Tus Imperfecciones Mi Perfección (+18)

Autor: AliceJoziCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 07/11/2010
Fecha Actualización: 30/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 47
Comentarios: 81
Visitas: 144896
Capítulos: 26

FIC FINALIZADO!!

"Edward Cullen creyó tener una vida perfecta a sus 25 años. La llegada de una nueva persona a su hogar, le demuestra que la perfección no está en lo externo y lo hace replantearse todo su entorno y defender lo que nunca creyó posible; la belleza interna"

Antes de continuar quiero aclara que este fic no es mio, en teoria ,sino de PAM3.C.S con la cual me he comunicado y cuento con su total autorizacion, espero que lo disfruten igual que yo ¡Comenten y voten plis!

Bueno chikas me alegraaa q les aia gustadoo este fickk enserio no tienen ni ideaaa i bueno nada maz me keda dezirles q grax x los votos i toodoo :) si kieren leer otros ficks q bueno estoi escribiendo aka les doi los nombres i los link:

- PASIONES PROHIBIDAS (+18)

- LA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE BREE

- MUNDOS DIFERENTES... UN MISMO SENTIMIENTO

Si kieren pueden pasarse por mi blog: www.alicejozicullen-fanfiction.blogspot.com

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 15:

Ed.-

 

...

Me quedé pasmado en el rellano de la escalera ¿Qué era todo lo pasado en 2 minutos? Miré nuevamente el lugar por donde Bella había desaparecido y corrí hacia mi habitación para ponerme algo encima. Le había cedido mi habitación a Rose la noche anterior, y yo me había arrimado a la de huéspedes sobrante. Jasper había llamado a mi móvil esta mañana, luego que Rose no respondiera el suyo, por eso había ido a mi cuarto a despertarla… Había mencionado que estaba muerta de hambre, por lo cual bajamos juntos para indicarle donde estaba todo, mientras yo aprovechaba de tomar un baño.

Y justo en ese momento había aparecido ¿Tanya? ¿Y por qué jodidos Rose me había besado? Pasé mi mano por mi mejilla, aun dolía la feroz cachetada que me había propinado Tanya, tuve que reírme de la ironía. Ella me abofeteaba, siendo que debería haber sido yo a ella, claro está que jamás tocaría a una mujer de esa forma, por muy… Pero lo más importante era Bella, estaba seguro que estaría interpretando todo de una forma errónea y no podía culparle, pero… ¿Por qué ese era mi mayor temor?

Decidí dejar mis cuestionamientos de lado y salí disparado de mi cuarto, justo en el momento que Bella casi corría al suyo.

- Bella.- la llamé, pero no se giró.- ¡Bella!.- corrí para alcanzarla

Cerró su puerta de un trancazo y golpee mi frente en ella. Toqué hasta cansarme y dejar mis nudillos rojos, pero no hubo respuesta y luego de unos minutos lo único que oí fue el agua de la ducha correr. Intenté abrir, pero el pomo no giró. Había cerrado con cerrojo y una angustia abrumante se presentaba ante mí ¿Qué era esto? Si meditaba las cosas, yo debería estar en estos momentos siguiendo a Tanya, pero si era sincero, su imagen de mí era lo que menos me importaba. Quedaba solamente a la misma altura que la de ella para mí.

Bajé nuevamente con rabia y frustración ¿Qué ridiculez pasaba conmigo? Ni yo mismo tenía explicación, pero lo único que entendía era que cada vez más me importaba Isabella, y de una forma que no estaba dentro de lo que creía posible. Y más aun, me martirizaba que ella estuviera teniendo alguna mala impresión mía.

