-¿Bella?.- no pude contestar, solo asentí, aun con la foto en las manos.
-Jessica, trae algo para el dolor de cabeza otra vez estoy alucinando. Debo hacerle caso a papá y dormir un poco más.- él solo miraba a Jessica, esperando que yo desapareciera, ¿que esperabas Bella?, que después de irte sin avisar te recibiera con los brazos abiertos.
-Edward, no sabía que eras el abogado… yo creo que… me tengo que ir.
-¿eres tú?. Jessica ves a esa muchacha parada ahí.
-es Isabella, acaba de venir y estábamos charlando.
-eres real.
Acortó la distancia y me abrasó, comencé a temblar, correspondí al abraso y me di cuenta que estaba completamente perdida, todo lo que había jurado olvidar cuando me fui de Forks había vuelto, con una intensidad aún mayor, arrasando todo a su paso como un tornado grado 5. Su aroma era mil veces más lindo de lo que recordaba, parecía que volvía a ser una niña en sus brazos, que era esa niña de la foto que aún tenía en mi mano.
Se separó un poco para mirarme a los ojos, pero no soltó su agarre de mis brazos, volvió a sonreír, tenía una expresión de felicidad mezclada con nostalgia y dolor.
-eres de verdad, lo se porque te estoy abrasando. No sabes cuanto tiempo esperé este momento, tengo tantas cosas que peguntarte que no tienes una idea.
Dejé la foto en su escritorio y enfrenté la realidad, él estaba aquí, la persona por la cual me fui de Forks sin avisar, sin dar explicaciones, haciendo que no existí para ellos, llevándome todo lo que me pudiera recordar, lo que quise evitar, pero el destino era cruel para mí y me ponía nuevamente en su camino.
-estoy aquí Edward y contestaré todas tus preguntas.- no guardaría más secretos, todo lo que preguntara lo contestaría sin tapujos, sin miedos, debía superar lo que pasó hace 3 años, después de todo ya había madurado no era esa adolescente tonta.
Se dio la vuelta y le dijo a Jessica que cancelara todas sus citas por el día.
-No puedo creerlo, Isabella es tu Bella, que chico es el mundo y pensar que quería salir antes de entrar- tenía que contarle que me quería ir.- estoy muy feliz porque si tu encontraste a Bella yo puedo encontrar a Mike.
Ella desapareció por la puerta y Edward se puso serio.
-vamos, tu y yo tenemos una charla pendiente.- soltó solo un brazo y del otro me dirigió a la puerta, lo seguí callada, tenía razón le debía explicaciones, pero él también a mí.
Subimos al ascensor, Jessica me saludó con la mano y yo la imité, no creo que Edward quisiera soltarme para que la saludara con un beso, ella fue muy amable conmigo.
Al cerrarse la puerta tocó uno de los botones y se comenzó a mover, pero no bajó sino que subió.
-¿a donde vamos?.
-tengo un piso arriba, para descansar entre los juicios.
-mmm- no me salió nada más.
Apenas se abrió la puerta era un piso completo, donde el ascensor es la puerta de entrada, no tenía hall, un lugar exquisitamente decorado, se notaba el estilo de Esme, la mamá de Edward, pero manteniendo el estilo de un hombre soltero, ¿estaría soltero?.
Al entrar habían tres sillones de cuero negros con una gran alfombra en color blanco muy mullida, los ventanales enormes llenaban de luz la habitación, decorada en blanco y negro, había una luz de pie con un plafón en rojo en una esquina llamando la atención, permitiendo que el lugar se convirtiera en algo mágico. Aunque el efecto lo daba la compañía que tenía.
Había cambiado pero solo un poco, es 5 años mayor, mucho más alto, ya que mide un poquito más de 1.80m, delgado, pero con el abraso que me dio en su escritorio puedo asegurar que tiene los músculos del pecho y abdominales, muy marcados, sus ojos verdes me hacen perder la razón al momento que entran en contacto con los míos, su pelo color bronce siempre está despeinado, dando un toque sexy y el gesto que tiene siempre de despeinarlo cuando está nervioso es sensualidad pura, sus labios, esos que soñé por tanto tiempo besar parecían más apetitosos, me sacó de mis pensamientos con los cuales lo estaba comiendo con la mirada para invitarme a sentar en los sillones de la sala.
-por estos 3 años me he vuelto loco buscándote, imaginando este momento donde te preguntaría tantas cosas, pero ahora que estás aquí frente a mí, solo quiero saber, ¿porque te fuiste?. ¿Porque borraste todo rastro?. ¿Porque te llevaste mis fotos?. ¿Porque me abandonaste sin explicaciones?.
-Edward, por que… me enamoré de ti.
Por 2 segundos se quedó escuchando mis últimas palabras, que parecían retumbaban en la habitación, pero luego se paró y me tomó de los brazos haciendo que me parara también, me pegó a su pecho y me iba a besar, lo supe por su expresión, pero yo no podía, no sin que se enterara de toda la verdad, así que sufriendo por querer besarlo tanto o más que él, puse mi mano entre nuestros labios antes de que se juntaran. Una corriente eléctrica recorrió toda mi mano pasando por mi brazo hasta situarse en mi corazón, donde él respiró, su respiración causó ese efecto en mí.
-¿porqué no?, yo te amo Bella, lo hago desde que te conocí, te acuerdas, aquel día que llegaste a jugar con Alice, mi hermanita te presentó como su mejor amiga, desde ese momento, sabes cuanto sufrió tu ausencia, todos lo hicimos pero te juro que yo aún más, porque nunca me atreví a decirte en la cara TE AMO BELLA.
Me aparté solo un poco y se me doblaron las piernas, quedando sentada nuevamente en el sillón, lo que había esperado por años sentir, escuchar, él lo decía sin problemas, con una voz aterciopelada que me dejaba sin aliento, sentía, sintió lo mismo que yo hace 3 años y lo estaba escuchando de sus labios.
-tenemos que aclarar tantas cosas.- le hice señas para que se sentara.- después de que mis padres tuvieran el accidente y tu no me dejaste sola, me di cuenta que te necesitaba, no solo como amigo, así que me armé de valor y te cité en el prado, nuestro prado- sonreí al recordar el prado en Forks donde pasábamos tardes enteras charlando.-para confesarte mi verdad.
-nunca llegaste, te esperé hasta que anocheció.
-si fui, pero al llegar, te vi, estabas con Tania haciendo el amor, en nuestro prado…y huí.
-te equivocas yo nunca tuve nada con Tania, ella se fue el mismo día que tu, porque la rechacé, le dije que te amaba y que estaba esperando que llegaras para decírtelo.
-enserio, wow y que hacía desnuda encima de ti. No contestes- le hice señas con las manos para que no lo hiciera- ya no importa, lo que si importó fue que te vi, esa imagen estuvo presente durante mucho tiempo en mi mente y por eso no volví, no podía soportar verte con otra persona y como no quería ser egoísta me fui, no fue solo eso también...
-deja que te cuente lo que pasó.
-mj- asentí.
-te esperaba acostado en el pasto, mirando las nubes, cosa que hacíamos juntos recuerdas- asentí, apenas sonriendo- cerré los ojos y al rato sentí que me acariciabas, te dejé porque sabía que sentías los mismo que yo, pero al besarme supe que no era tu aroma, porque lo tenía y lo tengo grabado en mí, debe de haber sido en ese momento que me viste porque al descubrir que no eras tu la tiré lejos y estuvimos discutiendo, yo no quería salir de ahí porque te esperaba, así que logré que se fuera ella.
-al parecer el destino nos jugó una mala pasada, contando también que yo era una niña sin experiencia.
-si, pero tengo una teoría sobre eso.
-una teoría, ¿Cuál?.
-tu y yo estamos predestinados, por más que nos empeñemos en separarnos el destino nos vuelve a juntar, estoy seguro y que estés aquí hoy, lo confirma.
-puede ser- continué con mi historia- al llegar a casa después de verte en el prado, encontré una carta de un juez, me llevarían a un orfanato, sabía que si hablaba con tus padres me quedaría, pero no soportaría verte con otra mujer, junté mis cosas, pasé por tu cuarto, llevé todo lo que me recordara, bueno creo que olvidé la foto que tenía tu mamá, esa que está en tu escritorio.
-si y gracias a dios que la olvidaste.-no podía creer que ese dios griego que estaba frente a mí, quisiera encontrarme, quisiera recordarme todo este tiempo, mientras yo quería olvidarlo o lo intentaba.
-perdón Edward, no pensé que les haría tanto daño, pero era una niña aún, pensé que tu me veías así y no medí las consecuencias solo huí, viajé por casi todo Estados Unidos, hace más o menos unos 10 meses que estoy en esta ciudad.
-como me encontraste, yo solo me enteré que llegaste a la cuidad y por eso instalamos el estudio aquí junto con Emmet.
-¡por dios! Emmet es el otro abogado.-no fue una pregunta, sino una afirmación, ahora entendía porqué E&E.
-si, pero como lo hiciste, yo no pude y tengo a los mejores investigadores tratando de encontrarte.
Era mi turno de confesar.
-no te buscaba- miró con asombro, pero debía decirle la verdad, fue el destino como decía él- solo estaba pensando en que hacer con mi vida sentada en la plaza de enfrente, vi el cartel de abogados, necesito divorciarme y crucé.- Edward se paró automáticamente con ambos puños cerrados.
