Ola niiñas De nuevo xAki... Semana De examenes Bastante Complicada, entiendan por favor, me es dificil cordinar mi tiempo, Gracias por su apoyo, espero seguirlo rcibiendo siempre, Mañana Actualizo mi otro fic, apoyo Tmbiien por aya, vamos niiñas ]Estamos Callendo en posiciones, sus votos son indispensables y sus comentarios Tambien, proximo Capiitulo Las cosas se ponen Candentes (OMG), Sorpresita, Demuestrenme si les gusta y apoyen como solo ustedes Sabes, Las Adoro Besos.
PD: Oii Fuii a Ver Alice in Wonderland!! OMG, una De las mejores Peliculas del Año sin duda, Solo sera superada por eclipse lo se jeje, veanla 1000% Recomendada!
No, por favor no me niegues este momento – su voz era suplicante.
Estaba atrapada entre mi deseo por el y mi conciencia, me sentí desesperada, era casi imposible huir de este sentimiento que me traspasaba.
Por que me haces esto – susurre.
Me tomo por los brazos y me pego a su cuerpo – no puedes verlo, eres como un imán para mi – su calor me quemaba hasta lo mas profundo, estaba apunto de perderme en sus ojos – bella, yo… no quiero lastimarte, no quiero herirte de ninguna manera – su aliento rozaba mis mejilla, dejándome corrientes eléctricas por todo el cuerpo.
Lo haces, me lastimas – admití.
Me miro con ternura –por que, dime como puedo dejar de hacerlo – murmuro.
Lo mire fijamente, sin pensarlo alce mi mano y acaricie sus suaves labios, cerro los ojos, su respiración era irregula, algo me decía que me detuviera, pero no podía, era mil veces mas fuerte que yo.
Lo único que puedes hacer… es alejarte Edward – dije como pude.
Abrió los ojos – ojala pudiera, quiero hacerlo – dijo al fin.
Pero no me soltó, su agarre se volvió mas posesivo, podía sentir sus músculos presionar mi cuerpo, como deseaba ser egoísta, deseaba tenerlo, que fuera mío, pero eso no era posible de ninguna manera.
Edward, estamos a tiempo, tenemos que… separarnos, antes de cometer una locura – intente liberarme pero no me lo permitió.
A eso le temes, tienes miedo de dejarte llevar, seria tan fácil – acaricio mi mejilla, podía sentir el sonrojo que me provocaba – podría besarte – acaricio mis labios – me muero por hacerlo de nuevo – concluyo.
No estas pensando – casi grite y forcejee con el – estas comprometido, demonios! Sabia que esto seria difícil, que quieres?, quieres que renuncie, pues lo Hare – lo rete, su rostro se descompuso.
No, de ninguna manera, no vas a renunciar – dijo molesto – dime que quieres que haga, pero no renuncies – concluyo.
Quiero que me sueltes, quiero que me dejes tranquila – le rogué.
Miro mis labios nuevamente y luego mis ojos – esta bien – me libero de su agarre y dio dos pasos atrás, con la mirada perdida – cuando guste señorita Swan – me hizo una seña de que caminara.
Lo mire fijamente, estaba descontrolada, me sentía de mil maneras diferente, quería correr, gritar, desaparecer, un lugar en el mundo, donde Edward Cullen no me afectara, respire profundamente intentando recomponerme, tome fuerzas que no sabia que existían y lo enfrente.
Se ha decidido por las rosas? – pregunte.
Negó levemente – a victoria le gustan las magnolias, me gustaría verlas – dijo serio.
Como desee – dije contrariada.