- Edward ¡Lo siento!.- fue lo primero que dijo Rose cuando entré a la cocina

- No te preocupes, pero… ¿Por qué hiciste eso?.- traté de controlar mi voz

- Yo… yo lo creí bien.- se ruborizó.- Pero… ¡Dios! Edward yo no sabía que tu relación con Bella era más estrecha

- ¿Qué?.- cuestioné sin entender una palabra

- ¡Lo siento! ¡De verdad! Yo no tenía idea que ustedes tenían algo, que estaban juntos. Pero cuando la vi llorando yo…-

- ¿Llorando?.- su última palabra me descolocó

- Estaba llorando, le pregunté qué le ocurría, pero me dijo que nada y pasó molesta por mi lado

Me afirmé en la encimera intentando procesar sus palabras. Bella estaba llorando y era obvio que estaba relacionado con la escena que había visto, pero… ¿En qué forma se relacionaba? ¿Lloraba por el regreso de Tanya? ¿Por qué creía que volvería a ser el mismo imbécil? ¿O ella… sentía…? No, eso era imposible. Yo no era merecedor de ningún tipo de sentimiento cándido de su parte… Sin embargo, algo dentro de mí se regocijaba

- ¿Edward?.- llamó Rose.- ¡De verdad lo lamento!

- No te preocupes Rose. Yo hablaré con ella y le explicaré todo.- dije monocorde

- Yo sólo lo hice por un impulso Edward. Tu me gustaste desde la primera vez que te vi, pero no quise causarte problemas

- Ya te dije Rose. No te culpes. Lo único es… Yo no…-

- No sientes nada por mí y lo entiendo. Yo tampoco estoy enamorada de ti, es sólo un capricho adolescente.- rió.- Espero que para Bella no sea lo mismo, tu mereces alguien bueno

- Es al contrario.- refuté.- Es ella quien merece alguien mucho mejor

- No te enjuicies Edward. Sólo cometiste un error con Tanya, pero no puedes culparte toda la vida por ello. Y si Bella se ha aparecido en tu camino, aunque no sea similar a Tanya en nada, creo que vale mucho. Al igual que tú.- le sonreí agradecido por sus palabras

Me quedé allí mientras Rose desparecía por la puerta. No había esclarecido que entre Bella y yo no había ninguna relación, es más, la forma de expresarme había ratificado y afirmado el erróneo pensamiento de la hermana de mi cuñado ¡Mierda! ¿Qué pasaba conmigo hoy día?... Un fuerte portazo me sacó de mis recriminaciones y me asomé a la sala, escuché el ronroneo de un motor y sólo alcancé a ver el auto que Carlisle le había prestado a Bella perderse por el camino ¡Genial!

Me estacioné frente al hotel donde se encontraba Tanya. Mientras hablábamos por teléfono había llorado como una verdadera mujer dolida y engañada ¡Pf! Tuve que contenerme para no decirle todo lo que quería… Bajé del auto luego de tomar las cosas que traía conmigo y con pesar puse mis pies en marcha. Luego de preguntar por ella, y que avisaran mi llegada subí a su habitación, como supuse… la mejor que allí tenían.

Toqué a su puerta y esperé… Segundos después una atormentada, afligida y llorosa mujer abría la puerta. Tanya en su mejor papel de actriz desamparada luego de haber sido engañada por su novio o ex – novio.

- Pasa.- quise reírme de su voz lastimera.- Toma asiento.- ella se dirigió a sacar otra caja de pañuelos

No me senté. Observé con detenimiento cada paso que daba y sobre todo, cada detalle de aquella mujer que había estado en mi retina durante los últimos años, según yo como la perfección encarnada en ella. Me tomé el tiempo para analizar cada reacción de mi cuerpo al tenerla de nuevo cerca después de estos meses, y me sorprendí de no sentir nada. Ni siquiera dolor por su traición o martirio por nuestra relación perdida… Mi corazón y todo lo mío, estaba vacío por ella…

- ¿Por… qué?.- preguntó sacándome de mis lagunas

- ¿Por qué, qué?.- sabía lo que preguntaba, pero quise dejarla

- ¡Edward, te vi!.- gritó, con un nuevo mar de lágrimas.- ¡Me engañaste!

- Yo tengo otra pregunta para ti Tanya ¿Por qué volviste?

- ¡Me doy cuenta que no querías eso!.- desvió su mirada al contestar. Una clara señal que había algo más allí

- No voy a desmentirte, ni a corroborarte nada.- me encogí de hombros.

- ¡Soy tu novia y merezco respeto!.- bramó lanzándome la caja de sus manos. No pude más que bufar y reír.- ¡Y tienes el descaro de reírte en mi cara!

