Words With Friends (+18)

Autor: nicoli
Género: + 18
Fecha Creación: 23/07/2013
Fecha Actualización: 04/11/2014
Finalizado: NO
Votos: 19
Comentarios: 47
Visitas: 57870
Capítulos: 29

Bella Swan está enamorada de la estrella de cine Edward Cullen. Ambos comparten la misma pasión por un juego. Podrán conectarse a través de Words With Friends y ser más que amigos? El tiempo lo dirá.


Bueno aquí estoy con una nueva traducción y esta vez en conjunto ya que carlarobpatt4ever están traduciendo el punto de vista de Edward, ese fic se llama Words With Strangers, el link es este: Words With Strangers (+18). Os dejo el summary:

La estrella de cine Edward Cullen está harto de las mujeres y está concentrado en su carrera. Una extraña lo encuentra via WWF. ¿Podrán sus palabras cambiar su pensamiento?

Esta historia, al igual que primero y diez (+18), son de Nolebucgrl, la cual nos ha dado su permiso. La historia original la podéis encontrar aquí:

Words with Friends Chapter 1 Name, a twilight fanfic | FanFiction

…..............................................................

 También os invito a pasaros por mi otro fic Primero y Diez (+18). Un beso!!

Primero y Diez (+18)

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 27: Avoiding Words

Rose se comportaba raro. Estaba jugando con el tenedor mientras esperábamos que nos sirvieran el almuerzo.

-¿Qué te pasa?

Finalmente me miró.

-¿Qué quieres decir?

-Estas nerviosa. ¿Por qué estas nerviosa?

Sus ojos se encontraron con los míos.

-No lo sé. Eres tu la que lo dices.

-Te comportas de forma extraña.

-No. Solo estoy pensando que todo ha acabado.

Suspiré.

Mi ducha había sido eterna. Lloré al recordar que Edward y yo habíamos hablado de tener sexo allí. Me había tomado mi tiempo, y Rose no se había quejado. Supongo que me está mimando porque de nuevo mi corazón estaba roto.

Suspiró.

-Creo que tal vez sacaste conclusiones erróneas y no está con Jane. Han hecho una película juntos, ¿no? Tal vez son amigos.

¿Por qué intentaba darme esperanzas donde no las había?

-Si, pero eso fue hace años. Nunca lo han mencionado.

Rose se encogió de hombros.

-Entonces, ¿tu hablas de toda la gente con la que ibas al instituto? Aún eres su amiga, ¿no?

-Eso no es lo mismo.

-Sólo digo que no puedes saber quién es su amigo. ¿Alguna vez ha mencionado a algún amigo?

¿Lo había hecho? Creo que no.

-No. Me habló un poco de su familia y de sus compañeros de trabajo.- Me reí con amargura.- Compañeros como Jane. Y como Irina.

Nuestra comida llegó y Rose quitó los tomates de la hamburguesa, dejándolos en el plato de las patatas fritas. Eché un vistazo a mi propia hamburguesa con queso y patatas fritas con poco interés. Me miró y empezó a comer. No necesitaba que también me regañara por no comer.

-Bueno, tal vez tuviera alguna razón para no hacerlo.

-Si, porque se estaba acostando con ellas,- respondí con amargura.- ¿Por qué arruinar nuestra pequeña fantasía con una dosis de su realidad? Sólo era una chica con la que tenía un poco de diversión y tal vez él viniera, me follara y eso era todo lo que quisiera. Debería estar agradecida de haber acabado con él cuando lo hemos hecho.

-Yo no pienso eso,- Rose contestó.- Creo que estás intentando convencerte de eso, pero ¿lo piensas de verdad?

Si. No. No lo sé. Era más fácil eso que creer que todo era real y que lo había tirado a la basura con mi enfado.

-No lo sé. Ya no importa.

Se inclinó sobre la mesa y me tocó la mano.

-Claro que importa.

-Rose, no quiero hablar más de eso. Pensé que íbamos a salir para que dejara de pensar en eso.- Entrecerré los ojos en su dirección.- Y tu estabas enfadada con él antes de que tomara la ducha. ¿Por qué ya no?

Sus ojos se abrieron.

-Estoy enfadada con él. Estoy lista para ir a California y patearle el culo en cuanto me des permiso.- Fruncí el ceño pero no dije nada y ella sonrió.- Mira, no quieres porque le amas y no quieres que le haga daño.

