Blind (+18) (Completo)

Autor: VictoriaMarie
Género: + 18
Fecha Creación: 20/01/2010
Fecha Actualización: 26/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 59
Comentarios: 58
Visitas: 349488
Capítulos: 49

 Minusvalía no significa que no seas capaz. Edward puede superar su discapacidad y encontrar la felicidad con alguien que se preocupe intensamente por él. ¿Hará cualquier cosa para convertirse en todo para ella?



Esta historia pertenece a Jayeliwood,  su traducción esta hecha por Isu (http://www.fanfiction.net/s/4667969/1/Blind) yo solo soy una mera intermediaria para que conozcais esta fantastica historia sobre Edward y Bella, y la  superación de cualquier obstáculo.

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Capítulo 28: Capitulo 28

Bella Swan

Me desperté de repente. La habitación estaba a oscuras y yo desnuda. Me llevó un minuto recordar donde me encontraba y lo que había pasado. Sonreí para mí y miré a ver si Edward estaba en la cama conmigo. Hice una mueca cuando vi que no era así. Aparté la sabana y rodé para salir de la cama.

"¿Edward?"Pregunté tranquilamente.

No respondió y comencé a preocuparme."Edward ¿Dónde estás?"Dije un poco más alto.

Edward me agarró desde atrás y chillé. Me volví entre sus brazos y le di un manotazo en el hombro."¿Qué?"Dijo alargando la palabra.

"¡Me has dado un susto de la hostia!"Le pegué de nuevo mientras se reía.

"Oh, lo siento. No quería acercarme a ti sigilosamente, de verdad."Agachó la cabeza inocentemente y se mordió el labio.

"Sí que querías."Dije haciendo un puchero. No iba a dejar que se escapase tan fácilmente.

"¡Vale… quizás un poco! Pero, para ser justos, es demasiado fácil."Pasó los dedos por mi cara para ver cuán enfadada estaba. Hice que mi labio inferior sobresaliese y él suspiró."Por favor, perdóname…"Dijo un poco más serio.

"No sé, Edward, me diste un buen susto…"Dije con leve sarcasmo. Él lo notó y sus labios se movieron dándome la sonrisa que intentaba ocultar.

Decidió que un acercamiento amable seria más efectivo. Se dejó caer sobre sus rodillas, sujetándose a mi mientras."Por favor, Isabella, estoy suplicando tu perdón…"Acarició mi estomago con la nariz, extendiendo su cálido aliento por él, incluso a través de la sabana.

Abrí la boca para decir algo, pero mis tripas gruñeron audiblemente y Edward rió entre dientes."Bien. Bien. Bien. Te perdono. Supongo…"Bromeé."Pero tienes que darme de comer."

"Bueno, eso es fácil de hacer. He pedido una pizza y estará aquí en cualquier momento."Se levantó y me fijé en que llevaba puestos los pantalones.

Miré el reloj, eran más de las dos de la mañana."¿Has pedido una pizza tan tarde?"

"Sí, hay sitios que están abiertos las veinticuatro horas del día. Además, quería que probases una pizza al intenso estilo de Chicago."Dije sonriendo. Tiró de mí hacia el sofá y me puso en su regazo.

"Espera ¿no deberíamos volver a casa? ¿No se preocuparán tus padres?"

"Ya he llamado y les dije que habíamos decidido pasar la noche fuera."

Me sonrojé furiosamente."¿Y qué dijeron?"

"Mi madre dijo: Pasadlo bien y no seas demasiado malo."Se rió de mí entre dientes.

Estaba completamente mortificada."Tu madre debe de pensar que soy una **** o algo así."

"Bella, no creo que puedas hacer nada malo a los ojos de mi madre. Creo que si algo sucediese entre nosotros, cosa que dudo mucho, mi madre me repudiaría y te adoptaría a ti."Dijo jugando con un mechón de mi cabello.

Solté una suave risita."Me gusta tu madre. Igual que tu padre."

Llamaron a la puerta y él cuidadosamente me dejó en el sofá. Me envolví mejor en la sabana cuando abrió la puerta. Me fijé en que ya tenía el dinero preparado. Me sentí culpable por no ayudarle, pero estaba demasiado avergonzada como para ir hasta la puerta.

