Continuación desde el capítulo 17, segunda reacción de Edward.

Edward estaba irreconocible, sería que tomó mucho alcohol como me dijo Rose, al momento de tomar con sus dientes la liga, sacó su lengua y lamió en forma muy seductora, cerré los ojos pero no ayudó porque hacían que los sentidos fueran más fuertes, traté de pensar en cualquier cosa, pero lo único que venía a mi mente era la noche en Forks y su forma de hacer que fingiera con un beso íntimo, abrí mis ojos y miré a Emmet estaba muy concentrado mirando a su hermano y el trabajo que estaba haciendo que parecía fuera eterno porque bajaba de a milímetro.

Por fin terminó y para mi sorpresa la última era Jessica, ambos sonrieron con una sonrisa cómplice y no miré, sabía que eran solo amigos y Edward aprovecharía el momento para provocar a Mike y no me equivoqué, Emmet que había bajado lo sostuvo para que no subiera al escenario y dejara que Edward subiera la liga hasta casi su intimidad, provocando un sin fin de silbidos y gritos de los presentes.

Terminada mi tortura, porque Alice la pasó bien, pusieron música lenta y nos invitaron a los novios a bailar una pieza.

Edward solo me atrajo a su cuerpo lo suficiente y no conectó su mirada con la mía, fue un alivio dejar que mis mejillas volvieran a su color, en cambio Jasper estaba muy cariñoso con Alice, le decía secretos en el oído y ambos reían cómplices.

Me quedé mirándolos por un momento por lo tierno de la situación y aproveché para hablar con Edward.

-mi amor, tu… creo que tenemos que hablar… del embarazo…

-no hay nada de que hablar.- cuando dije embarazo se paralizó.

-creo que si.- debía insistir algo no estaba bien.

-cuando estemos solos.-dicho esto me soltó.-ya vengo.

Me dejó sola en medio de la pista y todavía estábamos en mitad de la canción, no se cuantos segundos pasaron que estaba paralizada hasta que me tomaron de las manos y las llevaron a su cuello, logré enfocar mi vista para encontrar a mi salvador.

-Eric.

-¿Sra. Cullen, me permite esta pieza o lo que queda de ella?.

Le sonreí.- claro con gusto.

-¿que le pasó?.-refiriéndose a Edward.

-tenía algo que hacer.-mentí porque no tenía idea porque se fue.

-ya veo.- lo dijo señalándolo en el bar tomando al parecer whisky.

-tenía sed.

-Bella, realmente me sorprendí que te casaras, pero no me gusta la actitud que tiene Edward, me reprendí de no acompañarte la semana pasada y ahora tengo que decirte, te quiero mucho y sabes que cuentas conmigo para lo que sea.

-gracias y sabes que también cuentas conmigo para lo que sea.

Me abrazó y terminó la canción comenzando otra pero en esta ocasión todos los invitados comenzaron a bailar.

-¿me concedes otra pieza?.- lo dijo muy caballero y sonriente lo que hizo que también sonriera.

-claro.

Por un momento solo me hacía girar y sonreír hasta que me preguntó.

-Bella realmente para lo que sea.

-¿que tienes en mente Eric?.

-no pienses mal, eres mi amiga y me lo dejaste muy en claro en Forks.-le sonreí para que siguiera porque me había asustado.-ves la mujer que está allá de verde.

-no ¿Cuál?.

-olvídalo la sacaron a bailar,  pensé que estaba sola.

Seguí su mirada y me di cuenta que no conocía a la mujer pero la persona que estaba bailando con ella era Mike.

-no la conozco pero el que está con ella es mi ex-esposo.

-¿estabas casada Bella?.-lo dijo muy sorprendido.

-es una larga historia, pero vamos porque él también está en pareja y no es ella.

-ah-se puso nervioso pero encaminó el baile hasta la pareja.

Mientras llegábamos al encuentro miré a la muchacha, era alta, tenía el pelo recogido en un moño, usaba lentes delicados y llevaba un vestido verde claro con la liga cerca de su rodilla, ese fue Jasper pensé y por eso no la había visto porque si Edward tocó sus piernas yo me acordaría.

-disculpen, ¿Mike podemos hablar un momento?.

Se dio la vuelta para mirarme, sin soltar a la chica.-Bella, claro no hay problema.

