nos vemos abajo... A LEER!:
Capitulo 2. Sin sentido
Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Stephenie Meyer.
Llevaba en esta “casa” cerca de una semana, no la podía llamar como tal porque según tengo entendido en una verdadera casa habitan las familias, hay amor, cariño y compañía, pero en este lugar siempre estoy sola Edward siempre esta fuera haciendo que, no tengo ni la mas remota idea, pero siempre sale temprano y regresa tarde solo para cenar y asegurarse que aun siga aquí; si intente huir, al día siguiente de mi llegada a esta “casa” pero me fue casi imposible y lo peor es que Edward se entero o mas bien se dio cuenta…
La primera noche en esta casa fue… una experiencia horrible si de día la casa me daba miedo de noche era aun peor, y luego estaba Edward, al día de hoy no lo había visto mas que a la hora que me levanto para explicarme las reglas, numero 1 no podía salir de su casa, numero 2 tenia que encargarme del aseo de esta, numero 3 tenia que prepárale la cena , numero 4 no podía acercarme a su despacho y numero 5 por nada del mundo podía ni siquiera intentar abrir la puerta que esta al final del pasillo; de verdad que casi exploto con la forma en que me dijo sus reglas, pero… ¿que podía hacer yo?
En cuanto cerro el portón de la cerca que rodea la casa me puse manos a la obra con mi plan para escapar, que se pensaba él, acaso de verdad creía que me iba a quedar tan tranquila, y como si nada, ¿dejando que él manipulara mi vida a su antojo? A no eso si que no, una de las cosas que mi padre me enseño fue a ser siempre independiente.
Tome mis cosas y salí de su casa; hoy era un día nublado y frio casi como todos; observe a mi alrededor lo que antes se pudo haber llamado jardín pero ahora solo eran arboles secos y demás cosas secas, camine lentamente hacia el portón, algo de esa casa no me gustaba y no sabia que era, solo me faltaban unos pasos para llegar a mi destino pero… sentí que era observada por alguien o algo, me gire rápidamente pero no había nada.
- Tonta es tu imaginación – me regañe, sabia que estaba algo paranoica, los únicos que habitábamos esa casa éramos Edward y yo, bueno mas bien Edward, porque yo no pensaba quedarme un minuto mas.
Una vez frente a la reja comencé a observarla detenidamente, el portón era imposible de abrir tenia un candado y una cadena que me impedirían cualquier cosa, pero la reja… quizá podría encontrar algún soporte débil… comencé a buscarlo, empujando cada uno de ellos para ver si alguno estaba flojo, el metal estaba frio y sucio, pero eso no me importaba en ese momento. Después de revisar los primeros 40 comenzaba a desesperarme, y es que me aproximaba a lo que parecía una especie de cuarto o algo así, se veía aterrador igual que el resto de la casa, no se porque me sentía inquieta.
Y finalmente me encontraba a un lado de ese pequeño cuarto, ahora que lo veía mas de cerca podía ver si, en efecto era un pequeño cuarto de 2 por 2 metros, tenia una ventana de este lado donde me encontraba parada, o eso parecía ya que estaba cubierta por tablones de madera. Mi curiosidad era superior a mi miedo así que lentamente me acerca a la ventana cubierta, pero no pude ver nada, una capa de polvo cubría el vidrio, por lo que regrese a mi tarea anterior, encontrar un soporte débil, no debía distraerme de mi objetivo.
Seguía avanzando en mi búsqueda la cual parecía infructuosa, ahora estaba cerca de la parte trasera de la casa y si el frente era escalofriante esto era unas 10 veces peor, la hierba era bastante alta y un árbol hacia que la poca luz que se filtraba a través de las nubes fuera nula, dando como resultado que pareciera que en esa parte era de noche; un sudor frio atravesó mi espalda y por lo tanto no pude evitar estremecerme, camine mas lentamente revisando los soportes y mirando a mi espalda, de nuevo sentía que me observaban. A solo un par de metros del árbol algo llamo mi atención, por lo oscuro que estaba todo no podía saber que era, deje mi tarea y me acerque para ver que era eso.
De una de las ramas del árbol colgaban lo que se podría decir que alguna vez fue un columpio, ahora solo quedaban las cuerdas y un pedazo muy pequeño de madera que colgaba de una de ellas, a un lado, mas específicamente como a 2 metros se encontraba lo que parecía ser una mesa, y digo parecía por que la maleza y hierbas no permitían distinguirlo bien.
Me acerca para observar mejor y me percate que a unos pocos metros mas allá sobresalía algo, avance lentamente hasta llegar a mi destino y me tope con también lo que alguna vez fue un pequeño estanque, ahora se encontraba seco, lleno de hojas, tierra y plantas secas, levante la mirada para observar todo a mi alrededor, mi imaginación comenzó a recrear todo, me imagine como habría sido este lugar antes, debió haber sido hermoso, pero ahora… suspire y decidí que ya había perdido suficiente tiempo, así que reanude mi misión.
