NO PIENSO HACERTE MUJER (+18)

Autor: ec07
Género: Romance
Fecha Creación: 26/07/2011
Fecha Actualización: 28/10/2013
Finalizado: SI
Votos: 62
Comentarios: 392
Visitas: 254603
Capítulos: 25

FIC RECOMENDADO POR LNM 

Isabella se casa con su novio luego de dos meses de conocerlo, su noche de bodas que prometía ser la mejor noche de su vida se torna en una pesadilla.

 

Un pasado oscuro de su esposo no permite que sean felices, este encuentra una solución, solo que esa solución logra separarlos.

 

Encuentros de amores dormidos y revelaciones de pasados ocultos hacen esta historia.

 

Los personajes son de Stephanie Meyer pero la idea es de mi autoria.

 

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Dejo los enlaces de mis otros fics por si quieren pasar a leer.

CASAMIENTO POR INTERES (Finalizado) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1776

MI ANGEL DESNUDO One Shoot (Finalizado) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1946

NO PIENSO HACERTE MUJER (Finalizado) http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2228

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QUERIDO SANTA… (+18) One Shoot (Ganador concurso Nav.13) http://lunanuevameyer.com/salacullen?id_relato=4084

 

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Gracias. Erika./ec07.

 

 

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Capítulo 22: POV EDWARD.

Hola a todos, perdón por la demora es que me ha pasado de todo, pero mejor no abrumarlos, disfruten de la lectura.

Gracias.

ec07.

 

 

POV EDWARD

 

Continuación capítulo 15 luego de la discusión con Bella, donde la deja sola en Forks.

 

-no vuelvas a meterte con mi familia, de lo contrario atente a las consecuencias,… necesito estar solo.-fue lo último que le grité a Bella, no podía respirar me encontraba tan dolido que necesitaba salir corriendo de allí y lo hice.

 

Atravesé la puerta y subí al auto, puse en marcha y apreté el pie en el acelerador, parecía un loco al volante pero no me importaba, quería salir lo antes posible de allí y pensar, pensar. Aunque no tenía claro si ayudaría o solucionaría las cosas.

 

Comenzó a llover y cuando reaccioné estaba en los acantilados de la Push, estacioné lo más cerca posible y bajé dando un portazo muy fuerte.

 

En esos momentos comenzó a sonar el celular y al mirar el visor decía “Amor”, mi corazón se comprimió de una manera que jamás pensé que podía pasar, sin pensar parado en la orilla del acantilado hice que volara el celular, lo vi caer, volar libre, así como quería estar en esos momentos, pero no dejaría que sucediera, no acabaría con mi vida por más que sufriera.

 

Por loco que parezca me sentí mejor con tirar el celular, hasta se escapó una sonrisa de mis labios, la lluvia caía sin parar pero en forma suave, tranquila, llegué a envidiarla, ¿porque estaba así y yo no?, mi camisa parecía piel en mi cuerpo, estaba adherida casi sin distinguir la separación, miré a ambos lados y no encontré nada, me saqué un zapato y lo aventé lo más lejos posible, así siguió el otro, grave error, ahora no solo estaba mojado, descalzo, sino que había dejado dentro del auto las llaves, estaba igual como me sentía, solo, sin poder entrar a su vida como al maldito auto, llorando como la lluvia mojaba mi cuerpo, con un corazón frío sin su calor y destrozado como mi celular en alguna parte del acantilado.

 

Me senté a lo indio, sosteniendo mis pies que se encontraban helados, pensando, quería que todo lo ocurrido fuera un sueño, un maldito sueño del cual despertar, pero todo era realidad, Bella estaba embarazada de algún tipo que desconocía, mi padre en problemas por intentar que yo fuera feliz y no entendía nada, ¿por qué me mintió?, ¿por qué?, esas eran las palabras que rondaban mi cabeza insistentes.

 

No se cuanto tiempo estuve allí, creo que me dormí o desvanecí, ya no importaba, me pareció que alguien me hablaba y luego me llevaban a algún lugar, cuando reaccioné solo un poco estaba en una cabaña, la chimenea estaba encendida al máximo y tenía pegado a mi cuerpo a una mujer desnuda.

 

Creo que me removí por el susto, ¿quién era y porque ambos estábamos en una cama desnudos?.-menos mal que despertaste.-dijo mirándome a los ojos.

 

-¿que?.-fue en un susurro no encontraba mi voz.

 

-¿como te encuentras?.

