Acuerdo Perfecto (+18)

Autor: Cintia_pattinson
Género: Romance
Fecha Creación: 02/11/2009
Fecha Actualización: 16/07/2011
Finalizado: SI
Votos: 93
Comentarios: 74
Visitas: 316778
Capítulos: 13

Ellos llegaron a un acuerdo, parecía que los beneficios mutuos eran suficientes, ninguno de los dos se imaginó más de lo estipulado, jamás pensaron en ello, no se conocían, al final era solo un buen trato, una solución para sus problemas, ¿El mejor acuerdo es el que se apega estrictamente a las condiciones impuestas o el que da como resultado algo inesperado?

Este fanfic pertenece a Jazzy W. He obtenido su permiso para publicarlo.

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Capítulo 11: Primera Cita

Dentro del auto camino a la casa de los Cullen reinaba un silencio pacifico, placentero, era la confirmación de que ni Edward ni Bella deseaban otro lugar mas que este, mas que sus presencias unidas, sus manos entrelazadas recordaban cada centímetro de piel que cada uno había sentido del otro, era una sensación de leve electricidad, algo que ninguno de los dos había sentido.

Edward por primera vez no pisaba el acelerador, disfrutaba cada segundo con todo a su alrededor, el camino entre los árboles era acogedor, y solo el guardaba el secreto de su ultimo encuentro, miró a Bella quien había recargado su cabeza en el respaldo del asiento y cerrado los ojos, ella suspiró con una sonrisa bailando en sus labios mientras Edward sonreía a la vez, ella esta cansada, el lo sabia, por que siendo sinceros también el estaba molido, había sido la noche mas larga, mas placentera y mas agotadora de su vida.

Aparcó el auto mientras ella permanecía con la respiración acompasada, se inclinó hacia ella para hablarle al oído.

-Llegamos Bells-, ronroneó mientras ella sonreía

-No estaba dormida-, se burló ella mirándolo con los ojos entrecerrados.

-Si claro Swan-, bromeó el mientras salía del auto y la ayudaba a ella para entrar en la casa, tratando de no hacer ruido hasta que oyeron la voz de Carlisle provenir de la cocina.

-Alice, date prisa solo tenemos unos minutos-, le decía a su hija mientras se alistaban para salir, Bella escondió la cara en el pecho de Edward y este rió mientras trataban de no hacerse notar al dirigirse a las escaleras, Bella solo quería llegar a la habitación, por que una cosa era poder poner en su lugar a las bromas de Emmet al verlos salir del sótano y otra mirar a su “suegro” mientras este se da cuenta que apenas regresan, se pondría como farolito de solo pensarlo.

-¿Por qué no se limitan a la casa, la oficina era un lugar sagrado?-, anunció Emmet lastimosamente en tono burlón sobresaltándolos al pie de las escaleras aun con pantalón de dormir y una playera.

-Apenas regresan-, inquirió el con la sonrisa burlona.

-No… ¿Tu crees?-, preguntó Bella de forma irónica

-Eddie tu novia esta de pésimo humor, de verdad hermanito si tienes algún problema ya sabes como medico puedo recetarte de esas pastillitas azules-, bromeó Emmet mientras Edward gruñía y su novia soltaba un risita sin poder detenerse.

Edward la atrajo mas hacia el y la vio a los ojos mientras la estrechaba a su cintura y sus manos bajan un poco mas abajo de sus caderas.

-¿Tengo algún problema?-, preguntó el mientras Bella negaba con la cabeza y se mordía el labio, Edward sonrió y la besó inocentemente solo rozando esos labios que lo enloquecían, Bella disfrutó del roce mientras sonreía.

-¡Conejos!, aun sigo aquí-anunció Emmet mientras los dos reían y Edward negaba con la cabeza

-Y no tienes nada mejor que hacer-, inquirió mientras miraba a Bella.

-Buenos días papa-, saludó Emmet mientras Carlisle sonreía y miraba la escena.

-Buenos días-, anunció mientras Edward abrazaba a Bella que trataba de desaparecer entre su cuerpo y murmuraba un tenue saludo.

