Bodas Por Encargo (+18)

Autor: LiiBiia
Género: + 18
Fecha Creación: 14/01/2010
Fecha Actualización: 05/12/2011
Finalizado: NO
Votos: 79
Comentarios: 277
Visitas: 108195
Capítulos: 28

Todas las mujeres sueñan con el día de su boda, todas menos Isabella Swan; después de tantas bodas un sentimiento de vacío se ha plantado en su corazón, aunque nunca se abia casado, para ella dejo de ser un sueño, se convirtió solo en un trabajo, ¿Quien es ella?... La organizadora de bodas más prestigiada de la ciudad.

 

Inspirada en cake y The Wedding Expert, pero con una trama original y diferente.

 

 

Ola, Kiero Presentarle a Todos mi nuevo Fic, ustedes han sido mas que maravillosas, han apoyado mi primer fic, como solo ustedes pueden, ustedes hicieron de "Mi angel guardian" una gran historia que aun continua... Espero tmbien su apoyo con este Fic, Pongo Todo mi Corazon en mis proyectos.

VOTOS Y COMENTARIOS... siempre son mi fundamento, su apoyo.

Los aDoro De verdad... xoxo : LiiBiiThaA!

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 23: ¿Sera correcto?

Hola a todos...

quiero agradecerles el apoyo que me brindan siempre.

disculpen la tardanza, entiendan que la medicina exige mucho de mi!

pero amo escribir, y amo dejarles estos lindos detalles a ustedes...

asi ke siempre que pueda estare aki con ustedes!

que creen que sucedera con bella?

Que pensara eddy de la descicion que ella tomo?

estare de nuevo aki con mas en lo breve!

los kiero mucho!

besos!

 

Desperté sintiéndome completamente feliz, sabía que todo estaba al menos un poco solucionado, me moví levemente y sentí el peso de otro cuerpo contra el mío, una tonta sonrisa escapo de mis labios, era mi príncipe azul quien me embolia en sus fuertes brazos, era su suave pecho el que rosaba mi espalda desnuda, era su respiración la que me rosaba la nuca dejando escapar corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.

 

Me gire levemente procurando no despertarlo, estaba tan hermoso y deslumbrante, son su rostro apacible y sus labios entreabiertos tentándome a robarle mil besos, bese levemente su hombro, estaba tan locamente enamorada de mi Edward que no sabía qué hacer con todo esto.

 

Aun no podía creer que estuviésemos juntos, que después de casi atar nuestras vidas a otras personas, pudiésemos estar aquí en este momento.

Sabía que aun quedaban muchas cosas que aclarar y que solucionar, pero no importaba porque lo tenía a él junto a mí, y sus sonrisas me darían la fuerza suficiente para enfrentar a su familia y a todo aquel que no aprobara nuestro amor, el se quedaría junto a mí, y todo sería maravilloso.

 

Estaba anhelando regresar a mi trabajo, ir a ver a mi padre, me preocupaba muchísimo dejarlo solo sabiendo que le costaba mucho trabajo valerse por sí mismo, encontraría el tiempo suficiente para todo eso y estar con mi príncipe encantado.

 

Acaricie la suave barba que comenzaba a salirle, no conocería nunca un hombre que me hiciera desear tantas cosas, en este mismo momento… cálmate bella, es imposible que lo desees tanto después de la noche hermosa que compartieron – me regañe.

 

Comenzó a moverse suavemente mientras apretaba el agarre de mi cuerpo.

 

Mi bella – susurro aun medio dormido – mi amor – dijo.

 

Estoy aquí mi cielo – bese suavemente sus labios.

 

Mmm – sus labios se entreabrieron recibiendo a los míos, su aliento cálido y dulce me atrapo completamente, quería quedarme allí para siempre, fundiendo nuestros labios.

 

No puedo creer que durmiéramos tanto – comente mientras sus preciosos ojos verdes me miraban con adoración.

 

Después de la exhaustiva tarde que compartimos si lo creo – dijo divertido.

 

Lo abrace fuertemente – es tu culpa por ser tan apasionado – lo culpe.