Amor, ha.

-No quiero que seas arrestada por agredir a un famoso. A saber lo que harías en la cárcel.

Ella hizo un gesto con la mano de superioridad.

-Por favor, ¿me denunciaría y admitiría que es un idiota? ¿Qué fue derrotado por una chica? No lo creo. La imagen es todo.

Si, lo era. La imagen de él con Jane era la única cosa que no me podía sacar de la cabeza.

-Si, lo es.

Rose puso los ojos en blanco.

-Estoy más tranquila al respecto porque he estado pensando y creo que hay una explicación para todo.

-¿Por qué?- Pregunté. Había hecho algo, lo sabía.

-Dime algo, Bella. Cuando estabas navegando por la red esta mañana, lo que te ha hecho sentir peor, ¿te has molestado en ver su discurso al aceptar el premio?

Negué con la cabeza.

-¿Para qué? ¿Para ver con Jane le besaba? Creo que no.

Ella resopló.

-Lo he visto mientras te duchabas. Le dio un beso en la mejilla.- Eso hizo que mi estómago se cerrara y empujé mi plato. Rose lo devolvió a su sitio.- Mencionó en el discurso que quería dar las gracias a los escritores, porque hace poco había aprendido cómo las palabras pueden cambiarte.

¿Y qué? ¿Qué significaba eso?

-Bueno, debe agradecérselo, Sin ellos, no tendría nada que decir. Sólo estaría parado.

-Venga Bella. ¡Eso iba para ti!

Ahora era mi turno de resoplar.

-Creo que estás imaginándote todo. ¿Por qué se molestaría en incluirme en su discurso?

Rose sonrió.

-Exactamente. ¿Por qué iba a hacerlo? Porque está tan enganchado a ti como tu a él, claro está.

Si, ya.

-¿Y Jane? ¿Irina? Y Dios sabe quién más.

Levantó una ceja.

-No las mencionó en el discurso.

-¡Tampoco me mencionó a mi! Mencionó a los escritores. Las palabras pueden referirse a cualquier cosa. A lo mejor tiene un nuevo guión increíble.

Rose rodó los ojos.

-Lo que tu digas, Bella.

Suspiré, derrotada.

-No importa. Rose. Aunque él me estuviera mandando un mensaje, ya no importa. La cagué. Le dije lo que había hecho y piensa que soy una acosadora y me odia.- Eso dolía. Me dolía más que haberle visto con Jane. Quería conocerlo y decirle que me conocía y que no me odiara. Me gustaría ser solo un fan anónimo.

-Estás loca. No sabes manejarlo. Dudo que te odie. Cuando lo procese y se calme, te llamará.

Negué con la cabeza.

No intentes darme esperanzas, Rose. Como recordé hace poco, esto no es un cuento de hadas. Las chicas como yo no consiguen al príncipe. Las chicas como Jane lo hacen. Y si no es ella, será otra persona. No yo.

-No hables de ti misma de esa manera.- Me estaba mirando.- Puedes conseguir a quien quieras.

No, porque lo único que quería era a Edward y lo había perdido antes de conseguirlo. Sabía que no debía decir nada.

-Claro, Rose.- Bueno, tal vez salió de forma sarcástica, pero al menos ya no nos estábamos peleando.

-Mira lo rápido que has conseguido a Colin-, murmuró.

Gemí.

-Gracias por recordármelo.

Levantó una ceja.

-¿Qué? Eres tu la que lo llamaste, no yo.

-Tu me diste su número-, le recordé. Todo era por su culpa. He intentado ser ella y no.

-Sólo quería demostrar que tenias opciones en...- se interrumpió.

-En nuestro mundo. ¡El mundo rea! ¡Já!- Me sentía triunfante porque la tenía donde quería.

-Está bien. Has tenido opciones aquí y eso no quiere decir que no las tengas en otros sitios. Quería hacerte ver que haz juzgado mal de nuevo.- Sonrió como si hubiera ganado.- Al igual que tu ahora. Pensaste que Colin sentía lástima por ti en el bar cuando quería saltar encima de ti.

Oh Dios, eso era asqueroso.

-Ni siquiera me hables de eso.

Se echó a reír.

-¿Por qué no? ¿Vas a salir ahora con él?

Mierda.

-Voy a cancelarlo.

-Eso está bien, si es lo que quieres.