"Hola ¿una pizza familiar con extra de pepperoni, champiñones, tocino y pastrami y dos botellas de coca cola?"Preguntó mirándome de forma grosera. Me sonrojé y aparté los ojos de su mirada apreciativa. Me alegraba que Edward no pudiese verlo porque le habría dado un puñetazo a ese hombre. O, creo que lo hará de todas formas.

Edward le entregó el dinero después de coger la pizza y los refrescos. El hombre tardó un minuto antes de largarse finalmente. Tan pronto como la puerta se cerró fui a ayudarle a llevar las cosas. Cogí los refrescos y los abracé contra mi pecho.

"Ya sabes, la gente no debería comerse con los ojos a mi novia, incluso si solo está envuelta en una sabana…"Dijo con una pequeña sonrisa sobre sus labios.

"Ugh ¿Cómo lo has sabido?"

"Por favor, es un hombre y tendría que estar muerto para no querer mirarte."Dijo sonriendo."Espero que no te hiciese sentir muy incómoda."

Puse los ojos en blanco mientras él se burlaba de mí. Parecía muy sereno. Vertí los refrescos en dos vasos antes de sentarme en el sofá. Edward había puesto la comida sobre la mesita auxiliar. Levantó la tapa de la caja y se me abrió la boca.

"Esta cosa en enorme. No creo que pueda comérmelo todo."Me quejé.

"Está bueno. Te lo prometo… Este sitio tiene la mejor pizza de toda la ciudad."Me ofreció un trozo, que sinceramente hubiese sido más fácil de comer en un plato con un tenedor.

Edward Cullen

Bella gimió satisfecha por la pizza, lo que me hizo sentirme feliz y celoso al mismo tiempo. Me gustaba ser el único capar de hacerle emitir esos sonidos.

Antes no había querido asustarla, de verdad. Solo quería acercarla a mí, pero cuando gritó y saltó, no pude evitar reírme de ella.

Me sentí un poco más tranquilo, por alguna razón. Tal vez, porque sabía que mi futuro con ella era mucho más seguro. No, aun no se lo había propuesto, pero sabía que ella me amaba sin que importase nada más. Eso era lo que más me afectaba.

No mentía cuando le dije lo que pensaba sobre mis padres. Ellos estarían a su lado, creo. Habían caído perdidamente enamorados de ella, exactamente igual que yo. Era una chica maravillosa ¿Quién no podría enamorarse de ella?

Cuando oí la respiración agitada del maloliente hombre de la pizza, suspiré interiormente. Al principio, estaba enfadado pero luego apareció otra clase de emoción: Orgullo. Él quería a mi novia y no podía tenerla. Yo sería el único que la tuviese.

La pobre chica solo pudo comer un trozo y admitiré que yo soy u poco glotón. Bella se burló de mi cuando me terminé mi cuarto pedazo."Vas a estallar."

"No."Negué."Tengo que recobrar energía. Tú haces que la gaste toda."

"Oh, lo siento. Tal vez debería dejar de…"Dejó que sus palabras se desvaneciesen.

Sonreí perversamente para mí. Me abalancé sobre ella, haciéndola chillar de placer cuando comencé a besar y mordisquear su cuello."No, no pares porque yo sé que nunca lo haré…"

La cogí en brazos y la llevé a la cama por segunda vez esta noche. En esta ocasión me gustaría entrar en ella, pero no antes de que le mostrase lo mucho que la amaba, otra vez.

Bella Swan

La luz se colaba por nuestras cortinas abiertas y dejé escapar un gemido. Me moví tapándome los ojos cuando vislumbré a Edward. Estaba tumbado sobre su estomago, con la cabeza girada hacia mí. Aun profundamente dormido, su hermoso cabello de color marrón rojizo estaba completamente revuelto. Sonreí recordando como se había puesto así. Sinceramente, me sorprendería que hoy fuese capad de caminar. Realmente no habíamos estado juntos durante una semana, menos en nochebuena y yo fui la única que consiguió el alivio entonces. Creo que había almacenado todas sus frustraciones sexuales y las había soltado la última noche, en las cuatro ocasiones.

