Blind (+18) (Completo)

Autor: VictoriaMarie
Género: + 18
Fecha Creación: 20/01/2010
Fecha Actualización: 26/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 59
Comentarios: 58
Visitas: 349034
Capítulos: 49

 Minusvalía no significa que no seas capaz. Edward puede superar su discapacidad y encontrar la felicidad con alguien que se preocupe intensamente por él. ¿Hará cualquier cosa para convertirse en todo para ella?



Esta historia pertenece a Jayeliwood,  su traducción esta hecha por Isu (http://www.fanfiction.net/s/4667969/1/Blind) yo solo soy una mera intermediaria para que conozcais esta fantastica historia sobre Edward y Bella, y la  superación de cualquier obstáculo.

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Capítulo 26: Capitulo 26

Bella Swan

Edward se negó a apartarse de mi lado, ni siquiera durante un segundo. Incluso me siguió al baño, cuando fui a arreglarme el maquillaje. Gemí suavemente por mis ojos hinchados y mis labios pálidos.

"Tengo un aspecto horrible."Murmuré para mí.

Edward se inclinó hacia el neceser y me cogió de la mano."Es imposible que estés horrible."

"Eso es lo que tú te crees."Murmuré

Él me cogió la cara y me besó con fuerza."Basta, basta."Susurró. Parecía tan triste.

"Edward… yo…"Exhalé lentamente, sin saber que decir.

"No, Bella. Eres guapa. No necesitas maquillaje y tampoco ropas lujosas. Puedes pasearte en pijama y tener a todas las personas a tus pies."Sus pulgares recorrieron mis mejillas con cautela.

Sonreí y suspiré."Bien, bien. Al menos déjame ponerme algo de pintalabios."

No sé cuánto tiempo hacia que nos habíamos marchado de la fiesta pero el grupo pareció haber crecido. Había un mar de personas. Caminé cogida de la mano de Edward. La música llenaba toda la sala mientras los camareros la atravesaban.

"Baila conmigo Bella."Susurró junto a mi oído.

"Sabes que no puedo bailar."Gimoteé suavemente, por lo que nadie, a parte de él, pudo haberme oído.

"Ya hemos bailado antes."

"Eso fue diferente."Dije entre dientes."Aquí hay que hacer otro tipo de movimientos."

"Eso fue diferente."Dije entre dientes."Aquí hay que hacer otro tipo de movimientos."

"Te llevaré al centro de la pista y bailaré contigo toda la noche si no…"Sonrió con maldad cuando dejó inacabada la frase.

Gemí."Bien, bien. Un baile."

Me sonrió con astucia."Dos, y tendremos un trato."

Tiré de él hacia donde estaban todos bailando sin decir nada más. Vi a sus padres deslizándose por la pista. Ellos estaban en su propio pequeño y feliz universo. Mirándose detenidamente el uno al otro con ojos de amantes.

No sabía que canción estaban tocando, aunque estaba formada por flautas y violines. Edward me cogió por la cintura y por mi mano, acercándome a él. Empezó a girarme siguiendo perfectamente el ritmo. Estaba impresionada. ¿Cómo podía hacerlo sin que ambos chocásemos? ¿Cómo podía hacerlo y no golpear a los que estaban a nuestro alrededor? Me dirigió con fuerza y di un paso perfecto con él.

Alguien agarró mi hombro, sorprendiéndome. Tanya, se puso detrás de mí, con una gran sonrisa en su rostro."¿Puedo interrumpir?"

Mi boca se abrió y antes de que pudiese hablar me apartó de Edward."Tanya, me alegro de escucharte, pero, debo rechazar tu oferta. Lo que pasa es que estoy disfrutando de la compañía de mi pareja."

De alguna forma fue completamente cortes y grosero a la vez. No fue ofensivo, pero sí contundente. Tanya se dio la vuelta enfadada y se alejó.

"¿Por qué estaba invitada?"Pregunté tranquilamente, mirando por encima de su hombro a sus padres.

