Blind (+18) (Completo)

Autor: VictoriaMarie
Género: + 18
Fecha Creación: 20/01/2010
Fecha Actualización: 26/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 59
Comentarios: 58
Visitas: 348851
Capítulos: 49

 Minusvalía no significa que no seas capaz. Edward puede superar su discapacidad y encontrar la felicidad con alguien que se preocupe intensamente por él. ¿Hará cualquier cosa para convertirse en todo para ella?



Esta historia pertenece a Jayeliwood,  su traducción esta hecha por Isu (http://www.fanfiction.net/s/4667969/1/Blind) yo solo soy una mera intermediaria para que conozcais esta fantastica historia sobre Edward y Bella, y la  superación de cualquier obstáculo.

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Capítulo 37: Capitulo 36

Bella Swan

"¿Qué quieres decir con eso de tu vista?"Le pregunté confundida, mientras la somnolencia se despejaba en mi cabeza.

"No podía mentirla y decirle que no había nada que se pudiese hacer. No podía decirle que había algo que podía solucionar el problema."Murmuró."Me habría odiado más si se hubiese enterado de que yo no estaba haciendo todo lo posible por ser el mejor para ti."

"¡Edward no es necesario que mejores!"Grité, enfadándome.

"Isabella."Dijo mi nombre con calma, mientras besaba mi frente."Tu puedes sentirlo de esa forma, pero hay cosas de mí, que si pudiese, las mejoraría sin dudarlo."

"Te amo tal y como eres."Empecé a sollozar de nuevo. Estaban pasando demasiadas cosas a la vez.

"Y yo te quiero más. Sin embargo, Bella, no estoy seguro. Quiero ser mejor para ti."Se encogió de hombros y suspiró mientras fruncía el ceño por esos pensamientos.

"Eres demasiado bueno para mí siendo como eres."Repliqué, las lágrimas fluían como una cascada sin fin.

"Bella, no digas eso. Amor, estas muy cansada. ¿Por qué no te tumbas? Ponte cómoda yo iré a hacerte un poco de té."Le pregunté, empujándola lentamente hacia las almohadas.

"No tienes que hacerlo…"Murmuró.

"Quiero. Será bueno para tu garganta. Tu estado de ánimo empeorará si mañana te duele la garganta y tienes que enfrentarte con tu madre."Besó mi frente con amor.

"¿Quieres que te ayude?"Me incorporé un poco cuando él se levantó de la cama.

"No, Bella. Relájate. Sé donde está todo, al menos que lo hayas movido."Me calmó.

"No, sigue en el primer armario encima de la cocina."Dije echándome un poco hacia atrás. Cogí una de las almohadas y la abracé fuertemente contra mi pecho. Me sentía mareada, tenia tanto sueño.

"Serán solo unos minutos."Dijo con una pequeña sonrisa antes de desaparecer por el oscuro pasillo.

Edward Cullen

Entré en la cocina y comencé a preparar el té. Llené la tetera con un poco de agua y la puse sobre la placa de la vitrocerámica, encendiéndola. Fui hasta el armario y saqué una bolsita de té. Una vez que me quedé sin material con el que mantenerme ocupado me incliné contra la encimera. Con el dedo índice y el pulgar me pellizqué el puente de la nariz, respirando profundamente para tratar de tranquilizar mis nervios.

Mi mente se estaba sobrecargando y sabía que la falta de suelo me estaba afectando tanto como a Bella. Pensé en lo que le había dicho a Bella y a su madre. ¿Estaba su madre en lo cierto? ¿Era yo lo suficientemente bueno para ella? Bella, por supuesto, diría que sí, pero en este momento yo me sentía diferente.

Pensé en la estúpida cirugía. ¿Valdría la pena? ¿Valdría la pena apartar mis temores e intentarlo por Bella? Por supuesto que sí. Haría cualquier cosa por Bella. Lo menos que podía hacer era ir al médico y hablarlo. De todas formas no estaba seguro de cumplir con los requisitos. Se lo debía a Bella, y a mí mismo, por lo menos pediría una simple cita con el doctor.

