Tus Imperfecciones Mi Perfección (+18)

Autor: AliceJoziCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 07/11/2010
Fecha Actualización: 30/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 47
Comentarios: 81
Visitas: 144911
Capítulos: 26

FIC FINALIZADO!!

"Edward Cullen creyó tener una vida perfecta a sus 25 años. La llegada de una nueva persona a su hogar, le demuestra que la perfección no está en lo externo y lo hace replantearse todo su entorno y defender lo que nunca creyó posible; la belleza interna"

Antes de continuar quiero aclara que este fic no es mio, en teoria ,sino de PAM3.C.S con la cual me he comunicado y cuento con su total autorizacion, espero que lo disfruten igual que yo ¡Comenten y voten plis!

Bueno chikas me alegraaa q les aia gustadoo este fickk enserio no tienen ni ideaaa i bueno nada maz me keda dezirles q grax x los votos i toodoo :) si kieren leer otros ficks q bueno estoi escribiendo aka les doi los nombres i los link:

- PASIONES PROHIBIDAS (+18)

- LA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE BREE

- MUNDOS DIFERENTES... UN MISMO SENTIMIENTO

Si kieren pueden pasarse por mi blog: www.alicejozicullen-fanfiction.blogspot.com

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Capítulo 12:

Ed.-

 

...

Estaba agotado. El proyecto me había consumido todo el tiempo y aun faltaba para que estuviera totalmente listo. Con Jacob y Emmett, apenas nos habíamos visto estos últimos días. Cada cual pasaba encerrado en su oficina terminando los últimos detalles.

El equipo de música que tenía en volumen moderado pasaba continuamente noticias de actualidad. Cada varios minutos alcanzaba a escuchar el final de alguna. Sin embargo, hubo una que llamó totalmente mi interés e hizo que dejara a un lado los lápices y papeles que sostenía. De pié al costado de la mesa, apoyé mis codos en ella y oí atentamente al locutor relatar sobre un accidente casero… una niña había resultado quemada a raíz del incendio desatado que había consumido su hogar.

Mi mente se detuvo en el horrible detalle de la niña de 6 años. Y mis pensamientos volvieron irrefrenablemente una semana atrás. El día en que yo mismo había no lograba dar crédito a mi deplorable episodio. Pero más aun a las palabras que habían terminado por enterrarme vivo. Bella había estado horas en el piso desahogando su alma. Y yo, intentando exculpar mis demonios por mi actitud, sosteniéndola como si mi existir dependiera de ello. Había sufrido demasiado y me daba una lección contundente de ello. Mis penurias eran una jodida estupidez... en relación a ella... Y sin embargo, yo intentaba matarme lentamente, mientras ella se levantaba una y otra vez.

Desde ese día, la relación que habíamos logrado establecer. Había vuelto a punto muerto. Bella llegaba a casa y su recorrido era en forma directa a su cuarto, de donde salía apenas para ingerir alimento o por fuerza mayor. Y la entendía ¿Quién tendría la paciencia y el valor para compartir su tiempo con alguien como yo? La bipolaridad se me estaba haciendo costumbre y sentía que ya no podía caer más bajo… Era un desastre

- Edward. Llegó la información que esperábamos.- entró Jake con variados papeles en la mano.- Lo he revisado y está todo en orden, así que sólo hay que ultimar los detalles finales

- Bien.- retomé mi trabajo.- ¿El interesado vendrá?

- No.- noté su contrariedad.- Así que deberé viajar yo a Port Angeles, que es allí donde reside

- ¿Y eso por qué?

- Es allí donde quiere llevar a cabo la obra, así que debo ver los terrenos y lo demás

Jacob no estaba contento con esta situación, aunque sabía que era indispensable que nos hiciéramos presente en el lugar. No sería ético plasmar planos y proyectos sin conocer previamente el lugar con sus ventajas y desventajas. Sin embargo, Leah no había estado muy bien de salud últimamente. Su embarazo de por sí era complicado, y las últimas semanas había presentado dolores por lo que se mantenía en cama.