Emmet se botaba de la risa mientras Alice salía de la cocina y también soltaba una risita.

-Nos vemos en la comida chicos-, dijo Carlisle sonriendo a su hijo mientras Alice buscaba la mirada de Bella.

-Adiós tortolos-, anunció mientras salía de la casa con la mochila de la escuela. Edward comenzó a subir las escaleras seguido de Bella mientras Emmet aun seguía riendo unos escalones arriba.

-Mama ya no vera del mismo modo la oficina-, bromeó el grandulon mientras Bella le sacaba la lengua rumbo a la habitación, cuando llegaron se tumbo en la cama mientras Edward se sentaba a su lado.

-Al menos a tus papas no les queda duda que eres sexualmente activo-, murmuró ella mientras Edward reía.

-¿Por qué no tomas una ducha?-, sugirió, pensando que podría preparar el desayuno para antes de que por fin pudieran dormir un poco. Bella sonrío y se levanto para quedar a su altura mientras Edward le ponía un mechón de cabello detrás de la oreja.

-¿Me acompañas?-, preguntó Bella mordiéndose el labio, el se estaba convirtiendo en su completa adicción, Bella negó mentalmente y corrigió, no… ya era una adicta confesa.

-Si te acompañará, no terminaríamos nunca-, murmuró el rozando sus labios, Bella hizo un mohín y Edward se rió mientras el estomago de ella gruñía

-Además creo que tienes hambre-, inquirió el y ella rodeo los ojos, levantándose de la cama y dirigiéndose al baño.

-No, es el ruido que mi estomago hace cuando estoy molesta-, gruñó Bella mientras caminaba al baño, Edward se levantó y jaló su brazo para atraerla hacia si.

-¿Estas molesta?-, preguntó en tono juguetón

-Si-, fingió ella mientras el besaba su cuello.

-¿Mucho?-, murmuró el mientras besaba el lóbulo de su oreja, su aliento erizo la piel de Bella mientras lo separaba para mirar sus ojos.

-Eres odioso-, replicó ella mientras el reía.

-Aja-, se burló el mientras la besaba tenuemente.

-Te amo-, dijo contra sus labios mientras ella sonreía.

-Te amo-, respondió ella mientras el la tomaba por la cintura y la alzaba solo un poco para que sus pies se separaran tenuemente del suelo.

-Me encanta escucharte decirlo-, expuso Edward mientras ella sonreía y luego se ponía algo pensativa mientras su mano acariciaba el cabello de el.

-No soy la primera que te lo dice-, aseguró mientras Edward se ponía algo serio para luego apretarla mas contra el, el sabia a lo que se refería, había estado con muchas mujeres, y algunas se había empecinado en crearse un relación que el no deseaba hasta ahora, hasta ella.

-Pero si es la primera vez que yo lo digo, y la primera que ansío oírlo-, aseguró mientras ella sonreía, eso era suficiente para Bella, suficiente para siempre.

Se quedaron unos segundos así solo mirándose mientras sus ojos hablaban o tal vez no, pero era extraordinario.

-A menos que hayas cambiado de idea, necesito mis piernas para poder caminar a la ducha-, bromeó Bella mientras el rodeaba los ojos.

-Y yo soy el odioso-, bromeó Edward y ella le saco la lengua antes de meterse al baño

Edward bajo a la cocina para prepara unos omelets y servir jugo y café y llevarlos a la habitación, Rosalie bajo para observar con una sonrisa entre burlona y tierna.

-Estas perdido-, aseguró ella mientras el fruncía el ceño.

-La amas ¿verdad?-, continuó Rosalie mientras se servia café.

-Como no pensé hacerlo nunca-, murmuró Edward riéndose de su contundente afirmación.

-Bueno Emmet tenia razón…se lo pedirás-, continuó mientras Edward sabia que aun cuando lo deseara era complicado, no podía pedirle que se casara con el, cuando apenas habían iniciado una relación, suspiró y negó lentamente con la cabeza.

-Ella es algo extraña-, aseguró y Rosalie sonrió

-No me digas-, se burló mientras el reía.