Intentaba mentirme. Sabía que cumplía los requisitos. Que estaba lo suficientemente saludable. El Dr. Tori no me hubiese dicho nada, pero no quería admitirlo ante mí mismo.

La culpa comenzó a ascender por mi espalda. Me sentí egoísta e indigno. Incluso después de la cita sabía que no me sentiría bien haciéndolo. Una vez que supiese con certeza que podría hacerlo, claro. Dicen que sin dolor no hay ganancia. Por lo tanto ¿Podría sufrir ante la posibilidad de ganar una mayor recompensa?

Sabía que hacer esto por Bella era la razón correcta. Lo valía. Pero, ella no desearía que fuses así. Tendría que hacerlo por mí. Se odiaría si yo me sometía al proceso y luego no funcionaba. Se culparía y yo no quería que eso pasase.

La tetera comenzó a silbar y la puse sobre la encimera. Lo pensaría mejor por la mañana cuando estuviese descansado. Hablaría con Bella acerca de ello cuando resolviese lo que quisiese hacer. Sabía que esta noche me presionaría sobre el asunto pero por lo menos esperaba poder convencerla para que descansase primero.

Vertí el agua en una taza, dejando que cayese sobre la bolsita de té. Cogí el azúcar y eché dos cucharaditas. Después de removerlo rápidamente, volví con mi amor.

"Debes dejar que se enfríe un par de minutos antes de beberlo."Dije, soplando sobre el líquido para tratar de enfriarlo un poco. Nadie me respondió."¿Bella?"

Dejé la taza en una mesa y me senté en la cama. Bella seguía completamente tumbada, su respiración era suave y profunda. Pasé la mano de la muñeca a su brazo, desde el brazo a los hombros y seguí subiendo hasta llegar a la mejilla. Aun estaba húmeda debido a las lágrimas, pero no parecía que siguiese llorando. Suspiré internamente y recorrí sus labios con los dedos. Que permanecían fruncidos con tristeza, incluso en su sueño estaba disgustada.

Me quité la ropa y me metí en la cama con ella. Nos tapé con las mantas y la acerqué firmemente contra mí. Se moldeó a mi cuerpo, dejando uno de sus brazos en mi torso desnudo.

Bella Swan

Me desperté sintiéndome cálida y segura, lo que me sorprendió. Junto a mi estaba Edward. Él era mi salvador. Mi felicidad. En su sueño parecía tranquilo. A mi lado solo llevaba puestos los bóxers, era una vista hermosa. Alejé todos los pensamientos de la noche anterior. Aun no quería recordarlo.

No me importaba que acabase de despertarme y que probablemente oliera mal, ya que no me había duchado después del desfile. Que yo supiese, él tampoco se había duchado. Por lo tanto no importaba. Pasé los dedos por su cabello desordenado, tratando de apartar los ojos de él sin suerte. Es como si tuviesen vida propia. Al menos los dos olíamos mal y teníamos el pelo revuelto, pensé con una pequeña sonrisa.

Mis dedos fueron hasta sus labios. Que se separaron ligeramente bajo mi toque. Sus labios eran lisos y suaves, cálidos y confortables. Eran tan besables. Me incliné y rocé su labio inferior, mordiéndolo. Lo succioné suavemente. Siempre con lentitud empezó a devolverme el beso. Sus brazos serpentearon alrededor de mi cintura arrastrándome fuertemente hasta él. Gimió en mi boca cuando mi mano voló a su pecho desnudo.

No nos dijimos nada el uno al otro, no hacía falta. Me puso sobre él, mis piernas quedaron a ambos lados de su cintura. Su mano acababa de encontrar el camino hasta mi camiseta cuando oí que llamaban a la puerta.

"¡Maldita sea!"Grité, más fuerte de lo que debería. Miré el reloj. Eran las siete de la mañana, demasiado pronto para visitas, especialmente en domingo. Solo podía ser una persona. Estaba bastante segura de que Alice no estaba esta mañana y me alegraba de ello. Ella no tenia porqué escuchar la discusión que estaba a punto de sucederse.