-¿cambiamos de pareja?- asintió- perdón, él es Eric.

-hola Bella yo soy Ángela- tendió su mano y la acepté, luego tomó del brazo a Eric, quién se puso colorado por la sorpresa.-hola guapo, ¿vamos a tomar algo?.- él asintió y se fueron rumbo al bar.

-¿de que querías hablar Bella?.

-de nada, es que mi amigo le gustaba Ángela y como no sabía quién era no le había hablado, justo cuando te vi con ella vinimos.

-que bueno, vino sola y por eso la invité a bailar para que no se aburra, es la prima de Jessica.

-con razón Jessica te dejó solo.- nos reímos juntos y luego se escuchó como por los parlantes llamaban a los novios para cortar el pastel

Me dirigí luego de que Mike se fuera con su familia, a la mesa donde se encontraban dos pasteles enormes en blanco y verde con dos novios besándose en la parte superior, a un lado estaba la mesa de postres, nunca pensé que existieran tantas variedades de dulce, Alice se lució totalmente en cada detalle.

Me encontré con toda la familia obstruyendo el paso a la mesa del pastel, toda menos Edward que no tenía idea donde estaba.

-¿que sucede?.- les pregunté.

Habló Carlisle.-hija, queremos saber si está todo bien, no tienes que seguir con esto si no quieres.

-yo puedo divorciarte tan rápido como con Mike.- agregó Emmet.

-no me quiero divorciar.

-Edward está tan raro, no quiere hablarnos solo toma y toma.- dijo Alice.

-lo se, pero él es mi vida y en la pista me dijo que hablaríamos cuando estuviéramos solos. Se por Mike que estuvo averiguando sobre mi embarazo, si algo no está claro lo hablaremos porque está aquí.

-está bien pero sabes que estamos todos de tu lado.- dijo Esme y nos abrazamos.

-es lo menos que podemos hacer, no queremos que sufran ninguno de los dos.-dijo Carlisle.

-bueno suban a cortar el pastel.- dijo Rose.

Subimos los tres, en ningún lado se veía a Edward, por lo que empezaron a sacarse fotos y cortar el pastel Alice y Jasper, luego de unos minutos que no fueron muchos pero parecieron un montón, apareció Edward entre la gente, cuando pasó por al lado de Emmet esté lo detuvo y le dio una piña en el estómago, que hizo que se doblara y yo quedara paralizada, no quería que le pegaran, por más que estuviera actuando extraño estaba aquí y se había casado conmigo.

-eso es por hacer sufrir a Bella.

-a ella también le pegaste por hacerme sufrir.

-no seas idiota…- los separó Esme con Carlisle.

-vasta Emmet- dijo Esme enojada.- tu sube a cortar el pastel, ya tendremos tiempo de hablar-mientras Edward subía pasando su mano en el estómago por la piña de su hermano, Esme rezongaba a Emmet.-no quiero ver que le pegues otra vez a tu hermano.

-pero mamá viste como trató a Bella y no le pegué en la cara va a salir lindo en las fotos…

-¿te encuentras bien?.-le pregunté cuando se puso a mi lado.

-si.-fue cortante, se paró detrás y puso su mejor sonrisa fingida para sacarse una foto y cortar el pastel.

-te amo Edward.

-lo se y yo… también.

Servimos un pedazo de pastel en el plato y nos dimos en la boca el uno al otro un trozo, en ese momento lo vi más como Edward el que me enamoré sin fingir que estaba bien, luego destapó la champaña, el tapón salió volando y cayó entre la gente que estaba acompañando el corte del pastel con nosotros, enseguida se apartaron una cantidad para darnos la visión de uno de los invitados en el piso, era Mike a quién le había caído el tapón tan fuerte que tenía un chichón en la frente, eso no fue todo, enseguida que sucedió lo del tapón se generó un silencio que fue interrumpido por Emmet diciendo- ahora sí lo grabaron, lo grabaron.

Todos estallaron a carcajadas, pero nosotros mucho más, porque sabíamos a que se refería, en Forks nos había reprendido por no grabar a Mike cuando se dio contra el cartel y ahora tenía justo lo que quería.

Cuando estuvimos más tranquilos ya nos dolían las mejillas de tanto reír, servimos dos copas, Alice y Jasper hicieron lo mismo, entrelazamos los brazos y tomamos champaña, Edward tomó su copa de un solo trago y dijo.