 

-no lo se.

 

-tenías hipotermia, necesitabas calor.-dijo mientras señalaba que por eso estaba en ropa interior, ella porque yo no traía nada, creo que leía la mente o entendía mis gestos.-tu ropa chorreaba agua, se está secando junto al fuego.

 

-gracias.

 

-no es nada, permiso.-se incorporó y yo me tapé más, antes de alejarse se dio la vuelta y se presentó tendiendo su mano.-soy Leah.-era alta, de cuerpo atlético, morena y su piel tenía el color del bronceado tenue, sus ojos eran oscuros casi negros y sus facciones delicadas, ella parecía de la reservación, tenía un aire indígena.

 

-Edward.-no me había dado cuenta pero tenía la garganta seca, tragué con dificultad.-tienes…agua.

 

-claro.-tomó una botella de una heladera pequeña y me la dio, se vistió mientras tomaba mi agua de a sorbito y unas aspirinas que me pasó en silencio.

 

Cuando ya estaba lista se sentó en los pies de la cama y preguntó.-¿quién es Bella?.-eso hizo que recordara todo lo que había pasado.

 

-un error.

 

-jaja, o sea que tu amor, yo también soy un error.

 

-¿Cómo?.

 

-sip, en esta cabaña me encuentro con el amor de mi vida, pero soy su error, encuentros casuales, el resto del tiempo lo pasa con su esposa. No me resigno, vivo el amor y lucho por él.

 

-¿luchas por él?.

 

-si, tu no lo haces.

 

-está embarazada de otro.-cuando pronuncié esas palabras mi corazón que pensé ya muerto se contrajo aún más.

 

-¿está con él?.

 

-no.

 

Me miró a los ojos como diciendo ¿y entonces?, no sabía que contestar, que hacer, aún necesitaba tiempo para procesar todo lo sucedido y saber si tenía fuerzas para dejarla ir.

 

-¿eres Cullen?.-dijo sonriendo.

 

-si.

 

-no te acuerdas de mí, soy Leah Cleatawer del instituto.-la observé más detenidamente y la conocía.

 

-lo recuerdo.-se formó una sonrisa en mis labios.-estabas siempre con Sam, pensé que se casarían.

 

-jaja. Pensábamos hacerlo hasta que llegó mi prima de la ciudad, quedó embarazada en una noche que nos molestamos y se casaron, desde ese tiempo nos vemos los fines de semana.

 

-lo siento.

 

-no te preocupes, ella estoy segura que lo sabe, no quiere que él la deje. Te recuerdo con las estiradas de Tania e Irina.-sonrió negando suavemente con la cabeza, la acompañé.-oh, Bella es Isabella Swan.

 

-si.

 

-hace como dos o tres años escuché que perdió a sus padres, luego de eso no la vi más.

 

-puedo pedirte un consejo.

 

-no soy buena con los consejos, pero puedo darte una opinión, jaja, recuerda salgo con un hombre casado.

 

-creo que puedo con eso. Hace tres años que se fue, porque pensó que salía con Tania, no permitió que le explicara nada solo desapareció, estuve todo este tiempo buscándola y hace unos días la encontré o ella lo hizo.-sonreí al recordar la alegría que sentí al verla en mi estudio.-quería divorciarse porque su esposo no consumó el matrimonio. Me dijo que me amaba y que apenas se divorciara podíamos estar juntos para siempre, que nunca había estado con un hombre en la intimidad y te imaginas como me sentí.

 

-lo comprendo, todos los hombres son iguales, dicen que no les importa, pero al momento de elegir con quién pasar su vida buscan a las vírgenes.

 

Lo que dijo dolió, porque en ese momento me estaba comportando así como un retrógrado, si no era virgen no me servía.

 

-continúa.-me animó haciendo gestos con las manos y sacándome de mis cavilaciones.

 

-la divorcié y esta tarde le pedí que fuera mi esposa.

 

-no aceptó.-preguntó asombrada.

 

-si, aceptó, ¿que día es hoy?.

 

-lunes, casi martes.

 

-por Dios, perdí dos días.

 

-te encontré hoy en la mañana, cuando salía de mi fin de semana.-se le dibujó una sonrisa al recordarlo.

 

-wow, bueno el domingo le pedí ser mi esposa, ella aceptó y cuando pensábamos pasar la noche juntos y entregarnos al amor, llamó mi papá, me dijo que estaba embarazada de unos días, pensó que era mío, cuando le dije que nunca había estado con ella, se puso mal.

