BELLA P.O.V
Es esme- susurro aun contra mis brazos, nos acostamos en la cama, el acomodo su cabeza en mi pecho mientras yo le acariciaba el cabello tiernamente para tranquilizarlo, me dolía verlo así de mal, su sufrimiento era el mío.
¿Qué paso con ella?- le bese el cabello, acariciando su rostro suavemente.
Carlisle me dijo que estaba mal, necesitaba verme y yo la verdad no se qué hacer, quiero ir pero no puedo dejarte….- susurro apenas, mientras un pequeño sollozo salió de su interior, se veía tan indefenso en este momento.
Tienes que ir a verla- declare, si bien no era santo de mi devoción pero era su madre… y estaba mal.
¿Vendrás conmigo?- pregunto levantando su rostro para poder ver el mío, asentí, aunque no sabía muy bien si llevar a Marie, pero tampoco podía separarme de ella muchos días, ella era la luz de mis ojos. Pero Esme no tocaría ni un pelo de mi Hija, por muy enferma que estuviera
Te Amo Gracias- dijo besando mis labios suevamente
No tienes nada que agradecer, te amo- susurre antes de atrapar mis labios con los suyos, descargas eléctricas envolvieron completamente mi cuerpo haciendo de mi sexo palpitara, Edward paso una de sus piernas por mis caderas haciendo que nuestros sexos se rosaran por encima de la ropa, sentí su erección dura contra mi haciendo que yo gimiera bajito en su oído mientras el besaba el lóbulo de la oreja y acariciaba mi cintura.
Bella…- gimió cuando llego a mis pechos besándolos por encima de mi camisón,
Edward, Te necesito…- dije moviendo mis caderas, el gruño cuando me saco el camisón y no vio mi ropa interior, Dejaba húmedos besos a su paso, tomo mi mano entrelazándolas y dejándola por encima de mi cabeza
Eres Exquisita- dijo sonriéndome y con sus dientes atrapando mi pezón, mi mano libre la lleve a su cabello acariciando, tirando de él y acercándolo más si podía a mis pechos desnudos, arquee la espalda ante las sensaciones que estaba sintiendo.
MMM- me queje, la sensación era exquisita, sus labios succionando y mordiendo mis pezones, pero para mi gusto estaba con mucho ropa y yo no aguantaría mucho si íbamos a este ritmo, me sentía demasiado humada como para seguir con este jueguito, como pude me gire y quede arriba de el completamente desnuda, el gruño
Mmm- ronronee en su oído, comencé a succionar su lóbulo despacio dejando pequeñas mordidas, mientras me movía arriba de el haciendo que nuestros sexos se sintieran por encima de la ropa de el, acariciaba mis glúteos acercándome más a su dura erección que me volvía completamente loca
Eres una niña traviesa- dijo con voz ronca,
Solamente para ti lo soy amor- dije atrapando sus labios salvajemente, apenas teníamos aire para respirar, fui bajando por su cuerpo dejando suaves besos por su torso desnudo, pase por su ombligo y poco a poco fui bajando su pantalón con mis manos, el levanto un poco sus caderas para ayudarme, tiro de mi, pero me negué.
Bella- gruño cuando comencé a sobar su erección de abajo hacia arriba, lentamente besando su pecho, el comenzó a marcarme el ritmo con sus caderas, temblaba bajo mi cuerpo, sus manos acariciando cada parte de mi cuerpo.
Mírame- pedí ya que tenía los ojos cerrados a causa de las sensaciones que estaba teniendo, nuestras miradas se toparon, nos miramos fijamente, Edward tenia la boca abierta dejando salir todos sus gemidos, pequeñas gotas de sudor tenía en su frente. Esta noche nadie nos detenía, nadie nos escucharía… nos amábamos, nos deseábamos y nos entregábamos completamente en cuerpo y alma .