-van dos, queda uno.

-¿Qué?.

-nada.-lo dijo muy tranquilo sin dar importancia a sus palabras.

Salimos y vinieron los mozos quienes continuaron con el trabajo de repartir los postres y el pastel a los invitados, algunos pasaban por la mesa a elegir el que más le gustaba y otros optaron por esperar que les sirvieran en sus mesas.

De lejos vimos como Carlisle estaba atendiendo a Mike mientras Jessica y su hijo estaban a su lado sin dejar de sonreír.

Edward me abrasó pasando sus manos por mi cintura, apoyó su frente en la mía y me miró muy tierno, solo con eso me encontraba feliz, no quería más que estar toda mi vida junto a él, cuando pensaba besarme aparecieron Emmet y Rose de la mano.

-hola-dijo Emmet interrumpiendo mi ansiado beso.

-¿que pasa?.-preguntó Edward, sin dejar de abrasarme solo perdiendo el contacto de la mirada.

-veo que están mejor.- dijo Rose, le sonreí y ella habló nuevamente.-está así-señaló a Emmet que seguía con la cara de bobo.-porque le conté que podemos mirar las cámaras de seguridad del aeropuerto donde diste a Mike contra el cartel.

-lo voy a subir a la red.

-lo voy a mirar- dijo Edward con una sonrisa en los labios.-nunca me reí tanto en mi vida.

-vamos.-le dijo Emmet, al parecer no estaban enojados por el golpe que le dio en el estómago.

-¿A dónde?.-pregunté.

-tradición, tiramos al novio, en este caso a los novios.-levantaba ambas cejas muy cómico, así era Emmet.

Edward soltó su abraso y se fue, estaba muy desconcertada no entendía nada, por momentos parecía que estaba ahí y por otros que se encontraba a kilómetros de distancia.

Al llegar junto a su hermano los comenzaron a tirar entre todos los hombres presentes, Mike estaba sentado a un lado, eso me dejó tranquila porque podría querer tirarlo a piso en caso de participar, después de todo lo noqueó con un corcho.

No quería mirar porque me ponía nerviosa así que aproveché el momento para preguntarle a Alice.

-Al, sabes a donde vamos de luna de miel.

-a donde vamos es mucha gente Bella, a donde van ustedes.

Sonreí.-tienes razón, pero no contestaste.-realmente quería saber si Edward tenía algo preparado.

-no lo se.-la miré como diciendo no me engañes.-realmente no lo se, Edward me había dicho que lo arreglaría él y cómo no me habla, Jasper tampoco me dijo, pero ya tengo una idea.

-no importa donde sea mientras estemos juntos.-y solos pensé, así poder hablar.

-lo mismo pienso, de mi esposo.-suspiró mirando a Jasper volar por los aires.

-¿a donde irás tu o a donde crees que irás?.

-no me lo dijo, pero creo que a Paris, porque el otro día hablamos y como me falta un semestre para terminar las clases, quería que las terminara y yo también, solo tengo una semana libre antes de comenzar.

-disfruta mucho.

-te aseguro que ya lo estoy haciendo.-lo dijo sonriendo y luego se puso seria.-hace mucho que no veía a Edward y a Emmet así, ambos están como yo, felices, aunque Edward este ignorándonos está feliz.

-mis tres hijos o bueno, mis seis hijos encontraron su lugar y la persona con quién compartirlo.-nos dijo Esme que estaba a nuestro lado y no me había dado cuenta.

-si mamá eres la madre de todos.-le dijo Alice.-no se como haces para querernos por igual y que ninguno note diferencias.

-hija ahora te vas a dar cuenta que es en forma natural.-le dijo mientras pasaba su mano por la pancita plana de Alice. Luego se abrasaron y se besaron, era una imagen muy tierna que me hizo recordar a mi mamá y sin querer se escapó una lágrima por mi mejilla.

Esme enseguida se dio cuenta y también el motivo de mi lágrima, soltó el abraso de Alice para darme uno muy maternal, que agradecí, luego me dijo-hija no llores, tu mamá no te dejó sola, solo cambió la forma en que la tienes, ahora no la ves pero si la sientes aquí.-señaló mi corazón.

-gracias Esme, te quiero mucho.

-yo también, te pido que seas feliz y en lo posible has feliz a mi tonto pero enamorado hijo.

-lo intentaré.-dicho esto terminamos en un abraso grupal, Alice, Rose, Esme y yo.

-no lo puedo creer, porque no avisaron que hay abraso grupal.-dijo Emmet prácticamente tirándose sobre nosotras y recibiendo un gran abraso de oso, típico de Emmet.

Soltamos el abraso entre risas, miré a mi alrededor y tanto Carlisle como Jasper se habían unido, en cuanto a mi querido esposo no tenía ni la más pálida idea donde se encontraba.

-bueno chicos ahora les toca a ustedes esperar por nosotras.-dijo Alice.

-¿que van a hacer?.-preguntó Jasper.

-nos cambiamos, tiramos el ramo y nos vamos.-habló mirando directo a los ojos de Jasper y cuando dijo “vamos” se me formó un nudo en el estómago, pronto estaría sola con Edward y aclararíamos las cosas, porque estaba segura que sus cambios eran por mala información.

No se si era la espera, la ansiedad, simplemente querer ser suya o el amor que sentía por Edward lo que provocaba que mi cuerpo reaccionara, pero ya no quería pensar, el momento llegaría solo me tenía que dejar llevar y disfrutar de la fiesta hasta que terminara para así poder hablar.

Fuimos a una de las habitaciones de arriba donde habían dos mudas de ropa, un vestido celeste pálido manga corta, muy sencillo, no muy  largo con las sandalias y la cartera haciendo juego, me di cuenta que eran de Alice porque enseguida dijo- tengo tantas ganas de vestime del color de mi bebé.

-Alice tienes solo ¿cuanto?, una semana de embarazada y ya sabes que es un varón.- le dijo Rose, que nos acompañó junto con Esme.

-lo se es niño, además no me dan ganas de vestime de rosado, solo de celeste.

-esta bien.-dijo Rose entregándose-cosita linda de la tía, te queremos mucho.

-Rose, Jasper Junior.

-perdón sobrinito Jasper Junior.-lo dijo sonriéndole a su cuñada.

Alice quedó conforme porque levantó toda su ropa y dijo- me voy a cambiar.- e ingresó en el baño de la habitación.

-Dios mío siempre es así.

-hiperactiva y sabelotodo, si.-dijo Esme y luego añadió bajito- a veces es peor.

Inevitablemente reímos las tres y miré lo que me correspondía poner, era un vestido hasta casi la rodilla, color crema con un lazo verde en la cintura, sin mangas pero tapaba sin problema mis hombros y las marcas que me dejó Mike, muy sencillo pero hermoso.

-por Dios.-no me di cuenta pero lo dije casi en un grito cuando vi las sandalias.

-que pasó.-dijo una Rose preocupada, revisando si el vestido estaba descosido o roto.

-Alice quiere que me mate, va a dejar a Edward viudo el día de su boda y ni siquiera hablamos.

Apareció Alice vestida en tiempo record diciendo.- no exageres Bella, es solo un taquito.

-pero Alice me conoces y no voy a llegar a esa puerta- señalé la que estaba en la habitación- sin caerme de boca.

-Bellita, piensa en las ventajas.

-ventajas, de que quede con los dientes rotos y no pueda besar a tu hermano o hablar con él.

-no, Dios mío Bella no va a aprender más.-se los dijo a todas.

-habla.-se lo dije ya sin paciencia y mostrándole las sandalias en mi mano desde lo alto golpeando el pie en el piso.

-te llevamos hasta el final de las escaleras a salvo y luego te prendes de mi hermano como una garrapata y no lo sueltas, tienes la escusa perfecta.

-viéndolo desde ese punto de vista, genial, pero de todos modos me las pongo después de bajar las escaleras.-dicho esto me fui a cambiar y no esperé por Alice, no iba a cambiar de opinión.

Después de vestirme salí al cuarto donde me esperaban y al entrar Esme me dio un ramo de rosas blancas muy delicado.

-gracias.

-de nada y esto también.-me dio una cartera del mismo color de las sandalias.-tiene tus documentos, pasaporte, dinero, las llaves de tu departamento y algunos objetos importantes.

-¿Cuáles?.-llamó mi atención lo de importantes.

Y en esta ocasión habló Alice- lápiz de labios, delineador de ojos, máscara de pestañas y sombras.

-espero que hayas puesto muchas porque se van a gastar enseguida con lo que yo uso esas cosas.

-ya estás casada, pero hay que mantenerse bonita para los esposos.

-no te preocupes van a estar conmigo siempre.-fue en tono de burla, no me gustaba maquillarme y ella lo sabía.

-nos vamos, es un caso perdido.-volvió a decirles a todas.

-son dos casos perdidos.- dijo Esme por Edward y por mí.

-como dicen, Dios los cría y ellos se juntan, tal para cual.-dijo Rose.

-gracias por el cumplido.

Bajamos las cuatro y al final de las escaleras las estaban esperando sus hombres porque el mío no estaba, hablando muy tranquilos, por lo menos no peleaban o Emmet les pegaba.

Al vernos los tres silbaron y todas por igual nos sonrojamos, no esperábamos esa reacción, Rose y Esme dijeron-nosotras no nos cambiamos.

-pero están hermosas, no es verdad papá.-dijo Emmet.

-concuerdo contigo hijo, cuando no la veo por un rato, la encuentro más bonita y sexy.

-uuuuuuuuhhhhh-fuimos todos y Esme le dio un pequeño beso en los labios como recompensa.

-para mí no hay.-dijo Emmet extendiendo los brazos para recibir a Rose que imitó a Esme, nunca los había visto besarse en los labios, cuando rompieron el beso volvió a hablar Emmet.-puedo desmayarme.

-Emmet no la avergüences.-le dijo Esme.

-me porto bien.-dijo levantando sus manos en señal de rendición.

-¿porque estás descalza?.-me preguntó Jasper, desviando la atención hacia mí.

Levanté las sandalias para que vieran el taco matador que había elegido Alice.

-no lo puedo creer, ¿como se te ocurre Alice?, perdón hija pero todos sabemos lo torpe que eres.-dijo Carlisle.

-ves Alice él me entiende.-le saqué la lengua en un gesto muy infantil.

-perdón es que pensé que estaría el idiota de Edward, vamos a tirar el ramo porque ya me quiero ir estoy cansada.

Por los parlantes llamaron a todas las solteras para “pelear” por el ramo, nos pusimos de espaldas a todas las chicas y desde arriba del escenario Alice tiró primero el suyo, cayó directo en las manos de Rose, bromearon todos con Emmet menos Jasper que quedó serio, era su hermana y la había visto pasar por muchas cosas desagradables, creo que todavía pensaba que era muy pronto, pero después de todo ella era la que tenía que decidir su vida y lo entendía, vi decirle a Emmet-cuídala mucho mientras esté lejos.

-tu a Alice cuñado.

Me tocó el turno de tirar mi ramo, conté a la una, a las dos y a las tres, salió por los aires y cayó en las manos de Ángela, ella ni bien lo recibió salió corriendo hacia donde se encontraba Eric y lo besó apasionadamente sin importarle la gente, los gritos y aplausos de todos.

-que rápido.-no se porque lo dije pero Edward escuchó, se encontraba a mi lado y no lo había visto.

-¿estás celosa?.

-si, es mi amigo, ¿donde estabas?.

-levantando algo para el viaje.-mostró que tenía en la mano una botella de whisky sin abrir.

-¿Edward desde cuando tomas tanto?.

Se acercó a mi oído estremeciendo la piel y dijo muy bajito.-porque no, si uno se casa solo una vez.

-¿es solo eso?.-tenía un aliento a alcohol muy fuerte.

-si, nos vamos.-me arrastró hacia la salida pero antes de llegar nos paró Emmet y toda la familia que venía detrás.

-esperen, Bella sabes que para lo que necesites…

-está súper Emmet.-le dije completando su frase y sonriendo lo que generó que se emocionara e imitara al Pato Darwin, un dibujito.

-soy el terror que aletea en la noche, soy la piña bien dada a los desconfiados, soy el más cómico de los Cullen, soy el irresistible a las mujeres, hay…-casi en un susurro dijo-soy el que le dieron un codazo en las costillas.

Todos nos reímos y Emmet salió detrás de Rose que se iba molesta.

-así que irresistible a las mujeres.

-mi amor, Rose era solo una broma.

Luego de un rato de mimos por parte de Emmet y besitos robados, Rose lo perdonó.

Alice y Jasper se fueron en la limosina que nos trajo a las mujeres, estaba adornada con flores blancas, latas para el ruido y un gran cartel de “recién casados”, fue lindo ver cuando emprendían el viaje para el comienzo de su final feliz.

-nos toca a nosotros.-por más que intentó hablar bien, salió tan rara su voz y comprendí que ya estaba más que pasado de copas.

-no vas a manejar, dame las llaves.-le tendí la mano para recibirlas pero no lo hizo.

-¿porque no?, tu no manejas mi auto.

-Edward.

-ja.- luego de burlarse de mí con un gesto de superioridad, buscaba sus llaves en todos los bolsillos pero no lograba encontrarlas.-creo que no nos vamos, no se donde dejé las llaves.

Emmet no dejaba de reír al ver a su hermano buscar desesperado las llaves de su más preciado auto. Yo solo tenía los brazos cruzados a la altura de mi pecho, no pensaba subirme al auto si él quería manejar en su estado.

-Bella vas a pedir ayuda a súper Emmet.-lo decía mientras tendía su mano con las llaves del volvo.

-jaja gracias, no sé que haría sin ti.

-espero que lo superes, no pienso acompañarte en tu noche de bodas, arréglatelas sola.

-Emmet.-le gritaron todos a la vez, él solo se encogió de hombros sin dejar de sonreír, inevitablemente me sonrojé.

Edward gruñó al darse cuenta que no podía ganar y se fue hacia el lado del acompañante, ya en el auto abrió la botella y se la empinó, ante mi mirada atónita, ¿no pensaba dejar de tomar?.

Desde fuera se escuchaba el pedido de un beso por parte de los invitados, no sabía si besarlo o no, pero Edward me sorprendió, tomó mi nuca muy fuerte y presionó sus labios con los míos por unos segundos, cuando se apartó dijo muy frío como su beso.-vamos.

Arranqué el auto y puse en marcha, no emitía palabras, solo continuaba tomando de su amiga esta noche, la botella de whisky.

Un tanto temerosa pregunté.-¿tienes algo planeado para la luna de miel?.

-no.

-está bien.-no dije nada más solo encaminé el auto hacia mi casa, después de todo sabía que tenía las llaves en la cartera, quería llegar y hablar de una vez por todas con Edward.

Estacioné frente a mi departamento, bajé y lo esperé pero no podía bajar, tras un suspiro audible, me saqué las sandalias y lo tomé del brazo, costó un poco pero logré que se parara sin soltar su botella.

Apenas puse un pie dentro apareció Tom, el portero, no me gustaba que fuera tan metiche y entrometido pero en esta ocasión se lo agradecí, ayudó colgando a Edward del brazo sobre su hombro, entre los dos lo llevamos dentro de mi departamento y lo dejamos sentado en un sillón.

-¿su amigo se pasó de copas?.

-soy su esposo.-dijo Edward, en esos momentos que me hubiera gustado que se quedara callado hablaba.

-¿se casó otra vez señora Isabella?.

-si Tom, gracias por la ayuda nos vemos mañana.

-la felicito.-intentaba ser amable pero no apartaba la mirada de Edward que ya estaba casi inconciente en el sillón.

-gracias Tom.-cerré la puerta, necesitaba hablar con Edward.

Quise quitarle la casi vacía botella, pero lo que logré fue que se parara tirando de ella para mantenerla en sus manos con un gesto grosero, estaba un poco tambaleante y no se porque me dio risa, Edward estaba tan borracho que se contagió sin poder parar, me rodeó con sus brazos y en el momento que quedó serio, pude notar en sus ojos verdes cristalinos el amor que había estado buscando toda la noche.

Dejo caer la botella de sus manos, se escuchó el ruido al chocar contra la alfombra del living, no desconectó su mirada y me besó, su beso fue extraño, a pesar de estremecer todo el cuerpo por su contacto no solo había pasión en él, había algo que no lograba comprender, tal vez era nostalgia o alguna otra cosa que ocultaba.

Sus manos viajaron inseguras, temblorosas hacia el cierre de mi vestido y lo bajaron muy rápido, algo me hizo recordar a Mike y lo rudo que fue en nuestro intento de noche de bodas y no me gustó, no quería compararlo, quería vivir el amor con él como lo habíamos hecho en Forks, disfrutando del cuerpo del otro sin miedos.

Quise protestar cuando me tiró sobre el sillón cayendo sobre mí sin cuidado, luego de sacar el vestido.-Edwa…

-shhh.

Siguió besando un poco brusco y decidí que no quería alejarme y si él estaba aquí intentando empezar una vida juntos lo acompañaría, deslicé mis manos hasta su cuello y lo atraje para besarlo con más ansias y deseo que él, se enloqueció por un momento donde sus manos acariciaban mis senos por arriba del sostén enloqueciéndome a mí y haciendo que se me escapara un gemido en sus labios.

-te deseo Edward.-le dije agitada en el momento que dejó que respirara, no logré lo que pensaba porque se sentó, apartándose de mi cuerpo.-¿que pasa amor?.

-no puedo Bella.

-no te preocupes, debe ser porque tomaste demasiado.-se lo dije para que se sintiera mejor e intentando recuperar mi aliento.

-no me refiero a eso…te amo pero no puedo hacerte el amor.

-no entiendo.-si que estaba embrujada.

-pensé que podría, pero no puedo, no sabiendo que tienes un hijo dentro de ti que no es mío.-quedé un segundo sin reacción, no podía creer que no sabía la verdad.

-Edward no estoy embarazada.

-no mientas Isabella.-casi gritó se volvió a tambalear, intentaba abrir más los ojos que luchaban por cerrarse y se llevó los dedos al puente de su nariz.

-no estoy mintiendo.

-jaja.

-¿porque te casaste conmigo si piensas que estoy embarazada de otro?.

-te amo y no puedo vivir sin ti.

Irónico.-entonces no entiendo, si nos amamos y no podemos estar separados.-me acerqué para abrasarlo pero no me dejó, tomó la botella del suelo y tragó lo poco que no se derramó.-Edward no me hagas esto.

-tu lo hiciste sola, yo no tuve nada que ver.

Respiré hondo dos o tres veces para tomarme el tiempo de pensar como empezar a contarle lo sucedido y que creyera en mí.

-Amor…no estoy embarazada, Alice es la que va a tener un bebé…

-Isabella yo hubiera creído en ti todo lo que me dijeras sin importar nada, pero te aseguro que papá no miente.

-no miente…

-me das la razón.-dijo interrumpiendo.

-Edward déjame explicarte por favor.

-no quiero explicaciones, estuve toda la semana buscándolas y las encontré.-hacía gestos con las manos.

-estás equivocado porque sino, no reaccionarías así.-hasta ese momento me encontraba tranquila pero me estaba desesperando lograría escucharme o confiar en mí otra vez.

-James me dijo que te entregaste sin problemas y cuando terminaron te arrepentiste sacándolo a sartenazos.

-es mentira, ¿porqué crees en él y no en mí?.-cuando le dije que era mentira me di cuenta que no creyó ni una palabra.

-a las pruebas me remito.-tenía que salir a flote su condición de abogado.

-tienes que escuchar ambos lados para concluir el caso.

-¿con cuantos tipos estuviste y me miraste a la cara diciendo que eras virgen?.

-Edward me lastimas.

-piensas que tu no lo hiciste conmigo, actué como idiota en Forks pensando que era la primera vez que te besaban de esa forma, cuidando de no pasarme y mantenerte intacta para mí.

-lo fue…-salio en un susurro porque ya estaba llorando era inevitable dolía mucho sus palabras.-porque no me amas, porque no me haces el amor, tienes sexo conmigo, me coges, me tomas, me haces tuya, te acuestas conmigo, es la única forma de saber que no miento y que soy virgen.

-no pidas milagros, ya estoy casado contigo para toda la eternidad, unimos nuestras almas porque lo hice de todas las formas que existen, le voy a dar un apellido a tu hijo, pero por el momento no puedo hacer lo que me pides.

-por favor.-fue mi último ruego.

-Bella estoy decepcionado, me mentiste desde que nos encontramos con descaro, sin importarte lo que siento, no voy a cambiar de opinión.

-nunca me vas a hacer el amor.-ya estaba no solo dolida sino enojada.