Me levanté de la cama para ir a la salita de la habitación del hotel. Nuestras ropas estaban dispersas por todo el cuarto. Decidí recogerlas para que Edward no tropezase con ellas. Las dejé en un sillón. La última prenda que recogí fue la chaqueta de cuero de Edward.

La chaqueta era enorme y suave al tacto. Olía a él, dulce y deliciosa. Tapé con ella mi cuerpo desnudo. Me llegaba por las rodillas y tuve problemas para encontrarme las manos en sus largas mangas. Las doblé cuidadosamente en mis brazos. Me la ceñí al cuerpo, llevando el cuello de la chaqueta hasta mi nariz y aspirando profundamente. Algo golpeó mi cadera. Me llené de curiosidad y dejé que mi mano se metiese en su bolsillo.

Pensaba que sería su teléfono móvil o algo así pero lo que saqué me sorprendió. Era una pequeña caja de terciopelo negro. La abrí lentamente para ver lo que había dentro y jadeé. Dentro de una almohadilla había un anillo. Era hermoso, parecía antiguo. Era un diamante cuadrado de color azul rodeado de pequeños diamantes blancos. No sé porqué lo saqué de la caja y lo deslicé en mi dedo. Encajaba perfectamente.

¿Era lo que creía que era? ¿De verdad iba a proponerme matrimonio? ¿Cuál sería mi respuesta? ¿Estaba preparada para esto? Me mordí el labio inferior y aparté la mirada del increíble anillo. Quizá estaba preocupada por nada. Quizá se tratase de otro regalo de navidad, tal vez solo fuese porque sí. Incluso si así fuese me parecía demasiado caro. No creo que pudiese aceptarlo, incluso aunque me encantase.

Suspiré con fuerza y dejé el anillo otra vez en la caja.

"¿Bella, amor?"Me llamó su voz ronca. Rápidamente cerré la caja y la devolví al bolsillo. Me quité su chaqueta y la dejé con el resto de la ropa."¿Qué haces?"Preguntó desde el arco abovedado de la habitación. Estaba totalmente desnudo, con una sonrisa en su hermoso rostro.

"Recogiendo las cosas."Dije con sinceridad. Me acerqué a él y rodeé su cintura con los brazos. Pasó las manos por mi cuerpo, para comprobar si todavía estaba completamente desnuda.

"Mm, aun es temprano ¿Por qué no vuelves a la cama?"Me besó la frente con suavidad. Me parecía que sabia cual era la razón exacta por la que quería que volviese a la cama.

"¿Por qué no nos duchamos y comemos algo?"Contrarresté.

"Si tenemos que hacerlo…"Suspiró alegremente. Sus dedos se enredaron en mi cabello cuando me acercó a él. Me besó profundamente en los labios, asegurándose de apoyar la mano en mi espalda para acercarme lo más posible."Te amo."Susurró cuando me alejó.

"Y, yo a ti."Dije pasando los dedos por su mejilla. Se inclinó hacia la palma de mi mano y la besó con suavidad.

La ducha fue larga y agradable. No me sorprendería que hubiésemos utilizado todo el agua caliente del hotel. Casi me había vuelto una pasa cuando salimos. Nos vestimos con la ropa de la noche anterior.

"Bella, ángel ¿Quieres venir a Navy Pier conmigo?"Me preguntó mientras me ayudaba a ponerme la chaqueta.

"¿Qué es Navy Pier?"

"No sé si lo sabías pero hay una noria. Por lo visto, no puedes perdértelo. Eso es el Navy Pier?"

Se puso las gafas por primera vez en catorce horas. Suspiré tristemente pero me incliné para besar sus labios."Suena divertido."Intenté decir a la ligera.

Edward Cullen

"¿Qué va mal?

"Las gafas. Echaré de menos mirarte a los ojos."Admitió suavemente.

Suspiré para mí y me las quité, guardando las gafas en el bolsillo."¿Mejor?"

"No quiero que este incomodo por mí."

"No quiero que estés triste por mí."Contrarresté.

Sacó las gafas de mi bolsillo y me las volvió a poner. Después sus manos descansaron sobre mis mejillas."La ausencia acrecienta los grandes amores. Simplemente tendré que esperar un poco ¿vale?"