Yyya noo… aguanto- dijo como pudo mientras acariciaba mis senos expuestos en su rostro, comencé a mover mi mano rápidamente
BELLAAA!- grito cuando llego al orgasmo derramándose en mi mano,
Shhh amor, no quieres que los vecinos escuchen- dije sonriendo, lamí mi mano mojada por su escancia,
Eres tan sexy- dijo con la respiración agitada. Tenía los ojos obscuros a causa del deseo.
Aun no termino contigo- dije bajando sensualmente acomodándome ahorcadas de el
Bella…?- pregunto sorprendido, acariciando mis piernas y apretándolas un poco.
La misma en cuerpo y alma- dije tomando su erección y fundirnos en un solo cuerpo.
Nos amamos toda la noche, sin prisas, sin obstáculos, solamente él y yo… para siempre.
*
*
*
¿Qué pasa Mi vida?- dije tratando de darle el biberón a Marie, que hoy andaba con rabietas, ella balbuceaba cosas con el seño fruncido- Vamos mi amor, tienes que comer- dije acariciando su cabello broncíneo, nuevamente intente darle el biberón pero dio vuelta la cara derramando parte de la leche en su ropa- Genial- deje el biberón en la mesita de centro del Living, la tome en brazos, le cambie ropa, llevaba más de una hora tratando de que comiera algo, no quería que se enfermara.
Edward- llame pero no me contesto, rodee los ojos, deje a la niña en su corral, comenzó a jugar. – Edward- llame hiendo a nuestra habitación, entre y me lo encontré estudiando en el pequeño escritorio que teníamos.
¿Paso algo?- me pregunto mirándome por primera vez en el día. O tal vez por primera vez en lo que iba de la semana.
Si, este… hay que ir al supermercado…- dije como quien no quiere la cosa, me sentía tan mal al tener que pedirle dinero, mis ahorros ya prácticamente se habían ido, los tenia guardados para alguna emergencia y pañales para Marie. Sabía que él trabajaba y estudiaba y eso realmente me tenia mal… yo también quería trabajar.
Claro ten- dije sacando dinero de sus bolsillo, era poco… poco para lo que estábamos acostumbrados… ya llevábamos unos meses viviendo solos… y claramente mi vida no era un cuento de hadas… problemas habíamos tenido, pero últimamente eran cada vez peores. Otra vez se sentó y puso atención hacia sus cuadernos, libros entre otras cosas. Me acerque a él, lo extrañaba a pesar de que a veces se comportaba como un idiota.
Oye- me puse atrás de el acariciándole el cabello lentamente.
Mm?- pregunto sin despegar la vista, rodee los ojos ¿Qué? ¿No aria nada más? ¿Un que pasa amor? ¿Te sucede algo?, pero nada, uuurg necesitaba un respiro, salir de aquí o si no me volvería LOCA!
Préstame las llaves del coche- dije inocentemente
¿Iras con Marie?- pregunto sin despegar la vista de sus cuadernos.
Claro, ¿con quién más?, no veo a nadie disponible para salir- dije mordiéndome el labio
Isa- me llamo volteándose, sabía que odiaba que me dijeran así… ¿Por qué lo hacía?
No Edward, está bien, déjame ando idiota hoy, ¿me pasas las llaves?- el saco las llaves del volvo y me las paso
Ten- dijo- Ten cuidado-
Siempre- dije tomando mi cartera, fui hacia el cuarto de Marie, saque una chaquetita y un gorrito, este último se lo había tejido la abuela Elizabeth. Iba caminando hacia el Living cuando comenzó a sonar el móvil de Edward que estaba en la cocina, lo cogí mire el identificador…Esme, quien mas
Edward tu madre llama- dije entrando nuevamente a la habitación, le entregue el móvil,
Hola mama ¿Cómo te sientes?- mucho para mí, cerré la puerta a mis espadas, le hice un biberón a Marie por si le daba hambre mas tarde, la cogí en brazos la abrigue bien y salimos hacer las compras. ¿Cuánto más duraría esto?... ya Marie tenía 9 meses… los últimos dos apenas compartía el tiempo con su papa… sabía que estaba siendo egoísta, pero él era un orgulloso, simplemente no me dejaba buscar trabajo alegando que Marie estaba pequeña, estaba decidido hablaría con el pronto, estar en casa todo el día me tenia mal, no es que no quisiera estar con mi hija, al contrario, pero el necesitaba una ayuda, mi ayuda para salir adelante. Pague las compras, las metí dentro del coche, puse a Marie en su sillita, iba jugando con su patito regalón. Me quedo mirando con el seño fruncido, cada vez se parecía más a Edward, ese pensamiento me hizo reír, simplemente seria una niña con carácter y completamente hermosa.