-No creo que solo eso baste, no me importa nada mas que estar con ella, quiero…hacer algo especial…no se-, tartamudeó mientras Rosalie escuchaba.

-¿Por qué no la llevas a cenar a Seattle, hoy es su ultima noche aquí, sal con ella y platícalo?-, sugirió mientras el sonreía.

-M es estas ayudando-, cuestionó en tono burlón.

-Aun sigues siendo el hermano de mi esposo, y bueno ya no eres tan idiota-, se encogió de hombros.

-Gracias…creo-, murmuró Edward mientras terminaba de preparar su desayuno.

-Tú encárgate de preparar todo y deja a tu amada extraña en mis manos-, susurró mientras Edward asentía con una sonrisa y salía de la cocina.

Bella termino de ducharse y se miro al esperó aun solo con la toalla envolviendo su cuerpo, se veía diferente, se sentía completa, se sentía feliz, por una vez en su vida sabia que no estaba sola.

Salio para encontrarse a Edward entrando con una bandeja con el desayuno, le sonrió y el le regreso el gesto calidamente, el paso sus ojos por su cuerpo mientras ella reía.

-Gracias-, susurró Bella mientras sacaba un pants de su maleta, comenzó a cepillarse el cabello aun con la toalla y Edward dejó la bandeja en el buró para caminar hacia ella.

-Estas tentando mi autocontrol Swan-, susurró sin tocarla a pocos centímetros de que su pecho tocara la espalda de ella.

-¿En serio?-, preguntó mientras tomaba el nudo de la toalla, Edward quiso girarla y tomarla ahí mismo pero no, ella se merecía una noche especial, nada de sexo desenfrenado, el quería que ella disfrutara de cada segundo y por eso tenían que descansar, además estaba seguro que ella tenia sueño, había aprendido a conocerla como nadie.

-Tomare una ducha fría-, gruñó el dándole un beso en el cuello demasiado lento, Bella cerró los ojos y sonrió tenuemente por causar esas reacciones en el.

Se puso su pants y terminó de cepillar su cabello para sentarse en la cama y comer un poco de la fruta que el había traído, robó un pedazo de omelet mientras el salía, Edward llevaba puesto solo el pantalón de dormir, se sentó en la cama junto a Bella y comieron prácticamente en silencio, cuando ya había terminado Bella sonrió antes de tomar algo de jugo

-Sabes me podía acostumbrar a esto-, bromeó mientras miraba a Edward, ella no podía aun racionalizar todo lo que sentía por el, lo había encontrado sin siquiera buscarlo, era su regalo.

-¿Qué?…los huevos y el queso-, dijo el en tono burlón, Bella rodeo los ojos y le pegó en el hombro.

-Estoy bromeando amor, se que soy “perfecto”-, se burló Edward y Bella rió.

-Nadie te ha dicho que eres engreído y egocéntrico-, replicó ella y el asintió

-Yo me lo digo todos los días-, murmuró mientras ella le sacaba la lengua.

-Tonto-, espectó ella mientras Edward alejaba la bandeja hacia el buró y se recostaba atrayéndola con el.

-Tu tonto-, sonrió el y Bella se acurrucó contra su pecho besando ligeramente su piel.

-Mi tonto-, aceptó con una sonrisa

-Bella…-, llamó y ella lo miró con los ojos entrecerrados.

-¿Quieres ir a cenar conmigo hoy…como una cita?-, dijo el y Bella sonrió mientras asentía.

-Nuestra primera cita-, bromeó ella.

-Nuestra primera cita-, concordó Edward mientras Bella cerraba los ojos recostada contra su pecho y el se acomodaba mientras acariciaba su cabello.

Después de haber dormido un poco Edward se levantó dejando a Bella dormida en la cama tratando de no despertarla, bajó para hacer las reservaciones en uno de sus restaurantes favoritos de Seattle, al bajar su familia había terminado de comer y veían la televisión, su mama había ido a la oficina y su papa al hospital.

-Hola bella durmiente-, bromeó Emmet mientras el rodeaba los ojos.

-¿Y Bella?-, preguntó Alice mientras miraba a Rosalie.

