Capitulo Septimo

A Edward Cullen aún le dolia el labio,habían transcurrido ya tres días y todavía tenia miedo a reírse abiertamente,sin que se le abriera la herida.

En la oficina,fue la comidilla,de todos sus empleados¿Dónde habrá metido la boca Edward Cullen que había salido magullado?

Alice todavía estaba de viaje con su madre.Gracias a Dios.

-¿Cómo van los balances de este mes,Irina?:-le preguntó a su secretaria.

-Muy bien Sr.Cullen.Lo tiene todo  encima de su mesa.Ahhh..Sr. Cullen ha llamado a su oficina una señorita llamada Isabella Swan,dijo que no había encontrado su móvil disponible y que le dijera que se marchaba para todo el dia.El Sr.Jacob Black ha ido a buscarla a su casa.

El hombre partió el lápiz con los dedos.Un sonido semejante a un gruñido salió de sus labios.

Irina se marchó,con la cabeza baja,huyendo de aquel despacho como si le quemaran los pies.

-¡Mierda!

Tiró todos los papeles que había encima de su escritorio y comenzó a dar paseos como un león ejaulado. Se tocó el labio,acariciando levemente la herida y la lamió suavemente,pensando en los días pasados después del mordisco de Bella.

Aquella noche se desvistió pensando en ella y en su grácil figura.En aquel hermoso vestido que llevaba,la composion perfecta de la forma del escote en v ,le hacia unos hermosos y turgentes senos,su cintura estrecha  se ensanchaba poco a poco dando lugar a unas hermosas caderas,con las que soñó  acariciar hasta perderse.

Sacudió la cabeza y suspiró,le dolia terriblemente el labio,le había clavado los dientes con saña salvaje, y hasta le había gustado.Pero lo que mas le perturbaba era,qué haría Bella con el regalito de Tanya,teniendolo  a él allí.

Se pegó a la pared con su espalda y cerró los ojos fuertemente,estaba altamente excitado y la culpa la tenia una terrible jovencita de 17 años.Resbaló hasta el piso y escondió la cara entre sus manos ¿Qué podía hacer?Debia marcharse de allí.O aquella noche iria a hacerla suya a su habitación,a la fuerza.

Salió de su cuarto sigilosamente,llegando a la puerta de la habitación de su ninfa,ella,había dejado la puerta entreabierta,no se debía de haber dado cuenta,dadas las circunstancias.Bella Swan no se fiaba ni un ápice de su tutor.

Edward Cullen se acercó cuidadosamente,para no ser visto y se apostó con la mirada fija ,en la rendija que dejaba ver el cuarto de Bella,tenia una hermosa perspectiva de su cama,de un lateral de su cama,para ser más exactos.

Oyó unos ruidos roncos”jadeos”,pensó y lo que vió a continuación,le nubló todos los sentidos de su ya malformada sexualidad.

Allí estaba ella,completamente desnuda,acariciándose lentamente,toda su blanca piel.

El perfil de Bella,era toda una tortura,para el hombre,que dejó caer su mandibula como un niño pequeño.

Ella por su parte acariciaba con agresividad todas sus partes intimas,loca por consolar,el ardiente deseo que la embargaba.Con una mano en su pecho y otra en su entrada,bombeaba con absoluta perfeccion para llegar a su cúspide.El pelo revuelto sobre la almohada y sus ojos cerrados le daban apariencia de diosa.Eso pensó Edward Cullen,cuando se llevó la mano a la hebilla de su pantalón.La potente erección,de su pene,hizo que se restregara una y otra vez éste con su mano,arrebatado de una lujuria imperiosa.

Con la mirada nublada en el cuerpo de ella,oyó como sus jadeos comenzaban a hacerse más rápidos y acuciantes;su hora había llegado ,y la de él también.Soltó toda su semilla en el suelo,aprentando los dientes y mencionando su nombre mentalmente,como si realmente,fuera ella quien le estuviese haciendo aquello.

Bella por su parte,entre espasmos y jadeos de placer susurró un nombre en sus labios.

-Jacob..

Esta simple palabra,hizo que Edward Cullen descendiera de los cielos para aterrizar en el más oscuros de los infiernos.Ella no lo deseaba a él.Bella amaba a Jacob Black y a demás lo deseaba como una posesa.