Eh ¿ahora tienes hambre eh?- pregunte sonriendo, saque el biberón que le había preparado, me senté a su lado en el asiento trasero y bebió rápidamente…
Ves mi amor, tienes que comer- dije mientras acariciaba su pancita, ella me miraba y movía sus piecitos, era muy activa, a los 10 minutos se había tomado toda su leche... Al fin
Muy Bien- dije besándole la frente- te amo- dije besando su cabecita me baje del asiento trasero, y me senté para conducir, cuando mi móvil sonó
Hola- dije alegre, la había extrañado mucho este último tiempo.
Aaah, al fin me contestas- dijo Elizabeth desde la otra línea
Sí, es que estoy sin el cavernícola de tu hermano- dije soltando una risita.
Ay Bells, compréndelo- dijo Elizabeth riendo, ella algo sabia sobre mis problemas.
Trato, pero me conoces, soy una mujer impaciente-
Lo sé, pero, Ay te extraño, y Robert también, fue una lástima que no hayas podido venir para su cumpleaños número dos- dijo triste
Sí, yo también quería ir, pero Edward…- dije insegura….
Lo se lo entiendo, ¿estás ocupada ahora?, quiero ver a Marie- dijo tiernamente, ya la imaginaba haciendo aquel puchero estilo “cullen”
No, es mas iba para casa- dije sonriendo- ¿estás en tu casa?- pregunte alegre por qué no me iría otra vez a encerrar a esas 4 paredes.
Si, ven te espero amiga-
Ok, iré para allá Bye – dije
Bye- y colgó la llamada, mire por el espejo retrovisor a Marie
Vamos a ver a tu tía tesoro- dije conduciendo hacia Forks, aun era temprano tenía tiempo suficiente para salir y volver, sin que Edward sospechara algo, estaba tan concentrado en sus estudios que ni cuenta se daría de la hora, o tal vez se iría a la universidad y yo llegaría y como siempre el departamento estaría vacio.
¿Qué nos había sucedido en estos meses?... no sé desde cuando era tan insegura, no sabía desde cuando dependía de alguien para poder salir adelante, Edward se esforzaba de eso no tenia duda, se esforzaba a darnos todos ¿pero hasta que punto?¿hasta donde quería llegar con ese orgullo?, Apenas ve a Marie los fines de semana, ¿y a mí?... luego de una jornada me veía durmiendo a su lado… sola. Ya apenas me tocaba, lo extrañaba mucho, todo esto era por él, lo extrañaba demasiado para poder soportarlo, nunca me vi en casa todo el día cuidando a mis hijos, siempre me vi con él, Junto a él para poder apoyarnos, para poder ser amigos, para poder comprendernos los dos por igual. Ese bendito viaje me había sacado de quicio… quizás desde ahí había cambiado todo.
Flash Back
Volamos hacia Los ángeles, no podía negarlo me sentía nerviosa, no tanto por el rechazo de esme hacia mí, No quería que Marie sintiera ningún tipo de rechazo, era una bebe hermosa, tierna y dulce no quería que sufriera…
¿Amor estas bien?- me pregunto Edward besándome la mejilla, estaba preocupado, se le notaba en sus ojitos.