Y… de verdad no podía creerlo ningún soporte presentaba fallas, ni siquiera se movieron un milímetro, ¿como se suponía que escaparía? Pensé en saltar la reja, pero… no era demasiada alta para mi, necesitaría algo… así que me encamine a la casa, una silla fue lo primero que se me ocurrió usar, pero no fue suficiente, definitivamente estaba atrapada, no podría salir. Me sentía frustrada, enojada, triste, no le encontraba sentido a nada; me deje caer al suelo y comencé a llorar, no comprendía porque mi madre había permitido esto, ella me ama ¿no? Por que dejo que Phil decidiera por mi, soy una persona no un mueble al que pueden cambiar o vender. Estaba tan concentrada en mi miseria que no escuche la puerta cerrarse, solo fui consiente hasta que sentí como me levantaban bruscamente del suelo.
- Se puede saber que haces en el suelo – la voz fría de Edward me devolvió a la realidad, lo mire y parpadee, ¿acaso había pasado tanto tiempo? – te pregunte algo y además mírate, estas llena de mugre – sus ojos se entrecerraron mientras me observaba – intentaste huir no es verdad, que no te quedaron claras mis reglas, o necesitas que te las explique de otra forma – me sacudió un par de veces antes de volver a hablar – Isabella no agotes mi paciencia, porque tiene un limite… - sus ojos se oscurecieron y algo en ellos cambio.
- Yo… - no sabía que decir su mirada me tenía atrapada, aterrada era una mejor descripción, la furia brillaba en eso hermosos ojos color verde.
- Tú que Isabella, responde.
- Si – le dije sin inmutarme – no soy una propiedad soy una persona y tu no…
- Tu padre te entrego a mi, por lo tanto me perteneces y si no entiendes por las buenas lo harás por las malas Isabella, quieres ser tratada como una niña pequeña, así te tratare – tomo mi brazo y literalmente comenzó a arrasarme a la cocina.
- No puedes, yo – trate de liberarme pero su fuerza era superior a la mía – eres un… un desgraciado por eso estas solo – lo siguiente que sentí fue un fuerte ardor en una de mis mejillas y luego sus ojos, ese verde ahora eran brazas al rojo vivo, llenos de furia y enojo, apretó mas su agarre a mi brazo, sabia que por la mañana tendría sus dedos marcados en mi piel, antes de antes de llegar a la cocina se desvió, se detuvo frente a un puerta, la abrió y sin esperar que yo objetara nada me empujo dentro y cerro la puerta, yo aun me encontraba en shock no podía creer sus palabras eran dolorosas, crueles y sin olvidar el golpe que me dio, jamás nadie me había puesto un día encima, solo… Phil ese el día de ayer; y entonces lo escuche, el clic de una llave en la cerradura, me había encerrado en donde no lo se, no veía nada. El miedo me invadió no veía que había a mi alrededor, no sabia donde estaba encerrada, lo único que pude hacer fue recargarme contra la puerta y llorar nuevamente, llorar por la impotencia de estar atrapada, llorar por los recuerdos que llegaban a mi mente de mi vida antes de ese fatídico día, llorar porque sabia que mi infierno apenas comenzaba.
Me tuvo encerrada en ese lugar toda la noche y parte de la mañana siguiente, apenas y pude conciliar el sueño ya que escuchaba ruidos, se escuchaban como golpes, cosas rompiéndose pasos, puertas abriéndose y cerrándose y un sin fin de ruidos mas que no supe identificar, cuando por fin me saco de ese lugar me prometí a mi misma no hacerlo enfadar, si por este pequeño incidente me había encerrado y golpeado… no quería ni pensar en lo que me podía llegar a hacer, matarme llegue a pensar, no sabia si seria capaz de algo así, pero… era mejor no tenar a la suerte ya suficientes problemas me había conseguido para atraer mas.
Aunque solo lo veía por las mañanas y noches siempre se portaba frio y serio, no hablaba de nada conmigo, las únicas palabras que salían de sus labios eran “espero la cena cuando llegue” “no hagas nada estúpido de nuevo”, todo el día me la pasaba limpiando y haciendo la cena para él, si, en eso me había convertido su cocinera, su sirvienta; me había dado un juego de llaves, ah pero claro la de el portón no estaba incluida, ni la de su despacho o de esa habitación a la que me prohibió acercarme.