- Yo puedo ir en tu lugar.- ofrecí

- No te preocupes Edward. Tienes bastante con esos planos.- indicó mi escritorio.- Además sólo serán un par de días

- Par de días en que Leah estará sola.- le señalé intentando un chantaje limpio

- ¿En serio podrías hacer eso?.- había dado en su talón de Aquiles

- Por supuesto.- me encogí de hombros.- Además me hace falta alejarme un poco de todo esto

- ¿Cómo vas?.- su pregunta fue general, pero estaba clara la directa relación a Tanya

- Bien.- fue mi escueta respuesta

- Ahora que tomarás mi sitio en el viaje. Bella puede quedarse en mi casa. Ella y Leah se han llevado bien las veces que han estado juntas

- Lo pensaré. Quizás Alice quiera que le haga compañía en su casa

Alice. Esa otra cosa que mantenía mi mente ocupada. No habíamos arreglado nuestra relación en forma definitiva. Las llamadas realizadas eran concisas y breves, y la extrañaba… Durante el camino ocupé mi mente en analizar mis pasos desde hacía tiempo. Y por primera vez, me vi totalmente cambiado desde que Tanya había llegado a mi vida.

Todo había pasado a ser superficial. Todo era apariencias, cada cosa que hacía, pensaba o decía. Era totalmente controlado por ella y a su vez, dirigido en relación al resto. Nuestras salidas nunca podían ser de bajo perfil. Ella degustaba ser el centro de atracción, y de no ser así. Realizaba hasta la más mínima acción para serlo ¿Eso me agradaba realmente? No tuve que emitir la respuesta. Estaba clara.

Apagué el motor y me preparé para el siguiente paso. Acabaría de una vez por todas con la patética existencia que estaba llevando. Sentía que cada movimiento hecho en el último tiempo había estado totalmente errado y ya era tiempo de comenzar a recomponer mi vida y con eso, todo lo que me rodeaba.

- Hola Edward.- saludó Jasper. Su seriedad hacia mí nunca me había afectado tanto como ahora

- Hola Jasper ¿Y las niñas?.- pregunté por intentar terminar con ese momento incómodo

- Están dormidas. Son más de las nueve.- explicó viendo su reloj. Yo estaba conciente de la hora

- Veo…- comencé a cambiar mi peso de un pié a otro

- Pasa.- abrió totalmente la puerta.- Si lo que realmente quieres es ver a Alice. Está en su despacho

- Gracias.- musité

Alice estaba totalmente concentrada en su trabajo. Sonreí al verla. Vestía un chandal demasiado grande para ella, unas pantuflas con dibujos animados y una capucha igualmente gigante para su pequeño cuerpo. Mi hermana había adoptado fielmente las costumbres de mi madre. Fuera de su hogar, era una mujer totalmente direferente: segura, formal, elegante y sobre todo una profesional. Pero en su casa, parecía mimetizarse con sus hijas… Algo que nunca vi en Tanya, volví a las comparaciones que nunca había visto antes. Tanya podía estar enferma o sólo pasando un domingo en casa. Sin embargo, su apariencia seguía como si estuviera sobre una pasarela…

- ¿Hace cuanto que estás allí?.- la voz de Alice me devolvió a la tierra

- Yo… Hace poco…- me acerqué a ella y nervioso deposité un beso en su frente

- Las chicas se acostaron hace un rato atrás. De haber llegado antes, habrías visto a tu ahijada que no para de preguntar por ti

- El trabajo en la oficina ha estado agotador.- me recliné contra la pequeña mesa

Quedamos sumidos en un silencio algo incómodo. Alice siguió trabajando en su papeleo, pero podía ver como su vista a cada tanto se desviaba hacia donde me encontraba. Decidí cortar con esto. Había venido con un propósito y ese era empezar a enderezar por fin mi camino… Era ahora…

- He venido a disculparme por todas las estupideces que he hecho.- no me miró, pero su mano dejó de moverse.- Este tiempo me ha servido para… comprender realmente lo que todos me decían y yo no quería ver…- reí sin humor.- Que el yo presente, distaba mucho de lo que era el yo pasado…

- ¿Cómo haz logrado llegar a esa resolución evidente para todos, menos para ti?.- toda su atención se fijó en mí

- No sé muy bien como…- admití.- Pero… si sé gracias a quién…- siguió viendome fijo para que siguiera.- Bella…- dije simplemente

- ¿Bella?.- repitió con incredulidad mi hermana

- Aunque te sea difícil creerlo, después de todo lo viste. Es así.- afirmé.- Ella ha vuelto a sacar lo que tanto tiempo estuvo nublado en mí

- Ella es una gran mujer. Una adolescente en cuerpo y mente de mujer. Ha pasado por mucho y sigue haciendole frente a la vida y a toda adversidad que se le cruce- murmuró

- ¿Tú…? ¿Tú sabías lo de ella?.- pregunté titubeante

- Lo escuché casualmente en una conversación de papá y mamá.- confesó.- ¿Tú como te enteraste?