Si.- respondí apenas, quería que estos días que estaríamos acá pasaran volando, si no fuera por Edward ni loca me hubiera ido a meter a la boca de los leones.
Aterrizamos al rato después, Marie venia durmiendo en brazos de Edward, su infaltable patito lo tenía abrazado fuertemente, aveces Edward se ponía celoso de aquel peluche, yo simplemente me reía, era tan niño en algunos aspectos.
Ya llegamos- dijo Edward apretando mi mano que tenia junto a la de él, me sentía nerviosa, a su casa solamente le faltaba que le saliera esa típica niebla como en las películas de terror, quedaría perfecta para esta ocasión, nos matarían dentro, esme sería capaz estoy segura, o quizás saldrían…
¿Bella me oyes?- dijo Edward mirándome con el seño fruncido
Si lo siento- dije soltando una risita nerviosa- ¿me pasas a Marie?- le pregunte, me sentía más tranquila con ella en mis brazos, el me sonrió
Amor, nadie la va a matar- dijo bromeando
Quiero estar prevenida- el rodo los ojos, salimos del coche y me paso a la nena, la acune bien en mis brazos, se removió un poco pero la calme, sería mejor pasara la tormenta mientras ella dormía así estaría ajena a todo lo que pasaba.
Edward toco la puerta de la casa, me beso los labios suavemente, y me susurro un “tranquila”, mientras me sonría, Como si realmente me fuera a tranquilizar, suspire pesadamente cuando Paulina aquella niñita tonta abrió la puerta.
Edward- dijo sorprendida, lo miro coquetamente, había sido buena idea tener a Marie en mis brazos, porque hace rato le hubiera sacado los ojos por como miraba a mi novio.
Paulina, ¿están mis padres?- dijo Edward abrazándome por la cintura, paulina por primera vez me miro, y me reconoció al instante
Bella como estas- dijo la muy sínicamente ignorando a Edward
Bien gracias- dije sonriente, no quería que aquella mujerzuela me arruinara el día, aunque aquel día no tenía muchas expectativas de ser el mejor.
¿Mis padres?- pregunto Edward nuevamente
Los llamare, pasen al living- paulina detuvo su mirada en mis brazos donde dormía mi hija, la quedo mirando fijamente, un escalofrió recorrió mi espalda…Edward se dio cuenta, nos abrazo a las dos
Vamos mi amor- dijo mientras nos adentrábamos al living de la casa, hacia meses que no estaba en los ángeles, aquel a aire templado me hacía falta de vez en cuando.
¿hijo?- la voz de Carlisle nos interrumpió
Hola Carlisle- dijo Edward dándole la mano, Carlisle me quedo mirando fijamente pero la ternura estaba en sus ojos- Papa, ella es Marie- dijo Edward sonriéndome,
¿Puedo?- dijo pidiendo a Marie para cargarla, dude un segundo, pero ¿Qué más daba?... solo esperaba que si Marie despertaba no se asustara…
Ten- dije entregándosela, se quedo cómoda en sus brazos,
Es hermosa- dijo Carlisle con devoción, si mi hija era hermosa porque era igual a Edward…¿Qué otra explicación abría?, prácticamente no se parecía a mí, solamente el color de piel blanca como el papel-
Lo sé, ¿esme…?-
Está en nuestro cuarto, acaba de llegar de una sesión de quimio, está débil, es mejor no darle problemas- lo ultimo lo dijo mirándome, yo nunca le di problemas a ella, ella era la que me hacia la vida imposible, comparándome en cada momento con Tanya ¿y yo era la problemática?
No te preocupes, se comportarme- dije algo molesta por su actitud, el sin más me sonrió
Vamos a verla- dijo Edward tomando mi mano, Carlisle asintió, camino hacia su habitación con la niña en brazos, abrió la puerta de la habitación y entro dejándonos afuera, aunque se podía oír todo.