-Aun duerme-, susurró Edward.

-Esta bien déjalo en nuestras manos, a que hora salen-, inquirió su pequeña hermana

-A las 6: 30-, contestó el con el ceño fruncido.

-Tu solo encárgate de estar listo-, aseguró Rosalie levantándose del sillón junto con Alice, salieron mientras Edward se sentaba al lado de Jasper.

-Compadezco a Bella-, murmuró Jasper con una sonrisa.

-Yo también- admitió Edward.

Bella se despertó sin encontrar a Edward a su lado, la sangre se le enfrío de repente hasta que pudo visualizar a Rosalie y Alice mirándola con impaciencia.

-Buenos días-, saludó la pequeña de los Cullen

-Técnicamente seria buenas tardes-, contestó Bella mientras se sentaba en la cama

-Claro, claro…ahora tenemos que probarte uno de mis vestidos-, susurró Rosalie mientras Bella ponía cara de pocos amigos.

-No mas vestidos-, se cruzó de hombros mientras las otras dos reían.

-Vas a salir a cenar románticamente con tu príncipe azul…debes de usar vestido-, suspiró Alice y Rosalie y Bella rieron.

-Alice…derramas miel-, replicó Bella y ella le sacó la lengua.

-Yo ya estoy diabética-, admitió Rosalie mientras reían.

Fueron a la habitación de Emmet y para sorpresa de Bella la rubia le mostró un lindo vestido azul, por debajo de la rodilla, era elegante pero bonito y sensual, de gasa, con vuelos en la falda, era estraple, Bella lo miró mientras le incitaban a probárselo.

El vestido le quedaba un poco grande del busto pero eso no fue problema para Alice, llamo a su mama y Esme llego mientras Alice le hacia una linda coleta a Bella en forma de cascada.

Esme hizo unas pequeña pinzas al vestido, que Rosalie aseguro Bella podría quedárselo, como regalo, ella sonrió incapaz de procesar tanta atención, Bella siempre había sido sola contra el mundo y ahora no se imaginaba lejos de la familia Cullen, deseo que fuera su familia.

Volvió a ponerse los lentes de contacto y Rosalie la maquilló tenuemente, Esme tomo uno de sus abrigos y se lo dio, casi tan emocionada como sus otras dos hijas.

Cuando Bella bajo las escaleras Edward estaba esperándola con una camisa y pantalón negro, la miro con una sonrisa mientras ella se mordía el labio.

-Bella-, fue todo lo que murmuró antes de besarla, ella lo besó extrañando sus labios y no se separó hasta que Alice carraspeó en tono dramático.

-Diviértanse-, susurró Esme mientras Bella asentía.

-¿A dónde vamos?-, preguntó ya de camino mientras Edward negaba con la cabeza.

-Tu solo sígueme-, contestó mientras ella entrelazaba su mano sin decir mas, esa era toda su respuesta.

Al llegar a Seattle, recorrieron el centro, Bella tomo a Edward del brazo mientras caminaban, el los dirigió a un lindo restaurante iluminado tenuemente, cada mesa tenia un pequeña vela que hacia una iluminación increíble, se sentaron mientras el mesero les daba el menú.

Edward se tenso al mirar como el hombre observaba a su novia, pero ella solo negó con la cabeza y lo besó frente al mesero.

-Tranquilo Cullen-, murmuró sonriendo.

-Eres mía Swan-, contestó y ella negó rodeando los ojos.

-Yo lo se…eso es lo importante-, contestó mientras el sonreía asintiendo.

Cenaron mientras intentaban contarse algunas cosas de su niñez, Edward le contaba las travesuras de el y Emmet, como conocieron a los Hale, mientras Bella le contaba de Mike y Jessica los únicos amigos que tuvo viviendo con su madre en Phoenix.

Cuando terminaron de cenar, salieron del restaurante y caminaron algo mas mientras la noche caía oscura y pacifica, Edward abrazó a Bella mientras recorrían las calles hacia el auto.

Cuando subieron Edward sonrió mientras lo encendía y Bella lo miró intrigada.