- Luego… de una conversación.- respondí intentando no entrar en detalle, pero luego me di cuenta que si quería reparar todo, la sinceridad era lo primordial.- El otro día me comporté como una bestia…- dejé salir un suspiro exasperado

- ¿Perdón?.- los ojos de Alice se inyectaron de furia.- ¡¿Qué fue lo que hiciste?

- Alice…- intenté calmar la situación

- ¿Qué pasa?.- perfecto. Ahora Jasper me miraba con ganas de asesinarme

- ¡Estoy esperando Edward!.- puso sus manos en jarra

- Sólo cálmate ¿Si?.- pedí, aun viendo la ira en su mirar.- Me puse como loco… luego de… ver unas cosas de Tanya… Isabella estuvo en el momento y lugar equivocado…

- ¡¿Esa es tu mejor excusa? ¡Porque no mejor aceptas que eres un imbécil y que el único culpable aquí eres tú!

- Lo soy.- hablé con convicción. Dejando a Alice y Jasper en silencio.- Todo ha sido mi culpa. El creer, el cerrarme, el cegarme, mi actuar y todo. Es por eso que estoy reparando mis errores ¡Ya no más!

Alice y Jasper siguieron en silencio. Me revolví incómodo en el espacio. Imaginaba que sería todo más fácil, pero eso significaba guardar una parte de mi relato. El mismo que había dejado escapar hacia un momento… Al cabo de permanecer varios minutos más sin hacer nada, opté dar por terminada mi visita.

- Quiero pedirte un último favor.- pedí y seguí de inmediato.- Trata de mantener a Tanya por unas semanas más en Europa

- ¿A qué se debe eso?.- inquirió Alice frunciendo el ceño

- Sólo quiero tiempo.- respondí.- El fin de semana debo hacer un viaje de trabajo. Jacob me ofreció hospitalidad para Bella, pero… ¿Quizás…tú…?

- Por nosotros no hay problema en que ella se quede aquí. Esta también es su casa.- asentí, a pesar de notarla fría conmigo

- Bien. Me voy. Ya es tarde.- iba a salir y recordé una última cosa.- El traspaso de bienes…- pude ver como los dos se tensionaron ante esa mención.- Está sin efecto. Los papeles fueron rotos… Es tú logro. Yo sólo fui un idiota.- y salí de allí

Llegué a mi auto y a pesar que nuevamente no era recibido con la calidez que lo era antes, me sentía tranquilo. Todo se daba paso a paso y al menos, ya había dado el primero. Quité la alarma y cuando estaba a punto de subirme, sentí la puerta de la casa abrirse. Miré inquieto a mi hermana salir disparada con la dificultad de sus curiosos zapatos… No alcancé a reaccionar cuando su pequeño cuerpo colisionó con el mío y sus frágiles brazos se cerraron en torno a mi cuello.

- Te amo tanto…- gimoteó. La abracé más fuerte

- Yo también te amo hermanita.- susurré contra su alocado cabello.- Siento haber sido un idiota.- la sentí sonreír y se separó de mí

- Si bueno. Lo eres…- rió.- Mejor dicho lo eras… Edward. Espero que vuelvas a ser como antes. Sé que te he incomodado y me haz odiado por tratar de hacerte reaccionar, pero es que no eras tú… Esa mujer te cambiaba tanto y tu no te dabas cuenta

- Ahora lo sé.- confirmé sus palabras y limpié con mis pulgares sus lágrimas

- Te he…extrañado tanto.- volvió a aferrarse a mí

- No más que yo a ti…

Nos sentamos fuera de su casa como antes. Donde pasábamos horas conversando y hablando sobre el futuro. Uno que aun no tenía los ribetes que tomó más adelante. La había extrañado demasiado, sin embargo, solo ahora lograba dimensionar la inmensidad de ese hecho. Le conté sobre mi viaje y los motivos aparentes e internos por los que lo realizaba… De pronto mi mente se iluminó con un detalle nombrado por Alice. Y comencé a trazar ideas…

- Bien. Ahora sí me voy.- me paré y me despedí de ella

- Dile a Bella que puede venir a quedarse conmigo todo el fin de semana

- Ehm…creo que eso no se hará así.- Alice me miró intrigada.- Te lo contaré más tarde