¿Carlisle?- su voz apenas se oía bien, Edward trago en seco y apretó un poco mi mano.
Esme, traigo visitas- dijo Carlisle dentro de la habitación, nosotros nos habíamos quedado afuera
¿Qué bebe traes en los brazos?- pregunto cómo pudo esme pude jurar que su voz sonó tierna.
Es nuestra nieta esme, es Marie- silencio total en aquella habitación, me estaba comenzando a poner nerviosa, cuando esme hablo.
Yo no tengo nietos Carlisle, creo que lo tienes claro- dijo ella con su tono osco, suspire, Edward me abrazo
“amor por favor, está enferma”, fueron sus palabras, para “calmarme”, ¿Qué pretendía esa mujer?... por dios era una NIÑA!, sin más me solté del agarre de Edward y entre a la habitación a proteger a la razón de mi existir.
Carlisle, dame a mi hija- dije molesta, mire a Carlisle, tenía los ojos abiertos como platos, mi vista recorrió la habitación, esme se encontraba con un camisón de dormir, acostada en su cama, pero en aquella cama no estaba la mujer de carácter que conocí hace muchos meses atrás, en su lugar una mujer prácticamente en los huesos, su piel más traslucida, ojeras muy marcadas, pero lo que más me impacto, fue verla sin cabello, ese color caramelo que tanto la distinguía ya no estaba.
¿Qué hace ella aquí?- dijo esme mirándome con odio, tomo algo de su mesita de noche, y claramente era un gorro, ella se avergonzaba, ella no quería que yo la viera débil.
Esme…- la voz de Edward a mi espalda me alarmo, me gire, sus ojos eran cristalinos, temí que pudiera desmayarse ahí mismo, era impactante verla así, hasta para mí que la vi un par de veces solamente.
Edward…- la voz de ella apenas fue un susurro, no sabía qué hacer, sentía que era un momento tan privado , Edward se acerco a esme, prácticamente se lanzo a sus brazos, sin decir nada más que hacer en ese momento me acerque a Carlisle ya más calmada, el verla en ese estado realmente me había dejado en shock.
Démela- dije bajito estirando los brazos para que me pasara a la nena, y casi era hora de su comida.
No te la lleves- pidió Carlisle, pero justo en ese momento la niña despertó llorando,
Mi amor- dije tomándola en brazos, Edward seguía al lado de esme hablando de algo que realmente no me interesaba mucho, trate de calmar el llanto de mi hija, cuando esme otra vez actuó
Aay me duele la cabeza, callen a esa niña- dijo poniendo su mano en la frente, miro de reojo a Marie, y hizo una mueca a Carlisle y a Edward, estos últimos simplemente se quedaron callados mirando aquel espectáculo, estaba segura de que no había ningún dolor de cabeza… a ella le molestaba Marie, le molestaba yo.
Sabe que señora, mi hija tiene nombre y apellido y es su nieta, no quiero que usted ni nadie la venga a ofender, si usted no la quiere perfecto, ella puede vivir con eso-
Solo cállala- dijo esme girando el rostro hacia otro lado, mire a Edward, en busca de que interviniera, pero no hizo nada, tomo la mano de su madre y la acaricio.
No se preocupe, no a molestaremos más- dije saliendo de la habitación, pero antes de llegar a la puerta de la habitación, susurro “eso espero”.
FIN FLASH BACK
No me di cuenta en qué momento estacione el volvo afuera de la casa de Elizabeth, el tiempo se me había pasado volando esta tarde. Me baje tome a Marie en mis brazos que estaba completamente atenta a todo lo que pasaba a su alrededor, cuando salió mi mejor amiga de su casa, caminando con Robert a pasos lentitos, cuando la vi comprendí que eso era lo que necesitaba para sentirme mejor, una amiga, una compañera que me escuchara cuando la necesitara y darme cuenta que todos los problemas con Edward tenían solución, que llenarme de lo negativo no contribuía a nuestra relación.