-¿Sigues conmigo?-, le preguntó el mientras ella asentía aun confundida.

-Mas sorpresas…-, inquirió y el sonrió aun mas.

Bella miro las calles que recorría hasta aparcar fuera de un elegante hotel a las afueras de la ciudad, tenia grandes jardines y una decoración sobria, Edward la miró y bajó del auto para ayudarla a bajar.

Bella solo sonrió mientras el pasaba por la llave de su habitación ya reservada, sentía su estomago hecho nudos, como si fuera la primera vez que estuvieran juntos, había sido perfecto, en cada uno de sus movimientos y ella solo esperaba en que momento se despertaría.

Subieron a unos de las suites mientras Edward la abrazaba por detrás y besaba su cuello suavemente, al entrar Bella se quedo maravillada con la habitación, una cama en el centro de la habitación con cuatro postes que se alzaban en las esquinas, sosteniendo un velo que la cubría tenuemente, cientos de cojines la adornaban, las sabanas blancas y el edredón rojo lo hacían demasiado irreal, había dos buró y un lindo tocador, un sofá y una puerta que debía ser el baño, pero lo que mas le sorprendió fue una tina en medio de las esquinas de la habitación, estaba rodeaba por un cuadro de azulejo en el piso, podías rodearla con facilidad, la tina estaba llena y de ella salía humo por sobre las burbujas.

-¿Te gusta?-, susurró Edward mientras ella cerraba los ojos por impaciencia, por que su deseo y su necesidad de estar con el aumentaban, por que su corazón no podía soportar el amor que el le entregaba.

-Esto es…-, murmuró mientras se giraba y lo veía.

-Te amo-, fue todo lo que ella pudo expresar mientras el sonreía conforme.

-Bella yo quiero pedirte…que me permitas estar contigo siempre-, le dijo con su frente pegada a la suya.

-Te amo y quiero pasar el resto de los días contigo-, murmuró mientras ella lo abrazaba.

-No podría soporta que me dejaras sola, prométeme que jamás me dejaras-, susurró ella mientras el sabia exactamente todos sus temores.

-Jamás mientras yo viva mi amor-, murmuró antes de besarla.

-Entonces tenemos un acuerdo-, se burló Edward hablando contra sus labios y ella sonrió negando.

-Lo tenemos Cullen.

El sonrió mientras le quitaba lentamente el abrigo por los brazos, ella lo miró mientras el acariciaba la piel que quedaba expuesta, sus manos viajaron a la camisa de Edward pero el la detuvo mientras le besaba.

-Esta es tu noche amor-, murmuró mientras un escalofrío la recorría haciendo que Edward sonriera.

Camino rodeándola hasta quedar detrás para poder bajar el cierre del vestido y deslizarlo lentamente, Bella se mordió el labio para evitar gemir solo por el roce de sus dedos contra su piel.

La abrazó pegándola a su pecho y besó su cuello mientras ella respiraba con mayor dificultad, le desabrochó su sostén y lo deslizó por sus brazos, mientras seguía besando su cuello lentamente solo roces incitadores.

Edward deslizó sus manos hasta su ropa interior y comenzó a bajarla lentamente mientras ella gemía en tono bajo, Bella estaba desnuda mientras el permanecía completamente vestido pero era incapaz ya de hacer nada, aun sosteniéndola de la cintura la llevo hasta la tina y la ayudo a meterse mientras ella jadeaba ante la sensación del agua caliente en su piel, se sentó mientras Edward se agachaba detrás de ella, fuera de la tina, se dobló las mangas de la camisa y comenzó a acariciar sus hombros suavemente, Bella echó su cabeza hacia atrás y miró a Edward antes de que este se agachara a besarla con sus caras contrapuestas.

-Ven-, susurró ella mientras el negaba tenuemente.

-Déjame consentirte-, murmuró mientras le besaba su cuello y sus manos acariciaban sus brazos.

Edward iba de su cuello a sus brazos con sus manos mientras ella hacia tenues sonidos, el sonrió mientras sus manos bajaban un poco mas sumergiéndolas en el agua y acariciaban sus costados hasta llegar a sus pechos.