- Tanya.- di un suspiro de contención. No quería perder los estribos.- No me hables de respeto cuando sabes perfectamente que es lo menos que ha habido en nuestra relación y no por mi parte específicamente

Su rostro pasó de la furia al desconcierto. Ella sabía muy bien a lo que yo me estaba refiriendo. Y sabia con certeza que estaba de regreso porque toda su farsa se había terminado luego que sus numerosas fotos acompañada de distintos hombres estaban saliendo como pan caliente en revistas de farándula. De hecho, a mi lugar de trabajo habían llegado unos reporteros para saber mi estado y opinión al respecto. Agradecía tener contactos influyentes para que esos buitres se mantuvieran alejados de mí.

Y también daba las gracias a que Alice la hubiese siempre tenido a las sombras, a pesar de que en esos tiempos las discusiones por ese tema habían sido batallas temibles por ambos. Pero hoy, no podía estar más contento con la decisión de mi hermana. Tanya no era una modelo de renombre. Básicamente las fotografías eran importantes por los hombres de quienes se hacía acompañar. Hombres cuyas conquistas sólo estaban en la palestra un par de meses y luego nadie se recordaba de ellas.

- ¿Qué insinúas?.- entrecerró sus ojos hacía mí

- Toma. Observa por ti misma y luego conversamos de respeto, relación, fidelidad y compromiso.- extendí un sobre hacia ella

- ¿Qué… qué es eso?.- decayó, pero se recompuso altiva como siempre

- Tómalo. No va a morderte.- bromee.- Sólo causa dolor y decepción. Pero es al principio

- ¿De qué estás hablando Edward?.- ahora su máscara de mujer herida cambiaba a una defensiva

- Bien. Ya que no quieres abrirla, lo haré por ti.- rasgué el papel y tomé todo de un jalón, tirándolo encima de la mesa de centro.- Ahora, intercambiemos los papeles amor ¿Quién no conoce el respeto?.- dije irónicamente

Las fotos y revistas se esparcieron por toda la mesa. Las revistas mostraban sus actuales engaños y salidas con tipos de renombre en Europa. Y las fotos habían sido adquiridas por mi hermana con anterioridad. Eran tomadas por Marcos, todas con desnudos y en situaciones que reflejaban una camaradería bastante íntima con el fotógrafo. Y otras más que me había dado el trabajo de investigar… Tanya observada atónita el material frente a ella, pero luego soltó una risita histérica…

- Es por esto todo el embrollo.- indicó la mesa como si fuera una broma.- Edward vives rodeado de mi mundo y el de tu hermana. Deberías saber de primera mano que a todas las modelos les toman fotos y las emparejan con cualquiera para tener noticia

- ¿Y estas?.- tomé una en la cual ella estaba desnuda y Marcos tocaba su espalda con demasiada confianza

- ¡Soy modelo Edward! ¡Son todas fotos profesionales!.- arrebató la foto de mis manos y la tiró

- La diferencia es que tu no estás contratada para tomarte fotos.- hablé tranquilamente.- Mi hermana te contrató para supervisión

- ¡Pero soy una modelo!.- se defendió sin argumentos

- Una modelo con bastante intimidad con su fotógrafo.- añadí con una mueca de asombro

- ¡¿Me estás acusando de serte infiel? ¡Nunca creí que me sentiría más humillada!.- chilló para tirarse dramáticamente en el sofá

- Yo menos.- murmuré.- Tus ropas y pertenencias están en la empresa de mi hermana. Así que no tienes nada que buscar en casa.- me miró con odio

- ¡¿Sacaste mis cosas de nuestra casa sin esperar siquiera una palabra mía? ¡¿Qué clase de monstruo eres? ¡Metiste a esa zorra en mi lugar y ahora das vuelta las cosas para que sea yo la mala del cuento!

