Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Stephenie Meyer, y el fic a isis janet
Obsesión oscura
Capitulo 12. Respiro
Habían pasado semanas desde que me enterara que estoy embarazada, mi dieta había mejorado considerablemente; después de haber meditado conmigo misma había llegado a la conclusión de que la vida que llevo dentro tiene derecho a vivir, esa pequeña personita, mi hijo, no había decidido venir al mundo por su cuenta; solo de algo estaba completamente segura, jamás dejaría que Edward le tocara un pelo, defendería a mi hijo a toda costa.
Esme, Alice y hasta la misma Rosalie habían pedido que fuera a la mansión donde personalmente ellas se encargarían que recibiera los cuidados que mi estado requiere, pero Edward se negó rotundamente alegando que en casa tenia lo que necesitara y que además estaba mas cerca del pueblo. Ahora no pasaba tanto tiempo fuera, se quedaba hasta medio día y regresaba a la hora de la comida; nuestra relación no había cambiado mucho, no nos dirigíamos la palabra más que para lo estrictamente indispensable.
Las pesadillas seguían atormentándome cada noche, ya no solo era sobre mi noche de bodas, ahora también se mezclaba con la que tuve entes de mi boda; esa donde me veía embarazada y luego Edward venia y me lastimaba a mi y al bebe. Siempre despertaba sobresaltada y me llevaba mi mano en puño hacia mi boca para ahogar mi grito, al principio Edward trato de acercase a mi, pero no se si era mi expresión o que pero nunca paso mas allá de una mirada y sus palabras de que continuara durmiendo.
Hoy como todos los días me había vuelto a despertar con esa pesadilla, la había sentido tan real, un dolor en mi vientre y sangre manchando mi vestido, lleve mis manos hacia esa zona, todo parecía estar normal, ya no había dolor, pero… tenia una extraña sensación, suspire mas tranquila, volví a recostarme para tratar de dormir y algo llamo mi atención, luz, se filtraba por debajo de la puerta, voltee y comprobé que el otro lado de la cama se encontraba vacio, Edward no estaba aquí.
Me levante lentamente procurando no hacer ruido, camine hasta la puerta y la abrí lentamente, chirrió un poco lo que me asusto, pues con tanto silencio temía que Edward escuchara; la luz provenía de la habitación que tenia prohibida, mis ojos se abrieron ampliamente al observar un poco del contenido de la habitación, esto gracias a que la puerta se encontraba totalmente abierta. Mi curiosidad me domino y me encamine hacia ese lugar.
Escuche susurros, me fue imposible identificar si era Edward el que hablaba u otra persona, cada paso que daba hacia que mi corazón se acelerara aun mas, mi lado racional me decía que diera media vuelta y regresara a la cama e intentara dormir, pero mi otra parte… me incitaba a continuar y averiguar el pasado de mi esposo.
-Se que no he hecho lo correcto – escuche la voz de Edward, era una voz suave, aterciopelada – me odia lo se – trate de agudizar mi oído para saber si platicaba con alguien, pero no fui capaz de identificar otra voz – no se como hacer que las cosas sean diferentes – de nuevo una pausa – no se como hacerlo – esta vez su voz se hizo mas baja y suave. Ahora me encontraba casi pegada a la puerta, mis ojos vagaron por el interior de la habitación, una habitación con un delicado tapiz rosado.
Me concentre en observar y deje de lado la extraña conversación de Edward; por el ángulo de la puerta pude observar solo un pedazo de la habitación; observe la parte final de la cuna, una parte de la ventana y un par de muebles, todos en color blanco, me imagine que Edward estaría del otro lado, quería abrir la puerta pero… eso seguramente me traería problemas, así que solo me concentre en lo que podía ver. Las imágenes de mi pesadilla acudieron intermitentemente a mi cabeza; la madre de Edward embarazada, también las palabras de Esme y… lo que veía en esta habitación. Podría ser…
El sonido de movimiento me saco de mis pensamientos, había olvidado la presencia de Edward, me di la vuelta y regrese lo mas rápido y silencioso que pude a la habitación, no quería problema con Edward y menos ahora, mi corazón latía tan deprisa que creía que se me saldría del pecho, me metí debajo de las cobijas y me tape, unos segundos después la puerta se abrió la luz de la vela que llevaba inundo la habitación, luego sentí el movimiento de la cama, me acurruque mas en la cama y apreté los ojos.
– Bella – susurro Edward y sentí como un mechón de mi cabello era movido de lugar, mi corazón se acelero aun mas, si eso era posible, me sentía nerviosa, pero estaba segura que no me había visto, la cama se movió aun mas y sentí sus labios sobre mi frente, no pude evitar estremecerme, no solo era miedo, sino también esa corriente eléctrica, abrí mis ojos asustada y me tope con un par de ojos verdes que me miraban con intensidad – no quería despertarte – intento disculparse pero su voz sonó extraña.