Amiga!!!- grito Elizabeth sonriéndome, camine más rápidamente hasta llegar a su lado
Te extrañe- dije abrazándola,
Ay yo también, pero mira que hermosa estas Marie- dijo Elizabeth mirando a su sobrina completamente hipnotizada, estiro los brazos y se la entregue mientras yo me agache para quedar a la altura de mi rob.
Mi lindo sobrinito por Dios que grande estas- le dije a Rob besando su cabecita.
hhola ttitta- dijo el sonriéndome, esa sonrisa que tanto me recordó a Edward
Hola mi amor- dije sonriendo, lo tome en brazos
Tii qqedo- dijo tomando mi rostro entre sus manitos.
Yo también te quiero- dije abrazándolo fuertemente y comenzó a reír, Elizabeth me miraba tiernamente
Vamos, entremos son demasiadas cosas la que tenemos que hablar mi querida amiga, veo en tus ojitos que necesitas de Eli- dijo sonriéndome, solo pude asentir, era tan asertiva como la abuela Elizabeth… quizás sería el nombre.
Nos sentamos en el Living de su casa, dejamos a Marie en un corral pequeño, estaba jugando con Robert que no dejaba de consentirla en todo, enseñándole sus juguetes cuando mi hija apenas podía estar sentada con respaldo para no caerse, Elizabeth me trajo una soda, conversamos sobre lo que habíamos hecho en este último tiempo… ella me contaba cuando fue la primera vez que Robert le dijo mama, estaba como loca, quería gritarlo a los cuatro vientos, pero solamente le pudo decir a la abuela Elizabeth.
Ahora si me vas a contar porque esa carita- me pregunto Elizabeth mirándome con el seño fruncido, estaba preocupada. Me quede en silencio un buen rato mientras ella me miraba ¿Qué le podía decir?...
¿Es Edward verdad?- me pregunto y yo solo asentí avergonzada.
No es solo el, es Esme… es todo, cada día es más duro todo esto, me duele verlo trabajar y estudiar tanto.. y ver que se mata por nosotras dos y no me permite hacer nada… y no tiene tiempo ni para Marie, ni para mí.. Y ahora tu madre.. No pretendo hablar de esme y no te enojes .. Pero lo que hizo en el viaje a Los Ángeles... Ella no quiere a Marie... y ella no tiene la culpa de nada..- me desahogue delante de la única persona que me entendería.
Bella sé que mi madre puede ser algo molesta…- dijo haciendo una mueca en su rostro
Algo- dije irónicamente mientras sonreía.
Bella… es mi madre y no debo defenderla pero esto es culpa mía… lo solucionare, lo prometo- dijo ella apenada.
Ay Eli, no te eches la culpa de aquella tontería, esme es así por que ella lo quiere, perfectamente pudo haber seguido siendo la misma-
No se…- dudo un poco, cuando mi móvil comenzó a sonar, lo saque de la cartera y mire el identificador, me prepare mentalmente para estar tranquila.
Hola Edw…- atendí
¿En donde estas Isabella?, ¿en donde esta Marie?- me reclamo Edward sin siquiera saludarme, suspire pesadamente con un nudo en la garganta.
Hola , Edward estoy bien, estaba dándole un vuelta a Marie hemos estado todos los días en el apartamento y ella necesita salir, ya compre las cosas que necesitaba, tardare un par de horas en volver, estamos bien- le respondí algo molesta por su actitud.
¿En donde estas? , Marie se puede enfermar– rebatió molesto.
Ya te dije estoy en un parque con Marie y tarde un poco, emplea ese tiempo para tu trabajos total ni estas pendiente de lo que hacemos en casa- renegué sintiéndome miserable por ser tan egoísta.
Bella eso no es cierto, tenemos que hablar- me ordeno Edward
Si claro, discútelo mejor con tus libros- dije sarcásticamente
Bella…-
No, Edward mira, estaré ahí en unas horas, no te preocupes estoy bien- dije ya más calmada- nos vemos- y colgué.
