Tus Imperfecciones Mi Perfección (+18)

Autor: AliceJoziCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 07/11/2010
Fecha Actualización: 30/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 47
Comentarios: 81
Visitas: 144870
Capítulos: 26

FIC FINALIZADO!!

"Edward Cullen creyó tener una vida perfecta a sus 25 años. La llegada de una nueva persona a su hogar, le demuestra que la perfección no está en lo externo y lo hace replantearse todo su entorno y defender lo que nunca creyó posible; la belleza interna"

Antes de continuar quiero aclara que este fic no es mio, en teoria ,sino de PAM3.C.S con la cual me he comunicado y cuento con su total autorizacion, espero que lo disfruten igual que yo ¡Comenten y voten plis!

Bueno chikas me alegraaa q les aia gustadoo este fickk enserio no tienen ni ideaaa i bueno nada maz me keda dezirles q grax x los votos i toodoo :) si kieren leer otros ficks q bueno estoi escribiendo aka les doi los nombres i los link:

- PASIONES PROHIBIDAS (+18)

- LA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE BREE

- MUNDOS DIFERENTES... UN MISMO SENTIMIENTO

Si kieren pueden pasarse por mi blog: www.alicejozicullen-fanfiction.blogspot.com

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Capítulo 6:

Ed.-

...

Iban a ser malditos veinte días en esta cama imposibilitado de todo. Para mí, era una jodida exageración, más que nada era mi pierna la que estaba afectada…pero lamentablemente el único día que había intentado ponerme de pié, mi falta de experiencia en situaciones así me había pasado la cuenta y poco menos había terminado con una escayola completa de pies a cabeza. Al recordar el día del accidente, la sangre me hervía de rabia…había sido todo por una detestable mala acción; una luz demasiado lenta en un cruce, un intento por apurar mi retraso y una colisión con un idiota igual que yo de retrasado.

Los tres días en el hospital habían sido un infierno. Podía parecer muy femenino o gobernado por mi mujer como decía Emmet, pero mi cuerpo se había acostumbrado a dormitar a su lado y esas noches eran eternas sin ella. Sin embargo, el cansancio denotado llegada a cierta hora, me obligaba a pedirle contra mi voluntad que regresara a casa a descansar.

Sonreí al recordar cuando el tercer día de mi estadía allí. Ella había llegado un poco mas tarde y se había recostado a mi lado con claras intensiones de seguir durmiendo, así que como había podido me había arrimado a la orilla para darle espacio. En ese mísero movimiento mi furia se había desatado al ver una marca sobre sus senos y con toda la ira del mundo le había enrostrado una supuesta infidelidad ¡Patético! ¡Yo Edward Cullen, haciendo una escena de aquellas! Y peor aún ¡Desconfiando a radiar de ella!

Tanya, sin siquiera defenderse de la injusta acusación hecha por mi maldita inseguridad, rompió a llorar decepcionada por mi forma de actuar desmedida e infundada ¡Me faltarían días para arrepentirme de mi error garrafal!

- Hola amor.- por la puerta de nuestra habitación entró ella. Simplemente perfecta

- Hola preciosa.- me erguí lo que podía en la cama para darle un beso de bienvenida

- ¿Ya comiste?

- No, creí que pediríamos juntos

- Yo ya comí. Tuve un estresante día en la empresa, así que antes de salir merendé algo liviano

- ¿Estresante? ¿Algún problema?.-

En realidad quería saber que había pasado esta vez con mi hermana. Los únicos días estresantes de mi novia eran aquellos en que Alice ponía su cuota de humor negro en contra de Tanya

- Algo así. Tres de las modelos destinadas al lanzamiento de la nueva colección, aparentemente sufrieron algún tipo de alergia

- ¿No podrán ir?

- No.- abrió su armario y comenzó a examinar ropa.- Así que tendré que ir yo en reemplazo de ellas

- ¡¿Qué?.- grité incrédulo

- Edward. Cálmate.- me pidió dejando de lado su ropa y acercándose

- Tanya, tuve este maldito accidente. Sé que los lanzamientos no son eventos de una noche o dos ¿Y quieres que me calme? ¡Lo encuentro insólito!