Lo quería, pero a la vez no. Edward probablemente tenía a alguna chica para el sábado por la noche, así que ¿por qué no podía tener yo a un chico?

-Voy

-Si eso quieres.- No sonaba como si me creyera.

-No. Voy porque me niego a sentarme en casa preguntándome qué estará haciendo Edward en vez de hablar conmigo.

-Puede que sea saludable-, respondió con suavidad.

-Lo es.- ¿No?- Es mejor que revolcarse.

-Absolutamente,- en eso estaba de acuerdo.

La miré.

-Sé lo que estás haciendo.

-¿Si?- preguntó.- No creo que lo sepas, ¿cómo podrías saberlo?

No lo sabía. No sabía si quería que fuera o que no fuera. Estaba usando un poco de psicología inversa, pero no sabía en qué dirección.

-No, no sé lo que estás haciendo-, admití, derrotada.

Se echó a reír.

-No te lo puede decir. Todo lo que te diré es que quiero que hagas lo que quieras hacer. Si quieres salir con Colin, hazlo. Si quieres quedarte en casa y llorar por Edward, hazlo. Si quieres coger un coche y conducir hasta California para que le corte las pelotas, hazlo. Te apoyo pase lo que pasa, aunque la opción numero tres es la más satisfactoria para mí.- Sonrió y mordió unas patatas fritas co gusto.

-Voy a salir con Colin.

-Está bien. Asegúrate de tomar un Gelocatil antes de ir-, me dijo.

Suspiré.

-Eso no es muy agradable.

Se echó a reír.

-¿Desde cuando lo soy? Lo llamo como lo veo. Es una aburrimiento. Es el perfecto hombre para la vieja Bella, pero no para la nueva.

-¿Y quién lo es?- Edward. Sentí una punzada de nuevo.- Sigo siendo la misma.

Negó con la cabeza.

-No, como has señalado, la vieja Bella habría renunciado a los chicos hasta que Ali o yo te arrastrásemos fuera de tu habitación y te hiciéramos interactuar con algunos hombres. La nueva Bella saca conclusiones y hace una llamada telefónica sin consultar conmigo.

Muy bien, a lo mejor había cambiado un poco. A pesar de que quisiera hacer lo que haría la vieja Bella. La ira me había hecho llamar a Colin. La terquedad me hacía no llamarle y cancelarlo. Eso y el conocimiento de que Edward nunca quisiera volver a hablar conmigo. Me estaba apartando de esa esperanza, aún con el gusano de Rose intentando alimentar mis delirios.

-No sabía que eras mi madre y que necesitaba consultarte mis cita-, la respondí con frialdad.

Levantó una ceja.

-No, no lo soy, gracias a Dios. No me tienes que consultar nada. Sólo pensé que te gustaría.- Había un filo en su voz y sabía que estaba enfadada.

-Lo siento, Rose. No quise decirlo. Solo... me arrepiento de haberlo hecho y una buena parte de mi quiere cancelarlo, pero otra parte quiere ir, aunque sea solo para demostrar que puedo hacerlo.- Suspiré.- Se ha ido, no importa lo que creas. No quiero volver a lo mismo, Rose. Puedo sentir a Edward en mi interior y esas ganas de mandar a todos los hombres a la mierda para siempre. Nunca encontraré a alguien que me haga sentir como lo hizo él. Lo sé. Pero, ¿eso significa que no debería buscar otra cosa?

-La cosa es que tu misma dices que nunca vas a encontrar a nadie que te haga sentir como él. ¿Por qué conformarse?

-¡Porque tengo que hacerlo! Se acabé, Rose. Se había acabado incluso antes de empezar. Ojalá nunca le hubiera hablado.

-No digas eso.

-¡Pero es cierto!- Mi voz sonó muy alta e intenté bajar el tono.- Si no lo hubiera hecho, no sabría lo que me perdía. Me hizo sentir más con unas palabras de lo que Tyler me hizo más de dos años, Rose. ¿Sabes lo que se siente al saber que nada de eso importa?- Es como si me hubieran dividido en dos y estaba intentando mantener las piezas juntas de la única forma que sabía.

Rose me miró con ojos tristes.

-No, no lo sé. Nunca me he sentido así. Pero te puedo decir algo. Si lo hubiera hecho, lucharía por eso con todo mi empeño.

Claro que lo haría. Era una luchadora y yo una superviviente.