El resto del día paso igual, Edward estaba serio, solo asentía y me decía que lo que escogiera estaba bien, estaba todo e tiempo junto a mi, pero su mente parecía estar perdida, tenia ganas de tomarlo de las manos y preguntarle que tenia, no soportaba verlo mal, este estupido sentimiento de protección me hacia sentir extraña, era algo mas que gusto, si, Edward me encantaba, no creo que existiera un hombre mas atractivo que el, pero no solo era eso… era su voz, sus palabras, su manera de actuar, siempre tan amable y correcto, serio y ese porte tan elegante, no existía nada en el que no me dejara como tonta mirándolo, por que el tenia que ser de otra, por que no podía poseerlo como deseaba…. Mi cerebro formulo la repuesta mas rápido que la pregunta, era por que yo no era lo suficientemente guapa, rica o elegante, para mi desgracia nunca lo seria, asi que no existían posibilidades.
Señor Cullen, entonces las magnolias blancas – pregunte.
Suena bien – contesto desanimado.
Caminamos hacia la caja donde se encontraba nikki, me miro y sonrío.
Bella, se han decidido por fin – pregunto amablemente.
Si, serán tres mil magnolias y mil rosas blancas – ella lo anoto rápidamente.
Las tendrás ese mismo día, y ya sabes que siempre lo mejor para ti – me guiño un ojo.
Lo se, gracias – me despedí con la mano.
Salimos de la tiendo y sentía sus pasos detrás de mi, me ponía ansiosa tener que despedirme de
el, si pudiera me quedaría con el.
Bueno… señor Cullen, mañana es nuestra reunión para la prueba del pastel, lo veré en cakedelicious a las 11? – sonó mas como pregunta.
Claro, a las 11 – me miro confundido – bella tu… - se cayo al escuchar el sonido de mi celular.
Disculpe – dije apenada.
Claro – murmuro.
Bueno – conteste.
Cariño, como están las cosas? - pregunto Alice.
Ola cariño – bromee – bien, aunque te extraño, tenemos que hablar – le pedí.
Yo también te extraño, si, me tienes que contar como te fue con el! – recalco la palabra.
Mire a Edward, tenia el ceño fruncido y esquivaba mi mirada – si, espero verte pronto – dije.
Claro que me veras pronto, a que no recuerdas que día es mañana? – pregunto.
Mañana… - intente recordar, pero nada.
Isabella Swan, no lo Puedo Creer!! – grito.
Dime ya – exigí.
Bella… es mi cumpleaños – grito.
Dios, lo olvide – dije preocupada.
Si de eso me doy cuenta – me acuso.
Te recomparare lo juro, Hare lo que quieras – no podía creer que lo hubiese olvidado.
No te preocupes, ya me lo cobrare, pero no te olvides de mi fiesta, residencia Brown, 7 de la noche, nos arreglaremos juntas – dijo emocionada.
Por supuesto ahí estaré – dije segura – aunque sabes que no me gustan mucho las fiestas, pero siendo tu cualquier cosa – dije.
Lo se, te veo mañana entonces? – pregunto.
Absolutamente – conteste.
Bueno, te quiero – se despidió.
Yo más – colgué.
Demonios que le regalaría a alice, ella tenia de todo, no se me ocurría nada, alce la vista, me había olvidado de la presencia de Edward – disculpe – dije de nuevo.
Tranquila – dijo serio, se frotaba el puente de la nariz – bella, me acompañarías por un helado, enfrente – ofreció.
Mire el carrito que estaba enfrente – yo… no me gusta el helado – murmure.
OH, es cierto, casi lo olvidaba – dijo contrariado.
Si, pero lo acompañare si quiere – no pude negarme.
Sonrío levemente – vamos – me indico.
Cruzamos la calle y el compro un helado de chocolate, me ofreció pero me negué, se sentó en una pequeña banca y me ofreció lugar, me senté a su lado sin dudarlo.
Bella… tengo algo para ti – dijo apenado, ese sonrojo se veía de lo mas hermosos – es por que… quiero disculparme por lo que paso hace un rato – concluyo.
No tiene por que…
Es solo un pequeñísimo detalle, acéptalo – me miro fijamente.
De acuerdo – acepte.