Negué con la cabeza, puesto que él no me había despertado, se acomodo de su lado de la cama pero no perdió contacto visual conmigo, sus ojos eran amables, tiernos, me sentí atrapada en su mirada, aunque la luz no me permitía apreciarlo en su totalidad, pude darme cuenta de su actitud relajada y serena.
– Duerme – me dijo suavemente y esbozo una ligera sonrisa, se giro y le soplo a la vela, dejándonos sumidos en la oscuridad.
Me costo trabajo conciliar el sueño, pues mi corazón latía desbocado, y mi cabeza había vuelto a llenarse de miles de preguntas sobre el pasado de Edward. Pero por ahora debo ser paciente, no arriesgaría a mi hijo a la furia de su padre si me llegara a atrapar dentro de esa habitación, tendría que esperar.
Las cosas parecían haber mejorado, bueno cierta parte de ellas, porque mis pesadillas aun seguían ahí, Edward seguía tranquilo en su actitud hacia mi, se podría decir que hasta cierto punto estaba feliz, ya que seguía ocultándose tras esa mascara sin sentimientos; Senna, Kachiri y Zafrina no me dejaban sola para nada, siempre me encontraba acompañada por alguna de ellas, incluso a la hora de bañarme, debo reconocer que me molesto, pero según ellas eran ordenes de Edward.
Alice, Esme y ocasionalmente Rosalie me visitaban, las platicas entre nosotras cada vez profundizaban mas, ahora comprendía la actitud tan cambiante de Rosalie, ella había pasado por algo similar a lo que yo en mi noche de bodas, solo que para ella era casi a diario, su primer esposo Royce, la golpeaba al extremo de que incluso perdió a su primer bebe, y supuestamente a causa de eso Royce se había suicidado dejándola viuda, de eso hace casi 10 años, tenia casi mi edad, Esme y Carlisle nunca habían aprobado esa relación, pero que mas podían hacer si la misma Rosalie aseguraba que lo amaba con todo su ser. Lo bueno de todo es que al final encontró el amor en Emmett, quien resulto ser su autentica otra mitad, ahora ambos buscan completar su familia con un bebe.
Alice por otro lado siempre ha sido feliz con Jasper, se conocían desde niños junto con Emmett, Alice me confeso que siempre había estado enamorada de Jasper y que había estado esperando que él se diera cuenta que también estaba enamorado, a sus cortos 2 años de matrimonio son muy felices.
Por medio de ellas trate de obtener información sobre Edward pero siempre esquivaban la mayoría de mis preguntas, o cambiaban de tema, lo mas que lleguen a saber fue que después de que sus padres murieran Esme y Carlisle se convirtieron en sus padres y de ahí que su apellido cambiara a Cullen, y que es el dueño del banco en el centro del pueblo, de ahí que casi no lo viera en todo el día, o que tomara los días u horas que quisiera.
Hacia poco más de un par de días, que Carlisle había venido para ver como evolucionaba mi embarazo, me encontraba ya en la semana 25 todo estaba en orden, Senna y Zafrina se vieron en la necesidad de adaptar mi ropa, pues la que tenía ya no me quedaba.
Mi madre había venido un par de veces a verme, no hablamos mucho, puesto que las lagrimas se hicieron presentes, ella me pidió perdón por no saberme defender y yo le conteste que eso ya no importaba, lo único que le dije es que esperaba verla mas, ella me aseguro que así seria y mas porque pronto tendría que conocer a su nieto o nieta.
Después de su visita me había sentado en uno de los sillones a tejer una cobijita, gracias a la ayuda de mi madre mi destreza había aumentado considerablemente, el estambre blanco corría por mis dedos fácilmente solo me atoraba en las esquinas, me encontraba tan concentrada que no me di cuenta que alguien me observaba.
– Isabella – la voz de Edward me trajo a la realidad con un sobresalto, haciendo que me pinchara con una de las agujas.
– ¡Ou! – me queje pues me había dolido bastante, solté la aguja y el tejido, el cual cayo sobre mi regazo, observe mi dedo el cual comenzaba a sangrar levemente.
– No era mi intención asustarte – trate de responderle pero al inhalar aire el aroma de la sangre me inundo, error, comencé a sentirme muy mareada, demasiado – Isabella – su voz me sonó un tanto lejana.
– Sangre – fue lo único que pude responder antes de alejar mi dedo lo mas que me permitía mi cuerpo, comencé a inhalar por la boca, pero aun así sentía que no me llegaba aire, sin darme cuenta cuando, Edward se encontraba frente a mi, me ayudo a levantarme aunque mas bien casi me cargaba puesto que todo me seguía dando vueltas, lo escuche gritar que necesitaba alcohol y algodón antes de que todo se volviera negro a mi alrededor.
Esta vez me resulto mas fácil despertar, no sentía la pesadez de esa ultima vez y no había dolor; abrí mis ojos para darme cuenta que me encontraba recostada en uno de los sillones, frente a mi se encontraba Edward con mi mano entre las suyas, el olor a alcohol me irrito un poco la nariz.
– Debí haber sido mas sutil cierto – soltó una risita – no pensé que te asustaras tanto – me concentre en sus ojos, verdes como las hojas de los arboles en pleno verano, brillantes y llenos de vida – ¿te sientes mejor? O quieres que llame a Carlisle – levanto mi mano y la beso; parpadee un par de veces pues esto era extraño, se veía tan diferente a como siempre – ¿Isabella? – su expresión cambio sutilmente, aunque no en forma negativa, si no que… parecía preocupado.
– Estoy bien – respondí con voz baja, trate de levantarme pero su otra mano me lo impidió.
– Descansa por un rato – otra sonrisa cruzo su rostro, deposito delicadamente mi mano sobre mi… un poco prominente vientre y camino hacia la cocina.
Minutos después Kachiri venia con una bandeja, fruta en su mayoría era lo que contenía, la deposito en la pequeña mesa y se retiro, Edward regreso cargando una jarra con un par de vasos.
– Isabella… – me miro detenidamente – necesito que hablemos – lo mire fijamente, ya que cada vez que mencionaba la palabra hablemos las cosas no salían bien para mi. Seguí sus movimientos mientras se acercaba a mi, dejo la jarra a un lado de la mesa; luego… lo que hizo a continuación me dejo completamente sorprendida. Tomo mis piernas, las levanto un poco, se sentó en el sillón y en su regazo coloco mis piernas.
Debió omitir mi mirada de sorpresa o no la noto porque continúo hablando como si nada.
– He estado vendo muebles para el cuarto del bebe y… bueno quiero tu opinión, también quiero que me digas si estaría bien que ocupara la habitación que era tuya.
– Ah… um… bueno… yo… creo que si.
– Si que.
– La habitación estaría bien después.
– Después – me miro extrañado.
– Um bueno… es que preferiría tener al bebe mas cerca los primeros meses.
– Oh, si creo que no habrá problema, y sobre los muebles, te gustaría acompañarme.
– Claro – respondí con un hilo de voz, puesto que no comprendía su actitud tan cariñosa; me sonrió, estiro si brazo y tomo un plato con fruta y uno de los tenedores, pincho un pedazo de manzana y me la ofreció.
Casi me termine los 2 platos de fruta, me sentía bastante llena y de no ser porque el contenido de la jarra era jugo de naranja endulzado con miel no hubiera probado ni una gota, no sabia porque últimamente me encantaba tanto. Edward llamo a Kachiri para que recogiera todo, una vez estuvimos solos me volvió a sorprender al frotar mis tobillos suavemente, me dijo que Carlisle le había recomendado que lo hiciera, así como con mi espalda, pero para ese caso dijo que seria mejor en nuestra habitación.
Me dejo descansar o mas bien me lo ordeno, solo pude levantarme hasta que la hora de la cena llego, mañana iríamos a ver los muebles y demás cosas para la habitación del bebe, solo esperaba que el buen humor de Edward siguiera en los días venideros.
ola!! gracias mil gracias pr sus comentarios y no se desesperen ke todo lo ke me pidieron va a suceder jaja unas me piden ke no se enamoren tan rapido otras ke ya...pov edward todo va a suseder pro cn su tiempo entendamos ke eddi s un poco bipolar (cmo yo XD) je y el pov edward ya les abia dicho ke si sera pro en otro fic ke tmbn espero ke lo sigan ya ke es cmo una secuela de ste y se veran csas ke aki no se vieron bueno
ADELANTO!!!
autora original: esto como una especie de calmante para lo que viene en el siguiente. OHOH ustedes ke cren chikas?
– Isabella… – Edward me miro, se veía algo preocupado – te sientes mal – sus ojos me recorrieron completa, deteniéndose en mi vientre, negué; se acerco a mi y tomo una de mis manos entre las suyas – ¿Qué sucede entonces? – esta vez su tono fue conciliador y suave.
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– Lo siento tanto, discúlpame, yo… – abrí mis ojos y me tope con otro par en color negro que me miraban fijamente.
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– Isabella – me miro fijamente, su rostro desencajado me asusto – nos vamos – siseo en voz baja y peligrosa.
bye!!
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