- Piensa lo que quieras, pero tengo mi conciencia tranquila.- comencé a caminar a la salida, pero ella me atajó

- Edward… Tú no puedes hacerme esto. Yo te amo, nos amamos y vamos a casarnos. Vamos a tener hijos, una familia…- la miré como si no la conociera

- Tanya.- tomé sus hombros e intenté alejarla, pero su agarre se afianzó

- ¡No! Mi amor yo te perdono esto, te perdono todo… Edward yo te amo.- rogaba desesperada

- Te amo.- repetí como analizando sus palabras.- Me pregunto si alguna vez llegaste a sentirlo. Hijos, tu nunca quisiste y casarte, era tu anzuelo

- ¡No, no, no! Tu hermana me odia, es por eso que ha inventado todo esto. Yo te amo

Me besó con desasosiego intentando infructuosamente que mis labios respondieran a su mandato, pero no pasó. Mis músculos no ayudaban a su labor, pues estaban allí tensionados y renuentes a acoplarse como muchas otras veces a los de ella… Y por primera vez me sentí libre… Ya no había amor ni ataduras allí… Ella no era más que un recuerdo de lo que amé, la mentira más grande que pude amar. Porque aunque eso fuera lo único que doliera, era la verdad. Ella sólo buscaba ganancias al estar conmigo

- Bésame.- exigió cuando ya no aguantó más

- Lo siento Tanya, pero el rechazo es más fuerte.- la tomé y la alejé. No perdió oportunidad para volver a estampar su mano en mi cara

- ¡Te odio! ¡A ti y a tu maldita familia!.- la sorpresa de sus palabras nunca llegó, lo sabía

- Lo sé ahora.- dije tranquilo

- Yo te amé, y creí que podíamos llegar lejos juntos, pero tú querías una esposa perfecta. Querías a una mujer como tu madre. Siempre en casa esperando al marido, pero te tengo una noticia Edward. Yo no soy así.- no interrumpí sus palabras.- Quería llegar lejos, pero la estúpida de tu hermana siempre lo impidió y mi amor por ti se fue extinguiendo cuando tu no hacías nada por mí

- No puedes decir eso. Siempre te puse a ti por delante de mi familia Tanya.- refuté

- ¡No como yo quería!.- gritó de vuelta.- ¡Yo quería ser reconocida y me estanqué en la maldita empresa de tu hermana! ¡Y tu no hiciste nada para evitarlo!

- Lo siento.- mi voz sonó cargada de ironía

- Por supuesto que no lo sientes ¡Por supuesto que no!.- su cara hervía de rabia.- Y sí te engañé, ya no tengo porque ocultarlo. Pero tu me llevaste a eso. Tu egoísmo me llevó a eso, porque te amé… Aunque no lo creas te amé, pero también me amo a mi misma y quiero ser alguien más que la Señora Cullen, quiero ser reconocida por mi nombre

- Lamento todo.- esta vez lo dije de verdad. Porque algo en sus palabras me dejó ver errores mutuos, no sólo por su parte

- Yo también lo lamento Edward.- dejó los gritos de lado.- Creo que los dos nos equivocamos. Aunque reconozco que hice mal, no fui la única culpable en todo esto…

- Espero que puedas encontrar a alguien que haga tus sueños realidad.- le desee.- Pero también espero que algún día te des cuenta de lo superficial que eres. Porque aunque no lo reconozcas, esa fue tu peor marca en mí. Y agradezco haberme dado cuenta antes de terminar sólo… Es tu mayor defecto y puede costarte caro. No todo en la vida es la belleza física y menos el triunfo personal. Todo es un balance

- No entiendo a que viene ese sermón y tampoco quiero saberlo. Vete de mi casa

Asentí y salí de ese lugar…

Mientras terminaba quehaceres del trabajo, no pude dejar que mi mente volara a Isabella. Desde que había llegado de hablar con Tanya ella no se encontraba y tampoco había regresado durante el día. Sabía que a esta hora debería encontrarse en su trabajo, pero de igual manera me preocupaba que hubiese pasado todo el día fuera. Alice y mi padre habían llamado para saber como me encontraba, luego que estuvieran enterados del regreso de Tanya. Mi respuesta había sido bien, pero lo cierto era que no lo estaba del todo.

La mayor parte de mi preocupación radicaba en Bella y el resto tenía que ver con las palabras de Tanya. Yo era un ser egoísta y tras meditarlo un buen tiempo, noté que no estaba totalmente equivocada. Además, como bien había dicho ella, no había un solo culpable en esto. Y si lo analizaba detenidamente, debía atribuirme el 50% de la responsabilidad en que nuestro noviazgo acabara.