 

-le preguntaste de quién es, ¿que te dijo?.

 

-mentiras. Que no estaba embarazada y que era de mi hermana.

 

-no le creíste, al parecer son iguales, ella se fue sin pedir explicaciones y tu te vas sin recibirlas o escucharlas.-esta mujer no se callaba nada y eran tan ciertas sus palabras que dolían. De una cosa si estaba seguro, Bella estaba embarazada porque me lo dijo mi padre, no mentiría o intentaría dañarme con falsas palabras.

 

-no le creí porque sus pruebas son infundadas.

 

-y las tuyas.

 

-mi padre me las dijo.

 

-contesta, pero con el corazón. Como pensabas encontrarla después de estos tres años, soltera, virgen, solo esperando por ti.

 

-en realidad siempre dije que no me importaba si tenía hijos o estaba enamorada de otro, la persuadiría de huir conmigo, porque la amo.-lo último me hizo dar cuenta de lo tonto que fui, dolía que no me hubiera contado que tuvo una aventura pero estaba conmigo, me quería y lo más importante pensaba en un futuro juntos, debía averiguar todo y sabía con quién empezar.

 

Me levanté de golpe, porque lo que acababa de decir había hecho que reaccionara, en la primera prueba de amor la dejo sola y me voy, pero fue un error me encontraba desnudo, así que apresurado me senté tapándome con la frazada en la cama mientras mis mejillas se sonrojaron, no podía creer lo que me sucedía estando frente a esta mujer.

 

-tranquilo galán, yo te desnudé y te aseguro que miré todo lo que quise, estabas inconciente.

 

-me miraste.-sentí que me habían ultrajado.

 

-en el instituto todas soñaban con mirarte desnudo, no iba a perder mi oportunidad, aunque no sabía quién eras cuando te desnudé no me siento avergonzada, eres perfecto. Al final de cuentas Irina tenía razón.

 

-gracias, creo…¿Irina?.

 

-según ella te probó unas cuantas veces y hacía alarde todo el tiempo. No me digas que no es cierto.-puso cara de contenta por demás.

 

-si, fuimos amantes un tiempo.

 

-que lástima, sabes que se casó con Aro, te acuerdas de él.

 

-si…, bueno me alegro por ella. Dime tienes teléfono, necesito hacer unas llamadas y pedir un cerrajero.

 

-primero me pagas.

 

-dime cuanto y cuando saque mi billetera del auto te pago.

 

-quiero un beso, porque estoy segura que si te pido una revolcada no aceptarás.-quedé paralizado, como había cambiado después de que la dejara Sam.

 

-¿en la boca?.-temía preguntar, había engañado a Bella no quería ser engañado por Leah.

 

-me encanta que pienses que te lo pediría en otro lado, pero no quiero hacerte sufrir más, en la boca está bien.

 

Pensaba vestirme antes, pero no dejó que se lo insinuara o pidiera, se tiró sobre mí cayendo ambos a la cama y me besó, ella no yo, luego de un rato de su insistencia la besé, no era para nada comparado con los besos que compartía con Bella y de seguro si me veía desde fuera tendría la misma expresión que ella cuando besaba a Mike, la amaba no había vuelta atrás, era ella o no era nadie y odiaba tener que haber llegado a esta posición para darme cuenta.

 

-para, para, para…espera, por favor, Leah.-lo último se lo grité y la aparté de un empujón, sus manos estaban avanzando muy rápido hacia mi intimidad y no quería sentirla.

 

Se levantó del piso, porque allí fue a parar después que la empujara y me dijo.-tú te lo pierdes.

 

Tomé mi ropa y abrí una puerta que parecía era el baño y por suerte no me equivoqué, después de vestirme salí descalzo para encontrarla hablando por su celular.

 

-llamé a un cerrajero amigo, llega al acantilado en 20 minutos, piensas que nos daría el tiempo de pasarla bien.-creo que mi cara fue de susto aunque ella no dejaba de reír.-era una broma Edward, toma.-me tendió unas botas que pienso serían de Sam.

 

-gracias.-lo que quería era salir corriendo de allí antes de terminar con mi abstinencia por una loca desquiciada.

 

No dijo ni una palabra, me llevó manejando una camioneta vieja por el bosque hasta los acantilados, estaba muy escondida la cabaña, si quisiera encontrarla otra vez de seguro fallaría.