Volví a guardar el móvil a mi cartera y me percate que Elizabeth me miraba preocupada.
Así es todo el tiempo – dije con el nudo en la garganta y no resistí, mis ojos se poblaron de gruesas lagrimas de dolor, todo el dolor que me producía cada palabra de Edward, cada una de mis palabras, lo difícil que se estaba volviendo esto, a veces quería renunciar y dejar todo atrás, pero ¿Quién lo haría por mi?¿Quién dijo que la vida era fácil? ¿Quién dijo que el amor era fácil?, sabía que era una etapa más en la vida, en la cual tenía que luchar para sacar a mi hija adelante y también mi relación con Edward, por que los dos eran indispensables en mi vida. Ellos son mi vida.
Eli únicamente me abrazo fuertemente y me dejo llorar en su hombro, ella había sido siempre así, tan prudente, confiable, pero sobre todo buena Hermana, porque lo era para mí, era la única persona en el mundo que podía entenderme, bueno aunque Alice y Rose eran también unas excelentes amigas, era Eli la indicada para estar aquí, la que siempre había estado ahí.
Amiga, no dejes que tu familia se destruya, por culpa de esme o por la culpa de quien sea, TU debes salir adelante, habla con Edward, soluciona todos sus problemas y veras que todo se soluciona- dijo mirándome
Eli, es difícil…-
Lo sé, pero nunca conocí una persona más fuerte que tu, tienes una familia hermosa, el ogro de mi hermano te ama, lo sé, y perdóname-
¿Por qué abría que perdonarte?- pregunte desconcertada por aquella declaración.
Bella… creo que llego el momento de que Edward sepa la verdad… yo… yo le diré- dijo segura, fue como un balde de agua fría
Eli…-
Lo sé, será difícil, lo vengo pensando hace algunas semanas, no quiero estar más encerrada, quiero salir, quiero sacar a mi hijo al parque, quiero que Edward tenga a su hermana devuelta-
Eli, cuentas conmigo para todo- dije abrazándola- ¿lo sabes, cierto?-
Claro amiga, siempre-
Después de más o menos dos horas en donde por fin puede desahogarme, decidí volver, ya se estaba haciendo tarde y yo tenía que volver a casa, no quería tener una discusión aun mayor con Edward por mi tardanza y tener que buscar una excusa más convincente para que no sospechara algo sobre Eli, o pensara algo que no era.
Conduce con cuidado ¿segura que estas bien?- pregunto Elizabeth desde la entrada de su casa.
Si, no quiero discutir con Edward o darle la oportunidad a esme para que le diga tonterías sobre mí. Aparte ya es tarde, Marie tiene que dormir- dije mirando a mi hija que apenas podía mantener los ojos abiertos.
Jajaj, suerte con esme- dijo sonriéndome
La necesitare- dije sonriendo- espero tu llamado Eli- dije entrando al volvo.
Ella asintió y tomo a Rob en sus brazos mientras él con su manita se despedía de mí, haciendo un pucherito de lo más tierno.
Maneje a una velocidad prudente, lo último que necesitaba en este momento era algún accidente, comenzó a llover… mire el cielo, estaba tapado de nubes negras… quizás abrían truenos o cosas así… ups mejor ni pensar, les tenia terror, lo peor es que antes buscaba la protección en brazos de Edward, o cuando me hacía el amor, pero últimamente solamente le faltaba hacer el amor con los libros.
Borre aquel pensamiento estúpido. Estacione el volvo y tome a mi hija en brazos que venía durmiendo, subí en el ascensor cuando llegue al piso de mi casa. Al entrar al departamento Edward estaba acostado en el sofá con un libro en la cabeza y sobre tu pecho estaba su móvil, se veía tranquilo… pase al cuarto de Marie, le saque la ropa, la mude y la puse su pijamita, la arrope bien para que no pasara Frio, la bese y apague la luz, dejando una lámpara encendida, no quería que despertara asustada por la obscuridad.
