Ola Niñas x Aki De nuevo con este Capitulo, Graciias por su apoyo Y espero seguir recibiendolo iincondicionalmete sus Votos y Comentarios, son las mejores y las adoro, pronto capi tmbien de mi angel guardian, Las adoro, xoxo : LiiBiiThaA!
Voten & ayudenme a subir de puesto.
Llegue con jake a la exposición de mi padre, casi corrí hasta la entrada donde el estaba esperándome, sus ojos se iluminaron y sonreí.
Vaya bells, creí que no llegabas – dijo aliviado.
Lo siento, se me hizo un poco tarde, pero ya estamos aquí – sonríe.
El miro a jake que se acercaba a nosotros – que bien – murmuro.
Entendí el sentido de sus palabras, pero lo deje pasar.
Me senté junto a Jacob entre la alborotada concurrencia, muchas familias y diferentes tipos de personas estaban reunidos allí.
He escuchado que vendrán personas importantes, que quieren adquirir pinturas – comento jake.
De verdad, eso es muy bueno, espero que mi padre no haya traído esa pintura mía – bromee, el había dedicado varios meses a hacer un retrato mío, aunque era hermoso ya que su talento era innegable, me avergonzaba ser la modelo.
Pues… será mejor que te hagas a la idea – dijo en tono de burla.
A que te refieres – pregunte confundida.
Señalo con el dedo, una pared que exponía varias obras – OH! – en el centro del mural, estaba mi cuadro, me sonroje inmediatamente.
Tranquila bells, es uno de los cuadros mas hermosos que he visto – dijo tomando mi mano.
Pero jake, que vergüenza yo… - tartamudee.
Tu padre supo reflejar la belleza que hay en ti – dijo serio.
Rehuí su mirada, jake se estaba poniendo romántico y esa era mi señal para detenerlo.
El festival transcurrió amenamente, fue un gran medio de distracción para los problemas que enfrentaba, no podía apartar esa mirada verde e intensa de mi mente, sabia que la lejanía era un recurso del que no disponía, sin duda tendría que ser fuerte, pero tenia experiencia en cosas desagradables y podría enfrentarlo.
Jake fue a buscar a mi padre al estrado y no pude evitar acercarme a mi cuadro, había algo en el que amaba, mi padre Abia reflejado através de mi rostro las facciones de mi madre, una lagrima traicionera escapo por mi mejilla, a limpie al instante esperando que nadie me viera.
La belleza no debe entristecer a los Ángeles – susurro una voz a mis espaldas.
Gire impactada al reconocer la voz – que hace aquí? – pregunte confundida.
Una leve sonrisa escapo de sus labios – creí que habíamos pasado la etapa de las formalidades – contesto.
No me has respondido – volví a preguntar.
Suspiro – yo soy un gran amante del arte y no dude en asistir cuando me entere hace unos minutos – enarque una ceja.
Seria muy ególatra de mi parte asumir que me estaba siguiendo, pero era demasiada coincidencia, la persona que quería mas lejos de mi vida, se encontraba con esa belleza impactante a solo unos metros de mis alborotadas hormonas.
Lo dejo entonces para que disfrute – dije esquivando su mirada.
Espera – tomo mi brazo, le lance una mirada envenenada.
Señor Cullen, cuando estemos tratando asuntos de su boda usted dispone de mi tiempo, pero ahora mismo no lo quiero cerca – dije fríamente.
No quiero obligarte a estar aquí – murmuro cerca de mi rostro – pero no te vayas por favor – sus ojos eran demasiado intensos.
Respire profundamente – de acuerdo – accedí – pero suélteme por favor – asintió levemente y su agarre desistió.
No sabes como me gustaría que me entendieras – dijo.
Reí sin ganas – eso será algo que nunca podré hacer – dije firmemente – no soporto los engaños – confesé.
Nunca fue mi intención, jamás quise jugar contigo – agacho la mirada.
Nos quedamos en silencio un minuto, era casi imposible creer en sus palabras, entenderlo?, me seria imposible, lo único que podía entender era la atracción que el ejercía sobre mi.
Es el cuadro mas bello que he visto en mi vida – miraba fijamente mi retrato.
Exagera – susurre.
