Obsesión Oscura (+18)

Autor: dany*_cullen-patt
Género: + 18
Fecha Creación: 29/05/2010
Fecha Actualización: 08/11/2010
Finalizado: SI
Votos: 81
Comentarios: 317
Visitas: 359791
Capítulos: 33

Link de la Secuela

Todo en La vida de Isabella Swan era perfecto, Pero ... Despues De que su padre muriera y su madre se volviera a casar, termino en manos de Edward Cullen por unas cuantas monedas de oro T/H U/A. Fic oscuro.

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Capítulo 21: Reiniciando parte II

en un momento ya saben ke si dejan muxxos votos y comentarios tendran el capi cmo a eso de las 5 jeje ya bye nos vemos abajo! PD: perdon pr no mandarles el adelanto jeje eske no tenia cso si ya iba a suvir elcapi pro aorita si selos mando!!

Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Stephenie Meyer, y el fic a isis janet Bienvenidas nuevas lectoras o lectores.

Obsesión oscura

Capitulo 17. Reiniciando

Alice, Jasper, Esme y Carlisle se quedaron un par de horas más; Edward se retiro a su despacho para ver unos pendientes con Jasper, por lo que en la sala nos quedamos Alice, Esme y Carlisle; nuestra conversación verso sobre mi pequeño, aunque cabe aclarar que más bien fueron Esme y Carlisle ya que Alice y yo escuchábamos atentas. La mayoría de las cosas que comentaba ya las sabía gracias a mi madre que había estado viniendo a visitarnos casi a diario.

Un par de horas después, todos se fueron, mi pequeño había pedido su alimentos hacia tan solo unos minutos, lo coloque en la pequeña cuna que ahora se encontraba en nuestra habitación, puesto que me había rehusado a que estuviera en otra habitación siendo aun muy pequeño. Edward fue el primero en salir del baño, ya tenía puestas sus ropas de dormir, tome las mías y me dirigí al baño; me observe en el espejo, mi cuerpo casi había recobrado su forma, según Carlisle todo era normal, pues un embarazo no era cualquier cosa.

Me recosté después de verificar por última vez que Edward Charlie estuviera cómodo, Edward apago la luz de su lado, solo la de mi lado quedo encendida, pues sabía que en un par de horas más el lloriqueo de mi pequeño exigiendo su alimento llenaría la habitación y para ahorrar tiempo al buscar como encender la vela era mejor dejarla tal y como estaba.

Estaba a punto de quedarme dormida cuando sentí que Edward se removía a mi espalda – te necesito Isabella – susurro en mi oído, me sentí estremecer, últimamente había estado muy cariñoso y atento conmigo; me rodeo con sus brazos mientras me hacia girar, levanto mi rostro y me beso, y aunque el sabor a alcohol persistía en su boca no me importo, así como tampoco me importo que esto fuera tan precipitado, pues Carlisle había hablado conmigo. Se suponía que aun estaba en reposo, pero al sentir los labios de Edward sobre los míos no pude evitar responderle el beso.

– Isabella – susurro suavemente, lo sentí posicionarse sobre mi – mi amada esposa – sentí sus manos deslizarse por mi costado hasta la orilla de mi camisón de dormir; una parte de mi gritaba que esto era incorrecto, pero otra parte lo deseaba.

No sé en qué momento mande a volar mi cordura, pues de pronto lo único que sabía era que estaba tratando de arrancar la ropa de Edward, su aliento mezclado con el alcohol me resulto un tanto adictivo o tal vez era la necesidad y la sensación de sentirme amada después de tanto tiempo y sufrimiento.

– Edward – suspire en el momento en que sentí sus manos sobre mis pechos, nada de esto se comparaba con nuestra primera vez, y aunque me hubiera gustado que Edward estuviera en sus 5 sentidos, nada podía detenerme; lo sentí empujar sus caderas contra mi haciéndome sentir su necesidad; las sensaciones comenzaron a abrumarme algo dentro de mi tenía miedo, no quería volver a sentir dolor, ese dolor de esa primera vez.

Trate de alejar suavemente a Edward, no quería que se alterara y esto terminara en una pelea – Edward – lo llame, pero parecía no escuchar – Edward – insistí y él se detuvo, me miro un poco confundido.

– ¿Sucede algo amor? – su voz fue suave y la última palabra que pronuncio rompió mi poca determinación de detenerlo.

– No, no sucede nada – le sonreí y esta vez fui yo quien inicio el beso.

Mis manos rodearon su cuello acercándolo más a mí, la vocecita que me decía que me detuviera se había callado, de hecho lo único que escuchaba era lo agitado de nuestras respiraciones, sus manos rozaron mi piel suavemente, la ropa ya no adornaba más mi cuerpo ni el suyo, ni siquiera sé en qué momento desapareció.