Me alejé del mi escritorio y me serví una copa. Tenía la cabeza hecha un lío. Ya no sentía amor por Tanya y eso lo había averiguado sólo al tenerla cerca, pero había algo más allí… Ella estaba siendo reemplazada, ese era el meollo del asunto, y de que todo cuanto sentí por ella se esfumara. Pero me aterraba, me atormentaba darme cuenta que Bella estaba calando más hondo de lo que yo mismo quería aceptar… Por miedo, temor a lo desconocido y lo nuevo…

Principalmente estaba el hecho que ella aun es una niña comparado con mis 25 años. Segundo tenía relación con que no la habían dejado bajo mi techo para enamorarme o para seducirla y tanto mis padres como los de ella pondrían el grito en el cielo, temiendo que me hubiese aprovechado de su ingenuidad… Y tercero, estaba en estrecha relación con mi vida pasada y mis cánones… Ella era hermosa, de eso no había duda. Su belleza interna y externa estaban allí, pero no me engañaba. Y el hecho que no fuera un cuerpo escultural, me llenaba de temores. Porque jamás me había llamado la atención alguien que no entrara por la vista a mis gustos.

¡Me odiaba al mismo tiempo! Porque recordaba a la perfección que Rosalie había dicho que ella lloraba, y estaba convencido en este momento, que sus sentimientos hacia mí traspasaban un límite. Ese mismo que yo encarecidamente quería no aventurar… Porque soy egoísta y soy cobarde, y Tanya tenía razón. Siempre estaba yo por delante: mis gustos, mis ideales, mis preferencias y mi imagen…

El ruido de un auto me alertó, miré el reloj y marcaba casi las 4.30 de la mañana. Me asomé a la ventana y vislumbre su auto, pero lo que captó mi atención fue ver otro auto estacionarse tras ella… Un chico de la edad de ella bajó y se reunieron a mitad de camino. Me quedé allí observando… No lograba ver con claridad la escena, ni el rostro de él, pero un nudo se me formó en el estómago cuando él tomó la mano de ella y le hablaba como si fuera alguien cercano… La situación duró unos 20 minutos hasta que él se marchó. No hubo besos ni abrazos, pero si hubo una reacción de mi parte…

Encendí las luces y me acerque a la puerta de entrada…

Be.-

 

...

- ¿Entonces?.- preguntó Demetri

- Sólo puedo ofrecerte mi amistad. No puedo nada más.- contesté a su petición de intentar algo

- ¿Hay alguien más?.- miré su mano unida a la mía y desee que fuera otra

- Sí, pero no hay algo más.- y nunca lo habrá añadí para mí misma

- Supongo que eso me pasó por ser un idiota ¿Verdad?.- sonrió

- No tiene que ver con lo que pasó Dem. Si me pongo en tu lugar, quizás hubiera reaccionado de la misma manera. No sabías nada y es lógico que te asustaras… Mis sentimientos por esa persona empezaron a crecer sin yo darme cuenta

- ¿Y él?.- sentí desgarrarse algo dentro de mí nuevamente

- El ni siquiera lo sabe. Y quizás… Esto es sólo algo mío. Siempre he sido una mujer fuerte y esto es sólo lo que me tocó y no pienso amargarme más. Él tiene otro tipo de gustos

- Tú eres del tipo de gusto de cualquier hombre Bella. Yo fui un imbécil por correr como niño chico a la primera de cambio, pero siempre haz tenido y seguirás teniendo un cariño más allá de la amistad de parte mía

- Pero dejémoslo en amigos ¿Vale?.- pedí para no hablar más de ello

- Lo dejaremos en amigos, pero no seré hipócrita, a la primera señal que me demuestres que puedo volver a entrar al juego, lo haré

- Eres terco como tu hermana.- sonreí con ganas recordando la negativa de Jane a aceptar que Christian es más que un amigo

- Mi hermana no sabe luchar por lo que quiere, pero yo sí…- me miró tan intensamente que mis bellos se erizaron. Así que di por zanjado el tema