"¿Quieres que abra?"Preguntó suavemente Edward recorriendo mi mejilla con los dedos.

"No, quédate aquí."Dije, levantándome de encima de él. Estaba decente con mis pantalones de chándal y mi camiseta. No me importaba si a mi madre le parecía mal. Ella podría superarlo. Abrí la puerta violentamente, ni siquiera miré por la mirilla para asegurarme."¿Qué?"Gruñí.

Mi madre tenía un aspecto horrible, realmente horrible. Bueno, eso es lo que a mí me parecía. Ella se lo había buscado. Era rencoroso y mezquino pero aun seguía cabreada con ella. Nos miramos la una a la otra en un incomodo silencio. Cambió el peso de un pie a otro, finalmente bajó la mirada."Quiero disculparme."

"¿Qué?"Pregunté sorprendida.

"Puede que no me guste con quien salgas, pero no debería haber venido hasta aquí y arruinado tu día de San Valentín. Fue mezquino e infantil."Murmuró.

Pude ver que estaba comenzando a temblar por el frio. Había pasado de 29 grados a -1 en unas diez horas. Suspiré e hice un gesto para que pasase antes de cerrar la puerta e inclinarme contra ella. No se dio la vuelta para mirarme."Sí, fue infantil. Mamá, puedo cuidarme sola. Edward también puede cuidarse solo. Ni siquiera lo conoces ¿Cómo es posible que le odies?"

"Porque él te alejó de mi."Susurró, girando su rostro mirando al suelo.

"No me alejó de ti, mamá. Me marché a la universidad. He crecido. Ahora tienes a Phil. Tu eres la que se puso a flipar en el momento en que te hablé de él ¿Pensabas que no saldría con nadie cuando me marché?"Le pregunté a su espalda pues aun no se había dado la vuelta.

"Tú no salías con nadie en el instituto."

"Sí, en el instituto ¿Crees que podría volver contigo una vez terminase la universidad?"Le pregunté.

"Bueno…"Comenzó.

Suspiré fuertemente, interrumpiéndola."Mamá, no. Yo no habría vuelto aunque me lo hubieses pedido. Quiero mi propia vida."

"Lo sé. Podrías tener tu propia vida si-"

Me puse delante de ella para cortarla antes de que continuase y la sujeté por los hombros."No. No habría vuelto a ser tu Madre o la sujetavelas ¿No puedes soportar estar sola con Phil o algo así?"

Ella no me miró, su cara se alejó de mí abruptamente. Me quedé paralizada, dándome cuenta de cuál era el verdadero problema.

"¿Tienes problemas con Phil?"Le pregunté intentando conseguir contacto visual. Ella se negó."¿Es esa la verdadera razón?"

"¡No!"Dijo con demasiada rapidez.

"Por lo menos es una parte. Si fueses feliz con tu marido no habrías estado aquí anoche. Te hubieses quedado con él ¿Comenzó antes o después de que empezase a salir con Edward?"La presioné.

No tenemos problemas."Mentía fatal.

"¡Deja de mentir mamá. Lo haces fatal, igual que yo."La miré, queriendo respuestas.

"Nosotros no…"Dijo suavemente, mirándose los pies.

"Bien, lo que sea. Entonces creo que estas siendo una cabrona sin razón alguna."Dije en voz alta estampando un pie en el suelo. Odiaba que me mintiesen y eso era exactamente lo que estaba haciendo.

Empecé a volver a mi habitación, pero Renée me detuvo, sujetando mi hombro."Justo antes de que te marchases de Luisiana. Pero no tenemos exactamente problemas."Intentó defenderse.

"Por favor, mamá. ¿De verdad crees que estarías tan molesta porque he comenzado una relación si tú no tuvieses miedo de quedarte sola? ¿Vais a divorciaros Phil y tú?"Presioné.

"Yo… No lo sé. Tal vez."Se encogió de hombros y se sentó en el sofá.