Saco algo de su saco y lo coloco en mi mano, mire fijamente el objeto, era una pequeña caja de cristal, era la cosa mas delicada que había visto, la abrí con mucho cuidado y no pude evitar sonreír como tonta, estaba llena de m&ms azules, pero eso no era lo que llamaba la atención. En el centro había un hermoso dije de corazón, miles de cristales adornaban sus orillas y en el centro tenia una piedra azul, era lo mas lindo que había visto en mi vida, lo tome con cuidado entre mis dedos, era tan delicado que temí romperlo.
Dios, yo, esto es… hermoso – lo mire fijamente, sonreía ampliamente – no puedo aceptarlo – dije al fin.
Claro que puedes – dijo seguro – te juro que no espero nada a cambio, además es solo un detalle – se encogió de hombros – lo vi y me recordó tanto a ti – sonrío levemente.
Si digo que no, seguirás insistiendo? – pregunte.
Absolutamente – me quiño un ojo, casi pierdo el hilo de la conversación.
Gracias entonces – dije tímidamente.
Bella, que fue lo que mas te gusto del regalo? – pregunto divertido.
Los m&ms Por supuesto – dije y me lleve uno a la boca, comenzó a reírse.
Bella, se que es difícil decir esto, depuse de todas las tonterías que he hecho y dicho, pero de verdad eres muy especial para mi y me gustaría que fuéramos amigos – concluyo.
Amigos? – pregunte, eso seria imposible, por lo menos para mi, jamás podría verlo como un amigo, siempre desearía mas de el.
Si, se que es complicado, pero podemos mantener una relación cordial, yo prometí no volver a molestarte y voy a intentar hacerlo, entonces – tendió su mano – amigos? – mire su mano.
Eh, amigos – mentí y la tome, la sostuvo mas tiempo del necesario y lo mire fijamente.
Lo siento – murmuro y la tome.
Guarde mi regalo en mi bolsa, Edward termino de comer su helado y me puse de pie.
Ya es un poco tarde – pasaban de las 3 de la tarde – tengo que ir a la oficina – tenia demasiadas cosas que arreglar.
No quieres ir a comer? – pregunto esperanzado.
Lo siento pero yo me tengo que ir – me disculpe.
Bella, quiero preguntarte algo, se que es personal, pero… tienes novio? – lo mire confundida.
Yo, no…
Bella – gritaron cerca de mi.
Ambos giramos la vista, demonios, las cosas no se podían complicar mas?, Jacob se acercaba a nosotros con pasos rápidos.
Llego hasta mi y me levando en brazos como si fuera una niña – bells, amor – sin mas decir, beso mis labios, me quede helada, era mi culpa, la noche anterior le había dado falsas esperanzas.
Me dejo en el suelo pero no me soltó – hola Edward – saludo.
Hola – edward me miraba molesto, me sentí tan mal, aunque el no me pertenecía, yo quería que el supiera que le pertenecía, que en mis pensamientos solo estaba el.
Bella, corazón, vine para que vayamos a comer – dijo Jacob mientras me abrasaba.
Esta bien - murmure.
Como estas Edward, como van los asuntos de la boda? – pregunto Jacob.
Bien, bella, sabe lo que hace – contesto.
Lo se, cuando nos casemos, no querrá dejar que nadie decida nada mas – bromeo, me paralice al escuchar eso, sin duda Jacob estaba llegando demasiado lejos.
Casarse? – pregunto Edward.
Claro, que tonto estaría con bella, y dudaría en adornar su mano sin un anillo – dijo seguro – no tardare en hacerlo – me beso en la mejilla.
Quería liberarme de sus brazos y correr hacia Edward, pero seguía inmóvil viéndolo fijamente.
Sin duda un tonto – contesto.
Podemos irnos bells – pregunto Jacob.
Asentí levemente – si vayamos rápido tengo que regresar al trabajo – comente.
Como desees – contesto.
Hasta luego – se despidió.
Edward me miro fijamente – muchas gracias edward – dije sinceramente, mientas tomaba su mano – nos vemos mañana – asintió, no pude evitarlo y me acerque y bese su mejilla – gracias por el regalo – susurre.
Sonrío – hasta mañana – murmuro.
