Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Stephenie Meyer, y el fic a isis janet ke muy amablemente me dejo publicarlo aqui besos y nos vemos abajo a leer!!
Obsesión oscura
Capitulo 7. Confusión
Me quede helada al ver a Edward entrar a su habitación y yo dentro de ella, sabia que en cuestión de segundos me enfrentaría a su furia, podría verla en sus ojos, los cuales se habían hecho casi negros, me prepare para lo que viniera, palabras, golpes, lo que fuera, al fin yo misma me lo había buscado, aun sentía mi corazón latir rápidamente, mi respiración entrecortada era el único sonido exterior que escuchaba, ya que también escuchaba el latir de mi corazón pero no creo que el fuera capaz de escucharlo.
Lo vi avanzar paso a paso hasta mi, su cuerpo completamente tenso, sus labios apretados en una fina línea, su ceño fruncido, levanto una mano hecha puño, me golpearía, podía verlo en sus ojos, desvié la mirada a su puño, sus nudillos se veían blancos, temblaba, levante la mirada pero sus ojos ya no eran negros, eran verdes nuevamente.
Acorto la distancia que nos separaba cerré los ojos, esperando lo que viniera, esperando su golpe, pero me sorprendió sentir su palma que hasta hace unos segundos era un puño tomar mi mentón y levantarlo delicadamente, sentí algo recorrer mi cuerpo pero no supe como identificarlo; abrí mis ojos, su expresión ahora era totalmente diferente a la de hace unos segundos, ¿Qué había pasado? Su otra mano se acerco a mi labio.
– Que sucedió Isabella – su voz era suave y "dulce", bueno eso último no estaba segura y además no sabía a que se refería.
– Yo… – que debía contestarle, realmente no tenia idea de a que se refería, sentí uno de sus dedos recorrer el contorno de mis labios y una ligera punzada con un cosquilleo cruzo por ellos, no pude evitar quejarme y tratar de alejarme.
– Esto – levanto su dedo cubierto de un liquido rojo, un liquido que olía a oxido y sal; sangre, mi sangre para ser mas precisa.
– Me caí – respondí antes de comenzar a respirar por la boca; me había olvidado de eso, pero ahora que me lo había recordado comencé a sentir los efectos que el olor de la sangre tiene sobre mi, ahora me daba cuenta que el labio me punzaba con cada inhalada y exhalada que ejercía.
– ¿Te caíste, y como es que tienes sangre en el labio? – sus cejas se levantaron, su rostro reflejaba curiosidad, algo que hasta ahora no había presenciado departe de él.
– Tropecé, y me mordí al caer – dolió, sentí punzadas con cada letra.
– Y se puede saber que haces en mi habitación – esta vez no era una pregunta, y su voz estaba un poco irritada, mi mente empezó a trabajar, tenia que responderle, pero que, no quería delatarme y enfadarlo, así que aguantando las punzadas que sabría vendrían respondí.
– Era la habitación mas cercana con baño – entrecerró los ojos por unos segundos, no sabia si detectaría la mentira en mi voz o en mi rostro, luego sin que me lo esperara le llevo hasta su baño, sin decirme nada me sentó en un pequeño banco, se giro y rebusco en la pequeña gaveta de la esquina, se dio la vuelta, en su mano derecha tenia una pequeña botella de alcohol y en la otra un pedazo de algodón.
Se arrodillo frente a mi, su ceño estaba fruncido pero no por el enojo, dejo el algodón sobre mis manos que reposaban en mis piernas, abrió la botella, tomo un pedazo de algodón y lo empapo con alcohol, capte el olor del alcohol en mi garganta al inhalar, me molesto un poco.
– Seria mejor si respiras por la nariz – oh no, no podía, negué lentamente – por que no – su tono fue mas de exigencia que de pregunta.
– Me marea el olor de la sangre – respondí rápidamente.
– La sangre no huele – una sonrisa se extendió por sus labios.
– Claro que si, huele a oxido y sal, ou – casi le grite, logrando así que la herida se abriera; como podía decir eso, claro que la sangre tiene olor ¿como podía decir que no olía?
– Lo que digas – su expresión se volvió seria de nuevo, su mano izquierda me levanto un poco el mentón – te va a arder un poco – sentí nuevamente ese cosquilleo y luego un ardor, jadee, no pude evitarlo, ardía demasiado; no, era peor, dolía y ardía, sentí mis ojos llenarse de lagrimas y desbordarse, aunque era delicado limpiando la herida el ardor era mucho peor.