 

Me miro haciendo un puchero que lo hacía lucir de lo más hermoso – como me culpas a mí, si eres tú la que me vuelves loco – acaricio mi cabello – no me puedo controlar cuando te tengo así, tan cerca y… - suspiro – desnuda – no pude evitar sonrojarme y hundir mi cara en su cuello.

 

Basta ya de hacerme sonrojar – comente – buenos días mi amor – bese la punta de su nariz.

 

Buenos días preciosa – respondió – como te sientes? – pregunto.

 

Feliz, muy feliz – dije con el corazón.

 

Yo también – dijo sinceramente.

 

Estas aquí y nada puede arruinar eso – frunció el ceño – pasa algo? – dije preocupada.

 

No, nada amor – respondió rápidamente.

 

Nos quedamos abrasados varios minutos, simplemente acariciándonos y sintiéndonos.

 

Mi amor, que quieres hacer ahora – pregunto.

 

Lo mire fijamente – quiero volver al trabajo y quiero estar cerca de mi padre nuevamente, pero sobre todo quiero que estemos juntos, que comencemos una relación, que nos amemos con libertad – dije ilusionada.

 

Todo eso sería maravilloso – dijo con melancolía.

 

Algo le sucedía a Edward, podía reconocer un atisbo de tristeza en su mirada – aunque… ahora mismo quiero comer algo – bromee intentando cambiar el tema.

 

Te gustaría que saliéramos a algún restaurante – pregunto.

 

Sería bueno, pero en vista de que no tengo más ropa que un vestido, preferiría que comiéramos algo en tu cocina – le recordé.

 

De acuerdo, mientras tanto te prestare  mi camisa – dijo en tono sensual.

 

Se puso de pie dejándome ver su cuerpo perfecto y esculpido por músculos, sentí como la respiración se me aceleraba notoriamente, intente ocultar toda la atracción que ejercía sobre mí.

 

Se puso su bóxer y una playera blanca, cuando termino me miro divertido, recogió su camisa del suelo y me la tendió junto a unos bóxer suyos.

 

Deje caer la sabana y me abotone la camisa, mientras me deleitaba con su mirada de deseo, después el bóxer y Salí de la cama, por un segundo la nostalgia se poso en su mirada y me preocupe mucho.

 

Pasa algo amor? – pregunte mientras lo abrasaba.

 

Suspiro – no, es solo que…

 

Qué? – pregunte.

 

Soy tan feliz de tenerte aquí, es como un sueño – murmuro.

 

Lo sé, pero a partir de ahora, estaremos juntos – bese su cuello suavemente.

 

Por supuesto – sonrió levemente.

 

Me tomo de la mano y bajamos a la cocina, adoraba estar en su casa, todo era su esencia, elegante y hermoso, pero con una enorme calidez que me atrapaba.

 

Comenzamos a sacar algunas cosas del refrigerador y cocinamos huevos y picamos algo de fruta, me encantaba que compartiéramos cosas tan esenciales como el desayuno después de despertar a su lado.

 

Moría de hambre – comente mientras comíamos.

 

Lo siento, no pensé en comida, no cuando estábamos tan ocupados – dijo divertido.

 

Lo sé – agache un poco la mirada.

 

El teléfono sonó y él lo tomo contestando rápidamente.

 

Bueno – dijo amablemente.

 

Mientras escuchaba por un largo rato su semblante iba cambiando notablemente, me moría de ganas de saber que le estaban diciendo por qué reaccionaba de esa forma.

 

Si papa, entiendo perfectamente, sabes que soy un hombre responsable – dijo con firmeza.

 

De acuerdo, mañana mismo – frunció el ceño.

 

Nos vemos – dijo en un murmullo.

 

Dejo el teléfono y se quedo muy pensativo, me preocupaba verlo así.

 

Con decisión camine hasta él y me senté en su regazo tomando su rostro entre mis manos – no te atrevas a decirme que no pasa nada mi amor, estas muy preocupado y no me gusta verte así – dije asustada.

 

Perdón mi cielo, no quería preocuparte – dijo arrepentido.