Bella gimió mientras el rozaba sus pezones con delicadeza bajo el agua.

-Edward-, gimió mientras el sonreía y se acercaba a su oído.

-¿Qué?-, murmuró con voz ronca besándole el lóbulo de la oreja y el cuello, pellizcó uno de sus pezones mientras que la otra mano acariciaba por debajo del otro.

-Edward-, volvió a susurrar mientras se revolvía tenuemente en la tina, Bella sentía que su vientre palpitaba de manera frenética necesitaba su toque, necesitaba sentirlo, lo deseba tanto como lo amaba.

Edward se levantó y caminó para acuclillarse a un costado de la tina mientras la atraía para besarla, ella llevó sus manos a su cabello mojándolo mientras el sonreía.

La manos de el se deslizaron para acariciar sus pechos y mas abajo, Bella se recargó de nuevo en la tina mientras Edward la acariciaba sin llegar aun a su sexo haciendo a Bella gemir y gruñir de frustración.

-Edward…por favor-, murmuró con los dientes apretados.

-¿Qué?-, preguntó el sintiendo sus pantalones muy pequeños, si de el fuera ya estaría dentro de ella, pero quería que ella disfrutara, quería que ella le pidiera estar con el no solo por un deseo sino por un sentimiento.

-Por favor-, dijo mientras el rozaba levemente su clítoris.

-Dime…-, murmuró el mientras subía sus manos hasta su rostro y mojaba sus labios con sus dedos

-Hazme el amor Edward…-, susurró mientras el corazón de Edward latía desesperadamente, hacer el amor era lo que el quería de ahora en adelante junto a ella, era el mejor regalo, se estaba entregando completamente.

Edward buscó el tapón de la tina y lo quitó mientras el agua se iba descubriendo el cuerpo de Bella, ella se acercó y lo besó mientras el se levantaba llevándola en brazos hasta la cama, la recostó suavemente mientras ella lo miraba y sin decir nada comenzaba a desabrochar uno a uno los botones de su camisa, acariciando lentamente la piel expuesta, la quitó y acarició su pecho y la línea de vello que desaparecía en su pantalón, el tenia sus manos a ambos lados del cuerpo de ella sin tocarla, mientras Bella desabrochaba su pantalón y lo bajaba lentamente, Edward se levantó un poco y lo quitó por completo mientras ella respiraba agitadamente y estiraba sus brazos para alcanzarlo, se deslizó sobre ella mientras ambos gemían y Edward besaba su cuello y acariciaba con delicadeza sus pechos, no había prisa, ni desenfreno, Edward se movía lentamente mientras Bella jalaba su cabello tenuemente.

Sus caderas se sincronizaron mientras el empujaban cada vez mas dentro, Bella envolvió su cadera con ambas piernas mientras el seguía embistiendo.

-Te amo Edward, te amo-, susurró ella mientras el se movía y gemía en su oído.

-Mas…-pidió ella mientras el acariciaba su brazos y los llevaba detrás de su cabeza, una mano aprisionaba tenuemente sus muñecas mientras que la otra acariciaba sus pezones haciéndola gemir.

-Edward-, gimió con voz descompuesta mientras el comenzaba a empujar mas y mas fuerte, tomo sus manos con las suyas y comenzó a empujar mientras ella gemía y gritaba.

-ed.…-, gimió mientras el estaba perdido entre las sensaciones, entre su interior húmedo y su piel.

El gimió mientras sus caderas se movía y las embestidas la hacían arquear la espalda mientras el capturaba su boca y empujaba de nuevo mientras el orgasmo los aplastaba.

El se recostó sobre su espalda atrayéndola a el mientras ella entrelazaba sus piernas y sus manos recorrían su pecho.

-Gracias por mi cita-, susurró Bella y el sonrió.

-De nada mi amor-, dijo con un hilo de voz y la respiración aun desigual

-Te amo mi Bella…-, murmuro mientras ambos dormían felices de su acuerdo cumplido.

Capítulo 10: Noche sin Sueño Capítulo 12: Cullen & Swan

 
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