No se cuanto tiempo paso, solo sabia que ahora sentía mi labio enorme como si estuviera muy hinchado, ya no me ardía ni nada, Edward seguía pasando suavemente el algodón, su rostro se veía pacifico, pero concentrado, las lagrimas ya no fluían, puesto que ya no había motivo, por mi parte no pudiendo hacer otra cosa me dedique a observarlo; era atractivo, mucho, un hombre muy guapo, su rostro un poco alargado, sus rasgos varoniles y fuertes, su cejas gruesas pero no en exceso, del mismo color que su cabello; su cabello, de ese extraño color bronce, no le había prestado atención antes pero ahora notaba que no lo llevaba peinado, regrese a sus ojos, verdes como esmeradas fijos en su tarea, y un así ahora se veían llenos de paz, pero también pude nota un poco de nostalgia; descendí y me tope con su nariz, ni muy grande ni muy pequeña, adecuada para su rostro, y luego sus labios, rojos y perfectos, se veían tan suaves tan…
– Listo – parpadee un par de veces para salir de mi ensoñación, ¿Qué me había pasado? ¿Por que pensé así de él? Lo observe cerrar la botella de alcohol, levantarse y colocarla en su lugar, luego recogió todo el algodón sucio y lo deposito en la basura.
– Gra… – no me dejo terminar.
– No hables o la herida se abrirá de nuevo – asentí con la cabeza – vamos – me ofreció su brazo y lo tome, me guio lentamente a la puerta, antes de salir mire sobre mi hombro, puesto que aun después de este pequeño susto mi curiosidad aun no estaba saciada, y no me detendría hasta averiguar que escondía en su pasado.
Bajamos las escaleras juntos, me guio a la sala – siéntate – su tono había vuelto a ser el habitual, frio y duro – Zafrina – llamo a la joven, la cual apareció unos segundos después.
– Señor – respondió apareciendo con una pequeña caja en las manos e inclinando la cabeza, al verme podía ver que su vista estaba clavada en el suelo.
– Saldré un par de horas mas, cuando regrese espero la cena en el comedor – se acerco a ella y tomo la pequeña caja.
– Si señor.
– Isabella sufrió un pequeño accidente, no puede hablar, así que no quiero que la molesten, puedes retirarte.
– Si señor – volvió a responder rápidamente, cabeceo un poco y se retiro, pobre, sentí lastima por ella, no me gustaba que se portaran así, después de todo ella también es una persona como yo, solo su color de piel la hacia diferente de mi.
– Isabella ya escuchaste, no quiero que hables o la herida no sanara, quiero que te quedes aquí, cuando regrese comerás no antes entendido – su mirada era un poco dura, y el tono de su voz demandante, así que no me quedo de otra mas que asentir, en parte tenia razón, si quería que cicatrizara tenia que mantener mi labio inmóvil.
Se dio la vuelta y salió de la casa, suspire un poca frustrada, mi cabeza estaba un poco revuelta por todo lo sucedido, mi curiosidad había aumentado exponencialmente con lo que acabada de descubrir en esa habitación; hasta donde yo sabia el nunca había estado casado, pero entonces… ¿a quien pertenece esa cuna? ¿Será de él? Pero si es así ¿Por qué la guarda? Y la foto… algo debió haber pasado con sus padres, puesto que sabía que Esme no era su madre, esto cada vez se ponía más misterioso, pero lo resolvería.
Los minutos comenzaron a pasar, lentos para mi mala fortuna, tenia ganas de regresar y terminar mi exploración, ¿pero… y su Edward regresaba antes como lo había hecho hace rato? No ya suficiente me había ganado con esa caída, le golpe y el labio roto, tendría que hacer mi exploración otro día, por lo pronto contaba con un dato importante, ahora sabia que esa habitación se encontraba en competa oscuridad, por lo que para la próxima llevaría una la pequeña lámpara.
Después de todas esas emociones y la calma que ahora me rodeaba me sumieron en el sueño, no se cuento tiempo dormí, trate de despertar al sentir que tocaban suavemente mi hombro, escuchaba algo pero no sabia que era, la pesadez de sueño no me lo permitía, el movimiento en mi hombro se incremento así como el volumen de los sonidos y pude distinguir la palabra "señorita", así que decidí abrir mis ojos, pero los sentía pesados, luche contra esa pesadez y cuando los pude abrir observe frente a mi el rostro de Senna.
– Lamento despertarla señorita, pero la cena ya se va servir – la cena tan pronto, mire la ventana y observe los últimos rayos de luz desaparecer en el horizonte, me levante lentamente desperezándome y sentí un tirón en mi pierna, lo que confirmaba que mañana tendría un enorme moretón; trate de sonreírle a Senna pero sentí la piel de mi labio protestar así que la detuve, me sentí un poco mal, pero que podía hacer.
Camine en silencio con Senna detrás de mi, en el comedor Zafrina y Kachiri le daban los últimos toques a todo, tome asiento en mi lugar, estaba a punto de preguntar por Edward cuando escuche una puerta ser abierta y luego cerrada, seguida por unos pasos, Edward apareció en la entrada del comedor, camino lentamente hacia mi yo lo mire expectante, pues no veía emoción alguna en su rostro – veo que esta mejor – levanto su mano y paso suavemente uno de sus dedos por mi labio, apenas y lo sentí fue como si el viento me acariciara pero nuevamente el cosquilleo me recorrió completa – quiero que tengas cuidado Isabella – sin decir mas se alejo y tomo asiento, Zafrina y Kachiri se apresuraron a servir la cena.