-¿estás casada?. ¿Cuándo?. ¿Cómo?. ¿Quién?.- levantó la voz a casi un grito.
-si me casé hace 4 meses, pero quiero divorciarme y ya.
Me observó y se enojó más.- estuviste llorando, ese idiota ¿que te hizo?, te engañó, te pegó, te…- apretó los dientes antes de hablar a través de ellos- violó.- que debía decirle, ¿la verdad?, si, para que ocultarlo, dije que contestaría todas sus preguntas.
-Edward tranquilízate, yo estoy bien, te lo aseguro, te cuento todo, solo quiero saber si esto puede mantenerse en secreto.-no quería que todo el mundo se enterara como lo está haciendo Mike con sus amigos.
Se tranquilizó un poco y sentándose en el sillón nuevamente dijo.
-lo que hablemos no sale de aquí, al menos que tengamos que ir a la corte.
Se escuchó la puerta del ascensor y la persona que venía hacia nosotros dijo.
-privilegio abogado cliente, ¿que se supone que no se debe saber? y ¿porque estas entrevistando en el departamento?…¿Bella?.
-si- me paré y no tardó en abrasarme tan fuerte y dándome vueltas como lo hacía siempre en el pasado. Era tan alto como Edward, cabello un poco más rubio y ojos azules como su mamá, en cuanto al cuerpo era gigante, parecía que hacía pesas, sus músculos sobresalían de la camisa que se notaba era muy cara.
-no lo puedo creer, eres tu, tu, tu, tu.
-si Emmet, bájala ya, que está quedando azul.
-perdón cuñadita ¿estás bien?.- me dejó parada y me alisaba la ropa, no podía creer que él también sabía que Edward me quería y pensara que ya estábamos juntos.
-creo que sí Emmet, estaba desacostumbrada a estos abrazos.
-acostúmbrate, porque no aguanto a Edward otros 3 años lamentándose.
Nos reímos un poco y se sentó a mi lado abrasándome.
-de que hablaban.
-quiero divorciarme.
Otro que tuvo la misma reacción que Edward y realizó las mismas preguntas, no sabía que les pasaba pero luego me contaron que Emmet tuvo un caso donde el esposo violaba y golpeaba a su esposa hasta que ella lo denunció.
-hoy salió el fallo del juez a favor de ella, se llama Rosalie y creo Bella que estoy enamorado.- ponía cara de tonto.
-no lo puedo creer.
-digamos que yo no lo creo, tu estás aquí y casada.
-si, pero me quiero divorciar.
-está bien cuenta, porque los casos los llevamos casi siempre juntos, que sucedió.- dijo Emmet, era raro verlo así en rol de abogado y serio.
-luego de 2 meses que lo conocí me casé, lo se no digan nada, fue una locura- ambos asintieron- no habíamos estado juntos en el tiempo de novios, así que la noche de bodas era nuestra primera vez- Edward apretaba los puños y respiraba con dificultad.- empezó todo muy tierno pero de pronto se volvió extremadamente rudo, me estaba lastimando por lo que le dije que mi primera vez quería que fuera con amor, se enojó mucho y casi rompe todo en la habitación y diciendo que no pensaba hacerme mujer se fue.
-no lo puedo creer, ¿eres virgen?.- preguntó Emmet muy divertido.
-hace 4 meses que está casada.- dijo Edward muy serio.
-si, aún lo soy.- mis mejillas ardieron y vi como Edward sonreía, había pensado que me hizo mujer en esos 4 meses.
-no te preocupes Bella, eso tiene solución, cuando te agarre Edward, te aseguro que te hace mujer, lleva más de 3 años de abstinencia esperándote, eso sí, cuídate con todo lo que puedas, te imaginas 3 años…
La cara de Emmet era un poema, con Edward solo estábamos colorados, no podía creer él esperó todo este tiempo ¿por mí?.
-otra cosa que me tiene desorientado, ¿porque estuviste 4 meses casada?.
-él al principio no quería hablar del tema, luego me pidió tiempo para encontrar una solución al problema, así llama a mi virginidad, pero ayer llegué al límite, si no estaba conmigo me divorciaba y le preparé una cena, para mi sorpresa llegó con un amigo, se quedó a comer y él cambió, me dijo que luego de esa noche todo sería distinto para nosotros, pensé que había recapacitado pero estaba muy lejos de eso.
Luego de comer se fue a comprar helado, a pesar de que ya tenía postre.
-anota eso hermanito, aún le gustan los helados.- dijo Emmet y para mi sorpresa Edward le siguió el juego.
-anotado.- hizo el gesto de anotarlo en su palma.
Los miré extrañada, pero a la vez contenta, se llevaban genial, como dos amigos, hubo un tiempo de chicos que Emmet no paraba de hacer bromas y Edward ya no las tomaba bien, ahora eran compinches.