-No se puede luchar por algo que nunca has tenido, Rose.

Negó con la cabeza.

-Lo tenías, Bella. Lo si. Y puedes recuperarlo.

-No-, supliqué.- No me des esperanza, Rose. Ayúdame a seguir adelante. Ayúdame a olvidarle.- Las lágrimas estaban saliendo de nuevo, se levantó y me envolvió con sus brazos.

-Está bien. Está bien. Vamos a hacer lo que creas que tienes que hacer. Si piensas que salir con Colin será bueno para ti, estoy contigo.

No estaba segura de ello.

-No sé si lo es, pero iré.- Y si era tan terrible como me temía, solo era una noche. Había sobrevivido a cosas mucho peores.

Me abrazó una vez más antes de entregarme una servilleta.

-No más lágrimas. Eres una de las personas más fuertes que conozco, Bella. No voy a decir nada más al respecto.

Le sonreí.

-Gracias Rose. Eres una luchadora. Yo, una superviviente. Pasará. Han sido solo tres semanas de mi vida, ¿no?- Estaría mejor con el tiempo. Como muchas cosas más. Era una idiota.

Me devolvió la sonrisa.

-Sobrevivirás, Bella. Y voy a luchar, a luchar por ti.- La última parte la murmuró, pero lo oí. No sabía lo que significaba, pero sabía que me sentía mejor con Rose al lado.

-Eso es todo lo que necesito.- Si, ya había dicho suficiente.

-Siento sacar este tema, pero ¿has sabido algo de Alice esta mañana?- me preguntó mientras se sentaba de nuevo.

Negué con la cabeza.

-No. Se fue a clase sin mi.

Rose suspiró.

-Me lo imaginaba. Después de irte a tu habitación, me fui a la mía y no escuché nada más de ella.

Puse mi cabeza en mis manos.

-Todo esto va a peor. Me odia.

-Nos odia-, Rose me corrigió.- No fui muy educada noche el decirla todo lo que la tenía que decir, pero no tenía derecho a decir lo que dijo.

-La mentí también a ella. Mentí a todo el mundo.- Incluida a mi misma.

-Vamos, Bella, yo estaba allí. Si hubieras dicho antes de que supiéramos que estaba saliendo con un adolescente, hubiera mejor. Ahora se la ha juntado todo y por eso es más dramático, ya verá que todo vale la pena.

Abrí la boca para defenderla, pero ¿qué podía decir? Alice siempre había sido muy dramática. Por lo general, me gustaba mucho su drama, pero esta vez había sido directamente dirigida hacia mí y no era divertido.

-Es verdad. Entonces, ¿qué hacemos?

Rose se echó hacia atrás.

-No lo sé. Creo que tenemos que dejarla espacio. Va a estar de mal humor por un tiempo y creo que si dejamos que lo haga ella sola, se aburrirá y querrá llamar nuestra atención.

Tuve que reírme.

-Eso es muy probable. Sólo nos puede ignorar cierto tiempo.

-Exactamente. Es posible que le debas una disculpa por no decirle lo de Edward, pero ella te la debe por decir todo lo que dijo. Tiene suerte de que no la pegara en la boca para callarla.

Esa era ella. Pero era lo último que necesitamos.

-Ahorra la violencia para alguien que realmente la merezca.

Rose sonrió.

-Eso hago.

-No, Rose, él no.- No quería que lastimara a Edward.

Se encogió de hombros.

-Depende de tu siguiente paso.

-Te lo dije, no lo habrá.

-Ya veremos,- respondió con aire de suficiencia.

Le di una patada debajo de la mesa.

-¿Qué te dije acerca de darme esperanza?

-Vale, lo siento.- No lo parecía. Seguía sonriendo.

-¿Qué?

-Nada, Bella. ¿No puedo sonreír?

-No, no puedes.

-Bueno.- Apretó los labios en una linea fina y me reí.- ¿Mejor?

-Mucho.- Aplasté el núcleo de esperanza que sentía mi corazón. Edward se había ido. Tenía que seguir adelante.

 

.

 

El jueves y el viernes no tuve ningún tipo de comunicación con Alice o con la persona que esperaba. Aunque, no abrí WWF o mi correo hasta el viernes. Había comprobado que no tenía nada de él y sentí las lágrimas de nuevo amenazando por salir así que decidí mantenerme alejada de ambos hasta que pudiera soportarlo.