- ¿Qué tienes en esa cabeza Edward Anthony?.- me miró con sus ojos entrecerrados

- La curiosidad mató al gato hermanita.- cité un dicho para dejarla con la duda

Los días pasaron y el jueves se hizo presente. Las cosas en mi casa no variaban en nada. Apenas y había visto un par de veces a Bella. No podía decir con certeza si me temía por mis reacciones adversas o el problema radicaba en la vergüenza que sentía de haberme confiado uno de sus mayores secretos… Mi rutina diaria, por mañana y tarde, se había transformado en la de un acosador…

Ella siempre salía antes que yo. Y regularmente regresaba a casa después de mí. Por lo que en esas ocasiones entraba como un delincuente a su cuarto y aunque suene patético, me impregnaba del aroma reinante en él… No sabía dar una respuesta coherente a mis actos, pero cada que se convertía en más que una rutina…una necesidad…

El día en la empresa pasó sin darme cuenta. Las seis de la tarde ya estaban encima, advirtiendo el paso de un día más… El día de mañana viajaría y estaría fuera todo el fin de semana. Por lo que me quedé un tiempo más allí…

- Señor Cullen.- llamó Ellen, mi secretaria.- Aquí está todo lo que me pidió

- Gracias Ellen.- tomé los boletos.- Puedes retirarte

- Muchas gracias Señor Cullen, pero tengo… otro pendiente.- la miré al percibir una incomodidad

- Dime.- en ese momento entró Emmett a la oficina y se sentó frente a mí

- Hay tres invitaciones extendidas para ustedes. El Señor Black y el Señor McCarty ya han confirmado su asistencia…- miré a Emmett, quien asintió entusiasmado.- ¿Usted…?

- ¿Cuándo es?.- cuestioné tomado mis cosas y poniéndolas en mi maletín

- El próximo viernes Señor.- la chica estaba incómoda seguramente por estar al tanto de las cosas ocurridas el último tiempo. Y Tanya…no estaba para acompañarme. Más eso no era relevante de ahora en adelante

- Iré.- afirmé ante el asombro de ambos presentes.- Confirme dos asistentes a mi nombre

- Si Señor.- habló la chica aun sorprendida.- Que tengan un buen viaje. Hasta el lunes

Despedí a la chica y continué ordenando mis pertenencias. Emmett aun se encontraba sentado en mi escritorio, y por lo que veía, todavía estaba digiriendo mis palabras y tratando de encontrarle sentido. Su vista pasó de mí hacia los papeles que Ellen había dejado sobre mi escritorio y me miró serio.

- ¿Algo que deba saber?.- inquirió con voz fuerte

- Iré a reemplazar a Jacob.- encogí mis hombros, haciéndome el desentendido

- ¿Con quién? ¿Y a quién llevarás a la cena?.- su voz seguía siendo autoritaria y con enfado. Podía apostar que sospechaba de alguien, pero erraba rotundamente

- Lo sabrás en su momento. Y si…- me cortó furioso

- ¡Mira Edward si vas a seguir con la zorra esa que te dejado la cabeza con mierda…!

- ¡Para!.- grité para estar a la altura de su voz.- No iré con Tanya, si eso es lo que crees. Ella aun está en Europa y espero que se quede un buen tiempo allá. Ahora si mi disculpas, tengo cosas que hacer. Nos vemos el Lunes

Llegué a casa antes que Bella. Hice mi habitual camino y seguí una vez que dejé mis cosas en la sala, hacia su habitación. Había logrado asimilarlo como una terapia relajante. Aquellos días en que no lograba llegar a casa antes que ella lo hiciera, mi cama se convertía en un verdadero nido de pájaros de tantas vueltas que daba sin poder conciliar el sueño.

Miré las fotos que descanzaban sobre la mesa que ocupaba como escritorio para realizar sus labores. Y en ellas observé algo que había extrañado por estos largos días… su sonrisa espontánea. En una de ellas salía junto a sus padres, y otra mostraba un grupo de chicos de su edad… Se miraba radiante en cada una de ellas… Esperaba volver a ser partícipe de una imagen así pronto…

- Bella. Te estaba esperando.- la intercepté cuando traspasaba la puerta principal

- H-hola.- saludó como intimidada

- Yo…tengo la cena lista.- indiqué la cocina

- Gracias, pero no tengo hambre.- se disculpó y quiso seguir su camino, pero la tomé suave por el brazo para impedirlo

- Quiero hablar contigo.- pedí

- Dime.- musitó. Sus mejillas tenían ese característico rosa

- ¿Tienes exámenes la…próxima semana?.- me miró como si tuviera un tercer ojo

- No.- susurró. Y mi sonrisa se ensanchó

- Entonces quiero pedirte que cuando llegues a casa tengas tu maleta lista.- instruí. Pero algo cambió en su rostro…y no entendí que era

- Yo…qué…- miré como su barbilla temblaba suavemente. De pronto se enderezó en su lugar y alzó su rostro.- ¿Por qué?