- Amor. No te enfades conmigo.- me miró con tristeza

- ¿De quien fue la brillante idea?.- pregunté irónicamente

- Alice.- dijo simplemente y ese fue el detonador de mi ira total.- ¿Qué haces?.- cuestionó al verme erigir mi cuerpo hacia la mesa de noche

- ¿Qué crees tú? Llamar a mi hermana ¡Me harté de sus estupideces!.- vociferé encolerizado

- Edward ¡No!.- sacudió mi brazo.- Tu hermana es mi jefa y no puedo desobedecer sus ordenes.- justificó

- Pues, aparte de eso ¡Eres mi novia y su cuñada! ¡Y debería tener un trato preferencial contigo!

- Quiero ir.- declaró y fue mi detención automática

- ¿Qué dijiste?.- cerré mis ojos y llevé mis dedos pulgar e índice al puente de mi nariz, a modo de relajación

- Dije que quiero ir y lo voy hacer.- repitió las mismas palabras

- ¿Te das cuenta que en estas condiciones no podré ir contigo?.- me indiqué.- ¿Y menos teniendo metida a esa otra aquí?.- en este momento odiaba a la chica esa

- Lo sé amor, pero…- la corté tajante

- ¡Amor. Nada!.- grité y como pude me puse de pie.- ¡Tuve un maldito accidente y estoy poco menos inválido! ¡¿Y tú pretendes irte kilómetros de mi lado y de seguro por meses?

- ¡Lo hago por lo nuestro!.- se paró frente a mí

- ¡¿Por lo nuestro? ¡Tanya por Dios! ¡¿Me viste cara de imbécil? ¡Lo único que quieres es poder librarte del estorbo que estoy siendo en este tiempo!

- ¡¿Eso es lo que crees?.- me increpó.- ¡Traté de no ir por quedarme contigo! ¡Porque eres lo más importante para mí! ¡Pero también quiero ganarme a tu hermana! ¡Estoy harta que tu familia me vea siempre mal y poca cosa para ti! ¡Quiero que cuando nos casemos, seamos una verdadera familia!

Y rompió a llorar. Intenté acercarme a ella, pero retrocedió como si mi contacto le quemara. Y por mi maldita inmovilidad no pude detenerla cuando pasó por mi lado y se encerró en el baño. Me dejé caer sobre la cama y friccioné con fuerza mi manos por el rostro ¿Acaso podía llegar a ser más imbécil? Ella estaba intentando ganarse a mi familia, aunque en el proceso tuviese que poner en una balanza quedarse conmigo o cumplir las ordenes de mi hermana ¡Maldita sea! Sabía que si de ella dependiera, no se apartaría de mi lado, pero había aun un sentimiento de tristeza por su parte, sintiéndose desplazada y no aceptada por mi hermana.

El teléfono sonó, lo dejé seguir sin intención de responder…pero ya al cuarto intento, me vencí

- Diga

- ¡Hermano!.- era Emmet.- ¡Ey! Espero que al menos puedas mover tu boca, porque esta tarde iremos a verte

- No creo que sea buena idea.- intenté desechar su ofrecimiento

- No te estoy preguntando, solo te estoy informando ¿O es que mami no deja al bebé jugar con sus amigos?.- se burló en forma irónica haciendo referencia a Tanya

- Ya deja eso idiota.- le corté molesto.- Simplemente no me siento muy bien aun.- mentí

- Eso no es problema ¡Nosotros te alegraremos! Además Leah quiere verte

- Te devuelvo el llamado mas tarde ¿Si?

- Vamos a ir igual. Así que espero que seas buen anfitrión y nos tengas algo de comer ¡Y bueno!. Nos vemos.- y cortó, dejándome con la palabra en la boca

Miré el teléfono y me voltee hacia la puerta donde se encontraba Tanya ¡Esto no era buena idea! Debía arreglar las cosas con mi mujer, eso era lo más importante y de paso informarle que tendríamos visitas no gratas para ella. Me levanté con dificultad y me acerqué a tocar la puerta del baño. Sólo sentí sollozos ahogados dentro y quise golpear mi cabeza hasta rompérmela por haber provocado esto.