 

Cuando llegamos a mi auto ya se encontraba un hombre mayor intentando abrirlo con unas herramientas. Por suerte no llegó a dañarlo y lo abrió apenas en unos minutos, le pagué y salí rumbo a mi casa, no le pediría a Leah su teléfono o me cobraría en especias otra vez.

 

La casa estaba abierta sin llave, las mismas estaban en la entrada, de seguro Bella las dejó allí. No habían señales de nada, todo estaba igual a como lo dejé, solo faltaba su mochila, tomé el teléfono y llamé a Jessica, el celular me lo conocía de memoria así que no tuve problemas, me dijo donde se encontraban porque se habían ido de vacaciones con Mike para ponerse al día.

 

Levanté mis cosas, me di una ducha relajante y vestí con mi ropa, cuando todo estuvo en su lugar, sin mirar la cama donde la besé tan íntimamente, porque solo escuchaba sus gemidos si lo hacía y aumentaban mis ganas de tenerla, me fui al aeropuerto esa misma madrugada.

 

Dejé el auto en el estacionamiento de siempre, porque tenía otro en la ciudad y esperé que saliera mi vuelo con los nervios de punta.

 

Después del vuelo, me encontré con Jessica y Mike en una casa a las afueras, allí estaban los tres pasando al parecer bien, Jessica lo confirmó porque sabía que nos preocupábamos por ella, le conté que fue lo que pasó con Bella y no podía creerlo, Mike estaba muy preocupado porque pensaba que era su culpa por haber llevado a James a su casa, luego de almorzar con ellos e intentar tranquilizarme salí rumbo a la ciudad en busca de James y una muy buena explicación de lo que pasó.

 

Llegué en la noche, no quería ver a James sin pensar bien las cosas y tenía solo la dirección del trabajo, así que fui directamente al estudio, pasé al apartamento y no solo descansé sino que cené y me relajé escuchando música así como recordándola en el sillón solo con mi camisa cubriendo su cuerpo, dejé de lado la imaginación o terminaría masturbándome como un adolescente.

 

En la mañana un poco tarde salí, caminé un rato por la plaza, necesitaba pensar, últimamente era lo único que hacía y no llegaba a ninguna conclusión, Bella estaba embarazada de otro pero yo no podía vivir sin ella.

 

En un puesto de revistas divisé que no solo me casaba con Bella el viernes en la noche sino que Alice lo hacía con Jasper, al principio pensé que Bella podía tener razón del embarazo de Alice y por eso se casaba con Jasper, pero luego recordé que fueron palabras de mi padre y de seguro lo hacían para cubrir el mal momento si yo no aparecía.

 

Llegué a la zapatería luego del medio día, allí hablé primero con el dueño para pedirle un lugar donde entrevistarme con James, tuve que esperar un rato porque no había llegado de su descanso.

 

Uno de los muchachos que atendían allí insistió en que comprara zapatos, tuve que molestarme con ese tal Jacob para que me dejara en paz.

 

Al rato llegó, yo no lo conocía pero el dueño de la zapatería lo llamó y le dijo que lo estaba esperando, que podíamos pasar a su despacho para hablar cómodamente, lo menos que quería hacer era eso.

 

Al verlo sentí un calor invadir mi cuerpo por la bronca que tenía, los celos, sus manos la habían tocado, su cuerpo la había sentido y su boca la había besado, tuve que respirar muchas veces antes de aflojar el cuerpo porque tenía unas ganas locas de saltarle encima y molerlo a golpes antes de que se presentara.

 

-un gusto soy James, me dijo Marco que me buscaba.-no dejaba de sonreír y yo de imaginarme su cara partida y llena de sangre.

 

-hola.-tomé su mano y me contuve de apretarla hasta romperle los huesos.

 

-hace ejercicio.-al parecer no pasó desapercibido mi agarre.-no escuché su nombre.

 

-Edward Cullen.

 

-jaja.-se alejó un poco y se sentó en uno de los sillones del despacho, era pequeño el lugar pero acogedor.-te vas a casar con Bella.-apreté los dientes, los sociales corrían por la ciudad a pasos agigantados.

 

-ese es el tema que quiero hablar contigo.

 

Levantó sus manos para protegerse.-que conste que no la obligué se entregó sola y es media loca porque al parecer se arrepintió y me sacó a sartenazos, aún duelen.-pasó una de sus manos por su mejilla.

 

-por eso vengo, está embarazada.

 

-espera, estás insinuando que ese bastardo es mío.-contrólate Edward.