"Sé que quieres evitar esos problemas pero no puedes crear otros nuevos para mantenerte ocupada. Mamá, a ti nunca va a gustarte nadie con quien yo salga, no realmente. Pero, al menos intenta darle una oportunidad."Me quedé donde estaba, y no la miré mientras hablaba. Esta era una forma de romper el corazón.

"Lo siento… En realidad no es culpa tuya. Sin embargo, aun…"Se encogió de hombros.

"Todo lo que te pido es que lo dejes estar. Deja de actuar así. Es un buen hombre. Haría cualquier cosa para hacerme feliz, de hecho lo soy. Muy, muy mucho. Él no va a marcharse a ninguna parte."

"Lo tomo o lo dejo, me imagino."Dijo con una pequeña sonrisa triste.

"Si."Contesté brevemente."Quiero que estés en mi vida. Eres mi madre. Sin embargo, Edward es mi otra mitad."

"¿Lo amas, no?"Volvió su rostro hacia mí, sus ojos brillaban por las lágrimas.

"Sí."

"Lo siento."Comenzó a sollozar más fuerte."Sé que no puedes perdonarme por lo que he hecho. Cuanto lo siento. No debería haberte tratado de esta manera."

Caminé hasta ella y la abracé."No, no voy a ser capad de perdonarte, no durante un tiempo. Lo siento. Ojalá pudiera. Habrá que esperar un tiempo. Pero eso no significa que vaya a excluirte hasta entonces."

"Lo entiendo."Suspiró. Cerré los ojos y le di un beso en la cabeza.

"Es muy temprano y tienes que estar cansada ¿Tuviste problemas para encontrar un hotel ayer por la noche?"Pregunté mientras me sentaba a su lado en el sofá.

"No tanto como pensaba. Me quedé en el Ramada en la 31-32, cerca del aeropuerto."Estaba a las afueras de la ciudad y no era de los sitios más bonitos, así que supongo que no estaba completo por el día de San Valentín.

"Oh…"Dije pensando en el aeropuerto."¿Cuándo sale tu vuelo?"

"¿Ya estas intentado deshacerte de mi?"

"Mamá…"Me reí."Vamos ¿De verdad?"

"Acabo de comprar un billete de ida."Suspiró."No sé cuando volveré."

"Eso está bien."Dije después de un minuto."Quiero decir, que no es que no sepas cuando vas a volver. Simplemente es que no tienes prisa por ir a casa. Quédate un día más o menos, y podremos pasar tiempo juntas. Hacer que esto funcione. Puedes conocer mejor a Edward."

"No es tan malo, supongo. Se merece una oportunidad."Dijo entregándome su teléfono móvil plateado. Lo giré entre los dedos mientras pensaba.

"Dale una oportunidad, mamá. Yo no me pelearía tanto contigo sino creyese que vale la pena…"Dejé la frase inacabada, buscando sus ojos mientras hablaba.

Ella me dio una pequeña sonrisa, sus ojos marrones estaban llenos de una profunda tristeza."Supongo que sí."

Edward Cullen

Estuve tumbado en la cama durante un minuto, lamentando que Bella no se encontrase en mis brazos. Me sentía como si estuviese atrapado. No estaba seguro de cuanto iba a durar, pero estaba seguro de que no iba a terminar bien.

Decidí quedarme en su habitación hasta asegurarme de que me necesitaba o que Renée se había marchado. No quería empeorar la situación dándole a Renée la baza de haber pasado allí toda la noche.

Finalmente salí de la cama y me vestí, dejando las gafas a mi lado. Me senté en su cama, apoyando la espalda contra el cabecero y tapándome la cara con las manos. Me restregué los ojos mientras pensaba en algunas cosas.

Antes que nada sentí una punzada de culpabilidad en el pecho. Culpable por dejar a Bella sola en la guarida del león mientras yo me escondía como un cobarde. Pero no estaba seguro de si la ayudaría o lo empeoraría todo, por lo que prefería esperar. Me sentía culpable por no ser el hombre que Bella necesitaba en todas las formas que fuese. Ella se merecía al mejor.