Adiós – jacob me tomo de la mano y caminamos hasta mi auto, me hizo entrar y el comenzó a conducir.
Veo que te llevas muy bien con Edward Cullen – dijo de la nada.
Si, es mi cliente, además es una gran persona – conteste.
Ya veo – murmuro.
Que pasa? – pregunte.
No, me hagas caso, es solo que… no puedo evitar ser celoso, se que es absurdo, pero no puedo evitarlo – confeso.
Jacob, creo que tenemos que hablar de lo que paso – dije seria.
Olvida lo que dije, yo y mi bocota – se regaño.
No jake, mira… anoche yo, me sentía extraña y permití que me besaras, no te estoy diciendo que no fue mi responsabilidad, pero creo que estas apresurando las cosas – dije al fin.
Apresurando?, bella, nos conocemos desde la infancia – me recordó.
Lo se, pero no se si estoy lista para iniciar una relación contigo – admití.
Entiendo, pero no me niegues la oportunidad de continuar pretendiéndote – me pidió.
No puedo hacer eso, eres libre – concluí.
No platicamos mas del tema, jacob seguía mostrándose cariñoso y solo podía aceptar su comportamiento, me llevo a un lindo restaurante en el centro, me disculpe con el y me fui a la oficina, la señora Renne estaba ahí, me alegre tanto de verla.
Hola bella – me abraso cariñosamente.
Hola Renne, me alegra tanto verte – dije sinceramente.
A mi también hija, pero cuéntame como van las cosas? -pregunto.
Muy bien, a pesar del corto tiempo, he podido programar todo, la señorita Roberts se fue de viaje, pero hoy fui a arreglar lo de las flores con su prometido Edward Cullen – le conté.
Muy bien, me tope con la señora Roberts y me dijo que estaban muy contentos con tu trabajo – sonrío.
Me alegro, estoy haciendo todo lo que tu me enseñaste – admití.
Fuiste una gran estudiante, nunca había conocido a una persona mas dispuesta en aprender que tu, hasta a Alice le tuve que jalar las orejas para que se interesara – ambas reímos.
Por cierto, como tiene su casa, me imagino que de cabeza – bromee.
Ni lo imaginas – frunció el ceño – dice que una mujer no cumple 24 todos los dias, tiene la casa llena de decoradores, chefs, músicos, ya te podrás imaginar – negó.
Si, alice suele llevar las cosas a los extremos, pero es un dulce - admiti.
Si, lose, me preocupe tanto de que no se convirtiera en una joven frívola y egoísta, después de todo era hija única – dijo contrariada.
Es por que usted y el señor Phil han sido buenos padre y son muy buenas personas – dije sinceramente.
Gracias bella – sonrío.
Me ayudo a archivar un sinfín de documentos presupuestales de la boda y después fuimos a su casa, alice estaba como un torbellino, iba de un lado a otro.
OH, bella que bueno que has venido – grito desde las escaleras.
Bajo corriendo y me abraso eufóricamente
Bella, que bueno que has venido, tengo tantas cosas que hacer, necesito tu opinión, donde crees que quedarían mejor esas flores – hablaba sin parar.
Tranquila Alice, respira - le dije – claro que te ayudare en todo lo que quieras – accedí.
OH, gracias bella, sabia que lo harías – suspiro.
Claro, aunque tengo una enorme interrogante… que le regalare a Alice Brown, creo que tienes todo – dije contrariada.
Bella… no tienes por que darme nada – sonrío.
Absolutamente no! – Dije seria – buscare alguna manera de sorprenderte, te lo aseguro – sonrío.
De acuerdo, pero ahora, avísale a Charlie que no llegaras a dormir, tienes que quedarte aquí conmigo – hizo un puchero.
Pero Alice, no traigo nada de ropa, además papa…
Bella por favor, aquí tienes mucha ropa, vamos… es mi cumpleaños – hizo esa carita triste a la que no me podía negar.
Ah, de acuerdo enana, como quieras – accedí.
Yupi – me abraso eufóricamente.