 

Bese sus labios con suavidad – cuéntame que sucede, sabes que puedes confiar en mí – le recordé.

 

Mi amor, confió en ti plenamente – dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

 

Dime que pasa – repetí.

 

Suspiro – anoche recibí una llamada del gerente de la naviera que pertenece a mi familia, ha habido un accidente en uno de los cruceros…

 

Por dios amor, ha muerto alguien – dije angustiada.

 

No, nadie afortunadamente – respondió.

 

Oh, me alegra mucho saberlo – dije con sinceridad.

 

Si – murmuro.

 

Entonces es el dinero lo que te preocupa, no puedo ni imaginar cuanto costara cubrir todo esos daños – debía ser una suma exorbitante.

 

No mi cielo, el dinero no tiene importancia, lo que sucede es que tengo que irme – me quede estática al escuchar la ultima frase.

 

 Ii…irte? – dije confundida.

 

Asintió – necesitan mi presencia, no pueden resolver nada hasta que yo vuelva – explico.

 

Sentí una extraña sensación, sabía que era una tontería porque se trataba de negocios, pero no pude evitarlo.

 

Cuanto tiempo tienes que irte a Londres? – pregunte.

 

No lo sé, tal vez una semanas o meses, no puedo decirlo con certeza – respondió.

 

MESES???, estaría lejos meses?.

 

Te escuche decirle a tu padre que te irás mañana mismo – dije con tristeza.

 

Mi amor, no tienes por qué estar triste, yo…

 

Edward, no te preocupes por mi cielo, ahora hay cosas más importante que necesitas resolver, yo voy a estar bien – intentaba sonar convincente.

 

No, bella, acabamos de comenzar a amarnos libremente, necesitamos más tiempo juntos, nos costó muchísimo esfuerzo y sufrimiento estar aquí, juntos – acaricie su rostro.

 

No vamos a alejarnos, hablaremos todos los días, podemos enviarnos e. Mails, no lo sé, ya buscaremos la forma de estar en contacto – intentaba no pensar en su ausencia, porque me desmoronaría allí mismo.

 

No, no quiero escuchar tu voz y no tenerte junto a mí, quiero que estemos juntos – dijo ansioso.

 

Pero tienes que irte – le recordé.

 

Sí, pero… - sus ojos eran suplicantes – mi amor, sé que es egoísta lo que te pediré, pero, por favor, ven conmigo mi amor – deje de respirar.

 

Quieres que vaya a Londres contigo – repetí confundida.

 

Si, no quiero que nos separemos, te necesito a mi lado y sé que tu también a mi – dijo con seguridad.

 

Mi amor, yo… quisiera ir contigo, pero…

 

Pero que mi cielo – dijo angustiado.

 

Yo… no puedo irme así, mi padre me necesita, tengo que regresar a trabajo, además, no quiero distraerte, seguramente estarás muy ocupado – era imposible dejar todo así nada mas, con tan poco tiempo para arreglarlo.

 

Bella, por favor – sentía mi corazón oprimirse completamente, moría de ganar de decirle que sí.

 

Lo siento amor… - dije entre la espada y la pared.

 

Asintió levente y me regalo una sonrisa – entiendo mi amor – dijo dulcemente.

 

Edward yo…

 

Tranquila – me beso  suavemente.

 

No es que no quiera ir contigo mi amor – intente explicarle.

 

Lo sé, ya no hablemos de eso, mañana me iré muy temprano y quiero aprovechar el tiempo a tu lado – me beso con fiereza y pasión.

 

Respondí a su beso por que no podía soportar la idea de estar lejos de él, apenas y lo había recuperado y lo estaba perdiendo nuevamente, sentía mi corazón oprimirse y deprimirme.

 

No, no podía dejar a mi padre así nada mas, el necesitaba mi ayuda, que haría si sucediera algo y yo estuviese al otro lado del mundo con Edward, jamás me perdonaría si algo malo le sucediera.

 

Nos separamos lentamente mirándonos fijamente, sabía que lo estaba lastimando por no aceptar su invitación, pero a mí también me dolía, más de lo que podía expresar.

 

Lo abrace fuertemente intentando grabar la sensación que me producía el roce de su piel, sería un infierno tenerlo lejos de mí, no poder mirar su rostro, ni escuchar su dulce voz.

 

Será un infierno tenerte lejos – susurro con melancolía.

 

Ya verás que el tiempo se pasa volando – intente convencerlo.

 

No lo creo, ya te he tenido lejos varias veces y ha sido terrible – hundió su rostro en mi cuello.

 

Mi amor yo… - el sonido del teléfono nos interrumpió de nuevo.

 

Demonios  - gruño mientras contestaba.

 

Que sucede – dijo malhumorado.

 

Qué? – Dijo exaltado – no emmett, no es posible, no puedes arreglarlo tú? – dijo.

 

Suspiro con pesadez – entiendo – gruño.

 

Te veo ahí – dijo y colgó.

 

Pego su frente a la mía, mirándome con suplica – perdón… tengo que ir en una hora a unas reuniones – dijo con desesperación.

 

Sentí mucha tristeza pero me obligue a sonreír – entonces, será mejor que nos arreglemos – le sugerí.

 

Quería pasar todo el día contigo mi amor, perdóname – me pidió.

 

No tengo nada que perdonarte – dije con seguridad.

 

Tomo mi rostro entre sus manos – te amo – susurro mientras se apoderaba de mis labios.

 

Rodee su cuello con mis brazos mientras lo besaba intensamente, no quería pensar en nada, quería borrar de mi mente la idea de perderlo de nuevo, no quería sentirlo lejos de ninguna manera.

 

Nuestras lenguas se rosaron frenéticas, nos necesitábamos con locura, no queríamos separarnos.

 

Sentí como comenzaba a desabotonar mi camisa… bueno más bien era su camisa, sus dedos eran agiles y acertados, en menos de lo que pude notar la camisa estaba cayendo de mi cuerpo.

 

Me miro con deseo y melancolía mientras besaba mis hombros y mi cuello hasta llegar a mis pechos, no pude evitar gemir audiblemente, me estaba volviendo loca con sus caricias, sus labios probándome de esa manera.

 

Edward – gemí.

 

Te amo, eres tan preciosa y eres mía – dijo mientras seguía dándome placer.

 

Tome la orilla de su playera obligándolo a separarse levemente, la saque de su cuerpo rápidamente mientras ambos jadeábamos de necesidad.

 

Bese sus labios y baje por su cuello inhalando su fragancia masculina y perdiéndome en ella, probé su pálida y suave piel, mordiéndola levemente y arrancando gemidos roncos de su pecho.

 

Me obligo a mirarlo fijamente – ven aquí preciosa – sus labios atacaron nuevamente los míos con necesidad y desenfreno, baje mis manos por su pecho y abdomen hasta que encontré la orilla de sus bóxers, sin pensarlo mas metí mis manos dentro de estos tomando su miembro entre mis dedos.

 

Casi gruño al sentirme tocarlo – bella… - volví a besarlo mientras lo acariciaba lentamente, noria por sentirlo dentro de mí.

 

Te necesito con urgencia – gimió mientras se ponía de pie.

 

Yo también amor – enrede mis piernas en su cintura y comenzó a subir escaleras arriba, cuando llegamos a la habitación comenzó a caminar hacia la cama.

 

Mi amor, porque no tomamos un baño… - sugerí sensualmente.

 

Mmm… quieres matarme verdad – dijo con voz ronca.

 

No, quiero que pienses en mi, en todo momento que estés lejos – dije preocupada.

 

Acaricio mis labios con los suyos – no podría no extrañarte – dijo con ternura.

 

Entramos al baño y me deposito con suavidad en el suelo, bajo sus manos por mis costados hasta llegar a la orilla de los bóxer, los cuales bajo con rapidez de mi cuerpo.

 

Dos podemos jugar el mismo juego – susurre mientras acariciaba su pecho y su abdomen, hasta que baje sus bóxer dejando libre su impresionante erección.