En lo absoluto, tiene hermosos acabados, no había visto algo parecido, no hubiesen podido captar tu belleza de una manera mas sublime – me estremecí ante sus palabras.
Gracias – dije avergonzada.
Quien es el artista? – pregunto interesado.
El, es…
Charlie Swan, mucho gusto – murmuro mi padre a nuestras espaldas.
Nos miraba desde su silla de ruedas, tenia su mano tendida y una leve sonrisa, Edward la tomo y sonrío.
Edward Cullen, un placer, es usted el artista? – pregunto curioso.
Si, lo soy – contesto.
Tiene usted una gran técnica, es un cuadro bellísimo – me miro fijamente.
Gracias señor Cullen, pero es mi querida bella, la que le da toda la belleza al cuadro – me sonroje.
Papa, no exageres – dije avergonzada, Edward sonreía ampliamente.
Bells, no te avergüences es la verdad – me tendió los brazos y le respondí con un abraso cariñoso.
Has estado fabuloso – susurre – estoy muy orgullosa de ti – sonrío.
Gracias cariño – dijo tiernamente.
Me separe de el mirando a Edward, sus ojos me miraban con dulzura, sentí un nudo en el estomago.
Nunca lo había visto por aquí señor Cullen, conoce a mi bella? – pregunto.
Edward dudo, pero contesto – nunca había venido por aquí, recién he llegado de Londres – le contó.
Ho, Londres, dicen que es muy hermoso, bells y yo siempre hemos querido viajar a Europa, pero como veras las circunstancias no siempre son buenas – señalo su silla.
Lo lamento – dijo apenado – tienen una invitación abierta siempre que lo deseen – trague en seco, como se atrevía a decir eso.
Es muy amable, no me ha dicho de donde se conocen – insistió.
Veras papa, el señor Cullen contraerá matrimonio próximamente con la seorita victoria Roberts – lo mire fijamente – estoy organizando su boda – dije al fin.
OH, ya veo, la gran boda de la que has estado ablando – sonrío – felicidades señor Cullen – dijo amablemente.
Gracias señor Swan – contesto un poco serio.
Debe estar muy feliz y enamorado para dar un paso tan importante – casi fulmino a mi padre con la mirada.
Eh, si… mucho – dijo Edward apenado.
Yo espero que mi bella, algún día forme una hermosa familia y me deje consentir a mi nietos - casi me atraganto.
Papa – lo regañe.
Bells, ya me conoces – me guiño un ojo, Edward sonreía ampliamente, parecía disfrutar de mi vergüenza.
El hombre que se case con bella, será sin duda muy afortunado – comento Edward.
Si, lo se ella es mi tesoro… mira ahí viene mi mejor candidato – bromeo.
Edward me miro serio y después giro, jake se acercaba a nosotros sonriente.
Hola Edward, que gusto verte de nuevo – dijo amablemente.
Lo mismo digo – contesto.
Nos quedamos callados un momento, jake tomo mi mano – vamos a celebrar el éxito de Charlie – asentí levemente.
Viene señor Cullen? – pregunto mi padre a Edward, el me miro y estoy segura que pudo distinguir mi incomodidad, no podría probar bocado teniéndolo cerca.
Son muy amables, pero tengo que irme – contesto.
Fue un gusto – dijo mi padre.
El gusto fue mío – dijo amablemente – te veo mañana bella? – me miro expectante.
Claro Edward – intente no sonar desesperada.
Hasta pronto – se dio la vuelta con ese paso tan grácil y se alejo, respire profundamente.
Jake nos llevo a un restaurante del centro, casi no pude probar bocado, me inquietaba que
Edward conociera mas rasgos de mi vida, cuando el era un desconocido para mi, cuando yo no tenia derecho de conocerlo.
Llegamos a casa y papa entro agradeciendo a jake su asistencia, me quede con el afuera un momento.
Bella, me ha encantado compartir con ustedes esta tarde – sonrío.
Gracias por acompañarlo jake – dije sinceramente.
Bella… yo, quería hablar contigo – movía sus manos nerviosamente.
Dime jake – lo alenté.
Yo… - me miro fijamente y sin mas pego sus labios a los míos.
Me quede helada, era la primera vez que Jacob se tomaba este tipo de libertades, no supe que hacer, moverme o quedarme quieta; al notar mi falta de movimiento atrajo mi cintura con sus brazos, pegándose mas a mi, movió sus labios insistentes y avariciosos, recordé al instante los labios suaves y cálidos que en realidad deseaba y cerré los ojos imaginando un mundo en donde pudiera ser posible, atraje a Jacob y profundice mas el beso, queriendo borrar ese delicioso sabor que recordaba perfectamente, estaba mal hacerlo, pero quería ser egoísta por un momento.
Jacob se separo de mi jadeante, pero no me libero de sus brazos – bella… Wohh, eso fue, Wooh – respiraba agitadamente.
Jake, perdón yo… - tapo mis labios con su dedo.
No digas nada, fue maravilloso, me encanto – dijo feliz.
Yo, eh, tengo que entrar – me excuse.
Sonrío ampliamente – de acuerdo – beso de nuevo mis labios, mas suave – te veo pronto preciosa.
Adiós – me libere de su agarre y entre a casa.
Casi corrí a mi habitación, era una tonta, en lugar de resolver las cosas, las estaba complicando mas, ahora Jacob creía algo que no era, y no podía dejar de pensar en Edward, me iba a volver loca, definitivamente.
Me cambie y tome mi Mobil, alguien debía escucharme, después de un par de tonos contestaron.
Bueno ¿ - contesto.
Alice, gracias al cielo que me contestas – dije aliviada.
Bella, que sucede? – pregunto.
No sabes, es horrible Alice – solloce.
Dime que sucede – exigió.
El, alice, Edward Cullen estaba en la galería donde s presentaban las obras de mi padre – dije alterada.
Demonios – bufo – como es eso posible? – pregunto.
No lo se, al parece todo fue una coincidencia, pero eso no fue lo peor – dije.
Lo peor, hay algo peor que encontrarte con ese hombre – dijo irónica.
Si alice, yo me sentía muy mal y cuando Jacob nos ha traído a casa el… me ha besado y correspondí a ese beso – dije asustada.
Bella – grito - eso no tiene nada de malo – prosiguió.
Alice, lo se, pero lo malo es que no podía dejar de pensar en Edward, deseaba que fuera el alice – confesé por fin.
Bella, tu me dijiste que… - la interrumpí.
Se lo que dije, pero… no puedo evitarlo, estoy enterrada, hasta el fondo – dije contrariada.
Bella… tu estas enamorada – respire entrecortadamente.
Yo… si Alice lo estoy – me quede helada ante mi propia confesión, lo había aceptado por fin, estaba enamorada de Edward, no había mas que decir, solo podía tragarme mis sentimientos.
Bella… tenemos que solucionar esto, tu no puedes seguir cerca de el, tu eres fuerte, pero el amor es una arma de doble filo – dijo preocupada.
No Alice, solo es hoy… todo es muy reciente, no hay manera de que ceda, te lo prometo – dije segura.
Alice se ofreció a acompañarme mañana a todas las citas que vería con Edward, pero eso aria las cosas mas incomodas de lo que y eran, seria mejor enfrentarlo yo sola.
Me despedí de ella y leí un poco, siempre me relajaba, por que no podía tener un amor como en los cuentos, la princesa presa en la torre y el príncipe que escala las paredes para llegar a su corazón… seguramente era por que yo no era ninguna princesa, mas bien la plebeya.
Desperté temprano, casi no había dormido, eran demasiadas las cosas que tenia que pensar, entre ellas como me comportaría hoy, después de admitir mis verdaderos sentimientos, esperaba no fuese tan difícil comportarme.
Me puse unos jeans, tacones y una blusa azul, era un día bastante calido, y como era extraoficial, podría ir informal, me maquille un poco y me peine el cabello en una coleta.
Salí de casa en mi auto, y conduje por la ciudad, reconfirme la cita con la florería y le envíe un mensaje a Alice diciéndole que todo estaría bien, se había quedado muy preocupada la noche anterior.
Cuando llegue a la florería no vi Ningún jaguar estacionado por lo que imagine que no había llegado, baje y salude a la encargada Nikki, la conocía bastante bien.
Hola bella, que gusto verte por aquí, has venido por fin a escoger las flores de tu boda – dijo animada.