Sonreí por sus dulces formas y bajé los labios hasta su frente.

Tomemos un taxi hasta el muelle. No sonaba como si estuviese concurrido pero hoy hacia frio, aunque no demasiado viento, por una vez. Caminamos juntos y cogidos de la mano. Bella soltaba algún ¨oh¨ de admiración por ciertas cosas y me sentía feliz al verla tan embelesada.

"¿Podemos montarnos en la noria?"Preguntó tranquilamente.

"Tus deseos son ordenes para mí."Le dije sonriendo. Ella soltó una risita pero tiró de mí hacia la atracción.

Éramos los únicos en el gonadal y di gracias por ello. Estaba seguro que desde aquí las vistas de la ciudad y el lago eran increíbles. Bella se acurrucó contra mí, apoyando la cabeza en mi hombro y la pequeña mano en mí estomago.

"Esto es genial Edward. Estoy tan contenta de haber venido a Chicago contigo."

Hundí la nariz en su cabello y la besé en la mejilla con ternura."Yo también me alegro de que vinieras."

"Desearía quedarme así para siempre."Dijo con un feliz suspiro.

"Podemos, si quieres, ya sabes. Podríamos mudarnos aquí, comprar un pequeño apartamento. Ir a esta universidad. Me gusta el Centenary, pero tenerte aquí conmigo, junto con mi familia seria como estar en el cielo."Pasé los dedos por su cabello.

"Tal vez después de la universidad. ¿Crees que podríamos conseguir que nuestra pequeña pandilla se viniese con nosotros? Alice se moriría por ir de compras, Jasper quería enterarse de toda la historia. Rosalie simplemente quiere vivir en una gran ciudad. Y, bueno, Emmett seguiría a Rosalie a cualquier sitio."Dijo soltando una risita.

"Mientras vivan en un apartamento distinto por mi está bien."Me reí entre dientes.

"Gracias. Gracias por traerme. Por darme la oportunidad de ver cosas nuevas. Me encanta. Eres un gran chico ¿Sabes? Un día…"Hizo una pausa, pareció estar considerando las palabras durante un momento. Sacudió la cabeza, sentí sus movimientos contra mi pecho.

"¿Un día, Qué?"Pregunté.

"No importa."Intentó alejarse, pero la retuve.

"¿Qué Bella?"Le pregunté con firmeza.

"¿Alguna vez te ha preocupado que estemos yendo demasiado rápido?"Preguntó pillándome por sorpresa.

"No. En realidad no. Sin embargo, eso no es lo que ibas a decir. ¿Qué era?"La presioné. Ella se alejó de mi pecho y esta vez se lo permití."Bella ¿Sientes que estamos yendo demasiado rápido?"

"Un poco."Dijo tranquilamente. Sonaba como si estuviese a punto de llorar. La acerqué a mi otra vez.

"Bella, podemos ir más despacio. Solo quiero que seas feliz. Estaré a tu lado sin que importe nada mas."Traté de alejarla de las lágrimas. No quería espantarla.

"¿En serio?"

"Sí, por supuesto, niña tonta. No voy a ir a ninguna parte. Te daré lo que necesites. Si quieres que ralenticemos el ritmo, lo ralentizaremos. Si quieres que te lleve a las Vegas y nos case un imitador de Elvis…"

Rió tontamente y presionó su frente contra mi pecho."No, olvídate de las Vegas de momento."Deslizó los brazos bajo mi chaqueta cuando se sentó sobre mi regazo."Quiero que las cosas se queden como están por un tiempo ¿Vale?"

Asentí y besé su cabeza.

¿Sabía que quería proponerle matrimonio? ¿Se les habría escapado a mis padres o yo era demasiado obvio? Parecía que estaba tratando de no herir mis sentimientos. Dolía un poco pero lo entendía. Ella no había dicho que no. Solo había dicho de momento. Podía entenderlo. Solo llevábamos juntos unos pocos meses. Iba a pasar el resto de mi vida con esta chica. Podía darle todo el tiempo que necesitase para que se sintiese cómoda con la idea.