Le llame a Charlie avisándole que no llegaría probablemente hasta pasado mañana, la idea no le emociono del todo, pero accedió finalmente, alice y yo acomodamos todo, ningún detalle era aceptable para ella, pasaban de las 11 de la noche, por fin terminamos y fuimos a su habitación, era imposible convencer a Alice de que renovara su cuarto por el de una mujer mayor, su habitación era completamente rosa, detalles de princesas y todo lleno de peluches y globos que Jasper se había encargado de regalarle.
Alice cuando te renovaras? – me tumbe sobre su cama.
Creo que hasta que me case con Jasper, no creo que le gustaría dormir en una habitación completamente rosa – bromeo – aunque… no se queja para nada, cuando se queda a qui – dijo picadamente.
Alice Brown – le avente una almohada encima – no tengo por que enterarme de tus… aventuras – dije apenada.
Vamos bella, ya eres adulta, y no tienes vida sexual por que no quieres – me dijo.
No es por que no quiera – admití – es por que no he tenido la oportunidad, no puedo ir por la calle acostándome con cualquiera – bufe.
No digo eso, pero yo conozco un par de hombres que serian mas que felices de compartirla con tigo – comenzó a reírse.
Alice – grite – no digas tonterías, si te refieres a jake, eso no… jamás podría hacerlo – negué rotundamente – y si te atreves a siquiera mencionar a Edward Cullen, es mas que imposible – dije cabis bajo – el jamás podría ser mío – concluí.
Se acerco a mi y me abraso – discúlpame bella, no quería recordártelo, se que es difícil para ti – dijo apenada – se lo que se siente, que un hombre te deslumbre totalmente, aunque no sabría que hacer si fuera prohibido – se estremeció.
Es horrible, no tienes idea, tenerlo cerca Alice, el es tan… perfecto, dios casi no puedo contenerme cuando lo tengo cerca, su olor es tan masculino y sus labios… - suspire.
Ahí bella, no puedo creerlo, eres un caso, el único hombre en el que te interesas en toda tu vida y se va a casar, sin duda Isabella Swan, eres extraña – ambas reímos.
Nos cambiamos, Alice me presto una de sus pijamas, eran demasiado provocadoras, eran compradas al propósito, por si a Jasper se le ocurría colarse en su cuarto, nos acostamos en su cama y apago la luz.
Bella, invitaras a Jacob a la fiesta? – pregunto.
Mm no lo creo Alice, las cosas se están complicando, hoy me hizo una escena romántica delante de Edward, me sentid emaciado mal – le conté.
Cuéntame que paso – dijo preocupada.
Estaba con Edward, ya me iba a la oficina y el apareció, me beso y abraso como si fuéramos novios, la mirada escrutarte de Edward me traspasaba, se que suena tonto pero no quería que el creyera algo que no es – admití.
Bella, no tiene nada de malo, tu eres libre y el no lo es, no tienes por que rendirle cuentas – dijo firmemente.
Si lo se, pero dile eso a mi corazón – hice un puchero – espero mañana poder distraerme – dije suplicante.
OH, de eso estoy casi segura, uno nunca sabe lo que puede pasar, mis fiestas siempre tienen sorpresas, talvez mañana conoces a un guapo enmascarado, Jasper traerá muchos amigos – sonrío.
Enmascarado? – pregunte.
Si, todos llevaran antifaces, se me ocurrió apenas, será genial, ya tengo nuestros vestidos – dijo feliz.
Alice, siempre piensas en todo – admití.
Por supuesto – que modesta pensé.
Bueno enana vamos a dormir, mañana tengo una cita con mi verdugo temprano – dije contrariada.
De acuerdo, que descanses – dijo.
Igualmente y… feliz cumpleaños enana te quiero – murmure.
Gracias bells – bostezo y se durmió.
Me esperaba otro largo día, alice Brown era incansable y Edward Cullen estresante, Cerré los ojos dejándome vencer por el sueño, de nuevo ese sueño en el que unos hermosos ojos verdes me escrutaban.
Caja Del Regalo de bella
Regalo De Bella
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