Todo transcurrió en calma, yo por mi parte comía lentamente y con mucho cuidado, puesto que no quería que mi labio se abriera nuevamente, cuando termine Kachiri levanto mi plato y se retiro; en el comedor solo estábamos Edward y yo, sabia que me miraba pues podía sentir sus ojos puestos en mi, me sentía incomoda, ¿acaso sospechaba algo? Espero que no, escuche su silla ser recorrida y luego sus pasos acercarse a mi.
– Isabella vamos a la sala, necesito que hablemos de la boda – genial lo que faltaba, que me recordara "eso".
Esta vez para mala fortuna mía se sentó a mi lado, no me gustaba sentía que en cualquier momento podría descubrir que le había mentido y entonces, su furia se desataría, concentre mi mirada en las rosas, sabia que era tonto evadirlo pero tenia miedo de verlo a los ojos, lo sentí removerse a mi lado y sin que supiera como tomo una de mis manos entre las suyas.
– Se que la forma en que te pedí que fueras mi esposa no fue la mejor manera, pero no quiero que sigan hablando mal de ti – sus labios se posaron suavemente sobre el dorso de mi mano, ¿Qué es lo que había dicho? Me gire para mirarlo, sus ojos parecían sinceros.
– En…
Y nuevamente no me dejo continuar – yo quería… yo… – dudo, y eso me sorprendió, este Edward era nuevo para mi, en el poco tiempo que llevaba aquí nunca se había comportado así – yo no quiero que hablen mal de mi esposa – su expresión cambio en cuestión de segundos, claro era demasiado bueno para ser verdad, otra vez volvía a ser el de siempre – eres mía Isabella y si hablan mal de ti me afecta – vaya que buen consuelo, soltó mi mano y se levanto, lo observe, se detuvo frente a la ventana.
Estuvo cayado por algunos minutos antes de continuar.
– Me encontré a Esme hoy y me dijo que solo falta la prueba del vestido, mañana te llevare con ella, solo espero que sepas comportarte, no creo que tenga que recordarte que no debes hacer o decir nada estúpido ¿o si? – se giro para mirarme, sus ojos se veían negros, no me quedo otra mas que asentir, y tragarme mi orgullo nuevamente.
Estos eran los momentos donde lo odiaba, si tan solo siempre fuera como cuando curo mi labio, pero no, siempre todo lo tiene que terminar de esta forma, exigiendo y ordenando.
– Bueno creo que es mejor que nos retiremos a dormir – se acerco a mi tendiéndome su mano, dude unos segundos, pero resignada tome su mano, mas valía no tentar mi suerte, ya lo había hecho mucho el día de hoy – Zafrina, Kachiri, Senna – llamo a las jóvenes, que aparecieron casi inmediatamente – en cuanto terminen con la cocina, esperen junto a la puerta, bajare en media hora para que se pueden retirar a su cuarto – sin mas, no esperando la respuesta de ninguna de ellas me guio escaleras arriba.
Una vez en el pasillo me guio lentamente y en silencio hasta la entrada de mi habitación, abrió la puerta por mi, se alejo un poco de mi pero sin soltar mi mano – Isabella.
– Si – le respondo pero me rehusé a mirarlo.
– Mírame – casi me ordeno, así que levante mi rostro para mirarlo tal y como me había pedido, sus ojos volvían a ser verdes y reflejaban calma y ese sentimiento que no podía identificar – descansa – susurro con voz suave y aterciopelada, luego sin permitirme reaccionar se acerco a mi y rozo sus labios con los míos, después dio media vuelta y entro a su habitación, dejándome parada a la entrada de la mía.
LEER SI KIERES KE SIJA CN LA ISTORIA!!!!
ola!! se ke no eh actualizado muy seguido pero ya saben el trato comentarios + votos = a mas capis y eh estado resiviendo muy pocos ke es ke ya no me kieren ya no les gusta la istoria? aganmelo saber si?
CANDY: eres nueva no? jeje bueno cmo ya viste aki arribita actualizo segun los comentarios jeje y ps no eh resivido muxxos ke digamos jeje
ADELANTO!!!
– ¡Oh Bella! No sabes lo emocionada que estoy, en solo queda 1 día y horas para tu boda, debes estar muy nerviosa no es así – se separo de mi y estaba a punto de contestarle cuando se dirigió a Edward – y tu – entrecerró los ojos – no deberías estar aquí, solo tenias que traerla.
Edward solo la miro fijamente, de hecho me parecía un poco sorprendido.--------------------------------------------------------------------------------------
AUTORA ORIGINAL:Para el siguiente tendremos los últimos detalles y la boda, Edward volverá a ser malo, ya que le recordara a Bella que tiene que dar el "SI" cuando le pregunten, ya verán que no será muy tierno al decirle esto; y para el domingo… la noche de bodas que tanto esperan, recuerden que no será la dulce y romántica noche que debería ser, puesto que nuestro Edward no es el encantador y tierno de siempre.------------------------------------------------------------------------------------------------- CMO VEN SE ASERCA LA BODA DE NUESTROS PERSONAJES JEJE COMENTEN JEJE BYE
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