Podía entender su reticencia hacia el matrimonio. Sus padres habían sido un mal ejemplo. Yo siempre había estado junto a los míos quienes se amaban profundamente. Se enamoraron y casaron tan rápidamente que a mí me parecía natural. La mayoría de las personas se condenaban con sus apresurados matrimonios. Tenía que admitir que ellos eran la excepción a la regla.

Cuando bajamos de la noria tiré de Bella hacia la música."¿A dónde vamos?"Dijo soltando una risita.

"Si te montas en la noria, tienes que montarte en el tiovivo."Me burlé.

Se rió de mi juego, pero vino conmigo. La ayudé a subir a uno de los caballos y me puse a su lado cuando el viaje comenzó.

"¿No vas a montarte en una de estas cosas?"Preguntó.

"No…"Sonreí.

"¿Sabes qué?"Dijo. La sentí inclinarse hacia mí, sus labios estaban a pulgadas de mi oído."Creo que tu solo querías que cabalgase otra cosa que no fueses tu durante un rato."

Eché la cabeza hacia atrás riéndome."Estas llena de energía, Sra. Swan."

Se rió tontamente."Bueno, estoy sorprendida de que puedas caminar, Sr. Cullen."

"Oh ¿Y por qué?"

"¿No estás dolorido de todo nuestro… ejercicio de anoche?"Me podía imaginar el rubor en sus mejillas cuando dijo eso. Extendí la mano para sentir el calor. Reí entre dientes.

"Se me olvidó salir a correr por lo menos cuatro veces esta semana y estoy tranquilo por haber hecho algo de ejercicio."

"Sí, bueno, eso no es escusa. Es antinatural lo bueno que eres en todo."

"No soy bueno en todo…"Hice una pausa durante un segundo y luego mi sonrisa creció."Espera ¿Acabas de decir que follo bien?"

"¡Edward Anthony Cullen!"Me reprendió, dándome un manotazo en el hombro. Eché la cabeza hacia atrás riéndome a carcajadas y ella rió conmigo."Eres tan malo. Basta."

"Vale, vale… Seré bueno."Hice un pequeño puchero."Pero solo porque tú me lo pides. Vamos, vamos a por algo de comer."

Bella Swan

Me sorprendió lo bien que se tomó Edward mi pequeña pista. No parecía disgustado por ello. No quería que me malinterpretase. Quería casarme con él. De verdad, de verdad que quería. Simplemente no tan pronto. Pensaba que esto lo habría deprimido o al menos disgustado. En realidad, parecía muy contento, lo que me alegraba. Me pregunté brevemente cuanto tiempo había llevado ese anillo con él. También me pregunté lo que planeaba. Él nunca hacia nada pequeño.

Me senté sobre su regazo en el McDonald más loco que había visto nunca. Mordisqueé un nugget de pollo mientras veía como todos los niños jugaban con todas las cosas y miraban distintos espectáculos de laser."¿No puede haber un McDonald normal, es que no puede haberlo?"

Él rió entre dientes."No es como cualquier lugar de comida rápida, aquí es así. Vas a lo grande o te vas a casa, supongo."

Le di de comer una patata frita y él juguetonamente me mordisqueó los dedos."Edward ¿Has pensado en año nuevo?"

"Un poco ¿Por qué?"

"¿Qué van a hacer tus padres? No habrá más fiestas ¿Verdad?"Le pregunté tranquilamente. Creo que no podría haber soportado otra fiesta con Tanya.

"Van a ir a la fiesta de un amigo. Por lo general, se quedan en el Drake, o algo así, después. ¿Por qué?"

"¿Podemos simplemente quedarnos en casa vestidos en pijama otra vez?"Le pedí mordiéndome el labio inferior. No quería estropear sus planes, si es que tenía alguno.

¿No quieres ir a ver los fuegos artificiales o algo?"Preguntó sorprendido.

Me incliné para acercarme a él. Sonrojándome por mis pensamientos."Creo que lo que más me gustaría es hacer el amor contigo cuando el reloj toque las doce."

"Me parece que suena como una forma perfecta de poner fin a un año y comenzar otro."

Capítulo 27: Capitulo 27 Capítulo 29: Capitulo 29

 
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