- Amor.- llamé suave.- Perdóname

Escuché ruido dentro, sin embargo, la puerta no se abrió. Dejé descansar mi cabeza sobre la puerta abatido

- Tanya.- volví a llamar y por fin oí el cerrojo ceder

La puerta se abrió y la mujer más hermosa del mundo apareció por ella con sus ojos rojos por el llanto, su pelo un tanto desaliñado y su cara surcada por varios caminos dejados por sus lágrimas.

- Perdóname preciosa.- dije con verdadero arrepentimiento.- No estaba pensando cuando hablé

- Tienes razón Edward.- me apoyó, pero no entendía de qué.- Mi lugar está contigo siempre, y aunque tenga en mis manos la oportunidad de agradar a tu hermana. Tú me necesitas mucho más. Y mi lugar es a tu lado. Yo tampoco podría estar lejos de ti

Se lanzó a mis brazos con fuerza y no puede sentirme más enamorado que nunca por sus palabras. Ratificaba con todo esto, que ella era la mujer que quería tener a mi lado por el resto de mis días. Era la única con la que quería compartir todo, aunque mi familia y amigos opinaran distinto a mí. Seríamos ella y yo, y la familia que construyéramos lo más importante. Así tuviera que dejar de lado a todos los demás.

- Quiero que vayas.- dije enterrando mi nariz en su espesa cabellera rubia

- Pero...- se alejó para mirarme.- ¿De verdad? No es necesario mi amor. Yo puedo quedarme y…- le corté

- Si crees necesario ganarte la aprobación de mi hermana. Entonces hazlo.- planté un beso en sus labios.- Si después de esto, las cosas se mantienen igual. Quiero que olvidemos todo. Que lo más importante seamos tu y yo, y si al resto le molesta o no le agrada. Entonces el resto no existe para nosotros.- dije con firmeza

- Te amo tanto.- susurró y nos fundimos en un deseoso beso

Luego de una acalorada reconciliación, me bañé como pude y me vestí para esperar a mis visitas. Sabía que Emmet, aunque le hubiera dicho que estaba con un pié en la tumba y otro fuera, se dejaría caer de igual forma. Hacía dos semanas que no nos veíamos y no podía negarlo, me hacia falta su humor diferente y sus continuas discusiones teatrales con Jacob.

- Sólo espero que tu amigo se comporte esta vez.- exclamó Tanya, recordando seguramente la última visita de él

Había desatado su peculiar sentido del humor en función a mi novia, y había sido secundado y reafirmado con la llegada de mi hermana. Claro que mi hermana era más directa, al menos Emmet disfrazaba sus dardos son tallas.

- Lo será.- la abracé por la espalda

- ¿Cómo no pudiste hacerte mejores amigos en la Universidad?.- urgió dándose vuelta.- Emmet es un idiota y Jacob no se queda atrás, y qué decir de Leah, es una amargada y ahora encima embarazada

- No quiero hablar de eso. Son buenos amigos y colegas. Con…- me callé cuando iba a decir una sandez

- ¿Con Claire se llevaban bien? ¿Eso ibas a decir?.- me espetó

- Claro que no.- mentí. Fui a darle un beso en su níveo cuello, pero ella se apartó

- Por supuesto que eso ibas a decir ¿Pero sabes qué? Tu ex novia era tan o más idiota que ellos

- Ella no era mi novia.- la corregí

- ¡Más boba entonces!.- vitoreo.- Yo jamás hubiera aceptado ser la "amiguita" de alguien.- hizo comillas en el aire.- Sé lo que valgo y lo que merezco, por ende

Claire, era prima de Leah y habíamos salido un par de meses en la Universidad, pero no habíamos pasado de amigos con ventaja a novios. Y habíamos terminado poco antes que yo conociera a Tanya.

El timbre de la casa sonó, señal de que mis amigos estaban aquí. Bajé las escaleras con cuidado de no rodar hasta el primer piso, aunque quizás hubiera sido más rápido. Tanya, me pidió que le diera tiempo para bajar, quería relajarse antes de tener que aguantar a Emmet y además ver la ropa que llevaría a su viaje. Al que partiría en la madrugada

- ¡Hombre! Te falta el puro parche en el ojo y pareces un pirata.- fue el saludo de Emmet.- Y aparte la cadena al cuello. Tú sabes, un pirata sometido a su mujer

- No puedes mantener tu bocota cerrada.- me ignoró y luego de palmearme la espalda repetidas veces, entró como si nada

- ¡Por Dios Edward!.- exclamó Leah.- ¿Qué haces en pié? Creí que te encontraríamos en cama.- me reprendió

- Le dije a Emmet que aun no estaba bien del todo.- me defendí

- Eso no es justificación. Al menos deberías permanecer sentado y que otra persona hiciera las cosas de trabajo por ti.- sin decir el nombre exacto, sabía que esas indirectas iban a Tanya

- Ya casi no me duele.- mentí. La verdad es que dolía un demonio aun las magulladuras sobre todo, pero no podía depender de Tanya como si fuese mi empleada

- ¿Estás solo?.- preguntó cauteloso Jacob. Seguro para tirar otra talla sobre Tanya. Negué rápidamente.- ¡Oh! Entonces ¡Hola Edward Cullen!

Pasamos a la sala y Leah, a pesar de sus meses de embarazo, me pidió afirmar mi peso en ella para que así no esforzara mucho la pierna. Y se sentía mucho mejor. Nos enfrascamos en una conversación de trabajo; me contaban sobre los nuevos proyectos que habían salido y los avances en aquellos en los que teníamos, antes de mi accidente.

Tanya bajó y saludó con un movimiento de cabeza a los presentes. Quise decirle que al menos a Leah la saludara más cercana, pero desataría una ida y regreso de puntadas poco agradables, así que en vez de eso la invité a sentarse a mi lado.

- Tanya viajará esta noche a Europa.- quise integrarla a la conversación

- ¡¿Viajarás estando Edward enfermo?.- preguntó Leah escandalizada

- No estoy enfermo.- le contradije.- Además es su trabajo

- Creo que cuando uno decide vivir en pareja. El primer trabajo es velar por la otra persona.- replicó nuevamente

- Me parece que vienes de una familia de mujeres sumisas ¿Verdad?.- inquirió Tanya.- Por lo visto te criaste con una madre que llegaba a lavar los pies de su marido. Pues yo no soy así.- Jacob, conociendo a su mujer…intuyó que el comentario de Tanya no le agradaría y cambió de tema en forma radical

- ¿Y como están Esme y Carlisle? ¿Haz hablado con ellos?

- Llaman casi todos los días.- respondí

- ¡Si! Y la mitad de la conversación es para preguntar sobre su protegida.- irrumpió Tanya

En ese momento la puerta principal se abrió, como si hubiésemos llamado a la presencia de Isabella. Esperaba que entrara y pasara de largo a su habitación. Pero para mi sorpresa, ella entró a la sala en busca de algo y quedó de pie mirando fijamente a los presentes. Tendría que presentarla ¡Como si me agradara!

- Divirtámonos un poco.- susurro Tanya.- De seguro Emmet encuentra otra razón a sus burlas y mejores aun.- y no lo dudaba

- Isabella.- la llamé sin ganas.- Ella es Isabella. Ellos son Emmet, Jacob y su novia Leah.- apunté a cada uno

- ¿Isabella Swan?.- preguntó sonriendo Leah ante la sorpresa mía y de los demás

- ¿Leah?.- respondió la aludida y se acercó a ella con confianza

- ¿Se conocen?.- al menos mi novia compartía mi sorpresa

- ¡Claro que si!.- aclaró Leah.- Bella es de Forks. Y mi familia es cercana allí.- entonces recordé que Jacob me lo había mencionado

- Hola Isabella ¿O Bella?.- preguntó Emmet sin ser burlesco, lo que me dejó mas perplejo aun

- Puedes llamarme Bella.- contestó ella

- Bella.- dijo él y le besó la mejilla.- Soy Emmet, pero puedes decirme galán, Em, prodigio, etc.

Luego fue el turno de Jacob para presentarse y se enfrascaron en una alegre conversación recordando entre ellas, anécdotas de su ciudad natal. Emmet, era el que me había dejado más anonadado, pues normalmente cuando las chicas no eran agraciadas, su interés no iba más allá de hacer bromas respecto a sus defectos, claramente en forma disimulada. Pero ahí estaba, hablando con ella y riendo como si fueran grandes amigos. Si antes no era de mi agrado esa chica, ahora lo era menos. Pues a mi novia, la ignoraban y aportillaban cuando podían y ella poco menos era el centro de atención en este momento.

- Que alegría saber de ti y los tuyos.- le dijo Leah.- Tienes que ir a vernos. Te dejaré nuestra dirección con Edward. Quiero saber como se portan todos por allá

- Debo preguntar ¿Me han venido a visitar a mí o a ella? Porque si es así, los dejamos solos.- pregunté con una forzada sonrisa

- Discúlpame que te lo diga amigo, pero ella es mucho más simpática que ustedes dos juntos.- se burló Emmet

- No sabía que tus gustos habían cambiado tanto.- rió Tanya.- Y que se habían deteriorado en el proceso

- A palabras necias, oídos sordos.- exclamó Leah, mirando a una roja Isabella

- ¡Ey!.- llamó la atención Emmet.- La chica estudia en la Universidad y Medicina

- ¡Ah. Claro!.- afirmó Tanya.- Ahí estaba tu interés. Si no es bonita, al menos ganará dinero ¿Verdad?

- Te equivocas.- le refutó Emmet.- A diferencia de mi amigo aquí presente "El pirata mangoneado". Yo busco el complemento. No me conformo con la mitad llena y la mitad vacía ¿Me entiendes?

- Pues lo que yo veo es una mitad bastante vacía.- impugnó mi novia con rabia. En cambio Emmet, sonreía de oreja a oreja

- Te haz jodido tu misma.- reía abiertamente a Tanya.- Tienes una mitad, tan desinflada y desocupada que no eres capaz de mirar más allá de lo que te muestra el espejo

Esto era lo que odiaba al tener juntos a Tanya y mis amigos. Las bromas comenzaban suaves, pero terminaban como ahora. Y Tanya siempre era arremetida por los tres. Lo mismo que ocurría con mi familia.

- Hemos traído unos pasteles para tomar un café.- terció Jacob para aplacar el momento

- ¡He. Si!.- me levanté.- Pasemos a la cocina, es más cómodo

- Permiso.- se excusó Isabella y estuve a punto de aplaudir su sensatez

- ¿Dónde vas?.- cuestionó Leah

- A mi cuarto.

- Seguro tiene cosas que hacer.- me entrometí para hacerle ver que su retirada era lo más apropiado

- ¡Puede hacerlo mas tarde!.- zanjó Leah

- No puedes perderte la delicia de la mano de Leah.- secundó Emmet

Nos acomodamos en la cocina. Tanya se sentó alejada del resto y su cara denotaba la incomodidad en la que estaba. Me acerqué a saltos a la despensa para sacar cubiertos y lo necesario para preparar la mesa, cuando Isabella se me adelantó y me indicó que ella se encargaba. Agradecí a pesar de que prefería no haberla tenido en la mesa y me senté al lado de mi mujer.

Comimos en silencio, solo alborotado por las bromas de Emmet en relación a Jacob, que al parecer era quien sufría los antojos del embarazo, por lo que comentaba Leah. Tanya no habló absolutamente nada y se negó a probar bocado. Otra vez me sentí entre la espada y la pared, pero tenía claro que así como ella en contra de su voluntad estaba tratando de arreglar las relaciones con mi familia, yo me debía a ella de la misma forma.

- ¿De verdad no te lo comerás?.- saltó entusiasmado Jacob al ver que Leah desplazaba su mitad de pastel en la mesa

- No.- rodó los ojos.- Comételo tú, si eso es lo que quieres.- sonrió, negando

- ¡Ey! Siempre me lo habías regalado a mí.- regañó Emmet, pues él era el encargado de limpiar las sobras por así decirlo, siempre

- Pero yo soy el padre de su hijo.- se mofó Jacob.- Y por ley, debo ser bien cuidado

- Quizás deberían preocuparse por si hay otras personas con ganas de seguir comiendo.- habló por primera vez Tanya.- ¿Isabella? ¿Haz quedado con hambre?

- No.- musitó ella, por lo bajo

- ¡Wow! Pensé que eras capaz de comerte una vaca entera.- no quise mirar a nadie con los comentarios de Tanya. Sabía que estaba dolida y sólo por eso lo decía

- Entonces, somos el uno para el otro.- concluyó Emmet.- Siempre me han gustado las mujeres que saben apreciar lo bueno de la vida

- ¡Querrás decir las que no tienen amor propio!.- continuó Tanya

- ¿Qué harás cuando te embaraces Tanya?.- preguntó Leah.- Estás conciente que tu peso aumentará ¿Qué pasará si no lo vuelves a perder?

- No me embarazare.- dijo tajante y mi cabeza giró vertiginosamente hacia ella.- Aún.- admitió luego

- ¿Y cuando vuelves a las pistas Ed?.- nuevamente Jacob, salvando el momento

El tema de conversación cambió y poco después Isabella desalojó la cocina. Los chicos se fueron y ayudé a mi novia con su equipaje. Sería un verdadero infierno todo este tiempo lejos de ella y no sabía muy bien como iba a sobrellevarlo. Tanya entró a ducharse y yo me tiré en la cama sin pensar mucho. De pronto su móvil sonó y me levanté a tomarlo. A ella le irritaba que hiciera eso, pero la curiosidad era más grande. Además no había nada que ocultar. Tecleé para abrir el mensaje de texto y la rabia otra vez hizo mella en mí

.

¿Cómo estamos para el viaje? Recuerda llevar ropa provocativa, haremos diversas sesiones y te quiero regia como siempre. Aunque tu eres hermosa con lo que te pongas. Nos vemos en el aeropuerto. Marco

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Tomé varias respiraciones para no caer nuevamente en un ataque de celos desmedidos y que nos llevarían a una discusión sin sentido otra vez. Ella me amaba, tanto o más que yo a ella y un tercero no entraba en esta conjunción.

- ¿Qué haces con mis cosas?.- preguntó seria Tanya al verme con su móvil en la mano

- Recibiste un mensaje. Era Marcos y creí que…-

- Creíste que era uno y otro de mis supuestos amantes ¿Verdad?

- Lo siento si te molestó que tomara tus pertenencias personales.- me disculpé por mi error

- Me molesta que lo hagas. Yo no ando hurgando en tus cosas todo el tiempo y menos desconfiando de ti

- No tengo nada que esconder, así que no me molestaría que lo hicieras.- por su cara pude ver que había sido una respuesta equivocada

- ¡¿Acaso yo si?.- increpó duramente

- ¡Claro que no!.- bajé el tono de mi voz y me acerqué a ella.- No peleemos. Esta noche te vas y no nos veremos en mucho tiempo.- ronronee cerca de su oído

- Tu haces que me enfade.- golpeó suave mi pecho cuando la abracé

- Siento ser celoso, pero teniendo a una mujer como tu a mi lado. Es difícil contenerse

- Pero sabes que sólo tengo ojos para ti. Además Marcos es gay

- ¿Gay?.- dije sonriendo.- No lo sabía

- Vive alabando el hermoso novio que tengo.- confió.- Así que lo molesto, diciendo que esa es la suerte de la hermosa mujer

- Preciosa.- secundé.- Por eso jamás podría mirar a otra. Eres perfecta. Y mis celos se fundan en eso. En que sé que muchos hombres desearían a la mujer que tengo a mi lado

- Tu mismo te diste la respuesta.- me besó el cuello.- A tú lado

Nuestra despedida fue majestuosa. Hicimos el amor durante todo el resto de tiempo que nos quedaba y disfruté de su belleza cada segundo, antes de verla irse.

Desperté con unos suaves golpes en la puerta. Miré mi reloj y marcaba las ocho de la mañana. Me tiré de espaldas en mi cama, sintiéndola mas amplia de lo que era sin Tanya. No hice ningún ruido para escuchar si es que realmente alguien estaba tocando mi puerta. Si era así, la única que podría hacerlo era Isabella y no estaba de ánimos para que fuese su rostro el primero en observar al despertar. Pero la puerta siguió siendo sacudida por sus golpes, así que me senté y le indiqué que pasara.

Entró vestida y lista para irse a la Universidad. Traía con ella una bandeja con lo que supuse sería mi desayuno, mas yo no se lo había pedido.

- Buenos días.- saludó bajo.- Traigo tu desayuno.- era primera vez que me tuteaba, sin embargo, no estaba para discutir

- No recuerdo habértelo pedido.- fui franco, sin embargo, una gota de arrepentimiento me surcó cuando la vi ponerse incómoda.- Gracias, de todas maneras

- Tanya me pidió que estuviera al pendiente, es decir…- se frotó sus manos nerviosa.- Ella me pidió que ubicara a alguien para que ayudara en la casa

- ¿Cuándo fue eso?.- cuestioné extrañado. Ella no me había dicho nada

- Ayer en la oficina de Alice.- explicó.- Pero ya que estoy aquí. Yo puedo encargarme de la comida y la limpieza

- Mi padre no te trajo aquí como empleada.- corté. Además me suponía la furia de ellos cuando se enteraran

- Lo sé, pero es una forma de retribuir la hospitalidad

- ¿Sabes cocinar?.- mas por curiosidad, que por otra cosa pregunté

- Si.- sonrió.- Yo me encargaba de la comida cuando estaba en mi casa, en Forks

- ¿No tendría que ser tu madre la encargada de eso?.- apunté, recordando que era Esme quien se encargaba de todo en casa. Alice apenas sabía pelar una papa

- Mi madre trabajaba, y yo cuidaba de la casa y de papá.- informó y mi curiosidad aumentó. Sin embargo no quería tener que relacionarme mucho con ella, así que lo dejé pasar

- Bueno.- zanjé.- Muchas gracias por el desayuno

Una forma sutil de explicarle que la conversación había terminado. Más cuando vi su rostro, al parecer se veía desilusionado. Musitó un suave "bien" y se encaminó a la puerta, pero antes de salir se volteó hacia mí.

- ¿Algo más?.- pregunté mientras tomaba el control y encendía la TV

- Si.. Ehm..- la miré de soslayo y un sonrojo se extendió por su rostro.- Tengo…tengo un trabajo en la Universidad…somos cuatro y…ninguno tiene lugar donde realizarlo.- me miró atrapando su labio inferior entre sus dientes.- ¿Podría…venir acá a realizarlo? Estaremos en mi cuarto, es decir, el que ustedes me han dado. Será solo por el fin de semana

- Puedes hacer lo que quieras.- me encogí de hombros.- Mi padre me pidió que te tratara como alguien de casa, así que no puedo contradecirlo

- Si te molesta, podemos ir a otro…- la interrumpí

- Me molesta, si tus amigos y tu se creen dueños de esta casa.- fui enfático.- Si te mantienes en tu cuarto, no hay problema

- Entiendo.- asintió.- No habrá problemas.- afirmó.- He dejado el almuerzo en el microondas. Nos vemos

Y con eso salió de mi habitación.

Intenté comunicarme con Tanya durante toda la mañana y su móvil seguía apagado siempre. No tenía hambre ni nada, mi genio empeoraba cada vez que marcaba su número y la estúpida grabadora me salía al paso. Bajé las escaleras con dificultad y maldiciendo la mierda de escayola que me tenía inmovilizado. Me acerqué a la cocina y me dejé caer en la silla de la isla. Intenté unas cinco veces más dar con Tanya, pero el resultado era el mismo, ni siquiera sabía como había llegado o si aún estaba de vuelo.

Mi mirada viajó perdida por los rincones de la cocina, hasta que de detuvo en el microondas. Recordé que Isabella me había dicho algo respecto a la comida y afirmándome llegué allí. Lo abrí y mi estómago que antes no había mostrado señales de hambre, rugió con fuerza al exquisito aroma que expelía la Lasaña. La calenté y me senté nuevamente a esperar.

En menos de diez minutos el plato estaba sin ningún resto de comida. Debía reconocer que al menos para la cocina, se notaba que tenía mérito. Cosa que me reservaría, no quería y tenía la intención de dar alas a entablar diálogos respecto a comidas, que seguramente sería su único tema.

Volví a la carga con el intento de localizar a Tanya, pero volvió a ocurrir lo mismo. Así que marqué a mi hermana. Ella debería darme información

- Hola Alice. Habla Edward ¿Qué sabes de Tanya?.- arremetí cuando escuché su voz

- Estoy muy bien. Gracias por preguntar hermanito.- contestó sarcásticamente

- Lo siento.- me disculpé

- Tu novia ha llegado en perfectas condiciones. He hablado con mi asistente hace pocos minutos y dice que arribaron a eso de las ocho de la mañana.- fruncí el ceño. Desde esa misma hora estaba intentando contactarme con ella

- ¿Han empezado ya con los ensayos y esas cosas?.- quizás por eso no respondía. Estaba ocupada

- No.- respondió.- Bárbara me ha dicho que luego de la tensión del viaje y todo eso, les ha dado el día libre a todos ¿Algún problema?.- inquirió

- Ninguno.- aclaré.- Es solo que no me he comunicado con ella. Eso es todo

- Tanya dejó el hotel temprano. De hecho yo también he estado intentando comunicarme con ella o con Marcos

- ¿Marcos?.- repetí

- Si. Bárbara me señaló que salieron juntos del hotel

- Quizás él quiso hacerle algunas fotos. O quizás el tipo quedó alucinado con los hombres europeos.- reí por mi broma

- ¿Por qué dices eso?.- cuestionó extrañada Alice

- Porque es Gay, Alice.- dije cansinamente. Era de su staff, ella debería saberlo. Unas agudas risas resonaron por el otro lado de la línea

- ¿Marcos. Gay?.- dijo jadeante.- ¿Te volviste loco?.- seguía riendo

- ¿Por qué?.- esta vez fue mi turno de preguntar como idiota

- Para tu información mi querido hermano. Si Marcos es gay. Yo sería lesbiana y con titulo y todo.- se mofó.- Marcos ha estado con más mujeres que tus amigos y Jasper juntos. O quizás lo sea y lo tapa así, pero cada modelo que posa para su cámara, es porque está liada a él.- creo que mi habla estaba lejos.- ¿Quién te ha dicho semejante burrada? ¿Tanya?

- No.- susurre.- Solo lo creí

- ¡Si. Claro!.- ironizó. Estaba segura que no se creía mi respuesta.- No hay peor ciego, que aquel que no quiere ver

No quise escuchar más y corté la llamada, lanzando al otro lado de la cocina mi móvil. Ella no podía haberme mentido. Sin embargo Alice, sin saber siquiera lo que me había dicho Tanya, me había contestado de manera franca… Me volvería loco sin saber…

Como pude y sin sentir el dolor habitual debido a la rabia. Me acerqué donde había tirado el teléfono y marqué el número de Marcos. No era difícil y ayer cuando lo había leído, en mi histeria y celos desmedidos…lo había observado mas de una vez, por ende, lo recordaba o eso comprobaría ahora.

- Bueno.- contestó un hombre de la otra línea. No podía decir si era él

- ¿Marcos?.- me aventuré

- Si, con él ¿Quién habla?

- Soy…-

Pero una voz que yo conocía muy bien se escuchó del otro lado, seguido por el ruido del agua caer y no cualquier ruido; sino que el mismo sonido de una ducha…

...

Continuará...

Capítulo 5: Capítulo 7:

 
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