- Es una sorpresa.- seguí con mi sonrisa tonta, pero ella no lo hacía.- Lo único que puedo decirte es que a las diez de la mañana debes tener tu maleta lista y preparada. Yo ya tengo la mía.- le guiñé tratando de hacerla sonreír, pero en vez de eso logré que su cara fuera un póker

¿Y como no idiota? Un día poco menos la tratas como basura y al otro te crees un payaso tratando de ser agradable... susurró mi yo interno

- ¿Qué…?

- Bella…- pasé mis dedos en forma ansiosa por mi pelo.- Sé que hemos retrocedido en nuestra convivencia… Pero, estoy tratando de volver a ese tiempo.- ella me miraba fijo, como buscando la verdad o la mentira en mis palabras.- ¿Tú… me… temes? Lo digo por lo que pasó….el otro día…- expuse incómodo al recordar mi impasse

- Sólo no sé como va a estar tu carácter de un rato a otro.- me corrigió

- Lo que ocurrió ese día no volverá a pasar nunca más.- su rostro se veía escéptico.- Lo juro.- levanté mi palma hacia ella…y una pequeña sonrisa surcó sus labios

- Está bien. Confiaré.-

- ¡Perfecto!.- exclamé alegremente. Ella sólo me miró extrañada, pero sonrió...

Me levanté temprano y no lo negaba, con aires renovados. Al parecer había sido una excelente idea el pasar tiempo fuera, ya podía sentir un cambio favorable… aunque, igual debía reconocer que mi inminente buen ánimo estaba ligado a saber que Bella se llevaría una gran sorpresa. Había notado que su familia era un pilar fundamental para ella, y ya era hora que renovara energías para seguir arrasando en sus estudios.

A las 9 de la mañana nos fuimos en mi auto al aeropuerto. Bella no hablaba mucho, estaba intrigada sobre todo lo que había ocultado de ella. A cada tanto me miraba y sus cejas casi se unían tratando de averiguar cual era mi secreto.

- ¿El aeropuerto?.- me preguntó cuando aparqué en los estacionamientos

- El aeropuerto.- afirmé reiterando sus palabras

- ¿Y esto? ¿Qué hacemos aquí?.- volvió a cuestionar observando a todos lados

- ¿Para qué se viene a un aeropuerto Bella?.- le tomé el pelo

- ¿A viajar?.- respondió como una pregunta

- Tú lo haz dicho.- caminé con su maleta y la mía hacia el interior

- ¿Dónde vamos?.- se plantó delante de mí como si fuera una barrera

- Toma.- extendí su pasaje hacia ella

Miró desconfiada lo que le ofrecía. Observó mi rostro nuevamente y luego optó por coger los pases. Sonreí al ver como sus ojos se ensanchaban al ver el destino. Su boca se abrió formando una "O" y me miraba alternadamente con el objeto en sus manos.

- ¿Es cierto? ¿Vamos allí?.- susurró en un hilo de voz

- No exactamente.- me miró contrariada.- Mi viaje concluye en Port Ángeles. El tuyo continúa hacia Forks

- Edward…- musitó con voz ahogada. Justo en ese momento llamaron por el altavoz a nuestro destino

- Debemos irnos o llegaremos tarde. No quiere eso ¿Verdad?.- volví a jugar con ella, quien sólo pudo negar

El cambio de Bella, fue abrupto. Ya no lucía interrogante, ahora desprendía ansiedad. Me agradeció en cuanto estuvimos acomodados en nuestros asientos. Parecía una niña pequeña desesperada porque su regalo de navidad fuera entregado prontamente…

Al parecer estaba cansada, pues al poco tiempo se durmió. Leí un rato las noticias y al cabo de un rato me acomodé de lado y cerré los ojos para acompañarla en su actividad, pero luego de un rato me di por vencido, aun así permanecí con mis ojos cerrados… La sentí removerse en su asiento, y de un momento a otro un cálido aliento fue mi cercano acosador. Abrí mis ojos de forma lenta y me sorprendí al tenerla tan cerca…