 

Lo tome de la mano hasta que estuvimos debajo de la regadera, el agua tibia comenzó a caer sobre nuestros cuerpos y cerré los ojos levemente.

 

Sentí su cuerpo húmedo adherirse al mío y perdí la noción del tiempo, ahora solo podía pensar en sus labios probando los míos y sus manos acariciándome con una maestría impresionante.

 

Sentía una infierno por todo mi cuerpo recorrerme completamente, lo necesitaba con una locura que nunca había experimentado antes.

 

Edward… - gemí audiblemente.

 

Yo tampoco puedo más – susurro mientras mi arrinconaba contra el frio mármol y entraba rápidamente dentro de mí.

 

De mis labios escapo un suspiro de felicidad, enterré mis dedos en su piel y lo abrace como si la vida se me fuera en ello.

 

Te amo… -susurro en mi oído.

 

Comenzó a moverse con rapidez contra mí y yo gemí descontroladamente al sentirlo, sentía su cuerpo arder contra y mío, me estaba poseyendo como nunca lo había hecho, además de nuestro inmenso amor, nos invadía una pasión casi animal.

 

Mi niña, mi mujer – gemía cerca de mi cuello

 

Edward más – dije con desesperación.

 

Comenzó a entrar y salir de mi casi con desesperación y no pude soportarlo más, grite su nombre mientras sentía mi cuerpo contraerse completamente y la deliciosa sensación de ser una con el aproximarse.

 

Me deje caer por el precipicio de su placer, mientras él me amaba con devoción y ternura lo sentí temblar con furia y abrasarme como si la vida se le fuese en ello, mientras dejaba caer su cabeza en mi hombro.

 

Nuestras respiraciones eran entrecortadas mientras nos abrasábamos fuertemente.

 

Mi bella… - murmuro entrecortadamente.

 

Te amo tanto Edward – dije con el alma.

 

No quedamos abrasados un momento sintiendo el agua caer sobre nuestros cuerpos, me deposito en el suelo con suavidad mientras acariciaba mis mejillas.

 

Te lastime mi cielo? – pregunto preocupado.

 

No, todo fue perfecto – dije sonriendo.

 

Si, maravilloso – beso mis labios suavemente.

 

Nos bañamos con tranquilidad, acariciándonos suavemente y besándonos, teníamos que tomar estos últimos momentos que nos quedaban juntos antes de su partida.

 

A partir de ese momento nuestra burbuja de amor exploto repentinamente, nos vestimos (yo aun con mi vestido de novia fallida) y salimos de su casa tomados de la mano.

 

El camino a mi casa fue algo silencioso, sabíamos que no había nada que decir, hacia un rato, haciendo el amor en su baño, habíamos demostrado cuán difícil era para ambos separarnos de esta manera.

 

Se estaciono y bajo para abrirme la puerta, mi pecho se oprimía de dolor al saber lo que estaba a punto de venir.

 

Ya estás en casa – murmuro mientras me ayudaba a salir de su auto.

 

Lo mire fijamente y me encontré con su mirada verde y triste – solo es temporal mi amor, pronto estaremos juntos nuevamente – acaricie su mejilla.

 

Lo sé, pero es tan difícil alejarnos después de todo lo que hemos pasado, quiero estar contigo siempre mi cielo – dijo firmemente.

 

Estaremos juntos después de que resuelvas tus asuntos de negocios – le prometí.

 

Asintió levemente mientras me abrasaba fuertemente – dime que me extrañaras – pidió.

 

Te extrañare muchísimo, nunca dudes que estoy pensando en ti y añorándote – intente convencerlo.

 

Yo también te extrañare, me faltara el aire sin ti, será como vivir a medias – susurro contra mi cuello.

 

Mi corazón esperara por ti – dije mientras me separaba lentamente de él.

Sonrió y me beso con tanta ternura que quise llorar, tenía que ser fuerte y apoyarlo completamente.

 

Adiós mi amor – susurre mientras me alejaba de el.

 

Negó levemente – hasta pronto – me corrigió

 

Sonreí y me despedí con un beso al aire, me costó muchísimo trabajo girarme y caminar hacia las escaleras, quería llegar a mi cama y dejarme caer en ella, ni siquiera se había marchado y ya lo extrañaba con locura.