- Bueno, espero que pronto se arriesgue. Es hora de entrarme.- anuncié soltando su mano

- ¿Podemos salir uno de estos días? Te prometo que seré un amigo.- se apresuró a aclarar cuando me vio titubear

- Esta bien. Nos vemos.- hice un movimiento de mano para despedirlo

- Que duermas bien preciosa.- se despidió, subió a su auto y se marchó

Había pasado todo el día fuera. No sabía si Rose estaría aquí nuevamente hoy o no, así que me había refugiado en casa de Christian todo el día hasta que nos habíamos dirigido al trabajo. Luego había llegado Demetri y habíamos conversado unos minutos a la salida, ofreciéndose a acompañarme en el camino a casa. Aunque él viniera en su auto y yo en el de Carlisle.

Dejé de evitar mi ingreso a casa y de exponerme al frío de la noche. Al menos las luces me señalaban que no había nadie despierto y eso era un alivio. No sabía si Rose o Tanya estarían esta vez en su cuarto… Pero cuando abrí la puerta y las luces se encendieron, mi corazón palpitó veloz… Más aun cuando lo vi de pié en el centro de la sala y con el semblante rígido, como si algo le molestara…

- Hola.- saludé nerviosa

- Hola. Te estaba esperando.- explicó.- Estuve preocupado durante todo el día. No sabía donde estabas y tampoco respondías a tu móvil.- su mandíbula estaba tensa

- Lo siento. Tenía trabajo atrasado en la Universidad y estuve toda la tarde en casa de Christian acabándolo. Y mi móvil quedó aquí.- de hecho lo había dejado a propósito

- ¿Era él quien vino a dejarte?.- preguntó serio. Mi cara enrojeció al percatarme que había sido observada

- No. Era el hermano de una amiga. Demetri.- esclarecí

- El mismo que te llamaba seguido y enviaba flores.- afirmó con seguridad

- Si.- murmuré

- ¿Tu novio?.- inquirió

- ¿Perdón?.- me hice la desentendida

- ¿Es tu novio?.- lo observé fijo. Su tono de voz era brusco. Su expresión seria y su postura demasiado crispada

- Sí.- dije en un impulso, y me arrepentí enseguida ¿Por qué mentir? Pasó sus dedos por sus cabellos y exhaló demasiado tosco

- Creo que es mi deber advertirte que tengas cuidado.- quise protestar, pero el continuó.- Tu vienes de un pueblo pequeño. Los chicos aquí buscan eso para engatusar y aprovecharse de muchachas como tú. Ten cuidado

- No soy una campesina estúpida e ingenua. Si eso es lo que intentas decirme.- me envaré

- Sólo te estoy aconsejando.- se defendió sin ocultar su molestia, pero ¿Por qué molesto? ¿De qué?.- Yo te estaba esperando para hablar otro tema contigo. Es sobre Rosalie y Tanya.- mi estómago se volcó

- La verdad es que estoy un poco cansada y preferiría dormir.- intenté esquivarlo, pero me tomó el brazo y corrió su mano por el hasta alcanzar la mía. Sentí como un choque de corriente atravesara la misma

- Sólo será un momento. Necesito explicarte solamente

- No tienes nada que explicarme.- solté con suavidad mi mano de la suya, pero el contacto fue extrañado.- Es tu vida, tu casa y puedes hacer lo que quieras. Además tus padres volverán en menos de un mes y yo me iré con ellos

Al decir eso, una pena grande me embargó. Estaba acostumbrada con él y a pesar de sonar masoquista quería poder verlo todos los días y deleitarme con esas sonrisas que eran capaces de parar la población femenina de un país entero a mi punto de vista… Pero algo me descolocó, y dejé mis cavilaciones a un lado cuando vi formarse en su rostro una mueca similar a la mía…

- Yo no tengo nada con Rosalie y Tanya está fuera de mi vida.- sentí que me atoraba con el aire.- No sé en que pensaba Rose cuando me dio ese beso, pero entre ella y yo no hay ni habrá nada. Y si piensas que dormirmos juntos, estas equivocada. Yo sólo subí para avisarle que Jasper la quería temprano en su casa