La miró desamparado y se marchó sigilosamante a su habitación.Allí comezó a dar rienda suelta al cabreo monumental que tenia;comenzó a arrojar los objetos que adornaban su habitación,eloquecido.

Un ruido inesperado,alertó a Bella,quien estirada todavía en su lecho,ahogando sus últimos jadeos sin aliento.Se levantó rápidamente y se vistió con uno de los pijamitos,que le había comprado Alice.En ese instante se dio cuenta que la puerta de su cuarto estaba abierta y quiso cerrarla,mirando antes el largo pasillo,que había en esa parte de la casa.Resbaló y cayó de bruces,dando un fuerte culetazo en en suelo.

Adolorida y restregando su trasero con la mano, a causa del dolor,se miró los pies desnudos.

-¿Qué pasa ahí fuera?.-aquella voz era del demonio.

Edward salió  precipitadamente de la habitación.Al verla allí tirada,se le escapó una sonrisa tierna y le ofreció la mano para poder levantarse.

-No.Gracias.¿Es usted el que estaba armando tanto ruido?.-le preguntó ella mientras se apoyaba en su mano y se erguía.

-Digamos que no he tenido un buen dia.-le dijo él,mirándola a los ojos.-¿Has probado el aparatito,Bella?

Ella ,dio dos pasos hacia atrás y un calor muy conocido la embargó.Sus mejillas adquirieron una tonalidad cereza,que a Edward lo encandiló.

-No se que me esta diciendo….-dijo apresurada,cerrando la puerta.

-No.-él apoyó su fuerte mano en ella para que  no le negara la entrada.

-¿Quiere que le muerda otra vez?¡Esta usted,loco!Vayase…le dijo empujando la puerta con todo su cuerpo.

Él dejó que cerrara la puerta completamente.Se quedó un momento delante de ella y susurró en la entrada,a sabiendas que Bella estaba al otro lado apoyada en la puerta.

-Te he visto…..Bella..

Ella corrió hacia la cama y se tapó con el edredón hasta el cuello.la vergüenza la consumió y a duras penas pudo dormir aquella noche.Nunca más volveria hacer aquello,nunca más sin la puerta cerrada.

Dando paseos como un loco de atar,Edward Cullen,barajaba distintas versiones del dia que pasarían juntos,Bella y el cabrón de Jacob Black,ya se podía haber quedado,vistiendo hábitos,el muy gilipollas,en aquel instante era la preocupación más grande que a Edward le podría rondar por la cabeza.

Se marchó de la oficina al poco rato de llegar.

El silencio sobrecogedor lo desesperó, abrió la licorera y se sirvió whisky,se tumbó en el sofá y dejó pasar las horas,acrecentando su mal humor…Cuando viera a Isabella le iba a negar,salir con ese hombre o con cualquiera fuera de aquella casa.Si alguien quería verla,tenían que  presentarse delante de él y con tiempo limitado.

Bella Swan y Jacob Black,paseaban por Gibson Squeare Park,hacia una mañana maravillosa.

Iban cogidos de la mano.

Jacob,le había declarado su amor incondicional.

Ahora solo faltaba su primer beso de verdad….

Esas palabras en la mente de Bella eran buburbujas de champage que explotaban locas y le transmitían alegría.Era feliz.

Despues de mucho tiempo,de años;su sueño se había cumplido.

Miró la mano oscura de Jake y la apretó con fuerza.ël miró y le sonrió enseñándole todos sus dientes.

-¿Eres feliz,Jake?.-le preguntó llena de júbilo.

-Enormemente.-le dijo atrayandola contra si.

-Besame,Jacob…he estado soñando con eso,todas las noches,desde que te vi.-le dijo en un susurro.

Él se puso muy serio y la miró a los ojos,intentado buscar algo.

-No sé si me acordaré de hacer esto…Bella.-le dijo azotándola con su aliento provocador.

-Yo no lo he hecho nunca y sé hacerlo,Jake..dejame besart…..-No termió la palabra.Bella arremetió con sus labios los de Jakes y comenzaron  a buscar sedientos el calor de sus lenguas,ávidas de deseo.

-Bella…eres fantástica…pero te debo llevar con tu tutor.-dijo jadeante.

-Hum…,Jake,ese hombre me pone los nervios de punta…¿Te quedaras a comer?.-le dijo sonriente.

-Sólo si el Sr.Cullen,acepta.