 

Entre a casa y todo estaba vacío, papa seguramente estaba en su taller de pintura, así que podría estar sola toda la tarde, me la pase haciendo cosas sin importancia, viendo televisión, revisando mis correos o simplemente mirando por la ventana.

 

Me deje caer en mi cama cuando atardecía y me perdí en los recuerdos del día que había pasado con mi príncipe, no debía ser neurótica, cuando el regresara estaríamos juntos nuevamente, y estaríamos juntos por fin…

 

Ni siquiera note en qué momento me quede dormida, hasta que vi la luz filtrarse por la ventana de mi habitación, no podía creer cuanto tiempo había dormido, aun tenia puestos mis jeans y mi polera, confundida me arregle un poco y arregle mi habitación, seguramente Edward estaba preparándose para tomar su vuelo a Londres, poniéndose uno de esos elegantes trajes que no hacían verse tan guapo.

 

Salí de mi habitación y escuche ruidos en la cocina, al entrar vi a mi padre haciendo café.

 

Hola papa – lo salude.

 

Bella?, que haces aquí hija – dijo sorprendido.

 

Bueno… vine a casa – dije sorprendida

 

Pero… que paso con Edward, no esperaba verte tan pronto por aquí – comento.

 

Agache la mirada levemente – Edward tuvo que irse – le conté.

 

Qué? – Dijo sorprendido – que sucedió bella… - casi exigió.

 

Respire profundamente y comencé a contarle todo lo que había pasado, porque Edward había tenido que irse y que me había pedido que lo acompañara pero me había negado.

 

Bella, estas sacrificándote pro mí – dijo de la nada.

 

No papa yo…

 

Hija, agradezco muchísimo que no quieras dejarme solo, pero no lo hagas, yo estaré bien, te lo prometo – me aseguro.

 

Papa, yo no puedo…

 

Claro que puedes y lo vas a hacer – dijo mientras dirigía su silla de ruedas a mi habitación, entro y jalo una de mis maletas dejándola en la cama.

 

Que haces? – dije confundida.

 

Preparando tu maleta, vas a ir con Edward, no pasaron por todo eso, como para separarse ahora hija – dijo decidido.

 

Papa, por qué haces esto – pregunte.

 

Hija, fui muy feliz con tu madre y ahora quiero que tú seas feliz, de acuerdo? – dijo tiernamente.

 

Asentí levemente, mientras lo ayudaba a meter rápidamente mis cosas a la maleta, no sabía ni que estaba haciendo, pero me había convencido para ir con Edward.

 

El taxi te espera abajo – me informo mientras me abrasaba.

 

Ni siquiera sé si Edward ya se fue – dije insegura.

 

Inténtalo cariño – me abraso fuertemente.

 

Baje corriendo lo que pude con la maleta y entre al taxi.

 

Al aeropuerto por favor – le pedí.

 

Intente comunicarme con Edward durante el camino pero su móvil estaba ocupado, cuando llegue al aeropuerto mire hacia todas partes en busca de alguien que pudiera ayudarme, llegue hasta la taquilla donde había una joven.

 

Bueno días, ha salido ya el vuelo de el seño Edward Charles Cullen? – pregunte.

 

Buenos días – comenzó a revisar en su computadora – el señor cullen no viaja en vuelo comercial, es un jet privado  - me informo.

 

Podría decirme si ya ha salido el vuelo – pregunte angustiada.

 

Reviso una vez mas y me miro – lo siento, se ha ido hace una hora – me informo.

 

Sentí que el alma se me caía a los pies, pero no podía darme por vencido.

 

Cuando sale su próximo vuelo a Londres? – pregunte.

 

En dos horas señorita – contesto.

 

Quiero un boleto – dije decidida.

 

Había arruinado todo al principio, pero le demostraría a Edward que lucharía por esto, de todas las formas posibles.

Capítulo 22: Soñando! Ed POV! Capítulo 24: Escuchando al Corazón!

 
14431471 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10749 usuarios