Mis pensamientos acerca de mi vista volvieron a mi mente. No estaba seguro de cómo me sentía al respecto. Por una parte lo quería pero por otra no. Yo sabía que Bella me amaba sin importar nada. Estaba frustrado sin saber qué hacer. Quería pero no quería. No sabía lo que quería.

Me di cuenta de que todo estaba muy tranquilo allí afuera. Bella no había vuelto, pero tampoco seguía gritando. No estaba seguro de lo que me preocupaba más. Me mordisqueé el labio pensando en mis opciones. Podría quedarme aquí o salir y ver qué tal estaba. Bella podría estar sola, llorando y yo no quería eso. Sabía que no le gustaba llorar delante de otras personas. Pero si estaba llorando, yo quería consolarla. Decidí correr el riesgo.

Me levanté de la cama y salí al pasillo. Las voces suaves de las dos mujeres llegaron hasta mis oídos y me detuve a escuchar.

"Lo siento… En realidad no es culpa tuya. Sin embargo, aun…"Podía escuchar la tristeza en su voz y me sentí mal por la Sra. Dwyer.

"Todo lo que te pido es que lo dejes estar. Deja de actuar así. Es un buen hombre. Haría cualquier cosa para hacerme feliz, de hecho lo soy. Muy, muy mucho. Él no va a marcharse a ninguna parte."Dijo con una voz tan firme que me cortó la respiración. Me asombraba la forma que tenia de defenderme.

"¿Lo amas, no?"Podía escuchar las lágrimas en su voz, estaba llena de tristeza. Tenía el corazón roto.

"Sí."Dijo con confianza. Hizo una pausa durante un momento antes de continuar." Quiero que estés en mi vida. Eres mi madre. Sin embargo, Edward es mi otra mitad."

Sonreí mientras pensaba que algún día me gustaría casarme con esa mujer. Ella sería mi novia y estaría a su lado por y para siempre.

Alcé la mano hasta mi mejilla y limpié una lágrima de mi ojo. Me sentía como una chica sensiblera, que lloraba simplemente al escuchar que me amaba. Pero yo estaba tan lleno de amor por ella que sentía que iba a reventar.

"Lo siento."Renée lloró con más fuerza." Sé que no puedes perdonarme por lo que he hecho. Cuanto lo siento. No debería haberte tratado de esta manera."

Eso me sorprendió y me pregunté qué me habría perdido. Estaba seguro de que Bella me lo contaría mas tarde.

Decidí que era el momento de dejar de escuchar a escondidas y volví a la habitación. Ella estaba bien por el momento, las cosas iban funcionando con su madre. Silenciosamente fui hasta la cama y me tumbé.

Debí dormirme porque me despertaron unos maravillosos suaves besos."Edward, cariño."

"¿Sí?"Murmuré pasando los dedos por su espalda.

"Mamá ha vuelto al hotel para dormir un poco más. Me preguntaba si tal vez, si pudieses…"Balbuceó tratando de encontrar algo de confianza. Le acaricié la mejilla, tratando de calmar sus nervios.

"¿Qué?"

"¿Estarías dispuesto a venir a cenar con mi madre y conmigo esta noche?"Dijo rápidamente como si de esa forma fuese más fácil, o doliese menos.

"¿Quieres que vaya?"Le pregunté simplemente pasando un mecho de cabello tras su oreja.

"Sí."

"Entonces iré. ¿Estás segura de que es buena idea, no?"Pregunté.

"Sí, creo que sí. Se comprometió a comportarse. Si no va a seguir odiándote antes tiene que conocerte."Dijo con un fuerte suspiro. Echó la cabeza hacia atrás hasta ponerla en mi pecho.

Nos tumbamos en silencio durante un rato y me pregunté si se habría vuelto a dormir. Con fuerza me abracé a su cintura.

"Edward… Tenemos que hablar."


Nos vemos en la proxima actualizacion, esperando ver muchos comentarios y votos jeje!!

Capítulo 36: Capitulo 35 Capítulo 38: Capitulo 37

 
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