Durante el día limpiaba y cocinaba, me costo un poco de trabajo adaptarme para hacer la limpieza, ya que la casa es algo… grande, un pequeño salón, el recibidor, la sala, el comedor, la cocina, la alacena donde me encerró, su despacho, una biblioteca… en la parte superior mi habitación, su habitación, 2 habitaciones mas, la habitación a la que no tengo acceso y un baño, por suerte en mi habitación tengo uno. Quede sorprendida la primera vez que entre a su habitación, el tapizado no ayudaba mucho (gris oscuro) y sus cortinas de terciopelo negro casi impedían el paso de la luz, por suerte mi habitación contaba con unas cortinas amarillas, gruesas, pero por lo menos la habitación no parecía una cueva de vampiros como la suya, las otras 2… bueno no se si el verde botella sea mucha diferencia al negro, pero… su habitación es tan… vacía, solo esta su cama, que debo decir que es enorme, un par de buros a los lados, su armario y una pequeña cómoda con un diminuto espejo, y claro también su baño, lo que me desagradaba es que aunque encienda la luz… la casa sigue pareciendo oscura; ah y lo mas extraño… en ningún lado de la casa he visto un retrato, pintura o algo que alegre las paredes, están igual de vacías que él, si así lo considero un ser vacio y sin sentido.
Hoy a una semana de mi llegada a este lugar me encontraba preparando la cena, él como siempre tenía la despensa llena, de lo único que tenia porque preocuparme era lo que le prepararía de cena. Había decidido hacer el platillo favorito de mi padre, pescado frito acompañado de una ensalada de verduras, hacer ese platillo me llevo a recordar los momentos felices que viví en casa, recuerdo la ultima vez que mi madre le preparo esa comida, había llegado un poco enfadado porque la señora Smith lo había llamado para que la ayudara a bajar a su pequeño gato del árbol, mi padre amablemente había aceptado, pero el pequeño gato parecía tigre ya que en cuanto mi padre se acerco prácticamente se le echo encima arañándolo, pobre los arañones le duraron 1 semana, pero cuando llego a casa y vio servido su platillo favorito su ceño fruncido y sus labios que habían formado una línea tensa cambiaron por una expresión de jubilo y alegría…
El sonido de la puerta al cerrarse me despertó de mi ensueño, me gire para ver a Edward entrando a su despacho, me extraño que llegara antes, siempre llegaba un par de horas después de que el sol se ocultara.
- Isabella – lo escuche llamarme, me gire lentamente, su voz se escuchaba irritada – cuanto tardaras en terminar la cena - su tono no era de pregunta.
- Um, creo que aproximadamente unos 45 minutos – le conteste un poco insegura, no me atrevía a mirarlo tenia una idea cercana a lo que podría encontrarme en su rostro.
- Entonces en 50 minutos nos vemos en el comedor – sin mas se giro y entro a su despacho nuevamente, suspire pesadamente, moví mi cabeza negativamente pero me gire para regresar mi atención a la preparación de la cena.
Una vez en la mesa del comedor todo fue silencio como siempre, solo se escuchaba el chocar de los cubiertos con la vajilla, mi mirada procuraba mantenerla sobre mi plato, no le encontraba sentido a mi comportamiento, pero… sabia que así era mejor, y nuevamente me perdí en mis recuerdos felices de esa cena con mi padre.
- Isabella – la voz de Edward nuevamente me saco de mi lugar feliz – mírame – cuando dijo esa palabra me sentí nerviosa, él no acostumbraba hablar conmigo – Isabella te he dicho que me mires – repitió y esta vez no pude seguir ocultando mi mirada.
Mis ojos comenzaron a ascender lentamente, primero pasaron por mi plato de comida y llegaron al de él, que para mi sorpresa ya estaba vacio, luego llegaron a su pecho, cubierto por una camisa blanca y un saco gris, poco a poco fui levantando la vista, su cuello, su barbilla, sus labios, su nariz, y… finalmente sus ojos, verdes como esmeraldas, y me sorprendió mas ver que se veían pacíficos aunque algo mas había en ellos, algo que no pude identificar.
- Debo felicitarte por el pescado, esta exquisito – mi cara debió haber sido un poema o mi boca debió haberse abierto por la sorpresa o algo ya que él no dejaba de mirarme – bueno es tarde así que será mejor que vayamos a descansar – se levanto, tomo lo que quedaba de su copa de vino – descansa – dijo antes de darse la vuelta y caminar con rumbo a las escaleras.
De verdad que no lo podía creer, él… había hablado mas de lo usual y además me haba hecho un “cumplido”, bueno por lo menos era mejor que sus palabras de siempre, pero sabia que no debía confiarme.
KE BUENO KE LES STE GUSTANDO TANTO LA HISTORIA JEJE BUENO GRACIAS A TODAS LAS KE COMENTARON:
.-LUZMACULLE: GRACIAS POR CONTESTAR MI PREGUNTA LINDA! Y CLARO KE TOMO EN KUENTA SUS OPINIONES Y PS...SE ME OCURRIA KE EN VES DE PONER + DEL CAPI PONER UN ADELANTO KE TE PARAESE?
.-aliceaglaecullen: YO TMBN SOY MUY DESESPERADA PEKEÑA TE ENTIENDO...ME GUSTARIA KE CONTESTARAS LA PREGUNTA (DE LOS ADELANTOS)
GRACIAS PR TU INSPIRACION!!!
isacullen89: OLA Y BIENVENIDA A STA HISTORIA ESPERO TUS COMENTARIOS!!
BUENO YA BYE dany*_cullen-patt
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