- Yo… sigo… Sigo insistiendo que son asuntos personales tuyos.- traté de sonar convincente, pero sentía que la garganta se me cerraba

- En esta casa somos tu y yo. Y todo lo que pase afecta al otro…- no podría decir si eran ideas mías, pero sentí que esa frase tenía un trasfondo mayor

- ¿Y…Tanya?.- pregunté con cautela. A pesar de todo, necesitaba saber

- He hablado con ella esta tarde. Nuestra relación está finiquitada y cada cual tiene su camino libre

Me quedé absorta mirando su semblante tranquilo al decir eso. Estaba convencida que cuando eso pasará, Edward se iría a pique como lo había visto caer en ocasiones anteriores. Pero no, estaba vez no. El se veía sereno, como si su corazón hubiera trancado esa etapa y la hubiera encapsulado en la burbuja del pasado…

- ¿Estás bien?.- inquirí igualmente

- Mejor de lo que yo mismo pude haberme planteado en un principio cuando esto pasara

- Yo…

- Bueno, ahora somos sólo nosotros dos en esta casa. Y quería pedirte algo…

- Dime.- alenté

- Yo… Yo sé que… Tienes novio y no puedo meterme en eso. Es tu decisión. Pero como te dije antes, ten cuidado. Y…no, intenta no traerlo a casa. Lo siento, yo sé que no tengo derecho a pedirte eso, pero… Sólo inténtalo ¿Sí?.- quise decirle que era una mentira, pero me limité a asentir

- Esta bien.- balbucee desconcertada por su petición

- No te entretengo más. Debes estar agotada y yo estoy igual.- sonrió sin alegría en sus ojos

- Si, claro.-

Los días trascurrieron y así también pasaron las semanas. Carlisle y Esme habían decidido pasar un poco tiempo más en Europa, pero ahora con el fin de disfrutar unos días de luna de miel. Me alegraba por ellos y me alegraba por mí, porque podría estar más tiempo junto a Edward. Con el paso del tiempo me había dado cuenta que entre Rose y él nunca había habido nada. Y de Tanya, no tenían noticias. Alice la había despedido, y suponía que había vuelto a Europa.

Mi relación con Edward había seguido su curso. Sin embargo, cada viernes y sábado en que tenía que ir al trabajo lo notaba extraño. Al igual que cuando recibía alguna llamada telefónica, era como si quisiera saber más de mi vida. Pero no tenía mucho que decir. Con Demetri nos veíamos regularmente, pero siempre como amigos. Aunque sus intenciones no aminoraban con el paso del tiempo.

Los exámenes estaban en el día. Pero gracias a mis buenas calificaciones sólo debía presentarme a uno y quedaba libre para ir a pasar una temporada con mi familia. Serían casi dos meses y no daba más de felicidad… Aunque siempre está lo bueno y lo malo, y lo segundo de todo esto, era que cuando volviera ya no viviría más con él… Carlisle me había dicho entre las llamadas que constantemente recibía de él, que prepararían mi habitación para mi regreso…

Edward me había preguntado en repetidas oportunidades que cuando salía y entraba nuevamente a la Universidad, luego de este descanso. Me apenaba creer que podría estar celebrando que ya no estaría con él a mi regreso y ahora podría volver a reconstruir su vida como quisiera… Sin embargo, mi lado menos egoísta, esperaba que esta vez fuese feliz. Y que la mujer que escogiera, estuviera a su altura y supiera valorar la persona que él era…

- Bien, creo que es todo.- acotó Dan

- Muchas gracias Bella. De verdad si no fuera porque tienes más neuronas que yo, nunca hubiera entendido a este viejo

- Será porque tienes la cabeza en otro lado.- apunté al comentario de Jane, mirando de soslayo a Christian

- Una indirecta con los dardos definidos.- se burló Dan, y mis otros dos amigos se hacían los desentendidos

- ¿Y cuando viajas a Forks?.- cambió de tema Jane

- En un par de días. Debo dejar todo listo para que lleven mis cosas a la casa de Carlisle

- O sea, que el ogro verde se queda sólo.- el comentario de mi amigo me llegó. Sólo, no quería eso para él