De golpe y sin esperármelo las imágenes de nuestra primera vez me inundaron, me detuve separando mis labios de los de Edward, sentí a Edward tensarse sobre mí, estuvimos en silencio, tratando de relajar nuestras agitadas respiraciones, gracias a la leve luz podía ver el rostro de Edward y al parecer el también recordaba lo mismo que yo; sus ojos me miraron fijamente, era como si tratara de leerme. Sus manos se colocaron a ambos lados de mi cabeza, y sentí su contacto cálido cuando se colocaron sobre mi rostro.

– Isabella, mi amada esposa – susurro tan suavemente que no estuve segura de haberlo escuchado, se inclino lentamente sobre mí, sus labios rosaron mi frente luego bajaron a mi mejilla derecha y luego a la izquierda; volvió a mirarme fijamente antes de unir sus labios con los míos; fue un beso casto, suave, inocente que me derritió e hizo que olvidara los recuerdos que habían llegado a mi mente.

– Edward – esta vez fui yo quien lo miro, sus ojos verdes como esmeraldas brillaban tan intensamente que dudaba que fuera efecto de la luz. Sus ojos gritaban tantas cosas que me resulto completamente difícil descifrarlos, así que volví a hacer lo que al principio; besarlo.

Sus manos se deslizaron suavemente desde mi cara hasta mis hombros, apretándome mas hacia él, luego siguieron bajando, rozando el contorno de mi abultado pecho, un estremecimiento me atravesó y escuche una risilla junto a mi oído; sus manos siguieron bajando hasta llegar a mi cintura y de ahí regreso hasta mi rostro, para luego tomar mis manos entre las suyas.

– Bella, por favor – susurro de nuevo y sentí sus piernas separando las mías lentamente, centímetro a centímetro, no me resistí; sus dedos se entrelazaron con los míos justo en el momento en que lo sentí empujar suavemente dentro de mí, esperaba dolor, pero nunca llego; él espero aun mirándome fijamente, solté mis manos de las suyas y lo atraje hacia mi indicándole que podía continuar. Se movió lento al inicio pero una vez vio que yo no oponía resistencia incremento la velocidad de sus estocadas; sus manos comenzaron a recorrerme y sus labios invadieron los míos; una sensación maravillosa comenzó a formarse en mi vientre, justo donde el empujaba, no sé lo que era, pero era maravilloso y de pronto sentí que explotaba, estoy segura que un grito habría salido de mi boca si no hubiera estado invadida por la de Edward, que se detuvo después de empujar dentro de mí un par de veces más.

Edward rodo de lado llevándome con él, aun podía sentir nuestros cuerpos unidos, se incorporo lo suficiente para alcanzar la cobija y cubrirnos, beso mi frente y me rodeo con sus brazos – descansa – fue lo último que dijo antes de cerrar los ojos.

El sueño no se había dignado a llegar a mí, pero en estos momentos eso no me importaba, todo en lo que podía concentrarme era en Edward que me abrazaba a su cuerpo, aun sentía mi piel ardiendo, y no podía creer lo que acaba de hacer hace poco menos de una hora; mi cerebro estaba lleno de ideas confusas, ahora mi parte racional me decía que esto había estado mal, no porque no lo quisiera si no porque se suponía que no podía o más bien no debía, no aun; tanto Carlisle como mi madre me habían hablado de la cuarentena o reposo que debía tener para permitirle a mi cuerpo sanarse por el nacimiento de mi bebe y el desgarre que había sufrido.

Me gire suavemente para liberarme del abrazo de Edward, sentí nuestros cuerpos separase, lo que me causo cierta sensación de vacío en mi pecho. Me senté en la orilla de la cama, y contemple la cuna donde mi pequeño dormía pacíficamente o eso parecía porque comenzó a removerse y su carita se frunció antes de lloriquear levemente, tome mi camisón colocándomelo rápidamente, pues no quería que Edward se despertara. Tome a mi pequeño en brazos para poder alimentarlo; me senté en la mecedora mientras observaba su rostro al alimentarse.

– Eres tan hermoso – le susurre a mi pequeño, y realmente lo era, hacia un par de días había abierto sus ojos, verdes como los de su padre, su cabello era el que aun me causaba curiosidad, puesto que aun era muy poco el que tenia, pero esperaba que se pareciera al de su padre.

OLA!! cmo ven aki pse lo ke faltaba del capi anterior jeje aribita pse en ke se kedaron jeje bueno ya saben dejen comentario y voto su nombre o msn y tendran el adelanto!!

stamos ya en la pg numero 2!!! jeje pero csi en el ultimo lugar =( pro no lo ubiera logrado sin ustedes jaja bueno ya bye

Capítulo 20: Reiniciando parte I Capítulo 22: Pesadilla.parte I

 
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