Aun no – conteste – parece mas difícil cada vez – dije contrariada.
Bella, eres muy hermosa – dijo amablemente.
Estoy de acuerdo – susurro una voz.
Gire confundida, un hombre alto y musculoso me miraba amablemente, sus ojos verdes y cabello rubio y rizado le daban un toque infantil aunque bestia un elegante traje gris, tuve que alzar la vista para mirarlo.
Disculpa, pero tenia que acercarme – dijo divertido.
Y eso por que? – pregunte.
Sonrío – es necesario para mi salud, conocer tu nombre – dijo seductoramente.
m sonroje intensamente – soy bella – casi murmure.
Bella – tomo mi mano y la beso – es un placer señorita - me guiño un ojo.
Emmett – grito un voz junto a nosotros, retire mi mano y encare a Edward, se veía tan hermoso como siempre y ese traje negro lo hacia lucir casi irreal, su mirada parecía furica y apretaba los puños fuertemente mirando al hombre que se encontraba frente a mi.
Eddy, que sucede – bromeo – mira ella es… - Edward lo fulmino con la mirada.
No me digas Eddy – gruño – y yo se quien es ella, ella es MI! Organizadora – recalco la palabra, me estremecí.
OH, que bien entonces, bella, yo soy Emmett Cullen tercero, hermano de Edward – sonrío.
Es un Gusto señor Cullen – conteste.
Llámame Emmett por favor, me haces sentir viejo – bromeo – además no somos desconocidos, espero podamos ser amigos – me guiño un ojo.
Trague en seco – eh, si yo – intente contestar.
Emmett, es hora de que te vayas, tu cita será pronto – dijo Edward serio.
Tranquilo Edward – no aparto su vista de la mía – tal vez podría acompañarlos – me sonrío.
No, emmett, será mejor que te vayas, esto es muy importante no quiero que lo arruines con tus juegos – reprocho.
Bueno, veo que el gruñón de mi hermano lo esta mas que de costumbre – sonreí – ha sido un placer conocerte hermosa señorita, espero verte pronto – saco algo de su saco – esta es mi tarjeta, llámame si se te ofrece algo – ofreció – de cualquier manera nos veremos te lo aseguro – dijo firmemente.
Tomo de nuevo mi mano y la beso – gracias Emmett – me atreví a decirle.
Adiós – sonrío - y tu gruñón, nos vemos mas tarde – palmeo su espalda y se fue.
Me quede ahí parada frente a Edward, parecía un poco mas relajado, no entendía la actitud que había tenido con su hermano, parecía ser muy amable.
Lamento el comportamiento de emmett, el es como un niño – comento.
No se preocupe, parece ser muy amable – conteste.
Enarco una ceja – si amable – dijo serio.
Esta listo? – pregunte.
Si vamos – contesto y me siguió.
Caminamos por un largo camino de flores, tenia pensado algún tipo en especial, pero seria su decisión después de todo, este lugar no me ayudaba mucho a relajarme, el aroma masculino que desprendía Edward combinado con el floral, me estaba dando serios problemas de ansiedad.
Me detuve frente a las rosas – Las rosas blancas son las mas usuales – comente – simbolizan paz, pureza, compromiso, dan un toque perfecto a cualquier evento – concluí.
Tomo una rosa entre sus manos y la acerco a su nariz – sin duda seria mi elección, son hermosas – inhalo sus pétalos – sus pétalos blancos son suaves y tersos – se acero a mi peligrosamente, no pude moverme.
Las rosas blancas son sin duda las flores mas hermosas – acerco la rosa a mi mejilla y la deslizo suavemente sobre esta, me estremecí ante la caricia, deseaba que fuesen sus dedos los que me acariciaran – pero nunca serán tan hermosas como tu – sus ojos me miraban fijamente, brillaban intensos – bella, me vuelves loco, no puedo controlarme cuando estoy cerca de ti – confeso.
Yo… yo no – deslizo la rosa por mis labios.
No, por favor no me niegues este momento – su voz era suplicante.
Estaba atrapada entre mi deseo por el y mi conciencia, me sentí desesperada, era casi imposible huir de este sentimiento que me taspasaba.
|