- Quizás encuentra a alguien.- Dan estaba ajeno a todos mis sentimientos. No pude ocultar mi mueca

- Eh… ¿Cuándo empiezo a reemplazarte?.- agradecía la interrupción de Jane

- Deberás ir a hablar con el dueño. Yo le expliqué que ya esta semana no estaría, así que lo más probable es que el mismo viernes

- Genial.- masculló Christian

- ¿Perdón?.- inquirió mi amiga y bufé, desde su beso era siempre lo mismo.- Para tu tranquilidad, lo que menos me importa es relacionarme contigo.- le espetó Jane, mintiendo con descaro. Sonreí para mí misma

- Eso espero.- fue la sutil respuesta de Chris

Mi móvil sonó y me disculpé de la mesa. Escuché mientras me alejaba como seguían discutiendo el parcito ¡Eran tal, para cual! Pero según ellos, eran como el agua y el aceite, jamás se reconciliarían. Y juraban que no había sentimientos más allá que el desagradarse ambos… ¿Tan extraño es el amor? Al parecer sí…

Un número desconocido parpadeaba en la pantalla. Una vez fuera de la cafetería y del murmullo, contesté…

- ¿Bueno?

- Buenas tardes ¿La Señirita Isabella Swan?.- preguntó una mujer

- Si, con ella ¿Con quien hablo yo?

- Usted habla con Lía Hunt, soy la secretaria del Doctor Brennard.- fruncí el entrecejo ¿Quién era ese Doctor?

- Lo siento, pero no ubico a ningún Doctor con ese nombre

- Usted era paciente del Doctor Watson ¿Verdad?

- Ajá.- ese era el especialista que me había tratado las quemaduras cuando todo había ocurrido

- Bien, pues él se ha puesto en contacto con mi jefe, el Doctor Brennard. Le explicó su caso y él me ha pedido que le informe, que debe acercarse a la brevedad para la realización de los estudios pertinentes

- ¿Estudios? ¿Qué estudios?

- Usted ha quedado calificada para optar a una cirugía reconstructiva.-explicó y quedé en blanco

- Señorita no estoy entendiendo absolutamente nada.- respondí al fin

- El Centro Clínico del cual la estoy llamando, lleva una investigación exhaustiva cada año para ver casos en que es difícil costear una cirugía reconstructiva. Su caso ha sido enviado desde el Hospital de Forks mediante unos contactos de alguien independiente a esto. Pero se ha llegado a la conclusión que usted es una paciente apta para la realización de la misma, teniendo antecedentes socioeconómicos de su familia. Y su historial médico

¡Sin palabras! Así es como me quedé, y sentí como un líquido escurría por mi mejilla. Lo que tanto había añorado y por lo que estaba esforzándome al máximo había llegado… Miré al cielo y agradecí, porque a pesar de que mis fuerzas nunca menguaron, fue él y mi familia quienes me las mantuvieron en alto… Y hoy, él me daba una oportunidad… Una que agradecía desde el corazón…

...

Continuará...

_________________________________________________________________________________

¿Vieron lo q paso en realidad con Edward y Rosalie? ¿por que fueron tan mal pensadas aaaa?  Y q me disen q la arpiaaa d Tanyyyaa waa i ensima viene a pedirle perdon a Edy eso si no es tener verguenza, y mi Bellita con Demetriii... ¿Por que Edy reacciono asi? jaja ¿sera zelos? OJALA Q SIII jajajaja buenooo esta tannn lindo el capi d hoyy yo lo amee i espero q a ustedes tambn les aia gustadoooo!!! IA SABENNNN COMENTENNN Y VOTEN!!! MIENTRAS MAS VOTOS AIA MAS RAPIDO ACTUALIZOO! JEJEJE  *Si les gusta el fick rekomiendenlo :3

*Bueno este capii lo subi por YOHIS happy Birthday jejejeje bueno aunq fue el 22 le prometi q lo subiria HOY i estoi cumpliendo (sorry x la demora.. espero q lo disfrutess) Y USTEDES TAMBN!! LAS KIEROO BESITOS!

 


Capítulo 14: Capítulo 16:

 
14446735 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios