-Mike por favor no me lastimes.

-no soy Mike.

Gire el cuerpo muy despacio, en ese segundo cruzaron mil cosas por mi cabeza, pero la más fuerte y la que me dejaba sin aliento era que Mike había dejado entrar a uno de sus amigos, me equivoqué por lejos, no lo conocí porque estaba media dormida.

-buenos días, amor.-volvió a hablar, de verdad que estaba muy dormida, porque no reconocer su voz tan aterciopelada y su aroma tan único era un pecado, que acababa de cometer.

Sonreí aliviada –Edward.-besó mi frente, pero yo reaccioné besándolo con intensidad, sosteniéndolo por el cuello para que no escapara, correspondió solo por un momento porque pasó su mano por mi hombro y me quejé.

-soy un idiota, ¿cuando lo hizo?, ¿fue anoche?, ¿porque no avisaste?.- miró mi herida.

-no, tu no, él lo es y no pude avisar- me tensé- ¿donde está Mike?.

Continuaba con su mirada fija en mi hombro y lo acariciaba muy suavemente.- ¿te duele?.

-Edward, como entraste y donde está M…

-shh tranquila, nos avisó el portero que se fue y Emmet sabe abrir cerraduras. ¿Te duele?-volvió a preguntar.

-ya no, si no la toco.- acarició mi hombro pero por alrededor de la herida logrando que se calmara el ardor.

Entró Emmet a la habitación, con una sonrisa de satisfacción en los labios.

-hola cuñadita, me imagino que no conocías esas cualidades de súper Emmet.- levantó ambas cejas.

-¿súper Emmet.?, ¿donde está tu capa.?- nos reímos los 3, me levanté para ir al baño, pero Emmet me detuvo.

-¡por dios!, Edward porque no me dijiste que a ese idiota le gusta masticar, esto es una mordida, no, son como tres.-lo dijo mirando la herida.

-estoy bien, no se preocupen.

-¿como se llama?- preguntó.

-Mike.

-con razón, tiene nombre de perro atropellado.

-¿perro atropellado?.

-bueno el nombre es de perro, conocí a uno con ese nombre, atropellado va a quedar después de que yo lo pase por arriba, para algo tiene que servir tantas horas de gimnasio.- mostraba sus músculos haciendo poses, logró que me tranquilizara.

-doblemente atropellado, no me pienso quedar atrás y que tú solo tengas toda la diversión.- dijo Edward.-vístete que te vas con nosotros y me vas a contar todo lo que pasó ayer.

Busque ropa, algo sencillo, unos vaqueros azules y una camisa blanca, me duche un tanto rápido mientras ellos esperaban en la sala.

Cuando ya estaba lista salimos rumbo al estudio, pregunté porque al estudio y me dijeron que había más privacidad, o sea que ambos iban a escuchar mi relato de las reacciones de Mike, sin que se enterara Esme, eso me dejó mucho mas tranquila.

Durante el trayecto Edward se mantuvo distante, se notaba molesto, ambos sabíamos a que nos estábamos ateniendo cuando aceptamos el trato.

Llegamos, pasamos por el estudio, saludamos a Jessica y los 3 nos dirigimos al apartamento del piso de arriba.

Me senté en el sillón grande, ellos lo hicieron en los dos sillones individuales, me sentí rara, pensé que Edward se iba a sentar conmigo.

Emmet rompió el silencio -cuñada.

-mj.- dirigí mi mirada hacia él.

-¿aún eres mi cuñada?, ¿no están peleados?, ¿o si?.- lo último lo dijo mirando a Edward y yo lo imité, quería saber que le pasaba, si se había enojado porque no avisé.

-no es contigo Bella, solo… no me perdono que no estuviera ahí cuando te mordió.- se levantó, se sentó a mi lado y tomó mi mano de forma muy tierna, nunca me cansaría de lo que provocaba en mí su contacto, por más mínimo que fuera.

-bueno, si van a hacer chanchadas mejor me voy.

-¿chanchadas?, ¿que son chanchadas Emmet?, me dices o le pregunto a mamá.

Con esa pregunta logré que todos nos riéramos a carcajadas, ya que recordamos lo que sucedió hace muchos años, cuando con Alice teníamos 7 años, Edward 12 y Emmet 17.

Flash back.

Con Alice llegamos a la casa luego de tomar un helado, habíamos ido con Edward y Esme, ni bien paró el auto ambas entramos como alma que lleva el diablo, para encontrar a Emmet con una chica en los sillones de la sala.

-¿que hacen?.- preguntó Alice.

Ellos se pararon ya que Emmet estaba encima de la muchacha que no conocíamos, se veían incómodos, de seguro la estaba aplastando, se escuchó un ruido y miramos hacia la puerta donde entraba Edward, al parecer Esme estaba entrando el auto al garaje.

-eh, mmm, uy…chanchadas.- dijo Emmet.

-que son chanchadas Emmet, ¿nosotras también podemos jugar?.- dijo Alice muy entusiasmada aplaudiendo mientras hablaba.

-no.- gritaron tanto Emmet como Edward.

-ni se les ocurra, hasta que sean muy viejitas.- nos dijo Edward.

-¿chanchadas?, ¿que son chanchadas Emmet?, me dices o le pregunto a mamá.- volvió a preguntar Alice con sus manos en la cintura, yo solo escuchaba, también quería saber a que se refería Emmet.

-no se te ocurra preguntar enana.- en eso la joven que estaba con Emmet, que había terminado de arreglar su ropa mientras Alice cuestionaba a su hermano, se acercó a Emmet y le dio una bofetada, saliendo de la casa muy enojada.

-¿eso quiere decir que no hay más chanchadas por hoy?.- le pregunté a Emmet y Edward comenzó a reír tan fuerte que lo escuchó Esme, quién venía entrando a la casa.

-¿que pasó?, ¿porque la risa? y ¿quién era esa muchacha?.

-nada mamá.- le dijo Emmet.

Alice dando saltitos le dijo -un juego nuevo que se llama…-Emmet la interrumpió un tanto nervioso.

-uno nuevo mamá, la que llegue primero a mi cuarto la dejo jugar.

Ambas salimos corriendo a la habitación de Emmet, nos dejó jugar al “Súper Mario”, solo que por un buen tiempo pensamos que se llamaba “Chanchadas”.

Fin de flash back.

Cuando logramos calmar la riza, Emmet volvió a hablar.

-en verdad quieres saber o ya sabes que son chanchadas.

-no lo se, pero no quiero que me cuentes.

-perdón, pensé que ustedes 2 ya habían estado juntos.

-aún no Emmet, quiero que se divorcie primero.- no le dijo que también quería que estuviéramos casados.

-ah bueno, me asusté, pensé que a lo mejor te habías olvidado de cómo se hace por estar 3 años sin… chanchadas.

-Emmet, te aseguro que se que hacer, además es un tema que nos incumbe solo a nosotros.- me abrazó por los hombros, suspiré.

-definitivamente no tienes suerte con los hombres Bella, sales de Guatemala y te metes en Guatepeor.

Edward no tuvo más remedio que sonreír, de verdad que las ocurrencias de Emmet eran muy divertidas.

-tienes razón, llegué a pensar que tenía un cartel donde decía “no tocar”.

-yo te pondría uno que diga “no morder”, a lo mejor Mike se da por aludido.-dijo Edward.

-apoyo la moción, aunque no se si el perro sepa leer- los último lo dijo solo para él pero nos hizo reír- viste alguna vez una película porno.- preguntó Emmet, cambiando de tema.

-no.

-tengo unas por acá.- se dirigió a un cajón de un mueble y comenzó a buscar, Edward se desesperó.

-Emmet o te callas la boca o te vas y por nada del mundo pienses que voy a dejar que Bella mire tus películas.

-ya soy mayor Edward y no puedes decidir que hago o dejo de hacer.- en realidad no tenía intensiones de mirarlas.

-no te voy a dejar ver esas cosas, primero te enseño como se hace el amor y así te vas a dar cuenta que no necesitas películas.- me sonrojé.

Justo en ese momento Emmet levantó un dvd en su mano en señal de victoria y Edward le hizo un gesto negativo, si las miradas matasen Emmet estaría enterrado, por lo que sin decir palabra la volvió a colocar en el lugar en forma muy lenta.

-perdón- dijo con carita de puchero.- Rose me tiene mal y nunca en mi vida estuve tanto tiempo sin sexo.

-¿cuanto llevas?.- pregunté, realmente estaba intrigada, parecía de familia la abstinencia por las mujeres.

-3 días, 2 horas, 26minutos y algunos segundos.- lo dijo suspirando.

-no exageres Emmet, después de un tiempo es más llevadero.

-te creo, lo dice alguien que sabe mucho del tema.- dijo Emmet haciendo un gesto de está loco.

-no estoy loco, estoy enamorado y tu lo haces por lo mismo.

-tienes razón.-lo dijo serio y pensativo, de seguro estaba pensando en Rose.

-me tengo que ir, que necesitan saber.- les dije.

-¿a donde?.- preguntó serio Edward.

-a mi trabajo a cobrar el despido.

-voy contigo.

-no, voy sola.

-no.

-me conocen todos y no voy a dar explicaciones o que llegue algún comentario a oídos de Mike.

-te acompaño y te miro de lejos.

-no te puedo ganar.- negó.

-bueno cambiando de tema, que hizo el perro atropellado.- dijo Emmet, lo miré- me olvidé del nombre.- lo dijo explicando porque le decía perro atropellado.

-¿quieres los detalles morbosos?.

-todo con lujo de detalles- se acomodó en el sillón como uno hace cuando va a escuchar una historia interesante, me hizo sonreír, Emmet era así, me sentía tan a gusto.-¿hay chanchadas?.- dijo sonriendo, pero noté como Edward se tensaba.

-no, pero si masticadas.- sonreí, ellos lograban que bromeara con mi propia desgracia.

Edward pasó su mano por mi hombro donde estaba lastimada, por encima de la camisa, mantuvo su abraso para que les contara lo sucedido.

-escuchen…

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Hola disculpen la tardanza, en Uruguay había alerta meteorológica y como las tormentas con los rayos ya me han quemado dos teléfonos y un modem decidí desconectar todo hasta que se calmara.

Muchisisimas gracias por los comentarios, realmente no saben cuanto me alientan, uno en particular acertó, no se el nombre solo aparece un número pero por eso les subo este capítulo, espero les guste y sigan leyendo.

Pronto llegará el fin de semana en Forks solo que quise subirles un capítulo un poco divertido antes del esperado.

Saludos.

ec07.