 

-acabas de decir que estuviste con ella.-hablé con los dientes apretados.

 

-si, pero no dejó que la tocara sin cuidarme, fue muy convincente, tenía de varios colores en su mesa de noche, le encantó el dorado y el…

 

-no quiero escuchar.-lo interrumpí era demasiada información y dolía que confirmara su mentira.-estás seguro que no es tu hijo.

 

-si lo es, no me importa, le hice un favor a Mike y a ella, sin compromisos.

 

-no te quiero ver cerca de Bella nunca mas en tu vida.-se lo escupí en la cara.

 

-no me interesa, no fui el primero y me rogó que no le contara a Mike, es una puta…-no aguanté más y le bajé de una piña su mandíbula que se rompió al contacto, pude escuchar el crack de sus huesos.

 

El romperle la mandíbula ayudó porque no podía gritar, solo se le veía la cara de dolor que estaba sintiendo, todo se borró seguí pegándole hasta que ya no tenía fuerzas y hasta que me esposaron unos policías que no vi de donde aparecieron.

 

Terminé en la comisaría encerrado en una celda pequeña, había olor a orín y encierro, mezclado con mugre y sudor de alguno que otro vagabundo que estaba allí.

 

Conocía esto, al ser abogado he estado en lugares así muchas veces, del otro lado, leyeron mis derechos y luego tendieron un teléfono para que hiciera mi llamada, les dije que me defendería solo y que no quería hacerla por el momento, no hubo objeciones.

 

Pasé la noche en esa celda fría, recordando las palabras de James, dolía tanto, pero de algo estaba seguro la protegería, estaría con ella hasta el final, me casaría si lograba salir y le daría un apellido a su hijo, la amaba tanto que podría sobrellevar no haber estado allí para ella cuando se entregó a algún idiota, no ser el padre de su hijo, no haberla encontrado antes.

 

Me tomaron la declaración de lo sucedido cerca del medio día del jueves, faltaba tan poco para mi boda, ya no había tiempo para reproches, necesitaba hablar con Alice y saber si Bella iría a nuestra boda, si quería casarse conmigo a pesar de saber que estaba embarazada de otro.

 

Luego de una fianza de unos cuantos dólares, James no había levantado cargos y la fianza cubrió los daños que causé en el despacho de la zapatería, no tenía idea que había roto, pensé que había sido solo a James, pero al parecer también rompí algunas cosas, no quería entrar en discusión así que salí y me registré en un hotel, no volvería al estudio por las dudas, no estaba del todo bien para ver a alguien de mi familia.

 

Primero una larga ducha y comprar ropa nueva, pasar la noche en una celda era desagradable y parecía que el olor se pegaba al cuerpo como la transpiración, luego digité el celular de Alice en el teléfono del hotel, después de dos o tres tonos atendió.

 

-hola.

 

-Alice.

 

-por Dios, eres tú.

 

-si.

 

-¿estás bien?.

 

-si, quiero saber si te vas a casar o es solo para cubrir mi ausencia.

 

-si me voy a casar, amo a Jasper y …

 

-está bien, quiero que te asegures que Bella esté allí, voy.

 

-pero…

 

-no quiero hablar, dime donde levantar mi ropa y no le cuentes a nadie que estaré allí.

 

-si hermanito, te quiero cuídate.

 

-yo también Alice, cuídate.

 

Pasó la dirección y corté, no quería su opinión de casarme con Bella embarazada de otro, era mi vida y mi decisión.

 

Había sido difícil tomarla, pero estaba completamente seguro que no podía vivir sin Bella así que la haría mía, desde ese momento su bebé sería nuestro, nadie solo la familia sabía que no lo era, con el tiempo y la ausencia del padre seríamos una familia completa, nos merecíamos ser felices.

 

No salí en el resto de la tarde y el principio de la mañana, tuve sueños húmedos con mi prometida, no pude evitarlos, acabar como un adolescente entre las sábanas pensando en ella, en su piel, su aroma, su sabor, sus gemidos y listo, si era así imaginándola, quería saber como sería estar dentro de su cuerpo.

 

Desayuné mucho, no debí hacerlo pero creo que los nervios hacían que tuviera ansiedad de comida, por lo que no almorcé, no quería llegar a la boda con unos cuantos quilos de más.

 

Pasé por la casa donde tenía que levantar el traje que eligió Alice para mí, en un principio pensé en elegir otro pero si no llamaba a Alice o llegaba a la boda con lo que eligió, me arrepentiría mucho más de lo que me arrepentí dejando a Bella sola en Forks.

 

A las siete de la tarde estaba pronto saliendo en mi volvo rumbo a la ceremonia, me dio un ataque de risa nerviosa cuando arranqué y llegué a la esquina, no tenía la más mínima idea de donde se realizaría, tuve que parar, comprar una revista de sociales donde se especificaba el evento de año, dos hermanos Cullen se casarían con el complemento de sus vidas, menos mal que no habían fotos por lo menos en la que compré, la señora que la vendió dijo muy emocionada.-es hoy, ¿está invitado?.-le sonreí de lado antes de subir al auto y le contesté.

 

-soy el novio.

 

-aaaaaaaaahhhhhhhh.-se escuchó su grito creo que a un kilómetro a la redonda, todos se dieron la vuelta para mirar si no la estaban robando, lo único que me faltaba era terminar otra vez en la cárcel, así que emprendí la marcha sin mirar atrás.

 

Llegué y dejé el auto al lado de la limosina que supongo trajo a las novias, entré un poco rápido para encontrarme con mi diosa, la mujer más hermosa que mis pupilas pudieron ver jamás, mi prometida y pronto mi esposa.

 

La habitación irradiaba luz, ella era la que hacía que todo fuera irreal, ¿como pude dejarla, abandonarla cuando más lo necesitaba?.

 

Se veía un poco nerviosa, me di cuenta que Alice no entraría del brazo de papá, era un detalle hermoso para que Bella no se sintiera mal, lo sabía, mi hermana pensaba en todo, ella se encontraba al final petrificada por su expresión, lucía tan bonita, que quitaba el aliento y hacía que también estuviera nervioso, la miraba desde unas escaleras un poco oculto, esperando el momento preciso para que no saliera corriendo y se casara conmigo, no quería darle tiempo a reaccionar.

 

No traía velo, ni ramo, pero estaba allí, gracias a mi hermana, antes de abrirse las puertas para pasar al jardín donde se realizaría la ceremonia mi mamá le entregó a Bella el rosario de su bisabuela, se lo había dejado antes de viajar a Forks, menos mal porque con todo lo sucedido no me acordaba, ella lo tomó delicadamente y sonrió, en ese momento me di cuenta lo importante que fue dárselo.

 

Cuando se abrieron las puertas se paralizó y yo comencé a caminar suavemente sin hacer ruido y tratando de que nadie me viera, en el momento que empezaron a caminar Alice junto con Jasper tomé su mano y la coloqué en mi brazo, la miré y una pequeña sonrisa comenzó a formarse en mis labios, estaba con quién debí estar desde hacía mucho tiempo, aquí a punto de casarnos y compartir nuestra vida para siempre.

 

-¿la acompaño señorita Swan?.-rogaba para que dijera que si o moriría persiguiéndola, porque no permitiría que huyera otra vez.

 

Se paralizó y dejó de respirar, su piel se estremeció a mi contacto y eso hizo que tomara valor, no le era indiferente y me amaba como yo lo hacía con ella.

 

Volví a hablar y tembló suavemente, quería que supiera que era real, que estaba allí para ella y su bebé.-Bella, mi amor, tienes que respirar, quiero que disfrutes no que te desmayes.-fueron mis palabras cuando pensaba besarla íntimamente en Forks, sonreí.-es nuestra boda y no queremos hacerlos esperar.-negó y con una presión suave en su brazo, logré que pudiera caminar rumbo al altar, intentaba sin lograrlo recuperar su respiración.

 

Me acompañó por el camino sin apartar su vista de mis ojos, tenía miedo a que desapareciera, pero lo que no sabía que yo también lo tenía, tanto o más que ella.

 

Alice me dedicó una disimulada sonrisa, que no pasó desapercibida por Bella, pero no se molestó al contrario sonrió, se veía feliz, pasamos por todos los invitados, me molestó un poco que estuviera Eric entre ellos pero no podía negar que era su amigo.

 

La reacción de todos cuando estuvimos en el altar, ya que fuimos los últimos en llegar, fue de sorpresa, menos mi mamá a ella no se le pasaba nada, hasta llegué a divisar a Emmet con sus puños cerrados, faltó poco para que terminara tirado en medio del pasillo, Rose fue mi salvación, no se como hizo pero lo tranquilizó y yo respiré.

 

El juez comenzó primero dando una breve charla sobre el matrimonio y luego de un rato preguntando lo que todos queríamos escuchar “aceptan…”, no tardo más de media hora en casarnos a las dos parejas, firmamos los documentos junto con los testigos en un ir y venir un tanto entreverado, porque éramos muchos y los testigos se intercambiaban, al final no sabíamos quienes eran de quienes, pero daba igual cuando el juez nos entregó el acta de casamiento y nos declaró marido y mujer, no nos besamos porque faltaba la ceremonia religiosa y sería la culminación de la misma, el beso final.

 

El padre hizo una charla introductoria y comenzó con la ceremonia, fue extraño porque cada palabra era un acierto, parecía que nos conocía al describir como llegamos a estar juntos, los problemas que tuvimos que pasar para que triunfara por sobre todo el amor y termináramos todos juntos ese día frente a Dios.

 

Intercambiamos los anillos entre risas nerviosas pero sinceras, Carlisle y Emmet los tenían en el bolsillo, fue idea de Alice y al final el padre nos declaró maridos y mujeres, ante un aplauso de todos los presentes, me puse frente a mi esposa y nos besamos, no quería obligarla así que solo rosé sus labios y logré que se sonrojara y verla completamente feliz, así como me sentía.

 

Recorrimos el pasillo lleno de flores esta vez de la mano de mi esposa, al llegar al final del mismo nos llenaron de arroz y algunos pétalos de rosas blancas a los cuatro por igual, solté a Bella en algún momento por saludar a todos los presentes bajo una lluvia de felicitaciones y dicha para el futuro.

 

Nos dirigimos a la recepción que se llevaría a cabo en los jardines del fondo de la casa donde había una gran fuente justo en medio llena de flores flotando, un espacio para bailar y una orquesta en vivo, las mesas cuidadosamente repartidas haciendo una media luna y hermosamente decoradas en blanco y verde haciendo que todo se complementara con los jardines y sus colores, en definitiva mi hermana era la culpable de que todo luciera tan bien.

 

Bailamos el vals intercambiando parejas, sacándonos fotos, juntos y separados disfrutando de la recepción y de los invitados que estaban dispuestos a compartir con nosotros nuestra dicha, recorrimos las mesas y saludamos a todos, no quedó nadie por intercambiar palabras o gestos.

 

Me separé de Bella y comencé a hablar con algunos clientes del estudio que me sorprendieron que estuvieran allí, observé desde lejos como hablaba con mi hermano, les debía una explicación pero no era el momento.

 

Vi a Mike apartando a Bella para hablar con ella, eso me hizo sentir mal, él sabía que estaba embarazada de un idiota que no era yo y de seguro estaban hablando de ello, pasó un mozo con whisky y le pedí uno, no me di cuenta que lo tomé como si fuera agua y me quedé con otro vaso en la mano, no me hizo sentir bien, pero aplacó mi nerviosismo, como pude ser tan idiota de hablar con Mike.

 

Al rato estaban en una charla muy amena y sonreían, me empecé a sentir mal otra vez, ellos se reían porque me casé con ella con el hijo de otro, no se que me hacía pensar así, creo que el whisky que ya llevaba más de diez vasos. La vi sonrojarse con sus compañeros de trabajo y a mi me hervía la sangre, comenzó a molestarme que los hombres le rozaran su mano o que le dieran un beso en su mejilla, cualquiera de ellos podía ser el padre de su hijo, cada muestra de cariño o sonrisa que les brindaba hacían que me molestara mucho más, así que seguí tomando, no era la solución pero me mantenía tranquilo.

 

En algún momento llegó Emmet con Rose para hablar un poco pero los evité, así como al resto de la familia, no necesitaba su comprensión o cariño en estos momentos, quería estar a solas con Bella y hablar sobre lo que pasó.

 

Como a las tres o cuatro de la mañana Esme se llevó a Bella, supongo que para las ligas y no me equivoqué.

 

Ya listas Alice y Bella, subieron a un escenario que se encontraba a un lado de la banda, se sentaron ambas en una silla alta y por los parlantes el organizador llamó a los presentes así como a los novios, terminé mi vaso de un solo sorbo y subí con una sonrisa en los labios, era mi turno de tocar mujeres.