-Hum…

-Nena….

-Jake..ven,ven aquí,creo que estoy soñando,dejame que te abrace,¡Dios! Te amo,te amo más que a nadie en el mundo.

Ella se aferró al amplio pecho,como si fuera su sustento de vida y lo colmó de besos hasta llegar al cuello del hombre,donde éste hizo el demás trabajo.Besarla con la pasión contenida,durante tanto tiempo.

Edward Cullen,borracho,depeinado(MMMM…..)y  con un cohíbas en su mano,oyó un coche llegar al porche,de su magnifica casa.Se asomó por la ventanilla y  vió que  del automóvil,salian dos personas,una era  Bella y el acompañante,debía de ser Jacob Black,lo miró ceñudo.No se lo esperaba así .Media casi dos metro,de pecho ancho y facciones angulosas.Parecia un maldito modelo de pasarela ¿Quién le había dicho a ese hombre,que lo suyo era ser cura?.

Se miró en un espejo del hall y se alisó los mechones de su rebelde cabello,se pasó la mano por la mejilla.La sombra de barba,estaba ahí.Pero estaba perfecto.

Bella entró con su llave y él salió a recibirlos con una muevca sarcástica en el rostro.

-¿Todo bien,Bella?.-le dijo mirándola.

-Estupendamente.-le dijo ella mirando a su compañera con ojos de corderita degollada.

-Sr.Cullen,soy Jacob Black,un gusto,recuerde hablamos por teléfono.-el tipo le ofreció la mano en señal de respeto.

-Sí.-él se la recibió.

-Este…Isabella,Bella y yo..-dijo el chico duditativo.

-Somos novios.-dijo ella efusiva mirando a su tutor con desprecio.

-¿Novios?.-dijo Edward entrecortadamente.-¿Ya?

-Yo amo a Isabella,señor…Es fácil amarla,tiene tanto calor en su interior.

“Ni que lo digas,mamón”pensó para sus adentros

-¿Si?

-¿Se puede quedar a comer?Alice llega esta tarde y me gustaría que lo conociera.-le perguntó Bella,con carita de niña buena.

-Como desees,Bella,esta es tu casa.-dijo Edward cortante.

-Bien,Jake,ven te voy a enseñar mi habitación mientras tanto ¿si?.-Ella miraba a Jake,embelesada.

-¡No!.-rugió el león.

-¿Cómo?.-preguntó Jake con cara de sorprendido.

-Es indecente que una señorita le enseñe la habitación a su novio sin llevar carabina.-dijo Edward,solemne.

-¿De qué siglo estamos hablando?

-Del que a mi me salga de mis pelotas,Bella,Tú no subes a …Black a tu habitación por que a mi no me da la gana ¡Y punto!

Bella se acercó al hombre con los dientes apretados.

-¿Quién se cree que es,para hablarnos de ese modo?

-Soy tu tutot y el único que puede subir a tu habitación sin ser observado,¿entiendes?

-No.

-Me da igual,esta es mi casa y aquí se hace lo que a mi me de la gana.

Jake sujetó a Bella y miró a Edward con desdén.

-Siempre puede abandonar esta casa…y venir a vivir conmigo.-le amenazó.

-Isabella,todavía no tiene 18 años,está bajo mi custodia legal.

-El tiempo pasa.-sentenció Jacob.

-Llevese bien conmigo,Black,por la cuenta que le trae…

-¿Es una amenaza?

-Por supuesto.

-Bella sube atu habitación…y te rohibo terminatemente ver a este tipejo..-ordenó Edward.

Ella se acercó a él y le escupió en la cara.

-Usted…usted…haré cualquier cosa para estar con Jake..yo lo amo.-le dijo con los ojos repletos de lágrimas.

Edward Cullen cerró los ojos fuertemente,con eso no podía luchar,no…eran las lágrimas una muchacha que creía en el amor,que luchaba por él…aunque sintiera una quemazón en su pecho.

-Está bien…perdónenme…yo he bebido demasiado..suban,suban…yo lo siento..

Y se tiró todo lo largo que era en el sillón de la entrada.

Bela se acercó a él y lo miró detenidamente.

-Vamos Jake..esta borracho…subamos…

Lo cogió de la mano y se lo llevó corriendo..tenian tiempo suficiente para perder su virginidad con el hombre de sus sueños,mientras su tutor dormía la mona.