-si, solo que necesito tiempo a lo mejor después de que nazca tu hijo y que mi orgullo de hombre haya sanado.

-¿tiempo? claro, pero no el que tu quieres, si eres testarudo yo lo soy más.-se lo dije en tono de burla.

-¿que dices?.

-me voy Edward, porque el tiempo que tu pides no lo puedo pasar aquí teniéndote cerca pero sin poder tocarte, que no confíes en mí para dejar tus miedos de lado y amarnos completamente.

-eres mi esposa, te quedas conmigo.

-no se consumó el matrimonio y Emmet puede divorciarme como lo hizo con Mike, no me quedo y es una decisión tomada.

-no te vas.-intentó tomarme del brazo pero estaba tan borracho que fue fácil esquivarlo y cayó al piso.

-para que entiendas que te amo más que a nada, te voy a dar una oportunidad como lo hice con Mike, me voy y tienes 4 meses para encontrarme después de aclarar tus dudas, el mismo tiempo que le di a Mike para que veas que no hago diferencias, si lo haces antes juro que no tendré resentimientos, comenzaremos de cero sin mencionar este problema, si no quieres buscarme o no me encuentras vuelvo para darte el divorcio y que continúes con tu vida lejos de mí.

-jaja vas a prostituirte para mantenerte.-ni bien terminó de decir esas palabras le dí una bofetada tan fuerte que no solo dolió la mano, destrozó el corazón.

-voy a hacer como que nunca escuché esto.

-yo como que nunca me pegaste, lo siento creo que… no se lo que digo.

Ingresé al cuarto y le pasé llave, apronté una mochila con dos mudas de ropa, tomé la foto de ambos de la mesita, esa que tomé de su escritorio, dinero que tenía guardado para imprevistos ya que este lo era, me vestí sencilla, jeans, remera blanca y un abrigo, di una vuelta mirando todo el cuarto y salí.

Edward estaba dormido en el piso abrazado a la botella que le hizo decir cosas que seguro no siente, pero lo entendía estaba borracho, resentido y enojado, sabía que me amaba tanto como yo a él y creo que hubiera reaccionado igual en su situación, su padre no le mentiría para hacerlo sufrir, fue mi culpa al intentar ayudar, terminé perjudicada con la persona que más amo haciéndola sufrir y manteniéndola alejada de mi lado.

Debía confiar como decía Edward que estábamos destinados y por más que nos separáramos siempre terminaríamos juntos, esa era mi ilusión y lo que me mantendría esperanzada, solo que no se lo haría fácil, porque no era solamente él el que sufría, sino ambos.

Me agaché y lo besé en los labios, esperaba desde el fondo de mi corazón que ese no fuera el último beso, sabía que estaba cometiendo el peor de los errores desde que me fui del claro hace ya 3 años, pero no podía evitarlo, necesitaba aclarar las cosas tanto como él.

Salí con mi mochila y la cartera que me dio Alice donde tenía todos mis documentos, pasé por la portería y le di a Tom una carta donde le explicaba a Emmet lo que sucedió con Edward y que me mantendría en contacto con Esme porque se lo había prometido, también le dejé las llaves y le pedí a Tom lo llamara en la mañana, confiaba que mi cuñado pusiera al tanto de todo lo ocurrido a Edward y que pronto nos reuniéramos para nuestro final feliz.

Tomé un taxi y me dirigí al aeropuerto, a esa hora salían 5 destinos distintos para escoger, fue al azar y estuve un rato paralizada mirando todo el alboroto que había de gente en un ir y venir, algunos contentos por sus viajes, otros molestos por las demoras, otros tristes por las despedidas, yo me encontraba sola dejando todo atrás por lo que vivir, en la sala de mi departamento y llevándome solo un corazón destrozado que sanaría con un “te amo” del amor de mi vida, Edward.

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Hola les cuento que no desaparecí solo estaba dejando que disfrutaran del final anterior, como se dieron cuenta aquí suceden algunas cosas parecidas y otras distintas que desencadenan la separación, pero tranquilos porque en el próximo capitulo llega el reencuentro y el final feliz.

Subí capítulo de Lizzie, el espejo de tus fantasías y en unos días subiré de Mentiras, engaños y un amor, el que quiera pasar a dejar sus opiniones bienvenido sea.

Saludos.

ec07.