isabella.

— ¿Para qué me necesitabas? – Pregunté, estaba un poco cansada, trabajar prácticamente a todas horas, era agotador.

— Debo decir que tu misión en Nueva Zelanda salió realmente bien, gracias a tus investigaciones y al modo en el que te infiltraste, pudimos dar con la base de los secuestradores, los niños están a salvo con sus respectivos padres ya. Felicitaciones, como siempre, un trabajo impecable. 

— Gracias, pero bien sabemos que no me citaste aquí para felicitarme Richard, repito, ¿Para qué me necesitas?

— Muy astuta Isabella, pues obviamente no te cite para ello, tengo un nuevo trabajo para ti, muy diferente a los que has hecho anteriormente. ¿Sabes que te he dejado unos papeles sobre tu escritorio esta mañana no? Sobre un caso en la Imperial London School.

— Ah sí, esos papeles, Escuela de Londres, si, si, los leí, completitos. — Ambos rieron. 

— No los leíste, ¿Cierto? 

— En realidad, no. ¿Puedes explicarme?

— Lo que sucede es esto, hace aproximadamente un mes, han estado desapareciendo personas, desaparecen tres noches y luego reaparecen, sin acordarse de nada de lo que ha pasado durante esas tres noches. Cuando aparecen, se encuentran sin un centavo, es decir, juntamos secuestro con robos, y todavía desconocemos si hay drogas implicadas. El caso está en que, las tres personas que han desaparecido, son estudiantes de Imperial London School, todos del último año de preparatoria y poseen grandes cantidades de dinero. Necesitamos a alguien que investigue que sucede en esa escuela, totalmente infiltrada y aquí, es donde entras tú. Hoy mismo llamaremos al estilista para que te hagan un cambio y mañana mismo, partirás a Londres. 

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≤≤Personas a bordo del vuelo n° 43, abrochen sus cinturones de seguridad, estamos próximos a aterrizar≥≥


Hoy me aventuraba a una nueva misión y, a diferencia de otras misiones, ésta me ponía un poco nerviosa, ya que debía ser todo lo contrario a lo que realmente era. Debía aparentar ser una estudiante de la “Imperial London School”. Me habían dado estrictas órdenes de tener mínimas conversaciones con las personas, iba a ser realmente difícil mantenerme callada, pero no importaba, iba a esa escuela a investigar, no a hacer amigos. Los estilistas me habían indicado como maquillarme, para aparentar un poco menos de edad. En verdad tenía diecisiete años, igual que mis “compañeros” con los que estudiaría, pero yo estaba bastante desarrollada, debía decir. Tenía largas piernas y un cuerpo bien definido, unas curvas bien marcadas. Mi piel era 
clara casi palida y mis ojos color chocolate. Mi cabello era castaño un poco oscuro y caía hasta la cintura, en ondas. Siendo así, llamaría realmente la atención y eso no estaba en nuestros planes.


Toqué mi cabello, y pensar que querían cortármelo ¡JA! Ese estilista jamás tocaría un mechón de mi preciado cabello. Bueno, al no haber dejado cortarme el cabello, debía usar peluca. Pero no importaba, había aceptado esto, después de todo, es mi trabajo. 

Sentí como aterrizábamos, acababa de llegar a Londres y, junto a eso, empezaba a tener una nueva vida. 

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El Imperial London School era, bueno, era… WOW era gigante. Realmente, la iba a pasar bien ahí.
Tenía puesta la peluca, la cual me llegaba por los hombros y era castaña clara. Por mi maquillaje, podríamos decir que aparentaba unos quince años. Tenía que usar una especie de tela encima de mi sujetador, haciendo notar mis pechos mucho más pequeños. Una camisa ancha y un pantalón un poco suelto. Cualquiera que me viera, nunca pensaría que soy la seductora Isabella Swan. Me puse mis anteojos y bueno, parecía una especie de nerd, pero así no llamaría tanto la atención. Ahora sería Elizabeth Moon. La chica de intercambio, con “excelente notas” Todo estaba manipulado por Richard. Viviría en una casa que le habían asignado.

Estaba tan perdida en mis pensamientos, que no note cuando sin querer, tropecé con un chico. Caí para atrás y los libros de él me cayeron encima, ¡Magnífica forma de no llamar la atención! Lo vi a los ojos, iba a gritarle un montón de cosas, pero quedé hipnotizada con su mirada. El verde de sus ojos se mezcló con el chocolate de los míos. Nos quedamos viendo, aproximadamente unos diez segundos, hasta que el rompió el silencio.


— ¡¿Qué acaso no te fijas por dónde vas?! ¿Quién te crees que eres para tropezarte con Edward Cullen? ¡Discúlpate! 


— ¡Mira…! – Iba a gritarle de todo, posiblemente le hubiera dado un golpe y o hubiera hecho arrepentirse de su altanería. Pero recordé de repente que yo no era Isabella Swan, ya no, ahora era Elizabeth Moon, y debía guardar silencio. 

Me levanté y me dispuse a caminar, pero él me agarró del brazo y me hizo verlo fijamente.

— ¿Qué acaso aparte de ciega eres sorda? Di que lo lamentas. – Me quedé un tiempo en silencio, viendo su hermoso cabello dorado, wow, quería tocarlo. – ¿Qué me ves? ¿Acaso le gusto a la niñita de primer año? – Preguntó con un tono burlón, definitivamente debía irme de ahí rápido, sino, ese tal “Edward Cullen” me sacaría de mis casillas y posiblemente, lo estrangularía hasta que me pida piedad. Sonreí ante tales pensamientos. 

— Primero, no soy de primer año, estoy en el último año y soy una estudiante de intercambio, mucho gusto, y, segundo, realmente lamento mucho el que te hayas cruzado en mi camino y me hayas hecho caer, sin siquiera haberme ayudado a levantarme, también lamento mucho que tus padres no te hayan enseñado educacón honey. Ahora, si me permites, debo irme, deja de agarrarme el brazo, realmente me repugna que me toques. ¿Querías unas discúlpas? Ahí las tienes. – Me solté y salí corriendo, entre al baño, sabía bien donde quedaba, pues tenía un plano del colegio, cortesía de Richard. Me vi en el espejo y me di un pequeño golpe en la frente con mi mano ¡No Bella! ¿Qué hiciste? ¡Se supone que debías quedarte callada y no responder! ¡Tonta!

Nota mental, no volver a cruzar ni una sola palabra con Cullen… Ya va… ¿¡Cullen!? El no es… ¿Uno de los chicos más amenazados? Claro, como no me di cuenta antes, es él, Richard me había dado una lista de los diez más amenazados, basándose en el dinero. Edward Cullen
, tiene mucho dinero, es arrogante, egocéntrico, seductor y por sobre todo, muy popular. Sin duda, era él al que debía seguir y proteger, pero ¡ASH! Era tan insoportable. 

Y, ahora que me doy cuenta, llegaría tarde a mi primera clase, que desastre de primer día…

 

Nuuuuuuuuuevo fic espero que les guste chhicas laaaaaas amo y no se olviden de comentar & dar like ustedes me alientan a seguir :)

Capítulo 2: Nota mental, matar al maldito Cullen

 
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