Estaba dormida y su nariz casi rozaba la mía. Me percaté de pequeñas pecas que adornaban su nariz y alrededor de la misma. Sus pestañas eran largas y aunque no demostraban maquillaje alguno, estaban curvadas hacia arriba… Bajé mi vista a sus labios y me perdí en ellos. Eran rellenos y bastante rosados… Eran unos labios demarcados y que incitaban a tocarlos…

En ese momento me separé de ella ¿Cómo había llegado a pensar aquello? Yo... ¿Por qué mi estómago había dado un salto al pensar en aquello? Me erguí en mi asiento, pasando a llevar su brazo en el acto. Comenzó a moverse y a abrir sus ojos lentamente. Me miró y sonrió perezosamente…

- ¿Cuánto falta?.- su voz salió rasposa a causa de su sueño

- Un tiempo aun. Puedes seguir durmiendo.- le sonreí, aunque mi cabeza era un lío

- Ok.-

Esta vez se acomodó hacia el otro lado y me vi sorprendido al soltar bastante aire en mi exhalación. Sacudí mi cabeza para despejarla… Me recliné nuevamente y mi cabeza se giró en dirección a ella… Opté por no pensar más y ahora si dormir, pero inconcientemente me vi arqueando mi espalda para alcanzar a sentir el aroma que expelía su cabello… No más de cinco minutos tardé en dormirme…

- Aquí está tu pasaje de ida y regreso hacia Forks.- le extendí el otro billete

- Pero yo podría haberlo pagado.- refunfuñó

- Es un regalo completo. Y no se aceptan devoluciones.- le advertí

- Está bien.- aceptó aun enfurruñada

- ¿A qué hora nos veremos el domingo?

- Nuestro vuelo sale a las 8 de la noche. Así que tendrás todo el día para compartir con los tuyos

- Bien. Gracias nuevamente.- le sonreí

Se acercó y depositó un beso en mi mejilla. Mi nariz y pulmones se coordinaron para absorver todo el aroma que podían retener de ella. Tomó su maleta y tras regalarme una sonrisa se encaminó. La vi alejarse y saqué mi móvil para revisar las direcciones que debía dirigirme. Varias llamadas de Tanya aparecieron en la pantalla y las borré inmediatamente. Parecía que cada día me costaba menos afrontar todo. Tomé mi bolso y cuando iba a encaminarme hacia el otro lado por el que se había ido Bella, escuché su voz llamándome.

- ¿Hasta cuando tienes que estar aquí?.- trataba de regular su respiración

- Hasta el domingo.- sonreí

- Me refiero a tus reuniones ¿Duran hasta el domingo?

- No. En realidad sólo será hoy y mañana, pero no te preocupes. Aprovecharé el tiempo para recorrer la ciudad.- la tranquilicé para que ella igual aprovechara su tiempo

- Ve a Forks.- soltó sin titubeos.- Mi madre estará contenta de volver a verte. Y así no viajaré sola el domingo hasta acá

- Bella no te preocupes por mí…

- Quiero que vayas ¿Serás el mismo Edward de ahora?.- reí por su jugada devuelta de tomarle el pelo

- Lo seré.- asentí divertido

- Entonces mañana te espero en mi casa. Sólo pregunta por la casa del Jefe Swan y te aseguro que serán capaces de dejarte en la misma puerta.-

- Entonces allí estaré.-

Se despidió con un movimiento de mano y me quedé allí observando a la chica que tantas sonrisas me había regalado el último tiempo, y que había logrado que el yo pasado se las regresara sin importar mi alrededor… Este era yo y era gracias a ella… A la chica que con sus imperfecciones según yo la primera vez que la ví, estaba sacando mis perfecciones a flote…

...

Continuará...

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Vieron q Edy esta cambiando no creen...?  waaaaaaaaaa kada vez esto se pone mas interesante.. a q no saben lo q psara kuando Edy vaia a la kasa d Bellita.. chanchanchanchan (8) (musica d suspenso) jajaja no se pueden perder el otro capii estara muuui bueno jaja byee las kieroo grax por sus coment y votos.. pero no kreen q este capii se mereze mas COMENTARIOS? dalee xikas se q pueden! jajaja porfa si les gusta rekomiendenlo jaja byee las kiero i grax x todo byee!

Capítulo 11: Capítulo 13:

 
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