"Lo padres de Tanya son clientes de mi madre. Mi madre los odia, incluso a Tanya. Odiaba que estuviésemos saliendo en el instituto. Se puso muy contenta cuando lo dejamos. Si no se gastasen millones…"Me hizo dar un giro y me atrajo a él otra vez."Me gustaría decirte exactamente lo que ella piensa de Tanya y de sus falsos padres."

La canción llegó a su fin y otra mano tocó mi hombro. Esta vez no pegué u vote, pero si me volví para gritarle a Tanya. Carlisle me sonrió."¿Me concedes este baile?"

"Oh…"Sonreí y miré a Edward. Su madre le cogió de la mano para bailar por su cuenta."Sí, señor."

Vi a Edward como comenzaba a bailar con su madre. El no la acercaba tanto como lo hacía conmigo, físicamente hablando. Estaban charlando y sonriendo, rieron por algo. Carlisle envolvió con su brazo mi cintura y sujetó mi mano, tal y como había hecho antes Edward.

Su hijo y él eran prácticamente de la misma altura, además de delgados y fuertes. Carlisle principalmente no era tan fuerte como Edward, pero creo que eso tenía más que ver con mi favor que con su personalidad."Lo siento, no soy muy buena bailarina."Le advertí.

"Querida, todo está en quien dirige."Me sonrió."Lo estás haciendo bien."

"Gracias."Susurré en voz baja."Por todo. Gracias por haberme invitado a su casa y haberme acogido tan bien."

"Esme y yo nos sentimos como si ya formases parte de la familia. Debo decir, que Esme se a encariñado contigo."

"Yo también le he cogido cariño a Esme."Recordé nuestra visita al spa, sonriendo para mí.

"Bueno, eso está bien. Muy bien. Quería preguntarte, si me lo permites ¿Estás bien? Antes parecías disgustada."Una expresión paternal cruzó las perfectas características de su rostro.

"Sí, señor. Solo un malentendido…"Me sonrojé mordiéndome el labio mientras volvía la cara.

"Ya veo. Bueno, espero que no haya más malentendidos. Odio ver a una mujer hermosa en apuros."Su sonrisa torcida era muy similar a la de Edward.

Solté una risita tonta y me sonrojé furiosamente."Ya veo de donde salió el encanto de Edward."

"Bueno, tenía que heredar algo bueno de mi."Contestó.

"Papá, deja de ligar con mi novia."Rió Edward."Ahora, si no te importa, me debes un baile."Me alejó de los brazos de su padre y me acercó a él.

Edward Cullen

Finalmente los invitados comenzaron a marcharse. Di gracias por ello. Estaban empezando a dolerme los pies, así que Bella debía de sentirse incómoda con sus tacones. Podía escuchar a la gente que nos rodeaba empezar a recoger todas las cosas de la fiesta. Me había pasado toda la noche jugando con la cajita de mi bolsillo, pensando en lo que debería hacer. Hoy no había sido la noche perfecta, ni tampoco lo seria ninguna noche próxima. Antes de pedírselo necesitaba hacer un control de daños.

Por fin nos excusamos y fuimos a mi cuarto."Edward ¿Puedes bajar por mí la cremallera del vestido?"Preguntó, bostezando suavemente.

Recorrí su espalda y bajé la cremallera con cuidado. Deslicé los tirantes por sus hombros y dejé que el vestido cayese al suelo con un ligero susurro. Pasé las manos por su suave espalda, notando el apretado corsé que había estado oculto por la suave tela. Era de satén, o algo así. Mis manos se deslizaban fácilmente hacia abajo hasta las pequeñas bragas. Aspiré con fuerza. Algo de la somnolencia de antes desapareció.

Saltó un poco cuando le agarré su blando trasero pero se relajó bajo mis caricias."Edward… tus padres todavía están despiertos… y hay tanta gente."Intentó protestar.

Me incliné y la besé en el hombro. Mi mano fue hacia la parte delantera de su cuerpo, descansando en su estomago, mi otra mano subió a su pecho."Lo sé… solamente quiero verte antes de meterme en la cama."

Gimió suavemente y se inclinó contra mí, mientras masajeaba su pecho a través del corsé. Bajé la mano hacia la parte delantera de sus bragas y también comencé a frotar ahí. Me llevé el lóbulo de su oreja a la boca y chupé suavemente.

Me encantaba como se derretía en mí, retorciéndose y gimiendo mi nombre. Echó el brazo hacia atrás para cogerme del cuello y unir nuestras bocas. Soltó un murmullo a cada movimiento de mis dedos."Todavía estas completamente vestido."Se quejó.

"Esta noche no se trata de mí, sino de ti. Quiero sentirte."Le dije simplemente. Ella presionó sus caderas contra mi cuerpo, con movimientos lentos. Seguramente podía ver el efecto que me estaba provocando. Dejó caer la cabeza contra mi hombro cuando yo comencé a acariciarla más fuerte.

"Edward…"Gimió mientras terminaba. Se desplomó contra mí sin poder seguir aguantando el equilibrio.

La cogí en brazos con facilidad y la llevé a mi cama. La primera cosa que hizo cuando se sentó fue quitarme las gafas. Ella sabía que me las quitaría luego cuando me librase de la ropa. Solo para ella.

Me quité toda la ropa, a excepción de los bóxers. Me metí con Bella en la cama, que se acurrucó contra mí. Aun llevaba puesto su asombroso corsé y deseaba liberarla de él, pero me di cuenta de que respiraba profundamente, con lentitud. Estaba dormida.

Sonreí y nos cubrí con las sabanas. Bella se dio la vuelta de manera que su cabeza descansó en mi pecho. Acaricié sus hombros, notando la cálida piel desnuda. La abracé y aspiré su delicioso aroma.

"Te quiero."Dijo suavemente, claramente dormida.

"Yo también te quiero, Isabella. Algún día me casaré contigo."Susurré.

"Bien, hazlo…"Se apretó contra mí y hundió su cara en mi pecho. Tuve que morderme el labio para evitar reírme. No era la respuesta normal que un hombre esperaba cuando le decía a la mujer que amaba que quería hacerla suya para siempre, pero me gustaría no tomarla en serio hasta que le hiciese la pregunta cuando estuviese despierta.

Bella Swan

"¡Despierta, mi amor! Es navidad."Me llamó Edward junto a mi oído. Me di la vuelta para mirar el reloj. Eran las siete de la mañana. Gemí para mis adentros, no estaba lista para despertarme. Me di cuenta de que aun llevaba la ropa interior de anoche. Sonreí cuando recordé lo que pasó antes de irme a dormir.

"Necesito darme una ducha y cambiarme."Respondí tranquilamente mientras me sentaba. Edward llevaba sus bóxers.

"Lo supuse. Vamos."Me levantó y me llevó al cuarto de baño contiguo. Era tres veces más grande que el que yo tenía en casa. Aunque me encantaba. Tenía una gran ducha y en la esquina una bañera enorme. Todo estaba tan limpio y ordenado como podía estar.

Edward abrió el grifo del agua para nosotros, asegurándose de que estaba lo suficientemente caliente."¿Quieres ayudarme?"Preguntó con una sonrisa un poco presumida.

"No, creo que yo lo haré por mi cuenta. Además, tus padres deben de estar esperándonos."

"Pensaba ser bueno."Hizo un leve puchero.

"Tú siempre eres bueno, simplemente no te comportas bien."

Sonrió y rió entre dientes, antes de meterse en la ducha. Aparte de besos y apacibles caricias terminamos de ducharnos rápidamente. Me sequé el pelo con el secador antes de ponerme unos pantalones de chándal y una camiseta de manga larga. Edward se vistió con los pantalones del pijama y una camiseta, alegando que no pensaba salir en todo el día de casa.

"Ve yendo, quiero coger algo antes."Dije dándole un beso en la mejilla. Él asintió y me dejó a solas con mis pensamientos.

Saqué el sobre y el regalo de Edward de mi mochila. Me senté un momento, mirándolos, con la esperanza de que fuese suficiente. Los sostuve contra mi pecho mientras pasaba por el vestíbulo hacia la sala de estar.

La casa había vuelto a la normalidad excepto por el hermoso árbol de la esquina de la sala que estaba rodeado de montones de regalos. Si no hubiese asistido nunca me abría imaginado que la noche anterior se había celebrado una fiesta. Edward permanecía sentado en el sofá frente a sus padres que también estaban en pijama.

"¡Buenos días, querida!"Dijo Esme alegremente.

"Te traje algo de café, justo como a ti te gusta."Me dijo Edward dulcemente. Me incliné sobre el sofá y le acaricié suavemente la mejilla. Coloqué mis dos regalos y me senté junto a Edward. Me dio la taza y con su brazo rodeó mis hombros.

"Entonces ¿Quién va primero?"Preguntó Carlisle como si fuese un niño pequeño. Solté una risita al ver su entusiasmo.

Esme rió para sí."¿Por qué no nos das un regalo a cada uno?"

Carlisle asintió y recogió un paquete para cada uno, incluyéndome a mí. Era una caja grande envuelta en papel plateado."¿De quién es este?"Tartamudeé, sabiendo ya la respuesta.

"Creo que de Edward."Respondió Carlisle mientras rompía el envoltorio de su propia caja.

"Es demasiado grande."Me quejé antes de abrirlo.

"Ni siquiera sabes lo que es. Ábrelo."Rió Edward.

Quité el papel para revelar una caja de cartón normal y corriente. La miré confusa y abrí la caja. Dentro había varias cosas. Una cámara digital muy bonita, una impresora para fotografías, papel fotográfico, tinta, baterías, varias tarjetas de memoria y una pequeña caja de metal. La saqué y la abrí. Dentro había dos tarjetas regalo.

"Espero que te guste. Recuerdo lo bien que lo pasaste haciendo las fotos el día de Acción de Gracias así que pensé que te gustaría esto. También, pensé que tal vez te gustase empezar un álbum de fotos o algo así. Le pregunté a Alice cual era el mejor lugar donde vendiesen el mejor material fotográfico, porque no creo que yo pudiese escoger algo bueno, incluso aunque no fuese ciego, y ella me contestó que en Micheal's and Hobby Lobby. No pude decidirme por lo mejor así que gasté quinientos dólares en tarjetas regalo para los dos…"Divagó.

Me quedé allí sentaba con la boca abierta y completamente en shock. Me encantaba el regalo, aunque en mi cabeza no dejaba de dar vueltas el precio. La cámara que tenía en casa era vieja y fea y bastante anticuada. También era lenta. Sin embargo esto era demasiado. No debería haber gastado tanto en mí. Sobre todo en algo que él nunca iba a ver. Quedé pensativa y en el mismo momento mi corazón se rompió. Empecé a llorar.

"¿Bella? Bella, si no te gusta podemos devolverlo."Dijo Edward con pánico.

"¡No! No, me encanta. Es tan... tan sorprendente. En serio."Lo dejé en el suelo frente a mí y me eché a sus brazos."Eres tan dulce."

Él me abrazó inmediatamente, enterrando la cara en su cabello."Estoy tan contento de que te guste.

"Me encanta. Muchas gracias. No sé qué decir."Sollocé en su cuello.

"Bien, primero, deja de llorar. Todavía tienes más regalos así que tienes que guardar las energías."Se burló.

Me reí suavemente y me incorporé. Aun no había abierto su regalo. Era el de uno de sus padres. Se trataba de una gran caja que descansaba junto a sus pies.

Me enderecé y bebí un trago de mi café. Miré a Esme y Carlisle, estaban sonriéndonos a Edward y a mí. Me sonrojé y me mordí el labio.

"¡Oh, guay! ¡Una guitarra!"Gritó Edward como si fuese un niño pequeño en una tienda de caramelos cuando abrió la caja.

"Y además, ya hemos contratado a alguien para que te de clases en Shreveport. Si estás de acuerdo."Dijo Carlisle con una gran sonrisa. Le encantó la reacción de su hijo.

"¡Es genial, gracias! Me encanta. Puso la guitarra en su regazo y comenzó a rasguear las cuerdas.

Sonreí."¿Te importa si te doy mi regalo? No es mucho, pero…"Dejé mi café y fui hasta el árbol. Le entregué el sobre a Esme y, después, el paquete a Edward.

Edward lo rompió con rapidez. Solté una risita al ver su expresión de entusiasmo. Sacó el libro de cuero y pasó los dedos por él. Encontró una esquina y lo abrió.

"Oh, Bella…"Parecía que estaba a punto de llorar."Gracias."

"¿Te gusta?"Pregunté nerviosa.

"Es perfecto."Pasó los dedos por la parte superior mientras su sonrisa crecía.

"¿Qué es?"Preguntó Carlisle confundido.

"Es un libro de pentagramas especiales para mí."

"¡Es tan ingenioso! Una idea maravillosa, Bella."Me dijo Esme. Me di cuenta que seguía sujetando el sobre.

"Espero que también te guste el tuyo."Hice un movimiento con las manos."No es mucho."

"¡Oh! Así que estas son las fotografías del día de Acción de Gracias."Esme las miró, para luego ir pasándoselas a Carlisle."Mira lo feliz que parece, Carlisle."Le susurró Esme a su marido.

Se levantó de su asiento y me abrazó con fuerza.

"Me alegro de que te guste."

"¡Oh! ¡No sabes lo feliz que me hace tenerte en nuestras vidas querida!"Dijo casi llorando.

Me alejé para mirarla a la cara. Aspiré profundamente, intentando contener las lágrimas.

"Edward ¿Qué te parece si ignoramos a estas sentimentales mujeres y abrimos los regalos?"Dijo Carlisle en un audible susurro. Esme le sacó la lengua y le dio un manotazo. Él la puso sobre su regazo y le dio un gran beso.

Vi como abrían más regalos. Joyas para Esme, una lujosa pluma para Carlisle, algunos CD's de música para Edward, entre otras cosas. Incluso abrí otro regalo de Edward. Un pijama de dos piezas de seda azul.

Había un último regalo bajo el árbol. Era pequeño y alargado. Creo que se les había olvidado. Decidí decírselo. No quería que nadie se perdiera la oportunidad de tener más regalos."Creo que alguien se ha olvidado algo."

"¡Oh, Dios! Tienes razón ¿Por qué no miras a ver de quien es, cariño?"Dijo Esme sonriendo.

Fui hasta el árbol y prácticamente tuve que arrastrarme bajo él para cogerlo. Sujeté la tarjeta para poder leerla."Para Bella de Esme y Carlisle."

"¡No teníais que regalarme nada!"Dije probablemente más fuerte de lo que debería.

Carlisle rió entre dientes."Bella, íbamos a comprarte algo sin importar que hubieses venido o no. Ahora, ábrelo."

Abrí la caja y miré. En el interior había dos billetes de avión para cualquier destino que quisiese validos durante un año.

"Pensamos que tal vez Edward y tu quisieseis viajar algún día. O tal vez venir a visitarnos…"Esme se miró los pies, tratando de aparentar que no estaba insinuando nada.

Me abalancé hacia Esme y la abracé con fuerza."Desearía que fueseis mis padres. Sois perfectos."

"Bella, odio romper tu burbuja, pero entonces esto sería considerado incesto…"Se burló Edward. Me reí y abracé con más fuerza a Esme.

"Quizás algún día seas mi hija."Dijo besándome la frente. Me sonrojé intensamente y agaché la cabeza.

"Creo que están tratando de casarte a la fuerza, Edward."

"No me quejo."Dijo sonriendo."Y ahora ¿Qué tal si desayunamos?"

Capítulo 25: Capitulo 25 Capítulo 27: Capitulo 27

 
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