 

Comenzó Jasper a quitar la liga de Alice, levantaba despacio la falda del vestido tratando de que no se viera nada y subía sus manos acariciando muy tierno, los invitados silbaban, gritaban y algunos aplaudían mientras él hacía su trabajo, por los parlantes llamaron a la primer mujer en colocarle la liga y subió una muchacha un tanto joven que traía puesto un vestido muy largo con un gran tajo, levantó su pierna en un banquito a un lado de Alice y Jasper colocó la misma sin siquiera mirar la pierna, cerraba sus ojos con la cara hacia un costado, eso generó que todos rieran a carcajadas contagiosas.

 

Estaba parado a su lado mientras observaba a Jasper y le dije en su oído generando un estremecimiento notorio, que logró se elevara mi ego.

 

-yo voy a mirar, ¿te molesta?.

 

-si.- fue una respuesta automática que me encantó.

 

Sonreí, haciendo un puchero y un gesto con las manos.-puedo un poquito.

 

-solo eso y nunca más.-claro que no quería nunca más pero era mi momento, me gustó que no lo negara, volví a sonreír victorioso, tenía permiso.

 

Cuando llegó mi turno repetí el proceso que hizo Jasper pero torturándola con caricias, tocándola lujurioso, pero sin cuidado de levantar el vestido, a las mujeres que subían le ponía la liga lo más arriba posible y cuando Bella iba a protestar soltaba sonriendo, la estaba provocando, creo que el alcohol hacía que me soltar un poco de más, pero me gustaba su gesto de lo pagarás en la noche.

 

Cuando quedaba la última liga volví a provocarla, puse ambas manos en la liga luego de haber levantado de más el vestido, lo que hizo que se sonrojara y mientras trataba de taparse un poco le dije.

 

-es la última- di vuelta mirando al público, dejando la liga en su lugar-¿la saco con los dientes?.-pregunté con una sonrisa pícara en los labios.

 

-no.-gritó en forma automática, pero ya era tarde, todos comenzaron a gritar.

 

-con los dientes.-en un coro acompañado por aplausos.

 

-lo piden los invitados amor.-le dije en tono sensual.

 

-si se te ocurre ponerla con los dientes me divorcio.-trató de sonar enojada, pero fue todo lo contrario, estaba feliz y me encantaba tenerla así.

 

-no te preocupes, solo la voy a sacar.

 

-más te vale.

 

-no estés nerviosa, ya estuve ahí.-lo último lo dije señalando entre sus piernas y muy bajito para que solo ella escuchara, se sonrojó y no habló solo tenía un gesto de sorpresa.

 

En el momento de llevar mi boca a su pierna, todos gritaron –si- y apareció Emmet a nuestro lado diciendo.

 

-esperen- todos lo miraron incluyéndonos.-voy a ser el juez, no se valen las manos hermano.- se agachó a mi lado mirando con ojos escrutadores.

 

Sonreí. -no voy hacer trampa.-quería hacerla sufrir pero de placer.

 

-te aseguro que no.

 

Emmet no dejaba de dar vueltas para observar en todos los ángulos y decir si hacía trampa.

 

Al momento de tomar con mis dientes la liga, saqué mi lengua y lamí en forma muy seductora, la sentí tensarse y temblar suavemente, sabía que estaba disfrutando tanto como yo, porque podía oler su excitación por lo cerca que me encontraba, si no estuviéramos en el escenario la probaría otra vez, haciendo que olvidara sus amantes anteriores.

 

La torturé demasiado porque bajé lo más despacio posible, cuando terminé llamaron a la última mujer para ponerle la liga y me sorprendió que fuera Jessica, ambos sonreímos con una sonrisa cómplice y Bella no miró, sabía o tuvo el presentimiento de que la provocaría no solo a ella sino a Mike.

 

Cumplí con mi cometido porque Emmet que había bajado lo sostuvo para que no subiera al escenario y dejara que le subiera la liga hasta casi su intimidad, provocando un sin fin de silbidos y gritos de los presentes, junto con sonrisas de Jessica.

 

Terminada la tortura de mi amor, pusieron música lenta y nos invitaron a los novios a bailar una pieza.

 

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Perdonen la demora hace mucho que tengo el capítulo pero no podía subirlo, ni conectarme, espero que les guste y para darles un premio por esperar subiré ambas opciones.

 

Gracias.

ec07.

 

Pd. Tengo los capítulos de los demás fics espero poder subirlos, también escribí un one shot se llama “Yo solo quería una taza de azúcar (+18)” cuando lo activen me encantaría que pasaran a dejar su opinión.

 

Capítulo 21: OPCION 2 - parte II - FINAL Capítulo 23: POV EDWARD- Opción I -FINAL

 
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