Salí de la habitación y llegue a la sala, allí Edward seguía en el sofá en la misma posición, se veía tan cansado, tome el libro y lo deje en la mesa de centro.
Edward cariño, vamos a la cama- le dije acariciándole el cabello.
El se despertó desorientado y me observo y luego frunció el seño.
Vamos cariño necesitas descansar- le dije y lo tome del brazo para obligarlo a ir a nuestra habitación, caminamos hacia nuestra habitación, entre el baño, me puse un pantalón, una polera y un chaleco para nada sexy, hacia frio, ya que no tenía “calor humano”, me tenía que abrigar bien. Cuando Salí del baño, estaba sentado en la cama.
¿Me podrías decir donde te metiste toda la tarde bella?- me pregunto molesto, me calme, no tenía ganas de discutir con el de nuevo.
En el parque te lo dije –
¿Lloviendo?... con este frio, por dios bella, Marie puede enfermarse, tienes que cuidarla- dijo de lo más calmado,
¿y tu Edward?, ¿Por qué no la caudas tu también Edward?¿te cuesta mucho darle el biberón por ultimo?-
Yo trabajo y estudio bella, no puedo hacer todo-
Se nota, sabes no importa, cada día te pareces mas a nuestros padres, queriendo dar todo pero no das nada Edward, LO MATERIAL NO ME INTERESA ENTIENDE- le grité lo ultimo
¿y con qué quieres que comamos?¿quieres vivir que vivamos en la miseria?- me pregunto
Me daría igual vivir en la miseria si es contigo y Marie- dije llorando, solamente quería una familia feliz.
Créeme no lo soportarías, ¿te acuerdas cuando fuimos hacer el “trabajo comunitario”, estabas espantada ¿te gustaría vivir ahí bella?¿te gustaría que Marie viviera como Marc?- Marc era el pequeño que vivía con su abuela… en los ángeles
NO, NO SE EDWARD- dije tirándome a la cama, me senté agotada física como mentalmente.
Bella…- susurro
Déjame-
Vez, ahí vas de nuevo, nunca estas cuando te necesito-
¿y tú lo estas para mi Edward?... apenas vez a tu hija- dije con un nudo en la garganta- no dejes a tu hija-
Nunca lo hare- dijo acostándose en su lado de la cama- Buenas Noches- su voz sonaba fría, me acosté cuando Marie comenzó a llorar… los gritos la habían despertado, me levante nuevamente, camine hacia su habitación y la tome en brazos, me senté junto a ella en la silla mecedora
Shhh Mi amor, duerme- dije meciéndonos en la silla, ella abrazo su patito, y comenzaron a cerrarse sus ojitos verdes… cuando se escucho un trueno… salte de la silla, sentía miedo. Solo esperaba que la tormenta pasara pronto… que Edward y yo saliéramos adelante por Marie… solo esperaba que a Edward no le impactara mucho la noticia de Elizabeth.. ¿Se enojaría? ¿Seria peor para nosotros, sabiendo que yo si sabía que su hermana estaba viva?... solo esperaba el día en que todo se arreglara…
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Holaa mis Lindas :), aqui les dejo otro capi, cada vez se acerca el final :( y me pone triste, adoro este fic ajajjaa, Bueno... si quieren matar a esme, yo les ayudo, si QUIEREN!, me dejen un comentario o voto, es a su voluntad, no estoy obligando a nadie .
La verdad se acerca, y con ello el final, :), solamente les pido que me apoyen hasta el ultimo momento, Las quiero a todaaaas muchooo!,
Saludos en especial, a mi tia Silmo, a mi Ma sol, a mis Manis, a mi Prima Vicko... y por supuesto a mi Manis vivi, que me ayudo en este capi *-* Las adorooooo ♥
Besos y Abrazos desde Chile :)
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