los persanajes bla bla a meyer y el fic bla bla no se aburren de sto? o sea ya lo saben...cmo kiera TENGO ke ponerlo asi ke....el fic a isis janet.LEER NOTA AL FINAL!
Obsesión oscura
Capitulo 19. Asimilando.
La pequeña reunión transcurrió en calma, solo interrumpida por mi pequeño Charlie, y aunque Esme y mi madre me habían aconsejado que no lo consintiera demasiado no preste atención a sus palabras, él era mi ancla a este mundo, solo él me mantendría cuerda, nada importaría solo él.
La lluvia caía, seguida de truenos y relámpagos, que hacían por momentos que la oscuridad remitiera, aun con el poco tiempo en esta casa sabia donde estaba; la puerta principal solo estaba a unos pasos más delante de mí. Mi frente se encontraba perlada de sudor, mis manos apenas y se contenían de sacudirse, mi respiración errática apenas y me permitía escuchar lo que sucedía a mi alrededor, mi corazón latía tan fuerte que estoy segura que si alguien se aproximaba a mi podría escucharlo.
Lentamente me acerque a la puerta, la lluvia se intensifico, pero no me importo, tenía que salir de aquí. Sentí como la lluvia me mojaba por completo, pero lo extraño es que no sentía frio, el aire azotaba con furia, mi cabello se pegaba a mi rostro, podía ver el portón solo un poco más.
– Mami – escuche a mi espalda y me gire rápidamente pero solo encontré vacio, y entonces… una sombra comenzó a acercarse; mi corazón comenzó a latir aun mas, era él. Di la vuelta y comencé a correr tan rápido como podía en mi estado, debía proteger a mi bebe.
El portón que era mi única salida había desaparecido, desesperada corrí hacia la casa, a pesar del ruido de la lluvia, el aire y mi corazón podía identificar los pasos del él detrás de mí, acercándose, listo para atraparme. Mire sobre mi hombro y la oscuridad era lo único que veía, regrese mi vista al frente y lo vi, sus una vez hermosos ojos verdes se transformaron en unos horribles ojos rojos – Isabella – me tomo por los hombros, el dolor que sentí ocasiono que del fondo de mi garganta saliera un grito.
Y sin mas todo giro, arriba ahora era abajo y abajo arriba, el olor a tierra mojada me inundo y el dolor de mis hombros se transporto a mi vientre el llanto de un bebe inundo el ambiente, él, Edward apareció frente a mi; sus ojos seguían siendo rojos como la sangre que manchaba el vertido blanco que vestía y sus manos.
Desperté sobresaltada como siempre, lleve mi mano a mi boca para acallar el grito que luchaba por salir, gire mi vista para fijarla en la cuna donde descansaba tranquilamente mi pequeño. Mi mente regreso a la plática que mi madre había tenido conmigo, hacia tan solo unas cuantas semanas.
– Debes continuar – me había dicho, me hice la desentendida; por esa razón me había recluido en la habitación, no quería recordar la verdad, era dura y dolía. No está segura de algún poder "continuar", el recuerdo de mi pequeña Marie siempre estaría ahí para recordármelo, siempre por el resto de mi vida.
Me levante lentamente, sabía que el sueño ya no llegaría a mí, camine hasta la ventana, recorrí la hermosa cortina de encaje, observe a lo lejos los primeros rayos del sol, eso era lo único bueno de mi pesadilla, siempre despertaba antes del alba. Estaba por darme la vuelta pero algo llamo mi atención, enfoque mi mirada en una de las esquinas del amplio jardín, los rosales se movieron, pero no solo ellos el restos de las plantas y árboles también, por lo que me tranquilice, solo había sido el viento.
Me acerque a la cómoda y saque ropa limpia, tenía ganas de un baño. Salí de la habitación, esperaba encontrar a una de las chicas ya levantada, me dirigí a la cocina esperaba que estuviera ahí, recorrí casi toda la casa; el comedor ya casi estaba preparado para el desayuno, eso me confirmaba que ellas ya estaba levantadas. No me sorprendió que mi presencia las tomara por sorpresa, no después de haberme recluido yo misma.
– ¡Señora Isabella! – la chica con la que me tope llevo una de sus manos a su pecho, justo donde su corazón debía estar.
– Lo siento, no quería asustarte Ann – trate de disculparme.
– ¿Se le ofrece algo? – me pregunto ya más calmada.
– Quisiera que me prepararan el baño si no es mucha molestia.
– Claro que no es molestia señora Isabella, enseguida subiré, no se preocupe – dio una pequeña inclinación y regreso a la cocina, yo por mi parte di media vuelta dispuesta a regresar, pero un ruido procedente de la terraza me distrajo, me detuve pero ya no escuche nada.
– Vamos Isabella, creo que el encierro te está afectando – me dije en voz baja, aunque una extraña sensación comenzó a invadir mi cuerpo, ansiedad, si eso era.
Ann llego aproximadamente 10 minutos después, traía con ella un par de cubos de agua hirviendo, los cuales vertió en la tina, le agradecí y le dije que podía retirarse yo misma me encargaría de templar el agua, tome mi ropa y di una última mirada a mi pequeño, sabía que aun tenía cerca de una hora antes de que despertara, a sus 8 meses de edad dormía casi 8 horas seguidas por la noche.
El agua me relajo bastante, tenía mucho tiempo que no tomaba un baño por la mañana, así que me tome mi tiempo, lave mi cabello 2 veces y deje que la esponja limpiara todo mi cuerpo con detenimiento; la sensación de ansiedad se incremento cuando salí del agua, sabía que era tonto, pero aun así no pude convencerme a mi misma de lo contrario, me puse un vestido azul celeste, cabe aclarar que solo traía conmigo otros 3 mas, sabía que pronto debía comprarme otro par pues estos no me iba a durar para siempre. Peine mi cabello y lo recogí en un moño.
Me acerque a la puerta, y justo a un par de centímetros para abrirla escuche balbuceos, no era normal su llanto era no normal al levantarse, a menos que alguien estuviera con él. Un miedo sin razón me invadió, su fuera Rosalie habría avisado, Emmett… rara vez entraba, alguna de las criadas… imposible no entraban a la habitación y mucho menos se acercaban a mi pequeño si yo no sé los pedía. Abrí la puerta lentamente mi respiración y mi corazón aceleraron su ritmo y… lo vi, no era una pesadilla era él.
Y como ese horrible y fatídico día, todo paso lentamente, lo vi comenzar a girar hacia mí, esperaba ver furia, desprecio, odio, rencor, pero jamás espere ve lo que sus ojos reflejaron en aquel momento, vacio. Lo que más me sorprendió después de esto fue su apariencia, aun vestía el mismo traje de ese día, su rostro se veía extraño… sumamente delgado y las ojera bajo sus ojos eran de color negro, mi pequeño volvió a balbucear, lo deposito suavemente en la cuna y camino hacia mí, no me di cuenta que retrocedí hasta que el de detuvo y levanto sus manos, me miro profundamente – Isabella, necesitamos hablar – su voz fue suave y llena de suplica
ola!!
solo les pido aki ke lean mi nota en el siguiente ke no sera cap ok? se ke sta corto...ya veran explicare todo en el siguiente asi ke pasen!
bye
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