Ni siquiera había visto a Alice. Se iba antes de que me levantara o venía cuando aún no había llegado. Rose y yo habíamos decidido dejarla espacio, pero la había mandado mensajes de texto el viernes por la noche y no había obtenido ninguna respuesta. Me entristeció. Normalmente, cuando me preparaba para na cita, Ali estaba allí dándome ánimos y ayudándome a elegir la ropa.

El restaurante al que íbamos era bastante agradable, así que no me podía poner unicamente unos vaqueros y una sudadera, lo que me hizo pensar que la cita era más ridícula de lo que ya pensaba, pero iba a ir. Rose me había abandonado para salir con Jess y con Angela esta noche, así que estaba sola en esto. Había estado murmurando cosas para sí misma las últimas veinticuatro horas, saltando en cada llamada de teléfono o cuando llamaban a la puerta. Había sido extraño. No tenía ni idea de lo que esperaba con tanta ansiedad.

Me puse un vestido negro que me llegaba hasta la rodilla y tenía un escote cuadrado, por lo que no se veía mucho. El medallón de oro en forma de corazón que mi padre me regaló por mis dieciséis cumpleaños, era la única joya que llevaba. Maquillaje natural y estaba lista. Bueno, tan lista como podría estarlo.

Todavía tenía media hora antes de que viniera a buscarme y mis dedos ansiaban por abrir mi ordenador, pero me negué a hacerlo. Antes de que pudiera debatir si coger mi teléfono y abrir o no WWF, este sonó. Me sentí un poco esperanzada, pero no era el tono de Edward. El tema de Cops sólo podía ser para una persona y sonreí por primera vez en todo el día.

-Hola, papá.

-Hola, Bella,- dijo bruscamente.- ¿Desde cuándo ignoras mis correos?

Mierda.

-Lo siento, papá, he estado muy ocupada y no he tenido tiempo para encender el ordenador.

-¿Desde cuándo?- preguntó y tenía que admitir que tenía razón. Sabía cuando estaba ocupada o no.

-Es que... no revisaba mi correo.

-¿Por qué?- Su voz sonaba curiosa. Había llegado el policía.

-No hay ninguna razón particular.

-Isabella Marie Swan, eres una pésima mentirosa. Te envié un correo el jueves para preguntarte si ibas a venir a casa estas vacaciones y aún no lo has contestado. Quiero saber por qué.

Suspiré.

-Papá, no es gran cosa. Estaba evitando revisar mi correo porque quería que hubiera uno que no está y no quería abrirlo para confirmar que todavía no me había llegado.

Hubo una larga pausa.

-¿Qué significa eso? ¿Estás evitando abrir tu correo porque no quieres confirmar que algo que querías que estuviera no esta? ¿De que hablas, Bella?

Mierda.

-Tuve una discusión con alguien, papá.- Bueno, dos personas.- No hemos hablado desde el jueves por la mañana y sé que no vamos a volver a hablar, pero no quiero revisar mi correo para ver que es verdad.

Gruñó.

-¿Quién es él y qué te hizo?

Claro que sabía que iba a responder eso.

-Fuimos los dos, papá. Es una larga historia y no tengo tiempo ahora mismo.

-¿No tienes tiempo para tu padre? ¿Por qué no?

Miré el reloj.

-Siempre tengo tiempo para ti, papá, pero tengo una cita en unos minutos.

-¿Una cita? ¿Así que al final lo arreglaste?

-No con el mismo hombre.

Otra pausa.

-Ya veo.- En realidad no lo hacía.- Um, ¿estás segura de que quieres salir con un chico mientras sigues pensando en este otro?

Y ahí estaba mi padre.

-Lo que pasó con el otro chico se terminó.

Hizo un ruido.

-Te estas mintiendo a ti misma. Si todo se terminó, no estarías haciendo caso omiso a tu correo.

-¿Por qué me has enviado un correo? Siempre me puedes llamar.

-Yo llamo, a diferencia de ti. Y creía apropiado mandarte ese correo.

Era extraño.

-¿Por qué?- No respondió.- Puedo abrir ese correo ahora mismo y...

-¡Vale!- me interrumpió con un extraño ruido.- Sólo quería saber si ibas a venir a casa en vacaciones porque... eh...

Nunca había oído a mi padre tan inseguro de sí mismo.