-¿sigo?- ambos asintieron- su amigo me sorprendió en la cocina y me besó, quería mucho más que eso y cuando me negué, me dijo que mi esposo estaba al tanto de todo, nunca me habían humillado tanto en la vida…
-lo logró- preguntó Emmet, Edward solo esperaba mi respuesta.
-no- se escucho el suspiro de alivio de Edward- le di un rodillazo muy fuerte y lo saqué de mi casa a sartenazos.
-cuídate de sus rodillas y de los sartenes.
-anotado.- ese era el Emmet que conocí, Edward si me volvió a sorprender.
Los miré seria, aunque recordar la cara de dolor de James hizo que se me escapara una risa.
-¿que pasó después?.
-dejé la llave en la cerradura y durmió afuera, hoy temprano me pidió disculpas, era muy sincero hasta que lo arruinó todo.
-te pegó- negué- se enojó porque no te acostaste con ese idiota. ¿quiero los nombres cuñadita?, les va a venir muy bien una paliza.
-Emmet deja que termine, ¿que hizo ese idiota?.
-me dijo que la próxima vez elegía a otro amigo o que yo eligiera de los míos.
-¿pero que le pasa?.
-no tengo la menor idea, nunca quiere hablar de tema, se que me desea pero no quiere ser el primero, dice que me va a lastimar, son todas sus explicaciones.
-no te preocupes Bella, eso es solo papeleo, solo tiene que firmar y si se niega, lo apretamos un poco, verdad Edward.
-si, unas cuantas piñas no le vendrían mal, claro que también le daría las gracias.
-¿las gracias?.- le preguntó Emmet.
-si por cuidarla para mí.- me quedé hipnotizada hizo una sonrisa de costado que me robó el aliento.
Algo preguntó Emmet que no logré escuchar y reaccioné ante la respuesta de Edward.
-si, se fue porque se enamoró de mí y me vio con Tania en el claro.
-ah, si la idiota esa, menos mal que desapareció, porque nosotros no le podíamos pegar por ser mujer, pero Alice se quedó con las ganas. Al final tenía razón la enana, Bella se fue por Tania. Uy…- Emmet puso cara de espanto- no se te ocurra decirle a Alice que te fuiste por Tania, por favor.- ponía carita tierna.
-¿porque? si se puede saber.
-Emmet le apostó un porche amarillo y perdió.
-wow, no te preocupes, tengo los labios cerrados.
-si, gracias, pero no sabes mentir- respiró hondo- bueno sabes donde puedo conseguir uno.
Nos reímos los 3 juntos como lo hacíamos de chicos, me sentí tan a gusto con ellos, en familia, acompañada.
-me tengo que ir, pero antes tengo que pedirte un favor Bella.
-para que sirvo.
-necesito que te asegures que Edward duerma, lleva 2 días sin hacerlo por un caso difícil, hoy en la noche es el cumpleaños de papá y tiene que estar bien, tu eres nuestro regalo, jaja no tengo que gastar.-cambió su cara a una triste y dijo-bueno si tengo que comprar un porche.
-yo no puedo ir a Forks, tengo trabajo o lo tenía y me deben de odiar.- dije preocupada.
-Bella están en la ciudad, se mudaron para estar junto a nosotros y te aseguro que no te odian. ¿Trabajo?, Edward no te dijo del seguro.
-¿seguro?.
-si, tu papá tenía contratado un seguro, lo cobraron mis padres porque figuran como tus tutores, Edward se ha encargado de trabajarlo, no es mucho pero puedes vivir tranquila.
-no lo puedo creer, durante todo este tiempo si falto al trabajo no como y a esta hora ya me despidieron por faltar sin avisar.
-no necesitas trabajar.
Me quedé sentada pensando todo lo que había cambiado mi vida en unas horas.
-me voy- se levantó y me dio un beso en la mejilla.- nos vemos y no se te ocurra desaparecer otra vez.- tomó una foto con su celular, como lo miré raro.- es por si te vas, subo la foto a Facebook y cuando te encuentre te mato.
-no voy a desaparecer, pero no me puedo quedar.- debía buscar ropa en mi departamento y lugar donde quedarme esa noche, porque no volvería con Mike.
-de que tienes miedo, lo único que puedes perder es tu virginidad.-quedé súper colorada.
-Emmet no la molestes.
-tienes razón hermano, llevas 2 días sin dormir, pero 3 años de abstinencia.- se alejó riendo por sus conclusiones.
Miré mientras caminó hasta el ascensor cuando se subió, me saludó con la mano antes de desaparecer, lo imité.
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Hola aquí les dejo un capítulo que espero les guste, comenten que piensan que pasará ahora que están solos y dejen su votito si es que pueden.
Osilupe me prometiste dos capítulos, los espero.
Saludos.
ec07.
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