Nos despertamos muy temprano en la mañana porque todos menos Alice y yo, tenían que ir a trabajar, en cuanto a mi me mandaron un mensaje de texto avisando que estaba despedida y que pasara a levantar mi liquidación el viernes, quedaban 2 días para el fin de semana donde iríamos a Forks para nuestro teatro, que era mi ilusión que no se convirtiera en eso.
Edward dejó que me duchara primero, luego que me vestí y salí del baño, le avisé lo esperaría abajo, en el camino encontré a Alice.
-te esperé toda la noche, eres una mala amiga, nunca llegaste.-a pesar de que habló en tono enojado, no podía dejar de reír, tenía una luz en su cara tan bonita.
-estas segura que no dormiste esperando a tu amiga.
-en realidad- miró para ambos lados del pasillo, que se encontraba vacío- como no venías, decidí llamar a Jasper-sonrió, contagiándome- hablamos hasta las 4 de la mañana.
-te gusta- fue una afirmación no una pregunta, porque se le notaba en la cara.
-no sabes cuanto, me encanta y tenemos tantas cosas en común, me invitó a cenar el fin de semana y acepté.
-me alegro tanto amiga, te mereces ser feliz.
-espero que lleguemos a algo antes de que tenga que volver a Paris.
-¿cuando te vas?.
-en 2 semanas.
En eso nos dimos cuenta que ya estábamos en la cocina.
-hablamos después.
Desayunamos cuando ya estaban todos en el comedor, fue tan lindo sentirse en familia y acompañada, me di cuenta que por mas que estuve con Mike nunca llenó ese vacío que esta familia, mi familia lo hacía.
En la puerta de la casa había un flamante Porche Amarillo con una moña gigante dorada, como había echo Emmet para conseguirlo tan rápido, no lo sé, pero era impagable la cara de Alice cuando lo vio.
Me despedí con una promesa a Esme y Carlisle de que nunca volvería a desaparecer y que me mantendría en contacto.
Fuimos hasta el estudio de Edward en su auto, porque yo dejé el mío estacionado en la plaza.
Antes de dejarlo e ir a mi casa, quedamos en que estaríamos en contacto y cualquier cosa que se saliera de control lo llamaría enseguida, porque tanto él como Emmet estarían al pendiente.
Al llegar a casa llamé a Mike a la zapatería, le conté que volvía a casa pero que necesitábamos hablar porque había tomado una decisión, lo único que le pedía era que viniera solo, no quería encontrarme con sus amigos.
Durante la tarde y hasta que Mike llegó a cenar, estuve buscando las cosas que me llevé de la casa de los Cullen, encontré unas cuantas fotos, estuve mirando y recordando, también encontré unos cd de música que le había grabado para Edward, con otros que él me había grabado para mí, un original de Debussy ¿lo extrañaría?, estaba escuchándolo cuando llegó Mike.
-hola, que horrible ¿que estás escuchando?.
-Claro de Luna de Debussy, a mi me gusta, hola.
-apágalo me desconcentra.
Se acercó y me abrasó dándome un beso en los labios, lo aparté para apagar la música, pero en realidad ya no quería sus besos y dolía que me hubiera equivocado tanto con él.
-Mike tenemos que hablar.
-lo se y te pido perdón, ayer fue el primer día que no dormiste conmigo y me desesperé, por eso te grite, pero te juro que te amo y solo quería encontrar una solución a nuestro problema, rápido.
Se acercó y me abrasó, besó mi cuello y yo no podía más.
-Mike por favor, déjame, necesito hablar contigo y aún estoy molesta, no tienes derecho a tratarme mal porque te desesperas, te dije que estaba con mi familia, hace 3 años que no los veía.
-voy a tener que conocerlos, de que quieres hablar. No se te ocurra dejarme porque te mato.
-Mike.-me asusté llegaría a ser tan violento como para matarme. Tomé el celular de la mesa y lo mantuve en mis manos, por las dudas, sabía que a lo mejor no llegarían pero me sentía más segura.
En este momento no sabía que hacer, porque si montaba el teatro que me propuso Edward, podría Mike enojarse con él cuando le pidiera el divorcio, pero por otro lado quería hacerlo sufrir por lo que me hizo y por lo que me estaba haciendo.
Se dio cuenta de mi nerviosismo porque enseguida me dijo.
-no te pongas así, si quería lastimarte lo hubiera hecho la noche de bodas.- fue en un tono tan natural que me asustó no conocerlo y que fuera mi esposo.
-¿porque te contuviste?.-necesitaba preguntar.
-no quería repetir la historia.
-¿la historia?.
-no quiero hablar de eso, que decidiste.-como siempre no se abría conmigo, si tan solo lo hiciera a lo mejor lo entendería y podría ayudarlo.
-estuve pensando, lo de entregarme a otro hombre para poder estar juntos… y lo haré.- no fue tan difícil porque pensé en Edward todo el tiempo.
-mi amor, no sabes cuanto me alegra, te deseo tanto que ya no aguanto.
Se paró y me abrasó llenándome de besos, de repente dejó de abrasarme para tomar su celular y comenzó a marcar.
-Mike, ¿que haces?.
-llamo a Jacob, tiene que ser hoy.
-no, no, no, por favor, espera que te diga, no quiero que sean tus amigos, ya elegí y tu me dijiste que lo podía hacer.
-ah y ¿a quién llamo, a James?.-dejó el celular a un costado para prestarme atención.
-es un amigo de la infancia, le conté lo que nos sucedía y quedó en ayudarnos.
-eh eh eh un amigo de la infancia, ¿porque le contaste? y ¿porque quiere ayudarte, le gustas?.
-tu le cuentas a toda la zapatería y yo no puedo confiar en un amigo de toda la vida.
-le gustas Isabella o a ti te gusta.
-no se si le gusto- espero que no se de cuenta que le miento- pero fue mi primer amor, un amor de adolescente.
-no, no va a ser con él, prefiero ser yo.
Se levantó y se tiró sobre mí, logrando que me recostara en el sofá, desesperado como siempre para nada tierno, ni por asomo había amor, de ninguna de las partes.
No sabía como reaccionar porque fue de sorpresa, mi celular cayó de mis manos al piso y grité cuando volvió a morder mi hombro logrando que sangrara, eso hizo que parara y lo apartara de mí solo un poco.
-me voy.-se lo dije llorando como pude.
-no, no te vas.- se calmó y habló suave.
Se apoderó de mi cuerpo otra vez, solo aprisionándome para que no saliera corriendo del apartamento, pero no en forma brusca.
-esta bien, lo estas haciendo por mi.- en realidad lo hacía por mi, para librarme de este infierno que tenía con él.
-claro.-que más decirle.
-¿porque no entregarte a mis amigos?.
-porque esto ya me parece una locura, necesito conocerlo y que mejor que mi amigo, el nunca me lastimaría.
-¿cuando?.
-este fin de semana en su casa en Forks.
-no pienso tomar otro avión.
-no quiero ir sola, lo hago por ti.
-pensándolo bien, necesito conocer a quién te va a tocar antes que yo.
-no quiero que te enojes con él, después de todo el culpable eres tú.
-prometido y perdón que te haga pasar por esto, realmente no puedo ser el primero, pero te voy a recompensar luego, te lo aseguro.
Me besó y lo besé, estábamos solos y si se daba cuenta que amaba a Edward, que pasaría.
Gracias a Dios cuando se disponía a acariciarme un poco más de lo de siempre, sonó el timbre.
-yo atiendo- lo dije levantándome y abrochando la camisa que ya había logrado desprender.
Para mi sorpresa era Emmet, haciéndose pasar por mensajero, traía un ramo de rosas rojas y 4 bolsas de regalo para mí.
-Sra. se encuentra bien.- su rostro era serio y miraba mi hombro donde la camisa estaba llena de sangre por la mordida de Mike.
-si muchas gracias, es solo un rasguño.
-está segura.
-si- le sonreí para que se fuera, me entregó las cosas y se fue haciéndome señas de que lo llamar al celular si necesitaba ayuda y articulando –estoy abajo.
Cerré la puerta y Mike sacó de entre las flores la tarjeta.
-“para ti Bella, EC”. Que significa EC.
-Edward Cullen, es mi amigo.
-los amigos no mandan rosas rojas a las mujeres casadas.
-sabe que me gustan.-no se porque pero me encantó el detalle.
-nunca te gustaron las rojas, pensé que eran las blancas.- hasta yo me había olvidado.
No sabía que contestarle, pero no fue necesario ya que dentro del sobre habían dos pasajes en primera clase y no insistió con la pregunta.
-primera clase, Bella son primera clase.-se le habían iluminado los ojos.
-si, no le falta el dinero.
-que más te trajo.- me quitó las bolsas y se puso a revisar.
-no me gusta ese Edwin Cullen.
-se llama Edward, ¿porque no te gusta?.
-mira.- en su mano tenía lencería color azul, muy sexy y diminuta.
Sonreí, Edward quería que me pusiera eso solo para montar un teatro.
-no se que decirte, que más hay.
-dime que no te lo vas a poner.
-en realidad creo que necesita que me lo saque.
-¡Isabella!.
-lo hago por ti.
Revisé las demás bolsas, había un perfume que para comprarlo deberíamos juntar el sueldo de Mike y el mío por tres meses, lo usaba cuando era chica porque fue un regalo de él cuando cumplí 14, nada que ver con el que me regaló Mike, este era exquisito.
También había una campera y botas de abrigo, claro siempre estaba fresco y lluvioso en Forks, solo para mí, que Mike se congele.
Cenamos y Mike estaba muy cayado, solo miraba el ramo de rosas que puse en medio de la sala y las bolsas con los regalos de Edward.
Nos fuimos a acostar y cuando Mike entró al baño tomé mi celular y le envié un mensaje a Emmet y otro a Edward, quería que se quedaran tranquilos, más después de que Emmet vio que estaba lastimada. Contestó Edward avisando que estaban abajo, con razón pasaban días sin dormir.
Logré dormir, un poco tensa pero lo hice, me despertó unos besos en los hombros desde mi espalda, lo que logró me tensara aún más.
-Mike por favor, no me lastimes.
-no soy Mike.
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Hola gracias por los comentarios que superaron mis expectativas, lo prometido es deuda y aquí dejo este capitulo que espero les guste.
Quiero y necesito sus comentarios para seguir, les propongo que digan quién piensan que es. Será James, Jacob, Edward o Emmet según los aciertos les subo otro capitulo.
Gracias, saludos.
ec07.
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