-¿Qué pasa, papi?- Eso siempre lo derretía.

-Porque, uh, mi... ¿Te acuerdas de Sue Clearwater?

-¿La bibliotecaria? Claro.- Esto era extraño. ¿El estaba...? ¡No!- Papá, ¿estás saliendo con ella?

-No, quiero decir, ¡si! Quiero decir, ella es, eh, mi novia.- Todo salió en un torrente de palabras y fue tan lindo que me tuve que reír.

-¿Tu novia? Eso es genial papá.- ¿Por qué tenía tantas dificultades para decírmelo?

-Si, la cosa es, eh, que se acaba de mudar aquí, así que, ya sabes, no quiero que esto sea incómodo para ti o algo así.

Oh, Dios, mío, mi padre estaba viviendo con una mujer. Eso esta increíble.

-Eso está muy bien, papá. Me alegro por ti. No va a ser algo difícil.- Mientra no les oyera tener sexo. Eso sería demasiado.

-Bueno, bueno, bueno, entonces, ¿vienes a casa?

¿Iba a ir? Quería ir a la cabaña. Pero ahora no iba a ir. ¿Por qué no podía decirle que si?

-Todavía no lo se, papá. Estamos mirando un sitio para ir, pero no hemos concluido nada.- ¿Por qué había dicho eso?

-Bueno, házmelo saber, ¿vale? Si no puedes venir ese fin de semana, espero que vuelvas a casa pronto. Me gustaría que la conocieras oficialmente.

Era tan adorable.

-Lo haré, papá.- Miré el reloj. Cinco minutos.- Me tengo que ir.

-Vale. Diviértete en tu cita, Bella, y si hace algo que no te gusta...

-Tengo el spray de pimienta que me diste, papá.

Se echó a reír.

-Bueno. ¿Bella?

-¿Si?

-No sé lo que te ha pasado con ese hombre al que evitas, pero si de verdad te gusta, no deberías huir. Normalmente las cosas que te asustan son por las que más tenemos que luchar.

¿De donde había salido eso?

-Gracias, papá.

-Sólo piénsalo. Y llámame pronto.

Me gustaría poder no hacerlo.

-Vale. Te quiero.

-Te quiero, Bells.- Me que´de mirando el teléfono cuando colgué. Había sido raro. Mi padre dando consejos de amor. ¿Le había llamado Rose? Parecía que sí.

Sacudí la cabeza y deslicé mi teléfono en mi bolso. Me puse los zapatos y me fui a la sala de estar. Alice estaba sentada en el sofá leyendo. Me detuve y la miré. Ninguna de las dos dijo nada durante un minuto, mientras sus ojos se movían por mi cuerpo.

-Parece que vas a tener una cita.

-Si.

Sonrió.

-¿Edward Cullen se quitó de en medio a Jane Turner por ti? Estoy impresionada.

Sus palabras me atravesaron el corazón.

-No, voy a salir con Colin.

Se echó a reír.

-Has sido rápida.

No iba a dejar que me molestara. Alice todavía estaba cabreada conmigo.

-Lo que sea. Adiós, Alice.

-Pensé que no te gustaba Colin.

Me detuve en la puerta.

-No sé si Colin me gusta o me disgusta. Aunque ya que tan astutamente has señalado, Edward Cullen está fuer de mi alcance. Sólo intento seguir adelante con mi vida en vez de sentarme y actuar como si mi mundo terminara porque mi corazón se rompió. Aunque parece que eso es lo que tu estás haciendo.- Me fui antes de que pudiera responder. Me pareció oír un jadeo, pero no me importaba.

Llegué abajo y vi un deportivo negro. Mi cita estaba allí. Iba a hacerlo. Sólo era una cita. No tenía por qué casarme con este hombre. Respiré profundamente y me dirigí al coche.

 

…................................................

Bien, aquí está el siguiente capítulo, esperamos que nos disculpéis por la tardanza, pero hemos tenido un verano movido y si podía una la otra no estaba y no hemos podido ponernos de acuerdo hasta ahora.

De ahora en adelante los 30 de cada mes intentaremos que tengáis uno o dos capítulos.

Y los 15 subiré un capítulo de Primero y Diez, si me da tiempo subiré alguno más.

 

Un beso a todas! Y esperamos que hayáis pasado un buen verano.

Capítulo 26: A Rose with Thorns Capítulo 28: One word

 
14437486 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios